La tercera película de Luis Buñuel en México fue toda una bofetada a la pobreza real y miseria que existía en la capital mexicana y en las grandes ciudades del mundo. Pero realmente fue mucho más que eso .
Fue la película que convirtió definitivamente a Buñuel en un CINEASTA en mayúscula, porque con ella abrió y "normalizó" su carrera como director.
Me explico.
En sus inicios Buñuel fue un director de corrientes influenciado por el Surrealismo, aunque el surrealismo nunca le abandonó a él ni a su cine; después Buñuel, fue el director del cine documental comprometido, ligado a un cine de corte dialécticamente marxista visible en ese documental de Las Hurdes que describía de forma algo exagerada la dura realidad de la comarca cacereña.
Tras eso Buñuel dejó la dirección y se convirtió en productor de la empresa española Filmófono, con más o menos fortuna. Y tras la guerra civil Buñuel marcha al exilio descubre que no hay sitio para él en Hollywood, pero sí, en México.
La aventura mexicana de Buñuel empezó mal.
Dirigir una obra para la gloria de Jorge Negrete como Gran Casino no es una labor que se le diera bien, y no se le dio. Sin embargo, todavía sin estrenar su segunda película que sí será todo un éxito, El gran Calavera, recibe un encargo envenenado de parte de un importante productor, Óscar Dancigers, del país azteca: el productor le propuso que dirigiese una nueva película sobre los niños pobres de México. Así nació Los olvidados.
Y esta película fue una muestra del genio de había en el turolense. La película fue escrita y dirigida por Luis Buñuel. El proyecto inicialmente se llamaba La Manzana Podrida y en principio estaba previsto que la dirigiera el actor Fernando Soler y que iba a ser el protagonista masculino, pero cuando pasó a Buñuel que era director sustituto no tenía inicialmente a ningún actor de peso, aunque contaba con Stella Inda, Miguel Inclán y Alfonso Mejía. Tenía limitaciones de presupuesto y de duración de rodaje, dos semanas.
El elegido como protagonista era un chico sin apenas trayectoria, pues sólo había sido extra o corista , como se dice por allá, en alguna película y había audicionada para una película de Tin Tan . Ese día se enteró que había un casting para un director llamado Luis Buñuel. El chico se presentó leyó una sola linea del texto que decía "Aquí es el que me la hace me la paga" y el papel fue para él. El chico era Roberto Cobo, aunque pasará a la historia de cine como "El Jaibo". Tenía su ventaja era natural de un barrio pobre de la capital: Garibaldi.
El elegido como protagonista era un chico sin apenas trayectoria, pues sólo había sido extra o corista , como se dice por allá, en alguna película y había audicionada para una película de Tin Tan . Ese día se enteró que había un casting para un director llamado Luis Buñuel. El chico se presentó leyó una sola linea del texto que decía "Aquí es el que me la hace me la paga" y el papel fue para él. El chico era Roberto Cobo, aunque pasará a la historia de cine como "El Jaibo". Tenía su ventaja era natural de un barrio pobre de la capital: Garibaldi.
Luis Buñuel tuvo como ayudante de dirección a Ignacio Villarreal quedando la producción en manos del referido Óscar Dancigers,al que se suma Sergio Kogan, Jaime A. Menasce y como productores ejecutivos Federico Amérigo . Todo para la productora Ultramar Films siendo la distribución
Entertainment One Films
El guión fue escrito por Luis Buñuel y Luis Alcoriza, que desde ese momento colaboran intensamente, más Max Aub , Juan Larrea y - inicialmente, muy a su pesar, Pedro de Urdimalas
En cuanto a la música esta correspondió a Rodolfo Halffter y Gustavo Pittaluga siendo el sonido responsabilidad de José B. Carlos y Jesús González Gancy.
