Das Boot es un larga e impactante película alemana que tiene el interés de mostrarnos la guerra , en este caso la acuática, desde la perspectiva de los alemanes. Se trata tanto de una película bélica como de una película dramática, pues en el fondo lo que descubrimos es el drama de todos aquellos que se metieron en un U Boot sin saber nunca cuál podría ser su destino.
Es una película como capitanes pero sin héroes , de hombres que se enfrentan a una realidad cruel y que les supera que mueren en el momento más inesperado y que muestran el horror tanto de la guerra como de las miserias y grandezas de la condición humana.
La película, estrenada en 1981, fue dirigida por el alemán nacido en 1941, en una localidad del norte del país , Wolfgang Petersen, que comenzó en el mundo del teatro en el Ernst Deutsch Theater de Hamburgo. Después de interesarse por el teatro en Berlín y Hamburgo, pasando más tarde a la Academia de Cine y Televisión de Berlín, la Deutsche Film- und Fernsehakademie Berlin (1966-1970).
Sus primeras producciones de cine fueron para la televisión estatal alemana, y fue durante su trabajo en la popular serie policíaca Crime Scene donde conoció y trabajó con el actor Jürgen Prochnow.
Fundador de la productora Cappella Films e integrante aunque algo más alejado de lo que se llamó nuevo cine alemán (integrado por directores como Peter Fleischmann, Volker Schlöndorff, Daniel Schmid y Rainer Werner Fassbinder) que tuvo su unidad en la forma de concebir los proyectos, desde la creación del guión hasta la dirección aunque con preocupaciones estilísticas y temáticas llenas de densidad dramática y temática social.
Tras su paso por la televisión para la que realiza dos películas ( One or the Other of Us, 1974 y Die Konsequenz, 1977) realizó esta tremenda película bélica en tono de thriller. Sin embargo, su carrera da un giro radical cuando apuesta por un proyecto basado en la obra de Michael Ende titulado La historia interminable- que fui a ver al cine en su estreno , tras la lectura del libro - apostando desde ese momento por el cine de estética y factura norteamericana con títulos como 1985 Enemigo mío (1985), Shattered (La noche de los cristales rotos, 1991) , En la línea de fuego (1993, que también vi en su estreno), Estallido (1995) , Red Corner (El laberinto rojo / Justicia roja, 1997) , Air Force One (1997), La tormenta perfecta (2000) - aquí ya comentada- , Troya (2004) - también vita en su estreno- , Poseidón (2006) y retornando a su patria, Vier gegen die bank (2016).
De hecho entre 1995 a 2006 lo vemos como un director de fórmula y factura estadounidense, muy diferente del que descubrimos adaptando la novela homónima de Lothar-Günther Buchheim, un escritor fallecido en 2007 y que como corresponsal de guerra relató sus experiencias en diferentes artículos periodísticos de propaganda y formó parte de la tripulación del submarino alemán U-96 en misión de combate.
Das Boot fue una producción de Günter Rohrbach amparada por Bavaria Film, Radiant Film GmbH , Süddeutscher Rundfunk (SDR) , Twin Bros. Productions , Westdeutscher Rundfunk y PSO International. La película sigue el guión escrito por Wolfgang Petersen que sigue a su vez la novela Das Boot de Lothar-Günther Buchheim que tuvo gran éxito, traduciéndose a varios idiomas y vendiendo más de 3 000 000 de ejemplares.
En el apartado técnico presenta la música del maestro del jazz alemán -es saxo tenor- Klaus Doldinger para el que compondrá años después la banda sonora de La Historia interminable, la fotografía de Jost Vacano, el montaje de Hannes Nikel y la narración de Herbert Grönemeyer.
El reparto lo encabeza Jürgen Prochnow como el Capitán, Herbert Grönemeyer como el teniente Werner, corresponsal de guerra, Klaus Wennemann como el ingeniero jefe, Hubertus Bengsch como el 1° Teniente, Martin Semmelrogge como el 2° Teniente, Bernd Tauber como Kriechbaum, Erwin Leder como el jefe de máquinas Johann, Martin May como Ullman, Heinz Hoenig como Hinrich y Uwe Ochsenknecht como el Jefe Bosun. Junto a ellos también aparecen Otto Sander, Claude-Oliver Rudolph, Jan Fedder, Ralf Richter, Joachim Bernhard y Oliver Stritzel.
El prólogo de apertura de la película dice: "La Rochelle, Francia. Otoño de 1941. La aclamada flota de submarinos de Alemania, con la que Hitler esperaba bloquear y acabar con Gran Bretaña, comienza a sufrir sus primeros reveses importantes. Los cargueros británicos ahora navegan por el Atlántico con escoltas destructoras más fuertes y efectivas, que causan grandes pérdidas en los submarinos. Sin embargo, el Alto Mando alemán ordena cada vez más submarinos, con tripulaciones cada vez más jóvenes, desde sus puertos en la Francia ocupada. La batalla por el control de el Atlántico se está volviendo contra los alemanes. 40,000 marineros alemanes sirvieron en submarinos durante la Segunda Guerra Mundial. 30,000 nunca regresaron ".
Tras esto vemos que todo empieza en Francia, en La Rochelle, octubre de 1941. Un grupo llega en coche a una fiesta de oficiales en la que el desfase absoluto. El oficial de mayor graduación del mismo es el Capitán "Kapitänleutnant" Henrich Lehmann-Willenbrock (Jürgen Prochnow ) de un submarino que saldrá en próximas fechas. Lehmann-Willenbrock ya es poseedor de la Cruz de Caballero por completar tres patrullas como comandante del U-96.
Junto a él va el joven teniente Werner (Herbert Grönemeyer) , corresponsal de guerra del Ministerio de Propaganda que llega a Saint Nazaire para acompañar al U-Boot en una patrulla de combate , que ha sido adscrito a un submarino alemán tipo VII C, el U 96, que saldrá en próximas horas a alta mar desde esa importante base de submarinos en la costa atlántica francesa , un U-96 que se encuentra en la base de la 7ª Flotilla U-Boot. , frente a las costas británicas y a las islas del Canal.
Como saben que su misión será larga y peligrosa ha exceso de bebidas, con las mujeres asistentes y entre ellos que beben hasta emborracharse y / o vomitar hasta perder el control.
Descubrimos la personalidad de algunos de los oficiales que irán en el submarino en estos primeros años de la Guerra.
Gran parte de lo que ocurre es reflejado en un blog de notas escrito por el periodista novato, el teniente Werner (Herbert Grönemeyer), que es el narrador en tercera persona de la trama.
Una vez el submarino ha partido descubrimos que la tripulación está compuesta por un grupo de jóvenes marinos que viven días de angustia durante estas patrullas y que cuando están fuera de servicio se extralimitan y se desenfrenan, meando incluso en los coches de sus oficiales sabiendo que es posible que no regresen de la próxima misión.
Entre ellos los oficiales que van en el submarino se encuentra el jefe de máquinas Fritz Grade (Klaus Wennemann), el primer teniente (Hubertus Bengsch), un militar nazi que ha vivido junto a su familia en México y es un fanático no sólo de las normas y reglas sino incluso del ideario nazi y el jefe de máquinas Johann (Erwin Leder), un hombre se siente como respiran sus máquinas. A Grönemeyer se instala en una litera para su propio uso en la cabina de suboficiales..
El capitán Henrich Lehmann-Willenbrock (Jürgen Prochnow) es un líder nato. Es inteligente, buen profesional, empatiza con la tropa a la que comprende a la perfección, está experimentado en el combate y tiene criterio, lo cual lo hace ser muy respetado por su tripulación. Su meta es cumplir con su deber lo mejor posible y volver con vida junto a sus chicos. De el dependen la vida de su tripulación.
Las condiciones de vida a bordo son extremadamente agobiantes por el hacinamiento y la falta de espacio. Pero además por la falta de objetivos concretos ya que gran parte de su labor es la vigilancia del océano. Ese hace que el grupo se desespere dada la inactividad no exenta de peligros, pues en ocasiones persiguen y no consiguen nada pues no dan con nada y otras, son perseguidos y reciben cargas de profundidad.
La vida anodina dentro de la nave es complicada y , en ocasiones, se tensan las relaciones. Vamos viendo como el capitán no se entiende nada con su primer teniente (Hubertus Bengsch), por su carácter altivo , estirado y prooficialista.
Sin embargo, con el resto de oficiales la relación es buena, saludable y llena de camadería, visible en los rato en los que la nave submarina emerge del fondo marino.
Un día identifican un convoy británico, a diferencia de otros avistamientos aquí saben que es posible darles caza a algunos de los barcos. Se preparan y lanzan algunos torpedos como el convoy, Un destructor es tocado, pero tras el torpedeo parcialmente con éxito se inicia una persecución en la que algunos de los destructores o cruceros no dañados va hacia el submarino.
Sufren durante horas el acosa a través de ñas cargas de profundidad de algunos de los barcos que los identifica y localiza con un nuevo invento usado por los británicos: el sonar .
Tras horas de inquietud bajo el agua y soportando una importante presión de algunos barcos de un convoy, y tras entrar en crisis totalmente el jefe de máquinas Johannn, el capitán da orden de emerger para comprobar con horror que un barco está en llamas, pero no se hunden así que le lanzan dos nuevos torpedos para hundir el barco. Tras estallar el capitán descubre con horror cómo todavía había marinos británicos en el barco, aún a flote, que ahora ardiendo en llamas , pero vivos se lanzan al agua. También se ven obligados a abandonar a los supervivientes siguiendo órdenes existentes de no rescatarles, no rescatados por el convoy por temor a nuevos torpedeos, y dejados a su suerte por el submarino por la imposibilidad de transportarlos.
La vida sigue a bordo del U 96 donde deben aguantar tormentas o aburridos días sin salir a superficie. En un momento dado reciben nuevas órdenes cuando pensaban ir a La Rochelle a pasar las navidades, pero ahora los hacen dirigirse al puerto de Vigo.
Allí son recibidos por la oficialidad de un buque alemán de abastecimiento, siendo los oficiales del submarino agasajados con un banquete, pero descubren que las dos peticiones del capitán del retorno de dos de sus oficiales son atendidas dadas las nuevas órdenes. Así que Werner y el capitán Lehmann se enterarán allí de que sus solicitudes de volver a Alemania han sido denegadas.
Allí reciben nuevas órdenes, dirigirse al puerto mediterráneo de La Spezia en Italia, para lo cual deberán cruzar el peligroso estrecho de Gibraltar.
Con el submarino repleto de alimentos frescos - pan plátanos, piñas y mucha bruta más- y torpedos, los marinos del U 96 inician la travesía del estrecho.
Al llegar a las cercanías del estrecho, el capitán decide cruzar durante la noche la barrera de navíos británicos, dejándose llevar por la corriente, pero son descubiertos y atacados por un avión.
Con los motores a máxima velocidad, el submarino se sumerge para evitar ser destruido, pero un fallo en los alerones de proa no permiten estabilizar la nave, que se hunde cada vez más hasta tocar fondo a 270 metros de profundidad. El aplastamiento del casco de fuerza provoca filtraciones y roturas en los conductos que inundan de agua el interior del buque, el gas cloro de las baterías aplastadas en el hundimiento inunda el compartimento de máquinas, apareciendo el fantasma de la muerte por asfixia.
La lucha por sobrevivir actuando en equipo es ardua, extenuante, casi ahogándose mientras luchan contra las filtraciones. Cada uno a su modo, se convierte en héroe al lograr sus objetivos. Finalmente, gracias al trabajo en equipo y tras 16 horas de reparaciones, salen del fondo del mar tras soltar mucho lastre y ya en la superficie toman rumbo a La Rochelle, su punto de partida, donde son recibidos como héroes en el muelle.
Sin embargo, un ataque sorpresa de aviones británicos "Mosquito" De Havilland rompe el solemne momento, y todos corren por la dársena para salvar sus vidas en medio de una lluvia de bombas y metralla.
El submarino intenta refugiarse en un muelle antiaéreo, pero es alcanzado por las bombas. El teniente Werner busca desesperadamente al capitán Lehmann en medio del bombardeo, sospechando que éste ha decidido quedarse en el U 96; Werner finalmente halla a su capitán, gravemente herido por las esquirlas de bombas, tendido junto al muelle.
Allí Werner y Lehmann observan al U 96, tocado por las bombas, que empieza a hundirse irremediablemente mientras Lehmann muere en tierra a consecuencia de las heridas. mientras Werner ve como irremediablente se hunde la nave. Submarino, tocado y hundido.
Comentar que inicialmente el elegido para rodarla fue el director estadounidense John Sturges que había sido llamado inicialmente por Edward Pressman para hacer la película. Pero no estaba satisfecho con lo que los alemanes querían hacer con el guión, demasiado cerca para él de la novela. Así que decidió retirarse del proyecto. Pero cuando más tarde vio la película, le encantó, estaba realmente sorprendido por el trabajo que hizo Wolfgang Petersen. Sturges admitió que nunca hubiera podido hacer una obra maestra tan realista y claustrofóbica.
Uno de los objetivos establecidos por Petersen era guiar a los espectadores a través de un «viaje a la locura», mostrándoles «en qué consiste la guerra». Petersen aumentó el suspense al mostrar en contadas ocasiones tomas externas del submarino, excepto cuando estaba en la superficie, y se valió de sonidos para indicar el desarrollo de eventos en el exterior de la nave, mostrando así al público sólo lo que la tripulación podía ver.
Para intentar llevar el verismo más absoluto Hans-Joachim Krug, ex primer oficial del U 219, fue consultor de la película; también colaboró como consultor Heinrich Lehmann-Willenbrock, uno de los capitanes del verdadero U 96.
De cualquier manera Lothar-Günther Buchheim, el periodista-fotógrafo del Ministerio de Propaganda alemán, a quien le asignaron una misión de integrarse en este Das Boot como corresponsal de guerra durante una patrulla de combate a bordo del submarino U-96. El propósito de la misión de Buchheim, que comenzó en octubre de 1941, fue hacer un registro fotográfico de la vida en un submarino durante un viaje de patrulla en el Atlántico, un submarino que, por cierto, ya había hecho 7 salidas en total y hundido 19 buques sumando 153.610 tn en total.
Con la ayuda de su cámara, Buchheim tomó más de 5 mil fotografías que sobrevivieron la guerra. Estos recuerdos y se integración en la misión llevaron a Buchheim a redactar el bestseller "Das Boot" (El Submarino), novela que fue traducida a varios idiomas. Producto de ese trabajo también es la historia "Die Eichenlaubfahrt" (Patrulla de Hojas de Roble) y la crónica en tres partes "U-bootkrieg" (Guerra de los U-Boot), donde aparecen otras 250 fotografías de Buchheim. También escribió "U-Bootfahrer" (Tripulaciones U-Boot) y "Zu Tode Gesiegt" (Victoria a Muerte). Todas las fotos fueron tomadas por Buchheim, excepto algunas tomas, realizadas por el primer maquinista Fritz Grade. .
El largometraje original de 1981 costó 25 millones de marcos (40 millones de dólares en 1997), lo que significó que fuera el largometraje más caro en la historia del cine alemán.
La mayor parte del presupuesto de la película de $ 15 millones se gastó en la construcción de submarinos. Las especificaciones para el U-barco Tipo VII-C original se encontraron en el Museo de Ciencia e Industria de Chicago. Los planos fueron llevados al constructor original de los submarinos, quien recibió el encargo de construir una réplica de tamaño natural, su primera asignación de este tipo desde que terminó la guerra. Un segundo modelo de tamaño completo fue construido para filmación interior.
