Hay que elogiar a los canales temáticos de cine, ya sea la Sexta 3, ya sea la Paramount Channel.
Me gusta más el primero que el segundo, pues encuentras obras buenas,
relativamente novedosas y, además, algo importante coherencia en las
películas o en los ciclos. Los martes hay una apuesta por el cine de terror, y este pasado martes le tocó el turno a Saw, una película que ha generado toda una eterna saga.
Saw , película que presenta como titulo en Hispanoamérica El juego del miedo a partir de la tercera entrega, o el Juego macabro es una película de terror / horror estrenada en 2004 y dirigida por el director australiano James Wan.
El
guión de esta película está firmado por él mismo en colaboración con su
amigo, el actor Leigh Whannell, también australiano. Este filme se
exhibió por primera vez en el Festival de Cine de Sundance en 2003 y un
año más tarde fue distribuida internacionalmente. Su intriga y sus
imágenes con una carga de suspenso psicológico son características de
esta película.
La producción estuvo controlada por Oren
Koules, Mark Burg y Gregg Hoffman, mientras que la fotografía lo fue
por David A. Armstrong. El montaje fue obra de Kevin Greutert. La música
fue obra de Charlie Clouser, Fear Factory, Pitbull Daycare y Front Line
Assembly.
Los
actores – para mí- unos auténticos desconocidos, salvo el caso de Danny
Glover. Los protagonistas son Leigh Whannell (Adam) , Cary Elwes (Dr.
Lawrence), Dina Meyer, Shawnee Smith, Monica Potter, Michael Emerson,
Tobin Bell, Cary Elwes Ken Leung, Alexandra Bokyun Chun Makenzie Vegas, Mike Butters, Paul Gutrecht, Benito Martínez.
La productora de esta película norteamericana de 100 minutos fue Lions Gate Entertainment e invirtió en ella 1 100 000 USD.
Adam
Faulkner-Stanheight (Leigh Whannell) despierta en una bañera llena de
agua. A uno de sus pies está atado el tapón y al levantarse, lo quita,
causando que una llave - que más
tarde jugará un importante papel - se vaya por el desagüe. Pero Adam no
está sólo, en el lugar hay alguien más, que ante los gritos de auxilio
de Adam enciende las luces, permitiendo a Adam ver que está encadenado a
una tubería en un indecente y sucio baño industrial subterráneo. Frente
a él y en su misma situación, se encuentra otra persona, el doctor
Lawrence Gordon (Cary Elwes).
En
medio del cuarto, y ante su horror, a cierta distancia de los
protagonistas, hay un cuerpo inerte, un aparente cadáver, con un disparo
en la cabeza, una grabadora en la mano derecha y una pistola en la izquierda. Pronto descubren que en sus bolsillos tienen unos sobres con sus nombres y unos cassettes con la palabra “reprodúceme- Play me” escrita en ellos. El doctor Gordon tiene, además, una bala y
una llave, que tras intentarlo no sirve para abrir las cadenas. Adam
con su camisa consigue la grabadora del muerto y reproduce los
cassettes. El mensaje es criminal: Lawrence debe matar a Adam antes de
las seis de la tarde, de lo contrario, su esposa y su hija serán
asesinadas y ellos quedarán allí encerrados hasta morir. El doctor
Gordon usó el retroceso automático y escuchó la frase "busca en el
corazón". Al apagar nuevamente la luz un momento descubre en el cuarto
un dibujo de un corazón. Por
su parte, Adam mira en el retrete este pero no encuentra nada, luego
mira en la cisterna, donde encuentra una bolsa con dos sierras. Lawrence
cree que quien los pudo encerrar allí es el asesino del puzzle,
conocido como Jigsaw, y le cuenta lo que sabe de él a Adam:
Hacía
cinco meses, los detectives Tapp ( Danny Glover) y Sing (Ken Leung)
encontraron el cadáver de un hombre, cuyo nombre era Paul, dentro de un
enjambre de alambre de púas con heridas de cortes. Una grabadora le
decía que debía encontrar la salida dentro de tres horas pasando por los
alambres, ya que hacía tiempo se había intentado suicidar cortándose las venas, o quedaría encerrado allí.
Días
más tarde, encontraron en una habitación oscura el cadáver calcinado de
otra víctima, llamada Mark, que despertó con una grabación que le decía
que habían inyectado veneno en sus venas, cuyo antídoto estaba en una caja fuerte.
