martes, 7 de marzo de 2017

Vivir



En el curso que hice sobre cine para el ITE en concreto en el Módulo V vinculado con la Historia del cine entre los años 60 y 70 y con el epígrafe "El cine entre Oriente y Occidente", se decía lo siguiente de Kurosawa: 

La carrera cinematográfica de Akira Kurosawa (1910-1998), procedente de una familia de samurais, empezó en 1936, pero no debutó en la dirección hasta 1943. A partir de este momento, escribió y dirigió sus más de 30 películas, además de escribir para otros realizadores. hasta el final de la guerra mundial dirigió algunas cintas de propaganda nacionalista. 

Su obra más personal se inició en 1946 con No añoro mi juventud (Waga seishun ni kui nashi), en la que ya dejó ver su espíritu humanista y su estilo refinado. Kurosawa obtuvo el reconocimiento a nivel internacional a raíz del éxito de Rashomon (1950), que causó un fuerte impacto en occidente debido a su perfección técnica, su intensa carga psicológica y su uso diacrónico del tiempo. En esa película Kurosawa planteaba el concepto de subjetivismo, a través de la historia de un crimen narrado desde diferentes y contradictorios puntos de vista. Los premios en Venecia y los Oscar dieron un impulso a su carrera, que pudo plantear desde ese momento con mayor libertad creativa. 

A  Rashomon le sucedieron El idiota y  Vivir. Con ellos Kurosawa se manifestaba, desde los años 50, como uno de los cineastas más abiertos a la cultura occidental, como he podido comprobar en la magnífica Vivir (Ikiru , 1952) un película japonesa pero ue impactó especialmente en Occidente. Steven Spielberg lo definió como “el Shakespeare pictórico”. Juan Sardá en 2010 escribía en El Cultural sobre Kurosawa en el centenario de su nacimiento "Muy influido por el cine y la narrativa occidental, John Ford y el propio Shakespeare fueron sus iconos, la obra de Kurosawa sigue brillando por la fuerza de su humanismo y la belleza plástica de sus imágenes". Además el espíritu de la obra de su autor se caracterizaba en la dicotomía entre la vileza y la bondad. Se trata de mostrar cómo los seres humanos pueden escoger entre una y otra las incalculables consecuencias que tiene esa elección sobre ellos mismos y los demás.

Tal y como nos presentó un compañero en la Filmoteca de Andalucía, el director japonés Akira Kurosawa ha sido para los orientales el director más occidental, mientras que , por contra, en el mundo occidental ha sido prototipo de director oriental. Ocurre como en Rashomon, todo depende de un punto de vista. Juan Sardá comenta que los japoneses consideraban excesiva su querencia por la cultura judeocristiana y su gusto por adaptar al contexto japonés las grandes obras literarias tanto europeas como estadounidenses.

Durante la misma se presentó la importancia vital del director hasta Vivir. Akira fue el más joven de los ocho hijos de Isamu y Shima Kurosawa, quienes vivían en un suburbio de Tokio. Shima Kurosawa, la madre, tenía cuarenta años cuando nació Akira, y su padre Isamu cuarenta y cinco. Akira Kurosawa creció por tanto en una casa llena de gente, ocupada por sus padres, uno de sus hermanos mayores y tres de sus hermanas. De los hermanos restantes, uno había fallecido antes de que naciera Akira, y otros dos (uno de los chicos y uno de las chicas) ya se habían independizado. El padre era el director de un instituto del ejército japonés, y la propia familia Kurosawa descendía de una línea de antiguos Samurais. Desde el punto de vista económico, su situación era superior a la media.

Isamu Kurosawa era además un admirador de la cultura occidental, tanto en los programas deportivos que organizaba, como en su afición al cine, que acababa de ser introducido en Japón en aquella época. Incluso cuando, más adelante, la cultura japonesa renegó de las películas occidentales, Isamu Kurosawa siguió pensando que constituían una experiencia educativa positiva.

