Julian Schnabel es un artista integral. Un hombre inquieto capaz de enfrentarse a todas las artes y hacerlo bien. Este artista, reflejo del carácter todoterreno de su concepción artística, se dio a conocer para mi en su vertiente de cineasta, aunque su recorrido profesional ya lo había llevado a otros campos. De hecho comenzó en otros campos. Sin embargo, yo lo conocí cuando presentó su filme Antes que anochezca , una película que dirigida y que estaba protagonizada por Javier Bardem. Esto en sí no era una noticia, pero sí lo fue que el actor español obtuvo una nominación al Premio Oscar al mejor actor por su interpretación del , para entonces casi desconocido para mi escritor y poeta cubano , Reinaldo Arenas.
Desde ese momento conocí a dos artistas. Por un lado, Julian Schnabel y por otro, Reinaldo Arenas. El primero norteamericano y el segundo cubano, aunque fallecido en el exilio dada su condición de poeta homosexual y crítico con el régimen que lo perseguía por su condición por lo que acabó malviviendo en Nueva York como un pobre "marielito".
Es cuarto al artista plástico y , ocasionalmente, cineasta, Julian Schabel, al que gusta de vez en cuento en vestir en pareo, señalar que es natural de Nueva York, pero que se dio a conocer antes como pintor que como director de cine. Como artista plástico se dio a conocer con un tipo de obras que se conocen como plate paintings ("pinturas con platos", en español), que fustan más o menos y que se integran dentro de lo que se ha venido en llamar movimiento Bad Painting (pintura mala), una de las corrientes del neoexpresionismo. Su obra se exhibe en muchos de los principales museos del mundo.
Pero Schnabel no se ha limitado a la pintura sino que ha dirigido y escrito tres películas - Basquiat (1996), Antes que anochezca (2000) y La escafandra y la mariposa (2007) - que han sido merecedoras de ser premiadas en Cannes como mejor director y a ser condecorado o nominado en los Globos de Oro, en los BAFTA, en los César y en el Festival Internacional de Cine de Venecia. Especialmente esa última película, una adaptación de las memorias del francés Jean-Dominique Bauby, La escafandra y la mariposa , escrita por el francés valiéndose únicamente de su capacidad para parpadear el ojo izquierdo, que lo llevó a ganar el premio como Mejor Director en el Festival de Cannes, el Globo de Oro y el Spirit Award por la misma categoría, y una nominación al Oscar , además de reconocimientos en Berlín (2007) .
No hace mucho estrenó Van Gogh, a las puertas de la eternidad, una película por la que Schnabel conectaba de nuevo con el mundo de las artes plásticas y con Willem Dafoe como el artista holandés. “El hecho de que yo mismo sea pintor es algo que probablemente conlleva que mi enfoque sea diferente. Es un tema muy personal. Es algo en lo que he estado reflexionando toda la vida”, asegura.
Sin embargo, la película que nos ha traído hasta aquí ha sido Antes que anochezca (2000), una adaptación de la novela autobiográfica de Reinaldo Arenas, que también produjo, y por la que ganó el Premio Especial del Jurado del Festival de Venecia con su biopic sobre el poeta cubano Reinaldo Arenas.
En este caso Julian Schnabel aparece en la dirección quedando en la producción Jon Kilik aunque la productora titular es Fine Line Features junto a Grandview Pictures Production .
La obra sigue el guión escrito por Cunningham O'Keefe, Lázaro Gómez Carriles, Julian Schnabel, partiendo siempre de la obra autobiográfica de Reynaldo Arenas
basada en su obra Antes que anochezca .
La música es de Carter Burwell , mientras que la fotografía fue tomada por Xavier Pérez Grobet y Guillermo Rosas quedando el montaje como responsabilidad de Michael Berenbaum
El reparto está integrado por Javier Bardem como Reinaldo Arenas, Johnny Depp como Bon Bon / Teniente Víctor, Olivier Martinez como Lázaro Gómez Carriles, Andrea Di Stefano como Pepe Malas, Santiago Magill como Tomás Diego, John Ortiz como Juan Abreu,
Héctor Babenco como Virgilio Piñera, Manuel González como José Lezama Lima, Francisco Gattorno como Jorge Camacho, Marisol Padilla Sánchez como Margarita Camacho, Michael Wincott como Herberto Zorilla Ochoa, Sean Penn como Cuco Sánchez, Najwa Nimri como Fina Zorilla Ochoa, Diego Luna como Carlos, Cy y Olmo Schnabel como los compañeros de curso de Reinaldo, Vito Maria Schnabel como Reinaldo adolescente, Lola Schnabel como la chica de las llaves, Stella Schnabel como Valeria, Jack y Esther G. Schnabel como el Sr. y la Sra. Greenberg, Olatz López Garmendia como la Srta. Arenas - que es la esposa del director , además de actriz y modelo vasca. así como Hedan Hewe y Jerzy Skolimowski.
La película se inicia con ciertos toques del realismo mágico que nos lleva desde el nacimiento del escritor en Aguas Claras, en Cuba un mes de julio de 1943 hasta su fallecimiento en un apartamento de Manhattan , Nueva York, en diciembre de 1990.
La película se inicia con ciertos toques del realismo mágico que nos lleva desde el nacimiento del escritor en Aguas Claras, en Cuba un mes de julio de 1943 hasta su fallecimiento en un apartamento de Manhattan , Nueva York, en diciembre de 1990.
Vemos como el escritor nos relata su nacimiento en el campo, en el Orinte de la isla y como el se ve metido en un inmenso hoyo en mitad de su pueblo, pero en el que vive aislado. Nos relata su infancia con una madre que vive sin su padre, en una granja en mitad del campo en la que la figura - y la autoridad - de su abuela lo preside todo.
Nos relata el encuentro, su único encuentro con su padre, mientras su madre le insulta desde el otro lado del río, su interés en el cuerpo de los jóvenes desnudos que se bañan en el río, hasta su viveza en la escuela que lleva a la maestra a acercarse a la casa del abuelo para decirle que su nieto tiene la virtud y el don de la palabra escrita, del relato. Su abuelo , tras comprobar que el chico escribe sobre la corteza de los árboles, sobre el suelo o en cualquier lugar donde la escritura sea posible, toma la determinación de salir de la localidad campestre para dirigirse a Holguín, una pequeño pueblo de "200.000 habitantes" como el describe.
Allí conoce el sexo femenino, previo pago, instado por su amigo Carlos ( un jovencísimo Diego Luna ) pero también como el adolescente se acerca al espíritu revolucionario que lucha contra la dictadura de Batista. Al principio se entrega a ella, y tras el triunfo , participa en clases de formación en Ingeniería alimentaria, clases impartidos por profesorado soviético, pero es una época en la que parece tener dudas sobre su identidad , pero cuando la tiene , aprecia la animadversión que el régimen siente hacia los homosexuales se refugia en su escritura, en su trabajo posterior en una Biblioteca y en su amigos escritores y de su misma condición sexual. Colaboró con la revolución cubana, hasta que, debido a la exclusión a que fue sometido, optó por la disidencia dada la aversión de un régimen hacia los intelectuales no sumisos y dada su orientación sexual.
Su presencia pública e intelectual le granjeó marcadas antipatías en las más altas instancias del Estado, tanto por las limitaciones en la libertad de pensamiento como por su homosexualidad.
Vemos como Reinaldo Arenas participa en el concurso de narrativa organizado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en donde José Lezama Lima (Manuel González) es uno de los miembros del Jurado. Y consigue un segundo premio que le permite publicar un libro en Cuba, su primero y único: Celestino antes del alba, que agotó su primera edición en una semana y no pudo reeditarse.
Tras la impresión de esta historia en 1967, Arenas fue considerado transgresor para el régimen revolucionario. Lo que pasó con él durante los años siguientes, es una historia de persecución y censura; de cárceles y campos de concentración, su único delito: ser homosexual y ser escritor.
Y esto lo añado yo ya que con esta primera novela inicia una pentagonía sobre la revolución que continúa con El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar, El asalto y El color del verano, novelas en las que expresa su inicial entusiasmo y posterior desengaño, especialmente en Otra vez el mar, hasta concluir en una parodia grotesca, carnavalesca y festiva de la misma en El color del verano, ambientada en 1999, durante los festejos por los cincuenta años del triunfo de la Revolución.
Por esa doble condición de crítico y homosexual sufre el ostracismo cultural y sectarismo propio del régimen de la Cuba de Castro.
Vemos su interés por leer , salir con sus amigos, hablar de literatura con otros poetas como Virgilio Piñera ( Héctor Babenco ) o José Lezama Lima ( Manuel González) , - éste pone a su disposición su amplia biblioteca- divertirse con otros chicos, militares del régimen incluidos, como no deja de sentirse un guajiro, pero también como se ve repudiado e incluso encarcelado acusado de un delito contra la moral.
Tras un primer encarcelamiento acusado de abuso sexual infantil, logra escapar, aunque será detenido nuevamente y el sospecha que acusado por una persona de su círculo.
