Saw
II es una película norteamericana estrenada en el 2005 que se encuadra
en el género de terror y la primera secuela de la película Saw. Fue
dirigida y escrita por los australianos Darren Lynn Bousman en
colaboración del co-escritor de la primera parte, y Leigh Whannell.
Como
hemos dicho la dirección correspondió a Darren Lynn Bousman, mientras
que la producción fue de Mark Burg, Gregg Hoffman y Oren Koules quienes
invirtieron 4.000.000 de dólares ($) para la productora Lions Gate
Entertainment. El guión lo firmó el propio director Darren Lynn Bousman y
viene a ser tan complejo como el primero, también formado por Leigh
Whannell.
La
música es de Charlie Clouser, Marilyn Manson, Papa Roach y Buckethead.
La fotografía estuvo a cargo de David A. Armstrong, mientras que del
montaje se encargó Kevin Greutert.
Los actores protagonistas son Tobin Bell (Jigsaw / John Kramer), Shawnee
Smith (Amanda Young), ambos procedentes de la película inicial.
Igualmente participan el detective Eric Matthews (Donnie Wahlberg), Erik
Knudsen como su hijo Daniel Matthews; el brutal Xavier interpretado
por Franky G; la compañera de suplicio de Daniel, Addison Corday que es
realmente Emmanuelle Vaugier. Participan igualmente Dina Meyer
(Detective Allison Kerry) , Glenn Plummer (Jonás), Beverley Mitchell (Laura), Timothy Burd (Obi), Lyriq Bent como el Sargento Rigg, Noam Jenkins como Michael, Tony Nappo (Gus), John Fallon (Tech), Leigh Whannell (Adam Stanheight)
La
película se inicia cuando Michael Marks, una especie de delator
policial, despierta en una habitación solo, semidesnudo, con un ojo
lastimado y un dispositivo alrededor de su cuello similar a un casco
metálico dividido en dos con clavos en su interior. La televisión se
enciende y aparece el títere Jigsaw, quien le explica (mostrándole
imágenes de Rayos X) que tiene sólo un minuto para perforar su ojo con
un bisturí y sacar la llave de la máquina que lo libraría de una muerte
segura.
Al
ser incapaz de cortarse el ojo, Michael grita ayuda desesperadamente
hasta que el dispositivo se cierra haciendo que los clavos entren su
cabeza, rostro y cráneo. El hombre muere.
En
paralelo encontramos como el detective Eric Mathews está sacando a un
joven de una comisaría. A la salida de la misma, Eric echa en cara a su
hijo que deje de meterse en líos, mientras el hijo le reprocha que habla
más como policía que como padre.
Al
llegar la noche, el detective Eric Mathews, arrepentido por ser tan
severo con su hijo adolescente, decide disculparse con su hijo pero a
pesar de llarle no logra contactar con él. Con todo es interrumpido por
la detective Kerry, quien le informa sobre otra víctima de Jigsaw. En la
escena del crimen, el cadáver resulta ser Michael, revelándose que se
trataba de un informante del detective Eric. Además de que en la escena
del crimen también encuentran una pista, una pintada en el techo, que
involucra al detective Mathews.
En
la comisaría, Eric, tras recordar un detalle en el video de Jigsaw,
resuelve el acertijo y localiza la guarida del salvaje y maalvado
Jigsaw. Junto a un escuadrón y la detective Kerry los policías llegan
hasta una fábrica abandonada que resulta ser la guarida secreta de
Jigsaw. En dicha fábrica, uno de los policias cae herido, aunque de
inmediato el asesino sorprendentemente no opone resistencia y se deja
capturar. Sin embargo, al ser arrestado el maniático les advierte que
deben preocuparse más bien por otra cosa, señalando una segunda
habitación. Kerry se dirige a la habitación encontrando un reloj en
cuenta regresiva y unos monitores que trasmiten en vivo a ocho nuevas
víctimas encerradas en una habitación, entre las cuales se encuentra
Daniel, el hijo de Eric.
Kerry
le sugiere a Eric que acceda a las exigencias del asesino (básicamente
hablar con él a solas), mientras el equipo se encarga de descubrir el
origen de las transmisiones y resolver el enigma detrás del reloj
inverso. Jigsaw, quien prefiere ser llamado “John”, le explica a Eric
que su juego sólo consiste en quedarse con él y esperar a que el tiempo
se termine. Durante su conversación, Jigsaw indaga incansablemente en el
carácter algo brutal del detective, tratando al parecer de que éste
comprenda por qué actúa como lo hace en su vida y de que trate de
comprender, a través mayormente de metáforas y razonamientos, un poco lo
que ha significado para el ver tan distorsionada su vida, todo
acompañado de unas pocas aseveraciones morbosas, tanto en sentido
directo como figurado. Da a entender al detective que no merece
recuperar a su hijo porque lo único que lo mueve a intentarlo son sus
propios intereses; cosa que según Jigsaw se demuestra en que sólo al
verlo a punto de morir en esa casa se preocupa por él, ignorando todo lo
que había sufrido antes de llegar allí. Pero el detective, preocupado
por el bienestar de su hijo, se dirige a ver qué sucede en los
monitores.
