Siempre creo haber visto toda la filmografía de Scorsese pero cada día descubro que siempre tiene otra que no he visto y que por lo tanto me parece que la obra de Scorsese tiene huecos en mi conocimiento.
En este caso la película es del año 1999 y se llama al límite, aunque su título en inglés es Bringing out The Dead. Una vez vista la película considero que la misma tiene muchos elementos de escoceses como esa adoración por la ciudad por su bajo fondo por la noche por aquello que nunca se ven por la cara B pero también tiene mucho de su guionista Paul Schrader con el que ya trabajó al fin y al cabo es un colaborador habitual en películas como La última tentación de Cristo; Toro Salvaje, Taxi driver, etc.
Hay mucho de este guionista en esta película por ejemplo en el carácter del protagonista principal de la historia un atormentado Nicolas Cage que aborda un papel dramático de gran entidad. De hecho este es uno de los mejores trabajos del actor ítaloamericano y integrante de la familia Coppola siendo uno de esos trabajos que combinan junto con otros mucho más comerciales aunque son estos los que les dan de comer les proporciona la fama son los otros los que le dan un mayor prestigio como es el caso de Leaving Las Vegas hechizo de amor, Birdy , Peggy su se casó, Arizona baby o La ley de la calle. La idea de contactar con Nicolas Cage para interpretar al personaje principal se le ocurrió a Scorsese tras una conversación con Brian De Palma, que había trabajado con el actor en Snake Eyes.En 2022, Nicolas Cage destacó Bringing Out the Dead como una de las mejores películas que jamás haya hecho.
Junto a Cage, en esta producción de Scott Rudin y Barbara De Fina para la Touchstone Pictures, en el que inviertieron la friolera de 55 millones de dólares, intervienen dos intérpretes de renombre como son Patricia Arquette y John Goodman. Tanto uno como otro juegan un papel secundario en la historia aunque Patricia Arquette aparece como la protagonista femenina, Mary Burke.
Junto a ellos se encuentran Ving Rhames, Tom Sizemore, Cliff Curtis como un traficante Cy Curtis, y sorprendentemente también aparece el cantante Marc Anthony como Noel, un latino algo pirado.
La historia se desarrolla en 1990, antes de la última renovación vivida por la ciudad de Nueva York. Por sus calles deambulan personas en la zona alta y en la zona baja pero sobre todo vivencias alguna de las cuales se mueven en ambulancia a toda velocidad.
En una de ellas trabaja Frank Pierce ( Nicolás Cage) un paramédico que sufre de depresión, insomnio y agotamiento ocupacional y no ha salvado a ningún paciente en meses después de arruinar la reanimación de Rose, una adolescente sin hogar. Ha comenzado a alucinar al fantasma de Rose. Atiende las urgencias junto a sus compañeros Larry, Marcus o Tom Wolls ( John Goodman y Ving Rhames o Tom Sizemore, respectivamente), cada uno con una personalidad muy distinta.
Rodeado de moribundos y heridos Fran se mueve en el mundo urbano nocturno y está quemado por los años que ha pasado salvando alguna vida pero sobre todo viendo morir a mucha gente. A lo largo de cincuenta y seis horas dos días y tres noches de trabajo Frank vivirá al borde de una crisis moral y espiritual pero también sentirá que puede ser un redentor. Los fantasmas de las personas que no ha podido salvar empiezan a atormentarle. No puede dormir por las noches e incluso intenta que le echen del trabajo. Al borde de la crisis vital, Frank conoce a Mary Burke (Patricia Arquette), la hija de un hombre al que ha tenido que asistir una noche, junto a su colega Larry, cuando responden a una llamada en la que se informa de que el padre de familia, el Sr. Burke, ha sufrido un paro cardíaco.
Allí, en la casa familiar, del mismo barrio en el que se crió, Frank reconoce a Mary, la angustiada hija de Burke, una ex drogadicta, y descubre que Mary era amiga de Noel, un drogadicto y delincuente que es enviado con frecuencia al hospital.
Después de algunas llamadas, Frank y Larry responden a las secuelas de un tiroteo, donde Frank nota que están relacionadas con una nueva droga derivada de la heroína como la "Red Death" que salen de la manga de una víctima sobreviviente.
Mientras está en la parte trasera de la ambulancia con Frank y Noel, la víctima intenta arrepentirse de su forma de traficar con drogas, pero muere antes de que puedan llegar al hospital.
