El
año pasado se cumplieron los 50 años de un musical. Lo escuché por la
radio, y acompañando a la noticia, su música. ¿Quién no ha puesto en su
boca alguna vez el nombre de María y no ha tarareado?Esto es aplicable a cualquiera de la canciones que componen este musical que refleja el conflicto en la cara oeste e Nueva York.
West Side Story, también conocida como Amor sin barreras
en Hispanoamérica - afirma Terence Moix en su Historia del Cine ,
publicada para el ABC, que también en España- , es un film
estadounidense de 1961, del género musical, realmente es un drama
inspirado en la obra de Shakespeare, dirigido por Robert Wise y Jerome
Robbins. La pelíula surge cuando el espíritu musical de la Metro parecía
perdido en la sensiblería y en los excesos "kitsch". La aparición de
esta historia del West Side abría las puertas de la modernidad a este
género en dos frentes: el de las innovaciones coreográficas de Jerome
Robbins y el de franqueza en los personajes marginados.
Para ello Wise y Robbins contaron con dos ayudantes de dirección de peso: Robert
E. Relyea y Jerome M. Siegel. La producción estuvo en manos de Robert
Wise, aunque el diseño de la misma fue obra de Boris Leven. Para todo
ello contaron con el apoyo de la productora The Mirisch Corporation y la Seven Arts Productions. La distribución recayó en la United Artists.
El guión fue obra de tres mentes pensantes: Ernest Lehman, Arthur Laurents y Jerome Robbins. El maquillaje estuvo en manos de Emile Lavigne. Por su parte la fotografía fue obra de Daniel L. Fapp. El montaje correspondió a Thomas Stanford. Por su parte, el vestuario fue creación de Irene Sharaff y los efectos especiales fueron de Saul Bass y Linwood G. Dunn.
Está protagonizado por Natalie Wood, Richard Beymer, Rita Moreno, George Chakiris y Russ Tamblyn en los papeles principales.
Está basado en la obra musical del mismo nombre, inspirada a su vez en la obra de teatro Romeo y Julieta
de Shakespeare. La Verona renacentista es ahora un suburbio
neoyorquino, y las familias ya no son nobles de prestigio, sino pobres
irlandeses e inmigrantes puertorriqueños. La música lejos de ser
renacentistas fue compuesta por un director clásico y cautivador,
Leonard Bernstein, mientras que los textos o las letras de las
canciones, ya no son de Shakespeare, sino que tienen como padre putativo
a Stephen Sondheim.
La
película fue ganadora de diez Óscar: mejor película, mejor director,
mejor actor de reparto (George Chakiris), mejor actriz de reparto (Rita
Moreno), mejor dirección artística, mejor música, mejor fotografía,
mejor sonido, mejor vestuario, y mejor montaje, y además fue candidata
al mejor guión adaptado. Obtuvo igualmente el Globo de oro en ese año 1961 a la mejor película musical, al igual que el premio del Círculo de críticos de Nueva York a la mejor película.
Como he señalado anteriormente el argumento está basado en la historia de Romeo y Julieta, de W. Shakespeare, pero adaptada a los tiempos modernos. Está ambientada en Nueva York, y en los años cincuenta. Allí dos bandas de jóvenes / adolescentes de diferente origen étnico se enfrentan, los Sharks, o Tiburones
como son llamados en la versión que he visto (en VHS y procedente de la
colección la historia más grande jamás contada), inmigrantes
puertorriqueños, y los Jets, estadounidenses de origen irlandés, que son blancos pero pobres. Los "sharks" serían los Capuleto, los "Jets" los Montesco y Verona el barrio de Nueva York.
Realmente la película comienza con un silbido,
antes de que veamos ninguna imagen, suena en la sala de cine; a partir
de ahí, unas imágenes en picado de la ciudad de Nueva York avanzando
hacia barrios más pobres, hasta que la cámara, que no volverá a alzar el
vuelo, se queda a un ras de tierra, y desde esa altura, con un empleo
del cinemascope espectacular, desgranará una historia donde la violencia
sólo conduce al dolor, a la muerte y al odio entre ambos
grupos que son rivales y viven en disputas por el control del barrio,
lo “único que tienen” dicen en un momento de la película.