Para abrirla se le daba una combinación que estaba escrita en las
paredes, en las cuales se encontraban cientos de números, debiendo
iluminarlas con una vela, sin acercarla a su cuerpo, ya que además
habían embadurnado su piel con una sustancia inflamable, y anotarlos. Al
fallar Mark se quemó vivo. Una compañera, la detective Kerry, halló un
bolígrafo en la escena, con las huellas dactilares del Dr. Gordon.
Tapp
y Sing llevaron a Gordon a la comisaría para interrogarlo,
considerándolo inocente. Pero antes de irse, le hacen escuchar el relato
de otra victima Amanda Young( Shawnee Smith), la única sobreviviente de
los juegos. Ella se despertó en una habitación con una máquina sobre su
cabeza. En una televisión un muñeco ventrílocuo le dijo que la máquina
le destrozaría la mandíbula en dos minutos, y que la única llave para
evitarlo estaba en el estómago de
su compañero de celda, quien aparentemente estaba muerto. Amanda cogió
un cuchillo, pero cuando se acercó descubrió que el hombre estaba vivo.
Sin embargo, decide salvarse ella misma, matando al hombre,
destripándole el estómago. El muñeco, montado en un triciclo, le dice
que muchas personas no valoraban su vida, pero que ella no lo volvería a
hacer. En la comisaría, Amanda dice a Tapp que era drogadicta y que
estaba agradecida porque gracias a Jigsaw y su juego, había superado su
adicción.
Nuevamente
en el baño, Adam nervioso lanza un objeto contra el espejo que rompe y
descubre tras de él un objeto que contiene una cámara de video.
Inicialmente no lo sabemos, pero es la que está usando el secuestrador
de la esposa e hija del doctor, ya que mientras él está en el cuarto de
baño, ha entrado a su casa y retenido a su mujer e hija. Lawrence
recuerda que esa mañana, Diana, su hija, antes de acostarse vio a un
hombre que la observaba desde dentro del armario. Pero él tras revisar
el cuarto y comprobar que no hay nadie, salió de la casa y no vio que
sucedía después, ya que despertó en el baño. Allí, sacó su billetera y
le pasó unas fotografías de la niña a Adam, quien dijo que era hermosa.
Gordon le dijo que detrás había una fotografía en la que estaban los
tres, pero allí en realidad había otra, en la que su esposa y su hija
están atadas y amordazadas, y una nota que decía: “La X marca el lugar del tesoro. A veces ves mejor con los ojos cerrados”. Pero Adam no le mostró la fotografía a su compañero.
En
un flash-back ( más tarde sabremos que eso) al ver el video de la
trampa de Amanda en la comisaría, los detectives Tapp y Sing descubren
una pista acerca de dónde fue filmada y se dirigen a una fábrica
abandonada de maniquíes. Encuentran allí al ventrílocuo, una maqueta de
la trampa del baño y a un hombre llamado Jeff, atado a una silla con dos
taladros manuales a pocos centímetros de sus sienes. En ese momento
entra Jigsaw a la habitación y los detectives se esconden. Mientras
Jigsaw habla con Jeff, salen Tapp y Sing, pero el primero activó
accidentalmente los taladros, que en veinte segundos perforarían el
cerebro de la víctima. Sing
busca desesperadamente la llave, mientras que Tapp lo ponía de rodillas.
Jigsaw dijo que estaba enfermo y estaba harto de la enfermedad que lo
devoraba por dentro, de modo que Sing disparó a los taladros. Entonces
Jigsaw tomó un cuchillo y le cortó el cuello a Tapp. Sing lo persigue,
hasta que al llegar al piso de abajo le disparó en la espalda. Jigsaw se
dejó caer engañando al detective, quien al dar unos pasos más pisó un
hilo que disparó cuatro escopetas sobre su cabeza, matándolo inmediatamente. A pesar de todo Tapp logró salir con vida de la fábrica.