El reparto se mantuvo deliberadamente en el interior continuamente durante el período de rodaje para lucir un color tan pálido como lo haría una verdadera tripulación de submarinos en una misión en el mar.
Para ayudar a sus actores a transmitir las condiciones claustrofóbicas encontradas en un submarino real, el director Wolfgang Petersen insistió en filmar dentro de los confines reales de la nave (apenas más ancho que los brazos extendidos de un hombre), en lugar de quitar la pared exterior del modelo. Las escenas se tomaron en secuencia para que el crecimiento de las barbas fuera completamente natural, aunque hubo que rehacer algunos escenas más tarde con pelo falso.
La película se rodó en el Mar del Norte cerca de Heligoland, pero también en La Pallice en la ciudad de La Rochelle, en el Departamento de Charente-Maritime, así como en los Bavaria Studios,sitos en Grünwald, en Baviera donde también se rodó en el Bodensee.
Para simular la tormenta en el Atlántico, un modelo de la torre fue salpicado con agua de un tanque grande. El actor Jan Fedder perdió el agarre en la barandilla y fue arrastrado por el modelo, rompiendo unas cuantas costillas en el otoño, uno de los otros actores gritó al instante "Hombre al agua". Al principio, Petersen no se dio cuenta de que fue un accidente, pero gritó con entusiasmo "Buena idea, Jan. ¡Lo haremos una vez más!". Peterson aún conservó la escena y reescribió el papel de Jan Fedder en la película, de modo que su personaje pasó una pequeña parte de la película en la cama. El actor en realidad tenía que ser llevado de un lado a otro del hospital todos los días debido a una conmoción cerebral. La expresión dolorosa en su rostro es real y no actuó.
El director de fotografía Jost Vacano creó un sistema de giroscopios pesados junto con su padre que mantuvo la cámara firme mientras corría por los pasillos. El conjunto del submarino se había construido intencionalmente un poco más grande para darle a Vacano más espacio para trabajar. Aun así, como tenía que mirar a través de la cámara, tenía que usar un casco porque regularmente se golpeaba la cabeza.
Cuando Wolfgang Petersen se dispuso a reducir la versión de la serie de televisión alemana de la película a la versión de director de 3 horas 26, descubrió que la banda sonora de la música original se había perdido debido al derretimiento de la película. El compositor de la banda sonora original Klaus Doldinger archivó con esmero toda la banda sonora original y volvió a mezclar todas las pistas musicales que se habían fundido en formato de 6 pistas. Los editores de música luego tuvieron la difícil tarea de volver a cortar la música para que se ajustara a la nueva longitud de la película.
Los efectos de explosión de carga en profundidad se crearon detonando pequeños explosivos en un tanque de 5 m de profundidad y filmándolos a 1500 cuadros por segundo.Mientras filmaban maquetas a escala en el Mar del Norte, la filmación fue interrumpida por palomas que aterrizaron en el submarino.
El largometraje presenta un interesante mensaje antibelicista y una meticulosa atención a los detalles que permitió que fuese el largometraje de submarinos más realista de las realizadas hasta el momento.
El único U-boot restante de la clase VII-C no se usó en la película porque es un monumento y monumento técnico que no solo se puede visitar, sino que también puede obtener una vista interior del U-995. Se encuentra en Laboe / Alemania y se colocó allí en 1972. Por otro lado el único U-Boat clase IX que sobrevive está en un museo de Chicago, por lo que se construyó una réplica flotante de tamaño completo del exterior.
En cuanto a lo de antibelicista Wolfgang Petersen bucea en las angustias de unos soldados alemanes encerrados en un submarino durante la II Guerra Mundial logrando una magistral, tensa y claustrofóbica película que arrasó en la taquilla alemana, consiguió 6 nominaciones a los Oscar y ofreció a su director un pasaporte directo a Hollywood.
De la película la crítica ha elogiado todo, desde las actuaciones, hasta la dirección, el trabajo del detalle, la manera de contar la historia.
El éxito del film fue total y el libro no lo fue menos, con 2 millones de copias vendidas en todo el mundo.
Entre los temas musicales que se escuchan en la película, aparte de otros más, figuran tres conocidas canciones originales de la época: “La Paloma”, cantada por la cantante chilena Rosita Serrano, "Un Largo Camino a Tipperary" y "J'attendrai" por Rina Ketty.
“Das Boot” se pudo hacer en Alemania sin las presiones políticas y sesgos de falsa "moralidad" que hubiera tenido que soportar en Hollywood. De acuerdo a la crítica internacional, "Das Boot" fue una película que hizo un retrato real de las condiciones de vida en los submarinos de la Segunda Guerra Mundial, que para entonces apenas habían superado la tecnología de la Gran Guerra de 1914, al menos al comenzar la guerra.
Se filmó en gram medida como he señalado en los estudios de Bavarian Film Studios en Munich, donde todavía hoy se exhiben los sets originales están abiertos al público, incluyendo el submarino que se separaba en tres partes para poder efectuar las filmaciones con comodidad.
La versión original de la película dura seis horas y luego fue editada en versiones de menor duración y finalmente fue publicada una versión con las tomas, no incluidas en la primera película.
En España Luis Martínez en El País escribe que es un "Soberbio y lacerante tratado del ahogo (físico, metafísico y moral). La mejor película de Petersen (...) Pormenorizado estudio de la angustia". En este mismo diario Miguel Ángel Palomo dice que es un "Claustrofóbico acercamiento a un grupo de soldados alemanes encerrados en las tripas de un submarino durante la II Guerra Mundial. Un filme inequívocamente antibelicista, de apabullante puesta en escena, sórdido, hiriente y cruel como la guerra misma"
Para Javier Ocaña en Cinemanía afirma que es una "Agobiante pero obra maestra" . Para Pablo Kurt en filmaffinity "El espectador sufre ante la incertidumbre del destino de una tripulación que poco importa que esté del bando "enemigo". Por último, señalar que el film menos "alemán" de los ochenta sigue siendo el mayor éxito del cine alemán de las últimas décadas".
La película obtuvo 6 nominaciones al Oscar, incluyendo mejor dirección, mejor guion adaptado, mejor fotografía, mejor edición, mejor sonido y mejor edición de sonido.
En los Globos de oro fue nominada a la mejor película extranjera. Recibió en 1981 dos Premios del cine Alemán a la mejor película y al diseño de sonido
En los BAFTA fue nominada a Mejor película en habla no inglesa y el Sindicato de Directores (DGA) la nominó a Mejor director .
La película fue galardonada con el premio Bayerischer Filmpreis 1981, el premio Deutscher Schallplattenpreis 1982, el premio Goldene Leinwand 1982, el premio Deutscher Filmpreis 1982, el premio Goldene Kamera 1985, el premio Goldene Kamera 2007 y el premio Motion Picture Sound Editors (EEUU) 1983
Hay mucho de verdad en la película. Lo cierto es que el U-Boot U-96, zarpó de la base de Saint Nazaire el 27 de octubre de 1941, escoltado por un barreminas de guardia que lo acompaña en su salida de la bahía hacia mar abierto. La misión del U-96 consistía en dirigirse a New Foundland para unirse a una "manada de lobos" compuesta por otros 5 submarinos, que debían acechar las rutas de los convoyes de todo tipo que surcaban el mar entre Halifax en Nueva Escocia (Canadá) e Inglaterra.
Días más tarde, el 31 de octubre, el U-522 comandado por Erich Topp avistó el convoy HX156 y tras ello envía señales para que los demás miembros de "la manada" con el fin de unirse a la cacería. Pero en esto que se desata una tormenta colosal y el U-96 trata de alcanzar al grupo, encuentra al convoy OS10 que se dirige de Inglaterra a Sierra Leona y el comandante Lehmann-Willenbrock decide perseguirlo para atacarlo , eso sí, en solitario.
