Héctor, Paris y Heleno tenían una hermana. Su nombre era Casandra. Cuenta la leyenda que la hija de Príamo y Hécuba y hermana gemela de Héleno, tenía un don profético, pero también una desgracia. El don profético le permitía conocer el futuro y la desgracia era que nadie le creía. Pues bien, esto es más o menos lo que pasa en la película El puente de Casandra o The Cassandra Crossing todos saben lo que puede pasar, pero nadie cree a nadie.
Se trata de una película del año 1976 coproducida por la antaño Alemania del Oeste (RFA), conjuntamente con Italia y Reino Unido y que la dirige el irregular director George Pan Cosmatos. Sin embargo, aunque no se acredita parece que quien está detrás de toda esta historia fue el italiano Carlo Ponti quien buscó un elenco internacional de estrellas para atraer a una audiencia más amplia. Ponti también vio la producción como un escaparate para su esposa, Sophia Loren.
Esta película conjuga gran parte de los géneros dominantes en la década de los setenta como son la acción, el thriller y, especialmente, el género de catástrofes tan en boga en aquellos años.
El guión lo firmaban el mismo director, George Pan Cosmatos, a los que se sumaban Robert Katz y Tom Mankiewicz . La producción está en manos de Sir Lew Grade, uno de los magnates de los medios de comunicación europeos con su cadena de televisión británica ATV y con su productora ITC Entertainment y la C. Cinematografica Champion s.p.a. del productor G. Pettini, pero en el estaba detrás de todo era que manejaron un presupuesto cercano a los 3 millones de dólares.
En cuestiones técnicas destaca la presencia en la banda sonora de Jerry Goldsmith, la
Fotografía de Ennio Guarnieri y el montaje de Roberto Silvi y Françoise Bonnot. La distribución fue cosa de AVCO Embassy Pictures ya que tanto Ponti como Grade habían vendido los derechos de la película antes de la filmación, tanto a los distribuidores británicos como a los estadounidenses. La película se estrenó el 8 de octubre de 1976.
Como era habitual en estas películas de catástrofes el reparto estaba formado por estrellas populares del presente, pero también de actores y actrices que estaban ya en el ocaso de sus carreras, eso sí, todos gente y profesionales brillantes.
En este caso los papeles estelares estaban asumidos por Sophia Loren como Jennifer Rispoli Chamberlain y Richard Harris como el Dr. Jonathan Chamberlain. A estos se sumaban Ava Gardner como Nicole Dressler, Burt Lancaster como el Coronel Stephen MacKenzie, un joven Martin Sheen como Robby Navarro, una estrella del cine sueco como Ingrid Thulin como Dr. Elena Stradner, Lee Strasberg como Herman Kaplan, John Phillip Law como el Mayor Stark, Ann Turkel, O.J. Simpson como Haley, Lou Castel, Alida Valli como Mrs. Chadwick. A estos se suman Lionel Stander como Max el interventor del tren, Ann Turkel como Susan, Ray Lovelock como Tom y Thomas Hunter como el Capitán Scott.
La película comienza en Ginebra (Suiza) con un asalto bien planteado por tres terroristas suecos que entran en centro de investigación amparándose en una urgencia con un herido y que tras matar a uno de los vigilantes comienzan un tiroteo en el interior de los laboratorios. El centro es la misión de Estados Unidos ante la Organización Internacional de la Salud, y los terroristas sospechan de la existencia de una cepa de peste neumónica. Los tres terroristas tratan de volar la misión de Estados Unidos. Resultado del asalto es que uno de los terroristas muere de inmediato en el tiroteo, otro cae herido y otro huye. Pero éstos dos últimos durante el tiroteo quedan infectados por el estallido de un tanque líquido en el que los militares están investigando con armas bacteriológicas.
El herido por el personal de seguridad es detenido, pero el terrorista sueco – que está infectado, aunque el no lo sabe- que sale ileso busca refugio en un tren que se dirige desde Ginebra a Estocolmo.
