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lunes, 19 de febrero de 2024

Re(1) revisión de Un americano en Paris



George Gershwin compuso una obra de arte. Puede que sea la obra clásica más importante de la música de este director norteamericano, composición que se transformó en otra obra de arte de la mano de Vincent Minelli y en un monumento a la música y al color desde que fue estrenada en 1951 .

En estos dos últimos meses la he visto en dos ocasiones y en este caso me he centrado exclusivamente en la vertiente musical. Dada la composición musical que aparece aquí es una obra de arte en sí misma, no solamente por la música sino también por la coreografía que  Gene Kelly, Leslie Caron, en su debut en pantalla,  la polivalencia de Óscar Levant  - un genio multidisciplinar, capaz de tocar, componer, actuar,... -y del cantante de opereta Georges Guétary, junto a la bella y elegante Nina Forch.

La película fue ganadora de seis oscar incluyendo el de mejor película y en el año 2006 fue incluida en el noveno puesto en la lista de los mejores musicales del cine estadounidense por el American Film Institute no entiendo cómo no es la primera.  

Gerardo Sánchez, el director de Días de cine en su entradilla el programa de día de cine clásico comenta como George Gershwin, siendo ya un director de renombre de la música clásica pero también popular norteamericana. En 1928 compuso Un americano en París que combinaba música clásica con jazz, convirtiéndose en un éxito sin precedentes en su país.Se estrenó el 13 de diciembre de 1928 en el Carnegie Hall de Nueva York bajo la batuta de Walter Damrosch. Gershwin opinaba que: «... el jazz es un elemento muy poderoso que está en la sangre y en el corazón de cualquier estadounidense más que cualquier otro estilo de la música popular. Creo que se le puede reconvertir en obras sinfónicas serias, de valor permanente».. 

El director fue a París para empaparse de la cultura europea. Allí intentó que un par de músicos europeos le introdujeran en la musica clásica tradicional como Maurice Ravel o Nadia Boulanger, pero le rechazaron. Así que buscó a otro musico para que le diera un clase de composición. Entre ellos estaba Igor Stravinski. Éste le preguntó cuánto dinero había ganado el año anterior y cuando le contestó que había ganado 200.000  dólares; entonces el compositor ruso le dijo que era él quien necesitaba recibir las clases del compositor americano, compositor entre otras de Rhapsody un Blue que fue llevada al cine y en 1942 bajo la dirección de Irving Rapper.Gershwin dijo de su composición: «Mi propósito aquí es retratar las impresiones de un estadounidense que visita París; mientras pasea por la ciudad, escucha varios ruidos callejeros y absorbe el ambiente francés... La primera parte está desarrollada en un estilo típicamente francés, a la manera de Debussy o el Grupo de los Seis».

Tal y como el crítico Deems Taylor narró en las notas al programa del estreno, en Nueva York el 13 de diciembre de 1928, la obra comienza con un paseo por los Campos Elíseos; una riña con un taxista, el paseo abandonado del turista y el paso a la orilla izquierda del río Sena son las excusas para el lucimiento de las trompetas, el trombón y el clarinete, respectivamente. Un amable violín nos evoca una escena de amor nocturna... cuando aparece el blues, sólo de trompetas con sordina, como recordando Estados Unidos, sensación reafirmada con la entrada de las trompetas lanzando el tema con aire del ragtime propio de los años veinte. El argumento habla ahora del encuentro con otro estadounidense, y entre recuerdo y recuerdo musical de las vivencias anteriores, se oye un ritmo cercano al swing. La obra termina en el punto de partida, el paseo, despidiéndose con el tema de blues grandioso y más estadounidense que parisino. 

La historia de la película se intercala con números de baile coreografiados por Gene Kelly y con música de Gershwin. El ejecutivo de MGM, Arthur Freed, compró el catálogo musical de Gershwin al hermano de George, Ira, a finales de la década de 1940, ya que George murió en 1937. Algunas de las melodías de este catálogo se incluyeron en la película, como "I Got Rhythm" y "Love Is Here to Stay".   Otras canciones de la película incluyen "I'll Build A Stairway to Paradise" y "'S Wonderful". 



El clímax de la película es el ballet "The American in Paris", un baile sin diálogos de 17 minutos con Kelly y Caron ambientado en An American in Paris de Gershwin, con decorados diseñados en los estilos de varios artistas franceses. Rodar la secuencia del ballet costó casi medio millón de dólares. Fue filmado en 44 sets en el lote trasero de MGM. 

Según Leslie Caron en una entrevista de 2009 en el programa de entrevistas de Paul O'Grady, la película generó controversia con la Oficina Hays por parte de su secuencia de baile anterior con una silla; el censor que vio la escena la calificó de "sexualmente provocativa", lo que sorprendió a Caron, quien respondió "¿Qué puedes hacer con una silla?"

En 1951 la Metro Goldwyn Meyer llegó a la gran pantalla la obra del compositor norteamericano que había fallecido.en 1937 , con tan solo 38 años, bajo la dirección de Vincent Minelli, bajo la producción del mítico Arthur Freed, tras los años cuarenta había comprado los derechos de autor de la obra del compositor. Las coreografías imaginativas, divertidas y vitales fueron obra de Gente Kelly. A la película se sumó la canción It's wonderful que no pertenecía a la obra original. 



Las composiciones que se escuchan a lo largo de la película son las siguientes:

  • "Embraceable You" protagonizada por Lise, 
  • "Nice Work If You Can Get It" por Hank, 
  • "By Strauss" por Jerry, Hank, Adam; 
  • "I Got Rhythm" por Jerry; 
  • "Tra-la-la (This Time It's Really Love)" protagonizada por Jerry y Adam; 
  • "Love Is Here to Stay" protagonizada por Jerry y Lise; 
  • "I'll Build a Stairway to Paradise" asumida en su integridad y en su escalera por Hank; 
  • Concerto in F for Piano and Orchestra por Adam, interpretada por la The MGM Symphony Orchestra aunque es Adam quien aparece de principios a fin;
  • "'S Wonderful" protagonizada por Jerry y Hank; 
  • Y, finalmente, An American in Paris Ballet protagonizada por Jerry y Lise. 

