Hay películas que me remiten a mi infancia. Fueron muchos western, Tarzanes, películas de aventuras y/ o de inspiración literaria. Una de ellas tenía como protagonista a Pimpinela Escarlata, un contrarrevolucionario francés, exiliado en Gran Bretaña que lucha contra la Francia del Terror.
Hoy he retomado una historia parecida, casi idéntica, en La máscara púrpura, una película del año 1955 dirigida por H. Bruce Humberstone para la gloria de un Tony Curtis en pleno esplendor.
*EC: En construcción
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