El conflicto surge cuando María (Natalie Wood), hermana del jefe de la pandilla puertorriqueña, Bernardo (George Chakiris) y Tony (Richard Beymer) un ex miembro de los Jets, se enamoran.
El
tema trágico, la música sofisticada, amplias escenas de baile callejero
y la atención prestada a los problemas sociales marcaron un giro
decisivo en el musical estadounidense. La partitura de Bernstein para el
musical se ha hecho muy popular; incluye "Something's Coming", "María",
"América", "Somewhere", "Tonight", "Jet Song", "I Feel Pretty", "A Boy
Like That", "One Hand, One Heart", "Gee, Officer Krupke" y "Cool".
Especilamente trascendentes son la ya aludida María, al igual que
América y Tonight. Buena, grandiosa el Gee, Officer Krupke.
La idea de la película parte de la comedia musical homónima, West Side Story, que se
estrenó en 1957 en Nueva York y alcanzó un gran éxito. El espectáculo
partía de una idea original del coreógrafo Jerome Robbins, desarrollada
en estrecha colaboración con el compositor Leonard Bernstein, el
guionista Arthur Laurents, el letrista Stephen Sondheim, y el
escenógrafo Oliver Smith. La producción teatral recibió una nominación a
los premios Tony como mejor musical pero el premio se lo llevó la obra
de Meredith Willson The Music Man. Ganó un Tony en 1957 por la
coreografía de Robbins. El espectáculo tuvo una representación aún más
larga en la producción londinense, una serie de reposiciones y
producciones internacionales. La producción inspiró la premiada película
de 1961.
El
musical fue innovador: por los bailes del coreógrafo Jonnhy Green, que
forman parte de la acción dramática; por la música muy variada de
Bernstein (ritmos latinos, jazz, canciones de amor de gran belleza
melódica...) y por la temática.
Robert
Wise, montador de películas cómo "Ciudadano Kane", se metió de lleno en
la dirección con "La venganza de la mujer pantera", pero saltó a la
fama mundial y a su reconocimiento académico con este magnífico musical.
Junto a Jerome Robbins dirigieron y coreografiaron la película. Logran
grandes escenas musicales que han pasado a la posteridad y han servido
de ejemplo a otros musicales ("Hair", "Grease" o "Sweeney Todd, este
último su versión teatral también es de Stephen Sondheim) o para copiar
sin demasiada gracia ("Hairspray" y "High School Musical 3"). Además,
ambos logran un clímax de tensión (la rivalidad entre las bandas a lo
largo de todo el film), de dramatismo (no edulcorado, sino real y
costumbrista) y de música vibrante, frenética, romántica y muy bailable.
Wise y Robbins hacen unos maravillosos números musicales que han pasado
a la posteridad, que todos retienen en su memoria y que son un hito del
género. Un magnífico espectáculo visual.
Nunca
un musical había hecho llorar, reír, emocionar, cantar, dar ganas de
bailar y, además, haciendo hincapié en la violencia por la violencia que
no conduce a ninguna parte, sólo al dolor, el odio y la muerte.
Alguien ha comentado que “West
Side Story” son dos películas. Una, la dirigida por el coreógrafo J.
Robbins (toda la parte musical); y otra, la dirigida por R. Wise (todo
el nudo argumental que adapta la historia de Romeo y Julieta). Lo cierto
es que esas dos partes, de existir, se abrazan a la perfección en este
musical clásico, pero atípico por su sentido social y racial.
Tres son las canciones que lograron alcanzar una fama enorme: María, Tonight y la de America. En esta última se contraponen
las dos visiones de los emigrantes al llegar a Estados Unidos: la
ilusión por la libertad, la modernidad y el consumismo, y por otro lado
el desengaño ante la marginación racial y la pobreza.
"América"
representa el sueño / la pesadilla americano/a: las portorriqueñas ven
la cara positiva; los hombres sus limitaciones y engaños. Todo ello
expresado con una canción alegre, un baile divertido, y una letra
amarga.
La puesta en escena de la canción America
se sitúa en una azotea donde los miembros de la pandilla puertorriqueña
Sharks y sus novias charlan sobre su vida en Estados Unidos.
