martes, 19 de noviembre de 2019

El dinero


Puertas que se abren , puertas que se cierran. Ventanas que enmarcan historias, historias que nacen con una nimiedad y que culminan en un asesinato múltiple. Es , si me permiten el símil, la historia de una lluvia que cae mansamente en la montaña , pero que el valle provoca una inmensa avenida que arrasa la vida de muchas personas. 

Esa es la historia de El Dinero o L'Argent, una película dramática francesa dirigida por el cineasta Robert Bresson en 1983. Esta obra es el legado definitivo del también fotógrafo y pintor. Se encuentra libremente inspirada en la primera parte de la novela de León Tolstói, Le Faux Coupon El cupón falso o El falso billete. 

Fue la última película de Bresson falleciendo a los 98 años en 1999 y por ella obtuvo el premio a mejor director en el Festival de Cine de Cannes de 1983. Es curioso que Robert Bresson, un fotógrafo metido en el cine pero con un planteamiento ascético del mismo , que ganas usaba actores profesionales y que narraba casi literariamente lo que eran para él obras visuales que se centran en aspectos que suelen escapar a la miraba habitual. De ahí que la cámara se centre en esas puertas, esas ventanas, en las manos, en los silencios , en los encuadres sin figuras, o en las figuras que piensan y meditan pero que hablan poco. 

Esa idea ascética de si cine hace que su película tenga lo que en realidad importa , el sonido, pero salga de la misma, lo que suele ser un añadido durante el montaje, la música. Es por esta razón por la que en esta película apenas escuchamos músicas salvo en la de un personaje que sabe tocar el piano e interpreta una obra de Johann Sebastian Bach. 

Bresson gusta de un tono ascético en el sentido religioso y prueba de ello está en la imagen de personas que rezan por el alma de los que se sienten condenados, un preso que reza por el protagonista, que ha intentado suicidarse. También en la idea de venganza pero que acaba con la redención por medio del arrepentimiento una vez cometido el brutal asesinato final y que es observado por una barrera externa de parroquianos que me recordaban un cuadro de Gauguin, el de la Visión después del sermón, una de las primeras obras del estilo simbolista en el que empieza a trabajar el artista y que representaba la «simplicidad rústica y supersticiosa» de los asistentes al mismo. Aquí testigos mudos de la entrega del inocente que acaba por transformarse en un brutal asesino del que no vemos nunca sus asesinatos, pero sí los efectos de los mismos. Bresson como buen asceta prescinde del espectáculo para dejar de mostrar el hecho. 

La obra de Bresson comenzó en 1934 con Les Affaires publiques, un cortometraje cómico. Pero recién empezada la Segunda Guerra Mundial, fue apresado por más de un año en un campo de concentración alemán. 

En 1943, Les angés du peché o Los ángeles del pecado y en 1945 una tragedia psicológica con Las damas del bosque de Bolonia (Les Dames du Bois de Boulogne). Después vinieron sus obras más conocidas Diario de un cura rural (Le Journal d'un curé de campagne, 1950),una adaptación de la novela de Georges Bernanos . Un condenado a muerte se ha escapado (Un condamné à mort s'est échappé, 1956) y Pickpocket (1959). Son obras en las que el director renunciaba a actores profesionales y a todo artificio, en busca de un lenguaje visual puro, cargado de gestos, miradas y sonidos para dar profundidad a las convicciones morales de la historia.


A estas siguieron otras como El proceso de Juana de Arco (Le Procès de Jeanne d'Arc, 1962), Al azar de Baltasar (Au hasard Balthazar, 1966) , Mouchette (1967) y Una mujer dulce (Une femme douce, 1969), Cuatro noches de un soñador (Quatre nuits d'un rêveur, 1971), Lancelot du Lac (1974), El diablo probablemente (Le Diable probablement, 1977) concluyendo su trayectoria como director en 1983 con El dinero (L'Argent). Más tarde, en 1995, toda su obra cinematográfica recibió el premio René-Clair . 

Esta obra fue una producción de Jean-Marc Henchoz, Daniel Toscan du Plantier así como Antoine Gannagé y Jean-Marc Henchoz vinculados con Marionfilms. Seguía un guión escrito por Robert Bresson, pero basada en El cupón falso o El billete falso de León Tolstói y que produjo Marionfilms, FR3 y EOS Movies y distribuyó MK2 Diffusion. 

