sábado, 28 de marzo de 2020

J´aime beaucoup le cous cous


Únicamente los que hemos comido cuscús en el norte de África y durante el Ramadan sabemos que el valor cultural, alimenticio y social que tiene. Ahora que hay gente que sabe de todo, yo reconozco que saber, no se de nada, lo que sí pude apreciar este mangar, tan simple y tan sano cuando me he visto recorriendo el país vecino. 

Yo hago cuscús, pero vamos es una birria comparado con el que he comido en Tánger , en Fez , en Marraquech o Ouarzazate, por decir algunos sitios de donde guardo un guardo recuerdo gastronómicos, aunque de otros en Marruecos en lo gastronómico guardo otros muchos recuerdos memorables.

Entiendo que el cous cous es la excusa para hacernos un retrato de las familias de origen magrebí en la Francia actual, que no dejan de ser el retrato del mestizaje, de la adaptación al medio y sobre todo a las circunstancias. 

Es tradicional que en la Francia actual los directores y narradores cinematográficos qur proceden de una determinada cultura busquen en ella sus referencias. Inolvidables, por decir dos títulos del cine francés en este sentido son la inolvidable  El té del harén de Arquimedes de Mehdi Charef (1984)  o la relativamente reciente Indigènes (200&) de Rachid Bouchareb, son buenos ejemplos de ello. Pero hay más.

De las más recientes Cuscús o La graine et le mulet es la que más me ha impactado.. Muestra el retrato de una familia de origen magrebí residente en la ciudad de Sète y como uno de sus componentes, Slimane Beiji, trata de abrir un restaurante en un viejo barco.  

La película lleva por titulo original La graine et le mulet  o The Grain and the Mullet, en inglés, que se refieren al grano de sémola y al mullet - el pescado utilizado- dos ingredientes de este particular cuscús popular en la cocina tunecina . Los dos ingredientes constituyen tanto el alimento básico de la dieta de su familia extendida como el menú en el que planea establecer su restaurante. 

La película tiene como director a Abdellatif Kechiche, actor, director de cine y guionista franco-tunecino. Su ópera prima como director fue en el año 2000 con La culpa la tiene Voltaire (La Faute à Voltaire). También ha dirigido La escurridiza (L'Esquive), que obtuvo los premios César al mejor director y al mejor filme. Ganó, la Palma de Oro, con la atrevida La vie d'Adèle, el premio a la mejor película del Festival de Cannes 20131​ y también el premio FIPRESCI. Sus últimos proyectos han sido Mektoub, My Love: Canto Uno (2017) y Mektoub, My Love: Intermezzo (2019), lo que parece una trilogía. 

Keniche contó en la dirección artística con Benoît Barouh y a un grande en la producción, el director, escritor , distribuidor -aquí productor- Claude Berri, fallecido en 2009, siendo ésta su penúltima producción - La Graine et le Mulet ( Abdellatif Kechiche, 2007)- tras la que hará la que vimos aquí como Bienvenidos al Norte o Bienvenue chez les Ch'tis (Dany Boon, 2008). A Berri se sumaron Pierre Grunstein y Nathalie Rheims. 

En esta película Berri tendrá como respaldo de un presupuesto de $ 9.1 millones y de las productoras Pathé Renn Productions, Hirsch, France 2 Cinéma y con Vértigo como distribuidora. El guion en este caso fue escrito por el mismo (Abdellatif Kechiche) y tendrá igualmente la fotografía de Lubomir Bakchev, el montaje de Ghalia Lacroix y Camille Toubkis y el vestuario de Maria Beloso Hall. 

El reparto lo integran un grupo de actores no profesionales comandado por Habib Boufares como Slimane Beiji, Hafsia Herzi como la joven Rym, Farida Benkhetache como Karima, Abdelhamid Aktouche como Hamid, Bouraouïa Marzouk como Souad, Alice Houri como Julia, Cyril Fayre como Sergueï, Leila D'Issernio como Lilia, Abdelkader Djeloulli como Kader, Bruno Lochet como Mario, Olivier Loustau como José, Sami Zitouni como Majid, Sabrina Ouazani como Olfa. 