En el presente, solo les quedan tres horas a los cautivos en el baño. Lawrence busca la X que decía el cassette y Adam recordando la nota, le dice que apague las luces. Descubren la X
pintada en la pared con pintura fosforescente. El doctor Gordon rompe
la pared con la sierra y descubre una cajita, que abre con la llave que
encontró en el sobre. En su interior hay dos cigarrillos, un encendedor,
un teléfono móvil y una nota
que le decía que no necesitaba un arma para matar a Adam. Gordon trata
de llamar a la policía, pero el teléfono solo permite recibir llamadas,
no hacerlas. Recordó que le pasó algo así antes de ser secuestrado en el
estacionamiento del hospital. Iba a llamar a la oficina para que le
abrieran el portón, pero ahí descubrió lo del móvil. Luego alguien con
una máscara de un cerdo le secuestró y lo drogó.
Lawrence
recuerda que la grabación dijo que el cadáver en el cuarto tenía veneno
en la sangre. Por eso la nota decía que no necesitaba un arma: podía
envenenarlo con un cigarrillo. Pero Gordon, incapaz de hacer una cosa
así, apaga las luces y le dice al joven que se acerque. Planea untar un
cigarrillo con la sangre, cambiarlo por uno normal en la caja y dárselo a
Adam. Éste simularía morir envenenado y así podrían salir. Pero cuando
se hace el muerto, su cadena recibe una descarga eléctrica. Los habían
descubierto.
Adam
recuerda que fue secuestrado mientras revelaba unas fotografías en su
apartamento (pues era fotógrafo). Le muestra entonces a Lawrence la foto
de su familia atada y amordazada. Al rato, suena el teléfono y es la
esposa del doctor, quien le dice que no crea las mentiras de Adam.
Cuando Gordon lo interroga, Adam revela que fue contratado por alguien
llamado Bob, para fotografiarlo por 200 dólares por la noche. A
continuación le muestra las fotos que le tomó esa noche y que había
encontrado en la bolsa con las sierras. Adam le dice que la noche
anterior lo siguió hasta un hotel, donde Lawrence engañaba a su esposa
con una estudiante de medicina de su hospital. Es decir que Lawrence no
fue secuestrado en el estacionamiento de un hospital, sino de un hotel.
Fue elegido por Jigsaw por engañar a su esposa y mentir.
Dando
la descripción física del contratante, descubre que fue Tapp quien
contrató a Adam para fotografiar al doctor, convencido de que éste era
Jigsaw. En medio de la discusión, ambos observan que el tiempo ya se les
acabó. Ya habían pasado las seis horas.
En
casa de Gordon, el secuestrador, al observar que el tiempo expiró,
apaga la cámara y toma su pistola dispuesto a cometer el asesinato.
En
una de las fotografías que Adam tomó a Gordon cuando salía de su casa,
había un hombre asomado por la ventana. Cuando pregunta al doctor si
había alguien más en su casa, él contesta que no, de modo que ambos
deducen que debe ser Jigsaw. Al ver la fotografía, Gordon reconoce a Zep
Hindle, un enfermero en su hospital, que había aparecido fugazmente en
la película cuando en el flash-back se ve al doctor recibiendo a un
grupo de jóvenes estudiantes y al doctor visitando a un enfermo que era
valorado por su enfermero.
En
su casa, efectivamente era Zep quien se disponía a matar a Diana y a
Alison, a quien obliga a llamar a su esposo para decirle que falló. Sin
embargo ella había logrado desatarse las manos y quita la pistola a Zep.
Llama a Gordon, quien se disculpa. Luego intenta desatar a su hija,
pero Zep intenta quitarle la pistola y se producen disparos, que
Lawrence oye al otro lado del teléfono.
Cuando
Tapp – que vigila la casa sospechando del doctor- oye los disparos,
corre hacia la casa, dispuesto a atrapar a Jigsaw. Mientras, Alison y
Zep luchan por el control del arma. Ella logra clavarle unas tijeras en
la pierna al mismo tiempo que entra el ex-detective. Las mujeres logran
escapar, al tiempo que Zap rompe un jarrón en la cabeza de Tap y huye
dispuesto a matar a Gordon.
Mientras
en el baño, el doctor recibe una descarga eléctrica. Adam cree que
murió y empieza a arrojarle unas piedras, pero Gordon despierta
histérico y pálido, maldiciendo y gritando. El teléfono móvil suena,
pero él no es capaz de alcanzarlo. Entonces, desesperado se ata la
camisa al pie y se la pone en su boca. Toma la sierra y comienza a
amputarse su pie, haciendo caso omiso a las súplicas y gritos de Adam.
