Miradas
desde el hueco de una puerta o la locura en su laberinto podría haber
sido el nombre de la novela, pero Stephen King pensó en otra cosa.He intentado leer a Stephen King. Reconozco
que su literatura no me va. No obstante, tengo claro que es uno de los
fabuladores más grandes que hay en la literatura actual y soy capaz de
reconocer su valía cuando sus obras han sido llevadas al cine o a la
televisión. En ese caso me rindo ante el creador de este mundo de
ficción paralela y grandiosa.
Curiosamente ayer sábado
pude ver una de sus obras llevadas al cine por Frank Darabont y con
parte del elenco que más tarde trabajará para él en The Walking Dead,
aunque no era mi intención ni mi interés. Pero tras una ventana
indiscreta me encontré en Cuatro con la versión cinematográfica de La Niebla.
Con
todo yo iba a escribir sobre otra de sus obras llevadas al cine por
otro de los grandes, en este aso Stanley Kubrick. Además creo que esta
película cada vez que la veo me gusta más. Me proporciona, cada día que
pasa, más placer, al igual que más espanto. La película del viernes
noche fue “The Shinning” (“El resplandor”) la obra de Stephen King, al
que, por cierto, no gustó nada el intento de Kubrick de mostrar con su
narración visual lo que era la locura.
El resplandor es una película terror psicológico dirigido por el Stanley
Kubrick y que fue estrenada en 1980. Basado en la novela homónima del
escritor Stephen King, la película cuenta cómo su protagonista empieza a
sufrir inquietantes trastornos de personalidad a poco de llegar junto
con su mujer y su hijo a un solitario hotel de Colorado en las Montañas
Rocosas. Poco a poco, debido al aislamiento, al insomnio, a sus propios
fantasmas interiores y a la influencia maléfica del lugar, se verá
inmerso en una espiral de violencia contra su mujer y su hijo, que a su
vez parecen víctimas de espantosos fenómenos sobrenaturales.
Si bien su estreno fue acogido con frialdad por la crítica, El resplandor
ha ido ganando adeptos con el tiempo. Como en otras películas del
cineasta estadounidense, tras la línea dramática principal se esconden
innumerables representaciones simbólicas, indicios subliminales, crítica
sociohistórica e indagaciones de índole psicológica en torno a la
naturaleza humana y el mal.
La producción de está película recayó en un abanico de personas en las que estaban, además del director, Robert Fryer, Jan Harlan, Mary Lea Johnson y Martin Richards para la Warner Bros. Pictures, participando igualmente Hawk Films y el grupo Peregrine.
La cantidad invertida alcanzó los 12 millones dólares, aunque la
película obtuvo en taquilla unos interesantes ingresos cercanos a los 95
millones de dólares.
La obra lógicamente es creador del escritor nacido en Maine, pero en este caso el guión fue transformado por Stanley Kubrick y Diane Johnson. La música, de extraordinaria importancia en la película, es de Wendy Carlos y Rachel Elkind, y desde los títulos de crédito con la subida por la carretera de montaña ya impresiona.
La fotografía fue de John Alcott y uso en la película conjuntamente con el director el
sistema de rodaje llamado "Steady-cames decir, una cámara incorporada a
un arnés que permite rodar escenas de largo recorrido físico y que
impide que la cámara sufra movimientos extraños.
El
rodaje de la película duró mucho porque la preproducción y construcción
de decorado demoró la cosa más de un año, no por las obsesivas
repeticiones del director, que filmó relativamente rápido.
La
versión que he visto es la llamada internacional con 114 minutos de
metraje, muchas más corta que las versiones americanas (144) y japonesa
(146 minutos). Esa es la razón por lo que he escuchado la versión
doblada al castellano más chirriante de la historia del cine español.
Y es que era
conocida la afición de Stanley Kubrick de implicarse en todos los
aspectos de la producción, del rodaje, de la distribución y hasta la
proyección de sus películas. Cuando en 1980 Stanley Kubrick termina la película y
comienza su distribución. Kubrick había ya conseguido el raro
privilegio de poder elegir a literatos o filólogos de prestigio para que
tradujeran sus diálogos a otros idiomas (español, francés, italiano,
alemán…).
