Al diablo, así acaba la película. Hablamos de Harper y hacerlo es añadir de inmediato a ese nombre dos cosas, investigador privado e Paul Newman. Así que como estaba dentro del catálogo de Yomvi y era una de aquellas películas clásicas que no había visto pues procedí a verla, eso sí, a una hora intempestiva.
Harper es una película dirigida por Jack Smight en 1966 basada en una obra literaria - The Moving Target o El objetivo en movimiento, escrita por Ross Macdonald y que fue adaptada para la gran pantalla por el novelista William Goldman, un admirador de la obra de MacDonald. Para ello la productora y distribuidora, la Warner Bros, contó para la producción con Elliott Kastner y Jerry Gershwin que invirtieron en ella los 3.500.000 de dólares de presupuesto. La película contó con la luminosa fotografía de Conrad L. Hall y con la música, magnífica banda sonora setentera y con alma de club nocturno de Johnny Mandel.
La película está protagonizada Paul Newman como Lew Harper (Lew Archer en la novela) y junto al él están, Lauren Bacall como Elaine Sampson, Julie Harris como Betty Fraley, Shelley Winters como Fay Estabrook, Robert Wagner como Allan Taggert, Janet Leigh como Susan Harper, Arthur Hill como Albert Graves, Pamela Tiffin como Miranda Sampson, Robert Webber como Dwight Troy, Harold Gould - Sheriff Spanner , Roy Jenson como Puddler y Strother Martin como Claude.
La película rinde homenaje al Sam Spade de Humphrey Bogart y otras películas de detectives y para ello no hay nada mejor que contar con una de las protagonistas del Sueño Eterno (The Big Sleep) por medio de la esposa de Bogart, Lauren Bacall, que interpreta a una esposa herida en busca de su marido desaparecido, un papel similar al del general Sternwood en la película modélica del cine negro el 1946.
En 1975, Newman volvió a interpretar el papel en The Drowning Pool, o Con el agua al cuello.
Durante los títulos de crédito, descubrimos al investigador privado Lew Harper (Paul Newman) en su casa. Harper se levanta y se prepara un repulsivo café, el personaje queda definido. Harper es un antisocial, un detective poco querido, solitario, con una vida poco menos que desastrosa.
Vive en su propio despacho, totalmente desordenado, reflejo tal vez de su caótica vida personal, en la que destaca su triste relación con esposa, pues vive sólo y está pendiente de liquidar su matrimonio con Susan (Janet Leigh) que le exige el divorcio.
El mientras tanto se ha dado en parte a la bebida y ha ido abandonando a sus amigos. Uno de los pocos que le quedan es el abogado Albert Graves (Arthur Hill), que le pone en conocimiento de un caso de una desaparición en Santa Teresa, a 90 millas de Los Ángeles.
Es recibido en una mansión por Elaine Sampson (Lauren Bacall), discapacitada física tras un accidente a caballo, que le comenta que su marido, Ralph Sampson, un multimillonario , con una fortuna que alcanza los $ 20 millones de dólares, ha desaparecido después de volar desde Las Vegas a Los Ángeles. Ella no se ve muy conmocionada, pues lo describe como un loco, alcohólico y egoísta. Por otro lado, Elaine cree que está con otra mujer. Ella sólo quiere saber dónde está. No más.
Tras hablar con Elaine, Harper se dispone a entrevistarse con la mimada, pero seductora hijastra de Elaine, Miranda (Pamela Tiffin), y su novio ocasional, un amable Allan Taggert (Robert Wagner), piloto privado del hombre desaparecido.
Taggert le dice que Sampson tuvo que desaparecer en el trayecto del aeropuerto a su casa y que habitualmente se hospedada en Los Ángeles en un hotel de Bel-Air donde Sampson mantiene un bungalow. Habitualmente llegada al hotel en una limousina del miso hotel.
Taggert vuela con Harper a Los Ángeles, donde el personal del hotel le dice que Sampson canceló su solicitud de reserva poco después de la supuesta desaparición. Al entrar en la habitación descubren su obsesión con el zodíaco y la astrología , así como una foto de una actriz glamorosa , pero ya en decadencia como es Fay Estabrook (Shelley Winters), ahora una alcohólica con sobrepeso.
