De vez en cuando, muy de vez en cuando, los western apuestan por sorprendernos en sus historias tomándose licencias o mezclando historias en un cocktail que deriva en película sorprendentes por las historias que nos cuentan, por sus licencias, por su resultado. Bienvenido sean.
The Guns of Fort Petticoat es una de ellas. Si traducimos al detalle Petticoat , enaguas, el resultado en su versión original sería Los armas de Fort Enaguas con lo que algo sorprendente trasmite. Y lo es , pues el resultado de esta película presentada en España con el extraño nombre de La brigada de mujeres. Es un western curioso dirigido por un profesional como la copa de un pino como fue George Marshall.
La película fue producida por Harry Joe Brown y el actor Audie Murphy para Columbia Pictures y la Brown-Murphy Pictures.
El punto de partida de esta historia es el guion de Walter Doniger una historia que nacía de un relato que se titulaba Guns of Fort Petticoat de Chester William Harrison (1913–1994) , una obra que fue publicada en 1955.
La película cuenta con la música de Mischa Bakaleinikoff , la fotografía de Ray Rennahan en un brillante Tecnicolor y contó con la edición de Al Clark y Gene Havlick.
El reparto lo encabeza Audie Murphy como el Teniente Frank Hewitt , Kathryn Grant como Anne Martin , Hope Emerson como Hannah Lacey, Jeff Donnell como Mary Wheller , Jeanette Nolan como Cora Melavan , Sean McClory como Emmett Kettle , Ernestine Wade como Hetty , Peggy Maley como Lucy Conover, Isobel Elsom como Mrs. Charlotte , Ogden
Patricia Tiernan como Stella Leatham, Kim Charney como Bax Leatham. Igualmente aparecen Ray Teal , Néstor Paiva , James Griffith, John Dierkes como un almacenista y Ainslie Pryor como Coronel John Chivington .
Estamos en el año 1864, en plena de Guerra de Secesión, cuando el teniente de la Unión llamado Frank Hewitt (Audie Murphy) , que está sirviendo en la Caballería de los Estados Unidos bajo el mando del coronel John Chivington (Ainslie Pryor), y que se encuentra con un grupo de indios que están desarmados y que regresan a la reserva de Sand Creek que no tenían que haber abandonado es informado de un ataque conocido en la historia como la Masacre de Sand Creek, el que había sido un pacífico poblado situado a 40 millas de Fort Lincoln.
Allí los cheyennes y arapahoes que lo habitaban habían recibido de las fuerzas militares de Fort Lincoln garantías de que podían pasar el invierno en paz en Sand Creek y que los hombres del poblado podían salir de caza a por provisiones para el invierno. Sin embargo, el coronel John Chivington preparó con sus oficiales un ataque a Sand Creek.
Alguno de ellos le hizo ver su oposición a sus planes por tratarse de un poblado pacífico al que se les había garantizado su seguridad por sus predecesores en el mando y que un ataque así sería un asesinato y un deshonor contra el uniforme que vestían. Chivington les acusó de ser amigos de los indios y les contestó:»yo he venido aquí a matar indios y créanme cuando les digo que a los ojos de Dios cualquier medio para llevarlo a cabo es apropiado y honorable».
El 29 de noviembre de 1864 una columna de más de setecientos hombres al mando de Chivington llegó a Sand Creek. Se estima que en el poblado había alrededor de seiscientas personas entre cheyennes y arapahoes, de los cuales dos terceras partes eran mujeres y niños. La mayoría de los guerreros, confiados en las palabras de Anthony y siguiendo sus consejos, se encontraban fuera del poblado cazando búfalos para aprovisionarse de cara al invierno.
Chivington ordenó a sus hombres atacar. Atacaron y dispararon indiscriminadamente y a sangre fría a hombres (los pocos que había), mujeres y niños.Al final de la «batalla» 105 mujeres y niños indios y 28 guerreros habían sido asesinados.
Esto implicaría una reacción de los indios. Las noticias de lo ocurrido en Sand Creek corrieron como la pólvora entre las tribus indias y encendieron la llama de la guerra entre sioux, cheyennes y arapahoes.
Hewitt no solo no estaba de acuerdo con el castigo de los indios, sino que se da cuenta de que usarán el ataque como una excusa para unir y difundir el terror en todo el suroeste, incluida su propia ciudad natal en Texas. Ante las noticias Hewitt se encuentra entre la espada y la pared, protestando violentamente, Hewitt es arrestado y confinado.
Hewitt escapa, abandona el ejército de la Unión para advertir a sus antiguos vecinos de Texas del inminente ataque indio, sobre todo a las mujeres, ya que gran parte de los hombres están en el frente junto al bando Confederado algo que sabe el coronel Chivington que ve los ataques indios en Texas como un bono para crear estragos en la Confederación.