El ataque con torpedos desde la superficie es exitoso y la víctima es el vapor holandés SS Bennekom aunque de inmediato los destructores de escolta del convoy le obligan al U-96 a sumergirse.
A partir de ese momento se reorganizan las manadas y se hacen cambios de ruta, pero no se avistan buques enemigos. El aburrimiento por falta de actividad comienza a ser sentido por comandantes y por la tripulación.
El 22 de noviembre, a punto de regresar a su base para reabastecerse, recibe la orden de dirigirse al puerto italiano - evidentemente en el Mediterráneo, y concretamente en La Spezia- para incursionar en este Mar lo que significaba atravesar la zona patrullada por los británicos en el Estrecho de Gibraltar. Esa decisión proviene del Alto Mando en Berlín, a pesar de la oposición del Almirante Doenitz que considera que tal operación era una aventura que le resta poder y eficacia a la misión principal de la fuerza submarina, es decir bloquear el tráfico marítimo hacia y desde Inglaterra así como un riesgo innecesario.
Con todo, las órdenes deben cumplirse y para proveerlo de combustible se le ordena al U-96 dirigirse primero al puerto de Vigo, en una España aparentemente neutral, donde el buque cisterna Bessel se encuentra "internado", pero prestando servicio de apoyo a la flota submarina que opera en las cercanías de Gibraltar.
Tras el reabastecimiento, el U-96 se dirige al Estrecho de Gibraltar para tratar el ingreso al Mediterráneo en plena oscuridad. Sin embargo, la tecnología tiene su incidencia cuando el radar de un avión Swordfish del 812º Escuadrón de la Royal Navy — con base en Gibraltar, pero originalmente asignado al portaviones Ark Royal que había sido hundido por el U-81— detecta al U-96 y lo bombardea causándole daños considerables.
A esto se suman dos cargas de profundidad de 250 kilos que estallan cerca del submarino mientras que la artillería de los destructores que se encuentran patrullando en las inmediaciones actúa y están a punto de hundir la nave.
Ante estas circunstancias Lehmann-Willenbrock ordena virar al sur antes de sumergirse y asentarse en el fondo, para tratar de reparar el maltratado submarino.
Después de cinco horas de trabajos y a duras penas logran salir a la superficie y abortando la misión . Optando por dirigerse nuevamente a Saint Nazaire, lugar al que llega el 6 de diciembre de 1941.
En mayo de 1942, el trabajo del observador Buchheim fue publicado en la revista Signal. A Heinrich Lehmann-Willenbrock, en esos momentos le habían asignado ya el mando de la 9ª Flotilla U-Boot en Brest.
El submarino U-96 hizo tres salidas más, bajo el mando de su nuevo comandante el Oberleutnant zur See, Hans Jürgen Hellriegel, hundiendo cuatro barcos antes de que fuera retirado del frente para pasar al comando de entrenamiento en el Báltico en 1943.
En esa actuación el U-96 formó parte de las flotillas 22ª y 24ª, hasta que fue retirado del servicio en Wilhelmshaven en febrero de 1945. Fue allí, donde el U-96 encontró su final al ser atacado por aviones estadounidense, el día 30 de marzo. El submarino recibió un impacto muy cercano que fracturó el casco y lo hundió lentamente. Después de la guerra fue reflotado para liberar la bahía de escombros y terminó el desguace.
Decir que Lothar-Günther Buchheim sobrevivió a la guerra y se dedicó a escribir sus libros y publicar sus testimonios fotográficos relatando sus experiencias. Entre ellos destacan "Jäger im Weltmeer" (Cacería en el océano), al que se sumó en 1955 la novela "Die Festung" (La Fortaleza) que relata los últimos días en el puerto de Brest, en Francia y su traslado a bordo del último submarino que dejó el puerto de Brest, para trasladarse a La Pallice.
Por su parte el comandante Lehmann-Willenbrock, que nació el 11 de diciembre de 1911, fue uno de los pocos comandantes de submarino que sobrevivieron la guerra, falleció en Bremen el 18 de abril de 1986, a la edad de 75 años.
El personaje de Phillip Thomsen se basa muy libremente en Heinz Hirsacker, el comandante de la vida real del U-572. Hirsacker no era tan noble ni valiente como se retrata a Thomsen en la película y nunca se le otorgó una decoración de combate por su servicio de submarinos, ni mucho menos la Cruz de Caballero. En 1942 fue acusado de cobardía ante el enemigo después de haber evitado repetidamente las naves enemigas y retirarse a la base al primer signo de persecución. Hirsacker fue declarado culpable por una corte marcial y condenado a muerte, pero se suicidó en 1943 antes de que se ejecutara la sentencia.
El verdadero primer oficial de guardia del U-96 ("Número Uno") fue Gerhard Groth, quien nació en 1917 y emigró a México cuando era un niño. Al igual que su personaje en la película, Groth regresó a Alemania a fines de la década de 1930 y se unió a la Armada justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Él era un oficial del personal de la flotilla de submarinos antes de unirse a su primer submarino, el U-96, como segundo oficial de vigilancia. Fue ascendido a 1st Watch Officer en octubre de 1941 y en abril de 1942 se convirtió en el capitán de su propio barco, U-143. Él serviría en tres barcos como comandante antes del final de la Segunda Guerra Mundial, después de lo cual regresó a la Ciudad de México.
Algunos que vivieron circunstancias parecidas señalan que algunos elementos de la película muestran poca credibilidad, como el taponar con estacas de madera las entradas de agua o el tema de la solución dada a la enorme presión del agua, pero, aparte de esos detalles técnicos la película está consideraba como muy realista.
De entre los más críticos Karl-Friedrich Merten escribió el libro Wir U-Bootfahrer sagen: "Nein! So war das nicht!" (Nosotros, los hombres de los U-Boot decimos: "¡No, no fue así!") en la que como veterano submarinista alemanes consideran que "Das Boot" es una fantasía, mientras que otros consideran que sí es una aceptable muestra de lo que era la vida en los submarinos.
A las críticas de Merten se unieron respetables comandantes como Otto Kretschmer y Horst Bredow, pero otros como Erich Topp y Jürgen Oesten respaldaron a Buchheim.
Otro tema de controversia fue la actitud de los comandantes en la película, respecto al partido nacionalsocialista, al Alto Mando de la Kriegsmarine y a Hitler. Pero es comprensible que muchos autores alemanes durante los primeros años de posguerra, sobre todo durante los años 1950-1980 necesitaban no hacerlo ya que para que un libro sobre la Segunda Guerra Mundial fuera aprobado para su publicación, tenía que cumplir ciertas consignas propagandísticas. De mostrar la más minima aprobación o justificación a los altos mandos militares alemanes o a la política del Tercer Reich significaba la inmediata prohibición para la publicación del libro y se tildaba al escritor de "revisionista" o "nazi" en el sentido peyorativo.
Cuando el libro de Buchheim fue publicado en Alemania en 1981, titulado "La guerra de los U-Boot" generó una amplia controversia que incluso polarizó las fuerzas políticas de derecha e izquierda en Alemania. Los veteranos protestaron afirmando que sirvieron a su patria honorablemente y que sus acciones estaban por encima de cualquier consideración política.
"Das Boot" sólo muestra la faceta humana de los submarinistas alemanes y la cruda realidad de la vida a bordo de esos pequeños sumergibles.
La forma como fue escrito el guión de la película, además de la estupenda dirección y el escenario son suficientes para considerarla la mejor película en su género. Das Boot se filmó en dos años y fue la película alemana más cara en esa década, con una inversión de 30 millones de marcos, unos 40 millones de dólares.
