viernes, 4 de agosto de 2017

Zona verde


Si hay, a inicios de este siglo,  algún - o algunos- hecho (s) determinante/s de naturaleza bélica o política, entre ellos podían  incluirse el 11- S del 2001, cuyos efectos incidieron en el inicio, primero de la guerra en Afganistán contra al Qaeda y contra los talibanes y, más tarde, la tremenda guerra de Irak, que desencadenó - a su vez - otros muchos frentes y heridas tanto en el interior de este país como en el exterior, pero también entre los intervinientes en este conflicto que acabó siendo de desarrollo poliédrico y sin fecha de caducidad clara.

En la declaración de guerra contra la autoridad iraquí en el poder en los primeros años de este siglo XXI, Saddam Husseín, jugaron un elemento determinante -presentado como justificación para la intervención en el país - el hecho de que este país violada el derecho internacional al fabricar armas de destrucción masiva. Este fue para algunos países y sus líderes la piedra anular para intervenir o no contra el tirano iaquí. Se daba como una verdad incuestionable la existencia de las misma , pero...nunca llegaron a encontrase.    

El 19 de marzo de 2013 una investigación de la BBC determinó que las mentiras de dos espías iraquíes jugaron un papel fundamental en la decisión de Estados Unidos y Reino Unido para comenzar la guerra de Irak justificando la idea de derrocar al gobierno de Saddam Hussein. Lo grave es que antes del inicio de los combates, las evidencias de la inteligencia y de fuentes de alto rango apuntaban a que el régimen de Hussein no poseía armas de destrucción masiva. 

Seis meses antes de la invasión, el entonces primer ministro británico, Tony Blair advirtió públicamente a su país acerca de la amenaza de las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein."El programa no se ha clausurado", aseguraba Blair. "En estos momentos todavía está funcionando". 

Blair se apoyó en datos de la inteligencia de su país sobre las existencia de esas armas de destrucción masiva para justificar el comienzo de la guerra. 

Sin embargo, muchos de los datos clave usados por Downing Street y la Casa Blanca estuvieron basados en invenciones, ilusiones y mentiras. De hecho, el 24 de septiembre de 2002, el gobierno británico publicó un controvertido informe sobre las armas de destrucción masiva de Irak. Preparado especialmente para su difusión al público, este informe incluía una introducción de Blair, quien aseguraba a los lectores que Saddam Hussein había continuado produciendo armas de destrucción masiva "más allá de toda duda". 

No obstante, a pesar de que nunca se menciona en el informe, la duda existía. Los datos originales de varias fuentes, entre ellas la agencia británica de inteligencia MI6, mostraban su recelo. 

De acuerdo con las notas originales del Comité Conjunto de Inteligencia, las evidencias eran "esporádicas y parciales" y "permanecían limitadas". La exclusión de esas especificaciones del informe dieron al texto que se hizo público una certeza que nunca había merecido. 

Como lo explica el general Mike Jackson, entonces jefe de Ejército Británico, "lo que parecía ser oro en términos de inteligencia, resultó ser oro falso, parecía oro pero no lo era". Sí habían otros datos de inteligencia pero eran menos alarmantes. 

El primer informe del gobierno británico sobre armas de destrucción masiva posterior al inicio de la guerra dijo que Blair y los grupos de inteligencia "se engañaron a sí mismos". Este informe estuvo a cargo de Robin Butler. Tanto Butler como Jackson concuerdan en que Blair no mintió porque aseguran que el entonces primer ministro realmente creía que Saddam Hussein sí tenía armas de destrucción masiva. 

El más notorio de los espías que engañó al mundo fue el desertor iraquí Rafid Ahmed Alwan al-Janabi. Sus invenciones y mentiras fueron parte crucial de los datos de inteligencia que se usaron para justificar esta invasión. Estas mentiras contribuyeron a uno de los mayores fracasos de inteligencia de los que se tiene memoria. 

Rafid llegó a ser conocido con el nombre de Curveball, el código de espía que le fue asignado por la inteligencia de los Estados Unidos. En inglés, el término "curveball" es un lanzamiento de béisbol que toma una curva y engaña a los bateadores.  Janabi, de nacionalidad iraquí, llegó a Alemania en 1999 a un campo de refugiados buscando asilo político. En ese momento, Janabi, quien dijo ser ingeniero químico, atrajo la atención del servicio de inteligencia alemana, BND. El refugiado aseguraba haber visto laboratorios biológicos móviles instalados en camiones para evitar ser detectados. Los alemanes tenían dudas sobre Janabi. Sin embargo, sus datos fueron compartidos con la inteligencia estadounidense y británica. La agencia británica MI6 tenía también dudas y eso lo expresaron en un cable secreto transmitido a la CIA: "Elementos de su comportamiento nos parecen típicos de aquellos individuos que normalmente serían considerados como mentirosos pero nos inclinamos a creer que una significante parte de lo que reporta es verdad". Los británicos y los estadounidenses decidieron creerle a Curveball, quien más tarde admitió haber inventado y mentido. 