En ese tren van mil pasajeros que viajan en tren se contagian de un virus mortal.
El responsable de la epidemia es un terrorista que, huyendo de la policía, subió a ese tren.
El terrorista superviviente pero herido, está hospitalizado y puesto en cuarentena. Se le se identifica como sueco.
Para controlar la situación es llamado el coronel de inteligencia militar asignado a la OHI, Stephen Mackenzie (Burt Lancaster)y la Dr. Elena Stradner (Ingrid Thulin). Ambos discuten sobre la naturaleza de la cepa, Stradner sospecha que es un arma biológica, pero según el coronel Mackenzie estaba en el proceso de ser destruido.
Casualmente entre los mil pasajeros de ese tren que viaja a Estocolmo y que cuenta con el terrorista como polizón en un tren se encuentra un médico de prestigio, un famoso neurólogo de nombre Jonathan Chamberlain (Richard Harris). Junto a él y otros personajes que iremos conociendo a lo largo de la película viaje, inicialmente, de incógnito su ex esposa Jennifer Rispoli Chamberlain (Sophia Loren). Junto a ellos se encuentran Nicole Dressler (Ava Gardner), la esposa de un traficante de armas alemán que vive un romance con su joven amante Robby Navarro (Martin Sheen), un alpinista que es realmente un traficante de heroína y que está siendo perseguido por el agente del FBI Haley (OJ Simpson), que viaja de incógnito como un sacerdote, y un judío superviviente de un campo de concentración alemán, Herman Kaplan (Lee Strasberg), además de un par de amantes, una niña, una bebé, un grupo de músicos, etc…
La Dr. Stradner cree que el tren debe detenerse para que el terrorista pueda ser removido y puesto en cuarentena, pero el coronel Mackenzie le preocupa que todos los pasajeros del tren podrían estar infectada. Mackenzie insiste en cambio de ruta del tren a una línea de ferrocarril abandonada y que conduce hasta un campo de cuarentena en Janov, Polonia, realmente el campo de concentración nazi en que estuvo Kaplan. Sin embargo, la línea cruza un puente con arco de acero, peligroso, poco sólido y conocido como el Puente Kasundruv o Puente de Cassandra, en desuso desde 1948. Mackenzie entiende que el puente podría colapsar cuando el tren pasa por encima de él.
La Dr. Stradner y Mackenzie se ponen en contacto con el tren y con el Dr. Jonathan Chamberlain para que analice internamente la situación.
La localización inmediata del terrorista infectado y el desvío del tren, precipita un segundo conflicto entre los pasajeros del tren. Mackenzie informa al Dr. Chamberlain de la presencia del polizón, que se encuentra, pero los intentos de sacar al polizón a través de un helicóptero no tienen éxito porque el tren entra en un túnel. Chamberlain le cuenta igualmente que la plaga tiene una tasa de mortalidad del 60%.
Mackenzie, sin embargo, informa a los pasajeros que la policía ha recibido informes de bombas colocadas a lo largo de la línea de ferrocarril, y que el tren será desviado a Nuremberg.
Allí, el tren se sella con un sistema de oxígeno cerrado y se introduce un equipo médico del Ejército de EE.UU.
Con el polizón ya fallecido siendo colocado en un ataúd sellado herméticamente, el Dr. Chamberlain se da cuenta por medio de Kaplan del riesgo que supone cruzar el puente de Casandra. También comienza a sospechar de que la enfermedad no es tan grave como inicialmente pensaron: algunos de los pasajeros que se han infectado comienzan a reponerse. Realmente sólo un par de ellos han muerto debido a otras complicaciones.
Chamberlain sugiere que la parte infectada del tren sea desacoplado y aislada, pero MacKenzie no tiene intención de detener el tren: si, como se espera, el puente de Casandra se derrumbará, lo que cubrirá perfectamente el hecho de que los EE.UU. hayan estado ensayando en laboratorios con agentes de guerra bacteriológica en un país neutral.
Ante la negativa de Mackenzie y la sospecha de Chamberlain, los pasajeros en el tren trabajan juntos para detener el tren antes de llegar al puente de Casandra.
En este intento por liberar al tren del maquiavelismo de Mackenzie muere tanto Navarro como Haley, el agente del FBI o Kaplan.
Los pasajeros lograron apoderarse de la mitad trasera del tren aproximadamente un km antes del puente y separarlo, con la esperanza de que con menos peso, la mitad delantera cruzará con seguridad.
Pero el tren finalmente colapsa matando a todos los de la mitad delantera.
La parte final logra aplicar los frenos y el tren se detiene justo antes de llegar al puente caído.
En Ginebra, mientras tanto, Stradner y Mackenzie se enfrentan. Ella mantiene la esperanza de que haya supervivientes mientras que él piensa que la eliminación del tren significa que no hay investigación alguna. Todo está bajo control, o a, al menos, eso aparenta.
Los estudios de Cinecittà en Roma fueron escogidos para los interiores, con lugares de Francia y en el International Labour Office Building del International Health Organisation Building, o sea, de la OMS que tiene su sede en Ginebra (Suiza) que proporciona la mayor parte del material de archivo ubicación, en la propia ciudad ginebrina, así como en el Kanton Basel Stadt de Basilea. El puente de arco de acero se muestra en la película es en realidad el Viaducto Garabit en Cantal, al sur de Francia, construida entre 1880-84 por Gustave Eiffel , que más tarde se construyó la torre Eiffel y que se encuentra 122 metros de alto por 564.69 metros de largo. El viaducto de Garabit todavía se utiliza hoy en día como un puente ferroviario, y en
Paderno d'Adda, en Lecco (Lombardia).
Al principio de la película, los pasajeros llegan a la estación de tren de Ginebra para embarcarse en el tren, sin embargo, la misma es la de Basilea. Cuando el Dr. Chamberlain entra en la estación, los tranvías de color verde (que pertenece a la empresa de transporte público de Basilea BVB), y la estación central de la Plaza de Basilea se puede ver en el fondo, además muchas escenas se rodaron en la línea ferroviaria de Basilea - Delémont – Porrentruy.
Comentar que la película fue planteada como un vehículo estrella de Sophia Loren. Según el libro "Sophia Loren: A Biography", la actriz Ava Gardner dio a
la Loren los siguientes consejos durante la producción: ". Siempre
filmar tus primeros planos a primera hora de la mañana, querida, porque
tu aspecto no va a aguantar todo el día" De hecho, el papel del Doctor Chamberlain fue inicialmente propuesto para Peter O'Toole pero lo rechazó, siendo Richard Harris el que interpretó el papel principal en su lugar. Junto a ellos aparece Ann Turkel, por entonces esposa de Harris que estaba embarazada durante el rodaje. James Coburn rechazó el papel de Haley, que fue interpretado por OJ Simpson'. Papel importante y crítico es el asumido por el antiguo deportado judío interpretado por el gran Lee Strasberg. Destaca igualmente la pareja representada por Ava Gardner - en un papel madura millonaria - con Martin Sheen con melena haciéndole de gigoló.
El puente de Casandra no le fue bien con por los críticos o el público estadounidense ni europeo. Las películas de catástrofes no siempre eran sinónimo de éxito de taquilla garantizado, sino de desastre. Ni tan siquiera el gran elenco internacional involucrado gustó. Por ejemplo, Richard Eder, crítico del New York Times crítico esta suma de personajes como inoperante o la trama inverosímil aunque elogiando la cinematografía y la música de Jerry Goldsmith como elementos destacables. Variety desestimó la película como "... una película de desastres agotada (…) con un tren cargado de pasajeros expuestos a enfermedades" . Parecía un pobre vehículo de lucimiento para Sofía Loren. Además criticaron la violencia explícita de la película y decisiones ilógicas sobre el casting de la película.
