miércoles, 14 de enero de 2015

Valkiria


En esta semana dedicada a un episodio bélico como el centrado en el atentado acontecido el 20 de julio de 1944 le llega el momento a la película que , de alguna manera, me abrió las puertas a las anteriores y volvió a meterme de lleno en los momentos previos qiue anunciaban la caída de Hitler y que este año ya he visto en diversas series y películas. Le llega , por lo tanto, el momento a Valkyrie o como se tituló en España Valkiria en España . 
Si las películas anteriores eran alemanas ahora le toca el turno a un largometraje estadounidense – realmente una coproducción con Alemania- dirigido por Bryan Singer, estrenado en el año 2008, y que tiene como figura estelar a Tom Cruise que encarna al coronel alemán Claus von Stauffenberg y que nos mete de lleno en la historia en la que participa junto a otros militares y políticos alemanes en el intento por acabar con la vida de Adolf Hitler en el atentado del 20 de julio de 1944 y tomar el control del país.
Se trató en este caso de una gran producción en la que estaban detrás Christopher McQuarrie, Bryan Singer, Gilbert Adler, Chris Lee y Dan Snyder, representantes de la United Artists, Bad Hat Harry Productions Cruise y la Wagner Productions que gastó en la misma 75 millones de presupuesto. La Metro-Goldwyn-Mayer será la encargada de la distribución. El guión fue desarrollado por Christopher McQuarrie y Nathan Alexander. Contó con una banda sonora en la que está John Ottman, la fotografía de Newton Thomas Sigel y el montaje de John Ottman. 
El elenco de actores lo preside Tom Cruise como el Coronel Claus von Stauffenberg, Bill Nighy como el General Friedrich Olbricht, Tom Wilkinson como el Coronel General Friedrich Fromm, Christian Berkel como el Coronel Albrecht Ritter Mertz von Quirnheim, Terence Stamp como el Coronel General Ludwig Beck, Kevin McNally como el Dr. Carl Friedrich Goerdeler, Jamie Parker como el Teniente Werner von Haeften, Eddie Izzard como el General Erich Fellgiebel, Carice van Houten, curiosamente la mujer del otro Stauffenberg , Sebastian Koch como Nina von Stauffenberg, Halina Reijn como Margarethe von Oven, David Bamber como Adolf Hitler, Thomas Kretschmann como el Comandante Otto Ernst Remer, Kenneth Branagh como el Comandante General Henning von Tresckow, Kenneth Cranham como el Mariscal de Campo Wilhelm Keitel y Matthias Schweighöfer como el "Teniente Franz Herber". 

La película comienza en el norte de África, concretamente en Túnez. Allí está el Afrika Korps y uno de sus integrantes es el coronel de la Wehrmacht, Claus von Stauffenberg (Tom Cruise) , un aristócrata bávaro que , desde el principio se nos muestra contrario a Hitler al que acusa de haber llevado a Alemania a la catástrofe. Al poco de escribir esto se presenta un oficial de alto rango y le da una orden que el considera absurda, pues básicamente le pide morir por el Fürher. Claus von Stauffenberg lo convence de que aquello es un error y le propone otra acción que es interrumpido por el ataque de un caza británico de la Royal Air Force que acaba con el oficial , un buen número de soldados y hiere gravemente pierde una mano y un ojo al coronel Claus von Stauffenberg siendo evacuado a Alemania.
Por otro lado, en el frente oriental el comandante Henning von Tresckow (Kenneth Branagh) fracasará en su intento por asesinar a Adolf Hitler escondiendo una bomba en una botella de Cointreau que ha de portar un militar para entregar a otro. El objetivo es que esta bomba estalle en el avión que parte de Smolensk donde viaja el Führer. Aquel intento fracasa y obliga a Henning von Tresckow a regresar a Berlín para recuperar la botella. Lo consigue finalmente, pero no puede evitar que más tarde descubra que la Gestapo ha arrestado al Comandante Hans Oster, por lo que ordena al General Friedrich Olbricht (Bill Nighy) un hombre implicado en la conspiración contra Hitler encontrar un sustituto.
El elegido es Stauffenberg al que ha oído hablar de forma desdeñosa sobre el canciller alemán y en parte porque Tresckow pensaba que el coronel Claus von Stauffenberg, estaba dispuesto a realizar personalmente el intento de asesinar a Hitler. 
Ese año Olbricht sugirió a Tresckow un proyecto de golpe de Estado ya avanzado: la organización estaba basada en un plan aprobado por Hitler en caso de un estado de anarquía. Olbricht le pide que le acompañe a Stauffenberg a una reunión secreta de los conspiradores, entre los que se encuentran el General Ludwig Beck (Terence Stamp), el Dr. Carl Goerdeler (Kevin McNally), y Erwin von Witzleben (David Schofield). Stauffenberg descubre que el grupo no tiene nada previsto para después del asesinato de Hitler comentándolo ante el grupo, lo que molesta abiertamente a Dr. Carl Goerdeler.
