Durante minutos he pensado que podía ser una de las últimas bandas sonoras que compuso brillantemente del como siempre grandioso Don Ennio Morricone. Sin embargo al ver el año de la realización de la película que es en 2013 pues he salido de mi engaño.
No grabé la película por Morricone si no porque ese director era Giuseppe Tornatore que en este caso hace una película digamos italo-estadounidense. El título en italiano de la película era La migliore oferta, imposiblemente fue rodada en inglés puesto que el elenco casi en su totalidad es anglosajón. Entre ellos se encuentra Geooffrey Rush, Jim Sturgess, Sylvia Hoels, Donald Sutherland, Phillips Jackson, Dermot Crowley y Liya Kebade.
La película nos cuenta la historia de Virgil Oldman (Geoffrey Rush) un solitario y excéntrico experto en arte y agente de subastas, muy apreciado y conocido en todo el mundo. Virgil es director gerente de una importante casa de subastas, ya mayor y famoso, pero exigente y muy temperamental. Su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento afectivo.
Aunque Virgil ofrece una actuación atractiva para el público en una subasta, no se siente cómodo con ellos individualmente; se niega a usar un teléfono móvil y solo se quita los guantes para tocar las obras de arte, ya que padece un tipo de Toc.
Un día recibe Virgil recibe una extraña llamada de una misteriosa joven que le encarga tasar y vender las obras de arte heredada de sus padres. Se trata de una misteriosa joven heredera, Claire Ibbetson (Sylvia Hoeks), que le pide subastar una gran colección de arte y antigüedades que le dejaron sus padres.
Claire, que sufre de agorafobia severa, se niega a que la vean y se esconde en una habitación segura cerrada. Ha decidido confiar en Oldman, ya que su propio trastorno significa que también evita el contacto físico con los demás.
Pronto Virgil, un soltero de toda la vida que nunca ha sido capaz de relacionarse con una mujer que no sea un lienzo, se da cuenta de que la aparición de esta chica joven, que sufre esta extraña enfermedad psicológica cercana a la agorafobia y que la mantiene aislada del mundo, está transformando su vida. Conforme aumentan las llamadas y el trato Virgil se va obsesionando con ella.
En paralelo Virgil va confiando cada vez más con un hábil artesano. Se trata de un chico joven, Robert (Jim Sturgess), que tiene un taller de reparación y restauración de cualquier cosa mecánica. Éste ayuda a Oldman a restaurar y volver a ensamblar algunas piezas mecánicas con engranajes que, curiosamente, siguen apareciendo en la propiedad de Claire y que parecen ser de un autómata histórico potencialmente valioso.
Robert, que tiene mucho éxito con las mujeres, pronto le da consejos sobre cómo hacerse amigo de Claire y cómo lidiar con sus sentimientos hacia ella.
La narrativa paralela del autómata es que supuestamente podría hablar; mientras que Robert teoriza que debe haber sido diseñado para contener a un enano para lograr esto, Virgil señala que, si bien debe haber habido algún truco de ese tipo, nadie ha podido explicar cómo el autómata siempre proporcionó las respuestas correctas a las preguntas que se le hacían.
Virgil, de vez en cuando comienza a frecuentar un café frente a la casa de Claire para poder vigilar las puertas. Consciente del más mínimo detalle y matiz en lo que se refiere al arte, siempre ignora lo que una enana que está sentada junto a la ventana, a la que no sólo ignora cuando calcula con precisión en voz alta los puntos que acumula el juego de pinball del otro lado de la sala, sino que confunde a los clientes del café con cálculos correctos y fórmulas matemáticas en respuesta a sus preguntas.
La reputación de Virgil como un autenticador irreprochable se ve desmentida por una estafa en curso, mediante la cual presenta retratos de mujeres de maestros reales en subasta como si no fueran auténticos, obra de artistas menores o falsificadores, para que su amigo Billy Whistler (Donald Sutherland) pueda actuar como su cómplice, pujando por ellos a precios muy por debajo de lo que realmente deberían haber obtenido.
Aunque Billy ha ayudado a Virgil a adquirir una gran colección privada valorada en muchos millones, está decepcionado de que, como aspirante a artista, Oldman no se tome en serio su trabajo, declarando que Billy "no tiene ningún misterio interior".