Sin embargo, la película fue un éxito en Japón de tal envergadura que su circuito allí cubrió todos los gastos de producción de la misma.
Parece ser que el guión redactado por George P. Cosmatos tiene detalles autobiográficos, pues cuando era niño, el director experimentó un brote de cólera, mientras vivía en Egipto. Cosmatos dijo que:.. "Para mí, una epidemia parece más destructivo que un terremoto, un incendio o incluso una bomba y una epidemia de hecha por el hombre, como se muestra en El puente de Casandra (1976), es la más despreciable de todas Nosotros somos nuestros peores enemigos porque nosotros mismos estamos matando con el llamado progreso". La idea de la película surgió cuando George P. Cosmatos cerca de dos años y medio antes del rodaje llamó a Robert Katz, un historiador y guionista con quien había colaborado en" Masacre en Roma "[Muerte en Roma (1973)] y empezaron a trabajar en la historia al día siguiente". La trama era muy sencilla y efectiva aunque con una solución radical al problema para evitar (o no) que el tren llegue a ese puente de Cassandra.
La producción de la película en Suiza se retrasó debido a vandalismo. El tren sufrió grafittis con consignas políticas en un mismo techo y el interior de los vagones, mientras estaba en la estación de Delémont. El graffiti del techo sólo se descubrió cuando la fotografía aérea se estaba realizando desde un helicóptero.
Cosmatos que murió de cáncer de pulmón en 2005 en Canadá, donde residía, con solo 64 años es un director con cierta trayectoria con películas como De origen Desconocido, o de Rambo: Acorralado Parte II y Cobra, ambas con Stallone de protagonista.
La película narra la estrategia militar, reacciones naturales humanas de supervivencia y de honor, la lucha y resistencia ante una inevitable o evitable catástrofe. Sin efectos especiales apabullantes, pero con unos estupendos personajes y planos aéreos del tren. El aspecto del puente se muestra de forma paulatina, dosificando de forma inteligente los momentos en que aparece y el modo en que se hace, envuelto en niebla las primeras veces para junto con los testimonios de algunos pasajeros aumentar su halo de amenaza, llegando a ser fantasmagórico. A todo ello contribuye a ello Jerry Goldsmith, que no aparece en los créditos iniciales.
La película que pertenece al subgénero de catástrofes propia de los 70 y
fue la respuesta europea, con reparto internacional, a la friolera de
films de catastrofes importados desde los Estados Unidos. A este subgénero de catástrofes pertenecen obras como la de los distintos Aeropuertos, The Poseidon Adventure (La Aventura del Poseidón, 1972), The Towering Inferno (El Coloso en Llamas, 1974) o The China Syndrome (El Síndrome de China, 1979), películas que se dedicaban a explotar argumentos que ponen al ser humano en unas condiciones implacables, y situaciones límites. Y al igual que estas películas, el filme de Cosmatos se centra en una catástrofe que es el eje de todo el filme y lo hace elaborándola con una correcta tensión, seguramente lo más destacable del filme.
La película es una suma de géneros y combina, además de la catástrofe, acción, aventuras, romance, una combinación que resulta entretenida sin más al espectador. Hay, sin embargo, algunos mensajes claros: el pacifismo confuso puede llevar a la violecia, o el maquiavelismo de los gobiernos, su oscurantismo, que les hace actuar sin importar el sacrificio de algunos con tal de conseguir un aparente objetivo superior.
Para bien , Georges Pan Cosmatos logra imprimir ritmo y tensión al relato, llegando a rematar la faena de forma realmente espectacular con el accidente y la conclusión de lo inevitable cuando los servicios secretos han decidido ya actuar para silenciar todo.
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