Las tomas se hicieron en los viejos bunkers de La Pallice y fue necesario construir una réplica del submarino en tamaño real. Durante la filmación, el submarino sufrió un accidente y se hundió, pero fue reflotado y posteriormente se utilizó en el rodaje de la película "Raiders of the Lost Ark" (En busca del Arca Perdida). Con razón esta película está incluida entre las "1001 películas que debes ver antes de morir", editadas por Steven Schneider . No te la puedes perder, aunque suponga una inversión en tiempo.
Sus primeras producciones de cine fueron para la televisión estatal alemana, y fue durante su trabajo en la popular serie policíaca Crime Scene donde conoció y trabajó con el actor Jürgen Prochnow.
Fundador de la productora Cappella Films e integrante aunque algo más alejado de lo que se llamó nuevo cine alemán (integrado por directores como Peter Fleischmann, Volker Schlöndorff, Daniel Schmid y Rainer Werner Fassbinder) que tuvo su unidad en la forma de concebir los proyectos, desde la creación del guión hasta la dirección aunque con preocupaciones estilísticas y temáticas llenas de densidad dramática y temática social.
Tras su paso por la televisión para la que realiza dos películas ( One or the Other of Us, 1974 y Die Konsequenz, 1977) realizó esta tremenda película bélica en tono de thriller. Sin embargo, su carrera da un giro radical cuando apuesta por un proyecto basado en la obra de Michael Ende titulado La historia interminable- que fui a ver al cine en su estreno , tras la lectura del libro - apostando desde ese momento por el cine de estética y factura norteamericana con títulos como 1985 Enemigo mío (1985), Shattered (La noche de los cristales rotos, 1991) , En la línea de fuego (1993, que también vi en su estreno), Estallido (1995) , Red Corner (El laberinto rojo / Justicia roja, 1997) , Air Force One (1997), La tormenta perfecta (2000) - aquí ya comentada- , Troya (2004) - también vita en su estreno- , Poseidón (2006) y retornando a su patria, Vier gegen die bank (2016).
De hecho entre 1995 a 2006 lo vemos como un director de fórmula y factura estadounidense, muy diferente del que descubrimos adaptando la novela homónima de Lothar-Günther Buchheim, un escritor fallecido en 2007 y que como corresponsal de guerra relató sus experiencias en diferentes artículos periodísticos de propaganda y formó parte de la tripulación del submarino alemán U-96 en misión de combate.
Das Boot fue una producción de Günter Rohrbach amparada por Bavaria Film, Radiant Film GmbH , Süddeutscher Rundfunk (SDR) , Twin Bros. Productions , Westdeutscher Rundfunk y PSO International. La película sigue el guión escrito por Wolfgang Petersen que sigue a su vez la novela Das Boot de Lothar-Günther Buchheim que tuvo gran éxito, traduciéndose a varios idiomas y vendiendo más de 3 000 000 de ejemplares.
En el apartado técnico presenta la música del maestro del jazz alemán -es saxo tenor- Klaus Doldinger para el que compondrá años después la banda sonora de La Historia interminable, la fotografía de Jost Vacano, el montaje de Hannes Nikel y la narración de Herbert Grönemeyer.
El reparto lo encabeza Jürgen Prochnow como el Capitán, Herbert Grönemeyer como el teniente Werner, corresponsal de guerra, Klaus Wennemann como el ingeniero jefe, Hubertus Bengsch como el 1° Teniente, Martin Semmelrogge como el 2° Teniente, Bernd Tauber como Kriechbaum, Erwin Leder como el jefe de máquinas Johann, Martin May como Ullman, Heinz Hoenig como Hinrich y Uwe Ochsenknecht como el Jefe Bosun. Junto a ellos también aparecen Otto Sander, Claude-Oliver Rudolph, Jan Fedder, Ralf Richter, Joachim Bernhard y Oliver Stritzel.
El prólogo de apertura de la película dice: "La Rochelle, Francia. Otoño de 1941. La aclamada flota de submarinos de Alemania, con la que Hitler esperaba bloquear y acabar con Gran Bretaña, comienza a sufrir sus primeros reveses importantes. Los cargueros británicos ahora navegan por el Atlántico con escoltas destructoras más fuertes y efectivas, que causan grandes pérdidas en los submarinos. Sin embargo, el Alto Mando alemán ordena cada vez más submarinos, con tripulaciones cada vez más jóvenes, desde sus puertos en la Francia ocupada. La batalla por el control de el Atlántico se está volviendo contra los alemanes. 40,000 marineros alemanes sirvieron en submarinos durante la Segunda Guerra Mundial. 30,000 nunca regresaron ".
Tras esto vemos que todo empieza en Francia, en La Rochelle, octubre de 1941. Un grupo llega en coche a una fiesta de oficiales en la que el desfase absoluto. El oficial de mayor graduación del mismo es el Capitán "Kapitänleutnant" Henrich Lehmann-Willenbrock (Jürgen Prochnow ) de un submarino que saldrá en próximas fechas. Lehmann-Willenbrock ya es poseedor de la Cruz de Caballero por completar tres patrullas como comandante del U-96.
Junto a él va el joven teniente Werner (Herbert Grönemeyer) , corresponsal de guerra del Ministerio de Propaganda que llega a Saint Nazaire para acompañar al U-Boot en una patrulla de combate , que ha sido adscrito a un submarino alemán tipo VII C, el U 96, que saldrá en próximas horas a alta mar desde esa importante base de submarinos en la costa atlántica francesa , un U-96 que se encuentra en la base de la 7ª Flotilla U-Boot. , frente a las costas británicas y a las islas del Canal.
Como saben que su misión será larga y peligrosa ha exceso de bebidas, con las mujeres asistentes y entre ellos que beben hasta emborracharse y / o vomitar hasta perder el control.
Descubrimos la personalidad de algunos de los oficiales que irán en el submarino en estos primeros años de la Guerra.
Gran parte de lo que ocurre es reflejado en un blog de notas escrito por el periodista novato, el teniente Werner (Herbert Grönemeyer), que es el narrador en tercera persona de la trama.
Una vez el submarino ha partido descubrimos que la tripulación está compuesta por un grupo de jóvenes marinos que viven días de angustia durante estas patrullas y que cuando están fuera de servicio se extralimitan y se desenfrenan, meando incluso en los coches de sus oficiales sabiendo que es posible que no regresen de la próxima misión.
Entre ellos los oficiales que van en el submarino se encuentra el jefe de máquinas Fritz Grade (Klaus Wennemann), el primer teniente (Hubertus Bengsch), un militar nazi que ha vivido junto a su familia en México y es un fanático no sólo de las normas y reglas sino incluso del ideario nazi y el jefe de máquinas Johann (Erwin Leder), un hombre se siente como respiran sus máquinas. A Grönemeyer se instala en una litera para su propio uso en la cabina de suboficiales..
El capitán Henrich Lehmann-Willenbrock (Jürgen Prochnow) es un líder nato. Es inteligente, buen profesional, empatiza con la tropa a la que comprende a la perfección, está experimentado en el combate y tiene criterio, lo cual lo hace ser muy respetado por su tripulación. Su meta es cumplir con su deber lo mejor posible y volver con vida junto a sus chicos. De el dependen la vida de su tripulación.
Las condiciones de vida a bordo son extremadamente agobiantes por el hacinamiento y la falta de espacio. Pero además por la falta de objetivos concretos ya que gran parte de su labor es la vigilancia del océano. Ese hace que el grupo se desespere dada la inactividad no exenta de peligros, pues en ocasiones persiguen y no consiguen nada pues no dan con nada y otras, son perseguidos y reciben cargas de profundidad.
La vida anodina dentro de la nave es complicada y , en ocasiones, se tensan las relaciones. Vamos viendo como el capitán no se entiende nada con su primer teniente (Hubertus Bengsch), por su carácter altivo , estirado y prooficialista.