En la escuela primaria Kurosawa comenzó a dibujar bajo la tutela de un profesor que se interesó por su talento. Su hermano mayor, Heigo, tuvo también un profundo impacto en él: Heigo era muy inteligente, ganó varias competiciones académicas, pero tenía también lo que podría denominarse un "lado oscuro" o "cínico". En 1923, tras el gran terremoto de Kanto destruyó Kanto y mató a más de 100.000 personas. Heigo, de 17 años, y Akira, de 13, pasearon juntos entre la devastación. Los cadáveres de humanos y animales se apilaban en cualquier rincón. Cuando Akira intentó apartar la vista, su hermano Heigo le obligó a sostenerla.

Akira recordaría más tarde que esta experiencia le enseñó que mirar de frente a lo que nos aterra es el modo de vencer su capacidad de causar terror.

Heigo pronto comenzó una carrera en los cines de Tokio como benshi, o narrador de películas mudas para el público japonés. Sin embargo, con la llegada del cine sonoro, el trabajo de los benshi estaba desapareciendo, lo que llevó a Heigo a intentar organizar una huelga, que fracasó.

Akira también estaba implicado en las luchas de sindicatos, escribiendo varios artículos para un periódico radical al mismo tiempo que perfeccionaba sus destrezas como pintor. A pesar de estas actividades, que el propio Akira calificó de "imprudentes" más adelante, nunca se consideró a sí mismo como “comunista”.

Comienzo de su carrera en 1936, Kurosawa se enteró de la existencia de un programa de aprendices de director en un gran estudio de cine, Nikassu. Fue contratado y trabajó como ayudante del director Kajiro Yamamoto.

Después de su debut tras las cámaras con Sanshiro Sugata (La Leyenda del gran Judo), sus siguientes películas fueron cuidadosamente supervisadas por el belicista gobierno japonés, e incluyeron frecuentemente temas nacionalistas. Así por ejemplo, Ichiban utsukushika (La mas bella) era una película de propaganda sobre unas mujeres de Japón trabajando en una fabrica militar. También la segunda parte de la saga de "el gran Judo" ha sido interpretada como una película explícitamente anti-americana, por retratar al judo japonés como superior al boxeo americano.

Su primera película post-bélica, Waga seishum ni kuinashi (No añoro mi juventud) es crítica con el anterior régimen japonés, ya que trata sobre la mujer de un disidente izquierdista arrestado por sus tendencias políticas.

Kurosawa hizo muchas otras películas que trataban del Japón contemporáneo, en especial Yoidore tenshi (El ángel borracho) o Nora inu (El perro rabioso). Sin embargo, sería una película de época, Rashomon, la que le haría conocido internacionalmente, al ganar el Leon de Oro del festival del cine de Venecia.


Vivir o Ikuri fue estrenada en el año 1952. Yo la pude ver en el Ciclo ¡Qué grande es el Cine! ciclo que presentaba José Luis Garci y que duró una década en  Televisión Española (1995-2005). en el programa se emitieron 476 episodios dedicados a otras tantas películas.

Cada vez que se realiza la encuesta a los personajes importantes en el campo cultural y artístico en Japón, con la pregunta de qué película nacional después de la guerra mundial les ha conmocionado más, a menudo aparece en cabeza esta película “Ikiru (Vivir)” de Kurosawa, a veces situándose delante de su otra película más famosa en Occidente “Siete Samuráis”.

Dicen que la clave para entender esta preferencia por parte de los japoneses está en la emotiva canción Gondola No Uta (Canción de la góndola) por el actor principal, Takashi Shimura en un par de ocasiones a lo largo de la película que dice algo así como que "La vida es corta, enamórate, chica, antes de que el rojo de los labios no desaparezca, antes de que la sangre caliente se enfríe. No tendrás nunca asegurada la vida de mañana. La vida es corta, enamórate, chica, antes de que el color negro del pelo pierda su fuerza, antes de que la llama del corazón se apague. No volverá nunca a repetirse el día de hoy.

