400 golpes que esquivó Bazin

No hace mucho estuve viendo Zero de Conduite y , por supuesto, surgió su influencia en el cine francés y especialmente en uno de los títulos más significativos de la nouvelle vague: les quatre cents coups realizada por la François Truffaut, un director que , consciente del peso que tenían los críticos en la necesaria renovación del cine francés, y quiso dedicar su película al hombre que se convirtió en su padre espiritual, André Bazin. 

Bazin fue un influyente crítico de cine y teórico cinematográfico francés, y fue uno de los fundadores de la revista cinematográfica Cahiers du Cinéma en 1951 junto con Jacques Doniol-Valcroze y Joseph-Marie Lo Duca, quien murió justo cuando la película estaba a punto de ser filmada. Pero fue mucho más que eso . 

Fue Bazin quien fue correccional de Villejuif, en el que estaba recluido el mismo François Truffaut - enviado por su padre adoptivo- y al que conocía por su trabajo de divulgación cinematográfica.b Gracias de nuevo al crítico André Bazin, su referencia vital, François Truffaut empieza a trabajar en Travail et Culture. Escribe sus primeros artículos desde 1950. Tras alistarse en el ejército, se le envía a Alemania, pero deserta y pasa por la prisión militar; es liberado por Bazin, alegando inestabilidad de carácter. 

A continuación publica críticas en los Cahiers du cinéma en 1953, con otros colegas hasta 1959, al igual que publica en Le Parisienne, en Arts, Radio, Cinéma y Le Bulletin de Paris. 

En esa época entra en contacto con Jacques Rivette. Truffaut dirige ya al año siguiente, 1954, su primer cortometraje: Une visite. 

En 1956, Truffaut fue ayudante de dirección de Roberto Rossellini. Se casó en 1957 con Madeleine Morgenstern, hija de un distribuidor de cine, siendo testigos André Bazin y Roberto Rossellini. 

En 1958, rueda Los cuatrocientos golpes, que servirá de carta de presentación al mundo del movimiento de la Nouvelle vague, que encabeza junto a Claude Chabrol, Éric Rohmer, Jean-Luc Godard, Alain Resnais o Jacques Rivette. 

La película se estrena al año siguiente y tiene un éxito espectacular (Cannes, Acapulco, Fémina de Bélgica, Crítica de Nueva York, el Meliès, el Laurel de David Selznick, Valladolid). La nouvelle vague estaba en marcha. 

En francés "faire les quatre cents coups" significa hace los mil y una o pasarse de la raya. Y hace referencias a las trasgresiones del personaje en la película, aunque también juega con el significado estricto de la expresión, es decir, con la enorme cantidad de golpes que la vida propina al protagonista además de los que le da , entre otros su maestro o el vigilante de centro. 

La película rodada en DyaliScope, en blanco y negro por la fotografía de Henri Decaë es este su primer largo del director. Contará como ayudante de dirección con Philippe de Broca junto a Alain Jeannel , Francis Cognany y Robert Bober, aunque la producción quedó en manos de Georges Charlot​ para la productora de Les Films du Carrosse y Sédif Productions quedando la distribución en Cocinor. 

La película parte del guión de Marcel Moussy de una historia del mismo Moussy y François Truffaut. La música es de Jean Constantin. El sonido fue responsabilidad de Jean-Claude Marchetti, , asistido por Jean Labussière ; mientras que el montaje lo fue de Marie-Josèphe Yoyotte , Cécile Decugis y Michèle de Possel. Bernard Evein es el responsable de arte de la película. 

Los protagonistas son Jean Pierre Léaud como Antoine Doinel, Albert Rémy como Julien Doinel, el padrastro de Antoine, Claire Maurier como Gilberte Doinel , la madre de Antoine. Junto a ellos está Guy Decomble como Sourpuss, el profesor de la escuela, Patrick Auffay como René Bigey, el mejor amigo de Antoine, Georges Flamant como Monsieur Bigey, el padre de René. También aparece Pierre Repp como profesor de inglés, Daniel Couturier como Betrand Mauricet, Luc Andrieux como el profesor de Educación Física, Robert Beauvais como director de la escuela, Yvonne Claudie como Madame Bigey, Marius Laurey como el inspector Cabanel, Claude Mansard como el juez de instrucción, Jacques Monod como el comisionado, Henri Virlojeux como el vigilante nocturno, Jeanne Moreau como mujer en busca de su perro, Jean-Claude Brialy como un hombre tratando de recoger a una mujer. 