El paso por el Penal del Morro es muy duro. Fue encarcelado en condiciones muy duras, llegando a admitir lo inconfesable y a renegar de sí mismo. Esto estancia entre los muros de la prisión de El Morro (entre 1974 y 1976), le va a llegar hondo.
Durante la misma escribe su autobiografía, que logra sacar en penosas circunstancias con la ayuda de un preso travestido , Bon Bon (Johnny Depp) y que será publicada en Francia tras ser sacada del país con el título de Antes que anochezca.
Durante los años setenta, intentó en varias ocasiones escapar de la opresión política, pero falló. Vemos ese intento que hace desde la casa de una amiga, una pintora que apuesta por escapar en globo aprovechando el acceso desde su casa a un convento abandonado , el de Santa Clara.
Pero no lo consigue. Finalmente en 1980 sale del país cuando Fidel Castro autorizó un éxodo masivo de disidentes y otras personas consideradas indeseables a través del Mariel.
Por la prohibición que pesaba sobre su trabajo, Arenas no tenía autorización para salir, pero logró hacerlo cambiando su primer apellido por Arinas siendo uno de los 125 mil cubanos que salen de su país.
Desplegó desde este momento su talento aunque muy condicionado por su resentimiento político ante el régimen castrista, y con un exilio nunca aceptado de Nueva York por el conservadurismo y la homofobia de los cubanos exiliados ligados al Partido Republicano en Florida, una profunda visión intelectual de la existencia enmarcada entre la expresión poética más hermosa y la más amarga derrota del desencanto. Lo cierto es que al salir de Cuba durante el éxodo del Mariel, Arenas se instaló en Miami poco más de tres meses.
Fue entonces que, en agosto de 1980, recibió una invitación para asistir al Segundo Encuentro de Intelectuales Cubanos Disidentes en la Universidad de Columbia. Al parecer la ciudad lo fascinó al punto de trocar una visita breve en el lugar que viviría el resto de su vida. Escribió "El desterrado es ese tipo de persona que ha perdido a su amante y busca en cada rostro nuevo el rostro querido y, siempre autoengañándose, piensa que lo ha encontrado. Ese rostro pensé hallarlo en Nueva York, cuando llegué aquí en 1980; la ciudad me envolvió. Pensé que había llegado a una Habana en todo su esplendor, con grandes aceras, con fabulosos teatros, con un sistema de transporte que funcionaba a las mil maravillas, con gente de todo tipo, con la mentalidad de un pueblo que vivía en la calle, que hablaba todos los idiomas; no me sentí un extranjero al llegar a Nueva York".
Poco después lo vemos decir ante una cámara para un documental : “Mi nombre es Reinaldo Arenas, soy un escritor cubano exiliado. Vivo en Nueva York, donde me dedico a escribir y a sobrevivir. Soy una persona disidente en todos los sentidos, como aquí se dice, porque no soy religioso, soy homosexual y a la vez soy anticastrista, es decir creo que reúno todas las condiciones para que nunca se me publique un libro y para vivir al margen de toda sociedad en cualquier lugar del mundo”.
Estableció su residencia en Nueva York, donde vive amargado junto a otro exiliado que trabaja como portero de un bloque que también será escritor. Hablamos de Lázaro Gómez Carriles (Olivier Martinez ) .
Allí en la Gran Manzana que cada vez le gustaba menos, que la siente más hostil y de la que dice "Manhattan es una de las pocas ciudades del mundo donde resulta imposible arraigarse a un recuerdo o tener un pasado. En un sitio donde todo está en constante derrumbe y remodelación, ¿qué se puede recordar?".
En 1987 le fue diagnosticado el virus del sida. Es dado de alta en muy malas condiciones, pero regresó al apartamento con pocas intenciones de seguir viviendo. Aunque una vez recuperado de la pulmonía y al interior de su departamento se “arrastró” ante una foto de su amigo, colega y compatriota Virgilio Piñera, a quien le pidió, como si le rezara a la imagen de un santo —según lo escrito por Arenas en el prólogo de su autobiografía Antes que Anochezca— “tres años más de vida para terminar mi obra, que es mi venganza contra casi todo el género humano”.
El 7 de diciembre de 1990, Arenas se suicidó. Cuando la policía de Nueva York ingresó a su departamento durante la noche del 7 de diciembre de 1990 —hace 28 años— descubrieron el cuerpo del escritor junto a los restos de un cóctel mortal: un vaso de whiskey a medio tomar y un frasco de tranquilizantes vacío. Encontraron también una carta de despedida donde Arenas culpaba a Fidel Castro de su soledad, del destierro y de la enfermedad que lo orilló al suicidio. La nota firmada por Arenas tenía un posdata: “Para ser publicada”. Era una carta a sus amigos , una sentida carta de despedida, en la que culpaba a Fidel Castro de todos los sufrimientos que padeció en el exilio. Es el retrato de un hombre cuyo afán de libertad artística, política y sexual desafió la pobreza, la censura, la persecución, el exilio y la muerte.
La película fue rodada entre México y Nueva York a lo largo de tres meses de intenso trabajado, 18 horas al día todos los días de la semana. El Gobierno cubano no dio el permiso para rodar en el escenario natural. Algunas escenas fueron filmadas en el interior del semi derruido templo jesuita "San Francisco Javier", en el Puerto de Veracruz, así como en Mérida, San Francisco de Campeche y Progreso en el estado de Yucatán, México.
El director Schnabel consideró su película como un ejemplo de filme "plurilingüe" (o "todo revuelto"), hablado en inglés pero en el que se intercalan largas parrafadas de Arenas-Bardem en español y algunas frases en francés. "Mi mujer es vasca, y habla cinco idiomas; su padre era antifascista, y vivieron 10 años en el exilio en Francia", dice Schnabel; "mis hijos hablan inglés y español". En la película, el uso del inglés en las conversaciones entre campesinos cubanos, por ejemplo, no resulta de todo convincente. Esto declaró tras presentar su película en Venecia . Sobre el escritor declaró que "Arenas cumplía dos de los tres requisitos, (para salir del país )lo único que no tenía era trastornos mentales", comentó Schnabel.
El actor Juan Antonio Bardem , que no era en principio la primera opción para el director neoyorkino, declaró a El País en una entrevista " "No es anticastrista, es simplemente la historia de Reinaldo Arenas, un hombre que se vio privado de su libertad por ser escritor y ser homosexual, y da la casualidad que ocurre en Cuba, como podría ocurrir en otro sitio, bajo un régimen dictatorial". "La película ha representado para mí un peso brutal. Al personaje lo tenía siempre encima", dice. "Cuando Julian me lo ofreció dije que no, tenía mis razones políticas para no querer hacerlo. Pero luego me acerqué a la obra de Reinaldo y me pareció admirable cómo hacía arte de su sacrificio y de su tortura. Me fui a La Habana, que yo no conocía, y allí hablé con gente; entonces me di cuenta de que, en aquella época, en ese país ocurrió eso, y además le ocurrió a mucha gente. Es un capítulo cerrado. Entonces me quedé con ganas de interpretar el personaje, de tener el honor de presentar al gran público a este personaje; por eso la película se hace en inglés, para que llegue al gran público. Aun así, tenía mis reservas, porque Arenas es cubano y yo soy español, y los cubanos hablan con una cadencia especial, hablarlo es muy jodido. Y luego no me sentía capaz de hacerlo, porque es toda la vida de una persona, y dije que no. Pero Schnabel insistió e insistió, hasta que, de pronto, me tiré a la piscina y dije que sí".
Sobre el director dijo "Schnabel es muy raro, pero no es tonto, y él me decía que el personaje me cambiaría la vida. Se refería a la vida personal, en la profesional no sé si cambiará, sólo pido que la película guste y que se entienda. Pero en lo personal ha cambiado mi manera de ver las cosas completamente. Me ha acercado mucho a Cuba. Sólo queremos dar a conocer a un hombre cuya obra es magnífica y reconocida por muchos".