El 1 de julio de 1944 el coronel Claus von Stauffenberg quedó agregado al Cuartel General del Ejército de Reserva en Berlín, que tenía como superior al jefe de Estado Mayor de la Reserva, el general Friedrich Fromm, lo cual le permitía acudir a las conferencias de Hitler con los altos jefes militares, fuera en Berlín, en Prusia Oriental, o en Berchtesgaden, esta puerta abierta en forma inesperada aceleró la ejecución del plan. Cabe destacar que Fromm, de personalidad muy ambigua, ya conocía los planes de los conspiradores, pero en su fuero interno decidió no dar señales de absoluta participación quedando a la espera del desarrollo de los acontecimientos. Tal nombramiento causó que el mismo Stauffenberg presionase a Tresckow para ejecutar el plan de golpe de Estado, en tanto ahora Stauffenberg era el conspirador ejecutivo en mejor situación para asesinar a Hitler. 
A inicios de julio de 1944, Von Stauffenberg ya había acudido a dos conferencias militares de Hitler con una potente bomba oculta en su maletín, mas no la había activado porque según Goerdeler y Beck era necesario que junto con Hitler muriesen también sus posibles sucesores Hermann Goering y Heinrich Himmler; una de esas oportunidades se había presentado el sábado 15 de julio. 
Poco después lo encontramos en su casa junto a su esposa Nina von Stauffenber (,Carice van Houten), y junto a sus hijos que ponen música en concreto la Cabalgata Valquiría de Richard Wagner. Casi de inmediato los británicos comienza un bombardeo y durante el transcurso del mismo tiene la idea de poner en marcha una modificación de la Operación Valkiria, la cual involucraría al ejército de la reserva que mantiene el orden en caso de emergencia nacional. Había un plan de emergencia militar del Tercer Reich denominado Operación Valkiria, previsto para usar en caso de una revuelta masiva de los obreros extranjeros esclavizados en Alemania o en situación de un grave caos civil en retaguardia debido a los bombardeos aéreos. Dicho plan implicaba la movilización de unidades de la Wehrmacht para restablecer la autoridad y podía usarse según Olbricht para que unidades militares de la reserva tomasen el control de las ciudades arrestando a los líderes nazis, y desarmando a las SS y a la Gestapo tras la muerte de Hitler. Por lo tanto, ese plan existía pero requería de importantes modificaciones en su desarrollo. 
Los conspiradores trazan un cuidadoso plan en el mismo que desmantelaría el régimen Nazi tras la muerte de Hitler. Dicho plan debía ser puesto en práctica por el veterano general Friedrich Fromm, jefe de las reservas militares alemanas, y en el la película Tom Wilkinson, para asegurar el éxito del golpe de Estado era preciso reclutar a Fromm en la conspiración o neutralizarlo en caso necesario, ya que existían dudas acerca de su probable lealtad. 
La presencia de Stauffenberg obedecía a la necesidad de crear 15 nuevas divisiones para cubrir las brechas del Grupo de Ejércitos Centro, tarea que había sido encargada por Hitler al mismo Himmler; por tanto el Ejército de Reserva se puso a disposición del Reichsführer de las SS. Tal situación dificultaba el plan, pues Himmler, en calidad de jefe máximo de las SS, recibía órdenes directas de Hitler y rara vez iba a conferencias militares de la Wehrmacht; se desconoce si estuvo presente aquel día. 
Según dicha Operación el jefe del ejército en la reserva, en ese momento el ambicioso y tibio General Friedrich Fromm (Tom Wilkinson), es el único que puede iniciar Valkiria, así le ofrecen un puesto como jefe de la Wehrmacht para lograr su adhesión al plan. Fromm es reacio a involucrarse pero tampoco quiere quedarse apartado en caso de que Stauffenberg tenga éxito y lo deja claro: es estará siempre con los vencedores, sean quienes sean. 
Pese a esto, se trazaron algunos proyectos para formar un gobierno que debía necesariamente instalarse tras el asesinato de Hitler y el derrocamiento del régimen nazi: se pactó que el general Ludwig Beck quedaría en el cargo de «Presidente del Reich», tal como existía en la extinta República de Weimar, Goerdeler sería nombrado Canciller, a Julius Leber se le confiaría el Ministerio del Interior y el mariscal de campo Erwin von Witzleben sería comandante en jefe de la Wehrmacht. También participaría el coronel Mertz von Quirnheim, en la película Christian Berkel. 
Otro elemento clave era terminar la guerra mediante una paz negociada, determinando que el Ministerio de Asuntos Exteriores quedase a cargo de Friedrich Graf von der Schulenburg (el último embajador del Tercer Reich en Moscú) si se buscaba negociar primero con la Unión Soviética, en caso de negociar primero con el Reino Unido o Estados Unidos dicho puesto se confiaría a Ulrich von Hasell. Se elaboró una lista secreta en que además se incluía al ministro Albert Speer, con la anotación: -"Si fuese posible"-. 
También se intentó allegar al general Heinz Guderian pero se carece de los detalles exactos de su respuesta, en términos generales, negativa. Una vez redactado una nuevo programa es necesario que este sea firmado por Hitler (David Bamber), Stauffenberg acude a la residencia del Führer en Berghof en el Oberzalberg, en los Alpes Bavaros. Allí acuden tanto el General Friedrich Olbricht como Stauffenberg y ante los mismos plasma su firma. 