La fotografía estuvo a cargo de Pasqualino De Santis y Emmanuel Machuel, mientras que el montaje fue de Jean-François Naudon. La decoración fue de Pierre Guffroy. El execpcional trabajo de sonido fue de Jean-Louis Ughetto y Luc Yersin. 

El protagonista fue Christian Patey como Yvon Targe, junto con Vincent Risterucci como Lucien, Caroline Lang como Elise, Sylvie Van den Elsen como la mujer canosa, Michel Briguet como el abusador padre de la mujer canosa. Junto a ellos aparecen Béatrice Tabourin como la fotógrafa, Didier Baussy como el fotógrafo, Marc Ernest Fourneau como Norbert y Bruno Lapeyre como Martial, entre otros. 

Hay que decir que Bresson trabajaba desde 1951 principalmente con actores no profesionales, que él llama modelos. El modelo nunca debe haber hecho teatro ni cine para darle al director la oportunidad de "modelarlo". Su principio rector era: "El automatismo engendra emoción". 

Un primer plano fijo da inicio a la película: un cajero expulsando billetes . Sin embargo, la historia que se nos narra da comienza cuando un joven , Norbert ( Marc Ernest Fourneau) que va salir y que necesita dinero de su asignación mensual se encuentra que su padre (André Cler) , que está trabajando en un estudio y ni quiere ni puede atenderlo no se da la cuantía que él le pide, recordándole que tiene una deuda con un compañero de la escuela y que debe pagar. Tampoco le da dinero su madre (Claude Cler). Esto lo lleva a empeñar su reloj a un amigo que, en lugar de pagarle, le da un billete falso de 500 francos. 

Junto a este amigo deciden usar dinero falso que tiene este último para poder comprar e intercambian el billete falso en un negocio de fotografías, con el pretexto de comprar un portarretratos. La chica a la que le hace la compra (Béatrice Tabourin ), pero cuando el dueño (Didier Baussy) se da cuenta, regaña a su pareja por su falta de cuidado. 

Ella se defiende reclamándole a él por haber aceptado dos billetes falsos la semana anterior. Él promete deshacerse de todos los billetes falsos que tengan, en la próxima oportunidad que encuentre. 

Como las ocasiones las pintas calvas el siguiente que entra por la puerta, un trabajador , Yvon Targeque (Christian Patey) le lleva un porte de gasolina para el suministro de combustible para calefacción por valor de 1.500 francos como puede ver en la factura y el fotógrafo le paga con los falsos billetes. 

Yvon intenta pagar la cuenta de un restaurante con los billetes falsos, pero el camarero los reconoce como falsificados. Yvon es arrestado. 

En el juicio posterior la gente de la tienda de fotografía con la colaboración de uno de sus trabajadores , Lucien (Vincent Risterucci ) miente. Evita ir a la cárcel; sin embargo, pierde su trabajo.  
La chica que trabaja en la tienda de fotografía reconoce a Norbert en la calle con un grupo de sus amigos de la escuela, y ella se acerca a las autoridades de la escuela y lo acusa de haberles pasado los billetes falsos. 

Cuando el Capellán da una charla en clase ante los estudiantes sobre las facturas falsificadas, centrándose en la deshonestidad del hecho, Norbert abandona el aula. En casa, la madre del chico le aconseja que lo niegue todo, y ella va a la tienda de fotografía con un soborno para que los dueños dejen que el asunto se olvide. 

Por su parte,  Lucien (Vincent Risterucci ) el asistente de la tienda de fotografía que participó en el juicio y cometió perjurio en favor de sus jefes al negarse a reconocer a Yvon, los estafa al aumentar los precios mientras están fuera de la tienda y se embolsan la diferencia. Cuando los dueños del negocio lo descubren, lo despiden, pero, ellos no saben que ha hecho copias de las llaves de la tienda. 

Él y dos amigos roban la caja fuerte de la tienda y comienzan una operación de robo de tarjetas ATM de cajeros automáticos, similares a las que aparecen a inicio de la película durante los títulos de crédito. 

Por su parte, Yvon necesitado de dinero, pues está casado con Elise (Caroline Lang ) y tiene una hija pequeña, ayuda a un amigo en un robo a un banco, como conductor del vehículo en el que huyen.Pero la policía frustra el robo y arresta a Yvon, quien es juzgado y sentenciado a prisión por tres años. 

