Ese
fue 1992. Las circunstancias hicieron que ese año yo acabara
temporalmente en Pontevedra. La bellísima ciudad gallega, con su clima
suave y lluvioso invitaba al cine. Allí recuerdo haber visto Sin Perdón,
El fugitivo, Parque Jurásico, y algunas más como la premiada La Bella y la Bestia
de Disney. Hubo incluso – creo que fue el año siguiente- un festival de
cine, y en algunas de esas salas, junto con actores, votábamos a la
mejor película según el público. Yo voté por una italiana en la que
participaba Ángela Molina y Marcelo Mastroiani.
Una
de esas películas que fui a ver fue la obra con la que Francis Ford
Coppola iniciaba su recorrido por los noventa, en este caso remitiéndose
a todo un clásico de la literatura británica firmado por el irlandés
Bram Stoker. Estamos hablando de Drácula.
Drácula, de Bram Stoker (1992) o Bram Stoker's Dracula en su título original es una película dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada entre otros por Gary Oldman, Anthony Hopkins, Winona Ryder, Sadie Frost
y Keanu Reeves. Participa igualmente una malvada pero bellísima Monica
Bellucci en una de sus primeras incursiones cinematográficas. Entre los actores y actrices que juegan un papel secundario se encuentran Cary Elwes (Lord Arthur Holmwood), la ya nombrada Monica Bellucci, Tom Waits (R.M. Renfield), Bill Campbell (Quincey P. Morris) y Richard E. Grant (Dr. Jack Seward).
La película está basada en la novela homónima de Bram Stoker, el guión fue escrito por James V. Hart y producida por Francis Ford Coppola, Fred Fuchs, Charles Mulvehill para Columbia Pictures a través de otras productoras como la American Zoetrope y la Osiris Films. Las
ganancias de la película fueron suficientes como para salvar a Zoetrope
(estudio de Francis Ford Coppola) de la bancarrota después de sufrir
dificultades financieras y un pasivo de $ 27 millones durante anteriores
3 años a la presentación del filme.
La fotografía fue asumida por Michael
Ballhaus, mientras que el montaje fue cosa de tres: Anna Goursand, Glen
Scantlebury, Nicholas C. Smith. El vestuario, uno de los grandes
aciertos de la película, fue de la japonesa recientemente fallecida
(enero de 2012) Eiko Ishioka.
La banda sonora corrió a cargo de Wojciech Kilar, excepto el tema final Canción de amor para un vampiro, que fue compuesto por Annie Lennox.
La
película tuvo una buena acogida por el público y obtuvo 4 nominaciones a
los Oscar de 1993, de los que ganó tres: Mejor diseño de vestuario,
Mejor Maquillaje y Mejor edición de sonido.
Está
considerada la adaptación oficial, la película más fiel a la novela que
introduce a personajes nunca antes adaptados. Consiguió 215.862.692
dólares en todo el mundo y fue el retorno al éxito de Francis Ford
Coppola.
La
obra en sí comienza con la narración de la toma de Constantinopla por
los turcos y la expansión de éstos por todo el este de Europa. En los
territorios de la actual Rumania, uno de los príncipes de la Cristiandad se enfrentará a ellos. Ese príncipe, Vlad, tras despedirse de su amada esposa y ser bendecido por la Iglesia,
se enfrentará a sus enemigos, saliendo victorioso de ella. La
brutalidad de su defensa, se le presenta como un empalador, no impide
que los turcos envíen un mensaje a su castillo. En ese mensaje se dice
que el príncipe ha muerto. Ante la noticia, su joven esposa Elisabetta
se suicida tirándose a un precipicio. La llegada de Vlad y la recepción
de la noticia le desata la ira más absoluta, abjurando de la religión
ante la negativa de enterramiento por ser un suiidio. Prometiendo una
venganza permanente.
Ya
en el siglo XIX cuando Jonathan Harker (Keanu Reeves), un joven abogado
inglés de Londres prometido con la joven y bellísima institutriz Mina
Murray, en la ciudad de Bistritz, que debe viajar a través del
desfiladero del Borgo hasta el remoto castillo del conde Drácula (Gary
Oldman), en los Montes Cárpatos de Transilvania, para cerrar las ventas
con él de unos terrenos cerca de Londres en una antigua abadía.
Convirtiéndose durante un breve período de tiempo en huésped del conde,
el joven inglés va descubriendo que la personalidad de Drácula es,
cuanto menos, extraña: no puede reflejarse en los espejos, no come nunca
en su presencia y hace vida de noche.