Un ejemplo de las manipulaciones de Virgil para estafar a sus clientes se revela cuando descubre un trozo de madera mohoso y carbonizado en la propiedad de un cliente. Declara que probablemente no tiene ningún valor y no se lo pide como regalo. Sin inmutarse, cuando una restauración profesional revela que hay una pintura debajo, Virgil certifica que es de una falsificadora del siglo XVI que se identificó con una "V" oscuramente colocada, y señala que todos los falsificadores se sienten irresistiblemente tentados a modificar el original añadiendo algo de ellos mismos, que la autotraición revela la propia sensibilidad auténtica del falsificador.
Después de haber preparado a sus clientes de que la pieza se venderá por un precio modesto en una subasta, confía en Billy para adquirirla, pero Billy es demasiado lento en hacer una oferta competitiva y, en una confrontación embarazosa a mitad de la subasta con el otro postor, el cuadro se vende a ella por 90.000 libras. Virgil, furioso, se enfrenta más tarde a Billy y le revela que en realidad se trataba de un cuadro original valorado en 8 millones de libras, y no de una falsificación.
Poco después, Billy compra el cuadro al postor por 250.000 libras y se lo vende a Virgil al precio de coste, alegando que sólo quiere restaurar su relación dañada.
Mientras tanto la atracción de Virgil con Claire va a más. Enamorado, acaba iniciando una relación con Claire que compromete su trabajo, a pesar de que Billy le advierte de que las emociones humanas son como obras de arte; se pueden falsificar, lo que significa que incluso el amor se puede fingir.
Cuando la relación con la chica se ha consolidado, Virgil es golpeado por una banda tras salir de la villa y se queda tirado en la calle, Claire supera su miedo al mundo exterior y acude en su rescate.
En el punto álgido de la relación, Virgil deja a un lado sus guantes y Claire, todavía frágil, se va a vivir con él. Él confía en ella lo suficiente como para mostrarle su colección secreta de toda la vida. Abrumada por la emoción, le dice a Virgil que, pase lo que pase con los dos, lo ama.
En una cena en un restaurante con Robert y su novia, Virgil le presenta a Claire el catálogo de la colección. Cuando ella confiesa que ha decidido no vender, en lugar de enfadarse porque todo su esfuerzo haya sido en vano, Virgil, enamorado, lo rompe felizmente y declara que haría lo mismo si la propiedad fuera suya. Luego anuncia que su actuación de subasta de despedida será en Londres en una semana.
Después del exitoso evento, Billy lo felicita y le dice que, para recordarle el gran artista que podría haber sido si Virgil hubiera creído en él, le ha enviado una de sus pinturas. Virgil, entre risas, promete no quemarla.
Cuando regresa a casa, descubre que Claire y toda su colección han desaparecido. La bóveda vacía contiene solo el autómata restaurado, que reproduce el mensaje de Robert que dice que hay algo auténtico oculto en cada falsificación, por lo que realmente extrañará a Virgil.
Virgil también descubre que un supuesto retrato de la madre de Claire era en realidad un retrato de ella, pintado por Billy, y que le han dejado a Virgil, con una dedicatoria elocuente "con amor y gratitud".
Virgil no puede acudir a la policía como víctima del elaborado fraude, ya que adquirió las obras robadas por medios ilícitos. Pronto descubre que la enana del restaurante no solo se llama Claire, sino que es la verdadera dueña de la villa. Ella revela que, si bien la ha alquilado a algunos directores de cine, durante los últimos dos años ha estado alquilada por "un ingeniero" muy cariñoso que solo podría haber sido Robert. Luego le da el número exacto de los cientos de veces que la supuestamente agorafóbica "Claire" abandonó la villa y que, durante el transcurso de la estafa, el contenido de la villa se había trasladado tres veces y se había retirado tres veces.
Después de meses de recuperarse de la traición en una institución mental, Virgil todavía está atormentado por los recuerdos de haber hecho el amor con Claire. Virgil lleva consigo el retrato que Billy le hizo de ella y viaja a Praga, donde las habitaciones que hay frente al famoso reloj de la torre medieval han sido diseñadas según sus especificaciones. Cuelga el retrato en la pared y visita un restaurante que Claire afirma que añora, ya que allí había sido feliz. Está lleno de relojes y mecanismos.