Akira Kurosawa participa en la misma tanto como director como guionista , en este caso acompañado de Shinobu Hashimoto e Hideo Oguni. La película fue producida por Sōjirō Motoki para la productora Toho, una productora establecida en la ciudad de Chiyoda, Tokio y, ¡¡¡sorprendentemente!!! especializada en cine de kaiju (monstruos) - entre ellas creó Godzilla- y tokusatsu (efectos especiales), así como en numerosas películas de anime. Al inicio de la película nos recuerda que es este el vigésimo aniversario de esta compañía que en los años cincuenta abrió la sala de cine La Brea en Los Ángeles con el fin de mostrar sus películas y poder distribuirlas. La compañía fue conocida entonces como el Teatro Toho durante las décadas de 1960 y 1970. Toho también inauguró una sala de cine en San Francisco y en Nueva York.

La música esencial en esta y en todas sus película fue labor de Fumio Hayasaka, mientras que la afamada fotografía en blanco y negro lo fue de Asakazu Nakai. El montaje fue realizado por Kōichi Iwashita.

El reparto está integrado por  Takashi Shimura como Kanji Watanabe,  Shinichi Himori como Kimura , Haruo Tanaka como Sakai,  Minoru Chiaki como Noguchi, Bokuzen Hidari como Ohara,  Miki Odagiri como Toyo Odagiri, unos de los empleados, Kamatari Fujiwara como el Jefe de Sub-Sección Ōno,  Nobuo Nakamura como el Teniente de Alcalde y  Saito Makoto Kobori como Kiichi Watanabe, el hermano del kanji,  Nobuo Kaneko como Mitsuo Watanabe, el hijo de Kanji Atsushi Watanabe . Además aparecen Yūnosuke Itō , Minosuke Yamada  y Noriko Honma .

La historia nos presenta a Kenji Watanabe, un funcionario público en la burocracia japonesa de post-guerra, jefe de la sección civil del ayuntamiento,  que en estos momentos se siente cansado y deprimido  por su monótono y vacío trabajo que realiza de manera implecable tras una vida labora que se extiende por un periodo de 30 años como un funcionario ejemplar sin faltar ni un día.

Día tras día, no hace más que escuchar las quejas de los ciudadanos, que son respondidas con excusas por parte de sus colaboradores con los que trabaja de forma igualmente seria, aburrida y rutinaria.

Cierto día, este hombre de edad avanzada, viudo desde hace un tiempo y con un hijo y su nuera, que viven con él, que lo respeta, pero que sólo lo aprecia por sus ahorros y que parecen preocuparse principalmente por la pensión de Watanabe y su herencia futura o sus compañeros que lo hacen esperando conseguir el puesto que algún día les dejará, tiene que ir de visita al médico.

Cuando está a la espera un conocido le dice que si el médico le dice que no tiene importancia y que le manda un par de pastillas es que su situación es desesperada y que posiblemente tenga una enfermedad mortal, cáncer de estómago. Efectivamente eso es lo que le dice el médico. Ante la noticia de que le queda un año de vida, a causa de un cáncer en el estómago, comienza a darse cuenta de su vida vacía.

Sin embargo, en el día previo han ocurrido dos pequeñas cosas mientras trabajaba. Un joven , recien incorporada a su sección se ha reído alegremente  tras contar un chiste de funcionarios y , por otro, un grupo de mujeres, algunas de ellas madres, se han quejado de como frente a sus casas se forma un lodazal que sólo trae enfermedades y muerte , y quieren proponer que en la zona se drene y se monte un parque de juegos, y no un bar como quiere un grupo inversor controlado por la Yakuza. La inacción y el marasmo funcionarial y departamental ha provocado que el grupo de madres haya pasado de un departamento a otro cuando lo único que piden es que el ayuntamiento sanee ese a´rea central y húmeda frente a sus casas y dignificar la zona.