Al día siguiente, Frank es emparejado con el carismático y ferviente religioso Marcus. Los dos responden a una llamada de un hombre que, según se informó, sufrió un paro cardíaco en un club. Cuando llegan, Frank diagnostica que, de hecho, sufre una sobredosis causada por la Muerte Roja.
Mientras Frank le inyecta Narcan al hombre, Marcus comienza un círculo de oración con los desconcertados asistentes al club, y justo cuando su predicación llega al clímax, el hombre con sobredosis recupera la conciencia.
En el camino de regreso al hospital, Frank visita el departamento de Mary para decirle que la condición de su padre está mejorando.
Frank y Marcus luego responden a una llamada de un joven cuya novia está dando a luz a gemelos. Frank y Marcus llevan a los dos bebés y a la madre al hospital, donde Marcus lleva a la madre y al gemelo sano a la sala de maternidad, mientras Frank intenta revivir al otro gemelo con el personal del hospital. El hospital no puede revivir al gemelo más pequeño y Frank, consternado, comienza a beber antes de que Marcus se le una y estrelle la ambulancia contra un automóvil estacionado. Salen ilesos y se ríen del incidente.
A la mañana siguiente, Frank ve a Mary salir del hospital y la sigue hasta un bloque de apartamentos; Mary le dice a Frank que está visitando a una amiga y él la acompaña a la habitación.
Después de esperar un rato, Frank irrumpe y descubre que es un garito de drogas dirigido por un traficante llamado Cy Coates. Mary admite que ha vuelto a las drogas para hacer frente a la situación de su padre y, mientras Frank intenta que ella se vaya, Cy le ofrece algunas pastillas. En un momento de desesperación, Frank toma las drogas y comienza a alucinar, viendo más fantasmas de sus pacientes.
Una vez sobrio, agarra a Mary y la saca del edificio. Mientras visita a un Burke en coma en el hospital, Frank comienza a escuchar la voz de Burke en su cabeza, diciéndole que lo deje morir, pero en su lugar resucita a Burke.
En su tercer turno, Frank forma pareja con Tom Wolls, un hombre con tendencias violentas. La pareja responde a una llamada al antro de drogas de Cy, donde ocurrió un tiroteo, y encuentran a Cy empalado en una barandilla. Frank sostiene a Cy mientras los servicios de emergencia cortan la barandilla, pero ambos casi salen disparados por el borde antes de ser levantados nuevamente. Cy luego agradece a Frank por salvarle la vida y se convierte en el primer paciente que Frank salva en meses.
Luego, Frank acepta ayudar a Tom a golpear a Noel y perseguirlo. Frank comienza a alucinar nuevamente y se recupera justo cuando se encuentra con Tom golpeando a Noel con un bate de béisbol. Frank salva a Noel.
Cuando Frank visita a Burke nuevamente, la voz suplica por la muerte una vez más y Frank le quita el aparato respiratorio a Burke, lo que provoca que sufra un paro cardíaco fatal. Frank luego se dirige al apartamento de Mary para informarle que ha muerto. Alucina al fantasma de Rose por última vez y obtiene su perdón.
Mary acepta la muerte de su padre, con el que tenía una malas relaciones, por eso se sentía mal. Frank es invitado a pasar y se queda dormido con Mary.
Al límite representó el regreso de Martin Scorsese a las calles de Nueva York pero esta vez desde otro punto de vista. El realizador de películas como New York New York, Taxi driver, Malas calles, El rey de la comedia, Uno de los nuestros, Jo qué noche, Historia de Nueva York o La edad de la inocencia, se acerca en esta ocasión a las avenidas de la Gran manzana a través de las ambulancias de los servicios de urgencias de la ciudad que se extiende por todos los distritos y en una dimensiones tales que resultan inabarcables.
La película se inspiró en parte en una novela Bringing Out the Dead de Joe Connelly. La película contó con la música de Elmer Bernstein, la fotografía de Robert Richardson y el montaje de Thelma Schoonmaker.
La película fue un fracaso en pantalla . De los 55 millones invertidos apenas ganó 16 millones. Thelma Schoonmaker, la editora de la película, reflexionando sobre la misma, la elogió y dijo: "Creo que es la única de las películas [de Scorsese] que no ha recibido su merecido. Es una película hermosa, pero creo que fue difícil para la gente aceptarla". Para ella la película fue comercializada erróneamente, como una película de persecución de autos: "Lo que pasó fue que esa película trataba sobre la compasión, y creo que se vendió como una película de persecución de autos. Cuando vi el tráiler dije: "¡Espera un minuto! ¡De eso no se trata la película!" .