Cuando el camarero le pregunta si está solo, Virgil responde que está esperando a alguien. A medida que la cámara se aleja, revela una miríada de relojes que zumban, hacen tictac y se mueven ruidosamente, todos en movimiento, acabando así la película.
El cineasta italiano Giuseppe Tornatore es quien dirige y escribe como guion este drama romántico con grandes dosis de suspense rodado en inglés y ambientado en el mundo de la subastas de arte. Con un reparto internacional encabezado por los citados y con la colaboración del extraordinario compositor Ennio Morricone, habitual del cine de Tornatore.
La producción estuvo en manos de Isabella Cocuzza y Arturo Paglia para la Warner Bros. con la colaboración de FVG (Friuli Venezia Giulia). El proceso de rodaje comenzó en Trieste el 30 de abril de 2012 y se rodó durante seis semanas en la región de Friuli-Venecia Julia, Trieste, Bolzano, Parma, Milán, Roma, Viena y Praga. La villa Colloredo Mels Mainardi, residencia de Claire en la película, está situada en Camino al Tagliamento (Gorizzo di Camino al Tagliamento), pequeña localidad en la provincia de Údine.
Para rodar en estas localizaciones e interiores contó con la fotografía de Fabio Zamarion que luego montó Massimo Quaglia.
La película es una canto al amor, al desamor, a la mentira y a las apariencias, pero también a la sensibilidad y el conocimiento artístico.
En la película se citan numerosas obras de arte. El retrato que Oldman encuentra y hace restaurar lo que aparentemente es una copia del Retrato de muchacha de Petrus Christus, que luego resulta ser la obra original valorada en 8 millones de libras. Entre las obras que analiza está El nacimiento de Venus, de William-Adolphe Bouguereau.
Los retratos femeninos de su colección datan desde el siglo XV al XX. Algunos de ellos son obras célebres, mientras que otras son versiones menos famosas, acaso espejadas o recortadas. Se reconocen La Fornarina y La Muta de Rafael, algunas obras de Tiziano (Violante, La Bella y un fragmento del Retrato de Eleonora Gonzaga Della Rovere), algunas piezas de Agnolo Bronzino (Retrato de Eleonora de Toledo con su hijo Giovanni, Retrato de Lucrezia Panciatichi), una de Lorenzo di Credi (La dama dei gelsomini), una de Boccaccio Boccaccino (Muchacha gitana), una de Bartolommeo Veneto (Retrato de Lucrezia Borgia), una de Lorenzo Lotto (Retrato de Lucina Brembati), una de Andrea del Sarto (Dama con Petrarchino), un retrato de Bianca Cappello, una obra de Alberto Durero (Retrato de Elspeth Tucher), una de Lucas Cranach el Viejo (una versión de Salomé), una pintura de Sofonisba Anguissola (Retrato de Minerva Anguissola), un autorretrato propio y uno de su hermana Lucía, el autorretrato de Tintoretta, un Peter Paul Rubens, un Godfried Schalcken (Ragazza con la candela), dos Guido Reni (Retrato de Beatrice Cenci y Retrato de la madre), un Francisco Goya, un par de Rosalba Carriera (Autorretrato y Retrato de dama anciana), uno de Rose-Adélaïde Ducreux (Autorretrato con arpa), algunos de Ingres (Retrato de Delphine Ingres, Retrato de Madame Aymon), un par de Dante Gabriel Rossetti (Joli Coeur, La joven de la ventana), un Pierre-Auguste Renoir (Jeanne Samary con vestido escotado), un par de Amedeo Modigliani, un Morgan Weistling, un desnudo femenino de Bouguereau, el retrato de la Emperatriz María Aleksándrovna de Franz Xaver Winterhalter.
El autómata, cuyas piezas encuentra Virgil Oldman, lleva la firma de Jacques de Vaucanson, célebre inventor del siglo XVIII que asombraba a los franceses con sus creaciones.
La película ganó diversos premios engtre ellos tuvo varias nominaciones a los Premios del Cine Europeo venciendo en el de Mejor Banda Sonora. En los Premios del Cine italiano, los David de Donatello concedidos por la academia de cine italiana consiguió bastantes, entre ellos, los de mejor película, mejor director, mejor banda sonora, mejor escenografía ((Maurizio Sabatini y Raffaella Giovannetti) ), mejor vestuario ((Maurizio Millenotti) y el premio del público joven.