La película comienza en la rada del puerto del puerto del mediterráneo francés de Sete . Allí descubrimos que un joven Majid ( Sami Zitouni) , hijo de Slimane y el hijo mayor de Souad, y casado con Julia , una inmigrante de origen ruso con la que tiene un hijo pequeño, y que vive como guía de un barco que explica lo que queda en el actual y decadente Puerto de Sete, tiene una aventura con una de las mujeres que realizan la visita del puerto. 

Después sabemos que ella es Mme. Dorner (Violaine de Carné ) , la esposa del teniente de alcalde. Tras estos vemos trabajando a Slimane (Habib Boufares), un veterano trabajador de un astillero en el que lleva 35 años de los 60 años que tiene . Se trata de un inmigrante del Magreb, una cara marcada por la edad, la decepción y el exceso de trabajo. Pero ahora Slimane se enfrenta a una reducción gradual de horas en el astillero y, ante un futuro en el que sus ingresos y su autoestima se reducirán lentamente a nada. 

Divorciado de su primera esposa, Souad (Bouraouïa Marzouk ) , vive en el deteriorado Hotel de l'Orient, propiedad de su amante Latifa y su hija Rym (Hafsia Herzi) , la joven y emprendedora hija de veinte años del hotelero Latifa (Hatika Karaoui ) y una inmigrante de segunda generación. Ella considera a Slimane como su padre.

Antes de encontrarse con Latifa, va a casa de Souad, la primera esposa de Slimane de aproximadamente y matriarca de la familia. Ella vive en un edificio de apartamentos en el piso debajo de su hijo Hamid y regularmente cocina una gran comida dominical de cuscús para su extensa familia. A ella le lleva el pescado que consigue en el puerto , pero ella está cansada de ese olor a mar que viene junto al pescado. 

Slimane tras eso va en busca de Karima (Farida Benkhetache) la hija de Slimane de su primer matrimonio con Souad que trabaja en una fábrica de conservas de atún y que tiene dos hijos pequeños con su esposo José (Olivier Loustau ) que es compañero de trabajo de Slimane en el puerto. 

Tras estar junto a su hija y nietos decide marchar al hotel de Latifa, aunque antes de subir a la habitación entrega el pescado a Rym. Al día siguiente tiene lugar una reunión familiar en la que se preparara el cous cous de Souad. Un plato mítico que reúne a toda la familia de Slimane y Souad, aunque el primero está ausente. A la comida van todos los hijos de la ex pareja y sus distintas parejas. 

Además de Karima y José, así como sus hijos, están presentes la menor de las hijas Olfa (Sabrina Ouazani ) que atiende a los niños pequeños, el menor de los varones Riadh (Mohamed Benabdeslem) así como la hermana mayor casada con Mario (Bruno Lochet ). 

El problema viene dado cuando Majid tiene una discusión en casa con Julia , su mujer (Alice Houri ), una chica de origen ruso que se siente infeliz, aislada y sin el apoyo de su gran familia. La razón es que se sabe dejada sola todo el día y, a menudo, toda la noche para cuidar a su pequeño hijo. ünicamnete cuenta con el apoyo de su hermano Sergei (Cyril Favre), un hombre paciente y solidario con su hermana. 

Los dos hermanos , Riadh y Majid deciden llevar un plato de cous cous a su padre Slimane. El cada día se siente más presionado porque sabe que será despedido del astillero local. Majid va con la propuesta de que Slimane retorne a su país de origen pues la casa familiar puede ser su cobijo. Le piden que abandonen el tugurio en el que vive, aunque lo hacen delante de Rym que se molesta con ellos cuando comparte el cous cous que le han llevado. 

