Si William Shakespeare creyó que en la corte danesa algo olía a podrido, en la escocesa Shakespeare
sintió que dominaba la ambición y la traición. Es cierto que ninguna de
las dos forman parte de los pecados capitales, pero ambas llevan a la
ruina a las personas y a los reinos. Lo cierto es
que esta cinta ha sido calificada por Guillermo Cabrera Infante en su
obra “Cine o Sardina” como una obra de las obras más feas de los años
cuarenta. Pero dice Cabrera, su fealdad es coma la del día con
que comienza la obra: “Un día tan feo y tan bello no de visto”, dice
Macbeth. Y así es esta película de imágenes tan épicas como trágicas.
Macbeth
es una adaptación cinematográfica realizada en 1948 por Orson Welles de
la obra trágica Macbeth de William Shakespeare. Existen varias
adaptaciones de la obra al cine antes de la de Welles hubo otras.
Una película británica y homónima, muda, protagonizada por Frank Benson en 1911. Otras de 1914 y que llevaba por título When Macbeth Came to Snakevilla. La dirigida por John Emerson en 1916 y en ese punto paró hasta llegar al Macbeth de Orson Welles en 1948. Macbeth era la cuarta obra de Shakespeare que un estudio de Hollywood prodicía. En 1929 la United Artists produjo La fierecilla; la Warner Brothers hizo Sueño de una noche de verano en 1935, y la Metro-Goldwyn-Mayer produjo Romeo y Julieta en 1936. Ninguna de estas películas fueron un éxito comercial, pero el prestigio comercial y de crítica obtenido por la versión cinematográfica de Enrique V creada por Laurence Olivier (que se produjo en Gran Bretaña en 1944, pero no se vio en los EE.UU. hasta 1946) ayudó a impulsar Macbeth de Welles adelante.
Una película británica y homónima, muda, protagonizada por Frank Benson en 1911. Otras de 1914 y que llevaba por título When Macbeth Came to Snakevilla. La dirigida por John Emerson en 1916 y en ese punto paró hasta llegar al Macbeth de Orson Welles en 1948. Macbeth era la cuarta obra de Shakespeare que un estudio de Hollywood prodicía. En 1929 la United Artists produjo La fierecilla; la Warner Brothers hizo Sueño de una noche de verano en 1935, y la Metro-Goldwyn-Mayer produjo Romeo y Julieta en 1936. Ninguna de estas películas fueron un éxito comercial, pero el prestigio comercial y de crítica obtenido por la versión cinematográfica de Enrique V creada por Laurence Olivier (que se produjo en Gran Bretaña en 1944, pero no se vio en los EE.UU. hasta 1946) ayudó a impulsar Macbeth de Welles adelante.
Parece ser que en 1947, Orson Welles, tras el fracaso comercial de “La dama de Shanghai” tener
problemas de financiación, comenzó a promover la idea de llevar un
drama de Shakespeare a la pantalla cinematográfica. Al principio se
trató de despertar el interés de los inversores de una adaptación de
Otelo, pero fue incapaz de conseguir apoyo para el proyecto. Welles
cambió y optó por una adaptación cinematográfica de Macbeth, que
combinara en su entorno violento como "un centro perfecto entre Cumbres borrascosas y La novia de Frankenstein".
Trabajando
en equipo con el productor Charles K. Feldman, Welles logró convencer a
Herbert Yates, el fundador y presidente de Republic Pictures, de la
perspectiva de crear una versión cinematográfica de Macbeth. Yates
estaba tratando de elevar el nivel de su estudio, que producía seriales,
producciones de serie B y westerns de Roy Rogers y otras de bajo
presupuesto, en un estudio de prestigio. República ya había intentado
presentar excéntricas características, entre ellas Celos de Gustav Machatý (1945) y el Espectro de la Rosa
de Ben Hecht (1946), así que tener un artista creativo de la estatura
de Welles fue considerado como un golpe de Estado artístico, más aún
cuando Welles proponía rodarlo todo en 21 días, tiempo récord si se
piensa que para cualquier producción normal se empleaban entre cinco y
seis semanas.
La
producción del filme estuvo en manos del trío formado por Orson Welles,
Charles K. Feldman y Richard Wilson. Sin embargo, el productor Charles
k. Yates no fue capaz de proporcionar Welles con un gran presupuesto.
