De mis estudios recuerdo cuando veíamos el periodo carolingio en la Alta Edad Media. Heredero del Reino de los Francos, tendrá su momento álgido al ser coronado emperador Carlomagno, el día de Navidad del año 800.
Una de sus tomas de decisiones más interesantes, aparte de ese renacimiento carolíngio en lo cultural, con bases en el cristianismo, fue el momento en que estableció, para su protección como Reino, y luego Imperio, una serie de Marcas defensivas, que actuaban como colchones de protección ante sus enemigos en puntos limítrofes con su territorio.
Para defenderse de los musulmanes se estableció la Marca Hispánica; para defenderse de los sajones, la Marca Sajona. Para hacerlo de los bretones se protegió con la Marca Bretona, y de los Ávaros lo hizo con la Marca Panónica. De los frisones y daneses, impondrá la llamada Marca Danesa.
Es precisamente este territorio el que nos sirve para desarrollar la historia del mítico líder de los frisones. Un hombre que respondía al nombre de Redbad. Este personaje, que ha pasado a los libros de historia de los nacionales del país neerlandés, - supongo- con un nombre propio e importante junto con otros resistentes históricos a todo lo exterior, como pudiera ser el Príncipe de Orange en otros momento histórico, es el protagonista absoluto de esta película que en España se llamó La leyenda de Redbad, y en su versión original, simplemente, Redbad.
Una película con la que algunos historiadores, los siempre "ofendiditos", rechazan por sus inexactitudes como es el caso de Han Nijdam cuando publicó en el diario frisón, Leeuwarder Courant, que el castillo en la película y los caballeros con armadura de cota de malla son de la Edad Media tardía o que retrata a los frisones como bárbaros con pieles de animales que viven en chozas con goteras a pesar de que está comprobado que vivían en casas de madera con tapices tejidos en sus paredes. Pues muy bien. Habrá que decirle que es una película inspirada en hechos reales, no un documental con escenas sacadas de la realidad. Pero, bueno, la vida.
Una película que contextualiza bien el momento - momentos finales del rey franco Pipino de Heristal-, anterior al momento de mayor grandeza de este Reino y que llegará a partir de la llegada de su hijo al que conoceremos como Carlos Martel, que también llegará a ser "mayordomo".
Vemos a Pipino con su deseo de expandir su reino a costa de los pueblos que ya había rechazado la dominación romana como el que ocupaba las tierras bajas e insulares de Frisia, hoy una de las doce provincias del Reino de los Países Bajos.
Redbad está considerado como el último monarca independiente de los frisones antes de la dominación del Reino que más tarde será el Imperio franco. El contexto en el que desarrolló su dominio en ese territorio coincide con la expansión franca y, con ella, la del cristianismo.
Los francos pretenden realizar aquello que los romanos no pudieron: conquistar toda Europa mediante su nueva arma, el cristianismo y su primer objetivo es apoderarse del mayor centro de comercio de Europa gobernado por el rey frisón Aldegisel.
Redbad fue hijo de Aldegisel , el líder de Dorestad, en principio, y ajeno a la religión propia - la germánica y vikinga que hablaba del Valhalla y creía en Odín, Freir, Freija y otras deidades relacionadas con el norte de Europa- y que verá en el cristianismo un ataque a las tradiciones de su pueblo presionado por los francos que habían asumido el cristianismo y que tenían en Pipino de Heristal su líder.
Tras ser derrotado y muerto su padre - también se le conoce con el nombre de Aldgisl-, en la batalla de Dorestad - en la película aprovechando una ceremonia de sacrificio voluntario de mujeres jóvenes ante la falta de buenas cosechas- se verá obligado a ceder la Frisia occidental a los francos que se iban expandiendo y asentando en algunas ciudades como Utrecht llevando el cristianismo a todos los rincones.
Con la muerte de Pipino- en la película es envenenado por su hijo Carlos Martel, que se impone a su heredero, el hijo pequeño de Pipino - Radbod toma de nuevo la iniciativa derrotando a los francos.
Está a punto de ser bautizado, pero renuncia cuando se preguntó a si mismo que no encontraría a ninguno de sus ancestros en el Cielo tras su muerte por ser paganos, ya que, según sus propias palabras: "(...) prefiero una eternidad en el Infierno con mis antepasados que en el Cielo con mis enemigos". Tras eso luchará por el manteniendo de la independencia como se ve en los créditos finales.
La muerte de San Bonifacio servirá como excusa para que el Reino franco se haga con el control efectivo del territorio.
Pues bien está es la historia , a las que se añade un par de historias de amor con dos guapas frisonas, que llevó a la gran pantalla Roel Reiné, un director y fotógrafo - en este caso lo es- cincuentón nacido en Eindhoven aunque radicado en Los Ángeles. Éste fue el responsable de Death Race 2, una secuela oficial del film de Paul W. S. Anderson , Wolf Town como productor - aunque en este caso en el también está como productor junto con Klaas de Jong y el apoyo le vino de las productoras Farmhouse Film & TV, Bulletproof Cupid, Rebel Entertainment- y The Scorpion King 3: Battle for Redemption o Dead in Tombstone (2013) o alguna en base a la historia de su país como Michiel de Ruyter (2015).