Truffaut también incluyó una serie de amigos y directores en pequeños cameos o de fondo, incluidos como él mismo o Philippe De Broca en la escena del parque de atracciones; Jacques Demy como policía; Jean-Luc Godard y Jean-Paul Belmondo como voces escuchadas en la imprenta. Hay una brevísima intervención de Jeanne Moreau. 

La historia comienza con una imagen periférica del entorno de la Torre Eiffel y se desarrolla a finales de la década de 1950 , cuando un chico Antoine Doinel (Jean Pierre Léaud ) de 12 años, vive en París con su madre Gilberte Doinel (Claire Maurier ) y el hombre que se ha casado con ella , Julien Doinel (Albert Rémy) aunque no es su padre.

Antoine Doinel es un niño rebelde que siente que no es querido por su madre , pues le ignora , y algo más por su padrastro con el que gusta bromear En la escuela se muestra rebelde escuela especialmente en la clase de Lengua que dirige Sourpuss (Guy Decomble) al que no aguanta. 

Al aburrirse , como el resto de sus compañeros, pinta una imagen de una chica "Pimp up" y como Sourpuss le pilla con ella es castigado sin recreo y en el rincón. Durante el recreo hace una composición crítica contra el profesor que es descubierta por sus compañeros y luego el profesor que le castiga a limpiarla, humillándolo. 

Su posición en la clase no es buena y junto a él hay un compañero que es su compañero de aventuras llamado René Bigey ( Patrick Auffay ) que , al igual que él, se siente abandonado por sus padres - algo mayores- ya que su madre bebe y su padre sale todas las noches a jugar. Así que ambos aprovechan cuando pueden para no ir a la escuela circunstancia que aprovechan para ir a un parque de atracciones o al cine, una de sus principales diversiones. 

Al llegar a casa sigue percibiendo que su madre no quiere saber de él, pero tampoco de su compañero sentimental. Uno de los días que "hace la rata" al salir del cine descubre a su madre besándose con otro hombre. 

El curso sigue y la vida también. Hay momentos que sale junto a su padrastro y madre al cine, pero su rutina casi siempre es estar sólo, bajar la basura , hacer la compra.

Pero la historia es como es pero y su vida en la escuela no es fácil dados sus por problemas de disciplina con su maestro al que mienta Antoine para explicar su ausencia y al que le cuenta que se debió a la muerte de su madre. Por supuesto, lo pillan en esta y esta a Antoine le cuesta una fuerte reprimenda por parte de su padre y su madre , pero sobre todo por su profesor de Lengua . 

Un día el choque es total cuando el profesor le dice que ha copiado a Balzac. En realidad plagia el final de La búsqueda de lo absoluto durante una composición de francés, pero el profesor le pone un cero a la consternación de Antoine, que quería, de hecho, rendir homenaje a su autor favorito. Tras ser expulsado a ver al director él se escapa junto a René que también quiere salir del centro. 

René le acoge en su casa, ya que entiende que sus padres no se darán cuenta. Junto a él viven al margen del centro y además como Antonie tiene un sueño, ver el mar, y no tienen dinero deciden cometer un robo. 

Antonie roba una máquina de escribir del lugar de trabajo de su padrastro para financiar sus planes de salir de casa, pero es detenido cuando intenta devolverla ya que la venta es infructuosa. El padrastro sin saber como afrontar el trato a su hijo , tras el robo de una máquina de escribir lo lleva a un cuartel de la policía. 

Antoine pasa la noche en la cárcel, compartiendo una celda con prostitutas y ladrones. Sus padres, que ya no lo quieren, apuestan por una "educación supervisada" por parte de las autoridades. 

Durante una entrevista con el juez, la madre de Antoine confiesa que su esposo no es el padre biológico de Antoine. Ese juez de menores ordena su internamiento en un centro de observación donde se ve privado de su libertad y limitadas sus visitas, incluso de la visita de su amigo René. 