La película que se estrenó en España el 16 de marzo de 2001, obtuvo algunos premios. Lo más conocido para todos nosotros fue la nominación al Oscar como Mejor actor para Javier Bardem. El actor señaló que afrontaba la candidatura al premio de la Academia de Hollywood 'con escepticismo'. 'Es gracioso, anecdótico, bonito y hasta un orgullo ser candidato al Oscar, pero oculta lo importante: el resto del cartel, Reinaldo Arenas, la película...', señaló al tiempo que atribuyó a la prensa la enorme resonancia de la candidatura. 'Mentiría', abundó Bardem, 'si dijera que no me interesa. Naturalmente que me puse contento al recibir la noticia. Y sé que sirve para estar en el escaparate. Sin embargo, me preocupa que desplace a la película, a la historia de Reinaldo Arenas'. Bardem dijo: 'No considero justo tener que competir con gente a la que admiro (competía con Tom Hanks, Rusell Crowe, Ed Harris y Geoffrey Rush), y de la que aprendo'. 'Lo ideal', aventuró, 'sería que todos hubiéramos interpretado a Reinaldo Arenas dirigidos por el mismo cineasta. Entonces, podría compararse nuestro trabajo. Pero, al equiparar a un gladiador con un náufrago y un poeta cubano, ¿quién puede decir cuál es el mejor?'.Bardem confesó haber dudado antes de aceptar participar en el filme precisamente porque no veía claro el enfoque político, pero añadió que le convenció del todo la lectura de la obra de Arenas. 'Al fin y al cabo, la película está basada en su libro', precisó. 'Lo que me ayudó a hacerla', apuntó Bardem, 'fue darme cuenta de que lo que le pasó a Arenas es condenable en Cuba, en España y en Singapur. No se puede meter a un homosexual en la cárcel por el sencillo hecho de serlo'. Por cierto, ganó Rusell Crowe. Schnabel y Bardem negaron a una que Antes que anochezca -película inspirada en el libro homónimo de Reinaldo Arenas publicado en España por Tusquets- sea un filme políticamente tendencioso al presentar una Cuba represora y a Estados Unidos como el paradigma de la libertad. 'Yo no soy un político, simplemente he hecho una película', lanzó Schnabel.
Igualmente su actuación fue nominada al Globo de Oro. Recibió dos premios National Board of Review: a la Libertad de expresión, y al mejor actor (Javier Bardem) En el Festival de Venecia se llevó el Premio Especial del Jurado, al mejor actor (Javier Bardem). Para la American Film Institute (AFI) se incluyó en el Top 10 - Mejores películas del año
El Círculo de Críticos de Nueva York nominó a Javier Bardem a Mejor actor, al igual que hizo la Asociación de Críticos de Los Angeles y la de Chicago.
En los Premios Independent Spirit el premio fue al Mejor actor (Javier Bardem), aunque obtuvo cuatro nominaciones
En cuanto a los críticos en Estados Unidos las valoraciones fueron positivas. Roger Ebert en rogerebert.com afirma que la película es "Un lienzo rico en secuencias oníricas, recuerdos fragmentados de la infancia y el mundo marginal cubano que habitaba Arenas (...) "
Otro crítico de la prensa de Chicago Jonathan Rosenbaum en las páginas del Chicago Reader sostiene que "A nivel visual es menos original que su predecesora y la precisión de su retrato es cuestionable (...) A nivel cinematográfico es una película impresionante"
Stephen Holden en el The New York Times señala que la película "Deambula de forma etérea alrededor de su sujeto, evocando fragmentos de su conciencia en flashes brillantes e inconexos (...) No diviniza a Arenas ni es políticamente estridente"
Para David Rooney en Variety se trata de "Un retrato denso y emocionalmente satisfactorio de un hombre, una época y un lugar, que al mismo tiempo defiende de forma emotiva a los individuos marginados y el derecho básico a la libertad"
Scott Tobias de la AV Club considera que la película tiene "Una mirada ambiciosa pero emocionalmente difusa al poeta y novelista cubano Reinaldo Arenas"
Desde Rolling Stone Peter Travers valora el trabajo del actor madrileño al decir que "Bardem es su punto fuerte (...) Explota en la pantalla con una actuación soberbia que es de las mejores del año (...) Bardem y Schnabel han creado algo extraordinario."
En el Reino Unido Peter Bradshaw del The Guardian destaca que "Arenas nunca aparece pensando, escribiendo o hablando sobre sus experiencias, aun siendo un prisionero político (...) Una actuación estupenda de Bardem"
Angie Errigo de Empire considera que la película es "Excelente: poética, emotiva y alentadora. El maravilloso trabajo de Bardem -humorístico, ardiente, noble- debería haber ganado el Oscar (...)"
Ya en España Fernando Morales desde las páginas de El País describe el filme como "Atractivo drama biográfico (...) Bardem bordó su trabajo"
En este mismo diario Angel Fernández Santos escribió " Es un filme lleno de altibajos, con momentos pobres y destellos brillantes, hecho con estampas plásticamente bien compuestas, pero con ritmo cinematográfico interior no bien vertebrado. Sin embargo, la pantalla se sostiene, y a ráfagas conmueve, gracias a su reparto, en el que Javier Bardem guarda una interpretación eminente de la compleja figura de Arenas". Y añadió "Before night falls su oficio ya pisa un territorio más firme y desaparece la impresión de que la cámara está donde está porque sí,... crea en el espectador la convicción de que este encuadre no puede ser otro distinto del que es. Y ahí hay indicios básicos de profesionalidad." "Schnabel se cubre las espaldas cuando llega el momento de filmar una escena dramáticamente compleja y difícil de resolver con la gramática cinematográfica. Y acude a los virados más artificiosos, a ejercicios arbitrarios de montaje, a repentinas músicas destinadas conscientemente o no al ocultamiento y la distracción, a distorsiones de color y de encuadre que tienen por objeto, conscientemente o no, encubrir el vacío de verdadera osamenta de cine que se oculta bajo la piel de una secuencia tan marrullera. Da la impresión de que Schnabel ha aprendido a usar, antes que las leyes del oficio de cineasta, las formas de violar estas leyes, de manera que al mismo tiempo que de sabiduría en filmar se ha hecho experto en las astucias del mal filmar disfrazado de bueno" Y termina diciendo "contundente autoridad que Javier Bardem impone en la pantalla. Su trabajo de creación en carne viva del calvario que fue la vida de Reinaldo Arenas es conmovedor y muy complejo, porque está situado en la línea fronteriza entre lo desbordado y lo contenido -cosa que da idea de que nos encontramos ante un actor fuera de norma-, de los que afrontan la línea de mayor resistencia, excepcional". La película, dice el crítico de cine , que " se la resuelven a Schnabel una excelente maquinaria de producción y el buen reparto" en el que participan actores de renombre como Johnny Depp o Sean Penn, directores que retornan a su faceta de actor como Héctor Babenco o la misma familia de Schnabel que asume diversos roles.
En España fue otro escritor cubano ya fallecido Cabrera Infante quien confirmó al diario El País la muerte de Reynaldo y declaró que "Era un hombre muy valiente". Fue , según Cabrera Infante, uno de los pocos que se atrevieron a manifestarse anticastristas desde dentro de la isla, y luego, en el exilio, "fue muy audible".
Otro integrante del mundo del cine, cubano en parte como él, Néstor Almendros, escribió que no sólo "el más grande entre todos los intelectuales surgidos en Cuba con el nuevo régimen de Castro", sino uno de los más valientes: se opuso a Castro en el interior, y ,luego, en el exilio, no pactó con una intelligentsia que miraba mal a los disidentes cubanos". Y añade que "Arenas se atrevió a lo insólito: desafiar a las autoridades culturales de la isla enviando, sin consulta, nuevos manuscritos al extranjero. Esta insolencia acabaría costándole la cárcel. " Y concluye diciendo el Oscar a la mejor fotografía en los años setenta que "Arenas fundó y animó revistas disidentes, escribió cientos de artículos, organizó manifestaciones callejeras, participó en congresos incansablemente en varios países y sobre todo fue autor de la idea genial de exigir un plebiscito en la isla, para el que se recogieron más de 200 firmas de figuras de estatura internacional. Con la campaña del plebiscito, el castrismo quedó herido de muerte, finalmente descalificado ante la misma intelligentsia que antes lo ensalzó".
Por último, Guillermo Cabrera Infante publicó un extenso artículo en El País titulado La breve vida infeliz de Reynaldo Arenas, sobre la película tras su estreno en el 57 Festival de Venecia que reproduzco en su totalidad dada la prosa del escritor cubano que nos dice lo siguiente :
" Reynaldo (como le gustaba que escribieran su nombre y al acortarlo la amistad lo convertía en rey) empezó como un revolucionario y terminó como lo que siempre fue, un rebelde con varias causas. Antes que anochezca: "Tres pasiones rigieron la vida y la muerte de Reynaldo Arenas: la literatura no como juego, sino como fuego que consume; el sexo pasivo y la política activa". Pero no era suficiente. Seguí: "De las tres, la pasión dominante era, es evidente, el sexo. No sólo en su vida sino en su obra". Su vida sexual comenzó comiendo tierra, que ya Freud señalaba como una actividad sustitutiva del sexo por la coprofagia. Por supuesto Freud no podía saber que la pobreza, además del sexo, condenaba al niño Rey a comer tierra. Pero el adolescente subía a veces del suelo de tierra roja a los verdes árboles, donde era un rey aéreo por unas horas en su trono vegetal.
Reynaldo Arenas había nacido en Aguas Claras, no lejos de Gibara donde nací. Aguas Claras había sido una última estación del tren Gibara-Holguín en los años treinta. Pero cuando nació Arenas, que por su apellido podía haber comido arena, en las playas de Gibara, la parada del tren que venía de la costa había desaparecido, no llevada por el viento de la pobreza, sino por el huracán de la miseria. Sus futuras biografías dijeron luego que había nacido en Holguín.