Harper va a buscarla a un club y se encuentra con ella. Tras beber y raro con la misma y emborracharla un poco más, la lleva a su casa para ver si hay alguna evidencia que le vincule con la desaparición de Sampson. Mientras que ella se queda tirada en el sofá, él responde a su teléfono y asume la personalidad de "Mr. Troy" , la persona por la que pregunta la que está al otro lado del auricular. Resulta ser "Betty" (Julie Harris), y le dice a Mr Troy que Fay fue visto esa noche con un desconocido - que era Harper -. y que ha de tener cuidado, hablándole igualmente de un camión.
Cuando Harper menciona a Ralph Sampson, Betty se da cuenta de que ella no está hablando con Troy. Después de colgar a Harper aparece el verdadero Troy que es el esposo de Fay, Dwight Troy (Robert Webber).
Troy echa Harper de la casa a punta de pistola.
Harper sigue la pista de Betty Fraley. Se trata de una cantante de salón adicta a las drogas. Cuando se entrevista con Betty y le pregunta acerca de Ralph, ella le reconoce la voz de la llamada telefónica. Harper, notando las marcas de pinchazos frescas en su brazo, amenaza con entregarla a narcóticos, y Betty admite que sabe algo de Sampson, pero sólo como uno de tantos borrachos que entran en el bar. Harper se hace más insistente y Betty llama a unos de los gorilas del club, Puddler (Roy Jenson), que lo saca a la calle y le agrede. Puddler le da una paliza a Harper en el callejón hasta que Taggert aparece de la nada y golpea a Puddler hasta dejarlo inconsciente.
Taggert parece que había estado siguiendo a Harper. Se dirigen a la casa de Troy para comprobar el tema del camión, pensando que Sampson podía estar en ella. Mientras que Harper está dentro de la casa, él oye disparos. Se trata de Taggert, que vio como un camión pasaba por la propiedad y trató de disparar a los neumáticos. Harper intenta disparar al camión que tiene unas distintivas llantas se lanza contra Harper, huyendo tras acelerar la velocidad.
Tras la paliza Harper busca consuelo en su esposa (Janet Leigh), la que continuamente le pide el divorcio y éste se niega a darle. En su reencuentro nocturno tras la paliza este se muestra tras huraño como siempre y ella se queda con la triste impresión de siempre mientras le preparaba los huevos del desayuno que acaba pinchando.
Mientras Elaine informa a Harper que ha recibido un mensaje de Ralph pidiéndole que saque 500,000 dólares en bonos. Ella verifica que la escritura es de Ralph y Harper deduce que en realidad ha sido secuestrado.
Después de que Graves cobre los bonos para ella y ponga el dinero en el seguro como una contingencia, Harper le aconseja que llame a la policía para protegerla.
Mientras Harper va a una propiedad de Sampson en una montaña aislada que éste había regalado a Claude (Strother Martin), un falso santo, para desarrollar su culto del templo en las nubes. A pesar de los intentos de Claude le distraen, Harper mira a su alrededor y se encuentra una enorme olla de frijoles en la cocina y la impresión de neumáticos idénticos a los dejados por la camioneta.
De vuelta en la finca de Sampson, Harper encuentra una nota de rescate con instrucciones para dejar el dinero esa noche en un campo petrolero fuera de la ciudad. Desde la nota asume que ya tienen el dinero en efectivo, Harper sospecha que el secuestrador tiene una fuente interna en la familia, y que alguien espiando. La llamada de Graves lo confirma.
Deciden que Taggert y Graves harán que entregan el rescate con Harper cerca para observar la recogida. Aparece un hombre para recogerlo pero es asesinado por unos disparos logrando llevarse el dinero.
Una caja de cerillas existente dentro del traje del asesinado conduce a Harper a The Corner, un bar de mala muerte en el Castle Beach, una comunidad frente a la playa.
Harper consigue de la camarera una información que revela que el muerto era "Eddie", un cliente habitual que había hecho una llamada de larga distancia a Las Vegas desde la barra de tres noches antes.
