Equivocarse es de humanos. Hoy he vuelto a ver un clásico de serie B del cine de ciencia ficción. Equivocarse en este caso no es errar , pues pienso de la película lo que pensaba, sino por haber sacrificado otras, y prefiero no decir cuál , por ver esta tan cercana en el tiempo.
Añadir, a la entrada anterior del año 2017, que en Variety se dijo de ella que "El director Roger Corman mantiene la película en movimiento y Ray Milland es competente como el hombre condenado. Los efectos especiales en su mundo de ojo de prisma, llamado Spectarama, son buenos, aunque a veces repetitivos. "
Para Vincent Canby del New York Times "Sorprendentemente sensata y persuasiva en su moderación y diálogo sucinto. ".
En una revisión reciente Dave Kehr en las páginas del Chicago Reader defiende la idea de "Esta inquietante parábola del año 1963 fue dirigida, de forma rápida y económica, por Roger Corman para la American-International, extrayendo parte de su fuerza de sus insinuaciones deshonestas. "
Para Geoff Andrew en Time Out se trata de una "película de ciencia ficción inteligente tiene un poderoso rendimiento de Milland".
Ya en España, en el diario ABC se señala que " Un clásico del cine fantástico, dirigido por uno de los maestros del género como el mítico Roger Corman. La película comienza como un drama, sigue como una historia fantástica y acaba en el terror más absoluto. Gran parte de su éxito está en la interpretación de Ray Milland, que potencia la interpretación hasta tal punto que no se echan de menos unos efectos especiales más consistentes."
De cualquier manera y para terminar , señalar que sabía que la había visto hacía poco, pero la falta de tranquilidad para revisar entre lo que he escrito me ha confundido. Dinio tenía razón: la noche me confunde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario