Es curioso ver una película que habla de la desaparición del Imperio Austrohúngaro en el otoño del año 1918, y que esa película haya sido rodada parcialmente en Viena pero sobre todo en España puesto que en sus lugares de rodaje se identifica Madrid Talavera de la reina, pantano de Cazalegas, el monasterio de Uclés sito en Tarancón y en el municipio toledano de Oropesa.
Sorprende igualmente ver a un buen número de actores británicos que hacen de oficiales germanos pero con una tropa principalmente de actores españoles, entre las que sobresalen Verónica Forqué, así como una buena parte de los secundarios.
El estandarte o como se llamó en su estreno internacional , The Standard o Die Standarte, es una película dramática bélica de 1977 dirigida por Ottokar Runze , que también es productor junto con Otto Boris Dworak y protagonizada por Simon Ward , Siegfried Rauch y Peter Cushing .
Fue realizada como una coproducción entre Austria, España y Alemania Occidental. La película está basada en la novela de 1934 El estandarte de Alexander Lernet-Holenia(1897-1976) quién fue testigo de excepción en los acontecimientos narrados, convertida en película de 1935 Mi vida por María Isabel en la Alemania nazi. Se estrenó en el Festival de Cine de Cannes .
Estamos ante una película del género bélico, una coproducción hispano alemana austriaca, dirigida por Ottokar Runze, en la que están implicadas la vienesa Neue Thalía Film, las alemanas Norddeutsche Filmprofuktion y Norddeutsche Rundfunk y la española Orfeón producciones cinematográficas, y que cuenta con un reparto internacional en la que la Forqué aparece acompañada de Simon Ward, Siegfriend Rauch, Víctor Staal, Gerd Böckmann, José Canalejas, Lil Dagover, Robert Hoffmann, Jon Finch como Chabinsky incluso aparece Peter Cushing como el vidente y premonitorio Barón Hackenberg.
La película cuenta con el trabajo del decorador José Luis Galicia y con el asesor histórico Peter Scharff, el maquillador Julián Ruiz, el montaje de Tamara Karabetian y y que cuenta como como responsable del guión fue Herbert Asmodi que adapto la novela homónima original de Alexander Lernet Holenta. La música fue el amor de Hans Martin Majewski y la fotografía de Michael Epp.
La historia nos lleva al final de la primera Guerra mundial, en octubre, cuando un alférez de nombre Menis ( Simon Ward) del Ejército austrohúngaro llega a Belgrado tras pasar seis meses en un hospital militar para formar parte del regimiento que ha defender el territorio ocupado de Belgrado.
Nada más llegar va a la Ópera de la capital a escuchar Las bodas de Figaro de Mozart y ante la vista del palco que tiene enfrente se enamora perdidamente de una asistente de la archiduquesa de Austria, Resa, la princesa de Hannover ( Verónica Forqué) , que se encuentra en la capital serbia.
Cuando la conoce, surge entre ellos un romance irrefrenable, a pesar de la categoría social que los separa, pero es inevitable. Sin embargo, la guerra los separa.
El joven en su destacamento sabe que las tropas eslavas que luchan a su lado lo que realmente desean es la desintegración del imperio de los Habsburgo, pero los jefes militares son ajenos a este hecho y ello afectará a su campaña de guerra en la que sufrirán ataques que resultarán fatídicos para ellos.
Debido al código militar, los soldados deberán luchar y morir por preservar la bandera de los reyes, la cual acabará en manos del protagonista y contará para ello con la ayuda de sus camaradas Botenlauben ( Siegfried Raug ) o Koch Klein (Robetrt Hoffmann )
Ahora su objetivo es el llevar la bandera hasta el Palacio Imperial de la Casa Real de Habsburgo, lugar al que pertenece. El código militar exige que los soldados luchen y mueran por defender la bandera imperial.
Se inicia así un proceso de lucha entre los eslavos (Ruthenos de Galitzia, Croatas,húngaros...) que integran la mayor parte de la tropa y que se sublevan impidiendo la huida de sus mandos y esos mandos de origen germánico que, por encima de todo quieren cumplir con su deber, en territorio enemigo ( Serbia) o en el que fuese territorio imperial como Hungría , que no acepta la presencia de las autoridades dominantes.
El alférez Menis por encima del amor opta por el deber y dejando a Resa en el tren que lo lleva a Viena, huye campo a través con Botenlauben, uno de sus colegas , que pierde la vida en la frontera húngara y, finalmente, llega a la capital en octubre de 1918, precisamente cuando el emperador Carlos I de Austria y IV de Hungría ha renunciado a la jefatura del Estado - noviembre de 1918 y a formar parte de cualquier futuro gobierno austriaco- y nada más entregar el estandarte éste es lanzado a una chimenea ante los ojos del militar que decide darse media vuelta y salir del Palacio Imperial mientras su mundo se hunde inexorablemente.
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