Al Berghof acuden tanto el General Friedrich Olbricht como Stauffenberg y ante los mismos plasma su firma, en presencia de gran parte de la cúpula Nazi como Joseph Goebbels, Wilhelm Keitel, Heinrich Himmler, Hermann Göring y Albert Speer, Hitler elogia el heroísmo de Stauffenberg, dando el visto bueno a las modificaciones introducidas en la Operación Valkiria creyendo que Stauffenberg es un militar leal. Carl Friedrich Goerdeler insiste en atentar conjuntamente contra Hitler y Himmler en Wolfsschanze en la antigua Prusia Oriental, ya que si uno sobrevive el otro se hará cargo de todo a través de la SS. 
Tras una breve charla el Coronel Mertz von Quirnheim (Christian Berkel) instruye a Stauffenberg en el uso de los detonadores británicos que han de poner en marcha el explosivo. Para redondear la operación Stauffenberg chantajea al General Erich Fellgiebel (Eddie Izzard) para que corte las comunicaciones con la Guarida del Lobo cuando tenga lugar el atentado. 
Inicialmente el atentado se va a realizar el 15 de julio de 1944. Ese sábado, ante la presión del tiempo, se permitió que Stauffenberg ejecutara el asesinato en cuanto pudiese, sin requisitos previos. El plan consistía en que Stauffenberg llevase su maletín con una bomba, lo dejase al costado de Hitler en medio de la conferencia, pretextase una excusa para salir del recinto y luego huyese a Berlín para reunirse con los otros conspiradores en el Cuartel General del Ejército de Reserva, situado en la avenida Bendlerstrasse (llamado por ello el Bendlerblock).
Tras esto, Fromm iniciaría la «Operación Valkiria» movilizando las tropas en apoyo al nuevo gobierno, arrestando a los líderes nazis; semejante plan era arriesgado y dependía de una gran coincidencia de hechos para tener éxito. Es el día señalado, pero Himmler no acude a la reunión con lo que Stauffenberg no logra permiso de su círculo conspirador para llegar hasta el final. Esto provoca el enfrentamiento entre Stauffenberg y los confabuladores políticos más reticentes.
Mientras tanto, ese mismo día el Ejército de la reserva comandado por el Comandante Otto Ernst Remer ( Thomas Kretschmann), un militar cumplidor pero ajeno a la conspiración Con gran esfuerzo se detuvo la movilización total de tropas alegando que la convocatoria para ello era sólo un ejercicio de práctica. es movilizado a espaldas de Fromm, que ve en esta maniobra una amenaza, advirtiendo a Olbricht y Stauffenberg con arrestarles si se vuelven a repetir los hechos. El mayor Otto Remer a cargo de las unidades quedó perplejo ante la situación. Este inconveniente causó una mala impresión de la organización de los grupos conspiradores ante Fromm.
El martes 18 de julio, Stauffenberg supo que la Gestapo podría arrestarlo en cualquier momento y se decidió a matar a Hitler en la primera ocasión viable. 
Una nueva ocasión se presenta el 20 de julio. Stauffenberg y su fiel ayudante el Teniente Werner von Haeften (Jamie Parker) vuelven a intentarlo. Para ello salió de Berlín por avión en la mañana del jueves 20 de julio hacia Rastenburg, localidad de Prusia Oriental; a 15 km al este de dicha población se hallaba el cuartel militar de Hitler llamado Wolfsschanze ('Guarida del Lobo') y allí se dirigió Stauffenberg con un par de bombas plásticas ocultas en el maletín. Lo acompañaba su ayudante personal, el mayor Von Haeften. Allí descubren que la reunión de los colaboradores de Hitler tendrá lugar en una sala con ventanas, con lo que la explosión que provoque la bomba será dispersada perdiendo eficacia. No obstante, Stauffenberg debe continuar con su plan, alegando que ha de cambiarse de camisa dado la mancha de sangre que lleva en el cuello – se ha cortado con toda intención mientras se afeitaba- activa una de las dos bombas que portan, debido a la injerencia de un oficial de la SS y al adelantamiento de la reunión por la llegada a la tarde de Benito Mussolini. 
La conferencia militar de Hitler con otros jefes militares empezó en una amplia sala poco después del mediodía, donde acudieron el mariscal de campo Wilhelm Keitel, los generales Alfred Jodl, Walter Warlimont y otros altos oficiales, entre los cuales se hallaba Stauffenberg, bordeando una enorme mesa con mapas. Accede a la reunión, coloca el dispositivo, abandona el barracón, montándose en el coche que está en marcha con el Teniente Werner von Haeften y un conductor.
Minutos después de empezada la reunión Stauffenberg, quien llegó retrasado, activó la bomba en su maletín en un cuarto junto a Haeften. Entró en la reunión y se acercó lo más que pudo a Hitler, colocó el maletín muy cerca de los pies de Hitler y luego pidió permiso para retirarse por unos minutos fuera del recinto alegando una llamada por recibir, dejando su maletín en la sala junto a la gran mesa. 
