Magnífica versión del clásico en este caso del año 1943 dirigido por Arthur Lubin, responsable que fue de entre otras , “Pasos en la niebla” (1955) una joya del cine de terror victoriano interpretada por Stewart Granger y Jean Simmons que continua con los parámetros estéticos de esta o la vistosa y entretenida Alí Babá y los 40 ladrones, con la bella María Montez, y que contó como asistente con Charles Gould y que cuenta como protagonista absoluto con Claude Rains.
El contenido de la misma es el consabido un compositor un ingenuo , romántico y veterano violinista que es explotado y expoliado de su obra al sentirse humillado ataca a su jefe y la respuesta por parte de una de las compañeras del jefe es echarle ácido en el rostro quedando desfigurado de por vida.
Dado por muerto se ocultará en los subterráneos de la ópera de París y raptará a la joven cantante de la que se siente enamorado y a la que pretende convertir en una prima donna.
Esta versión de lubin obtuvo un Óscar la mejor fotografía (Color) (Hal Mohr, W. Howard Greene) y a la mejor dirección artística (Color) (John B. Goodman, Alexander Golitzen, Russell A. Gausman, Ira S. Webb). Fue igualmente nominada a la Mejor banda sonora (Edward Ward) y al Mejor sonido (Bernard B. Brown).
La película contó además con la presencia de Nelson Eddy, Susanna Foster, Edgar Barrier, Leo Carrillo, Jane Farrar y Gladys Blake, junto a J. Edward Brovberg.
Reconozco que me ha llamado la atención esta versión por su carácter clásico en el sentido musical del término y brillante en el sentido del dominio del cole Technicolor realizado para la Universal pictures que contó como productor con George Waggner. Es la única película de terror de Universal Studios que ha ganado un Óscar. Aunque no se la considera la versión más clásica que estos estudios cinematográficos han realizado de El fantasma de la Ópera, alguna veces aparece en las listas de películas de terror de Universal Studios porque la versión de 1925 de Rupert Julian, con Lon Chaney es de dominio público.
La película se basa en el clásico escrito por Gastón Leroux aunque es una versión muy libre de la novela homónima publicada en 1910 y de la película de 1925, aunque aquí es una adaptación de Jon Jacob que sigue el guion escrito por Eric Taylor y Samuel Hoffenstein.
La historia original se revisó completamente y no hubo ningún intento de rodar la secuencia del baile de máscaras; aunque la famosa caída de la gran lámpara de araña se recreó de forma grandiosa con elaborados equipos de filmación por parte de los directores de fotografía que fueron Hal Mohr y W. Howard Greene.
Los directores artísticos fueron Young B Goodman y Alexander Golitzen. En una película tan musical como esta destaca el papel que muestra Bernard B Johnson, que contó con la ayuda del técnico Joe Lapis y del trabajo en los decorados de R.A. Gausman e Ira S. Webb, decorados que son los reutilizados , al menos en su escenario, construido para la película de 1925, que era una réplica del interior de la Ópera de París.
Aparte de los escenarios, esta versión de El fantasma de la ópera tiene poco que ver con la anterior. Es importante es esto último también lo fue el vestuario bajo la dirección de Vera West, el papel del montador que correspondió a Russell Schoengarth.
Edward Ward fue el responsable de la dirección musical, quedando la secuencias de la ópera dirigidas por Lester Horton y William von Wymetal, siendo la dirección coral de William Tyroler y la orquestación dejaron a Zweifel junto a Schutt.
La historia comienza con una ópera, Marta, de Federico Flotow. Vemos en el foso de la orquesta a un violinista Erique Claudin (Claude Rains) al que se le ve embelesado con su violín y con la actuación de la soprano titular, Christine Dubois (Susanna Foster ) que aparece cantando un dúo con un joven barítono, Anatole Garron ( Nelson Eddy) que parece, al igual que el veterano violinista, sentir algo por la artista con la que canta.
Mientras cantan son observados por un recién llegado. Se trata de Raoul Dubert (Edgar Barrier), un inspector de policía, igualmente enamorado de Christine, que desea que ella deje el mundo del espectáculo.
La ópera resulta un éxito absoluto, aunque no parar todos ya que Erique Claudin es llamado tras la actuación y despedido por el director de la Ópera de París cuando se descubre que está perdiendo el movimiento de los dedos de la mano izquierda.
El director de la orquesta asume que Claudin tiene medios económicos suficientes para vivir después de 20 años tocando con la afamada orquesta. Pero ignora que ha estado pagando de forma anónima las lecciones de canto Christine Dubois, la joven soprano de la que está enamorado.
En un intento desesperado por ganar dinero, Claudin ha envido un concierto de piano, que ha escrito, para su publicación.