Ante las nuevas circunstancias de limitación vitales el Sr. Watanabe intenta descubrir como darle sentido a su vida antes de morir.

Ante esta desgracia, se lanza a la calle con la intención de descubrir los placeres de la vida nocturna de Tokio, guiado por un novelista excéntrico que acaba de conocer y a emborracharse de bar en bar, preguntándose lo que fue exactamente su vida.  En uno de los locales, Watanabe solicita una canción del pianista, y canta " Gondola no Uta " con gran tristeza. Su canto afecta enormemente a los que lo observan.

Después de una noche sumergida en la vida nocturna, se da cuenta de que esta no es la solución. Ya en casa cuando quiere contárselo nuevamente a su hijo se da cuenta de que éste pasa olimpicamente de él.

Ese mismo  día por la mañana, Watanabe se encuentra con una joven subordinada, Toyo, - la que había contado el chiste- que necesita de su firma para  su renuncia en el puesto. Watanabe se siente atraído por la lagería de su carácter e parece sentir un gozoso amor tardío por la vida y el entusiasmo de la joven. Watanabe trata de pasar el mayor tiempo posible con ella , que , ya está trabajando en una fábrica de muñecos. Con el tiempo ella se cansa de él, de su rutina y se siente molesta cuando incluso va a verla a la fábrica. Además sospecha de sus intenciones pues piensa que es la locura de un amor tardío por su parte.

Después de convencerla para que se vean por última vez quedan en un restaurante. Allí Watanabe le dice que lo que le guste es su carácter alegre y ella le dice que el  el secreto de su felicidad es el amor por la vida.

Ella dice que encontró felicidad en su nuevo trabajo haciendo juguetes, lo que le hace sentir como si estuviera jugando con todos los niños de Japón y que lo que él  tendría que hacer es encontrar un propósito en su propia vida.

Sin embargo, cuando lo piensa y sigue buscando el sentido de su vida se da cuenta que existe todavóa algo que está en sus manos: la realización de un parque infantil.

Inspirado por ella, Watanabe se da cuenta de que no es demasiado tarde para él y que todavía puede hacer algo en el entramado de la burocracia de la ciudad hasta que conseguir el área recreativa en el espacio insalubre. Él sorprende a todos volviendo al trabajo después de una larga ausencia, y comienza a presionar para la construcción del patio de recreo a pesar de las preocupaciones de que se está metiendo en la jurisdicción de otros departamentos.

Sin embargo, en la película se produce una elipsis cuando nos enteramos que Watanabe ha muerto. Será en la conmemoración de la misma, en el duelo, cuando asisten sus ex compañeros de trabajo y algún representante del ayuntamiento como el Teniente de Alcalde cuando nos enteramos que lo ha conseguido.

Todos hablan de su papel en la apertura del patio de recreo, y tratar de averiguar lo que causó un cambio tan dramático en su comportamiento. Su transformación de un burócrata apático a un apasionado defensor lleva a todos a pensar en su papel. Impresionante es la veneración que sienten por él las mujeres a las que finalmente atendió.

A medida que los compañeros de trabajo beben sake, poco a poco, se dan cuenta de que Watanabe debe haber sabido que estaba muriendo, incluso cuando su hijo y el hermano del protagonista niegan esto, ya que no estaba al tanto de la condición de su padre.

También escuchan de un testigo que vio como el último día  en la vida de Watanabe lo vio sentado en un balancín en el parque que él construyó. Y mientras cae la nieve, balanceándose en el columpio del parque, escuchamos que vuelve a entonar "Gondola no Uta" volviendo a escuchar que “La vida es corta, enamórate, chica, antes de que el rojo de los labios no desaparezca, antes de que la sangre caliente se enfríe. No tendrás nunca asegurada la vida de mañana”

Ante el comentario los burócratas algunos empiezan a ponerse de pie excitados en parte por lo narrado y sobre todo por el sake se comprometen a vivir sus vidas con la misma dedicación y pasión que él.