Sin embargo, con el resto de oficiales la relación es buena, saludable y llena de camadería, visible en los rato en los que la nave submarina emerge del fondo marino.
Un día identifican un convoy británico, a diferencia de otros avistamientos aquí saben que es posible darles caza a algunos de los barcos. Se preparan y lanzan algunos torpedos como el convoy, Un destructor es tocado, pero tras el torpedeo parcialmente con éxito se inicia una persecución en la que algunos de los destructores o cruceros no dañados va hacia el submarino.
Sufren durante horas el acosa a través de ñas cargas de profundidad de algunos de los barcos que los identifica y localiza con un nuevo invento usado por los británicos: el sonar .
Tras horas de inquietud bajo el agua y soportando una importante presión de algunos barcos de un convoy, y tras entrar en crisis totalmente el jefe de máquinas Johannn, el capitán da orden de emerger para comprobar con horror que un barco está en llamas, pero no se hunden así que le lanzan dos nuevos torpedos para hundir el barco. Tras estallar el capitán descubre con horror cómo todavía había marinos británicos en el barco, aún a flote, que ahora ardiendo en llamas , pero vivos se lanzan al agua. También se ven obligados a abandonar a los supervivientes siguiendo órdenes existentes de no rescatarles, no rescatados por el convoy por temor a nuevos torpedeos, y dejados a su suerte por el submarino por la imposibilidad de transportarlos.
La vida sigue a bordo del U 96 donde deben aguantar tormentas o aburridos días sin salir a superficie. En un momento dado reciben nuevas órdenes cuando pensaban ir a La Rochelle a pasar las navidades, pero ahora los hacen dirigirse al puerto de Vigo.
Allí son recibidos por la oficialidad de un buque alemán de abastecimiento, siendo los oficiales del submarino agasajados con un banquete, pero descubren que las dos peticiones del capitán del retorno de dos de sus oficiales son atendidas dadas las nuevas órdenes. Así que Werner y el capitán Lehmann se enterarán allí de que sus solicitudes de volver a Alemania han sido denegadas.
Allí reciben nuevas órdenes, dirigirse al puerto mediterráneo de La Spezia en Italia, para lo cual deberán cruzar el peligroso estrecho de Gibraltar.
Con el submarino repleto de alimentos frescos - pan plátanos, piñas y mucha bruta más- y torpedos, los marinos del U 96 inician la travesía del estrecho.
Al llegar a las cercanías del estrecho, el capitán decide cruzar durante la noche la barrera de navíos británicos, dejándose llevar por la corriente, pero son descubiertos y atacados por un avión.
Con los motores a máxima velocidad, el submarino se sumerge para evitar ser destruido, pero un fallo en los alerones de proa no permiten estabilizar la nave, que se hunde cada vez más hasta tocar fondo a 270 metros de profundidad. El aplastamiento del casco de fuerza provoca filtraciones y roturas en los conductos que inundan de agua el interior del buque, el gas cloro de las baterías aplastadas en el hundimiento inunda el compartimento de máquinas, apareciendo el fantasma de la muerte por asfixia.
La lucha por sobrevivir actuando en equipo es ardua, extenuante, casi ahogándose mientras luchan contra las filtraciones. Cada uno a su modo, se convierte en héroe al lograr sus objetivos. Finalmente, gracias al trabajo en equipo y tras 16 horas de reparaciones, salen del fondo del mar tras soltar mucho lastre y ya en la superficie toman rumbo a La Rochelle, su punto de partida, donde son recibidos como héroes en el muelle.
Sin embargo, un ataque sorpresa de aviones británicos "Mosquito" De Havilland rompe el solemne momento, y todos corren por la dársena para salvar sus vidas en medio de una lluvia de bombas y metralla.
El submarino intenta refugiarse en un muelle antiaéreo, pero es alcanzado por las bombas. El teniente Werner busca desesperadamente al capitán Lehmann en medio del bombardeo, sospechando que éste ha decidido quedarse en el U 96; Werner finalmente halla a su capitán, gravemente herido por las esquirlas de bombas, tendido junto al muelle.
Allí Werner y Lehmann observan al U 96, tocado por las bombas, que empieza a hundirse irremediablemente mientras Lehmann muere en tierra a consecuencia de las heridas. mientras Werner ve como irremediablente se hunde la nave. Submarino, tocado y hundido.
Comentar que inicialmente el elegido para rodarla fue el director estadounidense John Sturges que había sido llamado inicialmente por Edward Pressman para hacer la película. Pero no estaba satisfecho con lo que los alemanes querían hacer con el guión, demasiado cerca para él de la novela. Así que decidió retirarse del proyecto. Pero cuando más tarde vio la película, le encantó, estaba realmente sorprendido por el trabajo que hizo Wolfgang Petersen. Sturges admitió que nunca hubiera podido hacer una obra maestra tan realista y claustrofóbica.
Uno de los objetivos establecidos por Petersen era guiar a los espectadores a través de un «viaje a la locura», mostrándoles «en qué consiste la guerra». Petersen aumentó el suspense al mostrar en contadas ocasiones tomas externas del submarino, excepto cuando estaba en la superficie, y se valió de sonidos para indicar el desarrollo de eventos en el exterior de la nave, mostrando así al público sólo lo que la tripulación podía ver.
Para intentar llevar el verismo más absoluto Hans-Joachim Krug, ex primer oficial del U 219, fue consultor de la película; también colaboró como consultor Heinrich Lehmann-Willenbrock, uno de los capitanes del verdadero U 96.
De cualquier manera Lothar-Günther Buchheim, el periodista-fotógrafo del Ministerio de Propaganda alemán, a quien le asignaron una misión de integrarse en este Das Boot como corresponsal de guerra durante una patrulla de combate a bordo del submarino U-96. El propósito de la misión de Buchheim, que comenzó en octubre de 1941, fue hacer un registro fotográfico de la vida en un submarino durante un viaje de patrulla en el Atlántico, un submarino que, por cierto, ya había hecho 7 salidas en total y hundido 19 buques sumando 153.610 tn en total.
Con la ayuda de su cámara, Buchheim tomó más de 5 mil fotografías que sobrevivieron la guerra. Estos recuerdos y se integración en la misión llevaron a Buchheim a redactar el bestseller "Das Boot" (El Submarino), novela que fue traducida a varios idiomas. Producto de ese trabajo también es la historia "Die Eichenlaubfahrt" (Patrulla de Hojas de Roble) y la crónica en tres partes "U-bootkrieg" (Guerra de los U-Boot), donde aparecen otras 250 fotografías de Buchheim. También escribió "U-Bootfahrer" (Tripulaciones U-Boot) y "Zu Tode Gesiegt" (Victoria a Muerte). Todas las fotos fueron tomadas por Buchheim, excepto algunas tomas, realizadas por el primer maquinista Fritz Grade. .
El largometraje original de 1981 costó 25 millones de marcos (40 millones de dólares en 1997), lo que significó que fuera el largometraje más caro en la historia del cine alemán.
La mayor parte del presupuesto de la película de $ 15 millones se gastó en la construcción de submarinos. Las especificaciones para el U-barco Tipo VII-C original se encontraron en el Museo de Ciencia e Industria de Chicago. Los planos fueron llevados al constructor original de los submarinos, quien recibió el encargo de construir una réplica de tamaño natural, su primera asignación de este tipo desde que terminó la guerra. Un segundo modelo de tamaño completo fue construido para filmación interior.
El reparto se mantuvo deliberadamente en el interior continuamente durante el período de rodaje para lucir un color tan pálido como lo haría una verdadera tripulación de submarinos en una misión en el mar.
Para ayudar a sus actores a transmitir las condiciones claustrofóbicas encontradas en un submarino real, el director Wolfgang Petersen insistió en filmar dentro de los confines reales de la nave (apenas más ancho que los brazos extendidos de un hombre), en lugar de quitar la pared exterior del modelo. Las escenas se tomaron en secuencia para que el crecimiento de las barbas fuera completamente natural, aunque hubo que rehacer algunos escenas más tarde con pelo falso.