Decidido a dejar un legado para su amada familia, y alentado por Rym (Hafsia Herzi),esta convence a Slimane para que con el dinero de la indemnización del despido y el paro monte un restaurante de cuscús. 

Para ello ambos intentar transformar un barco en ruinas en un restaurante familiar que se especializará en el cuscús de pescado de hace su ex esposa, una comida que ella prepara para toda la familia todos los domingos. 

Con la entusiasta ayuda de la joven y emprendedora Rym, Slimane solicita los préstamos y las licencia pertinentes, pero pronto se encuentra con el freno y los impedimentos burocráticos. 

Sin desanimarse, Slimane sigue adelante. Cuenta para ello con la ayuda de su hijo recluta a sus hijos especialmente Riadh y Rim. De hecho ella es la que actúa como compañera permanente del padre , aunque no lo sea biológicamente. 

Los dos ayudan a remozar y renovar el barco que lijan, pinta y decoran. Finalmente organizan una gala inaugural con una gran cena con el cous cous de plato estrella. A la misma son invitados muchas personalidades locales así como parte de los burócratas por los que ha pasado el proyecto. Con ello intentan demostrar la viabilidad de la empresa. 

A esta cena de gala se suman un grupo de músicos que se reúnen, aunque algunos también viven, en el local de Latifa, que por otro lado está molesta con Slimane. Además se siente insultada y amenazada por la participación en el proyecto de la ex esposa de Slimane que será la cocinera del restaurante con cuscús de pescado como plato estrella. 

En la noche en cuestión, la asistencia es alta, aunque es evidente la ausencia de la compañera sentimental de Slimane, Latifa que se niega a abandonar su hotel y que está silenciosamente resentida por el hecho de que Slimane no quiera invertir su dinero en renovar su hotel y formalizar su relación. Rym le suplica que asista, animándola a aprovechar la oportunidad para hacer alarde de su comparativa juventud y belleza frente a la ex mujer de Slimane. 

Después de preparar el cuscús, el pescado, las verduras y la salsa en grandes calderos de metal, la ex esposa de Slimane envía la comida con sus hijos y sale de su apartamento para encontrar a un pobre para que pueda donar un plato de comida que ella habitualmente reserva para los menos afortunados. 

Mientras en el restaurante, los hijos descargan los calderos de metal y las mujeres sirven bebida y aperitivos a los invitados que esperan. Los invitados, hablando entre ellos, comienzan a hablar de manera positiva del proyecto y el probable éxito del restaurante. 

Mientras esto ocurre el hijo mayor de Slimane, Majid, examina a los comensales y entre ellos descubre a la Señora Dorner, la esposa del teniente de alcalde con la que mantiene una relación sexual y se inventa una excusa (la llamada de un amigo que ha pinchado el vehículo en la autopista) para salir fuera, alejarse y llevarse el coche en silencio. Él le dice a su hermano pequeño que le diga al resto de la familia que se fue a ayudar a un amigo que se ha averiado en la carretera. 

Por su parte, las mujeres comienzan a calentar la comida cuando notan la ausencia del cuscús. El pánico aumenta cuando descubren que no está allí ya que Majid se ha llevado el auto con el enorme caldero de metal en el maletero. Pero además éste no contesta su teléfono. 

Sabiendo que se tardará al menos otra hora cocinar un nuevo lote, continúan llamando frenéticamente a Majid e intentan llamar a Souad, que está buscando al mendigo para dar un plato de cuscús. 

Ante la situación, Slimane sube en su moto y va a la vivienda de Souad para buscar una solución. Casi en ese momento vemos que Latifa y Rym se han arreglado y han decidido ir a la cena inaugural. 

En el comedor, los invitados, a pesar de los intentos de las mujeres por aplacarlos con licor de dátil y almendras, se van poniendo inquietos. Sus comentarios se vuelven desagradables y se vuelven contra las camareras, básicamente las hijas y familiares de Slimane. 