También parecen haber datos de otro espía que engañó al mundo. Se trata de un antiguo oficial de inteligencia iraquí, llamado Maj Muhammad Harith, quien aseguró que el plan de desarrollar laboratorios biológicos móviles había sido su idea. Además, alegaba que él había ordenado la compra de siete camiones Renault para poner a funcionar aquellos laboratorios. 

Este individuo había llegado a Jordania y una vez allí había contactado y hablado con los estadounidenses. Al parecer Muhammad Harith inventó su versión porque estaba interesado en un nuevo lugar para vivir. Diez meses después de la guerra, los datos que aportó fueron descartados como invenciones. En todo caso, la agencia británica MI6 pensaba que tenía información adicional para corroborar la versión de Curveball. 

Otra fuente, cuyo código es Red River ("Río Rojo") reveló que había estado en contacto con una fuente secundaria que, a su vez, le había asegurado haber visto fermentadores en los camiones. Sin embargo, aquella fuente secundaria nunca aseguró que los fermentadores tuvieran que ver con agentes biológicos. Después de la guerra, la agencia MI6 decidió que Red River no era una fuente fiable. 

La informaciones aportadas por dos fuentes de alto perfil cercanas a Saddam Hussein eran correctas. Ambas fuentes aseguraron que Irak no tenía ninguna arma de destrucción masiva activa. 

La fuente de la CIA era el ministro iraquí de Relaciones Exteriores, Naji Sabri. El ex jefe de la CIA en París, Bill Murray, estuvo en contacto con él a través de un intermediario, un periodista árabe, a quien le entregó US$200 mil dólares en efectivo como desembolso inicial. Él aseguró que Naji Sabri "parecía una persona de interés real, alguien con quien deberíamos estar hablando". Murray preparó una lista de preguntas para pasárselas al ministro, con el tema de las armas de destrucción masiva como prioridad al comienzo del documento. El intermediario se reunió con Naji Sabri en Nueva York en septiembre de 2002 cuando estaba a punto de hablar en las Naciones Unidas, seis meses antes del comienzo de la guerra y justo una semana antes de que el informe británico fuera publicado. El intermediario le compró al ministro un traje hecho a mano que el alto cargo político vistió en las Naciones Unidas, un detalle que Murray interpretó como signo de que Naji Sabri estaba dispuesto a trabajar con ellos como aliado. Murray dice que el resultado de las operaciones de inteligencia permitió saber que Saddam Hussein "tenía algunas armas químicas que habían sobrado de la década de los noventa y esas existencias habían sido dadas a varias tribus leales a él. Tenía intenciones de poseer armas de destrucción masiva -químicas, biológicas y nucleares- pero hasta ese momento no tenía prácticamente nada". La CIA insiste en que el informe de inteligencia de la "fuente" indicaba que el expresidente iraquí sí tenía programas de armas de destrucción masiva porque, de acuerdo con la agencia, mencionaba que "Irak estaba produciendo y acumulando armas químicas" y "como último recurso tenía lanzadores móviles armados con dispositivos de guerra química".Murray contradice esta versión. 

La segunda fuente de alto perfil era el jefe de inteligencia de Irak, Tahir Jalil Habbush Al-Tikriti, quien representaba la sota de oros en la baraja de cartas de "los más buscados" del gobierno de Hussein distribuida por las fuerzas estadounidenses. 

Dos meses antes del inicio de la guerra, un miembro veterano de la agencia MI6 se reunió con Habbush en Jordania en enero de 2003. Se pensaba que Habbush quería negociar un acuerdo para detener la invasión inminente. Él también dijo que Saddam Hussein no tenía armas de destrucción masiva activas. 

Sorpresivamente, Butler, quien dice que los británicos están "en todo su derecho" para sentirse engañados por su primer ministro, sólo supo de la información de Habbush después de que su informe fue publicado. "No sé cómo explicar eso", dice Butler. "Esto es algo que se nos pasó en nuestra revisión. Pero cuando preguntamos sobre eso, nos dijeron que no era un dato significativo porque la SIS (MI6) lo descartó como una estrategia de Saddam para engañarnos" Butler asegura que tampoco sabía nada de los datos de inteligencia de Naji Sabri. 

El exfuncionario de la CIA Bill Murray no estaba contento con la forma en que los datos de inteligencia obtenidos de estas dos fuentes de alto perfil fueron usados. "Yo pensaba que habíamos obtenido los mejores datos de inteligencia que alguien hubiera tenido en el período pre-guerra, todos los cuales resultaron ser ciertos. Sin embargo, esa información fue descartada y no se usó". Pues bien, esta es la realidad de lo que pasó. 

Sin embargo, con la suma de una verdad - la existencia de las armas de destrucción masiva- que no lo era, la información dada por un falso informador- en la película con el nombre clave de "Magallanes"- que no dejaba de ser un alto cargo de la administración iraquí e informador de la CIA, la intervención en la difusión de las falsas noticias por parte de una prensa manipulada que no verificó la verosimilitud de la información, una supuesta reunión en una vecina Jordania, todo ello mezclado en una cocktelera de ficción y tras agitar el resultado resulta ser «Green Zone: distrito protegido», una película norteamericana de 2010 de acción escrita por Brian Helgeland y dirigida por Paul Greengrass. 

La película está inspirada en el libro de no ficción Imperial life in the Emerald City: Inside Iraq's Green Zone (Vida imperial en la Ciudad Esmeralda: dentro de la zona verde de Irak) del periodista Rajiv Chandrasekaran. El libro documentó la vida dentro de la Zona Verde en Bagdad durante la invasión de 2003 a Irak . 

Paul Greengrass contó con la producción de Tim Bevan, Eric Fellner, Lloyd Levin y el mismo Paul Greengrass para crear una interesante película. 

El libro de  Rajiv Chandrasekaran  se transformará en guión de la mano de Brian Helgeland y con el visto bueno de la Universal Pictures ,  StudioCanal ,  Relativity Media y Working Title Films y con la distribución de la majoe, así como un elevado presupuesto de $100 millones que apenas se recuperaron en taquilla, pues la película alcanzó una recaudación de $102 506 877.  

La película contó con la música de John Powell , la fotografía de Barry Ackroyd y el montaje Christopher Rouse. ´

El elenco de actores lo forman Matt Damon como Roy Miller,  Amy Ryan como la periodista Lawrie Dayne., Brendan Gleeson como Martin Brown, Greg Kinnear como Clark Poundstone, Yigal Naor como General Mohammed Al-Rawi,  Nicoye Banks como Perry,  Jason Isaacs como Sargento mayor Briggs, Martin McDougall como Sr. Sheen , Khalid Abdalla como Freddy,  Antoni Corone como un Coronel, Tommy Campbell como el Comandante de Chopper Comms,  Paul McIntosh como un Oficial de la CIA,  Sean Huze como Sargento Conway del Ejército de EE.UU,  Robert Harrison O'Neil como una Periodista de TV,  Said Faraj como Seyyed Hamza y Abdul Henderson como Marshall. 

El 19 de marzo de 2003 , el general iraquí Mohammed Al-Rawi ( Yigal Naor ) huye de su residencia en medio del bombardeo de Bagdad . 

Antes de abandonar el recinto, pasa un cuaderno a su ayudante Seyyed, instruyéndole a que advierta a sus oficiales que lleguen a sus casas y esperen su señal. Una comitiva de coches de la administración iraquí se distribuye por una ciudad iluminada por las bombas del ataque norteamericano.

Cuatro semanas después, durante la ocupación de Bagdad por tropas estadounidenses, el suboficial del Ejército de los Estados Unidos Roy Miller ( Matt Damon ) y su pelotón comprueban un almacén de armas iraquíes de destrucción masiva en Diwaniya . 

El oficial Roy Miller (Matt Damon) y a su equipo tras constatar las dificultades que tiene el ejército para hacerse cargo de la situación en un país en descomposición, sin administración, con un ejército o varios de ocupación, sin agua y con las fuerzas iraquies en desbandada y con el inicipiente estalliido tribal y religioso entre kurdos, sunníes y chiitas o fatimíes , se le encarga la misión de buscar armas de destrucción masiva. 

Para sorpresa de Miller, el almacén no se ha asegurado y está lleno de saqueadores que entran y salen del complejo asignado , un lugar que ni los soldados de la 101.a división aerotransportada han podido tomar desde el momento en que hay alguna resistencia de francotiradores. 

Después de un tiroteo con un francotirador, y tras eliminarlo, registran el supuesto escondite de la zona asignada y confirma Miller   que el almacén está vacío. Es la tercera vez consecutiva no ha encontrado nada. Miller señala que el punto  que le han dado a él es inexacto y anónimo. 

Miller transmite en una reunión con sus superiores y con los altos funcionarios sus preocupaciones. , pero ellos minimizan el error ya que esos lugares han sido dados supuestamente por un confidente de la CIA al que se le conoce con el  nombre Magallanes.