Esta última es una larga secuencia de ballet de 17 minutos, con decorados y vestuario que hacen referencia a pintores franceses como Raoul Dufy, Pierre-Auguste Renoir, Maurice Utrillo, Henri Rousseau y Toulouse-Lautrec, es el clímax de la película y le costó al estudio aproximadamente 450.000 dólares producirla. Algunos de los fondos de esta secuencia medían 300 pies de ancho y 40 pies de alto. La producción de la película se detuvo el 15 de septiembre de 1950. 

Minnelli se fue para dirigir otra película. Al finalizar esa película a finales de octubre, volvió a filmar la secuencia del ballet.

La película fue rodada en color como solo Vincent Minnelli era capaz de hacer y por supuesto incluye el mítico rojo minelli. Contó con dos directores de fotografía como Alfred Gilks y John Alton responsable de la escena del ballet final que dura diecisiete minutos y que es prácticamente una película en sí misma. Genialidades como I've Got canciones eternas y coreografías inolvidables. Fue nominada seis millones de dólares siendo la de mayor recaudación para un éxito para la Metro Goldwyn Mayer, uno de sus grandes. En 1952 vino Cantando bajo la lluvia, pero esa es otra historia.



domingo, 17 de diciembre de 2023

Revisitando un americano en París



A lo ya escrito en 2019 en una entrada quiero sumar, ahora que la he vuelto a ver algunos detalles más de la misma. Si bien la historia, la conocida, es la misma. 

Un veterano estadounidense de la Segunda Guerra Mundial, de nombre Jerry Mulligan, y malvive en París intentando triunfar como artista en un pequeño apartamento y que cuenta con el apoyo de sus "amigos", los chicos del barrio, así como de su amigo y vecino, Adam Cook,  es un concertista de piano en apuros pues nunca ha dado un concierto y de su socio desde hace mucho tiempo del cantante francés Henri Baurel. En el bar que frecuentan sito en la planta baja de su edificio, Henri le cuenta a Adam sobre su novia, Lise Bouvier y los futuros planes con ella.

Luego, Jerry se une a ellos y después sale para Montmatre con el fin de intentar vender su arte. Allí conoce a otros y otras artistas, y aguanta con poco ánimo los comentarios artísticos de estudiantes de arte norteamericanos que repiten una salmodia sobre la perspectiva, los colores....Sin embargo, ante sus cuadros se para una chica. se trata de una solitaria heredera de nombre Milo Roberts que valora el trabajo de Jerry que exhibe en Montmartre. Compra dos cuadros y luego lleva a Jerry a su apartamento para pagarle. 

Jerry acepta una invitación a su cena para esa noche y, de camino a casa, canta "I Got Rhythm" con algunos niños de la zona. 

Por la noche, cuando llega al hotel, al descubrir que es el único invitado a cenar de Milo, Jerry, ofendido, dice que no está interesado en ser un acompañante pagado. Milo insiste en que ella sólo quiere apoyar su carrera proponiendo él ir a un garito de jazz. 

El bar lleno de gente, y Milo se ofrece a patrocinar una exposición de arte para Jerry. Los amigos de Milo aparecen y mientras todos hablan, Jerry se da cuenta de que hay una hermosa joven en la mesa de al lado. Él finge que se conocen y la invita a bailar, sin saber que es Lise, la chica que ama Henri. Cuando Jerry quiere su número de teléfono, Lise, sin interés, le da uno falso. Alguien en su mesa no entiende y dice el número correcto. 

Mientras Milo, que baila con un crítico amigo está molesta porque Jerry coqueteó con otra chica en su presencia, quiere irse y luego lo critica por ser grosero. 

Al día siguiente, Jerry llama a Lise, que trabaja en una tienda, pero ella se niega a verlo. Mientras tanto, Milo ha organizado una exhibición con un coleccionista interesado en el trabajo de Jerry. 

Antes de la reunión, Jerry va a la perfumería donde trabaja Lise. Ella acepta cenar luego,  pero quiere evitar los lugares públicos; comparten una canción romántica y un baile a orillas del río Sena. 




Luego se apresura a encontrarse con Henri después de su actuación ("Construiré una escalera al paraíso"). Henri le dice a Lise que se irá de gira por Estados Unidos y le propone matrimonio. 

Más tarde, Adam sueña despierto con humor que está interpretando el Concierto en fa para piano y orquesta de Gershwin en una sala de conciertos. A medida que avanza la escena, Adam también es el director, otros músicos e incluso un miembro del público que aplaude con entusiasmo al final. 

Tras esto vemos como Milo le alquila a Jerry un estudio de arte y le dice que está planeando una exposición de su trabajo dentro de tres meses. Jerry inicialmente rechaza el estudio, pero acepta con la condición de pagarle a Milo cuando se venda su trabajo. 

Después de un mes de cortejo, Jerry lleva a Lise a su edificio de apartamentos. Cuando Lise de repente sale corriendo en el taxi que espera, Jerry está confundido y se queja con Adam, quien sólo al final se da cuenta de que Henri y Jerry aman a la misma chica. Más tarde, Henri y Jerry hablan sobre la chica que aman ("'S Wonderful") sin darse cuenta de que es Lise. 

Esa noche, Jerry y Lise se reencuentran junto al Sena. Lise dice que ella y Henri se casarán y se irán a Estados Unidos. Lise se siente obligada hacia Henri por protegerla durante la guerra. Jerry y Lise proclaman su amor mutuo antes de separarse. 

Jerry, abatido, invita a Milo al baile de máscaras de los estudiantes de arte, donde se encuentran con Henri y Lise. Jerry le admite a Milo que ama a Lise. Cuando Henri escucha a Jerry y Lise despedirse, se da cuenta de la verdad. 

