La
primera vez que monté en metro fue en Madrid. Sería el verano de 1970 o
71. Fue una experiencia memorable. Sin embargo, no volví a montarme
hasta el año 1986. Era diciembre de ese año y fui a parar a la capital
londinense. El metro de Londres era para mí el resumen del mundo y del
submundo. Allí se reunían todas las étnicas y las personas. Desde los
londinenses- pocos ya- que iban con bombín y leían en The Times, hasta
los étnias más llamativas de los sij o algunas africanas. En ellas
contemplé igualmente a las diversas tribus urbanas que todavía pululaban
por ese Londres de finales de los ochenta y donde encontrábamos a
punkis con su cresta verde, roja o rosa. Una de las estaciones que más
veces utilizamos entre ese final de 1986 y principios de 1987 fue la de
Charing Cross, que en The Creep tienen tanto protagonismo como Kate o
Craig.
Y
es que el metro londinense de paredes colmadas de azulejos amarillos
era un auténtico laberinto de húmedos y fríos corredores con
elevadísimas escaleras mecánicas – o simplemente escaleras- y recovecos
oscuros. Era ya un buen escenario para una película.
Creep
es una película de 2004. Se trata de una película del género de terror
británica en la que en unos 81 minutos nos relata la historia de una
mujer encerrada en una noche en el metro de Londres que se encuentra
acosada por un asesino horriblemente deforme que viven en las
alcantarillas que ha por debajo del metro londinense. La película,
dirigida por Christopher Smith, fue estrenado en el Filmfest Frankfurt
Fantasy en Alemania el 10 de agosto de 2004 y fue presentado igualmente
en el Festival de Sitges, en la Sección oficial largometrajes a concurso de ese año.
La película fue dirigida por Christopher
Smith, quien es también el autor del guión. Se trata de una
Cooproducción GB- Alemania y que fue financiada por Julie Baines, Martin
Hagemann, Barry Hanson, Robert Jones, Kai Künnemann y Jason Newmark de
las UK Film Councial, Filmstiftung NRW, Dan Films y
Zero West. Obtuvo una recaudación de 1,728,375 Libras esterlinas £ (UK).
Zero West. Obtuvo una recaudación de 1,728,375 Libras esterlinas £ (UK).
La fotografía es de Danny Cohen y la música es del grupo The Insects mientras que la edición y el montaje estuvo bajo control de Kate Evans.
La película está protagonizada por una guapa y rubia actriz que responde al nombre de Franka Potente como Kate, Vas Blackwood George,
Ken Campbell como Arthur, Jeremy Sheffield como Guy, Paul Rattray como
Jimmy, Kelly Scott como Mandy, Joe Anderson como la modelo femenina y
Sean Haris como Craig, the "Creep".
La
película comienza con dos trabajadores del alcantarillado en Londres,
Arthur (Ken Campbell) y George (Vas Blackwood), que descubren un túnel
en una de las paredes con las que no están familiarizados. Arthur entra y
sigue a George. Pronto descubre a Arthur, herido y en estado de shock.
Momentos más tarde, una mujer del mismo modo herido joven salta en
frente de ellos, gritando y pidiendo ayuda, y son recogidos en la
oscuridad.
El
foco se desplaza a una joven alemana, Kate (Franka Potente), en una
fiesta. Después de estar hablando con una amiga y aguantar los envites
de un conocido, Guy, decide salir de allí. Se dirige a la estación de
metro londinense de Charing Cross en la que hay algunos mendigos y poca
gente más, pero como hace una fría medianoche invernal y con un puntillo de alegría etílica, espera en un banco del andén
y pronto se queda dormido en la plataforma esperando el tren. Cuando se
despierta, está sola y encuentra toda la estación cerrada durante la
noche. Presa del pánico, intenta salir de la estación, pero todas las salidas están cerradas.
No
obstante, llega un tren vacío al que sube. De repente, el convoy se
detiene abruptamente. Confundida, Kate se abre camino entre el
compartimento de los conductores, pero no puede encontrar la razón de la
detención. Sin embargo, en un momento dado hemos visto como el
conductor ha sido asesinado.
Kate
pronto se encuentra con uno de los chicos de la fiesta, con Guy (Jeremy
Sheffield), un conocido obsesivo. Guy, intoxicado por cocaína, intenta
seducirla, pero Kate no le interesa y trata de bajar del tren. Guy
entonces la asalta sexualmente, pero cuando inicia sus movimientos algo
arrastra a Guy fuera del tren por un atacante invisible.
Kate
huye del tren y se encuentra con una pareja sin hogar, Jimmy (Paul
Rattray) y Mandy (Kelly Scott), y su perro, un Jack terrier Russell
llamado Ray. Kate explica lo que ha sucedido y Jimmy acepta a
regañadientes su ayuda después de que ella le paga 50 libras.
Mientras tanto, ellos parten en busca de un vigilante, Mandy observa
como entran en su habitáculo algunas taras y que Ray, el perro, se ha
escapado. Mientras está fuera, en una zona de tránsito del metro es
atacada.