Pero Miller ya duda de todo , pues no hay ni rastro de los letales agentes químicos, tal y como le había ocurrido en las dos misiones anteriores. Miller intenta averiguar la verdad a partir de una maraña de informaciones confusas. 

Estas informaciones se acrecientan cuando el agente de la CIA Martin Brown ( Brendan Gleeson ) le dice que el siguiente lugar que debe buscar fue inspeccionado por un equipo de la ONU dos meses antes y que también se ha confirmado que estará vacío.

Mientras tanto, el funcionario del Departamento de Defensa estadounidense Clark Poundstone ( Greg Kinnear ) da la bienvenida en el aueropuerto ahora militarizado de la capital iraquí al exiliado  Ahmed Zubaidi (Raad Rawi).

En el aeropuerto Poundstone es cuestionado por la periodista de Wall Street Journal , Lawrie Dayne ( Amy Ryan ) que le dice que necesita hablar directamente con "Magellan", o sea, Magallanes, pero Poundstone la ignora. 

Mientras tanto, Miller que busca otro lugar asignado como posible para las armas de destrucción masiva, tan poco prometedor como los anteriores, en concreto en el barrio de Al - Mansur en la capital, es abordado por un iraquí que se llama a sí mismo "Freddy" ( Khalid Abdalla ). 

Freddy, que se queja del trato de los soldados norteamericanos a una población civil que pide agua y sobrevivir en el caos, y que habla su idioma  le dice que ha viso a algunos miembros importantes del partido Ba'ath reunirse en una casa cercana. Entre ellos están Al-Rawi y sus oficiales. Estos junto a sus ayudantes en Bagdad están discutiendo la situación actual. Al-Rawi decide esperar a que los estadounidenses le ofrezcan un trato, y atacar si no lo hacen. 

Cuando la reunión termina, Miller y sus hombres irrumpieron en la casa. Al-Rawi escapa por poco, pero Seyyed es capturado. 

Antes de que Miller pueda extraer mucha información, Seyyed es llevado por el personal de Operaciones Especiales , aunque  Miller guarda el cuaderno que llevaba  Al-Rawi. 

Tras un nuevo acto de propaganda con imágenes del presidente George W. Bush comentando el fin de las operaciones y de la guerra en Irak, la periodista Dayne se queja a Poundstone de nuevo por no ponerlo en contacto con el informador,  pero afirma que las apuestas de futuro son mucho mayores que su papel en la venta de periódicos. 

Cansado al verse metido en la política oscura de la guerra sucia y siguiendo el falso rastro de las armas de destrucción masiva, pero en vez de ello   tropezándose con un elaborado encubrimiento que es contrario al objetivo de la misión asignada.  Miller  analizalo y buscar entre la información de inteligencia procedente de este país extranjero y con lo cual se pudiera determinar si el gobierno local se mantiene firme en su objetivo o incrementar la escala de una guerra en una región ya inestable. Así que opta por ir a la habitación del especialista  de la CIA en la zona, Brown, en la Zona Verde , donde le dice lo que pasó y le hace entrega del cuaderno. Brown le pide que se integre en su equipo y le ordena que Miller entre en la prisión, con una gran mochila llena de dinero,  donde Seyyed está siendo interrogado. 

Antes de salir Miller es abordado por la periodista Dayne, quien le pregunta sobre los informes falsos de las armas de destrucción masiva. Él le pide que le de información de su informante ya que fue ella quien publicó la noticia en su diario, el Washingto Post, las armas de destrucción masiva. Cuando lo requiere Miller se da cuenta que ella desconoce quién es Magallanes y que no verifico nada de la información que obtuvo. En ese momento, la duda empieza a corroerle a ella.

Miller va junto a Fraddy a ver a Seyyed en una de las prisiones o mazmorras que tiene el Ejército estadounidense. Para entrar se entrevista antes con un militar iraquí que está encarcelado por la CIA para permitir la entrada de los miembros de la CIA en el recinto y justifica que necesita ver a Seyyed. Pide sólo dos minutos. 

Cuando puede verlo Seyyed está a punto de morir después de ser torturado y  le dice a Miller que "hicieron todo lo que nos pidieron en la reunión". Cuando Miller pregunta de qué reunión está hablando, dice una palabra: "Jordania". Tras eso muere. 

Miller luego se enfrenta a Dayne sobre la información falsa que publicó, pero ella se niega a identificar a Magellan, su fuente. Después de que Miller le diga que sospecha de que Al-Rawi es Magallanes, Dayne confirma a regañadientes que Magallanes se reunió con un alto funcionario en febrero en Jordania. 