Mientras Henri y Lise se alejan, Jerry fantasea con una escena de baile diversa y extensa con Lise, por todo París, y ambientada en Un americano en París de George Gershwin. 




La bocina de un coche rompe el ensueño de Jerry; Henri le devuelve a Lise. Se abrazan y se alejan juntos mientras termina la composición de Gershwin (y la película). 

De ella han dicho maravillas entre otros los críticos más prestigiosos de su época. Bosley Crowther del The New York Times alabó el baile de cierre que calificó como "uno de los mejores jamás presentados en la pantalla", así como a la actuación de Leslie Caron, y escribió que la película "adquiere su propio brillo de magia cuando Miss Caron está en la pantalla. Cuando no está, avanza lentamente como un espectáculo de música convencional remendado". 

En Variety la película fue descrita como "una de las creaciones musicales más imaginativas por Hollywood en años... Kelly es la principal estrella de la película y califica cada centímetro de su facturación. Su baile diversificado es genial como siempre y su interpretación es sobresaliente". 



En Harrison's Reports lo consideró "un excelente entretenimiento , una delicia a la vista y al oído, presentado de una manera que dará a todo tipo de audiencias un placer extremo". 

Para Richard L. Coe de The Washington Post la calificó como "la mejor película musical que he visto en mi vida", elogiando su "espíritu de originalidad y sofisticación nítidas que rara vez se encuentran en una pantalla musical". 



John McCarten de The New Yorker la llamó "una película musical completamente agradable... Nunca demasiado limitada por su esbelta historia, Un americano en París salta del amor a la luz de la luna a bellos ballets con la mayor facilidad, y el Sr. Kelly es siempre listo, dispuesto y capaz de ejecutar un claqué". 

En el Monthly Film Bulletin lo calificó , simplemente, como " un buen musical, mucho más atractivo que la mayoría, pero considerablemente menos de lo que el material parecía prometer. Esto se debe en parte al uso poco imaginativo de los escenarios de París (una visión turística muy obvia) y a la forma bastante curiosa en la que la historia, después de generar interés en la pintura de Jerry y en su exposición individual, simplemente deja de lado todo el tema". 

Y , más recientemente, Fausto Fernández nos cuenta en Twitter que "Gene Kelly es un americano en París y tiene ritmo, música (de George Gershwin) y una chica ¿ qué más puede pedir si encima Vincente Minnelli se emborracha en los colores (el blanco y el negro también) del más grande musical MGM? Gene Kelly ama el ritmo, la música y a su chica, normal que no necesite nada más porque encima vive la felicidad bohemia George Gershwin y Vincente Minnelli (...) Hay fiesta posterior: se requiere vestuario en blanco y negro. Pues a divertirse. ​ ​



domingo, 10 de marzo de 2019

Un Americano en París


Puede parecer extraño, pero conocí la banda sonora antes que la película que admiraba mi madre. Ya , para aquel entonces no me interesaban los musicales. Imposible en aquellos momentos competir con los western , con el cine de aventuras, las comedias de los clásicos del cine mudo o con cualquier otro. Si había dos géneros que no soportaba , el primero, eran las película de corte romántico; y las segundas, eran los musicales. 

Afortunadamente los años me han hecho cambiar y hace ya varias décadas que la cosa no es así. Posiblemente la razón estuvo en algunas películas de animación de Disney y , aunque parezca mentira en Cabaret, la película interpretada , entre otras, por Liza Minelli. A esta siguió Cantando bajo la lluvia, y con ella ya entraron las demás. muchas , aunque no todas. Una de las que no había vista era esta de Vincente Minelli que tuvo a Gene Kelly como actor y coreógrafo. La suma de dos grandes es igual a una gran película. Pero no nos engañemos. Yo llegué a la música de este Américano en París por la vía auditiva. 

Como ya he contado en estas páginas, hubo una época en mi vida que me gané el pan dando clases de música. Era el último mono de la selva educativa, y al último mono le endosaban la Música. Así que ni corto ni perezoso me fui haciendo con una selección musical para las clases que comenzó con arias de Óperas Famosas, principalmente alemanas y , obviamente, italiana. Tras ello llegaron las obras de los clásicos Mozart , Beethoven, los románticos, la música nacionalista, la barroca, la renacentista , la medieval. Todas pasaron a ser parte de mi conocimiento y de mi vida. Por supuesto a ello se unía la música tropical , vamos, el tropicalismo brasileño, o el Jazz - no podía olvidar la clase de mi profesora de Música en !º de BUP, cuyos apuntes comenzaban con un rotundo "Me gusta el Jazz" (Tremendo, sobre todo sin realizar una puñetera audición a lo largo del curso) - el Rock ( a mis alumnos/as les gustaba que intercalara lo clásico con los grupos de rock muchos de ellos del momento, incluso las aproximaciones desde el rock a la música clásica). 

Pero en eso llegó un neoyorkino , de Brooklyn, a la mi vida musical: George Gershwin . Un músico que murió joven, únicamente vivió 39 años - un tumor cerebral puso fin a su vida en 1937- en lo que consiguió lo nunca visto: una amalgama perfecta entre la música clásica y el jazz. Este chico , con 16 años, hablamos de 1914 , ya está componiendo sus canciones. Estas le valieron la oportunidad de escribir su primer musical para Broadway, "La, la, Lucille". Su inmediato éxito significó el verdadero comienzo de su carrera como compositor, siempre junto a su hermano Ira Gershwin como letrista. A éste siguieron otros títulos como "Lady Be Good", "Oh Kay!", "Funny Face", "Girl Crazy" y "Of Thee I Sing", que contribuyeron a cimentar su fama y a convertirlo en un personaje popular . 