Allí los cheyennes y arapahoes que lo habitaban habían recibido de las fuerzas militares de Fort Lincoln garantías de que podían pasar el invierno en paz en Sand Creek y que los hombres del poblado podían salir de caza a por provisiones para el invierno. Sin embargo, el coronel John Chivington preparó con sus oficiales un ataque a Sand Creek.
Alguno de ellos le hizo ver su oposición a sus planes por tratarse de un poblado pacífico al que se les había garantizado su seguridad por sus predecesores en el mando y que un ataque así sería un asesinato y un deshonor contra el uniforme que vestían. Chivington les acusó de ser amigos de los indios y les contestó:»yo he venido aquí a matar indios y créanme cuando les digo que a los ojos de Dios cualquier medio para llevarlo a cabo es apropiado y honorable».
El 29 de noviembre de 1864 una columna de más de setecientos hombres al mando de Chivington llegó a Sand Creek. Se estima que en el poblado había alrededor de seiscientas personas entre cheyennes y arapahoes, de los cuales dos terceras partes eran mujeres y niños. La mayoría de los guerreros, confiados en las palabras de Anthony y siguiendo sus consejos, se encontraban fuera del poblado cazando búfalos para aprovisionarse de cara al invierno.
Chivington ordenó a sus hombres atacar. Atacaron y dispararon indiscriminadamente y a sangre fría a hombres (los pocos que había), mujeres y niños.Al final de la «batalla» 105 mujeres y niños indios y 28 guerreros habían sido asesinados.
Esto implicaría una reacción de los indios. Las noticias de lo ocurrido en Sand Creek corrieron como la pólvora entre las tribus indias y encendieron la llama de la guerra entre sioux, cheyennes y arapahoes.
Hewitt no solo no estaba de acuerdo con el castigo de los indios, sino que se da cuenta de que usarán el ataque como una excusa para unir y difundir el terror en todo el suroeste, incluida su propia ciudad natal en Texas. Ante las noticias Hewitt se encuentra entre la espada y la pared, protestando violentamente, Hewitt es arrestado y confinado.
Hewitt escapa, abandona el ejército de la Unión para advertir a sus antiguos vecinos de Texas del inminente ataque indio, sobre todo a las mujeres, ya que gran parte de los hombres están en el frente junto al bando Confederado algo que sabe el coronel Chivington que ve los ataques indios en Texas como un bono para crear estragos en la Confederación.
Cuando llega Frank a las granjas de sus antiguos vecinas ahora regidas por mujeres es visto como un traidor. Sus antiguas vecinas confederadas lo odian e ignoran como traidor, y lo desprecian por servir en la Unión. La primera granja que visita es la de su antigua novia Mary Wheller (Jeff Donnell ) que ahora se ha casado y cuida de su joven cuñado. La respuesta por parte de ella es la de echarle en cara el pasado y despreciarle por traidor.
Despues va a casa de una mujer fuerte que le hace frente Hannah Lacey ( Hope Emerson) totalmente armada.
Poco más tarde va a otra granja y es recibida con disparos cuando una joven Anne Martin (Kathryn Grant ).
Nadie le cree hasta que trae a casa el cadáver de una mujer asesinada por los comanches que se han unido al levantamiento.
Ahora las mujeres se lo creen y Hewitt propone que se refugien en una misión abandonada. Son muchas y con personalidades muy diferentes. Desde algunas que se niegan a disparar por principios religiosos como Cora Melavan (Jeanette Nolan ) , alguna mujer de color como Hetty (Ernestine Wade ) que sirve a Mrs. Charlotte (Isobel Elsom), hasta mujeres de pasado oscuro como Lucy Conover (Peggy Maley) o Stella Leatham (Ogden Patricia Tiernan), y les enseña a utilizar las armas y tácticas de combate para defenderse del enemigo indio.
Armadas y con rangos militares, Hewitt y las mujeres aprovechan el día para instruirse en lo militar , para conocerse y se aferran a la única seguridad que tienen en una misión abandonada.
Las mujeres ven como se produce la deserción del único hombre que queda que mantiene una relación con una de las chicas y que ha dejado embarazada y luchan contra tres ladrones (Ray Teal , Néstor Paiva y James Griffith ) desalmados que tras matar al huido, intentan aprovecharse de las mujeres y , por supuesto, con los comanches resistiendo a los múltiples ataques que , evidentemente, generan bajas en el grupo femenino.
Los ataques se repiten por todos los puntos de la Misión , techo incluido, y finalmente, Hewitt consiente del peso que tiene en el grupo de nativos del chamán decide acabar con él poniendo así freno a los ataques.