Miller, en ese momento,  se da cuenta de que el hombre que busca  Poundstone y al que está cazando es Al-Rawi, y sólo puede pensar en una razón: Al-Rawi confirmó que no había un programa iraquí de armas de destrucción masiva y que ahora todo puede salir a la luz , siendo responsabilidad de Poundstone la falsa información.

Poundstone confisca el cuaderno de Martin entrando en las instalaciones. El cuaderno contiene las ubicaciones de las casas seguras de Al-Rawi. 

Cuando Miller, siempre acompañado de Freddy  trata de organizar una reunión con Al-Rawi,   es secuestrado por los hombres de Al-Rawi después del anuncio de Poundstone de la decisión de disolver todo el ejército iraquí . 

Al-Rawi le dice a Miller que informó a Poundstone que el programa de armas de destrucción masiva había sido desmantelado después de la Primera Guerra del Golfo Pérsico. Poundstone, sin embargo, informó que Al-Rawi había confirmado que había armas de destrucción masiva por lo que el gobierno de EE.UU. tendría una excusa para invadir. 

Tras eso los hombres de Poundstone atacan las ubicaciones enumeradas en el cuaderno. Cuando llegan al escondite del general, él huye, ordenando a un hombre que mate a Miller. Miller logra matar a su captor y corre después tras Al-Rawi. 

Miller finalmente captura a Al-Rawi, pero Freddy aparece y dispara al general, afirmando que el destino de Irak "no es quién lo va a decidir". 

Con su único testigo contra Poundstone muerto, Miller le dice a Freddy que huya por la ciudad y se marche a su casa.

Más tarde, Miller escribe un informe mordaz. Se enfrenta a Poundstone en una reunión y le da el informe, pero Poundstone lo rechaza, diciéndole a Miller que las armas de destrucción masiva no importan. 

Poundstone luego se une a la reunión, sólo para ver como  los líderes de las diversas  facciones iraquíes rechazan a  Zubaidi, el elegido por  los EE.UU. como líder de Irak, al que le califican  un títere estadounidense. Algunos se marchan de la reunión.

Después, Dayne recibe el informe de Miller por correo electrónico. La lista de destinatarios incluye reporteros para las principales agencias de noticias de todo el mundo. La verdad saldrá a la luz, acabando así la película 

La película fue rodada en distintos puntos, entre ellos España. Se rodó en concreto en la Academia General del Aire, San Javier(Murcia) como los exteriores de Iraq, así como en Fuente Álamo y Los Alcázares, como la Zona verde, exteriores del Palacio Republicano y sede de inteligencia de Mukhabarat, en Albacete, Ciudad de la Luz de Alicante (Interiores de Iraq). También en Rabat, Venta, y en Kenitra, (sitio de Diwaniya   y Aeropuerto Internacional de Saddam), (como Bagdad en la noche), (Marruecos) como Bagdad y en Gran Bretaña en concreto en Freemason's Hall, Gran Queen Street, Covent Garden, de Londres, en Millenium Mills en Londres Docklands, , en el Hotel Renaissance London Heathrow, de Hounslow en Londres, en Sandown Park Racecourse, en Esher, en Surrey (Interiores del Aeropuerto Internacional de Saddam), en Tribunal de Updown, de Windlesham y en los Estudios Longcross, Chobham Lane, Longcross, también en Surrey. Las puertas icónicas de la "Espada Cruzada" de Bagdad eran en realidad grúas alquiladas, que fueron superpuestas con CGI en post producción.

En enero de 2007, después de completar The Bourne Ultimatum , el director Paul Greengrass anunció su intención de adaptar una película del libro de no ficción del año 2006 y titulado Imperial Life in the Emerald City de Rajiv Chandrasekaran , escrito por un periodista del The Washington Post .Rajiv Chandrasekaran escribió el libro "La vida imperial en la ciudad esmeralda", que detallaba los niveles extraordinarios de incompetencia, ignorancia y luchas internas que ocurrieron dentro de la Zona Verde en Bagdad. El equipo de producción optó por el libro, pero esta película no es una adaptación.

Greengrass escribió un guión basado en el libro, trabajando con los investigadores Kate Solomon y Michael Bronner, quien ayudó al director de investigación para la película de 2006,  United 93 .

Se informó que el guión se desarrolló con más anticipación que el guión para The Bourne Ultimatum , que había sufrido cambios durante la producción.

Originalmente, el guionista Tom Stoppard fue solicitado a escribir el guión para Greengrass, pero debido a que Stoppard estaba demasiado ocupado, el guionista Brian Helgeland colaboró ​​con el director para conformar la premisa de la película.