A partir de la década de los veinte, inició también la composición de otros trabajos destinados a las salas de concierto, pero en febrero de 1924, cuando estrenó en el Aeolian Hall de Nueva York su Rhapsody in Blue ( en este momento no olvido dos momentos con esta canción; una en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984; el otro, una película que he visto decenas de veces con mis hijos: Fantasía 2. 

Gershwin opinaba, para aquel entonces, que: «... el jazz es un elemento muy poderoso que está en la sangre y en el corazón de cualquier estadounidense más que cualquier otro estilo de la música popular. Creo que se le puede reconvertir en obras sinfónicas serias, de valor permanente». Pero el entendía que su calidad como interprete estaba por debajo de otros así que en esos felices años 20 está en París , en esa ciudad que bulle intelectualmente, e intenta formarse aún más como músico. Allí, entre la realidad y la leyenda se dice que intentó contactar con Maurice Ravel y Nadia Boulanger y que fue rechazado como alumno. El vasco francés le dijo - dicen- lo siguiente: «Usted perdería su gran espontaneidad melódica para componer en un mal estilo raveliano. ¿Para que quiere ser un Ravel de segunda, cuando puede ser un Gershwin de primera?» 

Además siempre se ha contado una anécdota entre el músico neoyorkino y su intento de ser discípulo de Igor Stravinsky. Según cuentan las malas lenguas, éste le preguntó: "«¿Cuánto dinero ganó usted el año pasado?». «200.000 dólares», respondió el joven Gershwin. «Entonces yo debería tomar clases con usted», respondió el maestro, rechazando su solicitud. Esto no le impidió componer estrenando en diciembre de 1928 en el Carnegie Hall de Nueva York bajo la batuta de Walter Damrosch. El músico dijo de su composición: «Mi propósito aquí es retratar las impresiones de un estadounidense que visita París; mientras pasea por la ciudad, escucha varios ruidos callejeros y absorbe el ambiente francés... La primera parte está desarrollada en un estilo típicamente francés, a la manera de Debussy o el Grupo de los Seis». Así fue. 

Reconozco que en mis dos intentos absolutamente fracasados como realizador amateur, la primera un documental que montamos con los pies; y, la segunda, una historia de ficción en la que apostamos por contar una historia en con la cámara puesta a la altura de los pies, en el segundo que era estrictamente una narración visual apoyada en imágenes y textos , utilizamos para el inicio la música de un Americano en París. Aún recuerdo como en la llegada al escenario en el que se desarrollaba la historia y en el momento en que subíamos las escaleras la música era la que daba inicio a la obra. Qué buena idea, qué mala ejecución. Allí acabaron mis días de cine, hasta que comencé este blog como aficionado insolvente e incompetente al cine.

Dicho lo cual confesaré que hasta anoche no había visto en su integridad Un Americano en París. Anoche sí, y me acosté infinitamente más feliz. De hecho, mientras escribo esto salta la música una y otra vez en mi cabeza. Cumplí aquí con lo escrito por Cabrera Infante en Cine y Sardina que " el musical se ha movido siempre con el péndulo de éxito sobre el pozo del fracaso". Y que en ese sentido Vicente Minelli , para el escrito cubano, era el más notable director de comedias musicales que volviendo a las palabras de Cabrera era " el único género que nació para la felicidad , o al menos, para hacernos felices".

Añadía el que fuera Premio Cervantes que los autores posibles  de una comedia musical eran  subailarín ( en este caso Kelly), al igual que su coreógrafo ( coincide con el protagonista) y su director ( en este caso Minnelli). A veces es su productor como ocurre en gran parte de las producciones de Arthur Freed de lmuchos de los éxitos de la Metro - Goldwin - Mayer, o su fotógrafo, y " aunque parezca increíble,  su guionista- y no sólo en el caso de Alan Jay lenner , escrito de Un americano en París, de My Fair Lady y de Gigi, ésta como Un Americano en París escrita especialmente para el cine. John Kodal , auotr de Gotta Sting, Gotta Dance, afirma que el verdadero autor de una comedia musical  ¡es el público!".  

Otro día hablaré largo y tendido de Vincente Minnelli, al que - según Cabrera Infante- "debemos el regreso de la comedia musical tradicional y origen del musical moderno"- ahora decir que fue una producción de Arthur Freed o Arthur Grossman , contó para ello con un presupuesto de $ 2.7 millones. Ambos eran hombre de la Metro- Goldwyn - Mayer. El director trabajó para la Metro 20 años seguidos de 1943 a 1963.

El productor que comenzó su carrera como cantante de canciones y pianista en Chicago, y que tras conocer a Minnie Marx , cantó junto a los hijos de ella, los Hermanos Marx , en el circuito de vodevil , y también escribió material para ellos. Pero pronto comenzó a escribir canciones y finalmente fue contratado por Metro-Goldwyn-Mayer . Durante años, escribió letras para numerosas películas, muchas de ellas con música de Nacio Herb Brown.


En 1939, después de trabajar , aunque sin acreditar, como productor asociado en The Wizard of Oz , fue ascendido a jefe de su propia unidad dentro de MGM, y ayudó a colocar a su estudio como el principal creador de películas musicales . Su primer crédito en solitario como productor fue la versión cinematográfica del exitoso musical de Broadway, Babes in Arms (también en 1939), con música y letra del duo integrado por Rodgers y Hart , lanzado solo unos meses después de The Wizard of Oz y contando con Mickey Rooney y Judy Garland , la que , con el tiempo, se convertiría en esposa de Vincente entre 1945 y 1951 y madre de Liza, y compañera de baile en ocasiones de Gene Kelly.