Por
su parte, Kate y Jimmy encuentran a Guy tumbado en la vía del tren, con
la espalda mutilada. Después de que sacarlo a la plataforma, Ray
aparece con manchas de sangre en su piel. Jimmy, inmediatamente piensa
en Mandy, y abandona a la chica y al herido. De vuelta a su refugio no
encuentra a Mandy, pero sí un rastro de sangre
Kate
intenta contactar con un vigilante a través de los altavoces para
obtener ayuda. Pero éste sospecha de ella, y exige mostrar al individuo a
través de las cámaras, obligándolo a Kate a arrastrarlo delante de las
cámaras de seguridad para demostrar que no está mintiendo. Cuando lo
hace, el individuo muere y en paralelo el vigilante también es asesinado
en su oficina cortándole la garganta.
Kate
vuelve corriendo a buscar a un abatido Jimmy quien se ha dato un lote
de drogas. Ella finalmente lo convence para que la ayudara a encontrar
Mandy y así salir de la estación. Después de explorar un túnel juntos,
otro tren se detiene frente a ellos. Jimmy entra y es asesinado por el
acosador, quien acechaba desde el techo. Kate huye al sistema de
alcantarillado por debajo de la estación, pero pronto es capturada por
el asesino, un ser horriblemente deformado y enfermo mental llamado
"Craig" (Sean Harris).
Momentos
después, Kate se encuentra en una jaula llena de agua subterránea más
profunda, en lo que es de suponer que se almacenan los seres de alimento
para Craig. También allí se encuentra con el trabajador del
alcantarillado George, que todavía está vivo y atrapado. Sin embargo,
antes de que Craig pueda dañar a cualquiera de ellos, Kate se las
arregla para escapar buceando e incapacita temporalmente a Craig.
Aprovecha su aturdimiento para liberar a George.
Juntos,
corren a través de varios pasillos oscuros y acaban en una clínica
secreta de aborto desierta, donde encuentran a un inconsciente Mandy
atada a una silla de parto y suponen
que ella está muerta. Sin embargo, antes de poder investigar más a
fondo, Craig aparece y se ven obligados a huir y dejan a Mandy a solas
con él, quien la mata en una imitación retorcida y cruel de un aborto.
George
y Kate finalmente se encuentran en una plataforma abandonada y Craig
pronto se pone en contacto con ellos. George ataca Craig, pero su cabeza
es atravesado con una hoja de sierra que sobresale de una pared de un
vagón.
Kate
intenta escapar, pero pronto es acorralada por Craig. Ella se opone con
energía hasta que ella descubre un gran gancho de una larga cadena, con
el que apuñala garganta de Craig. Luego escucha los sonidos lejanos de
un tren que se aproxima y se echa el otro extremo de la cadena sobre el
túnel, en un intento de electrocutar a Craig. Su plan falla, y aunque
gravemente herido, Craig se levanta y trata de aplastar a Kate. El tren
pasa por el túnel y se estrella en la cadena, que desgarra la garganta.
Craig finalmente muere, y Kate se abre paso a través del túnel y se
encuentra de nuevo en la estación de Charing Cross. Derrotada y sucia,
se desploma sobre una plataforma y Ray aparece, saltando a su regazo. La
película termina cuando un hombre esperando un tren pone una moneda al
lado de ella, pensando que es un mendiga, y ella rompe a llorar entre
risas histéricas y lágrimas ...
La historia ha sido comparada con la Línea de la muerte película de 1972, que también se desarrolla en el metro de Londres y donde existe un asesino caníbal. El director Smith,
que no había visto la película antes citada, atribuye su inspiración
para una escena de la película Un hombre lobo americano en Londres
situado en el metro de Londres.
La película no ha tenido, en general, una crítica positiva. Time Out dijo de la película que era "un película de metro-
slasher y que desperdicia una premisa prometedora [...] por choques
basura, porquería vieja escuela y un puñado de clichés del género".
AllMovie opininó que "este horrible subterráneo puede tener luz en la
trama, pero está lleno de sustos escalofriantes y actitud psicopática de
su principal medio monstruo".
En
España Javier Cortijo en el Diario ABC señaló "Sufre Potente, sufre.
(...) los auténticos protagonistas son los pies de Franka, que aquí se
dan otra panzada tiramillas de impresión (...) culmina en una escena
quirúrgica gore y en off tan insoportable como discutible (...) En fín,
un aprobado raspado y rasgado (...) . Por su parte, otro Javier – en
este caso Javier Ocaña en el
Diario El País decía que "Creep viene así a dar cuerpo al concepto de
cortometraje alargado. (...) Lo peor es que la información sobre el
misterio que encierra la historia tarda demasiado en llegar. (...) el
espectador termina desconectando sin remedio, harto de los absurdos
comportamientos de sus personajes, de tanta carrera y de tanto rostro
desencajado."
De cualquier manera "Creep" presenta una propuesta original y atractiva del slasher centrado ahora en el “tube” de Londres. La cinta está dividida en dos mitades, la primera al servicio del suspense y terror, mientras que la segunda mitad, donde se pone al servicio del gore y las exigencias de sangre y vísceras
En
algunas críticas he leído que Smith podría haber inspirado en "El
resplandor", de Stanley Kubrick sobre todos las escenas del laberinto de
túneles con la chica corriendo por los pasillos y descubriendo los secretos del hotel ahora en las desapacibles
vías del subsuelo londinense. Realmente la película pudiera ser
recomendable para aquellos que busquen pasar un “mal” rato sin más, pues
algunas escenas llegan a la repulsión, ya sea por Charing Cross, King
Cross o la sugerente “Elephant and Castle”.
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