A medida que se desarrolla la lucha Hewitt y , una de las mujeres , Anne Martin , se enamoran. Pero Hewitt no puede corresponder porque, como soldado honorable, debe regresar a su puesto en Sand Creek y enfrentarse cargos por deserción.
El general al mando del Coronel Chivington entra en la sala de juicio en la última hora, ya que Hewitt es denunciado como desertor y mentiroso sobre la historia más fantástica de ayudar a rescatar a las mujeres en Texas y entrenarlas para luchar contra los comanches.
Cuando la sentencia de culpabilidad se dicta y la ejecución están a punto de ser pronunciadas, las mujeres confederadas comandadas por Hannah Lacey entran de nuevo en escena y le devuelven el favor marchando armadas al juicio para detener el proceso.
El general al mando, en una oleada de buena voluntad sentimental, ordena una rendición a las damas armadas que han salvado el día y han demostrado la veracidad de Hewitt. El testimonio de Hewitt atrapa al Coronel."No importa dónde nació un hombre. Lucha por lo que cree que es correcto".
Las mujeres ven como se produce la deserción del único hombre que queda que mantiene una relación con una de las chicas y que ha dejado embarazada y luchan contra tres ladrones (Ray Teal , Néstor Paiva y James Griffith ) desalmados que tras matar al huido, intentan aprovecharse de las mujeres y , por supuesto, con los comanches resistiendo a los múltiples ataques que , evidentemente, generan bajas en el grupo femenino.
Los ataques se repiten por todos los puntos de la Misión , techo incluido, y finalmente, Hewitt consiente del peso que tiene en el grupo de nativos del chamán decide acabar con él poniendo así freno a los ataques.
A medida que se desarrolla la lucha Hewitt y , una de las mujeres , Anne Martin , se enamoran. Pero Hewitt no puede corresponder porque, como soldado honorable, debe regresar a su puesto en Sand Creek y enfrentarse cargos por deserción.
El general al mando del Coronel Chivington entra en la sala de juicio en la última hora, ya que Hewitt es denunciado como desertor y mentiroso sobre la historia más fantástica de ayudar a rescatar a las mujeres en Texas y entrenarlas para luchar contra los comanches.
Cuando la sentencia de culpabilidad se dicta y la ejecución están a punto de ser pronunciadas, las mujeres confederadas comandadas por Hannah Lacey entran de nuevo en escena y le devuelven el favor marchando armadas al juicio para detener el proceso.
El general al mando, en una oleada de buena voluntad sentimental, ordena una rendición a las damas armadas que han salvado el día y han demostrado la veracidad de Hewitt. El testimonio de Hewitt atrapa al Coronel."No importa dónde nació un hombre. Lucha por lo que cree que es correcto".
La película , una variación de Caravana de mujeres, por el protagonismo femenino y la variada personalidad de sus protagonistas se rodó en la primavera de 1956 en entre California y Arizona. En esta última se rodó en Old Tucson, en Amado, en Sierrita Mountains, en su Ironwood Forest National Monument, en las Tucson Mountains, en el Desierto de Sonora, en Picacho Peak State Park, en mi querida Sedona, en San Xavier, y en esa ciudad ruta 66 en la que pinché mi coche, o sea, Flagstaff. Igualmente se rodó en Iverson Ranch en Chatsworth, en las cercanías de Los Angeles, California.
La historia de esta película se remonta a julio de 1955 cuando un cada vez más poderoso Audie Murphy anunció que haría la película, que luego se presentó con el título The Guns of Fort Petticoat. Murphy produjo la película a través de Brown-Murphy Pictures, que había creado con el productor Harry Joe Brown .
El 9 de noviembre de 1955, Murphy firmó un contrato con Brown-Murphy Pictures para aparecer en dos películas, de las cuales esta fue la primera. Brown quería que Murphy hiciera otra película; pero Murphy, quien tenía derecho a seleccionar historias, presentó propuestas para aparecer en adaptaciones de Peer Gynt de Henrik Ibsen y The Idiot de Dostoevski. Brown acusó a Murphy de tratar de salirse de su contrato y lo demandó por $ 1 millón.
El guionista y director de televisión Walter Doniger originalmente iba a dirigir la película. Aline MacMahon que iba a aparecer en el elenco, pero al encontrar su papel demasiado extenuante fue reemplazada por Hope Emerson . Lucy Marlow fue elegida para un papel clave, luego se retiró y fue reemplazada por Patricia Livingston .
La película se estrenó en abril de 1957 e hizo una taquilla de $ 1,080,000 .