En cuanto a la crítica señalar que no fue unánimemente valorada en positivo. Según el crítico del Chicago Sun Times, Roger Ebert, «El film sabiamente no tiene un argumento real, porque el día a día de los paramédicos no tienen un comienzo o un destino. (...) Contemplar Bringing Out the Dead —contemplar, de hecho, cualquier film de Scorsese— es recordar que el cine puede tocarnos de forma inmediata, profundamente».
Años más tarde, Scorsese le reflexionó a Ebert que Bringing Out the Dead "fracasó en taquilla y fue rechazado por muchos críticos". Sin embargo, agregó: "Tuve 10 años de ambulancias. Mis padres, entrando y saliendo de los hospitales. Llamadas en medio de la noche. Estaba exorcizando todo eso. Esos paramédicos de la ciudad son héroes, y santos, son santos". Crecí junto al Bowery, observando a las personas que trabajaban allí, el Ejército de Salvación, el Movimiento de Trabajadores Católicos de Dorothy Day, todos ayudando a las almas perdidas. Son el mismo tipo de personas".
Janet Maslin The New York Times dijo de ella que es "Un intenso y volátil film lleno de tristeza y de salvaje y mordaz humor. (...) Cage, con la mirada de un angustiado santo medieval, ofrece una sutil y atormentada interpretación que hace la crisis espiritual de Frank muy real."
Para Emanuel Levy en Variety la película contiene "Humor negro, pirotecnia visual e interpretaciones valientes, ayudan a hacer más digerible una película intensa y llena de detalles sangrientos"
Mike Clark del USA Today escribió que "En un papel tan hecho a medida para él, como la historia para su guionista y director, Nicholas Cage potencia la película con una de sus mejores interpretaciones"
Al otro lado del país, Bob Graham de SFGATE consideró que "Scorsese y el guionista Paul Schrader regresan a lo que parece la otra cara de 'Taxi Driver'. Es igualmente impactante. También es sorprendentemente divertida y muy conmovedora"
Retornando a la costa atlántico en las páginas del Boston Globe Jay Carr señaló que "Aunque sentida y bellamente realizada, está demasiado cargada con el fallido complejo de salvador de su protagonista y sorprendentemente, carece de impacto primario"
Y en la capital federal, Rita Kempley en las páginas del The Washington Post afirmó, menos generosa, que "Carece del impacto de las mejores colaboraciones de Scorsese y Schrader"
De la prensa británica destacan las valoraciones de Ian Freer en Empire que señaló que "La apasionante maestría como director de Scorsese está a máxima potencia, encontrando una fantástica variedad en una película enfocada en el interior y exterior de una ambulancia (...); y la crítica de Time Out que dijo de ella que "Está muy bien realizada y tiene un ritmo trepidante, pero al final, nunca llega a implicarte emocionalmente como podría y debería"
Ya en España, destaco dos críticas aparecidas en las dos revistas de cine especializadas, Cinemanía y Fotogramas. María Casanova que escribió en la revista que la película presentaba un "Extraordinario reparto y extraordinario Scorsese que, después de mojarse en cada plano, da una vuelta de tuerca en la escena más hermosa de la película: una eutanasia"; mientras que en la revista Fotogramas Jordi Costa señaló: «una de las más ásperas, incómodas y perturbadoras obras del único director americano de su generación que no ha perdido ni coherencia, ni atrevimiento».
En cuanto a premios, el Círculo de Críticos de Cine de Florida galardonó la fotografía de Robert Richardson y el Sindicato de Cineastas Italianos valoró los diseños de producción de Dante Ferretti. En los IV Premios Sattellite Awards Ving Rhames fue nominado a mejor secundario.
Para algunos críticos esta película se integraría en una no reconocida - o sí, realmente no lo sé- trilogía neoyorkina de la noche de Scorrsese junto a Jo, que noche! o Taxi Driver.
Desde mi punto de vista la película vuelve a ser un canto a su ciudad, a sus bajos fondos, tras haber mostrado previamente a la alta sociedad a finales del XIX en La edad de la inocencia y volvería a los bajos fondos del XIX en 2002 con Gangs of New York. Tiene grandísimas actuaciones, pocas veces todos los que salen hacen un trabajo tan soberbio destacando sobremanera los papeles asumidos por Nicolas Cage, Patricia Arquette, Ving Rhames , Cliff Curtis, o el mismísimo Marc Anthony: una película que habla de lo que gusta a Schraeder, los traumas y la redención, magníficamente filmada y excepcionalmente dirigida, como sabe hacer siempre, maese Scorsese.
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