La película se rodó en el Mar del Norte cerca de Heligoland, pero también en La Pallice en la ciudad de La Rochelle, en el Departamento de Charente-Maritime, así como en los Bavaria Studios,sitos en Grünwald, en Baviera donde también se rodó en el Bodensee.
Para simular la tormenta en el Atlántico, un modelo de la torre fue salpicado con agua de un tanque grande. El actor Jan Fedder perdió el agarre en la barandilla y fue arrastrado por el modelo, rompiendo unas cuantas costillas en el otoño, uno de los otros actores gritó al instante "Hombre al agua". Al principio, Petersen no se dio cuenta de que fue un accidente, pero gritó con entusiasmo "Buena idea, Jan. ¡Lo haremos una vez más!". Peterson aún conservó la escena y reescribió el papel de Jan Fedder en la película, de modo que su personaje pasó una pequeña parte de la película en la cama. El actor en realidad tenía que ser llevado de un lado a otro del hospital todos los días debido a una conmoción cerebral. La expresión dolorosa en su rostro es real y no actuó.
El director de fotografía Jost Vacano creó un sistema de giroscopios pesados junto con su padre que mantuvo la cámara firme mientras corría por los pasillos. El conjunto del submarino se había construido intencionalmente un poco más grande para darle a Vacano más espacio para trabajar. Aun así, como tenía que mirar a través de la cámara, tenía que usar un casco porque regularmente se golpeaba la cabeza.
Cuando Wolfgang Petersen se dispuso a reducir la versión de la serie de televisión alemana de la película a la versión de director de 3 horas 26, descubrió que la banda sonora de la música original se había perdido debido al derretimiento de la película. El compositor de la banda sonora original Klaus Doldinger archivó con esmero toda la banda sonora original y volvió a mezclar todas las pistas musicales que se habían fundido en formato de 6 pistas. Los editores de música luego tuvieron la difícil tarea de volver a cortar la música para que se ajustara a la nueva longitud de la película.
Los efectos de explosión de carga en profundidad se crearon detonando pequeños explosivos en un tanque de 5 m de profundidad y filmándolos a 1500 cuadros por segundo.Mientras filmaban maquetas a escala en el Mar del Norte, la filmación fue interrumpida por palomas que aterrizaron en el submarino.
El largometraje presenta un interesante mensaje antibelicista y una meticulosa atención a los detalles que permitió que fuese el largometraje de submarinos más realista de las realizadas hasta el momento.
El único U-boot restante de la clase VII-C no se usó en la película porque es un monumento y monumento técnico que no solo se puede visitar, sino que también puede obtener una vista interior del U-995. Se encuentra en Laboe / Alemania y se colocó allí en 1972. Por otro lado el único U-Boat clase IX que sobrevive está en un museo de Chicago, por lo que se construyó una réplica flotante de tamaño completo del exterior.
En cuanto a lo de antibelicista Wolfgang Petersen bucea en las angustias de unos soldados alemanes encerrados en un submarino durante la II Guerra Mundial logrando una magistral, tensa y claustrofóbica película que arrasó en la taquilla alemana, consiguió 6 nominaciones a los Oscar y ofreció a su director un pasaporte directo a Hollywood.
De la película la crítica ha elogiado todo, desde las actuaciones, hasta la dirección, el trabajo del detalle, la manera de contar la historia.
El éxito del film fue total y el libro no lo fue menos, con 2 millones de copias vendidas en todo el mundo.
Entre los temas musicales que se escuchan en la película, aparte de otros más, figuran tres conocidas canciones originales de la época: “La Paloma”, cantada por la cantante chilena Rosita Serrano, "Un Largo Camino a Tipperary" y "J'attendrai" por Rina Ketty.
“Das Boot” se pudo hacer en Alemania sin las presiones políticas y sesgos de falsa "moralidad" que hubiera tenido que soportar en Hollywood. De acuerdo a la crítica internacional, "Das Boot" fue una película que hizo un retrato real de las condiciones de vida en los submarinos de la Segunda Guerra Mundial, que para entonces apenas habían superado la tecnología de la Gran Guerra de 1914, al menos al comenzar la guerra.
Se filmó en gram medida como he señalado en los estudios de Bavarian Film Studios en Munich, donde todavía hoy se exhiben los sets originales están abiertos al público, incluyendo el submarino que se separaba en tres partes para poder efectuar las filmaciones con comodidad.
La versión original de la película dura seis horas y luego fue editada en versiones de menor duración y finalmente fue publicada una versión con las tomas, no incluidas en la primera película.
En España Luis Martínez en El País escribe que es un "Soberbio y lacerante tratado del ahogo (físico, metafísico y moral). La mejor película de Petersen (...) Pormenorizado estudio de la angustia". En este mismo diario Miguel Ángel Palomo dice que es un "Claustrofóbico acercamiento a un grupo de soldados alemanes encerrados en las tripas de un submarino durante la II Guerra Mundial. Un filme inequívocamente antibelicista, de apabullante puesta en escena, sórdido, hiriente y cruel como la guerra misma"
Para Javier Ocaña en Cinemanía afirma que es una "Agobiante pero obra maestra" . Para Pablo Kurt en filmaffinity "El espectador sufre ante la incertidumbre del destino de una tripulación que poco importa que esté del bando "enemigo". Por último, señalar que el film menos "alemán" de los ochenta sigue siendo el mayor éxito del cine alemán de las últimas décadas".
La película obtuvo 6 nominaciones al Oscar, incluyendo mejor dirección, mejor guion adaptado, mejor fotografía, mejor edición, mejor sonido y mejor edición de sonido.
En los Globos de oro fue nominada a la mejor película extranjera. Recibió en 1981 dos Premios del cine Alemán a la mejor película y al diseño de sonido
En los BAFTA fue nominada a Mejor película en habla no inglesa y el Sindicato de Directores (DGA) la nominó a Mejor director .
La película fue galardonada con el premio Bayerischer Filmpreis 1981, el premio Deutscher Schallplattenpreis 1982, el premio Goldene Leinwand 1982, el premio Deutscher Filmpreis 1982, el premio Goldene Kamera 1985, el premio Goldene Kamera 2007 y el premio Motion Picture Sound Editors (EEUU) 1983
Hay mucho de verdad en la película. Lo cierto es que el U-Boot U-96, zarpó de la base de Saint Nazaire el 27 de octubre de 1941, escoltado por un barreminas de guardia que lo acompaña en su salida de la bahía hacia mar abierto. La misión del U-96 consistía en dirigirse a New Foundland para unirse a una "manada de lobos" compuesta por otros 5 submarinos, que debían acechar las rutas de los convoyes de todo tipo que surcaban el mar entre Halifax en Nueva Escocia (Canadá) e Inglaterra.
Días más tarde, el 31 de octubre, el U-522 comandado por Erich Topp avistó el convoy HX156 y tras ello envía señales para que los demás miembros de "la manada" con el fin de unirse a la cacería. Pero en esto que se desata una tormenta colosal y el U-96 trata de alcanzar al grupo, encuentra al convoy OS10 que se dirige de Inglaterra a Sierra Leona y el comandante Lehmann-Willenbrock decide perseguirlo para atacarlo , eso sí, en solitario.
El ataque con torpedos desde la superficie es exitoso y la víctima es el vapor holandés SS Bennekom aunque de inmediato los destructores de escolta del convoy le obligan al U-96 a sumergirse.
A partir de ese momento se reorganizan las manadas y se hacen cambios de ruta, pero no se avistan buques enemigos. El aburrimiento por falta de actividad comienza a ser sentido por comandantes y por la tripulación.
