domingo, 24 de noviembre de 2024

Gladiator revisada



Como El primer Óscar del milenio u Óscar milenario , he vuelto a ver Gladiator con el fin de ver que había y que deja de haber en esta segunda entrega del personaje creado por Ridley Scott casi 25 años después. 

Sobre el contenido nada voy a decir pues la película es la que fue, pero como clásico moderno creo que destacaré ciertos aspectos como el uso innovador de CGI para "revivir" a un actor fallecido; el hecho de ir modificando el guion conforme se desarrollaba el rodaje- según parece-; la influencias en el arte y la historia antigua, el impacto cultural que fue su irrupción o el dolema de su banda sonora. 

En cuanto al primer punto destacar que el actor Oliver Reed, quien interpretó a Proximo, murió durante el rodaje, dejando incompletas algunas de sus escenas. Como había que buscar una solución se optó por recurrir a los efectos visuales (CGI) para recrear su rostro en un doble de cuerpo. Fue uno de los primeros usos significativos de esta tecnología en una película de gran presupuesto, marcando un precedente para futuros casos similares en Hollywood. 

Con respecto al guion  destacar que el de Gladiator no estaba completamente terminado cuando comenzó el rodaje. El equipo de escritores, incluyendo a John Logan, David Franzoni y William Nicholson, trabajaba sobre la marcha para desarrollar escenas, lo que llevó a una sensación de improvisación controlada. Incluso Russell Crowe improvisó algunas de sus frases  memorables

En cuanto a la influencia del arte y la historia antigua Ridley Scott se inspiró en las obras de pintores del siglo XIX como la de Jean-Léon Gérôme, famoso por sus representaciones del Imperio Romano, la misma que usó el actor egipcio Omar Shariff en un documental para explicarnos el mundo romano o en películas clásicas como Ben-Hur y Spartacus. Además, Scott se esforzó por lograr una estética históricamente plausible, pero no siempre precisa, lo que generó debate entre los historiadores que atacan el historicismo no asumiendo que el cine está más próximo a la recreación artística que a las ciencias sociales. Eso pasó por ejemplo en la armadura de Máximo o en la recreación del personaje del emperador Cómodo, interpretado por Joaquin Phoenix.

Relacionado con lo anterior destacar que la película tuvo un impacto cultural inesperado pues revitalizó el interés por la cultura romana, generando un aumento en la producción de películas épicas de carácter histórico en la década posterior como Troya, 300 y El reino del Cielo del mismo Scott, entre otras. 

Por último hubo un debate sobre la banda sonora de Hans Zimmer y Lisa Gerrard es una de las más recordadas, pero generó controversia. Algunos fragmentos fueron acusados de plagiar obras previas, especialmente piezas de Gustav Holst y Ennio Morricone. A pesar de esto, la música se convirtió en un clásico, y la pieza principal, Now We Are Free, es reconocida en todo el mundo, especialmente, si paseas por un trigal supuestamente cercano a Mérida, aunque sea genuinamente toscano.  

Poco más que decir que no se haya dicho y quedamos a la espera de ver mañana las variantes generadas por la película 25 años después. Fuerza y honor. 

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