En España el encargado de la traducción fue Vicente Molina Foix. Igualmente buscaba directores de cine respetados para los doblajes. En nuestro país el elegido fue Carlos Saura. Pero el espíritu controlador de Kubrick era tal que le tenían que mandar las pruebas de voz de diferentes actores para elegir la más parecida. El problema es que Kubrick no sabía español y solo oía el tono. Y en función de los tonos y timbres de los actores originales eligió dos voces: la de Verónica Forqué para Wendy Torrance por su parecido evidente con la de Shelley Duvall; y la del actor Joaquín Hinojosa para doblar a Nicholson. En el caso de Scatman Crothers la que le sonó más parecida fue la del locutor de radio Rafael Taibo. Las voces del niño, Danny, los hizo una señora. Eso no era nuevo pues en la magistral Barry Lyndon había utilizado a José Luis López Vázquez como narrador.
En España el encargado de la traducción fue Vicente Molina Foix. Igualmente buscaba directores de cine respetados para los doblajes. En nuestro país el elegido fue Carlos Saura. Pero el espíritu controlador de Kubrick era tal que le tenían que mandar las pruebas de voz de diferentes actores para elegir la más parecida. El problema es que Kubrick no sabía español y solo oía el tono. Y en función de los tonos y timbres de los actores originales eligió dos voces: la de Verónica Forqué para Wendy Torrance por su parecido evidente con la de Shelley Duvall; y la del actor Joaquín Hinojosa para doblar a Nicholson. En el caso de Scatman Crothers la que le sonó más parecida fue la del locutor de radio Rafael Taibo. Las voces del niño, Danny, los hizo una señora. Eso no era nuevo pues en la magistral Barry Lyndon había utilizado a José Luis López Vázquez como narrador.
Los protagonistas en la película son Jack Nicholson como Jack Torrance, Shelley Duvall (Wendy Torrance), el niño Danny Lloyd (Danny Torrance), Scatman Crothers (el jefe de cocinas Dick Hallorann), Barry Nelson ( Stuart Ullman), Philip Stone (Delbert Grady) Lisa y Louise Burns como las hijas de Grady y, Joe Turkel (Lloyd). Y en la versión norteamericana salen igualmente Anne Jackson (doctora) y Tony Burton (Larry Durkin)
La película comienza con la subida del coche de Jack
Torrance (Jack Nicholson) y su llegada al Hotel Overlöok para una
entrevista de trabajo como guardia de invierno, con el ánimo de utilizar
la soledad del hotel para escribir un libro. El hotel en sí mismo está
construido sobre un antiguo cementerio indio y queda completamente
aislado por la nieve durante los largos inviernos.
El
manager del hotel Stuart Ullman (Barry Nelson) advierte a Jack, que
viene desde Denver, que el antiguo guarda sufrió de claustrofobia y mató
a toda su familia antes de suicidarse. El hijo de Jack, Danny (Danny
Lloyd), que tiene un amigo imaginario y una percepción extrasensorial y
tiene premoniciones horripilantes sobre el hotel. La mujer de Jack,
Wendy (Shelley Duvall), recibe al poco de avisarle su hijo la llamada de
Jack para comunicarle que lo han contratado.
La
familia llega al hotel el día del cierre al público y los encargados
les muestran brevemente el complejo. El cocinero afro-americano Dick
Hallorann (Scatman Crothers) sorprende a Danny mediante telepatía
ofreciéndole helado. Dick le explica a Danny que él y su abuela
compartían esta habilidad telepática, que él llama "el resplandor".
Danny pregunta si hay algo de lo que deba temer en el hotel,
especialmente sobre la habitación 237. Hallorann le dice a Danny que el
hotel en sí tiene resplandor y que guarda muchas historias, de las
cuales no todas son buenas. Finalmente le pide a Danny que no entre en
la habitación 237 y que si tiene algún problema que contacte con él..
Pasa
un mes; mientras el niño recorre con un coche el interior del hotel, el
proyecto literario de Jack no va a ninguna parte. Más tarde, Danny y
Wendy exploran el laberinto de arbustos que hay en el patio del hotel.
Wendy comienza a preocuparse sobre las líneas telefónicas puesto que
muchas de ellas dejan de funcionar debido a la fuerte nevada. Por su
parte, Danny continúa con más visiones terroríficas sobre las niñas
asesinadas por el anterior guarda.
Jack, cada vez más frustrado e insomne, comienza a actuar de forma extraña y cada vez más violenta.
La
curiosidad de Danny sobre la habitación 237 aumenta cuando ve la puerta
de la habitación abierta. Después, aparece con heridas en el cuello y
visiblemente traumatizado, lo que hace que Wendy acuse a Jack de haber
maltratado a Danny. Jack deambula hasta llegar al salón del hotel donde
se encuentra a un camarero fantasma llamado Lloyd (Joe Turkel). Lloyd le
sirve bourbon mientras Jack se queja sobre su matrimonio.