Uno de los asistentes a la reunión tropezó con el maletín y desplazó la cartera que oculta la bomba tras de una de las gruesas patas - uno de los pedestales - de la gran mesa de la mesa, lo que a la postre salvará la vida del Führer. Cuando monta en el coche estalla el explosivo. 
A las 12:40 la bomba explotó con gran potencia destruyendo gravemente la sala de conferencias, matando a cuatro oficiales e hiriendo gravemente a otros cinco, pero dejando a Hitler, Jodl y Keitel sólo con heridas relativamente leves. Dando por hecho que Hitler ha muerto, Stauffenberg abandona el complejo militar, no sin ciertas dificultades, debido a las barreras de seguridad en la Guarida del Lobo y llega al aeródromo donde tomará un vuelo hacia Berlín. De inmediato se produce la llamada del General Erich Fellgiebel que no es escuchada con claridad por Olbricht, que no se atreve por ello a activar la Operación Valkiria. 
No obstante, Stauffenberg observó la humareda desde fuera de la Wolfsschanze, y supuso que era imposible que Hitler hubiese sobrevivido y con gran dificultad pudo salir de Wolfsschanze deshaciéndose de la bomba que no había utilizado y retornó a Berlín a las 13:00 creyendo que Hitler estaba muerto. 
Poco antes de las 15:00, el general Friedrich Fromm recibió una llamada desde Rastenburg del general Erich Fellgiebel, del Cuerpo de Señales y participante de la conspiración, quien avisó a sus demás cómplices que Hitler había sobrevivido al ataque. Tal noticia alertó a los conspiradores reunidos en el Bendlerblock pues calcularon (tal vez con acierto) que si Adolf Hitler estaba vivo las tropas de reserva no obedecerían la movilización de la «Operación Valkiria» ordenada por Fromm. 
Una vez en el Bendlerblock, Olbricht teme movilizar la reserva hasta tener la completa seguridad de que Hitler está muerto, pero Mertz von Quirnheim, el futuro alto cargo del ejército, fuerza la orden de activación de las tropas; con la Operación Valkiria en marcha Stauffenberg y los demás conspiradores ordenan arrestar a miembros del partido Nazi y oficiales de las SS, supuestamente involucrados en el magnicidio. 
Con el control del gobierno en Berlín intentan hacerse con otras regiones militares, pero pronto empiezan a surgir dudas entre militares fieles al régimen. París que estaba en manos de Carl-Heinrich von Stülpnagel, General de Ejército, encargado de tomar el control de las SS y la Wehrmacht en París, no dudó a la hora de actuar y el gobernador de la ciudad detiene a las tropas de la SS. De cualquier manera todos los implicados llevan una identificación.
En la Wolfsschanze mientras tanto, se supuso en un primer momento un bombardeo aéreo, pero ante la ausencia de informes de aviones enemigos en la zona, se empezó a sospechar de un atentado. Himmler fue llamado en el acto junto con Kaltenbrunner; Martin Bormann fue el primero en sospechar de Stauffenberg al no encontrarse entre los heridos o presentes. 
Adicionalmente, soldados de la guardia encontraron un paquete: era la segunda bomba que no había sido utilizada por los conspiradores. Para entonces, había aumentado la confusión entre los conjurados el hecho que Stauffenberg llamase después por teléfono al general Fromm a las 15:00, tras haber aterrizado en Berlín y le asegurase a los demás conspiradores que Hitler había muerto. 
A las 16:00 y con dos versiones contradictorias de distintos conspiradores, el general Olbricht lanzó la orden de empezar la «Operación Valkiria» y movilizar a las tropas de reserva disponibles. 
Mientras Friedrich Fromm llamó por teléfono a Rastenburg y conversó con el mariscal de campo Wilhelm Keitel (Kenneth Cranham) una vez restablecidas las comunicaciones y detenido General Erich Fellgiebel comunica a Fromm que Hitler ha sobrevivido y estaba vivo. Poco después Keitel le pregunta por el paradero del coronel Claus von Stauffenberg.

De esta forma para salvar su vida el General traiciona a Stauffenberg. pero a las 16:40 Stauffenberg llegó al Bendlerblock y Fromm en un acto de absoluto cinismo intentó arrestarlo de inmediato (se cree que para borrar evidencias de su participación en el complot) pero fracasó al no ser secundado por Olbricht ni otros oficiales. 
De todos modos a esa hora Heinrich Himmler había tomado medidas para que las SS pusieran fin al intento de golpe de Estado y ordenaba a las tropas del resto de Alemania que no obedecieran la movilización de la «Operación Valkiria».
La sede ministerial de Joseph Goebbels fue cercada por las tropas de la guarnición de Berlín creyentes en las órdenes de Fromm y de Olbricht; pero todavía Goebbels contaba con la línea telefónica no cortada por los conspiradores. 
El momento decisivo ocurrió a las 19:00, cuando Hitler estaba lo bastante recuperado para llamar por teléfono. Hitler pudo llamar a Goebbels, quien hizo arreglos para que aquel hablara con el comandante de las tropas que rodeaban su ministerio, el mayor Otto Remer, para persuadirle de que estaba vivo y exigirle reprimir inmediatamente la revuelta en Berlín; esa misma noche Hitler ordenó que el mayor Remer fuese ascendido a coronel. 