Welles se comprometió filmar Macbeth en tres semanas con un presupuesto
de700.000 dólares USA ($). Cuando algunos miembros de la junta directiva
de la Republic Pictures conocieron el proyecto expresaron sus dudas. Ante esto Welles se ofreció a financiar personalmente parte de la película si superaba su presupuesto original. Como
Welles había montado un Macbeth ambientado en el Haití del rey
Cristophe llamado “Voodoo” en 1936 en Nueva York con un elenco
completamente de actores de color, y en Salt Lake City en 1947 como
parte del Festival del Centenario de Utah, pidió prestados elementos de
ambas producciones para su adaptación cinematográfica.
El guión evidentemente fue obra de William Shakespeare, pero con la peculiar adaptación de Orson Welles.
La
música correspondió a Jacques Ibert, mientras que la fotografía
impecable es obra de John L. Russell. La edición quedó en manos de Louis
Lindsay, mientras que la distribución fue asumida por una Republic
Pictures ansiosa de ganar reputación con el fichaje de Welles. La
película se rodó en tres semanas, en un estudio y con decorados que
antes habían servido para rodar otras películas. La película se estrenó
en octubre de 1948.
La
película está interpretada por Orson Welles como el usurpador Macbeth,
un capitán escocés y más tarde rey de Escocia; Jeanette Nolan como Lady
Macbeth y más tarde la Reina
de Escocia; Dan O'Herlihy como Macduff el Barón de Fife; Peggy Webber
como Lady Macduff y como una de las tres brujas; Christopher Wells como
el hijo de Macduff; Erskine Sanford como
Rey Duncan de Escocia, que más tarde fue asesinado por Macbeth: un
joven Roddy McDowall como Malcolm, el hijo mayor de Duncan; Edgar
Barrera como Banquo, un capitán escocés y amigo de Macbeth; Jerry Farber
como Fleance, hijo de Banquo. Además participan Alan Napier como un
Santo Padre; John Dierkes como Ross, un lord escocés; Keene Curtis como
Lennox, un lord escocés; Lionel Braham como Siward, conde de
Northumberland y comandante inglés; Archie Heugly como el Joven
Siward, su hijo; Morgan Farley como el un médico que atiende a Lady
Macbeth; Lurene Tuttle la asistenta de Lady Macbeth y una de las tres
brujas; Brainerd Duffield como el asesino así como una de las tres
brujas, siendo el único actor en la película que hace un papel
travestido; William Alland coo el Segundo asesino; George Chirello en el
papel de Seyton, siervo de Macbeth; y Gus Schilling como el portero en
el castillo de Macbeth.
Macbeth,
como obra literaria es una de las obras más conocidas de William
Shakespeare, y es una tragedia en cinco actos, escrita en prosa y en
verso, que fue compuesta probablemente hacia 1606 y estrenada poco
después. Fue publicada por primera vez en 1623, en la edición conocida
como First Folio. Es una tragedia acerca de la traición y la
ambición desmedida. No hay seguridad absoluta de que la tragedia sea en
su totalidad obra de Shakespeare, ya que algunos afirman que ciertos
pasajes podrían ser adiciones posteriores del dramaturgo Thomas
Middleton, cuya obra La bruja (The witch) tiene múltiples afinidades con Macbeth.
La
obra está libremente basada en el relato de la vida de un personaje
histórico, Macbeth, que fue rey de los escoceses entre 1040 y 1057. La
fuente principal de Shakespeare para esta tragedia fueron las Crónicas de Raphael Holinshed, obra de la que extrajo también los argumentos de sus obras históricas. Holinshed se basó a su vez en Historia Gentis Scotorum (Historia de los escoceses),
obra escrita en latín por el autor escocés Hector Boece e impresa por
primera vez en París en 1527. Para agradar a su mecenas, el rey Jacobo V
de Escocia, Boece había oscurecido deliberadamente la figura de
Macbeth, con el fin de exaltar a un hipotético antepasado del rey,
Bancuo.
No existe acuerdo en cuanto a la fecha de composición de la obra. Según Henry N. Paul (The Royal Play of Macbeth)
se escribió en 1616 aproximadamente. También se ha utilizado como
argumento para fechar la obra su posible relación con la entronización
de Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra (se hace referencia en la obra
a un imaginario antepasado suyo, Banquo), que tuvo lugar en 1603. No
obstante, la fecha exacta de composición de la obra no puede
determinarse con seguridad.