Aguas Claras era una aldea graciosa que pasaba rauda por las ventanillas del tren, pero Holguín era un pueblo sin gracia que quería ser una ciudad espléndida. Pero más espléndido fue Reynaldo por un tiempo. Bajando de los árboles, apenas aprendió a escribir, tatuaba poemas con un cuchillo en el tronco de cada árbol. Un bolero temprano parece describir esta acción: "En el tronco de un árbol una niña / grabó su nombre henchida de placer. / Y el árbol / conmovido allá en su seno / a la niña una flor dejó caer".
Ya Reynaldo era mirado por su abuelo como un niño raro, que grababa en el tronco de un árbol su nombre a medias. El abuelo, poseído de un furor extraño, cortaba con un hacha los troncos. Pero Reynaldo proseguía (perseguía la poesía de los nombres) su tarea de tallar Rey en los árboles. Todo lo que cuenta Arenas en su primer libro, su primera novela, Celestino antes del alba, que le ganó muy temprano un segundo premio literario cuando ya era evidente que debía ser el primero de la casta de los escritores Castrados.
Arenas encontró otros árboles, otros libros para esconder sus poemas en prosa y escribió otra novela, El mundo alucinante. Si en Celestino se poblaba de hachas el relato, en El mundo proliferaban, alucinantes o no, las cadenas. Con esta segunda novela ganó un primer premio -en el extranjero y en un extranjero en su tierra se convirtió su autor-.
Por haber enviado un manuscrito al exterior sin permiso de su tiránico abuelo, que había trocado las hachas por ojos ubicuos, fue condenado a padecer en su tierra, que ya no era la de Aguas Claras de la que comió, sino de La Habana, condena capital, donde se distinguió por dos condiciones humanas que el régimen, dueño de los árboles y las cadenas, escribía su nombre con hachas. Pero Reynaldo se hizo claro en lo oscuro entre los cuentos de las callejas habaneras: fue un homosexual evidente y un escritor vidente allí donde el autor veía oscuro por espejo claro. Y Reynaldo se convirtió en la loca epónima, como dos generaciones antes lo había sido Virgilio Piñera, maestro y mentor. Pero si Virgilio era contenido y sobrio (excepto cuando fumaba su cigarrillo perenne: entonces Marlene Dietrich se apoderaba de sus gestos, de su humor y de su humo) Reynaldo era expansivo y barroco de maneras cuando Virgilio nunca padeció del barroquismo lírico que Góngora contagiaba a Lezama. Virgilio era la facilidad cuando Lezama opinaba con Mallarmé que "sólo lo difícil valía la pena". La dificultad de vivir bajo un régimen totalitario le valió a Reynaldo una pena de cárcel: sólo le ganó Virgilio en la cárcel por un día y el desprecio oficial toda su vida.
Pero Virgilio nunca tuvo la franqueza oral (en todos los sentidos) de su discípulo díscolo. Las memorias de Arenas hechas cine ahora por Julian Schnabel (pintor que se convirtió en director de cine importante con su Basquiat, biografía última / íntima del pintor haitiano de Nueva York, artista del graffito -en italiano quiere decir rasguño- que abrió una gran herida en las paredes y en su vida) son de una escritura lacerante en la carne cruda entre indecente / inocente. Como su vida. Basquiat, por ser la vida de un artista visual, encubre no la obscenidad marcada en las paredes, sino la biografía casi divina de un artista adolescente que lo único de que adolece es una vida descrita más que escrita: exactamente la vida de Arenas.
En el libro de Arenas no sólo es obsceno el relato, sino la propia vida que la obscenidad le ha obligado a asumir: una vieja sociedad presentada como el único futuro posible le condenaba a ser un hombre nuevo. No a la medida de muy macho que preconizaba su autor, el súcubo siniestro del totalitarismo, sino de una existencia que sólo puede ser descrita como un juego de manos, de manos entre hombres que se identifican con las mujeres y otros hombres que se consideran más machos: como el pederasta activo que posee al pederasta pasivo es un supermacho porque, razona, fornica a otro hombre. No creo que esta dualidad es ahora dudosa porque Arenas no era Virgilio Piñera como tampoco fue Lezama. La categoría aquí, para futuro horror de Guevara (el otro Guevara, el heterosexual), era de veras no un hombre nuevo, sino un marica nuevo. Eso le permitió escapar a todas las redadas, sobrevivir en la miseria y salir de la cárcel castrista, donde la pederastia era hastía, sin haber tenido un sólo percance homosexual.
Como su vida en la cárcel estaba hecha de lances homosexuales aunque, paradoja, Reynaldo se casó cuando su mentor Virgilio, como el otro Virgilio, nunca tuvo mujer. Pero la boda de Arenas fue un acto de bondad, casi de caridad hecha a una mujer con problemas, otros problemas. Otra paradoja, a la novela que es el sólo antecedente de Antes que anochezca (a Hombres sin mujer de Carlos Montenegro) sólo le concierne la vida sexual en la cárcel, casi como a Genet. Pero Reynaldo va más allá de Montenegro porque habla del sexo en la cárcel (no precisamente el suyo), en libertad, en la ciudad, en el campo, en su niñez, en su vida adulta y su sexo se manifiesta entre niños, con muchachos, con adolescentes, con bestias de corral y de carga, con árboles, con sus troncos y sus frutos, comestibles o no, con el agua, con la lluvia, con los ríos y con el mar mismo. Su pansexualismo es siempre homosexual y ubicuo, pero al revés de Genet, lo trasciende una poesía verdadera que lo hace una versión cubana y campesina de un Walt Whitman de la prosa.
Esta pansexualidad permea sus memorias y la película de sus memorias, pero Schnabel no está interesado únicamente en la sexualidad de Arenas, a veces lastimosa, como con su vida de perro perseguido, apaleado y encerrado y obligado de nuevo a vivir en la fuga que no cesa. Ni siquiera amengua ésta cuando logra escaparse de Cuba mediante una triquiñuela que sería increíble (convertir su apellido en Arina en su carnet de identidad), si no fuera verdad. Como toda la película, que es una visualización de la novela de la vida de un miserable, como un oscuro Papillon (que quiere decir mariposa en francés) en Papillon, porque Reynaldo fue una mariposa nocturna, aunque también se escapó de una versión de la Isla del Diablo.
Schnabel usa toda la literatura del libro en diversos tableaux vivants (sin, por supuesto, las connotaciones sexuales) y a veces utiliza otras fuentes no literarias (como la entrevista que hizo a Arenas Jana Boková en Habana para la BBC de Londres) para filmarlas de nuevo. Esta entrevista es uno de los momentos emocionantes del filme; gracias al encuadre y la fotografía en lo que es casi una copia no de la vida real, sino de la versión de Boková y, sobre todo, del contexto que es el texto de la vida de Arenas. Uno siente finalmente una lástima que no viene de Arenas, que nunca se tuvo lástima, sino del espectador de una vida irreal.
El contenido de toda la película es La Habana (y unas pocas secuencias neoyorquinas), una Habana no reconstruida sino construida con los elementos dispares que conforman las diversas locaciones de México, que forman la vida de Reynaldo en una cárcel dentro de la cárcel. Se la ofrece, paradójicamente, la ciudad que fue un dominio encantado, cantado antes por sus dos mentores, ese dúo dudoso, Lezama y Virgilio. Para ellos, por ellos esta versión es una suerte de reivindicación de Arenas: él es el personaje central y el protagonista con un solo, formidable antagonista: el estado totalitario que ha conducido su vida por un laberinto existencial. Para lograrlo Schnabel escogió a un actor español, Javier Bardem. ¿Un error? Todo lo contrario: Bardem es el sostén de toda la película, desde que el personaje se embarca en una absurda aventura guerrillera en la que Reynaldo, como una prefiguración, huye de su casa, de su madre y del hombre para encontrarse por primera vez con su destino. En el que habrá más fugas, más realizaciones de proyectos absurdos y más hambre -y, lo que es más decisivo, así se inicia la persecución de Arenas por toda la geografía cubana y por entre el plano general de La Habana.
Hay que hacer párrafo aparte para la actuación de Bardem, que es un prodigio a la vez de mimetismo y de creación. Bardem, un evidente heterosexual en la vida, recrea a Reynaldo con todos los manerismos de Arenas y todo lo ve a través de su mirada lánguida y desmayada y sus gestos que evocan a un Piñera más joven, más aventurero y finalmente más valiente y definen la pasividad del personaje a la vez que con sus brazos confina el límite de su heroísmo al caer (facilis decensus Averni) y al recobrarse de ese Averno para revivir en el invierno de Nueva York con la alegría de quien ve caer la nieve por primera vez, hasta que se hunde en el infierno del sida. Hay otros momentos de actuación que son la revelación de un actor desconocido o solamente conocido hasta ahora no como actor. Me refiero a Manuel González, que hace una creación a la vez cómica y altruista de Lezama Lima, aquí con todas sus libras y señales. Es lástima que Héctor Babenco intente ser un Piñera que nunca es Virgilio. Pero con Bardem nos basta.