La labor de maquillaje fue de Armando Meyer siendo la fotografía del gigante mexicano Gabriel Figueroa- lo cierto es que tanto Figueroa como Alcoriza se volvieron desde entonces colaboradores habituales del español- . La labor de montaje fue para Carlos Savage y la escenografía de Edward Fitzgerald
En cuanto al reparto por prestigio lo asumen Stella Inda (La madre de Pedro) y Miguel Inclán (Don Carmelo, el ciego) , pero a esto se le suman el grupo de menesterosos encabezados por Alfonso Mejía (Pedro), Roberto Cobo (El Jaibo) , Alma Delia Fuentes (la Meche) , Efraín Arauz (Cacarizo), Jorge Pérez (Pelón) , Javier Amézcua (Julián) y Mario Ramírez Herrera (Ojitos) .
Junto a ellos aparecen Francisco Jambrina (el director de la granja - escuela), Jesús Navarro (El padre de Julián) , así como gran parte de ellos sin acreditar, Ernesto Alonso (La voz al comienzo de la película) , Victorio Blanco (Viejo del mercado) , Rubén Campos (Un asilado) , Daniel Corona (Un golfo), Enedina Díaz de León (Tortillera) , Juan Domínguez , José Luis Echeverría, Miguel Funes hijo, Antulio Jiménez Pons (Chicharronero) , Patricia Jiménez Pons , José López (Un asilado) , Héctor López Portillo (Juez) , José Loza (Un asilado), Antonio Martínez (Chamaquito), Ramón Martínez (Nacho, hermano de Pedro), Víctor Manuel Mendoza, Ángel Merino (Carlos, subdirector de la escuela), José Moreno Fuentes (Policía), Humberto Mostí , Pancho Muller (Mendoza) , Roberto Navarrete (Un golfo), Diana Ochoa (La madre del Cacarizo) , Rosa Pérez , Salvador Quiroz (Dueño de la herrería) , Charles Rooner (Pederasta elegante) , Ramón Sánchez (Vendedor de tortas) , Ignacio Solorzano , Tun Tun y Juan Villegas (Abuelo del Cacarizo).
Los olvidados cuenta una historia trágica y realista sobre la vida de unos niños en un barrio marginal de la Ciudad de México.Tras un prólogo inmerso en imágenes de Nueva York, París y Londres narrado por Ernesto Alonso , advierte de la universalidad de la tragedia que va a producirse, la cámara localiza enclaves reconocibles de la Ciudad de México.
La historia comienza con un grupo de chicos jugando a los toros. Uno de ellos viene de fuera y informa que un amigo del grupo conocido por el Jaibo (Roberto Cobo) acaba de escapar de reformatorio donde ha pasado una temporada- El grupo de amigos celebra el éxito de la huida del que consideran su líder.
Jaibo es un adolescente que tras escapar se reúne en el barrio con sus amigos en uno de aquellos barrios marginales. Jaibo (Roberto Cobo) se ve con un grupo de ellos entre los que se encuentra Pedro (Alfonso Mejía), Cacarizo (Efraín Arauz), Pelón (Jorge Pérez) y otros.
El Jaibo les explica como sacar un dinero y se dirigen al mercado. Allí Pedro da con un chico de edad lloroso, pues ha sido abandonado por su padre que los ha traido de fuera , de Reyes, le ha pedido que lo espero y allí lo ha abandonado. Se trata de un chico que poco después recibe el nombre de Ojitos (Mario Ramírez Herrera).
La intención inicial del grupo es robarle a un ciego que recibe las limosnas de los presentes a cambio del dinero. Se trata de un músico ambulante que canta canciones de la época de Porfirio Díaz. El grupo se pone en disposición para robarle jugando un papel esencial Pelón que lo pincha, aunque el ciego (Miguel Iclán) es un viejo astuto que responde dando con el palo a Pelón e hiriéndolo.
El golpe del Jairo resulta fallido y con Pelón herido, así que los dos junto a Pedro se disponen a dar su merecido al ciego y tras ver que es cruzado y ayudado por Ojitos a cruzar la calle lo esperan en un descampado y allí lo apedrean, lo humillan y le rompen la batería. Tras eso le roban y se marchan.
Eso noche vemos que el Jaibo es acogido en casa de Cacarizo (Efraín Arauz) que vive junto a su abuelo, y a su hermana, la Meche (Alma Delia Fuentes ) y que se ganan la vida con sus animales, vendiendo entre otras cosas por la zona leche de burra.