Freed formó un sólido equipo de escritores, directores, compositores y estrellas que produjo un flujo constante de musicales populares y aclamados por la crítica hasta finales de la década de 1950. Él dio rienda suelta a sus directores y coreógrafos, algo inaudito en aquellos días de películas musicales de producidos por la Metro. Dos de sus películas ganaron el Premio de la Academia a la mejor película : un estadounidense en París y Gigi, película de Minelli en la que Freed permitió al equipo musical de Lerner y Loewe el control total en su escritura de Gigi (1958). En la noche en la que An American en París ganó la Mejor Película, Freed recibió un Oscar Honorífico, y su versión de Show Boat también ganó dos Oscar ese año, aunque perdió contra An American en París . Freed se fue de MGM en 1970 falleciendo tres años después en la soleada California a la edad de 78 años.

En el caso de un Americano en París el guión era de  Alan Jay Lerner aunque inspirado en Un americano en París de George Gershwin, contando con su música así como los arreglos de  Johnny Green con letras de su hermano Ira , con música adicional de Saul Chaplin , el director musical.

La fotografía en color fue de John Alton - siendo su primera película en color del cineasta un director de fotografía que tenía una sólida reputación por su trabajo en blanco y negro- y  Alfred Gilks ; mientras que el montaje lo fue de Adrienne Fazan .

Importantísima en la película es la escenografía de E. Preston Ames, junto a Cedric Gibbons, F. Keogh Gleason, Edwin B. Willis, así como el vestuario del trío integrado por Orry-Kelly, Walter Plunkett e Irene Sharaff.

El reparto lo integran Gene Kelly como el pintor Jerry Mulligan, Leslie Caron como Lise Bouvier, Oscar Levant como el pianista Adam Cook - que había sido amigo persona de George Gershwin y amigo personal de Arthur Freed y Vincente Minnelli- , Georges Guétary como el cantante Henri "Hank" Baurel. Junto a ellos aparecen Nina Foch como Milo Roberts, Eugene Borden como Georges Mattieu y sin acreditar están prsentes John Eldredge como Jack Jansen, Anna Q. Nilsson como Kay Jansen - la pareja que regenta el bar donde se reúnen los artistas- así como Hayden Rorke como amigo de Milo , Noel Neill , que tiene un pequeño papel como estudiante de arte estadounidense que trata de criticar las pinturas de Jerry. Igualmente aparece el músico de jazz Benny Carter interpreta al líder de un grupo de jazz que toca en el club donde Milo toma por primera vez a Jerry. Madge Blake , como cliente en la perfumería en la que trabaja Lise. Judy Landon y Sue Casey aparecen como bailarinas en la secuencia "Stairway to Paradise". Asimismo aparecen Alex Romero y Dick Humphries.

La película comienza con los acordes de la obra de Gershwin en la que se presentan todos los temas que luego escucharemos. Poco después conocemos a Jerry Mulligan (Gene Kelly) , un pintor estadounidense que se ha trasladado a París al terminar la Segunda Guerra Mundial para ganarse la vida como pintor, algo que siempre deseó ser como nos cuenta y canta en "Nice Work If You Can Get It" /" Buen trabajo si puedes conseguirlo " . Vive junto a un amigo pianista Adam Cook (Oscar Levant ) un pianista desempleado que llegó a París becado . Sus viviendas están en el barrio de Montmartre.

Un día, éste último recibe la visita de un cantante francés Henri "Hank" Baurel (Georges Guétary) un famoso cantante francés con el que trabajó que le cuenta por medio de una canción (" By Strauss / Por Strauss") que está a punto de casarse con una hermosa joven.

Mientras, Jerry sale a exponer sus cuadros que nadie compra en las plazas y cuestas de Montmatre en el camino se encuentra con Adam, quien le presenta a Henri. Tras contar y cantar como se ha enamorado, Jerry sale a vender su obra.

Al llegar al lugar en el que expone y tras escapar de una joven que intenta analizar su obra pictórica, algo que irrita sobremanera, se persona una chica rubio. Se trata de Milo Roberts (Nina Foch), una estadounidense millonaria que aprecia sus cuadros comprándole dos y que , aparentemente, se enamora de Jerry. Milo le compra dos cuadros, pero al percatarse que no traía dinero le pide que la acompañe al hotel en el que estaba hospedada para pagarle.

Ya en el hotel, Milo conversa con Jerry para conocerlo más y lo invita a una "supuesta" fiesta para conocer a personas.

Después de cantar con niños franceses en el camino a casa (" I Got Rhythm " "Tengo Ritmo" ), el artista, por su parte, comprobará esa misma tarde que Milo Roberts, además de ser compatriota y millonaria, y que "fiesta" es en realidad una cita individual. Jerry le dice a Milo que no tiene ningún interés en ser un acompañante pagado. Cuando él intenta irse después de devolverle el dinero, ella insiste en que solo está interesada en su arte y que únicamente intenta promocionar al pintor.

En el restaurante de Montparnasse Jerry se siente algo incómodo porque cree que Milo desea convertirlo en su amante pagado, pero ella le explica que desea promocionarlo convencida de que Jerry tiene mucho talento como pintor. Jerry, para sentirse más cómodo, le pide que vayan a un lugar que pueda pagar y Milo le recomienda el Café Flodair, un club de jazz en el que toca Benny Carter.

Algunos de los amigos de Milo llegan, y mientras están sentados con ellos, Jerry descubre a una chica sentada con amigos en la mesa de al lado . Él ignora a Milo y sus conocidos, y en cambio finge que ya conoce a la chica que responde al nombre de Lise (Leslie Caron ) y baila con ella.

Tras bailar con Lise Bouvier (Leslie Caron) una joven muy hermosa, que resulta - sin que el lo sepa la prometida del cantante Henri Baurel- . Ella se muestra distante y le da a Jerry un número de teléfono incorrecto, pero alguien la corrige inocentemente.

Milo está molesto por el comportamiento de Jerry y de repente decide irse a casa. En el camino a casa, ella le dice a Jerry que fue muy grosero con una chica que no conoce mientras estaba en su presencia. Cansado de Milo, Jerry sale del auto y se despide de ella.