Before night falls será una película en competición en el Festival de Venecia. Si hay justicia en el Lido (y a veces la hay pero otras no la hay, ay) Javier Bardem será, por haber sido Reynaldo Arenas por dos horas, premiado por una actuación maestra y una aparición segura en el roster de los nuevos actores del cine. Ya lo era en el cine español.
Desde ahora lo será en todas partes. Sobre todo si se sabe que comparte reparto con dos de los grandes actores del Hollywood del momento: Johnny Depp y Sean Penn en sucesivos y maestros camafeos. Curiosamente algunas autoridades de Cuba no han perdonado al escritor .
En una entrevista publicada en mayo del 2017 en la revista online El Estornudo, la hija de Raúl Castro, Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX) desde el año 2000, señaló que el caso de Arenas había sido manipulado por el mismo para engrandecer el personaje
Reinaldo Arenas fue un buen escritor cubano, pero el cine sobre dimensionó su figura. He podido conversar con una mujer con la que tuvo un hijo y con personas muy cercanas a él, y todos coinciden en que fue una pena lo que hizo. Comercializó con su libro al salir de Cuba, metiendo alguna mentira para engrandecer al personaje que creó. Fue expulsado de la universidad por una situación de «fraude escolar» y estuvo en la cárcel por un oscuro asunto de abuso sexual infantil. Eso no lo cuenta en su libro. Es cierto que sus obras no se publican en Cuba, pero no porque estén prohibidas, sino porque el propio Reinaldo Arenas dejó un testamento en el que expresaba su voluntad de que no pudieran publicarse. Mariela Castro, directora de CENESEX
En definitiva, las dictaduras ni perdonan ni olvidan, eso sí, deforman la realidad para sentirse cómoda y con la idea de repetir una y mil veces una mentira, tiene la vana esperanza de que la mentira se transforme en una verdad imposible.
Destacar que la película fue la primera nominación al Oscar a un actor español ya que el ya olvidado Fortunio Bonanova nunca fue una estrella en aquel primer Hollywood, en ese lugar en el que existe una meca de los sueños, en el que los traficantes de los mismos crean mitos o destrozan. Javier Bardem tendrá su momento pocos años después gracias a los Coen.
Con todo el film encumbró a un actor, recolocó en la rampa de los premios a un director que con esta película, según algunos , había empezado a construir una carrera , gracias a la narración sincopada , a los textos literarios de apoyo, a la interesante vida de un poeta en la oposición a un régimen dictatorial, a un film muy bien construido, perfectamente ambientado, de gran sensibilidad y , bastante bien, vendido. Lo que menos me ha gustado es , precisamente, una de las virtudes que veía Schnabel, el uso del lenguaje. Había que haber apostado por el español con acento cubano.
Nos relata el encuentro, su único encuentro con su padre, mientras su madre le insulta desde el otro lado del río, su interés en el cuerpo de los jóvenes desnudos que se bañan en el río, hasta su viveza en la escuela que lleva a la maestra a acercarse a la casa del abuelo para decirle que su nieto tiene la virtud y el don de la palabra escrita, del relato. Su abuelo , tras comprobar que el chico escribe sobre la corteza de los árboles, sobre el suelo o en cualquier lugar donde la escritura sea posible, toma la determinación de salir de la localidad campestre para dirigirse a Holguín, una pequeño pueblo de "200.000 habitantes" como el describe.
Allí conoce el sexo femenino, previo pago, instado por su amigo Carlos ( un jovencísimo Diego Luna ) pero también como el adolescente se acerca al espíritu revolucionario que lucha contra la dictadura de Batista. Al principio se entrega a ella, y tras el triunfo , participa en clases de formación en Ingeniería alimentaria, clases impartidos por profesorado soviético, pero es una época en la que parece tener dudas sobre su identidad , pero cuando la tiene , aprecia la animadversión que el régimen siente hacia los homosexuales se refugia en su escritura, en su trabajo posterior en una Biblioteca y en su amigos escritores y de su misma condición sexual. Colaboró con la revolución cubana, hasta que, debido a la exclusión a que fue sometido, optó por la disidencia dada la aversión de un régimen hacia los intelectuales no sumisos y dada su orientación sexual.
Su presencia pública e intelectual le granjeó marcadas antipatías en las más altas instancias del Estado, tanto por las limitaciones en la libertad de pensamiento como por su homosexualidad.
Vemos como Reinaldo Arenas participa en el concurso de narrativa organizado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en donde José Lezama Lima (Manuel González) es uno de los miembros del Jurado. Y consigue un segundo premio que le permite publicar un libro en Cuba, su primero y único: Celestino antes del alba, que agotó su primera edición en una semana y no pudo reeditarse.
Tras la impresión de esta historia en 1967, Arenas fue considerado transgresor para el régimen revolucionario. Lo que pasó con él durante los años siguientes, es una historia de persecución y censura; de cárceles y campos de concentración, su único delito: ser homosexual y ser escritor.
Y esto lo añado yo ya que con esta primera novela inicia una pentagonía sobre la revolución que continúa con El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar, El asalto y El color del verano, novelas en las que expresa su inicial entusiasmo y posterior desengaño, especialmente en Otra vez el mar, hasta concluir en una parodia grotesca, carnavalesca y festiva de la misma en El color del verano, ambientada en 1999, durante los festejos por los cincuenta años del triunfo de la Revolución.
Por esa doble condición de crítico y homosexual sufre el ostracismo cultural y sectarismo propio del régimen de la Cuba de Castro.
Vemos su interés por leer , salir con sus amigos, hablar de literatura con otros poetas como Virgilio Piñera ( Héctor Babenco ) o José Lezama Lima ( Manuel González) , - éste pone a su disposición su amplia biblioteca- divertirse con otros chicos, militares del régimen incluidos, como no deja de sentirse un guajiro, pero también como se ve repudiado e incluso encarcelado acusado de un delito contra la moral.
Tras un primer encarcelamiento acusado de abuso sexual infantil, logra escapar, aunque será detenido nuevamente y el sospecha que acusado por una persona de su círculo.
El paso por el Penal del Morro es muy duro. Fue encarcelado en condiciones muy duras, llegando a admitir lo inconfesable y a renegar de sí mismo. Esto estancia entre los muros de la prisión de El Morro (entre 1974 y 1976), le va a llegar hondo.
Durante la misma escribe su autobiografía, que logra sacar en penosas circunstancias con la ayuda de un preso travestido , Bon Bon (Johnny Depp) y que será publicada en Francia tras ser sacada del país con el título de Antes que anochezca.
Durante los años setenta, intentó en varias ocasiones escapar de la opresión política, pero falló. Vemos ese intento que hace desde la casa de una amiga, una pintora que apuesta por escapar en globo aprovechando el acceso desde su casa a un convento abandonado , el de Santa Clara.
Pero no lo consigue. Finalmente en 1980 sale del país cuando Fidel Castro autorizó un éxodo masivo de disidentes y otras personas consideradas indeseables a través del Mariel.
Por la prohibición que pesaba sobre su trabajo, Arenas no tenía autorización para salir, pero logró hacerlo cambiando su primer apellido por Arinas siendo uno de los 125 mil cubanos que salen de su país.
Desplegó desde este momento su talento aunque muy condicionado por su resentimiento político ante el régimen castrista, y con un exilio nunca aceptado de Nueva York por el conservadurismo y la homofobia de los cubanos exiliados ligados al Partido Republicano en Florida, una profunda visión intelectual de la existencia enmarcada entre la expresión poética más hermosa y la más amarga derrota del desencanto. Lo cierto es que al salir de Cuba durante el éxodo del Mariel, Arenas se instaló en Miami poco más de tres meses.
Fue entonces que, en agosto de 1980, recibió una invitación para asistir al Segundo Encuentro de Intelectuales Cubanos Disidentes en la Universidad de Columbia. Al parecer la ciudad lo fascinó al punto de trocar una visita breve en el lugar que viviría el resto de su vida. Escribió "El desterrado es ese tipo de persona que ha perdido a su amante y busca en cada rostro nuevo el rostro querido y, siempre autoengañándose, piensa que lo ha encontrado. Ese rostro pensé hallarlo en Nueva York, cuando llegué aquí en 1980; la ciudad me envolvió. Pensé que había llegado a una Habana en todo su esplendor, con grandes aceras, con fabulosos teatros, con un sistema de transporte que funcionaba a las mil maravillas, con gente de todo tipo, con la mentalidad de un pueblo que vivía en la calle, que hablaba todos los idiomas; no me sentí un extranjero al llegar a Nueva York".
Poco después lo vemos decir ante una cámara para un documental : “Mi nombre es Reinaldo Arenas, soy un escritor cubano exiliado. Vivo en Nueva York, donde me dedico a escribir y a sobrevivir. Soy una persona disidente en todos los sentidos, como aquí se dice, porque no soy religioso, soy homosexual y a la vez soy anticastrista, es decir creo que reúno todas las condiciones para que nunca se me publique un libro y para vivir al margen de toda sociedad en cualquier lugar del mundo”.