Wendy
más tarde le dice a Jack que Danny le ha dicho que una mujer loca en
una de las habitaciones ha sido la responsable de las heridas. Jack
entra en la habitación 237 y ve a una joven muy atractiva bañándose. La
mujer sale de la bañera y comienza a besar a Jack apasionadamente.
Cuando Jack mira el espejo por sobre su hombro, ve que ella ha cambiado a
una horrible mujer en descomposición. A
pesar de todo le dice a Wendy que no había visto nada. Wendy y Jack
discuten sobre si deberían sacar a Danny fuera del hotel, y Jack
enfadado vuelve al salón, ahora lleno de fantasmas que disfrutan de una
fiesta de disfraces. Aquí es cuando conoce al fantasma del antiguo
guarda, Grady (Philip Stone), que dice a Jack que debe corregir a su
mujer y a su hijo.
Mientras
tanto, en Florida, Hallorann tiene una premonición de que algo va mal
en el hotel y toma un vuelo hacia Colorado para investigar. Danny
comienza a decir "redrum" hasta que entra en trance, y vuelve a hablar
con su amigo imaginario "Tony."
Mientras
busca a Jack, Wendy descubre los trabajos de Jack para su libro; cuando
lo lee descubre que ha estado escribiendo a máquina sin parar hojas y
hojas con la misma frase: “No por mucho madrugar amanece más temprano” en su versión española, o "All
work and no play makes Jack a dull boy" ("Todo trabajo y nada de ocio
hace de Jack un tipo aburrido" en su versión americana) con distintos
formatos y estilos. En ese momento se enfrenta a Jack, que la amenaza
hasta que ella le golpea con un bate y él cae por una escalera quedando
inconsciente. Ella consigue llevar el cuerpo hasta la cocina y
encerrarle en la despensa, pero esto no hace que consiga resolver su
gran problema; ella y su hijo están atrapados porque Jack había
saboteado la radio del hotel y el vehículo para moverse sobre la nieve.
Después, Jack habla a través de la puerta de la despensa con Grady, que
desbloquea la puerta, liberándole.
Danny
escribe "REDЯUM" con lápiz de labios en la puerta del baño, mientras lo
repite en voz alta. Cuando Wendy se despierta mira a través del espejo
donde observa las letras "MURDEЯ" (ASESINATO). Jack comienza a golpear
la puerta de la habitación con un hacha. Wendy asustada consigue
encerrarse en el baño y sacar a Danny a través de la ventana del baño,
pero no consigue salir a través de ella. Jack comienza a golpear la
puerta del baño mientras Wendy grita de pánico; Jack se asoma entre el
agujero que ha hecho, gritando "¡Aquí está Jack!"; es entonces cuando,
al intentar Jack abrir la puerta, Wendy le clava el cuchillo en la mano.
En
ese momento Jack escucha el sonido del vehículo de nieve, que Hallorann
había pedido prestado para llegar hasta la casa, y abandona la
habitación. Jack mata a Hallorann en la entrada con el hacha y comienza
una persecución tras Danny que les lleva hasta el laberinto de arbustos.
Wendy corre al ver que Jack ya no está en la puerta y se encuentra con
varios fantasmas y con una gran cascada de sangre. Mientras tanto, Danny
camina hacia atrás sobre sus huellas y deja un rastro que no lleva a
ningún sitio, mientras tapa las huellas que deja hasta una esquina donde
se esconde. Jack, que había estado siguiendo las huellas, vuelve hacia
atrás y en ese momento Danny aprovecha para salir del laberinto y junto
con su madre toman el vehículo de nieve de Hallorann, mientras Jack
muere congelado en el laberinto de arbustos.
Al
final de la película vemos una fotografía colgada dentro del hotel, con
fecha del 4 de julio de 1921, en la que Jack Torrance sonríe rodeado de
una gran multitud que parece disfrutar de una fiesta.
Para la elección de actores Kubrick barajó varios nombres para el papel principal, entre ellos los de Robert de Niro y Robin Williams. Al primero lo descartó tras verle en Taxi driver porque le parecía demasiado histriónico para el papel; al segundo, después de verle en Mork & Mindy, por ser demasiado poco expresivo. También pensó darle el papel a Harrison Ford.