El 22 de noviembre, a punto de regresar a su base para reabastecerse, recibe la orden de dirigirse al puerto italiano - evidentemente en el Mediterráneo, y concretamente en La Spezia- para incursionar en este Mar lo que significaba atravesar la zona patrullada por los británicos en el Estrecho de Gibraltar. Esa decisión proviene del Alto Mando en Berlín, a pesar de la oposición del Almirante Doenitz que considera que tal operación era una aventura que le resta poder y eficacia a la misión principal de la fuerza submarina, es decir bloquear el tráfico marítimo hacia y desde Inglaterra así como un riesgo innecesario.
Con todo, las órdenes deben cumplirse y para proveerlo de combustible se le ordena al U-96 dirigirse primero al puerto de Vigo, en una España aparentemente neutral, donde el buque cisterna Bessel se encuentra "internado", pero prestando servicio de apoyo a la flota submarina que opera en las cercanías de Gibraltar.
Tras el reabastecimiento, el U-96 se dirige al Estrecho de Gibraltar para tratar el ingreso al Mediterráneo en plena oscuridad. Sin embargo, la tecnología tiene su incidencia cuando el radar de un avión Swordfish del 812º Escuadrón de la Royal Navy — con base en Gibraltar, pero originalmente asignado al portaviones Ark Royal que había sido hundido por el U-81— detecta al U-96 y lo bombardea causándole daños considerables.
A esto se suman dos cargas de profundidad de 250 kilos que estallan cerca del submarino mientras que la artillería de los destructores que se encuentran patrullando en las inmediaciones actúa y están a punto de hundir la nave.
Ante estas circunstancias Lehmann-Willenbrock ordena virar al sur antes de sumergirse y asentarse en el fondo, para tratar de reparar el maltratado submarino.
Después de cinco horas de trabajos y a duras penas logran salir a la superficie y abortando la misión . Optando por dirigerse nuevamente a Saint Nazaire, lugar al que llega el 6 de diciembre de 1941.
En mayo de 1942, el trabajo del observador Buchheim fue publicado en la revista Signal. A Heinrich Lehmann-Willenbrock, en esos momentos le habían asignado ya el mando de la 9ª Flotilla U-Boot en Brest.
El submarino U-96 hizo tres salidas más, bajo el mando de su nuevo comandante el Oberleutnant zur See, Hans Jürgen Hellriegel, hundiendo cuatro barcos antes de que fuera retirado del frente para pasar al comando de entrenamiento en el Báltico en 1943.
En esa actuación el U-96 formó parte de las flotillas 22ª y 24ª, hasta que fue retirado del servicio en Wilhelmshaven en febrero de 1945. Fue allí, donde el U-96 encontró su final al ser atacado por aviones estadounidense, el día 30 de marzo. El submarino recibió un impacto muy cercano que fracturó el casco y lo hundió lentamente. Después de la guerra fue reflotado para liberar la bahía de escombros y terminó el desguace.
Decir que Lothar-Günther Buchheim sobrevivió a la guerra y se dedicó a escribir sus libros y publicar sus testimonios fotográficos relatando sus experiencias. Entre ellos destacan "Jäger im Weltmeer" (Cacería en el océano), al que se sumó en 1955 la novela "Die Festung" (La Fortaleza) que relata los últimos días en el puerto de Brest, en Francia y su traslado a bordo del último submarino que dejó el puerto de Brest, para trasladarse a La Pallice.
Por su parte el comandante Lehmann-Willenbrock, que nació el 11 de diciembre de 1911, fue uno de los pocos comandantes de submarino que sobrevivieron la guerra, falleció en Bremen el 18 de abril de 1986, a la edad de 75 años.
El personaje de Phillip Thomsen se basa muy libremente en Heinz Hirsacker, el comandante de la vida real del U-572. Hirsacker no era tan noble ni valiente como se retrata a Thomsen en la película y nunca se le otorgó una decoración de combate por su servicio de submarinos, ni mucho menos la Cruz de Caballero. En 1942 fue acusado de cobardía ante el enemigo después de haber evitado repetidamente las naves enemigas y retirarse a la base al primer signo de persecución. Hirsacker fue declarado culpable por una corte marcial y condenado a muerte, pero se suicidó en 1943 antes de que se ejecutara la sentencia.
El verdadero primer oficial de guardia del U-96 ("Número Uno") fue Gerhard Groth, quien nació en 1917 y emigró a México cuando era un niño. Al igual que su personaje en la película, Groth regresó a Alemania a fines de la década de 1930 y se unió a la Armada justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Él era un oficial del personal de la flotilla de submarinos antes de unirse a su primer submarino, el U-96, como segundo oficial de vigilancia. Fue ascendido a 1st Watch Officer en octubre de 1941 y en abril de 1942 se convirtió en el capitán de su propio barco, U-143. Él serviría en tres barcos como comandante antes del final de la Segunda Guerra Mundial, después de lo cual regresó a la Ciudad de México.
Algunos que vivieron circunstancias parecidas señalan que algunos elementos de la película muestran poca credibilidad, como el taponar con estacas de madera las entradas de agua o el tema de la solución dada a la enorme presión del agua, pero, aparte de esos detalles técnicos la película está consideraba como muy realista.
De entre los más críticos Karl-Friedrich Merten escribió el libro Wir U-Bootfahrer sagen: "Nein! So war das nicht!" (Nosotros, los hombres de los U-Boot decimos: "¡No, no fue así!") en la que como veterano submarinista alemanes consideran que "Das Boot" es una fantasía, mientras que otros consideran que sí es una aceptable muestra de lo que era la vida en los submarinos.
A las críticas de Merten se unieron respetables comandantes como Otto Kretschmer y Horst Bredow, pero otros como Erich Topp y Jürgen Oesten respaldaron a Buchheim.
Otro tema de controversia fue la actitud de los comandantes en la película, respecto al partido nacionalsocialista, al Alto Mando de la Kriegsmarine y a Hitler. Pero es comprensible que muchos autores alemanes durante los primeros años de posguerra, sobre todo durante los años 1950-1980 necesitaban no hacerlo ya que para que un libro sobre la Segunda Guerra Mundial fuera aprobado para su publicación, tenía que cumplir ciertas consignas propagandísticas. De mostrar la más minima aprobación o justificación a los altos mandos militares alemanes o a la política del Tercer Reich significaba la inmediata prohibición para la publicación del libro y se tildaba al escritor de "revisionista" o "nazi" en el sentido peyorativo.
Cuando el libro de Buchheim fue publicado en Alemania en 1981, titulado "La guerra de los U-Boot" generó una amplia controversia que incluso polarizó las fuerzas políticas de derecha e izquierda en Alemania. Los veteranos protestaron afirmando que sirvieron a su patria honorablemente y que sus acciones estaban por encima de cualquier consideración política.
"Das Boot" sólo muestra la faceta humana de los submarinistas alemanes y la cruda realidad de la vida a bordo de esos pequeños sumergibles.
La forma como fue escrito el guión de la película, además de la estupenda dirección y el escenario son suficientes para considerarla la mejor película en su género. Das Boot se filmó en dos años y fue la película alemana más cara en esa década, con una inversión de 30 millones de marcos, unos 40 millones de dólares.
Las tomas se hicieron en los viejos bunkers de La Pallice y fue necesario construir una réplica del submarino en tamaño real. Durante la filmación, el submarino sufrió un accidente y se hundió, pero fue reflotado y posteriormente se utilizó en el rodaje de la película "Raiders of the Lost Ark" (En busca del Arca Perdida). Con razón esta película está incluida entre las "1001 películas que debes ver antes de morir", editadas por Steven Schneider . No te la puedes perder, aunque suponga una inversión en tiempo.
excelente critica muy completa felicitaciones!!! ENRIQUE AMARANTE AUTOR EL ULTIMO SECRETO DE EVA BRAUN....
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