De ella han dicho los críticos lo siguiente. En ABC y en el Mundo se describe la película como un "Western menor dirigido por George Marshall, artífice de películas como "Furia en el valle" o "Arizona", ésta última con Marlene Dietrich y James Stewart como protagonistas. En esta ocasión, Marshall dirige a Audie Murphy en el papel del desertor Hewitt, actor que ha trabajado en varias ocasiones con John Huston, destacando su papel en "Los que no perdonan", y a la actriz Kathryn Grant, más conocida por su trabajo en "Anatomía de un asesinato" de Otto Preminger. Como secundarios cabe destacar el trabajo interpretativo de las actrices Hope Emmerson y Jeff Donnell, en una película irregular que no llegó a debutar en las pantallas españolas. "
Por mi parte decir que la película es entretenida, vistosa, bien rodada por ese profesional que fue George Marshall, uno de los directores más fecundos de este Hollywood dorado y con buenos títulos en este género como Los Pilares del Cielo o con comedias como El caldero de oro en la que presenté su trayectoria como director. Las escenas de acción en esta variante femenina de El Álamo están magníficamente coreografiadas.
Además tiene la virtud de tener su parte divertida , especialmente cuando la que ocupa la totalidad de la pantalla es la enorme , en todos los sentidos, Hope Emerson , y que mostrar una cara diferente en el western , la femenina, pues las mujeres y sus distintas personalidades llenan la pantalla, así como , aunque sea muy tangencial, la crítica hacia las actuaciones arbitrarias contra la comunidad nativa por parte de altos mandos sin piedad que no escuchan propuestas infinitamente más razonables.
Película creada para la gloria del que fue glorioso soldado, que aquí es el centro de los personajes masculinos, Audie Murphy, que asume los valores de lealtad en lo personal y en lo profesional. Una película que se deja ver. Al menos es muy original.
La historia de esta película se remonta a julio de 1955 cuando un cada vez más poderoso Audie Murphy anunció que haría la película, que luego se presentó con el título The Guns of Fort Petticoat. Murphy produjo la película a través de Brown-Murphy Pictures, que había creado con el productor Harry Joe Brown .
El 9 de noviembre de 1955, Murphy firmó un contrato con Brown-Murphy Pictures para aparecer en dos películas, de las cuales esta fue la primera. Brown quería que Murphy hiciera otra película; pero Murphy, quien tenía derecho a seleccionar historias, presentó propuestas para aparecer en adaptaciones de Peer Gynt de Henrik Ibsen y The Idiot de Dostoevski. Brown acusó a Murphy de tratar de salirse de su contrato y lo demandó por $ 1 millón.
El guionista y director de televisión Walter Doniger originalmente iba a dirigir la película. Aline MacMahon que iba a aparecer en el elenco, pero al encontrar su papel demasiado extenuante fue reemplazada por Hope Emerson . Lucy Marlow fue elegida para un papel clave, luego se retiró y fue reemplazada por Patricia Livingston .
La película se estrenó en abril de 1957 e hizo una taquilla de $ 1,080,000 .
De ella han dicho los críticos lo siguiente. En ABC y en el Mundo se describe la película como un "Western menor dirigido por George Marshall, artífice de películas como "Furia en el valle" o "Arizona", ésta última con Marlene Dietrich y James Stewart como protagonistas. En esta ocasión, Marshall dirige a Audie Murphy en el papel del desertor Hewitt, actor que ha trabajado en varias ocasiones con John Huston, destacando su papel en "Los que no perdonan", y a la actriz Kathryn Grant, más conocida por su trabajo en "Anatomía de un asesinato" de Otto Preminger. Como secundarios cabe destacar el trabajo interpretativo de las actrices Hope Emmerson y Jeff Donnell, en una película irregular que no llegó a debutar en las pantallas españolas. "
Por mi parte decir que la película es entretenida, vistosa, bien rodada por ese profesional que fue George Marshall, uno de los directores más fecundos de este Hollywood dorado y con buenos títulos en este género como Los Pilares del Cielo o con comedias como El caldero de oro en la que presenté su trayectoria como director. Las escenas de acción en esta variante femenina de El Álamo están magníficamente coreografiadas.
Además tiene la virtud de tener su parte divertida , especialmente cuando la que ocupa la totalidad de la pantalla es la enorme , en todos los sentidos, Hope Emerson , y que mostrar una cara diferente en el western , la femenina, pues las mujeres y sus distintas personalidades llenan la pantalla, así como , aunque sea muy tangencial, la crítica hacia las actuaciones arbitrarias contra la comunidad nativa por parte de altos mandos sin piedad que no escuchan propuestas infinitamente más razonables.
Película creada para la gloria del que fue glorioso soldado, que aquí es el centro de los personajes masculinos, Audie Murphy, que asume los valores de lealtad en lo personal y en lo profesional. Una película que se deja ver. Al menos es muy original.
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