Al día siguiente, Jerry llama a Lise a su trabajo, pero ella le dice que nunca la vuelva a llamar. Jerry y Milo se reúnen en un café, y ella le informa que un coleccionista está interesado en sus pinturas y ella ha organizó una exposición ese mismo día. Antes de ir a la presentación, él va a la perfumería donde trabaja Lise y ella accede a una cena tardía con él.

Ella no quiere que la vean comer con él en público, pero comparten una canción romántica ( El amor está aquí para quedarse"/" Love Is Here to Stay ") y bailan en las orillas del río Sena a la sombra de Notre Dame .

Jerry se enamora de Lise y ella le corresponde, pero ambos se sienten comprometidos con otras personas. Sin embargo, ella rápidamente se apresura a encontrarse con Henri después de su actuación en un teatro (" Voy a construir una escalera al paraíso / " Stairway to Paradise ", "), donde Henri le dice que le han pedido que salga de gira por Estados Unidos y le pide que se case con él.

Más tarde, Adam, con humor, sueña despierto con el concierto de Gershwin en F para piano y orquesta para una audiencia de gala en una sala de conciertos. A medida que avanza la escena, también se revela que Adam es el director de orquesta, así como otros miembros de la orquesta e incluso un miembro entusiasta del público que se aplaude a sí mismo al final.

Mientras , por su parte, Milo le consigue a Jerry un estudio de arte y le dice que ha planeado una exposición de su obra para tres meses. Inicialmente rechaza el estudio porque no tiene dinero para ello, pero finalmente lo acepta bajo la condición de que se le devuelva a Milo cuando sus ganancias artísticas lo permitan.

Aproximadamente un mes después y después de mucho cortejo, Lise se escapa bruscamente cuando ella y Jerry llegan en taxi a su apartamento. Cuando Jerry se queja a Adam, Adam se sorprende al darse cuenta de que tanto Henri como Jerry están enamorados de la misma mujer. Henri y Jerry discuten sobre la mujer que aman ( "Es maravilloso / It´s wonderful "), sin saber que ella es la misma mujer.

Esa noche, Jerry y Lise se reunen en el mismo lugar a orillas del Sena, cerca de Notre Dame. Ella le informa que se va a casar con Henri al día siguiente y se va a América. Lise tiene un sentido del deber hacia Henri, con quien se siente en deuda por mantenerla a salvo durante la Segunda Guerra Mundial. Ella y Jerry hablan del amor que siente el uno por el otro, pero ella se marcha escaleras arriba.... y desaparece.

Sintiéndose menospreciado, Jerry invita a Milo a la fiesta de disfraces de los estudiantes de arte y la besa. En la ruidosa fiesta, con todos los asistentes con disfraces en blanco y negro, se encuentran con Henri y Lise que también están disfrutando de la misma.

Tras salir de la fiesta a una terraza de Montmatre que mira sobre un París oscurecido Jerry finalmente le cuenta a Milo sobre sus sentimientos por Lise. Sin que él lo sepa la conversación es oída por Henri que poco después escucha a Jerry y Lise despidiéndose el uno del otro y se dicen lo mucho que se quieren.

Mientras Henri y Lise se van, Jerry sueña con estar con Lise en todo París al ritmo de la composición de George Gershwin An American en París surgido de un boceto que Jerry ha dibujado de los Jardines de las Tullerías desde el mismo Jerry baila y en un momento dado Lise entra saltando de un lienzo parisino a otro . Su ensueño se rompe con la bocina de un auto, el sonido de Henri trayendo a Lise de regreso a él. Se abrazan cuando termina la composición de Gershwin (y la película).

Como ya he comentado la película está intercalada por canciones y números de baile coreografiados por Gene Kelly e inspirados en la música de Gershwin. Las canciones y la música incluyen " I Got Rhythm ", " I'll Build A Stairway to Paradise ", " S Wonderful " y " Love Is Here to Stay ". El punto culminante de la película es el ballet "The American in Paris", un baile de 17 minutos que presenta a Kelly y Caron en París al ritmo de Gershwin .

Arthur Freed tuvo la idea de hacer la película cuando asistió a una producción en la Hollywood Bowl de clásicos de George Gershwin y se inspiró especialmente en el número "An American in Paris". Durante los siguientes tres años, discutió ideas con Vincente Minnelli, Gene Kelly, Johnny Green y Alan Jay Lerner. Arthur Freed e Ira Gershwin llegaron a un acuerdo durante su partida de billar semanal, consiguiendo los derechos cinematográficos de "An American in Paris - A Tone Poem for Orchestra" de George Gershwin por $ 158,750, e Ira recibió $ 56,250 como consultor para escribir las nuevas letras necesarias.

La secuencia de ballet costó casi medio millón de dólares en rodarse.La secuencia de ballet que dura 17 minutos, presenta conjuntos y trajes que hacen referencia a pintores franceses como Raoul Dufy , Pierre-Auguste Renoir , Maurice Utrillo , Henri Rousseau y Toulouse-Lautrec , siendo la misma el punto culminante de la película. En ella Freed, el productor , dio rienda suelta a Kelly , el coreógrafo y al director para romper limites con ese ballet que duraba más de quince minutos al final de An American en París (1951), y tras el cual la película concluye momentos después sin más diálogo ni canto.

Con este proyecto, Arthur Freed vio la oportunidad de combinar dos de sus favoritos personales: la música de George Gershwin y el impresionismo francés. Irene Sharaff diseñó un estilo para cada uno de los conjuntos de secuencias de ballet, reflejando a varios pintores impresionistas franceses: Raoul Dufy (la Plaza de la Concordia), Edouard Manet (El mercado de las flores), Maurice Utrillo (una calle de París), Henri Rousseau (la feria) , Vincent van Gogh (la Place de l'Opera), y Henri de Toulouse-Lautrec (el Moulin Rouge). Los fondos tardaron seis semanas en construirse, con 30 pintores trabajando sin parar. Irene Sharaff usó 25 tonos diferentes de amarillo para el segmento Toulouse-Lautrec del ballet final.