Greengrass, que comenzó su carrera filmando documentales en zonas de guerra, expresó su interés en el casting en el actor principal Matt Damon, con quien había trabajado en The Bourne Supremacy y The Bourne Ultimatum , y el actor se unió al proyecto en junio de 2007. Así que Matt Damon quedó como Roy Miller,  un oficial idealista del Ejército de Estados Unidos . Lo cierto es que muchos de los soldados en la unidad de DMM de Matt Damon eran veteranos de la Guerra de Irak y de la Guerra de Afganistán, no actores. Damon dijo que su mayor desafío era saber que era un actor que estaba dando órdenes a los soldados reales. El personaje de Roy Miller se basa en la vida real del comandante en jefe del Ejército Richard "Monty" Gonzales. Damon se unió a la película con la seguridad de que la producción concluiría el 14 de abril de 2008 para poder empezar a trabajar en la película de The Steven Soderbergh The Informant!

Los actores Greg Kinnear y Antoni Corone y la actriz Amy Ryan, fueron contratados más adelante,  en enero de 2008. Amy Ryan como Lawrie Dayne sería la corresponsal extranjero para The Wall Street Journal que investiga las demandas de la administración Bush sobre la existencia de armas de destrucción masiva.  Un revisor señaló que, "es muy claro que ... Dayne es ex periodista del New York Times , Judith Miller ."

Se contrató igualmente a Brendan Gleeson como Martin Brown, el jefe de la oficina de la CIA en Bagdad, basado libremente en Jay Garner .

Greg Kinnear como Clark Poundstone, oficial de inteligencia especial del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.  Un revisor consideró a Poundstone como Paul Bremer , el "... jefe de la Autoridad Provisional de la Coalición en 2003-04 ...

El actor Yigal Naor hace del General Mohammed Al Rawi, [9] vagamente basado en el informante de la vida real Rafid Ahmed Alwan, alias " Curveball ".

Jason Isaacs como el Mayor Briggs, hace de un comandante de operaciones especiales en la búsqueda de objetivos de alto valor .  Martin McDougall como el Sr. Sheen, jefe adjunto de la oficina de Bagdad de la CIA.

Khalid Abdalla fue contratado para el papel de Freddy, un veterano del Ejército iraquí que perdió su pierna en 1987 durante la guerra Irán-Irak . Abdalla fue lanzado en el papel después de impresionar a Greengrass con su actuación en United 93 . El actor, de origen egipcio, se preparó para su papel aprendiendo el dialecto árabe iraquí y leyendo blogs iraquíes como Riverbend y Alive en Bagdad .

Greengrass dijo de la relevancia contemporánea del proyecto, "el cine no debe ser una válvula de escape  de la conversación nacional. Nunca es demasiado pronto para que el cine se comprometa con los acontecimientos que dan forma a nuestras vidas . "

El director Paul Greengrass ha dicho que primero pensó en hacer una película sobre el tema de la guerra en Irak en lugar de contar una historia en particular. Aunque inicialmente apoyó las justificaciones de Tony Blair de la guerra, se desilusionó con el tiempo una vez conocida la verdad como se recoge en el artículo de la BBC con el que se inicia la entrada.

Greengrass llevó a cabo una extensa investigación sobre los antecedentes del conflicto, leyendo a periodistas como Bob Woodward , Seymour Hersh , James Risen , Thomas Ricks y Ron Suskind , además de Rajiv Chandrasekaran , cuyo libro había elegido. Incluso ha compilado un documento, ¿Cómo lo hicimos tan mal? , detallando lo que aprendió.

Aunque Greengrass inicialmente quiso hacer una película más pequeña, él decidió vincularse con una producción de más presupuesto que expondría más gente a las ideas en la película.  Greengrass ha dicho que los argumentos sobre disolver el ejército iraquí retratado en la película representan los debates que realmente tuvieron lugar entre los políticos estadounidenses. La película fue producida por Working Title Films , con el respaldo financiero de Universal Pictures , StudioCanal , Relativity Media , Antena 3 Films y Dentsu .

La cuestión de la culpabilidad de  los medios de comunicación al tomar de la inteligencia  su valor nominal, aunque encarnada por un solo personaje, representa un fracaso de base amplia en los EE.UU. y Reino Unido, pero para Greengrass la culpa es en última instancia de aquellos que tratan de manipularlos.

Greengrass ha dicho que tanto las películas de Bourne como la Zona Verde reflejan una desconfianza generalizada de la autoridad generada por gobiernos que deliberadamente mintieron y han dejado a sus ciudadanos en la guerra de Irak.  La confusión que rodea la ausencia de armas de destrucción masiva en Irak también proporcionó un escenario ideal para un thriller, en el que el protagonista lucha por la verdad.