Un día, durante una entrevista con la psicóloga del centro Antoine se explaya sobre las razones de su actitud y su infelicidad de Antoine, que el joven revela en una serie fragmentada de monólogos. Expone como fue criado por su abuela hasta los 8 años, como fue un niño no deseado , que está en la vida por la atención y deseo de su abuela, como su madre nunca lo quiso y como incluso le robaba a ella, la única persona que le había regalado un libro , que fue requisado por su madre y que , ella , incluso, llegó a vender. 

Otro día, en una de las salidas, y mientras disputa un partido de fútbol, ​​Antoine escapa. Perseguido por uno de sus monitores, corre por el campo hasta el mar, que siempre quiso ver.

Llega a la costa del mar y se topa con ella. La película concluye con un cuadro congelado de Antoine, y la cámara hace un zoom óptico en su rostro, mirando a la cámara. 

La historia de esta película comienza en 1957 cuando, con Roberto Rosellini como padrino de bodas, y François Truffaut casándose civilmente con Madelaine Morgenstern, hija de Ignace Morgenstern, propietario de una importante sociedad de producción, recibe el visto buena para rodar su primer largometraje, Las Cuatro Cents coups, que rueda dos años más tarde. 

El film se convirtió en uno de los títulos más significativos de su filmografía. Planteado en un tono de observación distendida, su argumento está inspirado sólo en parte de la infancia del mismo realizador, que vivió experiencias muy traumáticas hasta que conoció el gran crítico André Bazin, a quien dedicó el film, por despertarle su vocación . 

Sin pretender moralizar, consigue explicitar un entorno mediocre y un discurso esperanzado dentro de la tristeza. 

Con esta película comienza la nouvelle vague, a la que se unieron Jean-Luc Godard y Eric Rohmer, ya inmersos en sus propios proyectos de vanguardia surgidos en plena convulsión intelectual francesa, suscitada por las reacciones políticas y sociales contrarias al modelo extremista del general De Gaulle. 

El protagonismo es asumido por ellos, directores de cine que realizaron sus largometrajes al inicio de la década de los sesenta en Francia provenían de una única escuela: los cineclubs. La mayoría de ellos poseían dos rasgos generales: su pasión incondicional por el séptimo arte y el ejercicio de la crítica cinematográfica. La nouvelle vague fue una tendencia crítica, que pretendió anteponer el "cine de autor" al "cine de qualité" o comercial que se exhibía a principios de los sesenta a los cines franceses.

Truffaut llevó en esta película a plasmar en celuloide sus ideas clave que había expresado en sus artículos para Cahiers du cinéma, la erudita revista de cine editada por André Bazin, que animaba a sus críticos a llevar sus convicciones más allá de la mezcla característica de estética e intereses filosóficos. 

En Las Cuatro Cents Coups está presente el pequeño héroe, Antoine Doinel (Jean-Pierre Léaud),un actor de quince años que implemento magníficamente con el resto del reparto y del equipo. El maestro del cine Henri Decaë rodó la película en localizaciones auténticas de París. Además la película le permitió a Truffaut no alejarse de la historia para transmitir dolorosamente momentos de detalle emocional visible en la escena del parque de atracciones o el incesante travelling mientras corre hacia ninguna parte. Después, el zoom avanza hacia su rostro y capta, congelando la imagen, un retrato de la angustia existencial que quizás constituya el momento aislado más poderoso del cine de la nouvelle vague que convierte a esta película en la más emblemática de esta nueva corriente cinematográfico. 

La película consiguió el Premio al mejor director en el festival de Cannes de 1959, y supuso una verdadera revolución en el panorama general del cine francés y europeo. Truffaut realiza un retrato sentimental de la infancia de Doniel, un chico que demuestra una clara voluntad de independencia y rebeldía en consonancia perfecta con el espíritu y la voluntad creadora del director por medio de un retrato sencillo y humano de la infancia. 