Estableció su residencia en Nueva York, donde vive amargado junto a otro exiliado que trabaja como portero de un bloque que también será escritor. Hablamos de Lázaro Gómez Carriles (Olivier Martinez ) .
Allí en la Gran Manzana que cada vez le gustaba menos, que la siente más hostil y de la que dice "Manhattan es una de las pocas ciudades del mundo donde resulta imposible arraigarse a un recuerdo o tener un pasado. En un sitio donde todo está en constante derrumbe y remodelación, ¿qué se puede recordar?".
En 1987 le fue diagnosticado el virus del sida. Es dado de alta en muy malas condiciones, pero regresó al apartamento con pocas intenciones de seguir viviendo. Aunque una vez recuperado de la pulmonía y al interior de su departamento se “arrastró” ante una foto de su amigo, colega y compatriota Virgilio Piñera, a quien le pidió, como si le rezara a la imagen de un santo —según lo escrito por Arenas en el prólogo de su autobiografía Antes que Anochezca— “tres años más de vida para terminar mi obra, que es mi venganza contra casi todo el género humano”.
El 7 de diciembre de 1990, Arenas se suicidó. Cuando la policía de Nueva York ingresó a su departamento durante la noche del 7 de diciembre de 1990 —hace 28 años— descubrieron el cuerpo del escritor junto a los restos de un cóctel mortal: un vaso de whiskey a medio tomar y un frasco de tranquilizantes vacío. Encontraron también una carta de despedida donde Arenas culpaba a Fidel Castro de su soledad, del destierro y de la enfermedad que lo orilló al suicidio. La nota firmada por Arenas tenía un posdata: “Para ser publicada”. Era una carta a sus amigos , una sentida carta de despedida, en la que culpaba a Fidel Castro de todos los sufrimientos que padeció en el exilio. Es el retrato de un hombre cuyo afán de libertad artística, política y sexual desafió la pobreza, la censura, la persecución, el exilio y la muerte.
La película fue rodada entre México y Nueva York a lo largo de tres meses de intenso trabajado, 18 horas al día todos los días de la semana. El Gobierno cubano no dio el permiso para rodar en el escenario natural. Algunas escenas fueron filmadas en el interior del semi derruido templo jesuita "San Francisco Javier", en el Puerto de Veracruz, así como en Mérida, San Francisco de Campeche y Progreso en el estado de Yucatán, México.
El director Schnabel consideró su película como un ejemplo de filme "plurilingüe" (o "todo revuelto"), hablado en inglés pero en el que se intercalan largas parrafadas de Arenas-Bardem en español y algunas frases en francés. "Mi mujer es vasca, y habla cinco idiomas; su padre era antifascista, y vivieron 10 años en el exilio en Francia", dice Schnabel; "mis hijos hablan inglés y español". En la película, el uso del inglés en las conversaciones entre campesinos cubanos, por ejemplo, no resulta de todo convincente. Esto declaró tras presentar su película en Venecia . Sobre el escritor declaró que "Arenas cumplía dos de los tres requisitos, (para salir del país )lo único que no tenía era trastornos mentales", comentó Schnabel.
El actor Juan Antonio Bardem , que no era en principio la primera opción para el director neoyorkino, declaró a El País en una entrevista " "No es anticastrista, es simplemente la historia de Reinaldo Arenas, un hombre que se vio privado de su libertad por ser escritor y ser homosexual, y da la casualidad que ocurre en Cuba, como podría ocurrir en otro sitio, bajo un régimen dictatorial". "La película ha representado para mí un peso brutal. Al personaje lo tenía siempre encima", dice. "Cuando Julian me lo ofreció dije que no, tenía mis razones políticas para no querer hacerlo. Pero luego me acerqué a la obra de Reinaldo y me pareció admirable cómo hacía arte de su sacrificio y de su tortura. Me fui a La Habana, que yo no conocía, y allí hablé con gente; entonces me di cuenta de que, en aquella época, en ese país ocurrió eso, y además le ocurrió a mucha gente. Es un capítulo cerrado. Entonces me quedé con ganas de interpretar el personaje, de tener el honor de presentar al gran público a este personaje; por eso la película se hace en inglés, para que llegue al gran público. Aun así, tenía mis reservas, porque Arenas es cubano y yo soy español, y los cubanos hablan con una cadencia especial, hablarlo es muy jodido. Y luego no me sentía capaz de hacerlo, porque es toda la vida de una persona, y dije que no. Pero Schnabel insistió e insistió, hasta que, de pronto, me tiré a la piscina y dije que sí".
Sobre el director dijo "Schnabel es muy raro, pero no es tonto, y él me decía que el personaje me cambiaría la vida. Se refería a la vida personal, en la profesional no sé si cambiará, sólo pido que la película guste y que se entienda. Pero en lo personal ha cambiado mi manera de ver las cosas completamente. Me ha acercado mucho a Cuba. Sólo queremos dar a conocer a un hombre cuya obra es magnífica y reconocida por muchos".
La película que se estrenó en España el 16 de marzo de 2001, obtuvo algunos premios. Lo más conocido para todos nosotros fue la nominación al Oscar como Mejor actor para Javier Bardem. El actor señaló que afrontaba la candidatura al premio de la Academia de Hollywood 'con escepticismo'. 'Es gracioso, anecdótico, bonito y hasta un orgullo ser candidato al Oscar, pero oculta lo importante: el resto del cartel, Reinaldo Arenas, la película...', señaló al tiempo que atribuyó a la prensa la enorme resonancia de la candidatura. 'Mentiría', abundó Bardem, 'si dijera que no me interesa. Naturalmente que me puse contento al recibir la noticia. Y sé que sirve para estar en el escaparate. Sin embargo, me preocupa que desplace a la película, a la historia de Reinaldo Arenas'. Bardem dijo: 'No considero justo tener que competir con gente a la que admiro (competía con Tom Hanks, Rusell Crowe, Ed Harris y Geoffrey Rush), y de la que aprendo'. 'Lo ideal', aventuró, 'sería que todos hubiéramos interpretado a Reinaldo Arenas dirigidos por el mismo cineasta. Entonces, podría compararse nuestro trabajo. Pero, al equiparar a un gladiador con un náufrago y un poeta cubano, ¿quién puede decir cuál es el mejor?'.Bardem confesó haber dudado antes de aceptar participar en el filme precisamente porque no veía claro el enfoque político, pero añadió que le convenció del todo la lectura de la obra de Arenas. 'Al fin y al cabo, la película está basada en su libro', precisó. 'Lo que me ayudó a hacerla', apuntó Bardem, 'fue darme cuenta de que lo que le pasó a Arenas es condenable en Cuba, en España y en Singapur. No se puede meter a un homosexual en la cárcel por el sencillo hecho de serlo'. Por cierto, ganó Rusell Crowe. Schnabel y Bardem negaron a una que Antes que anochezca -película inspirada en el libro homónimo de Reinaldo Arenas publicado en España por Tusquets- sea un filme políticamente tendencioso al presentar una Cuba represora y a Estados Unidos como el paradigma de la libertad. 'Yo no soy un político, simplemente he hecho una película', lanzó Schnabel.
Igualmente su actuación fue nominada al Globo de Oro. Recibió dos premios National Board of Review: a la Libertad de expresión, y al mejor actor (Javier Bardem) En el Festival de Venecia se llevó el Premio Especial del Jurado, al mejor actor (Javier Bardem). Para la American Film Institute (AFI) se incluyó en el Top 10 - Mejores películas del año
El Círculo de Críticos de Nueva York nominó a Javier Bardem a Mejor actor, al igual que hizo la Asociación de Críticos de Los Angeles y la de Chicago.
En los Premios Independent Spirit el premio fue al Mejor actor (Javier Bardem), aunque obtuvo cuatro nominaciones
En cuanto a los críticos en Estados Unidos las valoraciones fueron positivas. Roger Ebert en rogerebert.com afirma que la película es "Un lienzo rico en secuencias oníricas, recuerdos fragmentados de la infancia y el mundo marginal cubano que habitaba Arenas (...) "
Otro crítico de la prensa de Chicago Jonathan Rosenbaum en las páginas del Chicago Reader sostiene que "A nivel visual es menos original que su predecesora y la precisión de su retrato es cuestionable (...) A nivel cinematográfico es una película impresionante"
Stephen Holden en el The New York Times señala que la película "Deambula de forma etérea alrededor de su sujeto, evocando fragmentos de su conciencia en flashes brillantes e inconexos (...) No diviniza a Arenas ni es políticamente estridente"
Para David Rooney en Variety se trata de "Un retrato denso y emocionalmente satisfactorio de un hombre, una época y un lugar, que al mismo tiempo defiende de forma emotiva a los individuos marginados y el derecho básico a la libertad"
Scott Tobias de la AV Club considera que la película tiene "Una mirada ambiciosa pero emocionalmente difusa al poeta y novelista cubano Reinaldo Arenas"
Desde Rolling Stone Peter Travers valora el trabajo del actor madrileño al decir que "Bardem es su punto fuerte (...) Explota en la pantalla con una actuación soberbia que es de las mejores del año (...) Bardem y Schnabel han creado algo extraordinario."