Por su parte, Pedro retorna a casa, pero su madre ( Stella Inda ) le recibe con suma frialdad y se niega a darle la cena ya que es un vago y no aporta nada a la casa. Pedro ve como toda la atención de la madre es con los hermanos menores, pero él es falto de la mínima atención y de cariño.
Cuando su madre se descuida le roba un poco de pan y marcha a la calle. En la plaza de mercado se encuentra con el chico procedente de Reyes que sigue allí solo y desamparado. Y como tiene hambre le pide tres monedas para comprar algo y tras ir a una tahona le lleva algo de lo que ha comprado. Los dos a su vez se cruzan con otro chico. Se llama Julián ( Javier Amézcua ) , un chico que trabaja en una Chicharrería y a quién el Jaibo responsabilidad de su arresto en el centro penitenciario. Va en busca de su padre (Jesús Navarro ), un alcohólico que sistemáticamente se emborracha todas las noches.
Al día siguiente el Jaibo se entera que Julián está en la zona y le pide a su amigo Pedro que lo acompañe. Julián es un chico fuerte y el muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran al reformatorio. Tras enviar a Pedro a por él, el Jaibo disimula tener un brazo herido , pero en el cabestrillo guarda una enorme piedra.
En el descampado Julián es sorprendido cuando se marcha cuando el Jaibo le lanza una piedra a la cabeza. Después lo remata a palos. A partir de entonces, los destinos de Pedro y el Jaibo estarán trágicamente unidos.
Cuando Pedro llega a su casa su madre no quiere darle de comer, lo que origina otra secuencia onírica y surrealista en que la madre le ofrece unas vísceras que Jaibo le arrebata saliendo debajo de la cama donde yace el cadáver de Julián.
Por otro lado, el otro niño, que ha sido abandonado por su padre en la ciudad, Ojitos, entra al servicio del ciego como lazarillo, que ejerce de curandero en casa de Meche, una adolescente de la que el ciego , al final de la película, se quiere aprovechar. El ciego usa una paloma con el fin de que ella reciba todos los males y que salgan del cuerpo de su madre. Todo lo hace a cambio de una jarra de leche de burra que se bebe, sin compartir con Ojitos.
Pedro, poco después, intenta recobrar la estima de su madre comenzando a trabajar en un taller metálico que se dedica a hacer cuchillos, pero sus buenas intenciones son frustradas por el comportamiento del Jaibo que comete un robo al llevarse un cuchillo de plata y del que acusan a Pedro.
Para más inri Pedro es desconocedor del robo. Cuando sale de su casa, entra en la viviendo el Jaibo que comienza a tirar los tejos a la madre de Pedro. En principio, le dora la píldora presentándose como el amigo de su hijo, y buscando cariño diciendo que es huérfano y que únicamente ha visto a su madre en sueños.
En un momento dado, aprovechando que a la barriada llega un grupo de tirititeros con su espectáculo de "los perritos", salen a verlos los hermanos pequeños de Pedro , el Jaibo aprovecha para engatusar a la madre que, finalmente, cae en los brazos de El Jaibo.
En un momento dado, aprovechando que a la barriada llega un grupo de tirititeros con su espectáculo de "los perritos", salen a verlos los hermanos pequeños de Pedro , el Jaibo aprovecha para engatusar a la madre que, finalmente, cae en los brazos de El Jaibo.
Por su parte, Pedro se pasa varios días vagabundeando y buscándose la vida. Una noche cercana a la Navidad y mirando un escaparate es asaltado por un Pederasta elegante ( Charles Rooner ), pero la proximidad de la policía hace que Pedro pueda escapar.
Tras trabajar en una feria, una noche se persona en casa de su madre y tras eso es arrestado acusado del robo del cuchillo , aunque el niega el robo por ello , y , tras ser llevado a comisaria y luego a los juzgados la madre renuncia ante el juez (Héctor López Portillo) a su atención y llevado a una granja escuela.