Además Truffaut y Léaud continuaron las aventuras de Antoine Doinel en cuatro películas más como son Antoine y Colette ( L'Amour a los 20 o Love at Twenty) en 1962 ,Baisers volés o Besos robados en 1968, Domicilio doméstico en 1970 y Amor a la fuga o L'Amour en fuite en 1978, cuatro años antes de la temprana muerte de Truffaut). 

La película se rodó en París y Honfleur . En el distrito de París rodó en Avenue Frochot (IX Distrito) , Torre Eiffel, (VII Distrito), Montmartre, (XVIII Distrito), Palais de Chaillot, (XVI Distrito) , Plaza Pigalle, (IX Distrito) al igual que en Rue Fontaine. También se rodó en la Basílica del Sagrado Corazón (París) así como el citada Honfleur en el área de Calvados en concreto en Villers-sur-Mer . Las escenas en el apartamento de los padres de Doinel fueron filmadas en la rue Marcadet . La escena del beso entre la madre y su amante se convierte en Place de Clichy . La fachada de Gaumont-Palace Place Clichy aparece en la película cuando la familia pasará una noche en el cine.

Las escenas con René, se rodaron en Pierre-Fontaine, en Claude Vermorel , y, fuera, la avenida Frochot. La secuencia donde Doinel informa que la máquina de escribir se convierte en rue Hamelin en las instalaciones de la compañía de Ignace Morgenstern , el suegro de Truffaut. También se rodó en el molino de Andé , una propiedad a lo largo del Sena cerca de Saint-Pierre-du-Vauvray . La escena en la que Antoine limpia la cara en una fuente fue filmado en la iglesia de la Trinidad, Place d'Estienne d'Orves, en el 9 º distrito de París . Las escenas exteriores frente a la casa de los padres de Antoine fueron filmadas en Place Gustave-Toudouze, en la intersección de la rue Henry-Monnier y la rue Clauzel . También se rodó en la esquina de la calle Henry Monnier y Notre-Dame-de-Lorette , también en el 9 º distrito de París. 

Un dato interesante es que Truffaut no acepta la dimensión autobiográfica. En 1981, llegó a escribir a Pierre Tchernia, pidiéndole que no mencionara durante una transmisión de televisión que la película podría ser autobiográfica. En 1959, año de lanzamiento de la película, el trabajo ya había causado problemas familiares. 

Veinte años después del lanzamiento de la película, François Truffaut dijo: "En ese momento, esta película ha creado un verdadero drama familiar y hoy [...] siempre temo las consecuencias" La película refleja el estilo de las películas francesas que marcaron a Truffaut, con referencias a Zéro de conduite, de Jean Vigo. 

La filmación comienza el 10 de noviembre de 1958 y finalizó el 5 de enero de 1959 rodada siempre en escenarios reales. 

La película pretende ser , además de un estudio de personajes, una exposición de las injusticias del tratamiento de delincuentes juveniles en Francia en ese momento. 

En los créditos, los autores de la película agradecen a Claude Vermorel , Claire Mafféi , Suzanne Lipinska , Alex Joffe , Fernand Deligny , Claude Véga , Jacques Josse , Annette Wademant , la Escuela Técnica de Fotografía y Cinematografía, Jean-Claude Brialy y Jeanne Moreau (quien hace una breve aparición). 

Los 400 golpes recibió numerosos premios y nominaciones, incluido el Premio del Festival de Cine de Cannes que por cierto fue la película inaugural siendo premiada al Mejor Director, el Premio OCIC. Fue ampliamente aclamada. 

La película también fue nominada para un Premio de la Academia a la Mejor guión en 1960. Vendió en Francia un total de 4.092.970 entradas, por lo que es la película de más éxito de Truffaut en su país de origen. 

El cartel del Festival Internacional de Cine de Venecia de 2014 rindió homenaje a la película, ya que presentaba el personaje de Antoine Doinel interpretado por Jean-Pierre Léaud. 

Consiguió el Premio al Mejor Cine Europeo en los Premios Bodil de 1960. En el New York Film Festival fiue premiada al Mejor film extranjero y el Círculo de Críticos de Nueva York también premió a la Mejor película extranjera. 