A las 20:00 un furioso Witzleben llegó al Benderblock y discutió airadamente con Stauffenberg, quien todavía insistía en que el golpe podía continuar. Witzleben abandonó el edificio poco después. 
Alrededor de esta hora la toma del poder en París había sido abortada, cuando el general Stülpnagel fue arrestado por el general Günther von Kluge (otro participante que se desentendió de la conspiración al enterarse este último de que Hitler había sobrevivido). Los miembros menos resueltos de la conspiración en Berlín comenzaron entonces a cambiar de bando. 
Estalló la lucha en el Bendlerblock entre los conspiradores que apoyaban el golpe y los leales a Hitler (entre estos últimos está el general Friedrich Fromm) y Stauffenberg fue herido. Poco a poco los principales miembros de la conspiración son detenidos en los pasillos del ministerio. 
Hacia las 23:00 el general Fromm fue liberado y había retomado el control del Bendlerblock. Casi de inmediato comienza a dar órdenes para que se ejecuten de inmediato, y sobre todo con la intención de ir destruyendo huellas de su colaboración con los conspiradores. Arresta a von Stauffenberg junto con el General Friedrich Olbricht, Albrecht Mertz von Quirnheim y al ayudante de Stauffenberg Werner von Haeften. Fromm presidió el mismo el consejo de guerra sumarísimo que condenaría a muerte de forma inmediata a los cuatro conspiradores capturados, desobedeciendo la orden oficial de Hitler dada a Remer de capturar vivos a los conspiradores. De hecho permite al general Ludwig Beck, al convencerse de que no había esperanza, que se suicide con la mayor dignidad.
A las 0:10 del 21 de julio los cuatro hombres condenados fueron fusilados en el patio del edificio "Bendlerblock". Esa misma noche Stauffenberg y sus colaboradores más cercanos - General Friedrich Olbricht, Albrecht Mertz von Quirnheim y el ayudante de Stauffenberg Werner von Haeften- son ejecutados. 
Otros ya habrían sido fusilados, pero a las 0:30 irrumpió en el Bendlerblock Otto Skorzeny con un batallón de la SS, prohibiendo nuevas ejecuciones hasta determinar fielmente cuántos militares había participado en la sublevación. Y al final nos vamos enterando que pasó con todos los implicados incluso con su viuda Nina. Se ve en concreto el suicidio mediante una granada de Tresckow , imitando el gesto de Ludwig Beck se habían suicidado antes de ser arrestados y otros jefes militares fueron acusados también de haber tenido contacto con jefes de la sublevación y en consecuencia arrestados. 

Otros líderes de la conjura empezarán a ser detenidos en los días y semanas siguientes. De hecho empezó a investigarse con mayor detalle el intento de golpe de estado y Himmler ordenó a la Gestapo proceder al arresto de todo individuo que tuviese alguna clase de relación con los conspiradores, orden que luego abarcó extraoficialmente a numerosos alemanes sospechosos de oponerse al régimen nazi, como el clérigo Dietrich Bonhoeffer, cuyas ideas antinazis eran ya conocidas, o el general Franz Halder, quien no se unió a la conspiración pero a quien Hitler creía capaz de iniciar otro complot por su cuenta. Inclusive fue arrestado el almirante Wilhelm Canaris por cuanto subordinados suyos habían participado en la conspiración y sobre todo por la profunda desconfianza que hacía años Heinrich Himmler sentía hacía él. 
Resultó sencillo reconstruir la compleja red de conspiradores debido a la incautación de cartas y diarios de los conjurados ya arrestados, lo cual permitió seguir la pista a numerosos conspiradores que habían abandonado la sublevación a último momento (por ejemplo en el caso de Friedrich Fromm la Gestapo halló en sus oficinas del Bendlerblock una lista del futuro «gabinete de gobierno» que pretendía formar Goerdeler tras la muerte de Hitler). Se calcula que hubo en total unos 5000 arrestos y 200 ejecuciones de opositores al régimen nazi, aunque no todas referidas a conjurados del 20 de julio. Los detenidos que no habían sido aún ejecutados quedaron a disposición de la «Corte Popular» dirigida por su presidente, el infame juez nazi Roland Freisler. Himmler ordenaba la detención de todos los miembros del clan Von Stauffenberg, hombres, mujeres y niños, para su posterior ejecución bajo el concepto de Sippenhaftung. 
Los primeros procesos empezaron el 7 de agosto de 1944 pero ya Hitler había ordenado que los encausados fueran condenados a muerte y ejecutados en la horca, sin excepción; entre los condenados estaban Carl Friedrich Goerdeler, Popitz, Julius Leber, Friedrich Graf von der Schulenburg, Ulrich von Hasell, entre otros. Fromm prefirió no enfrentarse a las SS y se dirigió al día siguiente a visitar al Ministro de Propaganda Joseph Goebbels, atribuyéndose el mérito de haberse enfrentado a los rebeldes. No obstante en ese mismo acto Fromm es arrestado, tras señalar Himmler lo apurado que estaba en dejar enterrados a los cabecillas y tras descubrirse su participación en la conspiración por documentos encontrados en su caja fuerte, muere fusilado en marzo de 1945. 