La producción de la Zona Verde estaba originalmente programada para comenzar a finales de 2007. En cambio, comenzó en la Base Aérea de Los Alcázares en España  el 10 de enero de 2008, y se trasladó más tarde a Marruecos y terminó la filmación en el Reino Unido.

Green Zone se estrenó en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Yubari en Japón el 26 de febrero de 2010 y fue lanzado en Australia , Rusia , Kazajstán , Malasia y Singapur el 11 de marzo de 2010, seguido por otros 10 países al día siguiente. Estados Unidos , Reino Unido y Canadá .

La película recibió generalmente revisiones críticas mixtas y fue un fracaso de la taquilla, pues costó $ 100 millones para producir más $ 40 millones en la comercialización, mientras recuperó lo inicialmente invertido.

Obtuvo algunos premios como el de Sindicato de Actores (SAG) donde fue nominada a los mejores especialistas de acción .

El sitio web de agregación de comentarios Rotten Tomatoes da a la película una puntuación de 53% sobre la base de las críticas de 179 críticos, con una puntuación media de 6/10. Y en Imdb  su valoración es de 6'8 sobre 10. En Metacritic  dio a la película una puntuación "generalmente favorable" del 61% sobre la base de 35 revisiones.

La película ha recibido una respuesta moderadamente positiva de los críticos. Comenzando por el Reino Unido  decir que  el The Daily Mail calificó la película "un thriller político predicador disfrazado de película de acción". El periódico reconoció que, a pesar de que las verdades políticas importantes surgen a lo largo de la película, la película se acerca a sí misma ya que estos puntos tienen "el aire de ser dirigido a los adolescentes estadounidenses ignorantes".

Tim Robey en The Daily Telegraph admitió que "con todo lo que retrospectivamente sabemos acerca de la "madeja" en el caso de la guerra, es una patada  a seguir a un personaje principal en el suelo que huele a una rata"; Sin embargo, criticó a la película por carecer de credibilidad en su interpretación de un héroe pícaro que nunca se enfrenta a una reprimenda y nunca sufre paranoia.

Con más entusiasmo, Andrew O'Hagan en The Evening Standard llamó a Green Zone "una de las mejores películas de guerra jamás hechas" porque "hace lo que los artículos de periódicos, las memorias, las declaraciones del gobierno y las investigaciones públicas no han podido hacer cuando se trata de la guerra En Irak: exponer las terribles mentiras que estaban detrás de la decisión de los EE.UU. y Gran Bretaña de procesar la guerra, y lo hace de una manera que es dramáticamente brillante, moralmente compleja e implacablemente emocionante ".

Mark Dinning de la revista Empire concluyó que "hay una   moralidad en toda la saga desagradable de Irak. Alguna de las motivaciones es el dinero, ...no puede igualar lo real al retratar este aspecto, pero Green Zone sin embargo provocará pensamientos y emociones  . Acaba diciendo el periodista que "Bourne se hace épico. Es un film de acción y tiros, pero su atinado trasfondo político confirma que Damon y Greengrass entregan su misión más provocativa hasta la fecha. (...) " .

Ya en Estados Unidos, el crítico Roger Ebert de Chicago Sun-Times dijo de la película que Green Zone es "un infierno de un thriller". Y además afirma "Sí, el film es ficción, usa coincidencias inverosímiles y de modo improbable coloca a un hombre en el centro de la acción. Es un thriller, no un documental. (...) El asunto central es: éste es un thriller sensacional. (...) "

Por su parte, James Berardinelli de ReelView afirmó que el "aspecto más gratificante de Green Zone es la manera en que entrelaza el hecho y la ficción en un todo atractivo".

AO Scott , escribiendo para The New York Times , elogió la dirección de Greengrass, y señaló  en su reseña que "hay un montón de peleas ...la mayoría ejecutadas con la cámara de mano y la edición  que son marcas del estilo de Greengrass. Desde Bloody Sunday a través de la segunda y tercera películas de Bourne (que convirtió a Damon en una estrella de cine minimalista), este director ha perfeccionado su habilidad para equilibrar el caos con claridad ". En este diario se calificó a la película de "Critic's Pick" y dijo que la película, al mismo tiempo que aborda las preocupaciones oportunas, "parece resumir la capacidad del cine comercial convencional para agilizar las complejidades del mundo real sin volverse demasiado simplista, ficcionalizar sin falsificar".

Todd McCarthy en Variety entiende que la película es "Intensa y convincentemente realista (...) este drama de acción de alto voltaje hace un mejor trabajo definiendo dónde Estados Unidos se malogró en Iraq de forma irremediable que recreando un escenario plausible de suspense."

