La partida que en estos momentos estoy echando por las noches, lógicamente trufada - y mucho- por las malas noticias económicas que me obligan a estar informado de lo que ocurre en el lánguido y tortuoso mundo financiero y económico español, la están jugando entre Juego de Tronos y American Horror American. Esta última juega con ventaja pues dispongo ya de la primera temporada al completo, mientras que de la primera serie sigo con la dosificación propia. Con todo, en estas dos semanas he visto dos capítulos de Juegos y cinco – creo- que de American.
El sexto capítulo de Juego de Tronos ha sido «The Old Gods and the New». Con un calificativo: magnífico. En este dirigido por David Nutter y con guión de Vanessa Taylor. Nos presenta la toma de Invernalia por parte de Theon. Éste irrumpe en Invernalia declarándose su príncipe, deponiendo al pequeño Stark. La toma fue sorpresiva, pero la represión iniciada por Theon, brutal Con todo, las tropas de Stark reciben el cuervo y clama éste venganza. Arya tendrá en Harrenhal una sorpresa inesperada de un viejo colaborador de su padre, que no logra reconocerla de milagro. Por otro lado, al final del capítulo tiene que eligir a una segunda víctima de la que da cuenta eficazmente Jaqen H'ghar al final del capítulo. Jon Nieve, por su parte, encuentra dificultades al intentar ejecutar a una salvaje, algo más que dificultades cuando se de cuenta de que se ha perdido y tiene que pasar la noche junto a ella. Sansa, Tyrion y otros miembros de la corte despiden a la princesa Myrcella, que es obligada a dejar a su madre. Al regreso son sorprendidos por una multitud hambrienta, pero también con sed de sangre. El rey Joffrey y su prometida Sansa se salvan de milagro, ésta última de ser violada. Por su parte, Daenerys lleva a cabo fallidas negociaciones con los señores adinerados de Qarth y descubre que tiene más enemigos de los que suponía. Principalmente cuando regresa a su palacete y descubre que no sólo han matado a la mayor parte de su séquito, sino que también han robado los dragones.
El segundo capítulo está dirigido por el mismo Nuttet y lleva como título el de «A Man Without Honor» Un hombre sin honor. Aparentemente éste es el Bannister Matarreyes, pero en el fondo son muchos más. El guión es obra de David Benioff y D. B. Weiss. En Desembarco del rey Sansa ya ha florecido. Y esto no significa únicamente que se haya convertido oficialmente en mujer, sino que, además, ya está lista para contraer matrimonio con Joffrey. Algo que parece complacer a Cersei y, al mismo tiempo, crear una especie de complicidad entre la reina y la joven Stark, aunque sea realmente entre secuestradora y rehén. Una conversación que nos muestra los verdaderos sentimientos de la reina hacia el que se creía padre de sus hijos. Arya, en Harrenhal, continua sirviendo a lord Tywin. Éste buen observado se ha dado cuenta de que su sirvienta es de noble cuna.
En Qarth, más allá del Mar Angosto, Danerys ha perdido a sus dragones y a gran parte de su khalasar. Está furiosa. Ni si quiera el regreso de Ser Jorah, que había partido en busca de barcos, la apacigua. Desesperada, acude a los Trece de Quarth. No confía en ellos. La acogida de la Madre de Dragones, el robo y el asesinato formaban parte de una estrategia de Xaro, su supuesto protector, para convertirse en rey de Qarth. Esto lo ha hecho con la ayuda de otro de los Trece, Pyat Pree, quien confiesa tener los dragones de la Targaryen en la Casa de los Eternos. Pero Pree no es un conspirador más. Ante los ojos de Daenerys, Jorah y Kovarro, se multiplica y acaba con la vida de los otros once.
En la zona helada al norte del muro, Jon Snow sigue perdido en las nevadas montañas más allá del Muro en compañía de Ygritte, la salvaje de pelo rojo. Sin embargo, en uno de estos rifirrafes, la joven aprovecha un momento de indecisión de Jon y consigue escapar. Pero no sólo escapa sino que, consciente de estar en su territorio, le tiende una emboscada en la que el bastardo acaba rodeado de salvajes y con su vida claramente en peligro.
De Invernalia han escapado Bran y Rickon de Theon acompañados por la salvaje Osha y por el gigante y retrasado Hodor. Theon Greyjoy impotente, se lanza a la. Enfurecido por la huida, Theon por fin parece localizarlos gracias a una cáscara de nuez, olvidada seguramente por el pequeño Rickon. Su venganza: colgar los Starks delante de todos sus súbditos.
El centro de la acción. Robb ha partido para firmar una rendición, lo que deja al campamento sin rey y sin líder. La única que queda allí es Catelynn Stark, acompañada siempre de su fiel Brienne, y a cargo no de un solo Lannister sino a dos. Y es que un Lannister sin importancia, un primo lejano usado como mensajero, ha sido confinado en la misma celda que Jamie. Allí asistimos a una conversación que, aparentemente, nos muestra la cara más humana del Matarreyes. Un hombre con corazón y recuerdos de niño. Con aspiraciones y sentimientos. En un momento, Jamie mata a su primo y la de su centinela consiguiendo escapar. Una huida que dura poco ya que los hombres de Robb no tardan en traerlo de nuevo de vuelta al campamento. Revueltos y furiosos, desean acabar con su vida. Ha matado a uno de los suyos. Al hijo de uno de los suyos. Y lo quieren muerto. Sin embargo, Catelynn, ante la ausencia de su hijo, ha de intermediar y se encuentra con que Jammie es algo más que un rehén. Pero en el capítulo ¿Encontramos algún hombre con honor?
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