En
la casa abandonada y en una sala las ocho víctimas intentan descubrir
lo que sucede, pero una de ellas, quien resulta ser Amanda, víctima a la
que conocimos en la anterior versión de Saw, es la que encuentra la
cinta de Jigsaw. La siniestra voz les explica a las personas que la casa
está cerrada y que se abrirá en tres horas, pero que el veneno tóxico
que respiraron mientras dormían los matará en dos, de manera que el
grupo debe recolectar los antídotos escondidos en la casa. Si bien en un
principio el grupo se negó a seguir las reglas, al descubrir que
quebrantarlas significaría su muerte las víctimas se abren paso por la
casa pasando por diferentes habitaciones llenas de trampas para alcanzar
los antídotos. Lo comprueban de inmediato cuando uno de ellos utiliza
una llave que no sirve para abrir la puerta. Un disparo al ojo pone fin a
su vida.
No
obstante, dicha experiencia solo los reduce en número y la evidente
falta de confianza entre todos crece hasta que el grupo se divide.
Conforma avanza por el edificio van cayendo en parte por la propia
brutalidad del grupo. El grupo en el que se encuentra Daniel descubre
que la razón por la que fueron reunidos por el asesino es porque todos
fueron atrapados por el mismo detective: Eric Mathews, quien los
incriminó cruelmente de tráfico de drogas, llegando incluso a falsear
evidencia con el fin de atraparlos.
De
regreso en la sala de centro, el más violento de las víctimas llamado
Xavier, se entera de que uno de los tantos acertijos de Jigsaw
relacionado con la combinación de una caja fuerte detrás de las mentes
de todos es literal. En consecuencia el hombre comienza a escudriñar
inmoralmente los cadáveres de sus fallecidos compañeros y a asesinar
cruelmente a los vivos con el fin de conseguir todos los números de los
fallecidos. El de hecho se convierte en un auténtico exterminador
poniendo fin a la vida de varios de sus compañeros de cautiverio (golpes
con palos de pinchos, cuchillos,etc…). Alguna muere desangrada (una
yonqui) intentando recuperar el
antídoto, otros por efectos del gas. Hasta que solo quedan Daniel y
Amanda, quienes se ven en la obligación escapar de él.
El
detective Eric completamente desesperado por ver dichas escenas,
comienza a golpear y torturar a Jigsaw, mientras este no vacila en
seguir tratando de herir sus sentimientos, hasta que el asesino,
finalmente aprisionado y a punto de que Eric lo mate, le sugiere la
oportunidad de ir hasta la casa pero con la condición de ir ambos solos y
en secreto. El detective acepta y los dos se dirigen hasta la casa
abandonada.
De
regreso en la casa, Daniel y Amanda descubren una puerta secreta y tras
escapar por esta, ambos llegan hasta el mismo baño de la entrega
anterior, topándose con el cadáver momificado de Zep, y el supuesto
cadáver de Adam y la pierna de Dr. Gordon en putrefacción. Xavier
finalmente aparece en el mismo baño preparado para matarlos y después de
comprender que él tiene grabado igualmente un número, decide cortarse
una parte de su nuca con tal de descubrir su propio número. Cuando
culmina esta atrocidad es asesinado por un Daniel que parece que había
muerte por efectos del gas.
El
escuadrón policíaco descubre el origen de la señal y se dirigen hasta
el mismo lugar. Pero al llegar los policías descubren que las
“transmisiones en vivo” no eran otra cosa más que videos
reproduciéndose. En la fábrica abandonada, el tiempo marcado en el reloj
se acaba y una caja fuerte existente en la misma se abre. En su
interior se encuentra un desconcentrado Daniel.
Mientras,
Mathews y Jigsaw llegan a la verdadera casa abandonada y, una vez
adentro, Eric llega al mismo baño pero allí solo encuentra una persona
con máscara de cerdo quien le pincha y lo seda. Al despertar Eric
descubre que está encadenado y una cinta con la voz de Amanda quien le
explica que perdió su juego con Jigsaw, además de revelarse como la
aprendiz y sucesora del mismo. Acto seguido aparece Amanda, quien
encierra a Mathew tras declarar “Fin del juego”. La última escena
muestra a un Jigsaw desfigurado en el auto de Eric sonriendo.
La
película como vemos sigue el hilo de la primera, con menores sorpesas e
igual brutalidad. Por lo que una semana más tarde, y en la Sexta 3, vimos más de lo mismo, pero en su segunda parte.
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