viernes, 15 de noviembre de 2024

Revisión de El desencanto




Jaime Chavarri en 1976 no hizo una obra monumental. Las tremendas confesiones que guarda este  documento visual y sonoro es tremendo. Encontramos amor, lirtismo, hermosura, pero también resentimiento, tristeza, decadencia y desengaño. En él descubrirnos el proceso de construcción de una pareja burguesa inserta en el mundo cultural del régimen franquista, pero sobre todo vemos la destrucción, o mejor dicho, la deconstrucción de la familia Panero en este caso narrada a través de sus hijos Juan,  Leopoldo y Michi y sobre todo, de una manera que impresiona por parte de su viuda, Felicidad Blanch, capaz de recitar de memoria casi los poemas de su marido, pero de relatarnos sin estupor las circunstancias y experiencias familiares en película que refleja el hundimiento de toda una casa, el fin de una descendencia en este caso la del astorgano Panero. 

Me remito a lo que publiqué en 2013 en esta entrada aunque enfatizar en que Jaime Chávarri realiza el documental desde la sobriedad en el que los propios personajes hacen que narren su historia, sin intermediarios, sin voz en off. Durante el recorrido vemos sus frustraciones y su visión de su pasado y de su presente. Impresionante e imprescindible esta obra del cine español resultando uno de los trabajos más emblemáticos de nuestro cine. 

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