Allí es recibido por Francisco Jambrina , el director de la granja - escuela) y por Carlos (Ángel Merino) subdirector de la escuela. Se trata de un centro abierto que tiene como finalidad recuperar a los chicos mediante el trabajo. En concreto a Pedro se le asigna el trabajo en la zona que atiende los huevos y las gallinas, pero tras ser recriminado por no trabajar , por comerse dos huevos se enrabieta y mata con el palo a dos gallinas.
Tras ser tranquilizado , el director de la institución, confiando en el chico, le da cincuenta pesos y le manda a un recado, pero Jaibo , que lo espera fuera, le agrede y le roba el dinero.
Pedro entonces vuelve al barrio y al llegar y acusarle de robo, éste le vacila con haberse tirado a su madre por lo que Pedro le denuncia como el asesino de Julián, Jaibo huye.
Pedro es acogido por Ojitos en la casa del Ciego, pero la llegada de este y de la Meche le obligan a huir.
Después busca refugio en en el gallinero de la casa de Meche sin saber que allí está el Jaibo que se venga matándolo.
Tras encontrar Meche el cuerpo de Pedro , su abuelo que no quiere problemas en la casa decide tomar el cadáver y llevarlo a un basurero.
Entretanto, Jaibo es abatido por disparos de la policía pues el Ciego ha dado referencia de dónde se esconde y en su agonía vemos sobreimpresionada como un perro avanza sobre él y la madre de Pedro diciendo «buenas noches» , dirigiendo una mirada a Meche y su abuelo del Cacarizo (Juan Villegas). , que llevan el cadáver de su hijo en un saco, a lomos de una burra. Acaba así la película.
El productor dio libertad al de Calanda, pero una libertad relativa. Oscar Dancingers, obligó a Luis Buñuel a rodar un segundo final donde Pedro mataba a El Jaibo y volvía a la escuela correccional. Por lo visto, este final feliz se rodó con la razón de sustituir al verdadero en caso de que no gustase al público. También se opuso a que en ella se incluyeron muchos detalles que podían resultar amorales. Este final fue hallado en 1999. También en 2010 se encontraron cinco tomas extra. En una de ellas, El Jaibo (Roberto Cobo), seduce a la madre (Estela o Stela Inda) de su amigo Pedro (Alfonso Mejía).
No solo el puso pegas. Jorge Negrete, líder del Sindicato de Actores, quiso evitar la grabación, dijo que si hubiera estado en México al momento de su rodaje, en su calidad de secretario del Sindicato de Actores hubiera prohibido su filmación, e instó a técnicos y fotógrafos a abandonarlas. Una de las chicas de peluquería se fue por la escena en la que la madre le negaba a Pedro su comida. El guionista Pedro de Urdimalas pidió que su nombre no apareciera en los títulos de crédito.
La película se rodó en Nonoalco,(antes de que se erigiera la unidad habitacional Tlatelolco o la Romita), para aquel entonces en los límites norteños de Ciudad de México. La filmó en 21 días, lo estipulado y lo hizo entre el 6 de febrero al 9 de marzo de 1950 en los estudios Tepeyac y en locaciones del D. F., estrenada el 9 de noviembre del mismo año en el cine México.
Buñuel recibió por realizarla 2.000 dólares, sin poder participar en las ganancia por la misma.
Buñuel declaró , ante las críticas, " La libertad total no existe . Yo jamás he sido libre, yo soy libre cuando cierro mis ojos, y estoy conmigo mismo sin que sepa que ya soy viejo. El sistema de incorformidad es esa tendencia a romperse la cabeza por recuperar su propia libertad , lo que es imposible , es por tanto una incorformidad permanente con la realidad exterior".
Tras el estreno en noviembre de 1950 algunos cines fueron destruidos por los asistentes o salían de los mismos furiosos. La Liga de la Decencia intentó que expulsarán a Buñuel del país, nacionalizado mexicano un año antes, al que se acusó de "sadismo cinematográfico".