Sin embargo, la rutina vuelve y en la última escena ya que con los funcionarios en el trabajo, vemos que todo se repite y su labor se torna  monótona y gris, sin hacer prácticamente nada , sobre todo, uno de ellos descubre que carecen del valor de su recién descubierta convicción.

La larga película con más de dos horas se presentó al mundo el 9 de octubre de 1952. La película , con dos partes muy definidas, toca muchos temas como es el sentido de la vida, la ineficacia de la burocracia y la decadencia de la vida familiar en Japón.

El guión fue inspirado parcialmente en la novela de Leo Tolstoi de 1886 La muerte de Ivan Ilyich. La película marcó la primera colaboración entre el director Akira Kurosawa y el guionista Hideo Oguni .

Según Oguni, la génesis de la película fue el deseo de Kurosawa de hacer una película sobre un hombre que sabe que va a morir, y quiere una razón para vivir por un tiempo corto.  Oguni era un escritor experimentado y se ofreció ¥ 500,000, mientras que el co-escritor Shinobu Hashimoto fue ofrecido ¥ 150,000.

Inicialmente, Kurosawa le dijo a Hashimoto que el tema de la película versaba sobre un hombre que debía morir en 75 días tenía y ​​que la carrera del personaje era lo menos importante. Tras consultar la obra de León Tolstoy La muerte de Ivan Ilyich , Oguni pensó colocar la muerte de Watanabe a mitad de película.

Kurosawa fue quien planificó  la escena donde Watanabe está en el columpio, y mencionó la letra de inicio de " Gondola no Uta ". Como ninguno de los hombres estaba familiarizado con la canción, consultaron  con otras personas el resto de la letra y el título de la canción.

Kurosawa renombró el proyecto que inicialmente se llamaba La vida de Kanji Watanabe por el de Vivir / Ikiru , que Hashimoto encontró pretencioso, pero Oguni apropiado. El guión se completó el 5 de febrero de 1952.

La muerte en contraste con el título  es un tema esencial e importante en la película, que lleva a la búsqueda del protagonista Watanabe para encontrar el sentido de su vida.  El profesor Alexander Sesonske escribe que en la escena del club nocturno, Watanabe se da cuenta de que "el placer no es la vida", y que un objetivo le da nueva felicidad, con la canción " Feliz Cumpleaños" que escuchar tras hablar con Toyo en el restaurante y que simboliza su renacimiento.

El autor Donald Richie escribió que el título de la película, que significa simplemente "vivir", podría significar que "la existencia es suficiente". Sin embargo, Watanabe encuentra que la existencia es dolorosa, y toma esto como inspiración, queriendo asegurar que su vida no haya sido inútil. La justificación de su vida, encontrada en su parque, es cómo Watanabe descubrió cómo "vivir". Al final, Watanabe ahora canta "Gondola no Uta" con tristeza por lo inminente pero con gran satisfacción por lo realizado.

El papel principal es el protagonizado por uno de los actores fetiche del maestro: Takashi Shimura que ya participó con él en ‘Trono de sangre’ o ‘Los siete samuráis’. aunque también en ‘Sanjuro’, ‘Yojimbo’, ‘Los canallas duermen en paz’, ‘El infierno del odio’, ‘La fortaleza escondida’, ‘Crónica de un ser vivo’,  ‘El idiota’, ‘Rashomon‘, ‘Escándalo’ y otros muchos más títulos.

Con influencias de la literatura rusa, Kurosawa compuso una de las películas más notables sobre la redención del ser humano. Pero al mismo tiempo, la cinta es una auténtica critica a la burocracia japonesa y la pasividad en tiempos de postguerra y al propio ser humano y su capacidad de ser capaz de buscar el beneficio propio a costa de los demás.