En
una de esas noches descubre con sorpresa el enorme parecido entre Mina y
Elisabetta, su amor inmortal que perdió a su amor hace cuatrocientos
años. Y, curiosamente, la novia de Harker (Winona Ryder) es un vivo
retrato de ella. Por ello, Drácula decide viajar hasta la capital
británica para conquistarla.
Jonathan
poco a poco va descubriendo que es un ser despreciable, ruin y
despiadado que acabará haciéndole rehén en el propio castillo. En el
mismo, también viven tres jóvenes y bellas vampiresas que una noche
seducen a Jonathan y están a punto de chuparle la sangre para
convertirle en vampiro, de no ser por la interrupción del conde. Para
evitarlo, Drácula les entrega un bebé que ha secuestrado para que se
beban su sangre y se lo coman.
Al
mismo tiempo, para encontrar un poco de descanso la joven Mina Murray
decide pasar una temporada veraniega con su amiga íntima de infancia
Lucy Westenra en la casa solariega que posee en Whitby, en la costa de
Yorkshire. Lucy es una hermosa joven de clase acomodada que vive en una
lujosa mansión y que está siendo cortejada por tres galanes un doctor
del psiquiátrico, un norteamericano y un joven adinerado.
Teniendo
al joven Jonathan Harker prisionero en su castillo, el Conde decide
viajar a Londres, pero ha de hacerlo metido en una caja con tierra de
Transilvania, ya que debe descansar en tierra sagrada de su patria.
Para
alcanzar su destino, debe viajar en carruaje hasta un puerto cercano al
estrecho del Bósforo, y desde allí en barco desde Varna hasta Whitby,
en la costa de Inglaterra, atravesando los Dardanelos.
Tras
la llegada del barco, sin tripulación a Londres, Drácula busca a Mina
pero encuentra a la joven Lucy aprovechándolo para chuparle la sangre
por primera vez en el cementerio de Whitby, hecho sangriento del cual
Mina es testigo, recoge a Lucy y la lleva de vuelta a su casa.
Jonathan
Harker sigue recluido en el castillo de Drácula, pero su cautiverio
finaliza cuando logra huir descendiendo por sus muros, cae al río que
bordea el castillo y es arrastrado por la corriente. Es encontrado por
unas monjas en una abadía cercana y posteriormente alojado en un
hospital de Budapest, donde se recupera de una fiebre cerebral sufrida a
raíz de los terribles hechos vividos en la morada de Drácula. Una monja
del hospital se pone en contacto por carta con Mina, detallándole la
situación de su prometido, y le pide que se desplazase hasta ese lugar
para cuidar de Harker, y allí, según resuelve Mina, contraerán
matrimonio.
Mientras,
en Whitby, Lucy Westenra sufre unos extraños síntomas: palidez extrema,
debilidad y dos pequeños orificios en el cuello, producidos por una
supuesta enfermedad; pero lo que en realidad le pasa a la joven es que
está convirtiéndose en vampiresa o en No-muerta debido a que Drácula le
absorbe la sangre, que necesita para sobrevivir y rejuvenecer. Los
síntomas de Lucy se irán agravando tras su regreso a Londres.
Al
no mejorar la salud de Lucy, su prometido Lord Arthur Holmwood (Lord
Godalming) y su amigo Quincey Morris, piden consejo al doctor John
Seward (los tres se le habían declarado a Lucy). Este médico es el
director del manicomio en el que se encuentra el paciente Renfield, un
interno bajo la influencia de Drácula y que fue apoderado legal de
Drácula previamente – y que vimos al principio de la película- . Este
interno, entre otras cosas, practica la zoofagia, caza y come moscas,
arañas y pájaros. Al observar que la salud de Lucy empeora, Seward
decide pedir consejo al doctor Abraham Van Helsing, un médico holandés
experto en enfermedades misteriosas, que fue su profesor en sus años de
carrera.
Entretanto,
Mina ha encontrado en Londres a un noble centroeuropeo al que acompaña a
ver el nuevo espectáculo del cinematógrafo. Mientras ven la nueva
maravilla – y tras imágenes de Meliès, un lobo entra en la sala. Hay una
estampida, pero el noble protege y seduce a Mina.
A pesar de la ayuda de Van Helsing y apreciar sus heridas y concluirque Drácula está tras ella, tras
realizar numerosos tratamientos y transfusiones, no puede impedir que
Lucy muera tras un nuevo ataque, por lo que será sepultada.
El
doctor Van Helsing sospecha que Lucy se ha convertido en No-muerta, y
montan guardia a la tumba familiar en la que ha sido sepultada la joven.