En los Premios BAFTA consiguió dos nominaciones incluyendo a Mejor película. Fue premiada con el Gran Premio del festival de cine belga, el llamado Fémina, el Laurel de David Selznick, así como el Premio en el Festival de Acapulco. También ganó el Premio Joseph Burstyn a la mejor película de habla no inglesa y el Premio Méliès 1959 . Tuvo una taquilla de $ 30.7 millones . 

Los 400 golpes está ampliamente considerada como una de las mejores películas francesas en la historia del cine; en la encuesta de críticos de 2012 de Sight & Sound sobre las mejores películas de todos los tiempos, se clasificó en el puesto 39. 

Para Roger Ebert en rogerebert.com considera que "'The 400 Blows', con toda su simplicidad y sentimiento, pertenece a una categoría propia (...) Pocas cosas de la película están hechas por puro efecto (...) Hay momentos divertidos y alegres (…) " 

Bosley Crowther en The New York Times pensaba que "De manera brillante e impactante revela la explosión de un talento creativo original en el ámbito directoral (...) Una pequeña obra maestra." 

Dave Kehr en Chicago Reader habla de que "Distinguida por su intensidad de sentimientos y el uso despreocupado del plano panorámico, la película está entre las mejores de Truffaut." 

Eric Henderson en Slant señalaba que "La batalla interior de Truffaut entre la nostalgia y la anarquía es cautivadora (...) La vitalidad de '400 Blows' (...) viene de la simbiosis entre la vida real y la cinematográfica (…)" 

En el Reino Unido Peter Bradshaw en The Guardian defiende que "El aspecto de la película es excelente y el rostro sincero y desgarrador de Antoine es como el París monocromático de Truffaut: bonito, duro, inocente y terrenal (...) Hay muchos grandes momentos (…) " 

Nick Dawson en Empire sostiene que es "Vibrante, visualmente estimulante y emocionalmente relevante (…) " Para esta revista la película ocupó el puesto número 29 en la lista de la revista de Las 100 mejores películas del cine mundial en 2010. 

Jason Korsner en la BBC considera que es "Un hito del cine moderno (...) El propio Truffaut, en su primer largometraje, muestra la habilidad directoral que le convertiría en un autor tan influyente (…) " 

Y en Telegraph Sukhdev Sandhu afirma que "'The 400 Blows' resulta tan maravillosa hoy como cuando se estrenó (...) En la historia del cine, no ha habido una colaboración entre un director y un actor (...) tan intensa o interesante (…) " 

En Time Out se afirma que es "Una de las experiencias de mayor goce que podrás tener en el cine (...) No sorprende que la película no envejezca: él escribió sobre lo que todos sabemos." 

En España se vio por primera vez en Valladolid en la V Semana Internacional de Cine Religioso y de Valores Humanos - hoy Seminci- Javier Pérez Pellón, el 20 de abril de 1960, publicaba en El Norte de Castilla, lo siguiente: "La historia que aquí se cuenta, por su cruel veracidad, por la amargura de su humana lección y por su sinceridad interpretativa, ha emocionado a cuantos públicos de las más diversas mentalidades la han contemplado. Desde Francia hasta Hollywood y Acapulco. Los 400 golpes han calado con el impacto de su fuerza en el corazón de los hombres. La parca y justa expresión de sus imágenes, la veracidad de sus escenarios, el claroscuro de su fotografía, delata en Los 400 golpes un antecedente: Rosellini. François Truffaut, así lo ha declarado y siente gran admiración por el realizador italiano, al que considera su maestro en el arte de la narración cinematográfica. Pero su obra no es un plagio, sino lección bien aprendida de un profesor exigente. 

Si de valores humanos se trata, Los 400 golpes están repletos de ellos. Sacados de una moderna picaresca, estos héroes amargados y precoces son los indicios de que la responsabilidad moral de una sociedad se resquebraja: unos héroes que nos acusan a todos y cada uno de nosotros. Emotiva y estremecedora historia. Verídica representación de una auténtica realidad, es Los 400 golpes una película muy poco común, llena de excelentes calidades éticas, plasmadas en imágenes, con una rara y sabia visión cinematográfica. "