La familia de Stauffenberg con sus cinco niños y su esposa, la baronesa Nina Freiin von Lerchenfeld, se salvaron de ser ejecutados porque las SS que les custodiaban al norte de Italia se entregaron a los británicos. 

Estamos ante una película que recibió algunos premios como los Saturn Awards, en los que obtuvo: 7 nominaciones incluyendo Película de Acción/Thriller, Director, Actor. También fue Nominada a Mejores Efectos Visuales de Apoyo en los premios de la Sociedad de Efectos Visuales y a la Mejor Banda Sonora en los BMI Film & TV . 

Valkirie como gran parte de las películas de Tom Cruise y del propio Bryan Singer no gustan a todo el mundo sobre todo porque siempre hay una grande detrás. Roger Ebert enl que fuera columnista del Chicago Sun-Times dijo de la misma que "Valkyrie es un thriller meticuloso (...) Aunque Cruise no está electrizante, debo añadir que este personaje, en esta historia, no puede y no debería estar electrizante. (...). Para Claudia Puig de USA Today "Tom Cruise falla al no convencer en la lenta 'Valkyrie'. (...) es un thriller de la II Guerra Mundial sin las suficientes emociones. Más o menos en esta línea Todd McCarthy en Variety dijo que era una película "(…) largamente esperada última obra de Bryan Singer (...) tiene un gran esplendor visual, pero es un trabajo frío que carece de la tensión y el suspense que necesita.". Para Peter Travers de la revista Rolling Stone "Cruise interpretando al coronel nazi Claus von Stauffenberg sonaba a cebo para el Oscar. Pero no lo es. Y cuanto antes lo aceptes, más disfrutarás de esta satisfactoria película B. (...). 
Si esto ocurría en los Estados Unidos en España, incomprensiblemente, la crítica va a ser peor y más exagerada. Por ejemplo Carlos Boyero, injustamente desde mi punto de vista nos dice en Diario El País que "Como documento histórico, no aporta nada, y como cine de acción, es rutinario. La pretendida y continua tensión tampoco existe desde el momento en que sabes que Hitler no la palmó (...) El resultado no me provoca ni calor ni frío, lo consumo y lo olvido." Más de acuerdo- aunque sólo parcialmente- estoy con Antonio Weinrichter del diario Diario ABC señala que la película "No explora las motivaciones de los conjurados (...) Cruise, aquí impecable en su papel (...) el anticlímax se contagia a los procedimientos, convirtiendo la función en algo un tanto mortecino. (...). Por su parte, Jordi Costa nos dice en la revista de cine Fotogramas que "El regreso de un Bryan Singer en muy buena forma (...) una exposición cristalina, despojada de emoción, de un proceso tocado fatalmente por la entropía. (...). 

Lo cierto es que El atentado del 20 de julio de 1944 es un hecho histórico profundamente tratado en el cine y que el desarrollo visual de este fue un intento fallido de asesinar a Adolf Hitler, llevado a cabo por un grupo de oficiales de la Wehrmacht (Ejército alemán) organizados por el coronel conde Claus von Stauffenberg como parte de un golpe de estado basado en la denominada Operación Valquiria, ha sido tratado con rigor y casi sistematizadamente. Lo que sí queda bien claro en este filme es de lo que iba este plan operativo de las reservas del ejército y cómo iba a ser puesto en práctica en caso de disturbios civiles o de una sublevación de los millones de trabajadores de las fábricas alemanas. 
Esta claro que, en este caso, sospecho más por ignorancia que por proximidad hay que explicar detalladamente estos hechos, frente a las valoraciones más espirituales y más psicológicas de las películas anteriores. Ya habíamos visto, especialmente en la alemana Stauffenberg colocaba la bomba en una sala de mapas dentro de la Guarida del Lobo, cuartel general de Hitler, con más detalle que en esta, pero aquí se nos presenta los antecedentes más claramente. 
A pesar de haber estallado la bomba, Hitler solo sufrió heridas leves. Es posible que la muerte de Hitler hubiera terminado con la Segunda Guerra Mundial y salvado a los 10 millones de personas que fallecieron como consecuencia de la guerra entre la fecha del atentado y la capitulación alemana el 8 de mayo de 1945. 

La historia que acabar con Hitler viene de antiguo. Un primer proyecto de derrocar a Adolf Hitler empezó a gestarse de manera difusa y solapada en 1938, por parte de algunos altos oficiales de la Wehrmacht deseosos de evitar una gran guerra a escala europea. Entre estos conspiradores se encontraban algunos viejos conocidos como el general Ludwig Beck, antiguo jefe de Estado Mayor, representado en la película por Terence Stamp y el mariscal de campo Erwin von Witzleben en esta película interpretado por el actor David Schofield; sin embargo la indecisión de los generales del ejército Franz Halder y Walther von Brauchitsch impidió ejecutar tales planes, mientras la política de apaciguamiento seguida por Reino Unido y Francia en esos años les desanimaba de realizar un acto concreto contra el régimen nazi. Por otro lado, los civiles también se oponen. 