Decir que la producción de la película se rodó en los Metro-Goldwyn-Mayer Studios de Culver City, aunque algunos exteriores se rodaron en la capital francesa, París. A pesar de las objeciones de Gene Kelly, que quería rodar en locaciones en París, la película se filmó en los estudios MGM en California, en 44 escenarios construidos para la película. Los sets fueron construidos por el maestro director de arte E. Preston Ames en Hollywood, quien había estudiado en la capital francesa y conocía bien la ciudad.

El rodaje se extendió desde primeros de agosto de 1950 a la primavera de 1951, pero señalar que se detuvo el 15 de septiembre de 1950. Minnelli se fue para dirigir otra película, El pequeño dividendo del padre . Al finalizar esa película a fines de octubre, volvió a filmar la secuencia del ballet.

El rodaje estaba en parte condicionado a la capacidad física de Leslie Caron que, aparte de no manejar bien la lengua , aunque era la materna de su madre, no estaba acostumbrada al riguroso programa de filmación de una película y como se cansaba con facilidad debido a la malnutrición infantil solo podía trabajar cada dos días. Leslie Caron fue la elegida porque Gene Kelly sugirió a la chica como protagonista femenina al sentir que esta película necesitaba a una chica francesa "real" para el papel de Lise, aunque tuviese el actor y bailarín 19 años más que la chica. El mismo Kelly descubrió a la actriz y bailarina en unos ensayos de ballet.

Maurice Chevalier fue originalmente considerado para el papel de Henri. En lo que se refería al papel de Milo Roberts, Minnelli se inclinaba por Celeste Holm cuando se le pidió que considerara a la actriz contratada Nina Foch, una actriz de cine negro. Minnelli estaba contenta con la lectura de Foch, y ella consiguió el papel.Durante el rodaje, Nina Foch enfermo de varicela. Regresó al trabajo tan pronto como pudo, pero como resultado, todo un equipo de maquilladoras tuvo que trabajar para cubrir sus marcas.

El triunfo de la película situó a la Metro Goldwyn Mayer como la auténtica productora referente de los musicales de la década de 1950. Logró recaudar entre 6 y 7 millones de dólares más que ninguna otra película previa de la MGM , desde su lanzamiento el 4 de octubre de 1951 (Nueva York) y 11 de noviembre de 1951 (EE. UU.) y consiguió ganar 6 premios Oscar.

Por otro lado, Vincente Minnelli, que en esos momentos estaba en proceso de divorcio de la Garland, y Gene Kelly sorprendieron a todo el público ofreciendo una nueva concepción del musical, basado en la conjunción de la fotografía, el decorado, la coreografía y los protagonistas. Dos años más tarde llegó Cantando bajo la lluvia de Stanley Donen , pero también película de la Metro con Freed en la producción .

La película fue multipremiada . Obtuvo 6 Oscars de la Academia de Hollywood: Película, argumento, guión, música, dirección artística, vestuario color y dos nominaciones más al mejor director (Vincente Minnelli) y mejor Edición de Película (Adrienne Fazan).

En los Globos de Oro dee¡ ese 1951 recibió el Golden Globe a la Mejor película - Comedia o Musical, siendo nominada en al mejor director - Película (Vincente Minnelli) y al mejor actor de Comedia musical o comedia ( Gene Kelly).

En los Premios BAFTA fue nominada a mejor película. El Sindicato de Directores (DGA) nominó a Minelli como Mejor director y el de Guionistas (WGA) la consideró al Mejor guión musical. La National Board of Review la incluyó en el Top 10 Mejores películas. Fue, en el Festival de Cannes, nominada a la Palma de Oro a la mejor película.

En 1993, fue seleccionado para su conservación por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en el Registro Nacional de Películas por ser "cultural, histórica o estéticamente significativo". Está incluida en las "1001 películas que tienes de ver antes de morir", editada por Steven Schneider.

Cuando el ballet culminante de esta película se proyectó en 1974 en It's Entertainment, el narrador / presentador del programa Frank Sinatra se refirió a él como "El mayor número musical que jamás se haya filmado". Kelly recibió un Premio de Honor de la Academia ese año por "su versatilidad como actor, cantante, director y bailarín, y específicamente por sus brillantes logros en el arte de la coreografía en el cine". Fue el único Oscar de su vida del bailarín de las coreografías atléticas.

En cuanto a la crítica Bosley Crowther de The New York Times presentó una reseña mayoritariamente positiva en gran parte sobre la fuerza del cierre del baile que él llamó "uno de los mejores puestos en la pantalla", así como la actuación de Leslie Caron, escribiendo que la película "adquiere su propio resplandor de magia cuando Miss Caron está en la pantalla. Cuando no lo está, se mueve lentamente como un programa de música convencional ".

Variety calificó la película como "una de las confecciones musicales más imaginativas producidas por Hollywood en años ... Kelly es la estrella principal de la imagen y califica cada centímetro de su facturación. Su baile diversificado es excelente como siempre y su actuación es sobresaliente . "

Harrison's Reports , una revista comercial cinematográfica con sede en la ciudad de Nueva York que se publicaba semanalmente desde 1919 hasta 1962, y que fue muy influyente consideró la película "un excelente entretenimiento, un deleite para la vista y el oído, presentado de una manera que dará a todos los tipos de público un placer extremo".

Richard L. Coe de The Washington Post la calificó como "la mejor película musical que he visto", y elogió su "espíritu de originalidad y sofisticación que rara vez se encuentra en una pantalla musical". 

John McCarten, de The New Yorker, lo calificó como "una película musical muy agradable ... Nunca tan estrechamente limitada por su esbelta historia: 'Un estadounidense en París' salta del amor a la luz de la luna a los hermosos ballets con la mayor facilidad. y el Sr. Kelly siempre está listo, dispuesto y es capaz de ejecutar un baile de tap ".

