Soy
consciente que ver una película y comentarla al día siguiente tiene su
complejidad. Si no lo hago a diario al final se me acumula el trabajo.
Fue
anoche cuando en la Sexta 3 echaron Hush, Pánico en español. Pero lo
cierto es que llevo cierto retraso desde el domingo, día en que visioné
una película de John Carpenter, que comentaré en otra ocasión.
“Hush”
es la película resultado de un largo trabajo entre su director, el
polifacético Mark Tonderai (escritor, director, productor, disc-jockey
para la BBC radio, socio fundador de Shona Productions con su mujer
…) y su mujer, Zoe Stewart (productora). Entre ambos dieron forma a la
historia y finalmente él firma la dirección y el guión de la obra
mientras ella la produce.
El director británico Mark Tonderai en 2009 debutó en el cine con thriller psicológico. Para ello contó con la participación de William Ask (Zakes Abbot), Christine Bottomley (Beth) , Andreas Wisniewski (Encapuchado), Claire Keelan (Wendy), Stuart McQuarrie(Thorpe), Robbie Gee (Chimpoda, el de seguridad), Peter Wyatt (Mr. Coates), Sheila Reid (Mrs Coates), Shaun Dingwall (PC Mitchall).
Pánico
(o Hush como fue estrenada en su nombre original en inglés) fue no solo
fue filmada por Tonderai, sino que el mismo participará en el guión. La
música fue obra de Theo Green
una banda sonora eficaz que remarca de manera notable la acción (sin
estridencias y con una ejecución que recuerda a Bernard Hermann en sus
composiciones para Hitchcock), mientras que la fotografía estuvo controlada por Philipp Blaubach
con una fotografía sumamente efectiva tanto en las escenas lluviosas
como en los estallidos lumínicos que forman parte esencial de la trama
(estaciones de servicio y traca final).
Pánico
es más que un filme un telefilm por su poca duración (88 minutos) y de
escaso presupuesto (1 millón de libras) con aportaciones de Film4, UK
Film Council, EM Media, Sream Yorkside, Fear Company, Pathé Pictures
International, Warp X... La película se fimó en Yorkshire (Inglaterra) y la distribuyó Optimum Releasing.
Arranca
mostrándonos a una pareja viajando en un BMW en una noche lluviosa por
una autopista inglesa y mediante la conversación que oímos entre ellos,
se nos hace saber que él se dedica a reponer afiches por las estaciones
de servicio, como medio de vida mientras le viene la inspiración para
escribir una novela que es su meta ansiada y soñada y que ella le
acompaña en esa noche con la intención de poner fin a la relación , ya
que esta liada con Leo un amigo de la pareja y parece ser está esperando
el momento adecuado y buscando una coartada moral para soltárselo, sin
acabar de decidirse. Se
trata de una pareja que no vive su mejor momento. Vagan por la
carretera de estación de servicio a estación de servicio para que él
ejecute su trabajo, poner carteles publicitarios en baños y lugares
públicos del área.
Cansado e irritable, Zakes Abbott conduce por la autopista con su novia, Beth, durmiendo a su lado. Hasta que tiene un incidente con una camioneta blanca entre discusiones con ella. Esta echa una cabezada, durante la cual debido a una maniobra rara cuando busca el termo por el suelo del vehículo y a las obras en la carretera, es adelantado bruscamente por un camión blanco. Durante la maniobra en la que se pone el camión delante, vislumbra en un flash y debido a que la puerta corredera de acceso al remolque se abre y vuelve a cerrar rápidamente, a una mujer encerrada en una jaula pidiendo auxilio a través de la persiana trasera del camión tras el que viajan se abre un momento y vislumbran una mujer atrapada en su interior, pidiendo socorro.
Inseguros
de su visión y en absoluto de acuerdo sobre cómo actuar la pareja
comienza a discutir, hasta su Siguiente parada… allí sus peores
sospechas se harán realidad, y será ella la próxima habitante del
remolque de ese camión siniestro. Su novio no tendrá otra opción que
perseguirlo y luchar por la vida de su amada…
Momento para el recuerdo: El protagonista es
perseguido por el loco de turno y se esconde en los baños de una
estación de servicio. El camionero va abriendo las puertas de los
retretes y mirando uno a uno, nuestro protagonista se esconde detrás de
la puerta colgado de un ganchito, de ésos para colgar la chaqueta, y
consigue que no se le vea. Es un momento de tensión muy logrado.
A
partir de allí se presenta una tensa road movie donde el inmiscuirse en
los problemas ajenos será el motivo que da vida al conflicto de este
thriller de terror sobre un maniaco del asfalto que trafica con seres
humanos.
Es
una película de bajo presupuesto, donde vemos caras desconocidas dentro
del ambiente artístico. Pero gracias a ello por allí se gana en
realismo, pues las actuaciones son convincentes y espontáneas, además de
que la nerviosa utilización de cámaras en mano también contribuye a
generar la óptima sensación de caos para una cinta de esta naturaleza.
La película tiene todos los tópicos del cine de terror: malo sin rostro (éste tapado con una capucha), que camina parsimoniosamente, se me acaba la batería del móvil, el coche no arranca, una chica a la que salva colabora con el malvado…
Por
último, señalar que cuenta con un recio, seco y contundente final,
redondeado con la escena inmediatamente precedente a los títulos de
crédito finales.
He
leído, pues no lo he visto en la película por la pésima programación de
la televisión, que después del final, durante los títulos de crédito se
puede ver un epílogo en el que se nos muestra que uno de los
delincuentes de la organización (puede ser el guardia de seguridad) está
de compras en una librería y al coger un libro por el protagonista
describe la operación criminal y su final.
The
Sun dijo que era la mejor película británica de terror en años, y el
tabloide con mayor solera del Reino Unido, "The News of the World" que
era un thriller aterrador que elevaba la tensión hasta el punto más
álgido.
Tras esta se programó el Ejército de las Tinieblas de la que hablaré en otro momento. Lo dicho, se me acumula el trabajo.
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