Y finaliza escribiendo "La personalidad de Truffaut se hace notar en cada plano. Justo y medido, con un cartesiano sentido de la excactitud. Si a esto añadimos la sorprendente interpretación de Jean-Pierre Leaud, en su papel de Antoine, nos encontramos con un film difícilmente superable en su conjuto y en sus partes. Son estos los films que justifican el CINE en toda su arrolladora fuerza de creación y de arte, films que, por desgracia, son muy escasos en nuestras pantallas, tan plagadas de historias anodinas. Es pronto para vaticinar, pero no dudamos que Los 400 golpes merece un primer premio de Valores Humanos, pues estos están patentes en todo momento en esa sorprendente película francesa". "

Miguel Ángel Palomo en El País comenta que "Asomarse a 'Los 400 golpes' implica, en cierto modo, redescubrir el cine. (...) película mágica que es tanto un grito de rebeldía como un soplo de vida."

En FilmAffinity destaca lo que dijeron conocidos directores en su día de la ópera prima de Truffaut: Luis Buñuel: "Adoro 'Los 400 golpes'"; Robert Rossen: "Un film fantástico"; M.G. Clouzot: "El film con más sensibilidad que he visto desde el final de la guerra"; Carl Dreyer: "Adoro 'Los 400 golpes'"; Godard: "Con 'Los 400 golpes' Truffaut entra en el cine moderno". 

Kurosawa lo calificó como "una de las películas más hermosas que he visto". También fue aplaudida por Woody Allen, Satyajit Ray, Jean Cocteau, Richard Lester y Norman Jewison citaron a Los 400 golpes como una de sus películas favoritas. 

En México Leonardo García Tsao en La Jornada asevera que la "Demoledora ópera prima (...) una de las visiones más honestas y descarnadas sobre la adolescencia inconforme." 

Según Jean-Pierre Mocky, el travelling al final de la película que muestra corriendo a Antoine Doinel está inspirado en Rashōmon, de Akira Kurosawa, que había visto con François Truffaut y Claude Chabrol en el cine y que les había marcado fuertemente. 

Para acabar señalaré que Bazin apoyaba los filmes que mostraban lo que él veía como "realidad objetiva" (como documentales y filmes de la escuela del neorealismo italiano) y a los directores que se hacían "invisibles" (como Howard Hawks). También defendía el uso de foco en profundidad (Orson Welles), planos abiertos (Jean Renoir) y tomas en profundidad, y prefería lo que él llamaba "continuidad verdadera" a través de la puesta en escena sobre los experimentos en edición y efectos visuales. 

Su opinión era opuesta a la teórica cinematográfica en los años 1920 y los años 1930, la cual se enfocaba en cómo el cine puede manipular la realidad. Bazin creía que una película debía representar la visión personal del director. 

Esta idea fue de gran importancia para el desarrollo de la teoría de "auteur", la cual se originó en un artículo de François Truffaut en Cahiers du Cinéma. Bazin también era un seguidor de la "crítica apreciativa", en la cual los críticos solo pueden escribir acerca de las películas que les gustaron y así promover la crítica constructiva. 

Lo que realmente me ha gustado en ella, todo o casi todo, es el deseo de director de llevar a la pantalla las desgracias, los golpes, que se reciben en la vida , especialmente de pequeño;  cuando eres un hijo poco querido, cuando el que hace de tu padre, no es tu padre; cuando tu  madre no te arropa como madre ; cuando la educación es atendida por sus abuelos maternos hasta los diez años, porque no actúas como padre;  cuando uno tiene una infancia desgarrada y fantasiosa; cuando uno es un mal alumno y se refugia en la literatura o en el cine, o cuando uno sobrevivir ya que lo de alrededor te abruma; cuando trabajar para sobrevivir con pequeños trabajos,  que no te sacan de la pobreza, o te  condenan eternamente a ella; o cuando te recluyen en un correccional como le pasó a Truffaut en Villejuif, pero en el que uno tiene la fortuna de que tu vocación  es descubierta por otros, y uno de esos otros, te avala, da la cara por ti ,  te protege . Todo eso le ocurrió a Truffaut y ese otro fue André Bazin. Como no le iba a dedicar su primera y monumental película. Pensaría "va por ti , maestro ( y padre, y madre, y protector,...) Bazin".