Desde 1938, existían grupos de oposición al régimen nazi en el Ministerio alemán de Asuntos Exteriores, donde Ulrich von Hasell, Friedrich Graf von der Schulenburg y Adam von Trott zu Solz, diplomáticos profesionales, trabajaban activamente formando una red de opositores a Hitler. Otro ente lleno de actividad de oposición al régimen nazi era el servicio de inteligencia militar, Abwehr, dirigida por el almirante Wilhelm Canaris donde colaboraba el general Hans Oster, un convencido antinazi protegido por Canaris, que logró incorporar a su círculo al ex-presidente del Reichsbank Hjalmar Schacht. 
A estos grupos ya bastante extendidos se unía la red secreta de opositores formada desde 1938 por el ex alcalde de Leipzig, el derechista conservador Carl Friedrich Goerdeler, en la película Kevin McNally, junto con otro político de la misma corriente, Johannes Popitz, a ellos se uniría después el socialista Julius Leber en su esfuerzo por preparar planes para un derrocamiento de Hitler y un nuevo gobierno para Alemania. Simultáneamente se formaba otro grupo opositor secreto, el «Círculo Kreisau» dirigido por Helmuth James Graf von Moltke, alto funcionario del Ministerio Alemán de Asuntos Exteriores. 
Todos estos grupos empezaron a reunirse como un solo ente en 1943. Aun cuando hacia 1943 todos estos grupos se unieron a los conspiradores ya existentes dentro de la Wehrmacht, los círculos de civiles mostraban grandes diferencias entre sus miembros, había monárquicos, conservadores, liberales, socialistas, antiguos aristócratas, cuyo único punto en común solía ser la necesidad de terminar con el régimen nazi. 
Tras los resonantes triunfos de la Wehrmacht en las invasiones de Polonia, Noruega, Francia, Bélgica y los Países Bajos, la popularidad de Adolf Hitler aumentó muchísimo entre las masas alemanas y los oficiales de la Wehrmacht no fueron ajenos a tal fenómeno, como se ve en la película Stauffenberg que es interpretada por Sebastian Koch. Ante esto para fines de 1940 se hizo muy difícil reclutar conspiradores decididos a derrocar al régimen triunfante hasta entonces. Los planes se estancaron y los oponentes se dispersaron, a pesar de lo cual los planes no se desecharon a la espera de una nueva oportunidad política. 
En 1941, tras el comienzo de la Operación Barbarroja, se forma otro grupo de resistencia en este caso integrado y dirigido por el coronel Henning von Tresckow, representado en la película por Kenneth Branagh, quien trabajaba como parte del Estado Mayor del general Fedor von Bock, su tío. Tresckow pensaba que la guerra contra la Unión Soviética estaba perdida de antemano y que desangraría a Alemania en hombres y recursos, colocándola frente a un abismo como nación. El reclutamiento de opositores era muy difícil. Se hacía con mucha cautela y muy discretamente en las residencias de los cabecillas y fuera de Berlín. A ello se sumaba el hecho que los destacados triunfos de la Wehrmacht en el frente oriental durante 1941 desanimaron a la mayoría de los oficiales de participar en una conspiración contra Hitler, aun reconociendo el peligro que implicaba para Alemania una guerra contra la Unión Soviética. 
Desde allí Von Tresckow reclutaba nuevos conspiradores entre la oficialidad germana, pero sus planes no pudieron avanzar mucho debido a los resultados de la Batalla de Moscú en diciembre de 1941, donde el avance alemán fue totalmente detenido por el Ejército Rojo lo cual significó que Hitler le quitara a Fedor von Bock el mando del Grupo de Ejércitos Centro, mientras que el general Walther von Brauchitsch también era relevado del mando de tropas de forma humillante. Tresckow intentó reclutar al general Brauchitsch pero este contestó que no se uniría a ningún grupo disidente; aunque tampoco haría nada por impedir su actuación. 
En 1942, Tresckow con ayuda del general Hans Oster logró reclutar en su núcleo de oposición al general Friedrich Olbricht, aquí el actor Bill Nighy, quien dirigía la oficina principal del ejército en Berlín, controlando allí un sistema de comunicaciones autónomo que unía a las unidades militares de reserva aún estacionadas en territorio de Alemania. 
A fines de año, Tresckow y Olbricht intentaron asesinar a Hitler con bombas barométricas en dos oportunidades, una en el aeródromo de Smolensk, tal y como se aprecia al inicio de la película, y la otra en Berlín, pero ambos planes fallaron debido al fallo en los artefactos. También buscaron sin éxito unir a su conspiración a los mariscales de campo Erich von Manstein y Gerd von Rundstedt, dos militares veteranos que gozaban de gran prestigio en la Wehrmacht por sus éxitos y conocimientos de táctica en combate, quienes podrían ayudar a un efectivo derrocamiento del régimen nazi y no a un mero asesinato de Hitler y, aunque éstos rehusaron unirse al derrocamiento, no delataron la conspiración. Las derrotas militares y el retroceso alemán desde 1943 aceleraron los planes de golpe de estado. 
