Ahora que el tiempo lo devora todo, destruyéndolo, como Júpiter a sus hijos, uno de los protagonistas estelares del 23 F ha terminado , por el momento, en Abu Dabi la capital de los los Emiratos Árabes Unidos, parece necesario - más que nunca- realizar un análisis del papel que tuvo, frente a la crítica fácil, facilísima, del presentismo marcada por la vinculación del rey emérito con la negligente gestión de una estructura 'offshore' que supuestamente le habría permitido al que fuera rey de España ocultar 64,8 millones de euros de Arabia Saudí. Esto que marcará letalmente el final de su imagen, impoluta durante años, en parte por la connivencia entre la prensa y el poder político no tiene que hacernos olvidas su inolvidable papel en aquel 23 de febrero de 1981.
Antes de nada debo aclarar algo que me parece justo. Me defino, siempre lo he hecho, como una persona de convicciones republicanas. Considero que la jefatura del estado debe salir de la decisión de los ciudadanos de un país, antes que de una herencia. Dicho lo cual, eso no significa que esté de acuerdo con muchos republicanos de boquilla que ni tienen nada claro que modelo presidencial prefieren - el de carácter presidencialista o el modelo de elección indirecta existente en Italia o en Alemania, modelo que por otro lado me gusta más, ni con la idea de que la convicción republicana sea algo exclusivamente de la izquierda, por supuesto, o que yo tenga que aceptar una determinada bandera o un himno, el de Riego, con el que no me identifico. Tampoco el actual me emociona nada.
Dicho lo cual reconozco que la figura del emérito, Juan Carlos I , es hoy un auténtico "pim, pam, pum" de feria. En gran parte, por responsabilidad suya, tanto por sus devaneos - que son cosa suya, y que evidentemente no me interesan- como por la mordida y su evidente ocultación a la Hacienda española, al fin y al cabo es una mordida. Eso es lo imperdonable desde mi punto de vista. No obstante, no he perdido el norte ni como individuo que recuerda o conoce algo de la historia, cada día menos, ni con otorgar el mérito o el demérito a alguien en relación o un momento. Y , al menos, a Juan Carlos I habrá que reconocerle dos grandes logros. La primera, participar activamente en el desmontaje del franquismo que lo nombró su sucesor y, en segundo lugar, su apuesta decidida por el proyecto democrático español nacido de la Constitución de 1978.
Tanto lo primero como lo segundo queda reflejado en 23F: la película, película que ya comenté hace años.
Una película que nació con la intención de ser un thriller de base histórica y con el deseo de dejar una fuente didáctica a un momento concreto que vivió el país en aquel día y que todos los españoles ya de cierta edad recordamos con una frescura y un detalle indeleble.
Se trata de una película que ya comenté en su momento bien dirigida por Chema de la Peña y que contó entre su elenco con Paco Tous en el papel de Tejero y Ginés García Millán en el de Adolfo Suárez.
Los tres participaron en el coloquio hace años en "Sesión española" y de la misma extraigo algunos detalles o afirmaciones surgidas de estos tres protagonistas.
En aquel programa emitido en 2016 Chema de la Peña comentó sobre la intencionalidad del mismo y el rodaje en el Congreso de los Diputados que "El planteamiento de la película desde el principio con Ignacio Salazar, el productor, hablamos de intentar recrear de la forma más natural posible y eso incluía rodar en los escenarios naturales donde acaecieron todos los hechos. Y en el Congreso de los diputados tuvimos bastantes problemas, porque es difícil. Hacía tiempo que nadie rodaba, y no autorizaban ningún rodaje. Al final lo conseguimos, pero fue una especie de regalo envenenado, porque nosotros teníamos un plan de rodaje de dos semanas y al final nos dieron dos días y medio. Era en agosto, era el único mes donde el congreso esta cerrado. Luego tuvimos que montar un decorado en un plató y todos los planos cortos, los planos detalle de todas las secuencias se hicieron aparte tres semanas después".
El director además señaló que " Cuando planteé la película, digamos que hay protagonistas corales, pero sí que hay protagonista claro, que es Antonio Tejero. ¿Cómo puedo hacer un personaje que te parece odioso, deleznable, que no querrías encontrarte en la calle el protagonista de la película? Tengo que buscar una mirada, un algo, que haga, no que la gente le quiera, pero que le siga o que encuentre su motivación última.
García Millán, quien interpretaría a Suárez, comentó, por su parte, sobre el Congreso que " la energía que sentíamos y también decir que teníamos la suerte de estar ahí y de recrear esto que es una parte muy importante de nuestra historia. Y para nosotros también es un juego".
Paco Tous, por su parte, sobre su interpretación señaló "yo tenía un poquito esa libertad... Fueron diez minutos del asalto. Un hombre muy nervioso, fue todo muy rápido. Y yo creí que tenía más suerte porque podía hacerlo desde mi punto de vista, acercarme a otros motivos, a los motivos que tenía Tejero.
Para el que interpretó a Tejero, Tous " Yo recuerdo que informándome, metiéndote, como hacemos todos, en Internet, o eran todos detractores o todos defensores. Pero encontré la carta del hijo, Ramón Tejero, que es cura, además tiene más o menos mi edad, escribiéndole al padre. Y decía que no quería hablar del 23-F solamente de cómo era su padre. Un hombre de honor, un hombre tranquilo, buen marido, buen padre, nada violento, relajado... Esta es la persona que quiero interpretar."