En
la calle, Tapp persigue a Zep en sus respectivos vehículos, hasta que
llegan – primero uno, y luego otro, a una fábrica abandona en las
afueras de la ciudad. Tapp sigue a Zepp por los túneles de las
alcantarillas del complejo. En los túneles el ex detective alcanza a
Zep, pero cuando pelean por la pistola, Zep se desliza por debajo y le
dispara en el pecho, matándole. En el baño, mientras, Gordon se arrastra
hasta la pistola, y la carga con la bala que encontró en el sobre. Le
dijo a Adam que debía morir y le dispara.
Mientras,
vemos que la familia de Gordon estaba tranquila en su casa, haciendo la
denuncia a la policía. Afortunadamente ya estaban a salvo.
Entonces
Zep Hindle entra al baño, diciendo que era demasiado tarde y que debía
matar a Lawrence. En ese momento, Adam se levanta y lo tira al suelo:
Lawrence solo le había disparado en el hombro. Adam le quita la pistola
de las manos y le golpea en la cara con la tapa del retrete hasta
matarlo.
Gordon
dice que irá a pedir ayuda, a pesar de haber perdido mucha sangre. Adam
busca una llave en los bolsillos de Zep, encontrando únicamente una
grabadora similar a la que ellos ya tenían. Descubre entonces que Jigsaw
inyectó a Zep un veneno de acción lenta en las venas, cuyo antídoto
daría solo si mataba a la familia de Gordon en caso de que él fallara su
prueba.
Entonces
Adam descubre que Zep no es Jigsaw, y contempla como el “cadáver” en el
medio del cuarto se levanta. El muerto era el mismo Jigsaw, quien había
estado todo el tiempo supervisándolos y dándoles descargas eléctricas.
Jigsaw era un paciente del doctor Gordon que padecía cáncer y al que le
quedaban pocos meses de vida.
Jigsaw
confiesa a Adam que la llave de su cadena está en la bañera, y el
fotógrafo recuerda un aparato luminoso que se fue por el desagüe: la
llave que abriría las cadenas. Adam intenta dispararle con la pistola de
Zep, pero éste usa el mando para darle una descarga eléctrica.
Finalmente, Adam grita de desesperación mientras ve cómo Jigsaw se
marcha después de haber arrojado su única salvación apagando las luces
mientras decía : "¡Fin del juego!". Fin de la película
Dice la Wikipedia que los australianos y hasta entonces desconocidos Leigh Whannell y James Wan estudiaron
Audiovisuales en Melbourne Institute of Technology, se hicieron amigos
inseparables y soñaban con hacer una película juntos. En 2002 decidieron
poner manos a la obra y se inventaron una historia para una película.
Ambos tenían claro que si querían llamar la atención necesitaban una
historia que resultase atractiva e impactante a ojos del público, así
que se decidieron por una historia en la que se desarrollaran una serie
de asesinatos en serie. A Leigh y a James se les ocurrió comenzar con
dos hombres encadenados en un baño con un cadáver en medio y sin saber
qué diablos había pasado; así nació Saw. Una vez tuvieron la historia
Leigh escribió el guión y lo enviaron a varias productoras australianas,
sin ningún éxito.
Su
agente entonces envió el guión a un productor estadounidense. Leigh y
James se decidieron a jugarse todas las cartas y juntando todo el dinero
que había ahorrado Leigh con sus trabajos rodaron un corto de 8
minutos, el primer Saw, con una de las escenas de la película, dirigido
por James y con Leigh de actor, recreando la escena de la trampa de oso.
Viajaron a Los Ángeles a buscar fortuna, y la encontraron, creando una
de las franquicias más productiivas de estos últimos 8 años.
La
productora americana Evolution se quedó impresionada con lo que vio y
les dio una oportunidad. No sólo les dio dinero para seguir adelante,
sino que además les permitió mantener a James en la dirección y a Leigh
en el guión y actuación, y les consiguió a dos actores de renombre como
Cary Elwes, Dina Meyer y sobre todo Danny Glover. Saw se rodó en el increíble tiempo de 18 días y aunque
en un principio Saw iba a estrenarse directamente en videoclubs, la
buena acogida que recibió en los festivales de Sundance y Toronto
propició que se hiciera un estreno por todo lo alto en el cine, en
octubre del 2004, consiguiendo un gran éxito.