En el exterior, Harper ve el camión que trató de atropellarlo, y en su interior está Puddler, que lo lleva de vuelta al templo de la cima de la montaña. Allí, descubre una trama de contrabando de mano de obra inmigrante ilegal dirigida por Troy.
La organización utilizan el templo de Claude como pantalla y a Eddie como contrabandista. Harper es detenido por Troy, que éste le dice no saber nada del secuestro. Todo apunta a Betty Fraley y a Puddler que golpea a Harper, pero Harper logra matarlo y escapar.
En la finca, Graves dice le Harper que el muerto era Eddie Rossiter, un ladrón de coches de poca monta y drogadicto que tiene una hermana, Betty, también drogadicta. Harper concluye que Taggert era la única persona que sabía Sampson estaba en Los Ángeles y que podría haber cancelado la solicitud de la limusina.
Así que Taggert, Betty, y Eddie han conspirado para secuestrarlo. Y que Taggert estaba en el piano bar no para rescatar Harper, sino porque era un fan enamorado de Betty, y que le disparó al camión no para detenerlo, sino para advertir a Eddie y Taggert. Tuvo que ser Eddie la persona que llamó a Las Vegas para organizar el secuestro.
Harper se enfrenta a Taggert, que saca un arma. Harper se compromete a dejar que Taggert escapar con el dinero del secuestro si le permite terminar el trabajo de encontrar Sampson. Taggert trata de matar a Harper, pero en eso que Graves irrumpe en la habitación, disparándole él.
Después Harper le dice a Miranda que Taggert está muerto, y Miranda admite que odiaba a su padre. Graves, que ha estado durante mucho tiempo enamorado de Miranda, intenta consolarla.
Harper va en busca de Betty y del dinero en Castle Beach, donde ella y Taggert tenían su nido de amor, y ubica la casa encontrando un descapotable blanco de su propiedad estacionado afuera. Oye a Betty siendo torturada en el interior por Troy, Claude y Fay. Ella les da el dinero que está escondido en un arcón. En esto que Harper irrumpe, dispara a Troy, detiene a Claude y encierra a Fay en un armario y, después de que él recupera la clave para el armario, ayuda a Betty para escapar.
Después le dice que él sabe que ella traicionó y mató a su hermano y ella revela que Sampson se encuentra recluido en un petrolero abandonado. Harper llama a Graves para encontrase en el petrolero.
Harper al poco de entrar es golpeado en la cabeza desde atrás mientras está de búsqueda por la nave, dejándolo inconsciente. Momentos después Graves revive a Harper. Ellos encuentran a Sampson muerto, presuntamente asesinado por el mismo hombre que golpe a Harper en la cabeza. También descubren que el coche de Harper ya no está, y que , presuntamente , se lo ha llevado Betty. Una vez en el coche de Graves, Harper y éste persiguen a Betty que huye a gran velocidad a lo largo de un estrecho camino de la ladera. En un momento dado pierde el control y muere al caer por el barranco.
Harper y Graves recuperan el dinero.
Ahora Harper dice que él sabe que Graves es quien le golpeó por detrás y que mató a Sampson, y no Betty u otro secuestrador. Graves sabía que Harper tenía la llave del arcón. Graves admite que mató a Sampson cuando surgió la oportunidad porque Sampson era cruel con todo el mundo, incluyéndolo a él, la insistencia de Graves para perseguir el afecto de Miranda sólo servía para una cruel diversión del padre.
Harper le dice que él no tiene más remedio que entregarlo. Harper le dice a Graves que necesita que le disparen para detenerlo. Graves no se atreve a disparar a Harper. Ninguno de los dos está seguro de qué hacer a continuación; cada uno hace una pausa y vemos a Harper decir: "Al infierno." Concluyendo, como decíamos así al principio, la película.
La película se estrenó el 23 de febrero 1966 y multiplicó por cuatro lo
invertido llegando a alcanzar los 12 millones de dólares en taquillas.
Goldman recibió un 1967 Premio Edgar a la Mejor Película y mejor Guión.
William Goldman, uno de los guionistas más respetados de la historia, había escrito una novela Boys and Girls Together, y el derecho para llevarla al cine había sido comprado por el productor Elliot Kastner. Kastner se reunió con Goldman y expresó su deseo de hacer una película de cine negro, con gente dura, con “pelotas”.