Ikiru es también una "acusación de la burocracia japonesa ". En Japón después de la Segunda Guerra Mundial , se esperaba que el sararīman (hombre de sueldo) trabajara de acuerdo con las reglas de una organización. La escena donde las madres visitan por primera vez la oficina de la ciudad solicitando un patio de recreo muestra la "despreocupación" en los burócratas, que envían a los visitantes de una administración a otra, antes de pedirles una solicitud por escrito, una actividad sin sentido ".

También está presente el tema de la vida familiar. El autor Timothy Iles escribe que, como con la película Tokyo Story de Yasujirō Ozu de 1953, Ikiru puede plantar una opinión negativa sobre el estado de la vida familiar en el Japón moderno. Watanabe ha vivido con su hijo durante años, pero sin una relación verdadera. Su hijo, Mitsuo, ve a Watanabe como una molestia, y lo  único que piensa en qué le corresponderá cuando muera Watanabe. Al igual que Whitman , del que hablamos por aquí no hace mucho, Kurosawa ve en el proceso de urbanización el inicio de la deshumanización de la sociedad tradicional japonesa y éste puede ser una razón para los cambios negativos en la sociedad japonesa, aunque también la preocupación de Watanabe con el trabajo.

El actor nos brinda -al igual que en sus otros trabajos- un fantástico trabajo a nivel interpretativo. Ya no es el mero hecho de conseguir transmitir y meterse en el personaje, es que consigue traspasar la pantalla con sus gestos, sus impresionantes y expresivas miradas llenas de sentimientos muy dispares (alegría, esperanza, odio o miedo). El personaje parece “no odiar a la gente porque no tiene tiempo para ello”. Quiere dar sentido a sus últimos meses de vida y sentirse útil, sentir que ha servido para algo.

Es impresionante la estructura narrativa que Kurosawa nos presenta, valiéndose de recursos como los flashbacks o las elípsis temporales, al mismo tiempo que el narrador traspasa la pantalla dirigiéndose a los espectadores (cuarta pared) o dividiendo la cinta en dos partes claramente diferenciadas, una primera mediante las vivencias del protagonista y la crisis existencial y humana ante la noticia de su muerte, y una segunda ya en su duelo o funeral donde son los demás los que dan su visión de los hechos y entran a valorar su trabajo y si se podrían hacer mejor las cosas.

Kurosawa intenta darnos un mensaje claro y esperanzador con esta cinta a través de una maravillosa reflexión existencial sobre la vejez y el sentido de la vida.

La banda sonora fue compuesta por Fumio Hayasaka y para la dirección de fotografía -impresionante- se contó con Asakazu Nakai (‘Los siete samuráis’, ‘Crónicas de un ser vivo’, ‘Barbarroja’, ‘No añoro mi juventud’, ‘Un domingo maravilloso’).

La película ha recibido la aclamación de la crítica difundida, y en Japón ganó los premios para la mejor película en los premios de la película de Kinema Junpo y de Mainichi . Fue rehecho como una película de televisión en 2007.

La película ganó multitud de Premios en ese año 1959. Fue nominada en los Premios BAFTA: al mejor actor extranjero (Takashi Shimura)

Fue presentada en el Festival de Berlín en la  Sección oficial  donde consiguió el Premio Especial del Senado de Berlín , además donde Akira Kurosawa a la mejor dirección.

Como ya hemos señalado en los Premios Kinema Junpo a la mejor película Akira Kurosawa consiguió el galardón.

También fue premiada en los Premios  Mainichi a la mejor película y Akira Kurosawa al mejor director. Al Mejor Guión también lo fueron Akira Kurosawa , Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni , asñi como a la mejor grabación de sonido en la persona de Fumio Yanoguchi. También lo premió el Ministerio de Educación

En Japón, Toho lanzó la película el 9 de octubre de 1952. En Europa fue proyectada en Berlín en el marco de su Festival Internacional de Cine .