Otras
hablan de auténticos dramas de la ciudad. En "Gee, Officer Krupke!" se
refleja el problema de los chicos de la calle: con madres prostitutas y
padres borrachos. Y los chicos cantando, burlándose de la policía, la
justicia, los psicólogos y la asistencia social. Reafirman su identidad,
son lo que son porque quieren.
En cuanto la orquestación comentar que la partitura de West Side Story
fue creada y orquestada por el propio Bernstein, con la ayuda de Sid
Ramin e Irwin Kostal. El número de músicos requerido para una
interpretación apropiada de la pieza está entre los más altos del
repertorio de teatro musical. La partitura necesita de cinco
instrumentistas de viento-madera (cada uno encargado de varios
instrumentos), siete metales, cinco percusionistas, un teclista, un
guitarrista y doce instrumentistas de cuerda. En total, son necesarios
30 músicos para interpretar la partitura tal cual fue escrita por el
compositor.
Los
números musicales están a la altura de los grandes clásicos de los
cuarenta y cincuenta: "Cantando bajo la lluvia", "Un americano en
París", o de los setenta como "Cabaret"-; todos ellos excelentemente
coreografiados, magistralmente compuestos La dirección artística, el
vestuario, el sonido y el montaje (más de dos horas) ayudan a redondear
uno de los mayores musicales de la historia del cine. Las coreografías
espectaculares, de esas que se te quedan grabadas por la vitalidad
contagiosa que tienen.
Las escenas musicales del mismo me parecen las escenas mejor rodadas de la Historia
del Cine, no solo por las excelentes coreografías y la magnífica
música, sino porque el encuadre urbano como escenario. La escena inicial
es portentosa en ritmo transmitido con el chasquido de los dedos.
Desde
el punto de vista fotográfico, creo recordar que se grabó en Panavision
- Technicolor, estamos ante una película muy colorista que he tenido el
gusto de ver. El vestuario y los decorados resaltan de manera
portentosa, impresionando los sentidos de manera indescriptible y con un
gusto exquisito. La cerca de un película "pop.
Las canciones que escuchamos son el largo Prologue, la Jet Song,
Something's Coming, Dance At The Gym, Maria, America, Tonight, Gee,
Officer Krupke!, I Feel Pretty, One Hand, One Heart, Quintet, The
Rumble, Cool, A Boy Like That & I Have A Love y Somewhere (Finale).
Como
curiosidad señalar que Elvis Presley tuvo la oportunidad de representar
el papel de actor principal; pero su manager le disuadió de la idea.
Cuando vio la cantidad de Óscar que se llevó el musical, se arrepintió.
En
un principio, los productores no habían pensado en Natalie Wood para el
papel de María. Wood estaba ocupada trabajando en el rodaje de Esplendor en la hierba
(1961) con Warren Beatty, con quien mantenía un romance en aquel
momento. Fue Beatty el que se presentó al casting para el papel de Tony,
siendo Wood la que leía el papel de María como favor. Irónicamente, los
productores se entusiasmaron con la interpretación de Wood pero
rechazaron a Beatty.
Inicialmente, el argumento de West Side Story
iba a centrarse en las diferencias entre judíos y católicos, pero
después de leer una noticia en el periódico sobre los enfrentamientos
entre pandillas puertorriqueñas e irlandesas en Nueva York, Bernstein y
el libretista Laurents cambiaron de idea y con ella el estilo de la
música, ya que introducen muchos ritmos y bailes latinos.
Muchos
de los escenarios donde se rodó la adaptación cinematográfica de 1961
eran decorados, en total 37. Algunos exteriores se rodaron en un barrio
de Nueva York que iba a ser demolido como se ve al inicio de la película
en la canción Jet song o en la parte final de la película. Los
decoradores tuvieron que transformar fachadas, poner ventanas,
escaparates, anuncios, etc. para recomponer las calles.
Ninguno de los dos protagonistas principales (María y Tony) de la versión cinematográfica de West Side Story
(Natalie Wood y Richard Beymer) sabía cantar ni bailar, por lo que se
redujeron sus escenas de baile y fueron doblados en las canciones.
De
la película dijo Fernando Morales en el Diario El País que era una
"Historia de amores pandilleros premiada con varios y merecidos Oscars".
Con todo creo que es mucho más que esto, y no sólo por combinar drama y
danza como dice Álvaro del Amo en la carátula del VHS, sino por estar ante una gran película.
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