Mientras está en prisión, Yvon se entera de la muerte de su hija y de la decisión de su esposa de comenzar una nueva vida sin él tras recibir una carta de su mujer diciendo que lo abandona para comenzar una nueva vida. Yvon se queda lleno de dolor y desesperación. 

Fracasa en un intento de suicidio.Ante el mismo dos presos comentan que “Se tiene miedo a la muerte porque se ama la vida”, tras lo cual uno se pone a rezar por su alma. Lucien y sus cómplices finalmente son capturados y arrestados, y Lucien es enviado a la misma prisión que Yvon. Lucien ofrece incluir a Yvon en un intento de fuga de prisión, pero Yvon se niega. Yvon culpa a Lucien por sus problemas y quiere venganza. 

Lucien continúa con su plan de escape. El intento de fuga se transforma en un plano fijo de una puerta a oscuras; el sonido de una alarma, el encendido de una rendija de luz. Se oyen pasos de carreras y una frase en off.

Ha fracasado, pero Yvon y su compañero de celda escuchan ruidos en el pasillo que implican que Lucien ha sido atrapado, y el compañero de celda, un hombre sabio que le había pedido que “No te involucres en el absurdo del mundo”, cree Yvon al igual que Lucien probablemente serám transferidos a una prisión de máxima seguridad mucho más severa. 

Al salir de prisión, Yvon no tiene nada. De inmediato, mata a los guardias de un hotel para robarles la caja. 

Luego busca refugio en el campo en la casa de una amable mujer de pelo blanco y su familia. La mujer de pelo gris dotada de indulgencia y bondad ilimitadas le dice en algún momento que “Recibirás perdón. Si yo fuera Dios, perdonaría a todo el mundo” y le habla de su dura vida con un padre (Michel Briguet ) - o marido no me ha quedado del todo claro- que a pesar de ser un músico reputado que toca a Bach , le agrede de forma regular y de cómo ha de atender a un chico impedido. 

Pasa un poco de tiempo, y aunque Yvon parece rehabilitarse, sin embargo, una noche , sin motivo aparente, Yvon mata a los que viven en la casa con un hacha y sabemos su motivo - o no- pues a la mujer le pregunta: “¿dónde está el dinero?” empuñando el hacha, acabando con todos los que viven en la casa.

Va a un restaurante, le confiesa a un oficial de policía lo ocurrido y es arrestado a la vista de todos los parroquianos que expectantes - y nosotros con ellos perturbados- que ven la salida de Yvon pero se centran en la sala vacía de la cafetería. Un último plano fijo ante un cajero que vuelve a dar dinero pone fin a la película con sus títulos de créditos.  

Bresson empezó a trabajar , asistido por Olivier Péray, primero en el guión de la película en 1977 inspirándose en la obra escrita por León Tolstói. Más tarde, Bresson dijo que era la película “con la que estoy más satisfecho – o al menos es en la que encontré la mayor cantidad de sorpresas cuando estuvo terminada – cosas que no esperaba.” 

La película fue estrenada en Francia, el 18 de mayo de 1983 por MK2 Diffusion y premiada en Cannes. 

En cuanto a la crítica Vincent Canby escribió en The New York Times que “Ese Robert Bresson, el veterano director francés, es todavía uno de los realizadores cinematográficos más rigurosos y talentosos del mundo, es evidente con la llegada de su hermosa y astringente película, El Dinero". Canby añadió que “Como todas las películas de Bresson, El Dinero no puede ser interpretada exclusivamente en términos sociales, políticos o psicológicos… El Dinero podría ubicarse en análisis Marxistas, sin embargo, es cualquier cosa menos Marxista. Es demasiado poética – demasiado interesada en los misterios del espíritu." 

Tom Milne descubrió que L′Argent era "inconfundiblemente una obra maestra", señalando "la extraordinaria apoteosis de la secuencia final" y el "asombro sin aliento en la última imagen de los espectadores congelados mientras observan la habitación vacía desde la cual todas las pruebas del crimen ha ido."  Y en The Times se califica como una película "única, destacable, devastadora". 

