miércoles, 24 de octubre de 2012

Un metro sin bombines

La primera vez que monté en metro fue en Madrid. Sería el verano de 1970 o 71. Fue una experiencia memorable. Sin embargo, no volví a montarme hasta el año 1986. Era diciembre de ese año y fui a parar a la capital londinense. El metro de Londres era para mí el resumen del mundo y del submundo. Allí se reunían todas las étnicas y las personas. Desde los londinenses- pocos ya- que iban con bombín y leían en The Times, hasta los étnias más llamativas de los sij o algunas africanas. En ellas contemplé igualmente a las diversas tribus urbanas que todavía pululaban por ese Londres de finales de los ochenta y donde encontrábamos a punkis con su cresta verde, roja o rosa. Una de las estaciones que más veces utilizamos entre ese final de 1986 y principios de 1987 fue la de Charing Cross, que en The Creep tienen tanto protagonismo como Kate o Craig.

Y es que el metro londinense de paredes colmadas de azulejos amarillos era un auténtico laberinto de húmedos y fríos corredores con elevadísimas escaleras mecánicas – o simplemente escaleras- y recovecos oscuros. Era ya un buen escenario para una película. 

Creep es una película de 2004. Se trata de una película del género de terror británica en la que en unos 81 minutos nos relata la historia de una mujer encerrada en una noche en el metro de Londres que se encuentra acosada por un asesino horriblemente deforme que viven en las alcantarillas que ha por debajo del metro londinense. La película, dirigida por Christopher Smith, fue estrenado en el Filmfest Frankfurt Fantasy en Alemania el 10 de agosto de 2004 y fue presentado igualmente en  el Festival de Sitges, en la Sección oficial largometrajes a concurso  de ese año.

La película fue dirigida por Christopher Smith, quien es también el autor del guión. Se trata de una Cooproducción GB- Alemania y que fue financiada por Julie Baines, Martin Hagemann, Barry Hanson, Robert Jones, Kai Künnemann y Jason Newmark de las UK Film Councial, Filmstiftung NRW, Dan Films y
Zero West. Obtuvo una recaudación de 1,728,375 Libras esterlinas £ (UK).
La fotografía es de Danny Cohen y la música es del grupo  The Insects mientras que la edición y el montaje estuvo bajo control de Kate Evans.
La película está protagonizada por una guapa y rubia actriz que responde al nombre de Franka Potente como Kate, Vas Blackwood George, Ken Campbell como Arthur, Jeremy Sheffield como Guy, Paul Rattray como Jimmy, Kelly Scott como Mandy, Joe Anderson como la modelo femenina y Sean Haris como Craig, the "Creep".

La película comienza con dos trabajadores del alcantarillado en Londres, Arthur (Ken Campbell) y George (Vas Blackwood), que descubren un túnel en una de las paredes con las que no están familiarizados. Arthur entra y sigue a George. Pronto descubre a Arthur, herido y en estado de shock. Momentos más tarde, una mujer del mismo modo herido joven salta en frente de ellos, gritando y pidiendo ayuda, y son recogidos en la oscuridad.

El foco se desplaza a una joven alemana, Kate (Franka Potente), en una fiesta. Después de estar hablando con una amiga y aguantar los envites de un conocido, Guy, decide salir de allí. Se dirige a la estación de metro londinense de Charing Cross en la que hay algunos mendigos y poca gente más, pero como hace una fría medianoche invernal y con un puntillo de alegría etílica, espera en un banco del andén y pronto se queda dormido en la plataforma esperando el tren. Cuando se despierta, está sola y encuentra toda la estación cerrada durante la noche. Presa del pánico, intenta salir de la estación, pero todas las salidas están cerradas.
No obstante, llega un tren vacío al que sube. De repente, el convoy se detiene abruptamente. Confundida, Kate se abre camino entre el compartimento de los conductores, pero no puede encontrar la razón de la detención. Sin embargo, en un momento dado hemos visto como el conductor ha sido asesinado.

Kate pronto se encuentra con uno de los chicos de la fiesta, con Guy (Jeremy Sheffield), un conocido obsesivo. Guy, intoxicado por cocaína, intenta seducirla, pero Kate no le interesa y trata de bajar del tren. Guy entonces la asalta sexualmente, pero cuando inicia sus movimientos algo arrastra a Guy fuera del tren por un atacante invisible.

Kate huye del tren y se encuentra con una pareja sin hogar, Jimmy (Paul Rattray) y Mandy (Kelly Scott), y su perro, un Jack terrier Russell llamado Ray. Kate explica lo que ha sucedido y Jimmy acepta a regañadientes su ayuda después de que ella le paga 50 libras. Mientras tanto, ellos parten en busca de un vigilante, Mandy observa como entran en su habitáculo algunas taras y que Ray, el perro, se ha escapado. Mientras está fuera, en una zona de tránsito del metro es atacada.