A medianoche los hombres, armados de estacas y linternas, descienden al
recinto en que reposa el cuerpo de Lucy; al correr la tapa del
sarcófago se percatan que el cuerpo no está dentro del ataúd; entretanto
llega Lucy, convertida en una no-muerta, cargando un niño al que quiere
beber su sangre.
El
doctor Van Helsing sella el sepulcro de Lucy con hostia consagrada, de
manera que ésta no puede huir y se pone tras de la vampiresa con un
crucifijo de oro. Los tres enamorados se horrorizan frente a lo que le
ocurrió a la muchacha que amaban. El doctor Van Helsing le pide
autorización a Arthur para "matar" al monstruo. El joven, devastado por
la transformación de su amada, acepta. El doctor Van Helsing y sus
ayudantes completan el rito para que la joven pueda descansar en paz: le
clavan una estaca en el corazón, la decapitan y le llenan la boca de
ajo- aunque esto no lo vemos ahora, sino que ya ocupaba una esquina en
la habitación de Lucy.
De esta manera Lucy Westenra deja de ser una vampiresa. El tormento abandona su alma, por lo que puede descansar ya en paz.
Mina
Murray, tras recibir el telegrama desde Budapest, se casa porel rito
ortodoxo. La ahora Mina Harker al casarse con Jonathan, tras volver de
su boda se entera de la muerte de su amiga Lucy. Al llegar a Londres,
Jonathan descubre al conde Drácula rejuvenecido.
Preocupado
por su propia salud mental, Jonathan le pide a Mina que lea el diario
que él escribió durante su estadía en el castillo de Drácula, en
Transilvania. Mina lo lee y queda consternada y comparte esa experiencia
con el doctor Van Helsing, contándole todo lo que sospecha. Éste
averigua finalmente que el conde Drácula es un vampiro, por lo que
deciden darle muerte, dejando a Mina en la supuesta seguridad del
manicomio.
Primero
intentan acabar con él en Londres, buscando y purificando todos sus
refugios, sin conseguir darle muerte. Renfield no obstante informa a
Mina de que no siga a Drácula. El conde transformado en humo penetra en el habitáculo de Renfield y acaba con él.
Mientras
los demás buscan el refugio de Drácula en la abadía, éste penetra en la
habitación de Mina. Tras seducirla una vez más, entra y le chupa la
sangre a Mina. Seguidamente Drácula vuelve a morder a Mina y le hace
beber de su sangre de él, para que quede de esta manera ligada a él.
Este hecho será más tarde denominado por Van Helsing "el bautismo de
sangre del vampiro".
Poco
más tarde, Drácula se enfrenta a Jonathan y Van Helsing, y a los tres
jóvenes, pero al no poder derrotarlos pese a su gran poder, huye de
ellos transformándose primero en vampiro y luego en un nido de ratas.
Tras huir parte hacia su castillo en Transilvania, quedando así
fracasado su intento de asentarse en Inglaterra para conseguir víctimas
femeninas que incrementen su harén de novias vampiresas.
Todos
los que querían acabar con Drácula -Jonathan, John Seward, Van Helsing,
Quincey Morris, Lord Godalming (prometido de la fallecida Lucy) y Mina
Harker-, marchan tras él, pues saben que ha huido, a Mina, quien ha
caído bajo el influjo de Drácula, aunque no del todo.
Tras
días de viaje llegaron a Galatz, donde se desvió el conde con el barco
que transportaba al conde gracias a su poder de controlar los vientos y
la niebla, y posteriormente llegan al castillo (se habían separado en
dos grupos), se acercan al castillo.
En
la noche las tres vampiresas se les aparecen a Mina y a Van Helsing
durante un alto en su viaje en calesa y tratan de que Mina se les una,
pero Van Helsing logra ahuyentarlas con la hostia. Al amanecer, Van
Helsing entra al castillo y las mata atravesándoles el corazón con
sendas estacas; luego sale del castillo con la cabeza de ellas
arrojándolas al vacío, vuelve con Mina, y se van tanto a la búsqueda de
Drácula como a la de sus amigos. Todos confluyen cerca del anochecer,
durante una tormenta de nieve acechados por lobos. Drácula, quien,
recordemos, no podía estar despierto a la luz solar, viajaba dormido y
metido en una caja de tierra, llevado y flanqueado por los gitanos
leales, quienes también lo habían llevado hasta el puerto en su viaje a
Londres.
Se
libra una batalla, la cual termina cuando el puñal de Jonathan corta el
cuello del Conde, al tiempo que Morris, atraviesa el corazón del
vampiro antes de morir víctima de la puñalada mortal propinada momentos
antes por un zíngaro. Se termina así para siempre con el sangriento
vampiro de Transilvania. Mina, cuando está siendo destruido, observa la
paz que asoma al pálido rostro del vampiro tras abrírsele el camino al
cielo. La cicatriz que la Hostia consagrada que hirió a Mina, desaparece con la muerte de Drácula.