La
obra comienza con tres brujas, las tres "Hermanas Fatídicas", que hacen
un hechizo en el que se ponen de acuerdo acerca de su próximo encuentro
con Macbeth.
Cuando Macbeth, thane de Glamis y primo del rey, y
su compañero Banquo cabalgan hacia Forres desde el campo de batalla que
acaban de librar para poner fin a la invasión de Escocia por noruegos e
irlandeses, acaudillados por el rebelde Macdonwald. En su trayecto se
encuentran con las brujas, quienes saludan a Macbeth, primero como thane de Glamis, luego como thane
de Cawdor, y por último anunciándole que un día será rey. A Banquo le
dicen que sus descendientes serán reyes. Cuando Macbeth pide a las
brujas que le aclaren el sentido de las profecías, ellas desaparecen. De
inmediato se presenta un noble escacés enviado del rey Duncan, rey de
Escocia, (Ross), quien notifica a Macbeth la concesión real del título
de thane (barón) de Cawdor por haber tenido un importante papel y con el fin de recompensarles.
Viendo cumplida la profecía de las brujas, Macbeth comienza a ambicionar conseguir el trono. Macbeth escribe una carta a su esposa, en Inverness, explicando las profecías de las brujas. Lady Macbeth, al leer la carta, concibe el propósito de asesinar a Duncan para lograr que su marido llegue a ser rey.
De improviso se presenta Macbeth en el castillo, así como la noticia de que Duncan va a pasar allí esa noche. Lady Macbeth le expone sus planes. Macbeth duda, pero su esposa lo azuza, estimulando su ambición.
Todo esto correspondería con el primer acto de la obra ldramática del autor británico.
El siguiente tramo de la película - que ya correspondería al segundo acto-empieza en la noche de la llegada de Duncan al Castillo de Macbeth. Al llegar la noche, Macbeth, instigado por su esposa, y tras muchísimas dudas, da muerte al rey cuando duerme en su aposento. Antes de su muerte ve visiones de una espada con sangre y siente fuertes remordimientos, que Lady Macbeth se esfuerza por acallar.
Con la llegada de uno de los hombres del rey se descubre el crimen. Macbeth culpa a los sirvientes de Duncan, a los que asesina, supuestamente en un arrebato de furia para vengar la muerte del rey. Los hijos de Duncan, Malcolm y Donalbain, que se encuentran también en el castillo, no creen la versión de Macbeth, pero disimulan para evitar ser también asesinados. Malcolm huye a Inglaterra, y Donalbain a Irlanda. Gracias a su parentesco con el rey fallecido y a la huida de los hijos de éste, Macbeth consigue ser proclamado rey de Escocia, cumpliéndose así la segunda profecía de las brujas.
Tras la entronización de Macbeth como monarca escocés se iniciaría el tercer acto en su versión literaria. A pesar del éxito de sus propósitos, Macbeth continúa intranquilo a causa de la profecía que las brujas hicieron a Banquo, según la cual éste sería padre de reyes. Encarga a unos asesinos que acaben con su vida, y la de su hijo, Fleance, cuando lleguen al castillo para participar en un banquete al que Macbeth les ha invitado. Los asesinos matan a Banquo, pero Fleance consigue huir. En el banquete, poco después de que Macbeth sepa por los asesinos lo ocurrido, se aparece el espectro de Banquo y se sienta en el sitio de Macbeth. Sólo Macbeth puede ver al fantasma, con el que dialoga, y en sus palabras se hace evidente su crimen. Lady Macbeth intenta controlar la situación , pero la locura del rey escocés es una evidencia para ella y para su corte.
Macbeth - en lo que se supone que corresponde con el acto IV de la obra- regresa
al lugar de su encuentro con las brujas. Inquieto, les pregunta por su
futuro. Ellas conjuran a tres espíritus. El primero advierte a Macbeth
que tenga cuidado con Macduff. El segundo dice que "ningún hombre nacido
de mujer" podrá vencer a Macbeth, y la tercera indica que el castillo
de Dunsinane, sería atacado por del bosque de Birnam.