Por su parte, Kate y Jimmy encuentran a Guy tumbado en la vía del tren, con la espalda mutilada. Después de que sacarlo a la plataforma, Ray aparece con manchas de sangre en su piel. Jimmy, inmediatamente piensa en Mandy, y abandona a la chica y al herido. De vuelta a su refugio no encuentra a Mandy, pero sí un rastro de sangre

Kate intenta contactar con un vigilante a través de los altavoces para obtener ayuda. Pero éste sospecha de ella, y exige mostrar al individuo a través de las cámaras, obligándolo a Kate a arrastrarlo delante de las cámaras de seguridad para demostrar que no está mintiendo. Cuando lo hace, el individuo muere y en paralelo el vigilante también es asesinado en su oficina cortándole la garganta.

Kate vuelve corriendo a buscar a un abatido Jimmy quien se ha dato un lote de drogas. Ella finalmente lo convence para que la ayudara a encontrar Mandy y así salir de la estación. Después de explorar un túnel juntos, otro tren se detiene frente a ellos. Jimmy entra y es asesinado por el acosador, quien acechaba desde el techo. Kate huye al sistema de alcantarillado por debajo de la estación, pero pronto es capturada por el asesino, un ser horriblemente deformado y enfermo mental llamado "Craig" (Sean Harris).

Momentos después, Kate se encuentra en una jaula llena de agua subterránea más profunda, en lo que es de suponer que se almacenan los seres de alimento para Craig. También allí se encuentra con el trabajador del alcantarillado George, que todavía está vivo y atrapado. Sin embargo, antes de que Craig pueda dañar a cualquiera de ellos, Kate se las arregla para escapar buceando e incapacita temporalmente a Craig. Aprovecha su aturdimiento para liberar a George.

Juntos, corren a través de varios pasillos oscuros y acaban en una clínica secreta de aborto desierta, donde encuentran a un inconsciente Mandy atada a una silla de parto y  suponen que ella está muerta. Sin embargo, antes de poder investigar más a fondo, Craig aparece y se ven obligados a huir y dejan a Mandy a solas con él, quien la mata en una imitación retorcida y cruel de un aborto.

George y Kate finalmente se encuentran en una plataforma abandonada y Craig pronto se pone en contacto con ellos. George ataca Craig, pero su cabeza es atravesado con una hoja de sierra que sobresale de una pared de un vagón.
Kate intenta escapar, pero pronto es acorralada por Craig. Ella se opone con energía hasta que ella descubre un gran gancho de una larga cadena, con el que apuñala garganta de Craig. Luego escucha los sonidos lejanos de un tren que se aproxima y se echa el otro extremo de la cadena sobre el túnel, en un intento de electrocutar a Craig. Su plan falla, y aunque gravemente herido, Craig se levanta y trata de aplastar a Kate. El tren pasa por el túnel y se estrella en la cadena, que desgarra la garganta. Craig finalmente muere, y Kate se abre paso a través del túnel y se encuentra de nuevo en la estación de Charing Cross. Derrotada y sucia, se desploma sobre una plataforma y Ray aparece, saltando a su regazo. La película termina cuando un hombre esperando un tren pone una moneda al lado de ella, pensando que es un mendiga, y ella rompe a llorar entre risas histéricas y lágrimas ...


La historia ha sido comparada con la Línea de la muerte película de 1972, que también se desarrolla en el metro de Londres y donde existe un asesino caníbal. El director  Smith, que no había visto la película antes citada, atribuye su inspiración para una escena de la película Un hombre lobo americano en Londres situado en el metro de Londres.

La película no ha tenido, en general, una crítica positiva. Time Out dijo de la película que era "un película de  metro- slasher y que desperdicia una premisa prometedora [...] por choques basura, porquería vieja escuela y un puñado de clichés del género". AllMovie opininó que "este horrible subterráneo puede tener luz en la trama, pero está lleno de sustos escalofriantes y actitud psicopática de su principal medio monstruo".
En España Javier Cortijo en el Diario ABC señaló "Sufre Potente, sufre. (...) los auténticos protagonistas son los pies de Franka, que aquí se dan otra panzada tiramillas de impresión (...) culmina en una escena quirúrgica gore y en off tan insoportable como discutible (...) En fín, un aprobado raspado y rasgado (...) . Por su parte, otro Javier – en este caso  Javier Ocaña en el Diario El País decía que "Creep viene así a dar cuerpo al concepto de cortometraje alargado. (...) Lo peor es que la información sobre el misterio que encierra la historia tarda demasiado en llegar. (...) el espectador termina desconectando sin remedio, harto de los absurdos comportamientos de sus personajes, de tanta carrera y de tanto rostro desencajado." 

De cualquier manera "Creep" presenta una propuesta original y atractiva del slasher centrado ahora en el “tube” de Londres.  La cinta está dividida en dos mitades, la primera al servicio del  suspense y terror, mientras que la segunda mitad, donde se pone al servicio del gore y las exigencias de sangre y vísceras

En algunas críticas he leído que Smith podría haber inspirado en "El resplandor", de Stanley Kubrick sobre todos las escenas del laberinto de túneles con la chica corriendo por los pasillos y  descubriendo los secretos del hotel ahora en las  desapacibles vías del subsuelo londinense. Realmente la película pudiera ser recomendable para aquellos que busquen pasar un “mal” rato sin más, pues algunas escenas llegan a la repulsión, ya sea por Charing Cross, King Cross o la sugerente “Elephant and Castle”.


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