En la crítica de la película que publicó el prestigioso Ovaciones se comenta que "ya se consumó la ignominia. Buñuel se salió con la suya, con su injusta actitud para con México", y un poco después puede leerse: "Paso a la maldad, paso al derrotismo, puertas abiertas a las nefastas teorías de Sartre, miedo al futuro, odio a la humanidad, desquiciamiento".
Tras su estreno en Europa y la concesión del premio al mejor por parte del Jurado del Festival del Cine de Cannes en 1951, la critica mexicana cambió de parecer.
En la crítica de la película que publicó el prestigioso Ovaciones se comenta que "ya se consumó la ignominia. Buñuel se salió con la suya, con su injusta actitud para con México", y un poco después puede leerse: "Paso a la maldad, paso al derrotismo, puertas abiertas a las nefastas teorías de Sartre, miedo al futuro, odio a la humanidad, desquiciamiento".
Tras su estreno en Europa y la concesión del premio al mejor por parte del Jurado del Festival del Cine de Cannes en 1951, la critica mexicana cambió de parecer.
La película se sitúa en la línea del neorrealismo italiano, al que Buñuel aporta su toque surrealista como se puede observar en la secuencia del sueño de Pedro, la obsesión por las gallinas o el huevo lanzado hacia la cámara.
Aparentemente, la película es un drama o tragedia neorrealista, documentada en los bajos fondos de la gran urbe y que tiene una intención marcadamente social. Sin embargo, el trazado subliminal, crea todo un flujo subconsciente en que los temas son la ausencia del padre, el complejo de Edipo, la orfandad, la maldad y la muerte. Todo esto está subrayado por secuencias oníricas, por la extraña y constante presencia de las gallinas, la rítmica repetición de brazos que se alzan cada diez minutos para golpear y matar cruelmente y, no menos importante, la vanguardista música, atormentada e inquietante, de Rodolfo Halffter sobre temas de Gustavo Pittaluga. Ello crea un clima de malestar que lleva al filme a la característica poética surrealista y tortuosa del aragonés.
Como recordó Octavio Paz, Buñuel muestra la evolución del surrealismo, que se inserta ahora en las formas tradicionales del relato, en este caso una tragedia sin coturno, integrando «las imágenes irracionales que brotan de la mitad oscura del hombre».
Además, dijo el Nobel mexicano en su ensayo , Luis Buñuel , poeta, entregado en la sala del Festival de Cannes cuando la película iba a competir que Los Olvidados "es algo más que un filme realista. El sueño, el deseo, el horror, el delirio, el azar, la porción nocturna de la vida, también tien su parte. Y el peso de la realidad que nos muestra es de tal modo atroz, que acaba por parecernos imposible, insoportable . Y así es: la realidad es insoportable y , por eso, porque no la soporta el hombre mata, muere, ama y crea".
El estreno de la película en México suscitó violentas reacciones, y se pidió desde diversas instancias mediáticas la expulsión del cineasta del país. A los cuatro días fue retirada de los cines sin que faltaran intentos de agresión física contra Buñuel.
En la primera función privada Lupe Mari, la esposa de Diego Rivera, y Bertha, la esposa del poeta español exiliado, León Felipe dijeron que el director era un miserable y no mostraban lo que era México.
Afortunadamente, algunos intelectuales salieron en su defensa entre ellos el pintor David Alfaron Siqueiros que dijo que Buñuel era un genio nacido para el cine.
Tras recibir el premio al mejor director en el Festival de Cannes de 1951 (en una edición donde competían Milagro en Milán de Vittorio de Sica o Eva al desnudo de Joseph L. Mankiewicz), Buñuel fue «redescubierto» en los medios franceses y europeos, lo que le valió el respeto y la audiencia en México.
La película fue reestrenada al año siguiente en una buena sala de la capital mexicana, donde permanecería más de dos meses en cartel. Y su éxito comercial se dio pese a su extrema dureza, pues como señaló André Bazin, se trata de un ejemplo del "cine de la crueldad", en consonancia con las propuestas que para el teatro había hecho Antonin Artaud con su "teatro de la crueldad". Buñuel se permite mostrar lisiados sin el menor intento de mover la compasión del espectador hacia ellos. Antes al contrario, muestra al ciego cargado de rasgos negativos (lujurioso, avaro y chivato), y esto se refuerza eligiendo para este personaje a un actor conocido por su interpretación de numerosos «malos» en el cine mexicano.