Éste , por su parte, cuando no puede encontrar a su ex esposa en su piso, Slimane sube al de su hijo y Julia. Nada más llegar descubre que en la casa se vive un dramón ya que Julia, mientras terminaba de preparar la comida con su suegra, recibía en la casa una llamada de una de sus amantes. Allí, como siempre ayudada por su hermano Sergueï que la consuela , Julia llora desconsoladamente. Slimane escucha los reproches detenidamente, pero no dice nada. 

Tras un rato, se marcha y abandona el edificio de apartamentos para coger su moto. En ese momento descubre que ha sido robada. Los culpables, tres niños del barrio, están sobre ella al otro lado del río, burlándose de él. Corre detrás de ellos, pero cada vez que se detienen lo hacen para burlarse de él, Cuando se acerca se mueven antes de que pueda alcanzarlos. 

Por su parte, la tensión en el comedor es máxima, así que Rym decide intervenir. Susurra algo al oído de los músicos, y de repente la música se detiene y las luces se apagan. Cuando esta regresa, Rym aparece frente a los comensales con un traje rojo de la danza del vientre. Los músicos tocan para ella y ella activa el ambiente con una actuación cargada de energía juvenil y sexual. 

Latifa aprovecha la oportunidad para salir a la calle y regresar al hotel para preparar una nueva olla de cuscús. 

Mientras Rym baila y suda, su madre una vez elaborado el cuscús retorna. Camina por la pasarela con un nuevo caldero de cuscús, mientras Slimane continúa persiguiendo a los jóvenes por el edificio de apartamentos. Finalmente se pone de rodillas, antes de colapsar en el suelo, inmóvil. Terminando en este momento la película. 


Este retrato de una familia norteafricana en el sur de Francia , al fin y al cabo una manera muy cercana a lo que nosotros concebimos como familia y dirigido por Kechiche fue una apuesta del director para trabajar con actores no profesionales porque, en sus propias palabras, «aportan frescura». 

La película se rodó en la Chantier naval de Sète, Lattes en el Departamento de Hérault, entre septiembre de 2005 y enero de 2006. 

Se suponía que el rodaje comenzaría en el verano de 2005, pero uno de los actores principales estaba enfermo, lo que provocó en un gran retraso. Por lo tanto, la filmación comenzó en realidad el 5 de septiembre de 2005 y todavía se estaba realizando el 16 de enero de 2006. El set estuvo en un barco en el puerto de Sète durante al menos seis semanas, de octubre a diciembre de 2006. 

Las temperaturas exteriores fueron muy bajas, en comparación con lo que deberían haber estado si se hubiera podido llevar a cabo en la fecha prevista. Esto llevó a la producción a instalar grandes carpas cerca del bote con sistemas de calefacción para que los actores y los extras se mantuvieran cómodos entre tomas. 

La película tuvo en taquilla unos ingresos de $14,776,783. Consiguió además muchos premios. Fue presentada en el Festival de Venecia consiguiendo el Gran Premio del Jurado, el del público , el FIPRESCI, el Premio Marcello Mastroianni para la joven actriz Hafsia Herzi, el Premio SIGNIS y el Premio del Cine Joven. 

Obtuvo cuatro Premios Cesar a la Mejor película, director, guión, actriz revelación (Hafsia Herzi) quedando nominada en el Mejor montaje. Tuvo además el Premio Louis Delluc a la Mejor película francesa del año así como el Prix Lumière al Mejor director y a la Actriz más prometedora (Hafsia Herzi) así como la Étoile d'Or .

Consiguió ser nominada a la Mejor película extranjera en los Premios Independent Spirit y en el Festival de Cine de Antalya consiguió el Golden Orange así como el premio al Mejor director en el Festival de cine de Eurasia para Abdellatif Kechiche.

El Sindicato francés de críticos de cine le concedió el Premio de la crítica a la mejor película . Fue también el David de Donatello Mejor película europea y el Premio del Cine Europeo con el Premio FIPRESCI. 