En los Estados Unidos, la película se mostró por un corto tiempo en California en 1956, bajo el título de Doomed posiblemente en la sala que Toho tenía en La Brea. Ikiru fue presentada igualmente en la ciudad de Nueva York el 29 de enero de 1960.

La película ganó la aprobación crítica desde su lanzamiento. Bosley Crowther , en el  The New York Times , calificó la película de  " extrañamente fascinante y que nos afecta, hasta cierto punto, el gran mensaje que envía su viejo héroe al más allá", que él consideraba " magnífico ". Crowther elogió el trabajo de  Shimura, diciendo que "se mide a través de su actuación en esta película con los principales actores del cine en cualquier parte del mundo", y añade que se trata de "un variado y detallado retrato de la vida de la clase media en el Japón contemporáneo, con un buen puñado de observaciones sociales cáusticas y una capa extra de sentimiento" concluye felicitando a Miki Odagiri, Nobuo Kaneko e Yunosuke Ito.

El crítico de Variety dijo de la película que era "un tour-de-force", "manteniendo un hilo dramático a lo largo de toda la película".

Un crítico Bazin alabó el alarde formal que supuso cortar el relato en mitad del metraje para prolongarlo, muerto el protagonista, en los testimonios de los asistentes a su velatorio.

Considara Ty Burr en las páginas del Boston Globe  que "Nunca ha habido una película sobre la muerte inminente más inteligente o más compasiva"
Bosley Crowther: The New York Times

Para Michael Wilmington en las páginas del Chicago Tribune la película es grandiosa, afirmando que  "Si no la has visto nunca, deberías. Si ya la has visto antes, tu admiración sólo irá a más"

Roger Ebert del  Chicago Sun-Times dijo de ella que "Una de esas escasas películas que realmente podría inspirar a alguien a cambiar su vida (...) " Además Roger Ebert lo añadió a su lista de Grandes Películas en 1996, diciendo: "A lo largo de los años he visto Ikiru cada cinco años, y cada vez que me ha conmovido, y me ha hecho pensar. Watanabe parece un viejo patético, y cada día se parece más a cada uno de nosotros. Para el crítico de Chicago junto a Siete Samuráis  , Ebert la llamó la película más grande de Kurosawa.

Ese el año 2008, Michael Sragow del New Yorker lo describió como "obra maestra", y eso que destacó como Kurosawa se asoció generalmente más con sus películas de acción .

En Gran Bretaña Philip French en las páginas del The Guardian dice que "La narración tiene un ritmo cuidadoso y las interpretaciones principales son magníficas" .

En 2008, Wally Hammond de Time Out elogió a Ikiru como "uno de los triunfos del cine humanista ".

La escena con Watanabe en el columpio en el patio de recreo que construyó se ha descrito como "icónica".

La británica revista Empire clasificó a Ikiru en el puesto 459º en su lista de las 500 mejores películas de todos los tiempos en el año  y en el 44º lugar en "Las 100 mejores películas del cine mundial" en 2010.

La película tiene una calificación 100% positiva de los críticos en el sitio web del agregador de críticas Rotten Tomatoes , basado en 32 revisiones.

En España de ella dijo Fernando Morales en las páginas del diario El País que es una "Profunda reflexión sobre la vida y la muerte (...) Excelente trabajo de su intérprete principal para uno de los grandes clásicos del cine japonés de todos los tiempos"

Para Javier Rioyo, en Cinemanía, se trata de una "Inolvidable reflexión sobre la muerte y sobre una nación que estaba cambiando"

En 2003, DreamWorks intentó hacer un remake de Estados Unidos, que pondría a Tom Hanks en el papel principal, y conversó con Richard Price sobre la adaptación del guión. Jim Sheridan acordó dirigir la película en 2004, aunque aquello no cuajó.

En cuanto a la escenografía son muy destacables  la fotografía, el montaje, la composición de la la escenrafía, los elementos de la composición, el papel de los actores y atrezzo, la iluminación, planos de la cámara y su valor significativo.