A
lo largo de la película Drácula el personaje interpretado por Gary
Oldman muestra su faceta como guerrero despiadado, como un anciano conde
y como un caballero romántico. Muchos dicen que la interpretación de
Oldman es capaz de asustar y enamorar al mismo tiempo. Se dice que el
actor estudió los diálogos de tal manera que, si olvidaba una frase,
quería volver a repetir toda la escena para poder plasmar todo el
diálogo. Leyó la novela y ensayaba con un tono pavoroso para el Drácula
anciano, dándole un toque más terrorífico al personaje. Gary Oldman pasó
horas y horas maquillándose: sus maquilladores estuvieron cinco horas
para conseguir el físico del conde.
Para
el personaje de Jonathan Harker se pensó en Leonardo DiCaprio y Brad
Pitt, pero la amistad de Keanu Reeves con el director ayudó a que fuera
escogido para el papel. Fue esta película la que le lanzó a la fama y
muchos dicen que la caracterización del actor es muy parecida al de la
novela.
Para
el papel del viejo doctor Van Helsing especializado en vampiros y otras
criaturas extrañas se pensó en Liam Neeson, pero cuando éste se enteró
de que su admirado Anthony Hopkins estaba interesado, decidió cedérselo.
Hopkins también interpreta al sacerdote que castigó a la mujer de
Drácula tras el suicidio y al narrador en algunos momentos. Esta
interpretación va más allá de lo que propone la novela: un personaje más
loco que cuerdo, con una inteligencia brillante. Como curiosidad, cabe
destacar que el actor estudió alemán para conseguir el acento de su
personaje.
Mientras que en la novela, Mina es una mujer responsable y fiel, en la película el personaje va más allá y tiene un affair
con el conde Drácula mientras su marido está en Transilvania. La actriz
tuvo que dejarse melena y adelgazar cuatro kilos para interpretar tanto
a Mina como a Elizabetha, la mujer de Drácula que se suicidó
cuatrocientos años antes.
Se
rumoreaba mucho acerca de que Coppola, además de dirigir la película,
también sería el encargado de adaptar la novela a un guión
cinematográfico. Pero finalmente, los productores le cedieron la tarea a
James V. Hart, ya que llevaba bastante tiempo trabajando con una
adaptación de la novela original.
Ha
habido mucha controversia acerca de la lealtad al libro del guión de
Hart, pero mayoritariamente, la obra está muy bien expresada a nivel
cinematográfico y es bastante fiel a la novela. Por tanto, actualmente
es considerada la mejor adaptación de la novela que se ha hecho, ya que
aparecen en ella todos los personajes pertenecientes a la obra de
Stoker. El resultado final es una película gótica, como el libro.
A
pesar de ser la película mejor adaptada al cine de la novela de Stoker,
en esta versión se incluye un nuevo relato no mencionado en la novela,
cuyo argumento es la profunda historia de amor que comparten el conde
Drácula y Mina Harker. Este relato muestra una visión menos monstruosa
del conde y más romántica, con un segundo enfoque del protagonista
mediante un argumento que no resulta infiel a la novela, y que podría
haber sido perfectamente incluido en ella.
El
filme está dirigido por Francis Ford Coppola. Los productores habían
pensado en otros directores de géneros de terror como William Friedkin o
John Carpenter, pero finalmente optaron por Coppola. Muchos de los
productores dudaban acerca de si Coppola cumpliría las expectativas, ya
que últimamente este director sufría múltiples problemas financieros
debido a desastres cinematográficos; dirigió películas de gran coste,
pero escasa recaudación, como El Padrino III o Apocalypse Now.
Coppola
esta vez se fijó más en bienes creativos que económicos y puso todo su
empeño en realizar la mejor adaptación de la novela que nunca se había
hecho, y finalmente no sólo cumplió los requisitos de la película, sino
que hizo que fuese una de las películas más taquilleras del año, además
de convertirla en todo un clásico del género terrorífico.
Hay
que sumar también que fue una de las películas que salvarían al
director de su crisis tanto económica como profesional, haciendo que
Coppola recuperase su prestigio perdido en el mundo del cine.
La
banda sonora original estaba compuesta por el compositor polaco
Wojciech Kilar, que conocería a Coppola en uno de sus conciertos en
Francia, y al que ofrecería un debut en los Estados Unidos componiendo
la música de la película. Su banda sonora estuvo a punto de ser
seleccionada para una nominación a los Oscars, pero por determinaciones
desconocidas de los productores, no querían que la música de Kilar fuera
seleccionada.