Estas
profecías tranquilizan a Macbeth, pero no se queda satisfecho. Quiere
saber también si los descendientes de Banquo llegarán a reinar, como las
brujas profetizaron. En respuesta a su demanda, se aparecen los
fantasmas de ocho reyes y el de Banquo, con un espejo en la mano,
indicando así que ocho descendientes de Banquo serían reyes de Escocia.
Un vasallo de Macbeth le notifica que Macduff ha desertado. En
represalia, Macbeth decide atacar su castillo y acabar con la vida de
toda su familia. La acción se traslada a Inglaterra, donde Macduff,
ignorante todavía de la suerte que ha corrido su familia, se entrevista
con Malcolm, hijo de Duncan, al que intenta convencer para que reclame
el trono. Recibe la noticia de la muerte de su familia.
En el último acto, el quinto, Lady Macbeth empieza a sufrir remordimientos por su actuación alentadora en los asesinatos de Duncan Banquo: sonábula, intenta lavar manchas de sangre imaginarias de sus manos.
Malcolm
y Macduff, con la ayuda de Inglaterra, invaden Escocia. Macduff,
Malcolm y el inglés Siward, conde de Northumberland, atacan el castillo
de Dunsinane, con un ejército camuflado con ramas del bosque de Birnam,
con lo que se cumple una de las profecías de las brujas: el bosque de
Birnam se mueve y ataca Dunsinane.
Macbeth
recibe la noticia de que el bosque se mueve y de la muerte de su esposa
por suicidio – por cierto, la caída es similar a la de Elisabetta en
Drácula-. Tras pronunciar un monólogo nihilista, toma la determinación
de combatir hasta el final. Tras matar al hijo de Siward, se enfrenta
con Macduff. Se siente todavía seguro, a causa de la profecía de la
bruja.
Demasiado tarde, pues Macduff es hijo de una madre que había
muerto una hora antes de que él naciera, y que los médicos habían
realizado una cesárea para mantener a Macduff vivo, y así se cumple la
profecía de que «no podría ser muerto por ningún hombre nacido de mujer»
y Macbeth comprende que las profecías de las brujas han sido engañosas.
Macduff mata a Macbeth y su cabeza es clavada en una pica. En la escena
final, Malcolm es coronado rey de Escocia, mientras las brujas señalan
“Paz, se acabó el hechizo”.
La
profecía referente al destino real de los hijos de Banquo era familiar a
los contemporáneos de Shakespeare, pues el rey Jacobo I de Inglaterra
era considerado descendiente de Banquo.
Toda la película brilla, especialmente la posición de la cámara y el juego de luces irreales. El
juego de luces y sombras, de picados y contrapicados, de tortuosos
escenarios en ruinas que sirven de marco a la tragedia del personaje, el
mundo de irrealidad, el ambiente teatral llevado al cine, es utilizado
por Welles para captar el espíritu de la obra. Su única misión es
capturar, plasmar y grabar la pura esencia de la ambición, la locura, la
fatalidad, y una vez conseguida hacerla fascinante, transmitirla. Y el
resultado es perfecto a través de primeros planos, planos directo a la
cara, en escorzos, y un excesivo número de contrapicados (donde el
decorado es innecesario). La
atmósfera que emplea es similar a la de un cuento o pesadilla; la noche
predomina sobre el día, que cuando aparece lo hace cubierto de nubes,
con una luz irreal, fantasmagórica. Los árboles y las rocas están
desnudos, retorcidos, y el palacio se asemeja a una gruta infernal,
plagada de luces y sombras, que son hábilmente proyectadas contra los
rostros de los actores. La composición de cada plano, el continuo
recurso a la alternancia de ángulos y la soberbia puesta en escena
contribuyen a transmitir con total eficacia el tema de la obra. Apuesta
Welles por una puesta en escena casi minimalista, y cercana al
expresionismo, utilizando técnicas igualmente rudimentarias para suplir
la escasez de medios, con una series de efectos como el de poner
vaselina directamente en la cámara para conseguir que ciertas imágenes
parezcan borrosas, casi surrealistas, el uso maquillaje y vestuario de
los intérpretes y algunos aciertos visuales más para dar una sensación
de mayor volumen, pero también para exteriorizar lo oscuro y turbio de
la historia que nos está contando.