La técnica cinematográfica de Kurosawa responde a su deseo de emplear lentes teleobjetivo por el modo en que aplanaban el encuadre, además le permitía que sus actores lograsen mejor su interpretación. También le gustaba usar múltiples cámaras al mismo tiempo, lo que le permitía grabar una misma escena desde diversos ángulos.

Otra peculiaridad del estilo de Kurosawa era el empleo de los elementos meteorológicos en sus películas, como la  lluvia o la nieve visible en Ikiru (Vivir)

Conocido tambien como Tenno (literalmente, "El Emperador"), por su estilo dictatorial como director. Era un perfeccionista que dedicaba enormes cantidades de tiempo y esfuerzo para lograr el efecto visual deseado.  dado su espíritu dominado por el perfeccionismo.

Este perfeccionismo también se manifestaba en su elección del vestuario: le parecía que dar al actor un traje recién hecho restaba autenticidad al personaje. Para solucionarlo, repartía el vestuario a los actores semanas antes de la filmación, y les obligaba a usarlo diariamente para "establecer un vínculo" con la ropa.

Kurosawa también pensaba que una música "acabada" no pegaba en el cine. Al elegir una pieza musical para acompañar a una escena, solía reducirla a un solo elemento (por ejemplo, sólo trompetas). Únicamente al acercarse el final de sus películas escuchamos músicas más "acabadas".

En Vivir justa de introducir por ejemplo cortinillas de transición barriendo horizontalmente el cuadro, encerrando precisas elipsis que hacen a sus síntesis narrativas; tendencia hacia la caricatura en la presentación de ciertos tipos humanos, crítica constructiva pero nada complaciente, referencia al arte occidental, o en este caso a la sociedad occidental o el fundido en negro como cuando aparece la radiografía en una imagen fija para fundirse una vez más con la imagen del protagonista.

Gusta de introducir la voz en off. Kurasawa empieza Vivir  con un narrador en off, que es el que nos permite saber que Kanji Watanabe, jefe de la “Sección del ciudadano” del ayuntamiento de Tokio”, es un hombre muerto a pesar de estar vivo porque ha malgastado su vida y empezará a recapacitar.

La cámara a lo largo de la película presenta un encuadre narrativo  por medio de planos secuencias , planos largos y contraplanos y , por supuesto, los planos medios, dando importancia a los objetos que rodean a los personajes y en ocasiones planos subjetivos.

Kurosawa juega con los silencios, y , en ocasiones, lo incluye dentro de los diálogos . Da suma importancia al rostro, y miradas y representación gestual del cuerpo.

En esta película hay diversos saltos en el tiempo como cuando introduce el director con el recuerdo de su mujer, que murió joven o cuando “han pasado cinco meses” y él protagonista ya ha muerto. Serán la suma de diferentes anécdotas las que nos “traigan” otra vez los recuerdos de su vida en los últimos meses, estructurado  con  planos cortos y otros más abiertos. Cada uno toma la palabra y la escena será toda ya en la sala de velatorio. con rostros que son protagonistas absolutos.

Si atendemos a la composición de todas ellas, nos damos cuenta de que están perfectamente equilibradas, algunas como si fuesen dibujo de retratos, cuando juega con el grupo de personajes. No hay que olvidar que Kurosawa en un principio quiso dedicarse a la pintura y ese sentido desarrollado de componer imágenes se ve reflejado en cada escena.

La escena final del columpio está hecha de manera especial, con la música cantada por Watanabe. En el frío y la lluvia. Desde el plano técnico hay que reconocer que la película es arriesgada y magistral. Con encuadres asombrosos como el de la escalera durante el cumpleaños de una chica, o con el uso de plano sobre plano en paralelo. En definitiva, estamos ante una auténtica obra de arte del cine japonés y mundial. Personalmente, me ha encantado.



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