En el Reino Unido Peter Bradshaw del The Guardian destaca que "Arenas nunca aparece pensando, escribiendo o hablando sobre sus experiencias, aun siendo un prisionero político (...) Una actuación estupenda de Bardem"
Angie Errigo de Empire considera que la película es "Excelente: poética, emotiva y alentadora. El maravilloso trabajo de Bardem -humorístico, ardiente, noble- debería haber ganado el Oscar (...)"
Ya en España Fernando Morales desde las páginas de El País describe el filme como "Atractivo drama biográfico (...) Bardem bordó su trabajo"
En este mismo diario Angel Fernández Santos escribió " Es un filme lleno de altibajos, con momentos pobres y destellos brillantes, hecho con estampas plásticamente bien compuestas, pero con ritmo cinematográfico interior no bien vertebrado. Sin embargo, la pantalla se sostiene, y a ráfagas conmueve, gracias a su reparto, en el que Javier Bardem guarda una interpretación eminente de la compleja figura de Arenas". Y añadió "Before night falls su oficio ya pisa un territorio más firme y desaparece la impresión de que la cámara está donde está porque sí,... crea en el espectador la convicción de que este encuadre no puede ser otro distinto del que es. Y ahí hay indicios básicos de profesionalidad." "Schnabel se cubre las espaldas cuando llega el momento de filmar una escena dramáticamente compleja y difícil de resolver con la gramática cinematográfica. Y acude a los virados más artificiosos, a ejercicios arbitrarios de montaje, a repentinas músicas destinadas conscientemente o no al ocultamiento y la distracción, a distorsiones de color y de encuadre que tienen por objeto, conscientemente o no, encubrir el vacío de verdadera osamenta de cine que se oculta bajo la piel de una secuencia tan marrullera. Da la impresión de que Schnabel ha aprendido a usar, antes que las leyes del oficio de cineasta, las formas de violar estas leyes, de manera que al mismo tiempo que de sabiduría en filmar se ha hecho experto en las astucias del mal filmar disfrazado de bueno" Y termina diciendo "contundente autoridad que Javier Bardem impone en la pantalla. Su trabajo de creación en carne viva del calvario que fue la vida de Reinaldo Arenas es conmovedor y muy complejo, porque está situado en la línea fronteriza entre lo desbordado y lo contenido -cosa que da idea de que nos encontramos ante un actor fuera de norma-, de los que afrontan la línea de mayor resistencia, excepcional". La película, dice el crítico de cine , que " se la resuelven a Schnabel una excelente maquinaria de producción y el buen reparto" en el que participan actores de renombre como Johnny Depp o Sean Penn, directores que retornan a su faceta de actor como Héctor Babenco o la misma familia de Schnabel que asume diversos roles.
En España fue otro escritor cubano ya fallecido Cabrera Infante quien confirmó al diario El País la muerte de Reynaldo y declaró que "Era un hombre muy valiente". Fue , según Cabrera Infante, uno de los pocos que se atrevieron a manifestarse anticastristas desde dentro de la isla, y luego, en el exilio, "fue muy audible".
Otro integrante del mundo del cine, cubano en parte como él, Néstor Almendros, escribió que no sólo "el más grande entre todos los intelectuales surgidos en Cuba con el nuevo régimen de Castro", sino uno de los más valientes: se opuso a Castro en el interior, y ,luego, en el exilio, no pactó con una intelligentsia que miraba mal a los disidentes cubanos". Y añade que "Arenas se atrevió a lo insólito: desafiar a las autoridades culturales de la isla enviando, sin consulta, nuevos manuscritos al extranjero. Esta insolencia acabaría costándole la cárcel. " Y concluye diciendo el Oscar a la mejor fotografía en los años setenta que "Arenas fundó y animó revistas disidentes, escribió cientos de artículos, organizó manifestaciones callejeras, participó en congresos incansablemente en varios países y sobre todo fue autor de la idea genial de exigir un plebiscito en la isla, para el que se recogieron más de 200 firmas de figuras de estatura internacional. Con la campaña del plebiscito, el castrismo quedó herido de muerte, finalmente descalificado ante la misma intelligentsia que antes lo ensalzó".
Por último, Guillermo Cabrera Infante publicó un extenso artículo en El País titulado La breve vida infeliz de Reynaldo Arenas, sobre la película tras su estreno en el 57 Festival de Venecia que reproduzco en su totalidad dada la prosa del escritor cubano que nos dice lo siguiente :
" Reynaldo (como le gustaba que escribieran su nombre y al acortarlo la amistad lo convertía en rey) empezó como un revolucionario y terminó como lo que siempre fue, un rebelde con varias causas. Antes que anochezca: "Tres pasiones rigieron la vida y la muerte de Reynaldo Arenas: la literatura no como juego, sino como fuego que consume; el sexo pasivo y la política activa". Pero no era suficiente. Seguí: "De las tres, la pasión dominante era, es evidente, el sexo. No sólo en su vida sino en su obra". Su vida sexual comenzó comiendo tierra, que ya Freud señalaba como una actividad sustitutiva del sexo por la coprofagia. Por supuesto Freud no podía saber que la pobreza, además del sexo, condenaba al niño Rey a comer tierra. Pero el adolescente subía a veces del suelo de tierra roja a los verdes árboles, donde era un rey aéreo por unas horas en su trono vegetal.
Reynaldo Arenas había nacido en Aguas Claras, no lejos de Gibara donde nací. Aguas Claras había sido una última estación del tren Gibara-Holguín en los años treinta. Pero cuando nació Arenas, que por su apellido podía haber comido arena, en las playas de Gibara, la parada del tren que venía de la costa había desaparecido, no llevada por el viento de la pobreza, sino por el huracán de la miseria. Sus futuras biografías dijeron luego que había nacido en Holguín.
Aguas Claras era una aldea graciosa que pasaba rauda por las ventanillas del tren, pero Holguín era un pueblo sin gracia que quería ser una ciudad espléndida. Pero más espléndido fue Reynaldo por un tiempo. Bajando de los árboles, apenas aprendió a escribir, tatuaba poemas con un cuchillo en el tronco de cada árbol. Un bolero temprano parece describir esta acción: "En el tronco de un árbol una niña / grabó su nombre henchida de placer. / Y el árbol / conmovido allá en su seno / a la niña una flor dejó caer".
Ya Reynaldo era mirado por su abuelo como un niño raro, que grababa en el tronco de un árbol su nombre a medias. El abuelo, poseído de un furor extraño, cortaba con un hacha los troncos. Pero Reynaldo proseguía (perseguía la poesía de los nombres) su tarea de tallar Rey en los árboles. Todo lo que cuenta Arenas en su primer libro, su primera novela, Celestino antes del alba, que le ganó muy temprano un segundo premio literario cuando ya era evidente que debía ser el primero de la casta de los escritores Castrados.
Arenas encontró otros árboles, otros libros para esconder sus poemas en prosa y escribió otra novela, El mundo alucinante. Si en Celestino se poblaba de hachas el relato, en El mundo proliferaban, alucinantes o no, las cadenas. Con esta segunda novela ganó un primer premio -en el extranjero y en un extranjero en su tierra se convirtió su autor-.
Por haber enviado un manuscrito al exterior sin permiso de su tiránico abuelo, que había trocado las hachas por ojos ubicuos, fue condenado a padecer en su tierra, que ya no era la de Aguas Claras de la que comió, sino de La Habana, condena capital, donde se distinguió por dos condiciones humanas que el régimen, dueño de los árboles y las cadenas, escribía su nombre con hachas. Pero Reynaldo se hizo claro en lo oscuro entre los cuentos de las callejas habaneras: fue un homosexual evidente y un escritor vidente allí donde el autor veía oscuro por espejo claro. Y Reynaldo se convirtió en la loca epónima, como dos generaciones antes lo había sido Virgilio Piñera, maestro y mentor. Pero si Virgilio era contenido y sobrio (excepto cuando fumaba su cigarrillo perenne: entonces Marlene Dietrich se apoderaba de sus gestos, de su humor y de su humo) Reynaldo era expansivo y barroco de maneras cuando Virgilio nunca padeció del barroquismo lírico que Góngora contagiaba a Lezama. Virgilio era la facilidad cuando Lezama opinaba con Mallarmé que "sólo lo difícil valía la pena". La dificultad de vivir bajo un régimen totalitario le valió a Reynaldo una pena de cárcel: sólo le ganó Virgilio en la cárcel por un día y el desprecio oficial toda su vida.