De ella han escrito como críticas mixtas, algunas a favor y otras en contra, así como muchas indiferentes, críticos de muchos lugares.
En los Estados Unidos Deborah Young del The Hollywood Reporter comentó que estaba "Escrita con ingenio (...) Aunque se echa en falta algo más de claridad, un momento de ironía o un guiño a la audiencia, este serio relato (...) merece la pena verse por la sensible interpretación de Rush"
Jay Weissberg de Variety dijo que era "Suntuosa (...) Pretende tener un toque 'a lo Hitchcock' (...) pero la película acaba más en el territorio de Dan Brown, remarcando las obviedades y con una visión simplona del mundo del arte."
Sheila O'Malley que está detrás junto a otros en la web cinematográfica de rogerebert.com dice que "El problema surge cuando el guion (también de Tornatore) sigue insistiendo en explicar su propio simbolismo y subtexto (...) "
En AV Club, Mike D'Angelo, señala que "Aunque su destino final es bastante obvio desde el principio, el viaje ofrece ciertos placeres."
Jessica Kiang de IndieWire sostuvo que "La película resultante es tan cutre y desastrosa que por un momento te la puedes imaginar como artefacto kitsch de culto"
Nicolas Rapold del The New York Times habla de que es "Un cortejo aburrido que acaba mal (...) El director escenifica su aceptable misterio gótico con la elegancia de una subasta."
Desde Illinois, Ben Sachs del Chicago Reader destaca que "Tornatore crea un tono fascinante (...) por desgracia, el tono se disipa cuando el director empieza a desvelar los diferentes misterios. La resolución se extiende en exceso."
Desde Gran Bretaña y la recientemente fugada de X- antes Twitter- The Guardian, Andrew Pulver destaca que la película está "Fatalmente lastrada por diálogos impostados (...) Tan buenos actores como son Rush, Sturgess y Hoeks, casi todo lo que dicen se queda muerto en las páginas (...) .
Ya en España Carlos Boyero desde las páginas de El País destaca de la misma que es una "Mezcla de gran cine (...) la ha escrito y dirigido con inteligencia, complejidad, misterio, sentimiento y originalidad un Tornatore en permanente estado de gracia"
En El Mundo, Luis Martínez, la califica como "Pomposa, cursi y académica propuesta" lo que contrasta con lo que nos dice Federico Marín Bellón en ABC la califica como "Una obra inteligente y ambiciosa (...) algo artificial flota en el ambiente, tan bien fotografiado. A los personajes, en verdad fascinantes, se les adivina el tubo de ensayo (...) "
Sergi Sánchez de La Razón las describe como "Un autómata de baratillo que, con hálito mecánico, imita el «giallo» más imposible, el romance gótico más grotesco y el «thriller» metadetectivesco más demencial (...) el gran problema es que se toma demasiado en serio a sí misma"
Y el gran Fausto Fernández desde Fotogramas dijo de ella que era a tono con la película una "Una falsificación (exquisita, a ratos subyugante) genérica (...) en cuyo fondo se encierra una verdad: que el autor de 'Cinema Paradiso' siempre acaba cediendo a sus veleidades sentimentaloides (...) "
Por último, para Sergio F. Pinilla en Cinemanía sentencia diciendo que "Tornatore pergeña una intriga guiñolesca tan eficaz como artera (...)
Con respecto a este thriller psicológico que explora temas de obsesión, soledad, engaño y el valor de la belleza y el arte lo que tengo que destacar es su belleza, su apariencia, pero no me lo he creído. Es un buen envoltorio para un producto poco creíble. es elegante en las formas, llegando incluso a ser sofisticada Me gusta eso sí, que pase de una historia de obsesión y de amor, a una de engaño, al contraste entre lo que se ve y lo que se oculta.
La mejor oferta es una reflexión sobre el valor del arte y el dinero, pero también sobre el deseo, la manipulación y el engaño, así como la falta de ética para conseguir unos objetivos. A destacar igualmente la brillante y compleja actuación de Geoffrey Rush, quien interpreta a un personaje atormentado por su personalidad, obsesivo y lleno de matices.