La película fue reestrenada al año siguiente en una buena sala de la capital mexicana, donde permanecería más de dos meses en cartel. Y su éxito comercial se dio pese a su extrema dureza, pues como señaló André Bazin, se trata de un ejemplo del "cine de la crueldad", en consonancia con las propuestas que para el teatro había hecho Antonin Artaud con su "teatro de la crueldad". Buñuel se permite mostrar lisiados sin el menor intento de mover la compasión del espectador hacia ellos. Antes al contrario, muestra al ciego cargado de rasgos negativos (lujurioso, avaro y chivato), y esto se refuerza eligiendo para este personaje a un actor conocido por su interpretación de numerosos «malos» en el cine mexicano.
Los dos grandes temas son la sexualidad y la muerte, sin olvidarnos de la pobreza, la marginación y la miseria, que recorren el primero los componentes surrealistas y profundos de la psique humana y el segundo la dura lucha por la vida de la realidad social.
Desde este punto de vista, «olvidados» son todos sus personajes: Ojitos, que es abandonado a su suerte por su padre en la gran ciudad para librarse de una boca que alimentar; Pedro, a quien su madre le niega el afecto y aun el sustento; esta, a su vez, repudiada y vejada por su marido, y luego abandonada; Jaibo, de orfandad total, que ha tenido que sobrevivir en la calle, e incluso el ciego, desasistido de beneficencia, por lo que tiene que mendigar en la calle, desvalido como el hombre-tronco, que se desplaza sobre un carrito con ruedas, y del que los chicos se burlan quitándole su medio de locomoción y tirándolo calle abajo.
Esta tremenda visión del mundo remata en la doble muerte sobreimpresionada de Pedro y Jaibo: ni el bien ni el mal escapan a ella, como constata trágicamente la película (al menos en las condiciones sociales en las que se desarrolla este drama).
Su valor cinematográfico se desprende de todas estas sugerencias subterráneas, que, unido a la trama contundente y brutal, crean una gran catarsis.
se presentan temas esenciales: la carencia de comunicación en los hogares, la explotación de la mujer y el machismo, la falta de una figura paterna en algunos hogares y, en otros, la de una materna, las malas influencias en los jóvenes que hacen parte de bandas y pandillas y la casi inevitable perversión resultante, la presencia del desempleo y la ausencia de oportunidades, el abandono y la mugre, la depresión, el hacinamiento y la promiscuidad.
Aparecen animales y sueños surrealistas. los sueños, como indicadores de profundas raíces que explican los conflictos y las frustraciones de los personajes, en este caso, niños carentes de afecto y de atención y, por ello, casi incapaces de recibirlo cuando se presenta.
En la película aparecen imágenes oníricas vinculadas a los sueños de luz, de madre vestida de blanco y cariñosa; de manos que se extienden, sueños de retorno y de descanso o descritas como sueños los de Jaibo en los que afirma haber visto a su madre a la que no recuerda en los mismos. Estos aparecen, de cierta forma, para tonificar la dureza de las escenas del diario vivir y para dar a entender que esos personajes olvidados no carecen de imaginación y de potencia espiritual y soñadora, a pesar de sus circunstancias.
La película fue seleccionada en la competencia oficial del Festival de Cine de Cannes de 1951. Ahí, a la entrada de la sala, Octavio Paz repartió el ensayo “El poeta Luis Buñuel” .
En 1951 , tras su paso por Europa, ganó 10 premios Ariel, incluyendo el de mejor película y dirección.
Recientemente Los olvidados, junto a Metrópolis de Fritz Lang, toda la cinematografía de los hermanos Lumière y El Mago de Oz, de Victor Fleming, son las únicas piezas del séptimo arte que han recibido la consideración de "Memoria del Mundo"por la Unesco en el 2003.
Este filme ocupa el puesto N°2 en la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano, según la opinión de 25 críticos y especialistas del cine en México, publicada por la revista Somos en julio de 1994.