En la historia del líder frisón el responsable del guion fue Alex van Galen. La película contó con la música de Trevor Morris quedando el montaje, algo irregular, en manos de Radu Ion.El sonido de la película fue producido por Dolby Atmos .
Contó con un elenco seleccionado entre agosto y octubre de 2017 encabezado por Gijs Naber como Redbad, Jonathan Banks como Pipino de Herstal, Huub Stapel como Aldgisl, Søren Malling como Wihtlæg, Renée Soutendijk como Idwina, Lisa Smit como Fenne, Loes Haverkort como Frea, Egber-Jan Weeber como San Bonifacio, Tibo Vandenborre como Charles o Carlos Martel, Britte Lagcher como Thiadsvind, Jack Wouterse como Willibrord, Daphne Wellens como Plectrude, Teun Kuilboer como Jurre, Derek de Lint como Eibert, Mark van Eeuwen como Wulf, Birgit Schuurman como Healer, Gene Bervoets como Thierry y Martijn Fischer como Gebbe.
La película se rodó en la aldea-museo prehistórica de Eindhoven , el Parque Nacional De Alde Feanen , Ameland , Moddergat , el Mar de Wadden en Dinamarca, la ciudad alemana de Wallsbüll y el Castillo de Bouillon en Bélgica. La película se rodó en 42 días y usó más de 10,000 extras, lo que es una cantidad récord para una producción holandesa. El último día de rodaje fue el 19 de noviembre de 2017.
La película se estrenó el 23 de junio de 2018, en una proyección al aire libre en la Wilhelminasquare de Leeuwarden , como parte de las celebraciones en torno a la Capital Europea de la Cultura ,una semana después, el 28 de junio, se estrenó en los cines. Pero , a pesar de las expectativas no llevó a mucho público a las salas.
La película recibió críticas abrumadoramente negativas de los principales periódicos holandeses. El Algemeen Dagblad dijo que todo en esta película lleva demasiado tiempo, "las escenas de lucha, las presentaciones de los personajes y el diálogo explicativo ralentizan la película".
El diario De Volkskrant destacó las escenas de lucha pero encontró que el guion carecía de lógica y tensión. NRC Handelsblad dijo que la película estaba lastrada por un guion muy pesado y una dependencia excesiva del drama.
Otro como Trouw elogió al actor Gijs Naber, pero se quejó del espantoso diálogo que estaba claramente escrito desde una perspectiva del siglo XXI.
En otro diario, De Telegraaf, al tiempo que elogiaba la ambición de las películas, dijo que lleva demasiado tiempo y depende demasiado de los primeros planos y las escenas en cámara lenta. También elogiaron a Jonathan Banks por su papel, pero también señalaba que parecía como si el actor Jack Wouterse estuviera en una película completamente diferente.
Het Parool elogió el hecho de que el director Roel Reine pusiera su propia firma en la película y que la problemática producción apenas se notara. Sin embargo, sí mencionan que a veces se nota que no tenían suficientes extras en algunas de las escenas de lucha.
Ya en España Javier Ocaña en El País que era una "Producción de maneras grandilocuentes (...) El resultado es una película curiosa (...) pero evidentemente excesiva en cuanto a su metraje, y un tanto convencional respecto de sus conflictos"
Por su parte, Nando Salvá en El Periódico de Barcelona la describe como un intento de " (...) contar muchas cosas y se toma su tiempo para ello: 160 minutos de metraje llenos de batallas repetitivas, (...) mucho ruido pero ni un ápice de tensión o de verdadera épica. (…) ".
Por último, Fausto Fernández a través de su Twitter comenta que "La avidez deuvedera y de las plataformas televisivas hizo que Roel Reiné - que dejó su zona videoclubera de confort de la acción de bajo presupuesto para gastar, con cierta vistosidad, más presupuesto que nunca - rodara una de épica sajona y normanda que da el pego en esta bárbara superproducción "
La película fue seleccionada para el concurso internacional Look del Festival de Cine de Ostende y en julio de 2018, fue una de las nueve películas preseleccionadas por el instituto de cine EYE para ser la entrada holandesa a la Mejor Película en Lengua Extranjera en los 91 Premios de la Academia , pero no fue seleccionada.
La película se proyectó en el Festival de Cine de los Países Bajos que se celebra anualmente en Utrecht, pero, para sorpresa de algunos periódicos importantes, no fue nominada para ningún Gouden Kalf o Becerro de oro.
La apuesta por el espectáculo, que nos remiten más a Vikings que a cualquier otra, por historia, por su estética, por su presencia como suecos - enemigos- o daneses. aliados-, por la belleza de sus actrices que asumen el papel de Fenne (Lisa Smit) y Frea (Loes Haverkort) y que hacen de magníficas escuderas, por su ambientación , aunque no sea la más rigurosa, por el contexto de lucha entre los valores tradicionales entre nórdicos y animistas, que aquí está representados por la veterana Idwina ( Renée Soutendijk ) y la del empuje del cristianismo , algo que me remite a un libro, La Leyenda de Jaun de Alzate de Pio Baroja, pero no acompañada de coherencia histórica o de un guion ágil, algo que lastra la película que queda como un pasatiempo histórico, sin mucho más que ofrecer.
Es una pena que el artículo tenga imprecisiones en la redacción, y divague. Es lo mejor que he leìdo sobre el tema, no obstante. ¿Por qué nadie menciona la violencia en la imposición del cristianismo?
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