Ya lo tengo claro, los directivos del canal Syfy odian Los Ángeles y desean profundamente la desaparición de esta ciudad californiana visto lo visto en un par de días y un par de pelis,la innombrable Sharknedo, vista en el día de ayer, y la castañera que responde al título de LA Apocalypse, o lo que es lo mismo, Apocalipsis en Los Ángeles. Si la de ayer producida por The Asylum era mala, la de hoy realizada por la productora Cinetel Films y Doomed Pictures, aunque parezca mentira, es peor.
Este auténtica engendro fue emitido , como no, por el canal Syfy, y se diseñó el pasado año 2014.
La persona que estaba a cargo de la misma, - llamarle director me cuesta trabajo- fue un desconocido Michael J. Sarna que siguió los dictados demenciales de dos personas que aseguran ser guionistas, Neil Elman, Erik Estenberg. Como audio musical, a modo de música está un pretendido músico de nombre Mario Salvucci, y para remate de este tomate dicen que hubo que buscar un responsable de fotografía y , al que le tocó apechugar en los créditos fue a Erick M. Crespo.
El reparto, que no el elenco, está integrado por un actor secundario medianamente conocido como Raymond J. Barry como el Mayor Gray, al que se le unen en esta sonrojante película un grupo de habitantes de la ciudad angelina que aseguran ser actores y actrices como son David Cade como Calvin Hopkins - el supuesto protagonista- , Kamar de los Reyes como Carlos Dorado, Gina Holden como Ashley Wilkins, Eric Allan Kramer como Sargento Wade,Christopher Judge como Teniente Grisham, Melina Lizette como Jennifer Méndez, Greg Serano como Ramírez, Cristiano Levatino como Doors, Peter Katona como Kyle Pitinski, Jon Mack como Candice, David Lago como Nicco, Adam Lieberman como Larry, Lila Dupree como Aide, César De León como Convicto # 1. Además dicen que salen, actor es algo más que eso, Kevin Kasha y Marco Berrios.
La historia, si podemos decir que esta sucesión de imágenes que dura 80 minutos tiene alguna, transcurre en Los Ángeles, una ciudad situada en una zona con gran actividad sísmica, que va en aumento de un día para otro, hasta ser el epicentro de un área tremendablemte inestable, ya que el núcleo de la tierra y el manto empiezan a tener una actividad especialmente activa que afecta no sólo a la ciudad californiana , sino a todos los continentes de la Tierra.
De un tiempo a esta parte, los cintíficos detectan que el núcleo de la Tierra ha actuado como un reactor nuclear gigante. Ahora se ha sobrecalentado y es como una bomba a punto de explotar. La tierra se está resquebrajando y debajo de Los Angeles la ciudad está agrietándose cediendo ante la presión del suelo.
Pues bien, en este contexto, un joven, Calvin Hopkins o Crawford (David Cade), está decidido tras unos días de dudas pedirle la mano a su novia. Justo cuando llama a la misma, Ashley Wilkins (Gina Holden) , para quedar con ella y declararle su amor, se produce el primero de los muchos terremotos que van a cebarse en la ciudad de Los Ángeles, que está a punto de ser borrada del mapa.
En su desplazamiento para intentar rescatar a su novia del edificio de oficinas en el trabaja, el chico tiene un grave accidente de tráfico que le deja inconsciente un par de días.
Al despertarse ve que la ciudad está arrasada. Además ahora la ciudad parece estar bajo control de un gruo de delincuentes que han escapado de la cárcel.
Ante el cariz de los acontecimientos la ciudad está siendo evacuada por los militares. Uno de ellos el Sargento Wade (Eric Allan Kramer) se encuentra con un desorientado Calvin y entre ambos se disponen a librarse de los presidiarios asesinos.
La situación se complica cuando Calvin se entera que su novia ha sido secuestrada por un hispano sádico, psicópata y sanguinario que busca rehenes para presionar a los militatres y un helicóptero pata huir del país y de la justicia.
Entre Calvin y Sargento Wade consiguen salvar a los rehenes y acabar con el asesino, en el momento que se estabiliza el núcleo de la tierra. Por supuesto, ese es el momento pastelero de pedirle la mano a su novia.
La película se filmó en Los Ángeles. Presenta unos efectos especiales de todo a veinte duros, pero eso no impide que la película no deje de ser un desastre, una catástrofe, en todos los sentidos.
Las escenas de la supuesta acción son delirantes y se han rodado o montado de manera caótica. La historia es un desprooósito de principio a fin. La película no es de catástrofes, ella en sí es una catástrofe.
La actuación de los presuntos actores se acerca al bochorno más absoluto y los diálogos me han provocado un intenso sarpullido, además del enorme lamento de ser consciente de haber perdido ochenta minutos de mi vida. Esa puede ser la mejor, la única de sus virtudes, por lo demás he decidido ya olvidarla, aunque me llevo a la cama el convencimiento de que los ejecutivos de Syfy odian Los Ángeles. De eso, no tengo dudas.
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