Stephen King, por su parte, renegaba de Nicholson porque pensaba que, como este había rodado Alguien voló sobre el nido del cuco, el espectador tendería a considerarlo un individuo inestable desde el principio; por ello, King prefería para el pape, a Jon Voight o a Martin Sheen, que representarían más fielmente el perfil de individuo corriente que se ve abocado gradualmente hacia la locura. En cualquier caso, desde el principio al escritor se le dijo que el actor para el papel principal «no era negociable». De cualquier manera esta película no hubiese sido igual sin Nicholson.
Aunque en un principio Jack Nicholson sugirió que Jessica Lange encajaría mejor en la personalidad de la Wendy
de Stephen King, Shelley Duvall supo muy pronto que ella era la elegida
para el papel. A diferencia del personaje de la novela, la Wendy
del film tendría una personalidad vulnerable, débil de carácter y
sumisa hacia su marido. Kubrick quería resaltar con más crudeza el
machismo como una de las manifestaciones de las relaciones de poder
amo-criado. Para labrar ese carácter y darle más credibilidad, a lo
largo del rodaje el director la presionó hasta el límite, llegando
incluso a humillarla y vilipendiarla ante todos sus compañeros. Se dice
que la escena en que armada con el bate de béisbol retrocede por la
escalera ante el ataque de su marido (una de las secuencias que más
tomas ha exigido nunca por parte de un director de cine), no estaba representando a una mujer aterrada; Shelley estaba, literalmente, aterrada.[
Para el papel de Danny Torrance El primer candidato del director para representar el papel de hijo de los Torrance fue Cary Guffey (Encuentros en la tercera fase), pero los padres del joven actor lo impidieron aduciendo que era una película demasiado truculenta para un niño. En la búsqueda de candidatos fueron entrevistados unos cinco mil niños a lo largo de seis meses. Las pruebas, coordinadas por el asistente de Kubrick Leon Vitali (el actor que había representado el papel de lord Bullingdon en Barry Lyndon), tuvieron lugar en Chicago, Denver y Cincinnati, ya que Kubrick quería que el acento del candidato estuviera «a medio camino» entre el de Jack Nicholson y el de Shelley Duvall. Durante el rodaje, el pequeño actor fue protegido de manera especial por Kubrick; de hecho, el niño creyó en todo momento que estaba rodando un drama, no una película de terror. Tras su papel en el film de 1982 Will: the autobiography of G.Gordon Liddy, Danny Lloyd abandonó su carrera como actor.
En la decisión de elegir para el papel de Dick Halloran a Scatman Crothers fue determinante la recomendación de Nicholson, que había compartido con él reparto en Alguien voló sobre el nido del cuco.
Para Lia Beldam (joven de la bañera) y Billie Gibson (anciana de la
bañera), ésta fue la única película en que intervinieron. Tampoco las
hermanas gemelas Lisa Burns y Louise Burns volvieron a intervenir en
ninguna película. Lisa y Louise son gemelas idénticas; sin embargo,
tanto en el libro como en el guión, son simplemente hermanas; en la
entrevista inicial de la película, Mr. Ullmann comenta que sus edades
son de «entre ocho y diez años». Barry Dennen tiene un papel muy
limitado (y en la versión corta, sin diálogos) como ayudante del señor
Ullman. El invitado que, con una enorme brecha en la cabeza, brinda
diciendo «Una bonita fiesta, ¿verdad?» es Norman Gay, editor en la
película de El exorcista.
Existen dos versiones comerciales oficiales de El resplandor: la que se estrenó en Estados Unidos (versión USA) y una segunda, más corta, que se distribuyó unos meses después al resto del mundo (versión internacional).
La película se proyectó por primera vez al público el 23 de mayo de
1980: fue un estreno restringido, muy al uso en aquella época, ya que
solo se exhibió en medio centenar de salas de Nueva York y de Los
Ángeles. Apenas unos días después, el director y la Warner
pidieron a los exhibidores que cortaran una escena del final (la escena
del hospital) y devolvieran a la distribuidora el celuloide sobrante.
Tras ser eliminada físicamente también de cada una de las copias
almacenadas y de los negativos, el 13 de junio se produjo el lanzamiento
para el resto de Estados Unidos. Unos meses más tarde, con vistas a la
explotación internacional, Kubrick volvió a recortar el metraje, esta
vez en unos 30 minutos. Aunque la productora justificaba los cortes por
una acogida inicial por debajo de lo esperado, es posible que el motivo
real fuera el deseo del director de reorientar la narración hacia una
vertiente más abstracta. Para ello decidió minimizar la influencia en la
trama de cuatro factores que tanto en el libro como en la versión larga
jugaban un papel más determinante: el hotel como entidad maléfica en sí
misma, el mundo exterior, el alcoholismo del protagonista y el amigo
imaginario del niño.