Para  Peter Travers en Rolling Stone se pregunta "¿Demasiado poco y demasiado tarde? Es posible. Pero incluso en esta 'Zona Bourne', Damon y Greengrass no han faltado a su deber de iluminar y entretener. (...) "

Kirk Honeycutt en The Hollywood Reporter sostiene que se trata de "Un enérgico y frenético thriller -con el estilo de Paul Greengrass- ambientado en el Iraq de los caóticos días posteriores a la invasión. (...) Es una película notable."

En España Carlos Boyero dijo en las páginas de El País "Un thriller con receta clásica y el reconocible aroma y tensión que desprenden las aventuras de Bourne. (...) una ficción repleta de nervio, con atmósfera, muy bien ambientada"

Luis Martínez en El Mundo entiende que "La guerra de Irak entra directamente desde la pantalla al patio de butacas. El resultado: un buen motivo para olvidar 'En tierra hostil'."

Para Oti Rodríguez Marchante en las páginas del ABC que se trataba de un film  "Con un ritmo frenético, con una visualización impresionante, una puesta en escena en la que sorprendentemente se huele el Irak ocupado (...) Si hubiera diana, el dardo de Greengrass hubiera dado en el centro. (...) ."

Jordi Batlle Caminal en Fotogramas entiende que es "Para 'bournemaníacos' de pro. Lo mejor: la coherencia estilística de Greengrass. Lo peor: la (inútil) coartada didáctica. (...) "

Según Alberto Abuín en Espinoff esta película parece simplemente una aventura personal del director y el actor demostrando lo bien que se lo pasan rodando juntos. Y añade diciendo que "nos devuelve a un director que es uno de los mejores filmando acción". Termina diciendo el editor de Espinoff, la antigua blog de cine, que "‘Green Zone: Distrito protegido’ es un film de acción puro y duro llevado con mano maestra por Greengrass". La Zona Verde es vista como una película política. El crítico de cine y veterano militar estadounidense Kyle Smith calificó la película de " calumnia " y "terribles antiamericanos".  Un artículo en Fox News.com destacaba "las actividades deshonestas de Miller y que la película en su conjunto alentaba contra el gobierno de los Estados Unidos representado en la película por un corrupto jefe del Pentágono interpretado por Greg Kinnear. "

Richard "Monty" Gonzales, la persona sobre la cual el personaje de Roy Miller estaba vagamente basado, comentó que ambos lados del espectro político han reaccionado desproporcionadamente y cualquier controversia política es injustificada.  Gonzales trabajó como uno de los asesores militares de la película durante dos años con la condición de que la película sería fiel a la experiencia de los soldados estadounidenses en Irak.  Gonzales escribió que, por un lado, la película captura los errores críticos de inteligencia antes del programa de guerra yel proceso de "des- Baathificación" que hizo  que el conflicto fuese más costoso y complicado. Sin embargo, sostiene que una lectura de la película que refleja una auténtica conspiración por parte del gobierno estadounidense es incorrecta. Él ve la película como un emocionante una especie de thriller de   "Bourne en Bagdad".

Matt Damon cita a  Gonzales para trabajar en la película como "porque necesitamos recuperar nuestra autoridad moral."

James Denselow , que escribe para The Guardian , elogia el retrato de la película del conflicto, diciendo que "en última instancia, lo que da a la película su credibilidad es que evita cualquier idea simplista de que Irak podría haber sido simplemente"

Greengrass defendió su película en una entrevista con Charlie Rose , diciendo, "El problema, pienso, para mí es que algo sobre ese acontecimiento tensionó todos los lazos y los tendones que nos conectan a todos juntos. Para mí está para hacer con el hecho que ellos dijeron que tenían la información de inteligencia, y luego surgió más tarde que no lo hicieron. "

Matt Damon también defendió la película, diciéndole a MTV News : "No creo que sea algo particularmente incendiario, creo que es un viaje que todos hicimos y una pregunta fundamental que todos pedimos y no es partidaria. "

El cineasta Michael Moore comentó: "No puedo creer que se haya hecho esta película, que ha sido estupidamente comercializada como una película de acción, es la película más honesta - en mayúsculas- sobre la Guerra de Irak hecha por Hollywood".

Yo entiendo que "Green Zone" es una gran película de acción y un buen ejemplo de cine comprometido por sacar la verdad de una guerra absurda a la luz. Una guerra que nos sacó a muchos a la calles. Es una película contra la manipulación, aunque los réditos políticos que algunos hicieron de esa guerra son tan indecentes como la guerra en sí. Pero la película merece la pena.


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