Cuando pasa el tiempo y no obtiene ninguna respuesta, Claudin se presenta en la casa de los editores, Pleyel & Desjardins, para averiguar lo que ocurre. Nadie sabe nada o nadie le importa. Claudin insiste; Maurice Pleyel le dice que se vaya con malas maneras.
Sin embargo, antes de salir empieza a oírse una música que viene de la habitación contigua, Claudin se asombra y reconoce su concierto. Convencido de que Pléyel pretende robárselo, le estrangula.
Justo cuando deja el cuerpo de Pleyel en el suelo, aparece la asistente del editor, Georgette, y le lanza ácido en la cara. Entre quejidos y lamentos, alcanza la puerta y sale a toda prisa refugiándose tras la huída en las alcantarillas de la ciudad.
La policía empieza a buscarle por el asesinato; Claudin que ha huído por las cloacas, llega a la Ópera y se apropia de una máscara del vestuario para tapar su cara desfigurada.
Paralelamente, el inspector Raoul Dubert (Edgar Barrier) quiere que Christine deje el canto y se case con él. Pero el famoso barítono Anatole Garron (Nelson Eddy) intenta enamorar a Christine. Christine considera a los dos buenos amigos pero no muestra abiertamente su amor.
Durante una representación de la ópera Amore et Gloire, Claudin echa un narcótico en un vaso de vino para la prima donna Biancarolli (Jane Farrar ) , que lo bebe y no puede actuar. El director pone a Christine sustituyéndola y deslumbra a la audiencia con su canto.
Por su parte, Biancarolli sospecha que Garron y Christine están detrás del episodio del narcótico; así ordena al inspector Dubert que los arreste. Pero no es posible por falta de pruebas.
Entonces Biancarolli ofrece olvidar todo el asunto si la actuación de Christine no aparece en la prensa. Se aceptan estas condiciones a regañadientes con gran consternación de Christine y Garron.
La noche siguiente, Claudin entra en el camerino de Biancarolli y la asesina. Como consecuencia, se cierra la Ópera.
Al cabo del tiempo, los propietarios de la Ópera reciben una nota solicitando que Christine sustituya a Biancarolli.
Para atrapar a Claudin, Dubert, que se da cuenta de quién es el fantasma, está planeando no dejar cantar a Christine durante la representación de la ópera rusa Le prince masqué du Caucase (“El príncipe enmascarado del Cáucaso”) para sacar a Claudin a la luz, mientras que Garron planea que el propio Liszt (Fritz Leiber ) toque el concierto después de la representación.
Pero Claudin estrangula a uno de los hombres de Dubert y se dirige a la cúpula del edificio. Descuelga la lámpara de araña sobre el público. Al caer, cunde el pánico.
Mientras todos huyen, Claudin se lleva a Christine a los sótanos; le dice que la quiere y que podrá cantar cuanto quiera, pero solo para él.
Sin embargo, Christine no reconoce a Claudin, le da miedo.
Dubert, Garron y la policía les siguen por las profundidades del edificio. Cuando Claudin y Christine llegan a su guarida escuchan a Liszt y la orquesta tocando el concierto de Claudin.
Claudin les acompaña con el piano y Christine se da cuenta de que el concierto está escrito alrededor de una nana de su infancia. Dubert y Garron oyen tocar a Claudin y se guían por el sonido. Lleno de alegría, Claudin pide a Christine que cante. Mientras Claudin está distraído con la música, Christine se acerca sigilosamente, le arranca la máscara y ve su cara desfigurada por el ácido.
Entonces llegan Dubert y Garron. Claudin coge una espada para defenderse. El inspector dispara su arma, Garron le hace desviar la puntería y el disparo llega al techo que se desploma sobre Claudin, mientras el resto escapa.
Por último, Dubert y Garron piden a Christine que elija. Les sorprende eligiendo seguir su carrera de cantante sin casarse con ninguno de los dos, acabando siendo dos buenos amigos.
Universal Studios primero anunció una versión de «El fantasma de la ópera» en 1935. Esa versión estaría ambientada en el París del momento y el «El fantasma» sería un herido psíquico de la Primera guerra mundial. El guion estuvo merodeando hasta 1941, cuando Henry Koster fue nombrado director.
Koster descartó el primer guion se imaginó una nueva versión en que «El fantasma» era el padre de Christine. El productor, George Waggner, despidió a Koster y lo remplazó con Arthur Lubin.
Cesar Romero, Boris Karloff, Feodor Chaliapin, Charles Laughton y Broderick Crawford fueron considerados como posibles fantasma en algún momento de la producción, antes de que le ofreciera el papel a Claude Rains para protagonizar este musical melodramático.
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