No sólo las imágenes y la historia fueron impactantes, la música también. Saw es
el nombre de la banda sonora de la película de mismo nombre. Fue
lanzada el 5 de octubre bajo el sello discográfico Koch. La música está
compuesta por – para mí un desconocido Charlie Clouser, ex integrante de
Nine Inch Nails, y el tema principal se llama Hello Zepp. Esta entrega
de la banda consiste en 14 temas, 9 de los cuales son compuestos por
Clouser. El resto están compuestos por artistas como Front Line
Assembly, Fear Enemy, Enemy, Psychopomps y Pitbull Daycare.
La
críticas a la película de la prensa internacional fueron generalmente
elogiosas. Por ejemplo, Roger Ebert en el Chicago Sun-Times dijo: "Un
thriller eficientemente realizado, vivazmente horripilante, pero
finalmente no merece del todo la pena la terrible experiencia por la que
nos hace pasar.". Por su parte, Stephen Holden en el The
New York Times señalaba: "Hace un trabajo apreciable al transmitir el
pánico y la indefensión de hombres aterrorizados por un sádico en un
ambiente degradante, pero no da especialmente miedo."
En España José
Manuel Cuéllar del Diario ABC afirmaba: "No es fácil, pero a veces
sucede. Te sientas, se apagan las luces y en el primer fotograma ya te
han golpeado la cara. (...) se convierte en un rompecabezas que te
atrapa dentro y no puedes salir. (...) Y, por fin, un desenlace a tono
con el perfil de la obra, sorprendente (...). Más crítico Javier Ocaña
en el Diario El País afirmó:”Wan es un listo con todas las letras. Los
giros de la trama son tan originales como tarados y el seguidor de este
tipo de productos se va a reír de asuntos que no tienen la más mínima
gracia. Sin embargo, Saw contiene errores (...) cuando saca la acción al
exterior del cuarto de baño decae muchos enteros."
Saw es una obra sorprendente. Con sus errores y efectos temporales que a veces chirrían pero que nos
hace sentir miedo, repulsión, espanto, y que permite tener el corazón
en un puño. Saw consigue que participes de sus angustias, de sus miedos,
te hace pensar que harías tú en una situación que te lleva al límite. Es una película en ese sentido entretenida y que presenta un nuevo concepto del miedo.
"Saw"
fue, por lo tanto, una película novedosa ya que todo gira alrededor de
la figura del asesino, una persona invisible a los ojos de sus víctimas y
que, sin embargo, es capaz de controlar la situación y ejecutar su
macabro juego sin mancharse las manos de sangre. Un asesino astuto y con
una bizarra moralidad que se encargará de juzgar a sus víctimas y
hacerles ver como han derrochado sus vidas hasta entonces, obligándoles a
su víctimas a jugar a un juego en el que perder se paga con la muerte,
ha llegado el momento de rectificar y luchar por vivir.
Aparentemente Saw es
una de esas películas que transcurren en tiempo real (con idas y
vueltas al pasado para fundamentar gran parte de la historia) lo cual le
dan al film mas suspense e interés. Un film que a mucha gente recordó a
Seven o incluso a Cube en la que el “asesino” no mata a sangre fría,
sino que hace que sus víctimas terminen asesinándose por sus propios
medios.
Son
muchas las diferencias entre Seven y Saw. Con la segunda el espectador
puede involucrarse, fundirse con los personajes, reflexionar sobre de la
temática central de la película, que es el instinto primario del
hombre: la supervivencia, entrelazada estrechamente con su antítesis
(que es la autodestrucción, el desprecio a la vida, que en todos los
casos mostrados se demuestra falso, inconsciente, cuando las víctimas se
hallan entre la espada y la pared).
El
desenlace, más que brillante, es perfecto. Ni le sobra ni le falta
nada. Es más que admirable la capacidad de sorprender, más aún en una
película que carece de utilizar primeros planos o sobresaltos y de dotar
de protagonismo a lo que acontece en segundo plano... Por otra parte,
el uso de la banda sonora que acompaña a ese último minuto es
formidable. Muchos podrían aprender de ese inteligente juego de luces
cegadoras, oscuridad absoluta, música, silencio y sonidos humanos,
especialmente en los créditos finales en lo que todo se funde con la
historia misma. Y recordad, Saw significa Sierra, por algo será.
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