Chema de la Peña sobre el relato comentó que "Hasta donde hemos podido, hemos incluido cosas reales. Evidentemente, hay situaciones en las que intuimos lo que ha pasado. Y luego hay situaciones donde las fuentes eran varias. Hemos hecho una especie de caleidoscopio, como, por ejemplo, la conversación que tuvieron Armada y Tejero en ese despacho, en ese momento que fue el momento culmen de la noche, cuando Tejero decide que Armada no entra.
Gracias a Dios hay mucha documentación. Hay como 20 o 30 libros escritos. Entonces, de todo ese proceso, fuimos depurando, y sacando un poco lo que más nos interesaba y lo que más pensábamos que podía ser la realidad de la situación.
-Muchas cosas, anécdotas de los personajes, tramas... no pudieron entrar en la película por una cuestión de metraje. Pero es superatractiva toda la trama del CESID, toda la trama civil que estaba implicada detrás.
Y añade " El trabajo que hicimos en el guion, la idea era no hacerlo documental. De hecho, en la película habréis visto que aparecen bastantes imágenes documentales de lo que se emitió aquella noche. Pero sí, lo más cercano a la realidad. Había esta obsesión. De hecho, hay momentos que los diálogos son tal y como sucedieron. Las conversaciones entre Tejero y García Carrés que estaba pinchada por el CESID la línea de García Carrés, las puede encontrar cualquier persona en Internet. Son tal y como sucedieron. Es lo mismo.
Había este punto obsesivo casi de utilizar frases que sabíamos que se habían dicho. Utilizarlas tal y como fueron".
Con respecto a Juan Carlos, rey de España en ese momento, el director comentó que " Por un lado, la casa real sí que nos facilitó información a nivel de dirección artística, puesto que nos dio fotos y bastante recreación de cómo era el despacho y el palacio de la Zarzuela en el año 81. Y luego lo otro, la composición del personaje, y toda esta mirada que tiene el rey en esa noche es un poco lo que te contaba antes. Es decir, que hay testimonios desde Sabino Fernández Campos, teníamos bastantes entrevistas, desde todo el testimonio de Erquicia cuando fueron ahí a grabar...
El director dijo en el programa que " Entonces, respecto al personaje del rey, sí que hay una determinación clara de que el golpe se para en Zarzuela. Eso es evidente y cualquier persona que se acerque o que tenga información... El propio rey declaró que "Las Fuerzas Armadas obedecieron a su jefe, porque yo les ordené que se mantuvieran tranquilos. Que una pequeña parte quiso realmente echar por tierra todas nuestras ilusiones, nuestros trabajos, nuestra democracia o incipiente democracia todavía, pues eso es otra cosa.
El director afirmó que "Otra cosa es luego la composición del personaje con cómo actúa con el resto. -Muy interesante, por ejemplo, había otra película, la relación que tiene con el general Armada. Porque ahí se medio apunta en la película, pero en la realidad es que cuando el rey vino desde Estoril con 15 años su preceptor fue el general Armada. Era como su padre. Y luego fue el primer jefe de la casa real antes que Sabino. Entonces tenía mucha ascendencia sobre el rey, tenía mucho poder. Entonces esa noche es como que el rey mató su padre, a este padre ficticio, porque de repente se dio cuenta de que este hombre le había estado engañando y le estaba poniendo contra la pared.
Sabino Fernández Campos afirma que "Estaba el rey hablando con Armada. Y Armada seguía ofreciéndose a subir a explicar las cosas. Y yo le dije por señas al rey que insistiera en que no, porque parecía que alguna cosa, alguna significación tenía la presencia de Armada en Zarzuela".
El director señaló que hay " una anécdota muy buena que nos contó Iñaki Gabilondo, que lo entrevistamos. Ante la posibilidad de que quién salía allí, se estaba jugando el pescuezo, quién iba a contar eso, ellos decidieron que los que estuvieran en narración en aquel momento, como Rosa María Mateo, el propio Iñaki, Victoria Prego, decidieron dar la noticia todos en plano aunque la diera uno. -Y mientras la expectación nacional... El plano sólo me cogía a mí. Pero a mi derecha y a mi izquierda se sentaron compañeros. No salían en el plano, pero estaban en cierto sentido diciendo que si eso tenía algún riesgo, lo compartían.
Por último, el director afirma que "Siempre hablábamos con el productor del peso de hacer la responsabilidad, no de hacer esta película. Y también un poco la trascendencia más allá del hecho cinematográfico que el tiempo nos está dando razón en ese sentido, que pensamos que fuera casi un material didáctico que cada cierto tiempo se pusiera, que en el colegio cuando estudien este episodio digan que se puede ver la película. Sí que hay un peso de la película de conocer quiénes somos para la gente que no ha podido vivir esa época".
Para terminar y sumar a lo ya escrito hace cuatro años sobre la película y vinculándolo con lo que he dicho al principio sobre su papel visto con ojos de presente , creo que lo justo es no olvidar las palabras del rey en aquella noche del 23 F:
"La corona, símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretenden interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum".
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