El boletín mensual de cine publicado en septiembre de 1951 dijo de ella que era "simplemente un buen musical, mucho más atractivo que la mayoría, pero mucho menos de lo que el material parecía prometer. Esto se debe en parte al uso poco imaginativo de los escenarios de París, una vista muy obvia del turista, y al modo bastante curioso de La historia, después de aumentar el interés en la pintura de Jerry y en su exposición individual, simplemente deja a un lado todo el asunto ".

Al revisar la película en 2011, James Berardinelli escribió que "cae en la categoría de un débil ganador del Oscar. La película es lo suficientemente agradable como para verla, pero representa una mala elección como portadora de la lista de 1951 Y concluye diciendo en ReelViews que es " una "Buena película , divertida con muchas canciones geniales y bailes, pero no hay nada en esta producción que haga que se destaque cuando se compara con uno de los muchos musicales de la época" Y añadía que "La película mezcla con inteligencia varios trabajos de Gershwin del siglo 20 (...) Es más de tono, bailar y cantar que de personajes y trama (...) "

Roger Ebert en su web rogerebert.com afirma que "Las razones para verla son las secuencias de baile de Kelly, el ballet del final, las canciones de Gershwin, las radiantes localizaciones y los momentos con el encanto de Oscar Levant (...) "

Kate Cameron en las páginas del New York Daily News afirmaba que "Todos los elementos románticos de París están reunidos en una hermosa película para nuestro deleite."

Dave Kehr en The New York Times comenta de forma directa y contundente que "Es única (...) Es un musical notablemente íntimo" Y Noel Murray de AV Club señala que "'An American in Paris' es confusa como declaración artística e insatisfactoria como producto convencional de Hollywood (...) Puede ser sorprendentemente elegante"

En el Reino Unido Philip French en las páginas de The Guardian sostiene que "Las canciones de Gershwin son magníficas y la escena final de ballet es toda una hazaña." Kate Muir en The Times dice que es "Uno de los mejores musicales de MGM."

Y en esta línea, Tom Huddleston de Time Out afirma que estamos ante "Un musical revolucionario y asombroso (...) Las cosas geniales se mantienen geniales (...) " Por último, Tony Sloman, de Radio Times dice qie "Gran parte de la película sigue siendo una delicia (...) "

En español Pablo Kurt cuenta en FilmAffinity que estamos ante un " Gozoso y colorista musical con un Gene Kelly en plena forma, que al año siguiente estrenaría la más maravillosa todavía "Cantando bajo la lluvia" (Singin' in the Rain, 1952). Advertencia: ver "Un americano en París" -cualquiera de las dos- transmite ganas de bailar... y de vivir.

En Fotogramas se escribe que es un "Memorable musical que combinaba la música de Gershwin con una visión pictórica de París, básicamente impresionista. Minnelli demostró su cultura y su buen gusto artístico, aunque en algunos momentos tendió al exceso, apabullando con un recargamiento de referentes culturales. Pese a ello, sus resultados siguen formando parte de la mejor tradición del musical. "

Terenci Moix dice que "el filme que se empeñó en demostrar que el musical podía acercarse a la cultura con mayúsculas y formar parte de ella. La exquisita dirección de Minnelli, su gusto por los valores pictóricos y un ballet final ...a los acordes vertiginosos de Gershwim, hicieron que muchos intelectuales concediesen al cine musical un crédito que hasta entonces le habían negado. Constituyó a su vez la culminación  del prestigio del propio Kelly... el más cinematográfico de los bailarines ( en definición de Fred Madjalany)".

Y poco después añade el escritor catalán que el gran ballet de la película concilía las dos tendencias existentes en la obra de Minelli, por un lado, un manifiesto del color , el distintivo "rojo Minnelli" , expuesto a partir de una doble característica personal: el pintor que hay en él y el barroco vocacional. "Se ha dicho y repetido hasta la saciedad que este fue el filme que desvió la atención del público de élite hacia el musical, y en tal sentido no es de extrañar que aparezca programado como un catálogo de cultura visual. París, en efecto, la ciudad soñada por un pintor , pero quien levanta el plano es un diletante que no esconde su condición de esnob, antes bien lo proclama a los cuatro vientos. Los homenajes a los grandes maestros de la pintura francesa no solo están implícitos, sino que su obra y su moda, y tras un sorprendente despliegue de candelabros y figuras teñidas de purpurina, parace adentrarse en una estilización de las Mil y una Noches".

Es posible, y con voy acabando, que el tándem Kelly y Minnelli concibiesen de una manera plena algo esencial en esta película: el decorado. Es éste una de las expresiones más directa de los ensoñaciones de Minnelli que en la película  es modificada , como dice, Terenci Moix "si Gene Kelly la sueña como pintor - en el ballet final- o si la idealiza como enamorado - en el delicado número con Leslie Caron en una quai del Sena"

Es casi lógico que Kelly conociera lo que el crítico Deems Taylor narró en las notas al programa del estreno de Un Americano en París en Nueva York  de la obra de Gershwim en aquel 13 de diciembre de 1928, al decir que "la obra comienza con un paseo por los Campos Elíseos; una riña con un taxista, el paseo abandonado del turista y el paso a la orilla izquierda del río Sena son las excusas para el lucimiento de las trompetas, el trombón y el clarinete, respectivamente. Un amable violín nos evoca una escena de amor nocturna... cuando aparece el blues, sólo de trompetas con sordina, como recordando Estados Unidos, sensación reafirmada con la entrada de las trompetas lanzando el tema con aire del ragtime propio de los años veinte. El argumento habla ahora del encuentro con otro estadounidense, y entre recuerdo y recuerdo musical de las vivencias anteriores, se oye un ritmo cercano al swing. La obra termina en el punto de partida, el paseo, despidiéndose con el tema de blues grandioso y más estadounidense que parisino".