En cuanto a las críticas destaco la del británico The Guardian , donde Peter Bradshaw defendió que "es una tragicomedia profundamente envolvente, que combina calidez con un nivel inesperado de complejidad y ofrece un comentario ferozmente poco sentimental sobre la política sexual de la familia y la comida. Algunos críticos se han quejado de que las escenas de la vida familiar de Kechiche divagan demasiado, pero para mí tienen la calidad tranquila y sin dirección de la vida real; irradian encanto y autenticidad. Sin ellos, el drama significaría mucho menos. " Y añade "Hafsia Herzi transmite brillantemente la compleja y casi ilegible combinación de motivaciones de Rym: amor, interés propio y enojo. Ella ama a Slimane como a un padre (...) Hay una inteligencia fluida y persuasiva en el corazón de la película, y una actuación poderosa y dominante de Herzi como Rym, quien reclama compulsivamente la posesión de su padrastro, Slimane. Él es el pater familias ausente y en retirada cuyo silencio habitual lo ha convertido en el recipiente de tanta pasión femenina complicada. La misteriosa relación de Rym y Slimane está en el corazón de esta cautivadora película. " 

AO Scott en The New York Times, la citó como la tercera mejor película de 2008, Andrew O'Hehir de Saloom la consideró la sexta mejor película de 2008, y Scott Foundas de LA Weekly dijo de ella que ra la séptima mejor película de 2008 (junto con A Christmas Tale ). 

Wesley Morris, crítico de cine para el Boston Globe, escribiendo para Criterion señala que la película es "esencialmente un retrato de una familia extensa cuya dinámica se replantea constantemente en una colección de escenas largas y llenas de acontecimientos". El elenco interpreta a "personas reales, no símbolos, reclusos, niñeras u otros indignos", y "sus preocupaciones tienen poco que ver con la opresión abierta o la xenofobia". Elogia a Abdellatif Kechiche porque "la narrativa en esta película es secundaria a la naturaleza humana ..." Él llama a la danza del vientre en la secuencia final "complejamente concebida y realizada, y dice" el bailarín usa el sexo y el exotismo cultural para distraer las mesas de antes civilizados, pero de pronto inquietos nativos blancos ". Kechiche "nos invita a reconocer una verdad fundamental sobre los árabes, o cualquier persona de color, en la historia de las películas: los estereotipos venden". 

Ya en España Javier Ocaña en El País dijo de ella que "No le hubiese venido mal una poda parcial a algunas de sus reiterativas secuencias del tramo intermedio (no al brutal clímax final, imprescindible), pero desde luego sus brotes de genio son inolvidables." 

Menos positivo fue Oti Rodríguez Marchante en ABC al señalar que es una "Larguísima crónica multifamiliar (...) las intenciones de Kechiche son buenas, aunque los logros escasos (...) como un Berlanga sin acidez pero con fiebre. (...)." 

La película apareció en las diez mejores listas de varios críticos de las mejores películas de 2008. A mi desde luego me ha gustado reencontrarme con este tipo de cine , con actores no profesionales, que narran historias cercanas, próximas, cotidianas de la vida y de los múltiples perfiles que presenta. Lo digo hoy en nuestro decimoquinto día de confinamiento. Además, j´ai beaucoup le cous cous et le filme aussi. 

Y recalcar algo tan simple y tan auténtico como el bismillah que hemos escuchado varias veces a lo largo de la película. Una palabra que una vez inicias a comer implica dar gracias a Dios y significa “ en el nombre de Allah” pues comienzas una acción, al inicio de algo que deseamos hacer y todo lo que se hace ha de ser por y para Allah.

Un “Bismillah” antes de hacer algo nos invita a reflexionar en lo que hacemos, a meditar si aquello es algo que agrada o no a Allah . Desde luego , a mi que soy rabiosamente humano, me ha agradado, pero sobre todo me ha ayudado a pasar este encierro tan triste y forzoso que nos está tocando vivir.


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