Bresson recibió el Premio del Director en el Festival de Cine de Cannes de 1983 , junto a Andrei Tarkovsky (que admiraba las obras de Bresson) por su película Nostalghia . L'Argent fue nominado a Mejor sonido en los César Awards 1984 y ganó, además, el National Society of Film Critics Award como Mejor Director de 1984. 

La película rodada en Eastmancolor muestra como el espectador es testigo de la caída del protagonista, que viene a cometer los peores crímenes, una caída que se presenta como consecuencia de una injusticia original, en sí misma debido al atractivo de la ganancia. 

El propio Bresson en algunas de sus obras teóricas publicó algunas cuestiones centrales sobre el por qué de sus obras. Con respecto a la última señaló Robert Bresson: … desde hace años he suprimido por completo en mis películas la música de apoyo o de acompañamiento. Tardé mucho en darme cuenta de su efecto nefasto, sobre todo cuando se trata de una música célebre. Inmediatamente, las imágenes pierden vigor; mientras que con el menor ruido, se ahondan, ganan en profundidad, adquieren una tercera dimensión.


Michel Ciment: ¿Por qué eligió para El dinero la Fantasía cromática de Bach? 

R.B.: Porque no quería que mi pianista tocara una música sentimental. Pero la música de Bach es siempre sentimental, de modo que me he equivocado un poco. 

R.B.: Lamento no haber podido detenerme más en la idea de redención de Yvon en El dinero; pero en ese momento el ritmo de la película no lo permitía. 

M.C.: Yvon es un poco como el ángel exterminador.

R.B.: La sociedad lo abandona. Su matanza es como la explosión de su desesperanza. 

R.B.: Hay muchos bellos relatos de Tolstói. Uno de ellos es El billete falso, que me brindó algo más que un punto de partida: la idea de una propagación vertiginosa del Mal y el surgimiento final del Bien. 

Por último señalar que Bresson buscaba insistentemente que el cine, para él la herramienta mas potente del arte, se desprendiera de los elementos de otras artes , especialmente del teatro.


De acuerdo con Alan Pavelin, su obra tiene tres fuentes principales de inspiración: su inspiración catolicismo jansenista que implica que sus personajes carecen de "psicología" , su carrera como pintor y su experiencia de prisioneros de guerra . Para él los personajes son guiados por el destino, no hay que explicar las razones o los motivos de su acción . Y esto es precisamente lo que ocurre con Yvon, un joven que es injustamente acusado de traficar con dinero falso, y que por ese error  judicial, su vida se complica y se llena de adversidades que culminan con su entrada en prisión, no solo porque el ambiente lo va degradando y corrompiendo hasta convertirlo en una persona sin escrúpulos ni principios morales, sino por lo que acontece en su vida cuando está preso. 

Esta película cumple alguno de sus principios: la igualdad de importancia entre las imágenes y los sonidos, trabajo importante del campo a través de la estilización de estos; las múltiples tomas para obtener lo absoluto, los modelos ocultos, la estilización de sus voces; y el gusto por una cámara que apuesta por buscar los tres cuartos en la pantalla .

A esto se une el uso de la elipsis ,  los detalles mínimos, los encuadres que cortan la figura humana, junto a ello los diálogos ceñidos a la mínima e imprescindible concisión, la ausencia de imposturas y el minimalismo radical lleno de detalles (cafetera, tazas, cerraduras,...) y planos vacíos - o llenos según veamos- con enfoque especial a una manos que se abren, se cierran, que reciben o que dan , que son receptoras de agua o de avellanas verdes en la palma de una mano y eso sí, puertas, y en la que el personaje principal no aspira a alcanzar la gracia divina pues la única redención es el reconocimiento de la culpa.


Tras la muerte del director se instituyó el premio Robert Bresson , un premio cinematográfico que presentado por los Consejos Pontificios de la Cultura y de las Comunicaciones Sociales que premiaba a los directores que en el Festival de cine de Venecia trabajan buscando un obra "significativa por su sinceridad y la intensidad de la búsqueda del sentido espiritual de la vida".


La película se centra en el papel degenerativo y corrupto de ese poderoso caballero "Don Dinero" que actúa como un nuevo Dios en cuyo altar se sacrifican valores e ideales, así como en el azar que juega un papel importante en la vida del protagonista que lo mueve como si fuese una marioneta por lo que el director trasmite una mirada escéptica sobre la humanidad casi sin esperanza que parece avisarnos de algo terrible: No future!!!


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