Esta
versión se estrenó el 26 de septiembre de ese año en España. Los
problemas de ritmo que también argumentó el director para justificar el
nuevo montaje «resultan simple y llanamente incomprensibles», ya que las
escenas suprimidas «enriquecían mucho más un film de múltiples
lecturas, que hacía hincapié sobre el personaje de Danny y desvelaba
matices ocultos en torno a la relación de este con su padre».
Las
dos tienen, la americana y la internacional, tienen el estatus de
«corte del director» «puesto que fue él mismo quien decidió los cortes
de cada una.» Del mismo modo, para Movie-Censorship.com, «las dos
contaban con la bendición del realizador»; de hecho, en el curso de un
proceso de remasterización para una nueva reedición en DVD, la Warner volvió a lanzar la versión larga en Estados Unidos y la corta en el resto del mundo. En cambio, en la Internet Movie
Database (IMDb) se insiste en que Kubrick prefería el montaje para
Europa, si bien «la versión larga está más difundida hoy día».
La
fría acogida de los primeros pases en Estados Unidos acabó de decidir
al realizador para suprimir una escena que se desarrollaba a modo de
epílogo justo tras el desenlace del laberinto nevado y antes de la
misteriosa secuencia final de la fotografía de los años veinte. En dicha
escena, Wendy, convaleciente en una habitación de hospital, recibe la
visita del administrador, quien le comunica que los investigadores no
han encontrado el cadáver de su marido ni tampoco el del cocinero. Tal
revelación suponía un giro narrativo arriesgado, puesto que venía a
proponer nuevas conjeturas sobre todo lo ocurrido dentro de los muros
del Overlook en los meses anteriores.
La
decisión del director de eliminar esa escena fue controvertida. El
consenso general entre los que vieron los primeros pases era que la
película quedaba mejor sin ella porque mantenerla suponía debilitar la
amenaza del Overlook sobre la familia y reintroducía en el conflicto a
Ullman, que apenas había tenido protagonismo en la historia. La
coguionista Diane Johnson reveló que Kubrick sentía desde el principio
cierta «compasión» por el destino final de Wendy y del pequeño Danny, y
en ese sentido la escena del hospital daría cierta sensación de vuelta a
la normalidad. Johnson, en cambio, era partidaria de un desenlace más
trágico: llegó a proponer incluso la muerte de Danny Torrance; el caso
es que el propio director siempre albergó ciertas reticencias respecto a
la escena, hasta que finalmente decidió que era oscura y confusa, y que
la película funcionaba mejor sin ella. Tal vez la «oscuridad» a la que
alude Kubrick apunte a un posible paralelismo entre la desaparición de
los cadáveres de Jack y Halloran y la tragedia del Donner Party
mencionada al principio
No
faltaron, sin embargo, voces en contra de tal supresión. Para la actriz
principal, Shelley Duvall, «Kubrick se equivocó, porque la escena
explicaba algunas cosas importantes, como la importancia de la pelota
amarilla y el papel que el director del hotel desempeña en la intriga».
Desde
un punto de vista retrospectivo, algunos espectadores se han planteado
alguna incógnita tras conocer los debates internos del equipo durante el
montaje del film sobre la conveniencia de incluirla o no. Sea como
fuere, reflexionan, la escena estuvo desde el principio en el guión, de
manera que la doble personalidad del personaje de Stuart Ullman estaba
ya de algún modo presente en el carácter que Kubrick quería imprimirle
en sus intervenciones al principio de la película, en las entrevistas y
la visita guiada: mientras se rodaba la película, él, Ullman, ya «lo
sabía todo» sobre el Overlook y, sin embargo, bajo su apariencia de
anfitrión de modales exquisitos, premeditadamente se lo estaba ocultando
a los futuros inquilinos.
Sobre la modificación de la escritura de Jacck tienen que ver que sólo hay cuatro países en Europa que sistematicen el doblaje: Italia, Alemania, Francia y España y que la frase “All work and no play makes Jack a dull boy” que el protagonista mecanografía maniáticamente tiene también cuatro versiones con refranes. En alemán sería ”no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, en francés, una especie de “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, en italiano ”La mañana trae oro en la boca” y en español el conocido “No por mucho madrugar amanece más temprano”.