Goldman sugirió que la primera novela que tenía como protagonista al investigador Lew Archer escrita por Ross MacDonald sería ideal, así que se ofreció a hacer una adaptación al cine de la misma.
Goldman, muy en la línea de Dashiell Hammett —precisamente el nombre de Archer fue tomado de uno de los personajes de ‘El halcón maltés’ (‘The Maltese Falcon’, John Huston, 1941)— y Raymond Chandler, adapta la obra con minuciosa precisión, con una de esas tramas detectivescas tan enrevesadas en las que es fácil perderse si no se está atento. Una trama que comienza con un caso en apariencia sencillo —la desaparición de un importante hombre, no demasiado querido a su alrededor— para ir complicándose cada vez más.
Kastner estuvo de acuerdo y Goldman adaptó The Moving Target.
Según Goldman, el guión fue ofrecido a Frank Sinatra, quien lo rechazó, y luego a Paul Newman, que estaba deseoso de aceptar una nueva película tras ese disparate de época que fue , Lady L, de Peter Ustinov, 1965, y tras el que propio actor estaba dispuesto a hacer algo diferente y mucho más actual. Goldman convenció enseguida al actor, que por supuesto se reservaba el papel principal que en el guión original se llamaba Archer. El nombre del personaje principal se cambió de Lew Archer a Harper ya que los productores no habían comprado los derechos de la serie, sólo de su primera obra. Parece que Harper fue sugerido por el propio Newman. Goldman escribió más tarde ", por lo que necesitábamos un nombre diferente y Harper parecía bien."
Goldman adaptó más tarde otra novela de MacDonald, The Chill, por los mismos productores, pero no fue filmada. Paul Newman se retiró del proyecto y Sam Peckinpah fue asignado como director por un tiempo tras ser asignado por Commonwealth United Productions, pero al desaparecer la compañía desapareció el proyecto.
Sin embargo, otra novela MacDonald, The Drowning Pool o Con el agua al cuello, fue adaptada al cine con Paul Newman retomando el papel de Harper producida por Warner Brothers, en 1975.
El film fue un éxito internacional cosechando excelentes críticas que resaltaban esa vuelta al Film Noir de los años 40, igual que en los 70 lo fue con Chinatown, vista hace unas semanas.
Si en la película de Polanski veíamos al final el desencanto del investigador, en esta película En este caso lo que perciimos es un canto a la amistad masculina visible en ese maravilloso final en el que la amistad es más importante que hacer justicia o que se cumpla la ley.
Para la realización Jack Smight, director que aquí firma el que muy probablemente sea su mejor y más conocido trabajo, Conrad L. Hall en su primer gran trabajo en la fotografía, captando a la perfección los distintos ambientes que frecuenta Harper en su investigación.
Como hemos dicho la película fue un éxito de público, los doce millones lo reflejan, pero también de crítica. Para Luis Martínez del Diario El País estamos ante un "Hermético galimatías con el sabor desangelado y cínico de las mejores obras del género. Miradas veladas, gestos amargos y humores de desengaño, soportados por un reparto sencillamente inolvidable". Por su parte, Fernando Morales en ese mismo diario nos comenta que “Smight supo reencontrar el espíritu de los clásicos del cine negro en esta maravillosa película, con excelente reparto y un sorprendente y complicado guión al que no le faltan unas dosis de desencanto y escepticismo. Muy buena".
Para el editor en Blogdecine Alberto Abuín, “ ‘Harper, investigador privado’ es un film con una violencia bastante fuerte, soterrada en sus imágenes —salvo el impactante momento que enfrenta a Harper con uno de sus captores y el brutal golpe que le da en la cabeza— pero sugerida en sus diálogos, en las escondidas intenciones de casi todos sus personajes, ni uno sólo digno de elogio, incluido el que hace Lauren Bacall, esposa del desaparecido, y que en tres secuencias llena la pantalla, homenajeando ciertos aspectos argumentales de ‘El sueño eterno’ (‘The Big Sleep’, Howard Hawks, 1946), uno de los films que hizo al lado de su querido Humphrey Bogart.
magnifico comentario de una pelicula que acabo de ver.
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