El tema principal de la película "Love Song for a Vampire" (Canción de amor para un vampiro)
fue escrita por Annie Lennox, que juntándola con el trabajo de Kilar,
saldría al mercado un disco con la banda sonora y los temas
interpretados por Lennox. Este disco cosechó un gran éxito por los
Estados Unidos, y también por parte de Europa, - yo particularmente lo
compré- especialmente en Polonia, con la razón de que era el debut de un
compositor polaco en el cine estadounidense.
Debido
a constantes críticas hacia la película por sus escenas violentas y en
muchos casos desalentadoras, la producción no tuvo más remedio que
cortar muchas de las escenas de la película hasta finalizarla con 120
minutos de duración, pero supuestamente, con las escenas recortadas, el
filme debería haber durado 145 minutos. Muchos fanáticos de la novela se
quejaron al respecto, ya que una desintegración de la película
equivaldría a menor expresión creativa del libro. Finalmente, cuando
salió a la venta la versión de la película en DVD, se incluirían tales
escenas suprimidas, y mostrando así al público, una versión más
extendida, en la que se incluían escenas bastante sarcásticas, incluso
desnudos de Winona Ryder.
La
película a pesar de todo tendría una buena aceptación por parte de los
críticos. La calificaron como la mejor adaptación cinematográfica de la
novela que se había hecho nunca, ya que actualmente hay numerables
adaptaciones de la obra de Stoker. La reacción de los críticos, en
general, fue positiva, pero se cuestionó mucho la fidelidad al argumento
de la novela. Además, Keanu Reeves recibió bastantes críticas del
público por su interpretación de Jonathan Harker.
Sin
embargo, el film fue un notable éxito de taquilla, recaudando
82,522,790 $ en su país de origen y 133,339,902 $ en el resto del mundo,
con una recaudación total de 215,862,692 $, convirtiéndose en la
adaptación de la novela más exitosa comercialmente hasta la fecha. La
película dio inicio a una recuperación de la literatura clásica de
terror y de relectura cinematográfica de clásicos de la literatura
inglesa, como lo demuestra el Frankenstain de Mary Shelley, o el Mary
Really.
Realmente Coppola despoja a
la película de la misoginia del autor para centrarla en un espectáculo
de luces y sombras, música e imágenes surrealistas y oníricas que nos
trasladan como por arte de magia a la estética modernista de finales del
siglo XIX y nos lo presenta coetáneamente con los albores del cine. Es
un homenaje al cine. Aprovecha todos los recursos de este arte: imágenes
que simulan haberse tomado con un antiguo cinematógrafo, metáforas
visuales, músicas y diálogos evocadores, como el que dice "Resucitaré de
mi muerte, para vengar la suya, con todos los poderes de las tinieblas"
o “La sangre es la vida”.... Lo
mejor es su tremenda carga emocional, que transforma el mito
convirtiéndolo en un héroe torturado por la pérdida de su amor y que
busca volver a amar. Esa nueva característica aportada por el filme es
su principal acierto, pues conecta al espectador directamente con el
personaje y humaniza, en cierto sentido, al monstruo deshumanizado de
otras versiones.
De
ella dijo Carlos Boyero en “El Mundo” que era una película
"Emocionante. (...) Es una historia de amor y de terror, dos sensaciones
que suelen ir unidas en los espíritus torturados". Por su parte,
Fernando Morales en el Diario El País afirmaba que "Conseguida
revitalización del mítico drácula. Magnífica ambientación neogótica. No
se la pierda".
En una revista especializada como Cinemanía, Javier Ocaña decía que era un "Arrebatado poema de amor teñido de sangre sobre la inmortalidad del deseo".
La
representación de Drácula por parte de Gary Oldman fue alabada por
muchos críticos y ganó el Premio Saturn al Mejor Actor. Sin embargo, el
mejor aval a la película los tuvo en los Oscars de 1992. La película
ganó tres premios de la academia: Mejor diseño de vestuario (Eiko
Ishioka), Mejor edición de sonido (Tom C. McCarthy y David E. Stone) y
Mejor Maquillaje (Greg Cannom, Michèle Burke, Matthew W. Mungle). Estuvo
nominada también a Mejor dirección de arte (Thomas E. Sanders, Garrett
Lewis). En los BAFTA de 1993 tuvo cuatrro nominaciones en las secciones de Mejor maquillaje, vestuario, diseño de producción y efectos especiales. Con todo, el éxito de ese año fue para Clint Eastwood que no quiso perdonar a nadie. En definitiva, un año de cine.
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