viernes, 18 de agosto de 2023

La pianista



Michael Haneke es un director alemán inmenso. Un arquitecto desde el punto de la vista de la composición - que planos cenitales de las manos con el piano o la imagen final, rodada desde el exterior de la sala de conciertos- y un "enfermo" desde el punto de vista de la intensidad narrativa. Tanto es así que en ocasiones es brutal, sin medida, sin límites. Eso ,lo hacer controvertido, pero inmenso e intenso. Esto es así en La pieniste, Cuanto rueda no le importa dar auténticos puñetazos en sus narraciones. 


Y en el caso de La pianista, la película basada en la novela homónima de Elfriede Jelinek, - autora que ganó el Premio Nobel de Literatura en el 2004- transformada en guión por el propio Haneke, con la que Isabelle Huppert, la protagonista absoluta de esta película, física, sexual, brutal, con la que consiguió el Premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes de 2001 , no podía ser de otra manera en esta historia de una mujer llena de secretos y debilidades, pero también de perfeccionismo, obsesión represión y masoquismo. 



Es coherente con lo que suele hacer la actriz francesa quien alguna vez declaró que "No interpreto personajes, cuento estados mentales". En este caso representa a Erika Kohut una mujer que llega a decir "No tengo sentimiento Walter. Métetelo en la cabeza. Y aunque algún día los tenga nunca triunfarán sobre mi inteligencia" 

La película se centra en Erika Kohut, una profesora de piano en un prestigioso conservatorio de Viena. Vive con su madre, una mujer dominante que controla todos sus movimientos y con quien mantiene una relación de amor-odio con aristas violentas. 



Bajo su aspecto serio y disciplinado, Erika mantiene ocultos comportamientos sexuales de naturaleza diferente y parafílica donde el morbo está siempre presente , pero junto a ello aparece el voyerismo , el sadomasoquismo y las autolesiones. Y eso a pesar de sus aires mostrándose en público como una mujer segura, distante, aunque su soledad y represión sexual se despierta en la intimidad. 





Tras escucharla tocar en un concierto privado, organizado por el Doctor Blonskij y su esposa, Erika conoce a Walter Klemmer, un joven con aspiraciones de ingeniero, que también toca el piano y que expresa su admiración por el talento de Erika para la música clásica. Ambos comparten su amor por la música de Schumann y Schubert. 

Walter intenta ingresar al conservatorio para recibir lecciones de Erika. Su audición impresiona a los demás profesores, pero Erika, aunque visiblemente conmovida por su actuación, vota en su contra; cuestiona sus motivos y su interpretación del Andantino de Schubert . A pesar de esto, Walter se convierte en uno de los estudiantes de Erika. 




Mientras tanto, Anna Schober, otra estudiante, sufre de ansiedad por la presión que Erika y su exigente madre. Cuando Erika ve a Anna y Walter tonteando y entendiéndose, la profesora se introduce en el vestuario del conservatorio, rompe un vaso y pone los fragmentos en uno de los bolsillos del abrigo de Anna. Esta última se corta la mano con el cristal, lo que le impedirá tocar en un concierto que se aproxima. 

El joven Walter Klemmer que ha estado presente en el incidente, y ve la reacción de Erika, busca seducirla en un baño público. Allí él la besa apasionadamente, pero ella responde con una frialdad extrema , frustrándolo y humillándolo repetidamente. Luego lo masturba antes de hacerle sexo oral , pero de repente se detiene cuando él no cumple con sus obligaciones. Ella le dice que le escribirá una carta para un próximo encuentro. 

Más tarde, en el conservatorio, Erika finge ser empática con la madre de Anna, diciéndole después que en esa etapa, ella es la única que puede reemplazarla. Walter insiste cada vez más en su deseo de tener una relación sexual con Erika, pero esta última quiere que él satisfaga sus fantasías sadomasoquistas . 

Una noche mientras él la espera en el portal y tras entrar en la habitación que cierran con un mueble, ella le hace entrega de la carta que contiene los actos que ha de hacer, pero la lista molesta a Walter. Más tarde, ella vuelve junto a la cama de su madre y se le lanza sobre ella. 

Otro día, después de la práctica de hockey sobre hielo del estudiante, Erika llega para disculparse con él y comienzan a tener sexo en el vestuario; sin embargo, Erika se siente incapaz y vomita. Él la rechaza y le dice que huele y que le resulta repugnante. 

Más tarde esa noche, Walter llega al apartamento de Erika y, tras golpear a la madre y encerrarla en su cuarto, la ataca siguiendo lo que ella describió en su carta. Tras pegarle repetidas veces, y a pesar de que ella le pide que no lo haga acaba violando a Erika . 

Al día siguiente, Erika , que tiene un importante concierto, sustituyendo precisamente a su alumna por ella herida, toma un cuchillo de cocina y lo introduce en el bolso con el que ha de acudir al concierto. Cuando llega espera la llegada de Walter, que parece despreocupado por lo ocurrido. parece estar feliz y riendo con su familia, y saluda alegremente a Erika. Momentos antes del inicio del concierto, Erika se apuñala en el hombro y sale del conservatorio. Acabando así la película 



la película está producida por Veit Heiduschka por medio de MK2, Les Films Alain Sarde, Arte Francia Cine y Wega Film. Responsables técnicos de la misma son Christian Berger en la fotografía, en el montaje, Monika Willi, en la escenografía , Christoph Kanter y en el vestuario, Annette Beaufaÿs. A destacar además de Huppert, la actuación de Benoît Magimel que no sabía tocar el piano ni leer partituras. Aprendió durante cuatro meses especialmente para la película. En el caso de Isabelle Huppert toca el piano en la película; anteriormente asistió a clases durante doce años. 

Para el papel de la madre de Erika se asignó primero a Jeanne Moreau . Mientras se probaba el vestuario, la actriz canceló su participación en el rodaje diez días antes y fue sustituida rápidamente por Annie Girardot. Jeanne Moreau no se arrepentirá de su elección a pesar de los tres premios de Cannes y el César a la mejor actriz de reparto obtenido por Girardot . 

La película consiguió el Gran Premio del Jurado , aunque no la Palma de Oro, y su pareja protagonista fue galardonada con los dos premios a la mejor interpretación, así como un gran reconocimiento en los Premios del Cine europeo de ese año. 

De ella escribieron tras su estrenos grandes críticas. Lisa Schwarzbaum en Entertainment Weekly que "Aquellos que sigan a Haneke en sus espeluznantes exploraciones, serán recompensados por unas interpretaciones brutales y entregadas de Huppert y Magimel" y Jan Stuart en Newsday que era "Una historia de anti-amor desconcertante y fascinante". 

Por su parte, Peter Traves dijo de ella en Rolling Stone que "Verla es, a un tiempo, un desafío y un castigo. Pero ver a Huppert, una gran actriz, arrancándose en un papel trascendental, es fascinante" ; mientras que Desson Thomson en The Washington Post comentó que "Un tango entre ternura y brutalidad, perturbadoramente desenvuelto". 

Ya en España Carlos Boyero, por entonces columnista de El Mundo dijo de ella que era una "Película muy atractiva, inquietante, violenta, triste" y Ángel Fernández Santos en El País que era un "Cine poderoso y punzante". 

Yo opino que es mucho más que eso, es una película contundente, dura y profunda como la vida del que no quiere mostrarse a los demás. 

Lo cierto es que con Haneke y tanto en esta como en Elle de Paul Verhoeven (2016) y con esta misma actriz, no había visto algo tan intenso en lo emocional y en una relación tan destructiva desde El último tango en París de Bertolucci.  Impresionante





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