Pero Virgilio nunca tuvo la franqueza oral (en todos los sentidos) de su discípulo díscolo. Las memorias de Arenas hechas cine ahora por Julian Schnabel (pintor que se convirtió en director de cine importante con su Basquiat, biografía última / íntima del pintor haitiano de Nueva York, artista del graffito -en italiano quiere decir rasguño- que abrió una gran herida en las paredes y en su vida) son de una escritura lacerante en la carne cruda entre indecente / inocente. Como su vida. Basquiat, por ser la vida de un artista visual, encubre no la obscenidad marcada en las paredes, sino la biografía casi divina de un artista adolescente que lo único de que adolece es una vida descrita más que escrita: exactamente la vida de Arenas.
En el libro de Arenas no sólo es obsceno el relato, sino la propia vida que la obscenidad le ha obligado a asumir: una vieja sociedad presentada como el único futuro posible le condenaba a ser un hombre nuevo. No a la medida de muy macho que preconizaba su autor, el súcubo siniestro del totalitarismo, sino de una existencia que sólo puede ser descrita como un juego de manos, de manos entre hombres que se identifican con las mujeres y otros hombres que se consideran más machos: como el pederasta activo que posee al pederasta pasivo es un supermacho porque, razona, fornica a otro hombre. No creo que esta dualidad es ahora dudosa porque Arenas no era Virgilio Piñera como tampoco fue Lezama. La categoría aquí, para futuro horror de Guevara (el otro Guevara, el heterosexual), era de veras no un hombre nuevo, sino un marica nuevo. Eso le permitió escapar a todas las redadas, sobrevivir en la miseria y salir de la cárcel castrista, donde la pederastia era hastía, sin haber tenido un sólo percance homosexual.
Como su vida en la cárcel estaba hecha de lances homosexuales aunque, paradoja, Reynaldo se casó cuando su mentor Virgilio, como el otro Virgilio, nunca tuvo mujer. Pero la boda de Arenas fue un acto de bondad, casi de caridad hecha a una mujer con problemas, otros problemas. Otra paradoja, a la novela que es el sólo antecedente de Antes que anochezca (a Hombres sin mujer de Carlos Montenegro) sólo le concierne la vida sexual en la cárcel, casi como a Genet. Pero Reynaldo va más allá de Montenegro porque habla del sexo en la cárcel (no precisamente el suyo), en libertad, en la ciudad, en el campo, en su niñez, en su vida adulta y su sexo se manifiesta entre niños, con muchachos, con adolescentes, con bestias de corral y de carga, con árboles, con sus troncos y sus frutos, comestibles o no, con el agua, con la lluvia, con los ríos y con el mar mismo. Su pansexualismo es siempre homosexual y ubicuo, pero al revés de Genet, lo trasciende una poesía verdadera que lo hace una versión cubana y campesina de un Walt Whitman de la prosa.
Esta pansexualidad permea sus memorias y la película de sus memorias, pero Schnabel no está interesado únicamente en la sexualidad de Arenas, a veces lastimosa, como con su vida de perro perseguido, apaleado y encerrado y obligado de nuevo a vivir en la fuga que no cesa. Ni siquiera amengua ésta cuando logra escaparse de Cuba mediante una triquiñuela que sería increíble (convertir su apellido en Arina en su carnet de identidad), si no fuera verdad. Como toda la película, que es una visualización de la novela de la vida de un miserable, como un oscuro Papillon (que quiere decir mariposa en francés) en Papillon, porque Reynaldo fue una mariposa nocturna, aunque también se escapó de una versión de la Isla del Diablo.
Schnabel usa toda la literatura del libro en diversos tableaux vivants (sin, por supuesto, las connotaciones sexuales) y a veces utiliza otras fuentes no literarias (como la entrevista que hizo a Arenas Jana Boková en Habana para la BBC de Londres) para filmarlas de nuevo. Esta entrevista es uno de los momentos emocionantes del filme; gracias al encuadre y la fotografía en lo que es casi una copia no de la vida real, sino de la versión de Boková y, sobre todo, del contexto que es el texto de la vida de Arenas. Uno siente finalmente una lástima que no viene de Arenas, que nunca se tuvo lástima, sino del espectador de una vida irreal.
El contenido de toda la película es La Habana (y unas pocas secuencias neoyorquinas), una Habana no reconstruida sino construida con los elementos dispares que conforman las diversas locaciones de México, que forman la vida de Reynaldo en una cárcel dentro de la cárcel. Se la ofrece, paradójicamente, la ciudad que fue un dominio encantado, cantado antes por sus dos mentores, ese dúo dudoso, Lezama y Virgilio. Para ellos, por ellos esta versión es una suerte de reivindicación de Arenas: él es el personaje central y el protagonista con un solo, formidable antagonista: el estado totalitario que ha conducido su vida por un laberinto existencial. Para lograrlo Schnabel escogió a un actor español, Javier Bardem. ¿Un error? Todo lo contrario: Bardem es el sostén de toda la película, desde que el personaje se embarca en una absurda aventura guerrillera en la que Reynaldo, como una prefiguración, huye de su casa, de su madre y del hombre para encontrarse por primera vez con su destino. En el que habrá más fugas, más realizaciones de proyectos absurdos y más hambre -y, lo que es más decisivo, así se inicia la persecución de Arenas por toda la geografía cubana y por entre el plano general de La Habana.
Hay que hacer párrafo aparte para la actuación de Bardem, que es un prodigio a la vez de mimetismo y de creación. Bardem, un evidente heterosexual en la vida, recrea a Reynaldo con todos los manerismos de Arenas y todo lo ve a través de su mirada lánguida y desmayada y sus gestos que evocan a un Piñera más joven, más aventurero y finalmente más valiente y definen la pasividad del personaje a la vez que con sus brazos confina el límite de su heroísmo al caer (facilis decensus Averni) y al recobrarse de ese Averno para revivir en el invierno de Nueva York con la alegría de quien ve caer la nieve por primera vez, hasta que se hunde en el infierno del sida. Hay otros momentos de actuación que son la revelación de un actor desconocido o solamente conocido hasta ahora no como actor. Me refiero a Manuel González, que hace una creación a la vez cómica y altruista de Lezama Lima, aquí con todas sus libras y señales. Es lástima que Héctor Babenco intente ser un Piñera que nunca es Virgilio. Pero con Bardem nos basta.
Before night falls será una película en competición en el Festival de Venecia. Si hay justicia en el Lido (y a veces la hay pero otras no la hay, ay) Javier Bardem será, por haber sido Reynaldo Arenas por dos horas, premiado por una actuación maestra y una aparición segura en el roster de los nuevos actores del cine. Ya lo era en el cine español.
Desde ahora lo será en todas partes. Sobre todo si se sabe que comparte reparto con dos de los grandes actores del Hollywood del momento: Johnny Depp y Sean Penn en sucesivos y maestros camafeos. Curiosamente algunas autoridades de Cuba no han perdonado al escritor .
En una entrevista publicada en mayo del 2017 en la revista online El Estornudo, la hija de Raúl Castro, Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX) desde el año 2000, señaló que el caso de Arenas había sido manipulado por el mismo para engrandecer el personaje
Reinaldo Arenas fue un buen escritor cubano, pero el cine sobre dimensionó su figura. He podido conversar con una mujer con la que tuvo un hijo y con personas muy cercanas a él, y todos coinciden en que fue una pena lo que hizo. Comercializó con su libro al salir de Cuba, metiendo alguna mentira para engrandecer al personaje que creó. Fue expulsado de la universidad por una situación de «fraude escolar» y estuvo en la cárcel por un oscuro asunto de abuso sexual infantil. Eso no lo cuenta en su libro. Es cierto que sus obras no se publican en Cuba, pero no porque estén prohibidas, sino porque el propio Reinaldo Arenas dejó un testamento en el que expresaba su voluntad de que no pudieran publicarse. Mariela Castro, directora de CENESEX
En definitiva, las dictaduras ni perdonan ni olvidan, eso sí, deforman la realidad para sentirse cómoda y con la idea de repetir una y mil veces una mentira, tiene la vana esperanza de que la mentira se transforme en una verdad imposible.
Destacar que la película fue la primera nominación al Oscar a un actor español ya que el ya olvidado Fortunio Bonanova nunca fue una estrella en aquel primer Hollywood, en ese lugar en el que existe una meca de los sueños, en el que los traficantes de los mismos crean mitos o destrozan. Javier Bardem tendrá su momento pocos años después gracias a los Coen.
Con todo el film encumbró a un actor, recolocó en la rampa de los premios a un director que con esta película, según algunos , había empezado a construir una carrera , gracias a la narración sincopada , a los textos literarios de apoyo, a la interesante vida de un poeta en la oposición a un régimen dictatorial, a un film muy bien construido, perfectamente ambientado, de gran sensibilidad y , bastante bien, vendido. Lo que menos me ha gustado es , precisamente, una de las virtudes que veía Schnabel, el uso del lenguaje. Había que haber apostado por el español con acento cubano.
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