En cuanto a la crítica especializada señalar que los críticos y las crítica son generalmente positivas. Richard Brody
The New Yorker dijo de ella que es "La más espeluznante de las películas sobre crimen juvenil"
Dave Kehr del Chicago Reader señala que "La aparente falta de compasión de Buñuel hacia sus delincuentes juveniles es lo que finalmente hace de la película un poderoso documento social y una perturbadora obra dramática"
Ed Gonzalez en la progresista Slant escribió que "Buñuel poderosamente amontona un símbolo encima de otro, y la fuerza emocional de la aglomeración intensifica la tristeza y la desesperación de sus personajes (…) "
Bosley Crowther del The New York Times sostuvo que "Aunque está hecho con un realismo meticuloso e indudable fidelidad a los hechos, sus cualidades como entretenimiento dramático — o incluso como reportaje social — son tenues"
Variety se escribió que "[Buñuel] ha puesto su ojo en un aspecto canceroso de la sociedad y ha hecho una película impactante."
En el Reino Unido
Tom Dawson de la BBC comentó que era "Un retrato impresionante de los niños de los suburbios de Mexico City tras la Segunda Guerra Mundial (…) es un trabajo poderosamente realista y moralmente ambiguo (...) "
Peter Bradshaw en The Guardian sostuvo que "Es la manera poética de escapar a esta realidad lo que hace a 'Los olvidados' tan fascinante (…) "
Nick Funnell de Time Out dijo de ella que era " (...) una obra maestra que une desgracias individuales y sociales a través de un nudo"
David Parkinson en Empire señala que es "El excelente e implacable retrato de Buñuel a la degradación de la humanidad en ciertas situaciones mantiene todo su poder original (…)"
En España el diario ABC dijo de ella "Absorbente historia de delincuencia juvenil, ambientada en los peores barrios de Ciudad de México. Muchos la consideran como la primera obra maestra de Buñuel en México. Curiosamente, la mayoría de los que intervinieron en la película –exceptuando al director y al guionista- renegaron de ella pues mostraba una de las peores caras de la realidad social de su país, vista a través de los ojos de un español. ".
En México Alejandro Alemán de El Universal escribió que es "La mejor cinta del cine mexicano la hizo un español y además ha sido el único, hasta hoy, en tener el ojo y la valentía suficientes como para retratar a México y su pobreza de manera cruda y brutal."
En México Alejandro Alemán de El Universal escribió que es "La mejor cinta del cine mexicano la hizo un español y además ha sido el único, hasta hoy, en tener el ojo y la valentía suficientes como para retratar a México y su pobreza de manera cruda y brutal."
La mexicana Stephanie Gutiérrez en el suplemento de El Universal De10mex dice de ella que Los Olvidados en la película de Luis Buñuel más odiada por los mexicanos. Señala la periodista que la película estuvo únicamente tres días en cartel , pero que la prensa y las clases altas del país tras su estreno querían matar a Buñuel.
La periodista Verónica Calderón, en un artículo publicado el 14 de agosto de 2010 en el diario español El País, recoge declaraciones de Morelia Guerrero, hija del periodista y escritor mexicano Jesús R. Guerrero (Numarán, Michoacán, 1911–1979), en las que Morelia señala que el guion y la película están basados en una novela escrita por su padre, titulada Los olvidados, publicada en 1944, con prólogo del escritor mexicano José Revueltas. El Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México publicó, en diciembre de 2009, una segunda edición de la novela de Jesús R. Guerrero.5 No obstante, se han hecho estudios comparativos entre la película y la novela, y no se ha encontrado rastro de ningún plagio por parte de Buñuel.
En cuanto a los reconocimientos la revista Empire la incluyó entre las 500 mejores películas de la historia algo que Village Voice la metió en el selecto grupo de las 100 mejores películas de la historia.
