martes, 1 de noviembre de 2022

La tumba india


- Cartel de la película procedente de Twitter- 

Das indische Grabmal o La tumba india viene a ser la culminación de la historia que comenzó con El tigre de Esnapur o Der Tiger von Eschnapur, dos películas del año 1959, que supusieron el retorno a su Alemania natal de más capaz de sus directores, el enorme Fritz Lang. Hay que verlas como una misma historia, aunque se pueden ver por separado, y, a pesar de que la primera tiene un final, éste puede resultar engañoso ( o válido) si no ves la segunda.

El equipo de técnicos, actores y actrices de ambas es el mismo, siendo el de estos últimos encabezado por una bellísima y sensual Debra Paget que se hace acompañar de Paul Hubschmid, Walter Reyer o Claus Holn , entre otros. 

Considero, y creo que no me equivoco, que hablar de Fritz Lang es hablar de la historia del cine alemán con mayúsculas y del cine mundial. No sólo por ser un avanzado a su tiempo con la mítica Metrópolis o con maravillas como M o la saga del Doctor Mabuse, realizadas en su país natal antes de huir del país por ser prototipo del séptimo arte degenerado, según las autoridades nazis, que aterriza en Estados Unidos y que se hace con su cine con facilidad entrando de lleno tanto en el cine negro - siendo un claro ejemplo Los Sobornados- o con el western con Notorius y una vez acabada la guerra, retorna a su país para hacer entre otras estas películas de aventuras exóticas y muy vistosas - rodadas en Eastmancolor- y que parte de la novela Thea von Harbou y que se desarrollan en la India. 

Referencias del pack formado por El tigre de Esnapur y de La tumba india son visibles en la segunda entrega de Indiana Jones y su templo maldito, pues no sólo se remiten al mundo religioso de la India , sino también al espíritu de aventura y sensualidad que trasmite la obra de Fritz Lang.  

EC: En construcción

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