Las
críticas negativas que recibió inicialmente la película le hicieron
“merecedora” de dos nominaciones a los premios Razzie, o anti-Óscar: el
de Peor Actriz Principal y el de Peor Director; finalmente, ni Duvall ni
Kubrick “consiguieron” el premio.
También
optó a los premios Saturn en los apartados de Mejor Director, Mejor
Actor Secundario (Scatman Crothers), Mejor Película de Terror y Mejor
Banda Sonora (Wendy Carlos y Rachel Elkind); sólo Crothers se llevó el
galardón en su apartado.
En cuanto a los Óscar, después de haber concurrido como Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión con Barry Lyndon, pero El resplandor resultó ser la primera película de Kubrick que ni siquiera fue nominada en apartado alguno.[
Como curiosidad señalar que "El resplandor" hizo
popular la steadicam (estabilizador de cámara), inventada por Garrett
Brown, y que supuso una gran revolución en la industria cinematográfica.
Gracias a la steadi de Garrett Brown se pudieron rodar los trávellings
del pasillo del hotel o la escena de persecución en el laberinto.
Garrett obtuvo un Premio Oscar en 1978 por su contribución a la técnica
cinematográfica.
De la famosa escena del río de sangre cayendo desde las puertas del ascensor (conocida como The river of Blood)
se puede ver un extraño objeto que cae junto a la sangre y que queda en
la entrada del ascensor, mientras que la sangre sigue cayendo e
inundando el lugar. Se ha llegado a varias explicaciones: podría
tratarse de un cuerpo o de una persona que justo al salir del ascensor
cae debido a la sangre (ésta última es poco probable). Solo se sabe que
el equipo de Stanley Kubrick filmó dicha escena reiteradas veces y aquel
objeto podría haber sido colocado allí intencionadamente. Además, se
desconoce qué representa exactamente aquella escena de las puertas del
ascensor; aunque podría representar la cara de Danny gritando (ya que se
lo puede ver gritando cuando tiene la visión del ascensor).
La
escena final del film (la escena del cuadro) deja algunas dudas sobre
el significado de ver al protagonista, Jack, en el cuadro. Stanley
Kubrick declaró que esa persona en el cuadro no es Jack, sino su
antepasado.
Los Simpson también hacen una parodia de la película en un capítulo de "Noche de brujas" llamado El resplandior (según ellos, para no pagar derechos de autor).
En
una encuesta hecha en Inglaterra, El resplandor fue elegida como la
segunda película más aterradora de todos los tiempos, detrás de El
exorcista.
Y
es que Kubrick se propuso rodar la esquizofrenia, y lo logró a través
de un relato cinematográfico basado en una narración inquietante y
angustiosa. El poder de la imagen del maestro neoyorquino consiguió,
además de una atmósfera opresiva, algunas de las escenas más impactantes
del cine de terror de las últimas décadas. El mérito es aún mayor
cuando, a diferencia de lo habitual en el género, el director no se
refugia en la oscuridad para provocar miedo o tensión, sino en algo tan aparentemente inocuo como un
niño montado en un triciclo, paseando por los pasillos de un hotel, o
el golpear de una pelota sobre la pared de un hotel deshabitado o el
sonido de una máquina de escribir. Kubrick
refleja la mente humana como el laberinto, ese entramado complejo y
retorcido, que vemos en la película. Todo ello arropado en la luz y el
sonido, o con un travelling a ras de suelo desde el triciclo y todo ello
en un hotel incomunicado, con un asesino desquiciado que no sabe
distinguir entre lo real y lo onírico, y un niño enigmático con poderes
telepáticos.
Para
siempre quedarán los angustiosos paseos en triciclo por los
interminables pasillos del hotel Overlook, Jack Torrance asomando la
cabeza por la puerta rota del cuarto del baño o persiguiendo a su hijo
por el laberinto ; la habitación 237 ; y como no ese REDRUM como
inversión de asesinato (Murder).
Por
último señalar que hace unos años pude ver la miniserie televisiva del
mismo nombre adaptada por el director Mick Garris bajo la mirada
cuidadosa de su creador y en los que participaban Steven
Weber, Rebecca De Mornay, Courtland Mead, Wil Horneff y Melvin Van
Peebles posiblemente más fiel a la novela, pero menos grandiosa y
terrible que la de Kubrick. Y es que lo que hizo Kubrick fue una obra
grande.
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