La película, a pesar de las críticas iniciales, recibió 11 Premios Ariel incluyendo el de mejor película para el productor Óscar Dancigers y otro al mejor director para Buñuel de un total de 13 Nominaciones.También ganó el de Mejor coactuación femenina (Stella Inda) , Mejor actuación infantil (Alfonso Mejía), Mejor actuación juvenil (Roberto Cobo),
Mejor fotografía (Gabriel Figueroa) Mejor guion adaptado (Luis Alcoriza y Luis Buñuel), Mejor argumento original (Luis Alcoriza y Luis Buñuel ), Mejor edición (Carlos Savage) Mejor escenografía (Edward Fitzgerald) y el de Mejor sonido (José B. Carles).
La película obtuvo en Cannes el Premio al Mejor director y fue nominada a la Palma de Oro a la mejor película.
En los Premios BAFTA fue Nominada a mejor película y en 1981 en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva se incluyó entre los 10 mejores filmes latinoamericanos, 1981.
Para Román Gubern en su Historia del Cine “es un grito desgarrador ante el problema de la infancia miserable y delincuente que florece como planta venenosa en el asfalto de las grandes ciudades y una constatación de la inutilidad de la pedagogía de los buenos sentimientos para resolver tal problema”.
Como declaró Javier Ocaña en la presentación de la película en Historia de Nuestro Cine es que "Buñuel había pensado incluso en retirarse antes de hacer esta película". Y dice que tiene rasgos realistas y surrealistas. Destaca igualmente de que es una película que manipula el espacio, la imagen , el tiempo y el sonido. Destaca igualmente la crudeza con la que trata la pobreza en una historia en la que nadie sale bien parado. En ese sentido no es ni moralista ni maniquea. Todos los personajes tienen un punto de maldad.
Es una visión descarnada de las zonas pobres de la gran urbe mexicana, en la que está presente la violencia infantil y juvenil frente a ellos mismos o frente a otros desposeídos ( otros pobres como el hombre que se desplaza sin piernas) , con elementos surrealistas, rica en cuadros artísticos, en imágenes subliminales y oníricas, con presencia de animales (burros, perros y gallinas) tanto en la realidad como en los sueños en la cinta.
La película es una galería de personajes que sufren por la desatención como Pedro y Ojitos, que están muertos de hambre como “Ojitos” o como Meche , una víctima potencial en la barriada y objeto oscuro de deseo de El Ciego o El Jaibo. En definitiva, una película brutal que tiene mucho de algunos de los admirados escritores de Buñuel, por supuesto Galdós y su realismo , y también de elementos propios de la picaresca del siglo de oro español. Una película que no olvidarás.
Para Román Gubern en su Historia del Cine “es un grito desgarrador ante el problema de la infancia miserable y delincuente que florece como planta venenosa en el asfalto de las grandes ciudades y una constatación de la inutilidad de la pedagogía de los buenos sentimientos para resolver tal problema”.
Como declaró Javier Ocaña en la presentación de la película en Historia de Nuestro Cine es que "Buñuel había pensado incluso en retirarse antes de hacer esta película". Y dice que tiene rasgos realistas y surrealistas. Destaca igualmente de que es una película que manipula el espacio, la imagen , el tiempo y el sonido. Destaca igualmente la crudeza con la que trata la pobreza en una historia en la que nadie sale bien parado. En ese sentido no es ni moralista ni maniquea. Todos los personajes tienen un punto de maldad.
Es una visión descarnada de las zonas pobres de la gran urbe mexicana, en la que está presente la violencia infantil y juvenil frente a ellos mismos o frente a otros desposeídos ( otros pobres como el hombre que se desplaza sin piernas) , con elementos surrealistas, rica en cuadros artísticos, en imágenes subliminales y oníricas, con presencia de animales (burros, perros y gallinas) tanto en la realidad como en los sueños en la cinta.
La película es una galería de personajes que sufren por la desatención como Pedro y Ojitos, que están muertos de hambre como “Ojitos” o como Meche , una víctima potencial en la barriada y objeto oscuro de deseo de El Ciego o El Jaibo. En definitiva, una película brutal que tiene mucho de algunos de los admirados escritores de Buñuel, por supuesto Galdós y su realismo , y también de elementos propios de la picaresca del siglo de oro español. Una película que no olvidarás.
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