Para relatarnos la historia, como teatral que es originariamente, gusta de diálogos y sobre todo de monólogos para mostrar la ambición de los personajes, su cobardía y sobre todo su transformación. Espectacular por lo simple es el vestuario y sus complementos que nos llevan a esta brumosa Escocia del siglo XI. Magistral y teatral interpretación de Welles como el propio Macbeth. En su teatralidad se apoya en dos personajes más, Lady Macbeth o MacDuff cuyos personajes corrieron a cargo de la compañía de teatro que el propio Welles creó.
Para relatarnos la historia, como teatral que es originariamente, gusta de diálogos y sobre todo de monólogos para mostrar la ambición de los personajes, su cobardía y sobre todo su transformación. Espectacular por lo simple es el vestuario y sus complementos que nos llevan a esta brumosa Escocia del siglo XI. Magistral y teatral interpretación de Welles como el propio Macbeth. En su teatralidad se apoya en dos personajes más, Lady Macbeth o MacDuff cuyos personajes corrieron a cargo de la compañía de teatro que el propio Welles creó.
El Macbeth real, Macbeth
de Escocia llegó al poder derrocando y matando a su primo Duncan, pero
no lo mató en su cama a cuchilladas, sino en una batalla y el pueblo
(que no tenía a Duncan en gran estima) se lo agradeció. De hecho, se
permitió el lujo de peregrinar a Roma para expiar el regicidio, lo que
indica una situación de tranquilidad y estabilidad. Reinó 17 años, se
casó dos veces y tuvo un hijo. Pero cuando Malcom, criado en el exilio
en Inglaterra, regresó con tropas inglesas, todo se desmoronó. Macbeth
perdió una batalla y fue asesinado al poco. Su hijo le sucedió, pero
solo duró un año y también fue asesinado. Malcom introdujo en Escocia la
monarquía hereditaria que se daba en Inglaterra, siendo los Macbeth los
últimos reyes célticos de su país.
Un jurista, Federico Trillo- Figueroa, gran
conocedor de la obra de Shakespeare y actual embajador de España en el
Reino Unido escribía en 2001 en la contraportada de la carátula del
video casette de Macbeth de Welles que no era una casualidad que Orson
Welles escogiera adaptar esta obra al cine. El alega que Orson Welles
estaba obsesionado con el tema de la caída del hombre y la pérdida de la
inocencia. Según Trillo, la versión de la adaptación que hizo Welles de
la obra de Shakespeare capta la esencia de la tragedia de Macbeth, que
no es otra que el enfrentamiento de sus dos protagonistas a la
aterradora realidad: su propia corruptibilidad.
En
la película señala Trillo que se aprecia la grandeza y la miseria del
alma humana, además se recurre a uno de los temas más obsesivos de la
literatura del siglo de obra, ya sea la británica, ya la hispana: la ambición y traición; y la presentación adivinatoria del devenir a través de las visiones.
Señalaba Terenci Moix en su “Gran Historia del Cine” que el resultado fue un filme maldito, nuevo y fascinante,
opuesto a la revisión cinematográfica de Shakespeare realizada por
Lawrence Olivier, ya que consigue transmitir una dimensión interior del
mundo de Macbeth que encaja con el mundo de postguerra. “Brutal “ es el
calificativo que le da Guillermo Cabrera Infante en la obra antes
citada. Es un filme negro- señala Moix- “como la maldad y encendido como
la tea del diablo”. Tras esta obra inicio su exilio como director en
Europa.
Miguel Ángel Palomo en el Diario El País señalaba sobre este filme que la "Obra
maestra que da cuerpo a las palabras del autor con una apabullante
sensación de realidad. Un Macbeth atormentado y espectral: nunca su
tragedia tuvo en el cine tanto rigor, tanta fuerza física y visual.
Tampoco fue nunca tan radicalmente amarga".
Macbeth
puede verse como una advertencia acerca de los peligros que entraña la
ambición. La ambición es el rasgo principal del carácter de Macbeth,
pero sobre de su mujer, Lady Macbeth, y es la ambición la causa de su
ruina. Tras la visión de la brujas y su presentación a su esposa la
ambición está presente. Es la ambición la que le lleva al regicidio, a
pesar de deberle lealtad y que acaba además de recompensarle con un
título; y se reitera cuando ordena matar a su amigo Banquo.
En
cuanto a las visiones señalar que están presentes desde el inicio de la
película con la brujas. Pero también a lo largo del brumoso filme.
Macbeth y su esposa sufren varias visiones.
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