En 1943, los planes para un golpe de Estado contra el Tercer Reich se vieron favorecidos por el curso tomado por la guerra con la grave derrota de la Batalla de Stalingrado, absolutamente desfavorable para la Alemania nazi, la fallida ofensiva de Kursk, y la total derrota germana en África del norte tras la batalla de El Alamein, que propició un ambiente de descontento entre los militares por la dirección de la guerra que hacía Hitler en el frente oriental. 
 Incluso a mediados de 1944 la conspiración obtuvo un nuevo apoyo en el general Carl-Heinrich von Stülpnagel, jefe máximo de las guarniciones germanas en Francia, quien ofreció tras la muerte de Hitler tomar el control de París y negociar un armisticio inmediato con las tropas estadounidenses y británicas que avanzaban y con la resistencia francesa. El plan fue aprobado en el círculo de Tresckow, sólo había que dilucidar cómo, dónde y cuándo se iba a llevar a cabo. 
Las derrotas de las tropas alemanas entre 1942 e inicios de 1944 en que se desarrollaron los sangrientos combates en Járkov y la matanza en el Cerco de Korsun-Cherkassy dificultaron los planes de asesinar a Hitler, pues éste ya casi no aparecía en público acomo antes y pasaba la mayor parte del tiempo no en Berlín sino en su cuartel general militar conocido como Wolfsschanze ('Guarida del Lobo') situado en Prusia Oriental, o en su refugio alpino de Berchtesgaden. En ambos sitios Hitler estaba muy bien protegido por tropas de la SS y no recibía a nadie personalmente sino a sus colaboradores más cercanos, sobre todo después de que el jefe máximo de las SS, Heinrich Himmler, empezase a sospechar mediante la gestión de la Gestapo respecto de planes entre oficiales de la Wehrmacht para asesinar a Hitler. El plan, debido a este motivo, ya estaba condenado a fracasar si no se cumplía el objetivo máximo, asesinar al líder y apresar a la cúpula nazi.
Desde inicios de 1943, la misma Gestapo investigaba sobre una posible conspiración contra Hitler, en la que podrían estar implicados  altos jefes militares entre ellos el jefe de la Abwehr, Wilhelm Canaris, que  había conocido la existencia de tal conspiración; pero no la reprimió , y es más, Canaris transmitió al grupo conspirador que la existencia del plan era conocida por la Gestapo al mando de Ernst Kaltenbrunner. 
La creciente posibilidad de ser descubiertos por la Gestapo y la rápida victoria aliada en la Batalla de Normandía causó honda preocupación entre los conspiradores respecto al escaso tiempo que les quedaba para ejecutar sus proyectos antes de un total colapso militar del Tercer Reich, que causaría la destrucción de Alemania y de ellos mismos, además el solo hecho que la Gestapo conociese el plan ya marcaba a los cabecillas principales automáticamente como traidores al Tercer Reich, no había ya vuelta atrás. 
Cabe destacar que de acuerdo a los planes recuperados tras 1945, los conspiradores tenían como preocupación básica evitar la ruina de su país, evitar que Alemania sufriese una desastrosa invasión extranjera, y buscar un retorno al statu quo europeo previo al 1 de setiembre de 1939, aunque expulsando del poder al nazismo. Escasos fueron los conspiradores arrestados que intentaron negar su participación en el complot. 
Una excepción fue el general Erwin Rommel, que fue acusado de omisión por haber contactado con los líderes de la conspiración y por no haber alertado a sus superiores al tener conocimiento de tales planes; por ello se le ofreció la opción de suicidarse y así evitar un juicio público con el arresto de sus familiares. De modo similar, el general Günther von Kluge fue llamado a Berlín para ser investigado, pero temiendo ser considerado como conspirador debido a sus fuertes críticas a Hitler dentro del OKW, también se suicidó. Las ejecuciones de conspiradores u opositores al régimen nazi relacionados con la conspiración del 20 de julio de 1944 continuaron hasta los últimos días de la Segunda Guerra Mundial en mayo de 1945.
Las noticias de la conspiración fueron censuradas en el extranjero, mientras la versión oficial del Tercer Reich era la de un pequeño grupúsculo de oficiales descontentos realizando un acto de traición, evitando mostrar la existencia de una conspiración amplia con varios cientos de involucrados y miles de simpatizantes. La propaganda de Joseph Goebbels logró reforzar la imagen de un grupo muy reducido, pero al ser evidente una gran cantidad de arrestos, ejecuciones y detenciones, se invocó que la represión del atentado del 20 de julio era un motivo adicional para eliminar toda la oposición al nazismo que aún pudiese subsistir. De hecho, la Gestapo aprovechó la ocasión para arrestar y ejecutar a decenas de individuos que no tenían relación alguna con la conspiración pero estaban identificados hacía tiempo como opositores activos al régimen. 
La Unión Soviética, Estados Unidos, y el Reino Unido no consiguieron mayor información detallada sobre lo sucedido sino hasta el final de la guerra y lo que es peor, no fueron conscientes de que si el autentado hubiese tenido éxito se hubiesen ahorrado casi un año de guerra, y hubiesen salvado, posiblemente, la vida de diez millones de personas que son las que se calculan que muerierón desde lo que el 20 de julio sucedió.

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