viernes, 29 de marzo de 2024

El rey de la comedia



Una de las pocas películas que me quedaban pendientes de Martin Scorsese. Se trata de una comedia ácida y negra del año 1982 sobre el mundo de la televisión, el culto a las celebridades y la cultura mediática estadounidense. 

La película es una producción de Arnon Milchan de la productora de Embassy International para que fuese distribuida por la 20th Century Fox. 

La película presenta el guion de Paul D. Zimmerman, la música de Robbie Robertson, la fotografía de Fred Schuler , el montaje de Thelma Schoonmaker y el vestuario de Richard Bruno. La película contó con un presupuesto de 19 000 000 USD, que no se recaudó pues apenas llegó a recaudar apenas 2 5 millones de dólares.

Cuenta la historia de Rupert Pupkin (Robert De Niro, en su quinta colaboración con el director de Little Italy), un comediante - o aspirante a comediante- desesperado, que quiere trabajar en el mundo del espectáculo sobre todo en el televisivo y que intenta conseguir por cualquier medio una recomendación de su ídolo, el famoso cómico Jerry Langford (Jerry Lewis). 

Junto a De Niro y el mítico Lewis, participan Diahnne Abbott como Rita Keane, Sandra Bernhard como Masha, Shelley Hack como Cathy Long.

Lo dicho, Rupert Pupkin es un aspirante a comediante que pisa ya la treintena, que vive con su madre y que intenta lanzar su carrera. Cree que en este mundo son esenciales los "contactos" o tener un "padrino" para poder trabajar en este complejo medio por lo que semana tras semana está a las puertas de un exitoso programa de humor televisivo programa de comedia y entrevistas que lleva como comediante y que presenta Jerry Langford (Jerry Lewis) a la espera de habar con él. No está sólo en ese intento de ver a su ídolo, pues junto a él siempre hay una chica, Masha (Sandra Bernhard), una chica más desesperada que él por tratar con su héroe televisivo. Tan desesperada está que incluso entra en el vehículo privado de Jerry sin autorización. 

Después de conocer "casualmente " a Jerry Langford, cuando logra meterse en su vehículo para salvarlo de Masha, Rupert que lo acompaña a su hotel, cree que su "gran oportunidad" finalmente ha llegado. Aunque Jerry escucha la propuesta de Rupert educadamente, Rupert piensa que está dispuesto a escucharlo.

Desde el día siguiente, Rupert intenta contactar con Jerry con el fin de reservar un espacio en el programa de Langford y tener su oportunidad como cómico, pero el personal que trabaja para el programa lo rechaza continuamente, particularmente Cathy Long (Shelley Hack ). Insiste una y otra vez y lo único que consigue hablando con Cathy es , ya que no está trabajando en ningún local para verlo actuar, que le entrega otro día una cinta con lo que tendría que ser su actuación. Eso hace , y queda a la espera de que  el propio Langford lo llame. 

Mientras tanto vamos descubriendo que el número del coche que puso en contacto a Rupert con Jerry y en el que estaba implicado una chica, fue protagonizado por otra fan, Masha (Sandra Bernhard), vieja conocida suya y que intenta por activa y por pasiva pasarle un mensaje personal a Jerry. Ella, mujer con posibles, dado el dinero de su familia, vive enloquecida con la idea de entablar una relación con su héroe, Jerry.

En el camino, Rupert se entrega a fantasías elaboradas y obsesivas en las que él y Langford son colegas y amigos; así lo vemos en un bar cenando junto y ante una inmensa pared con mucho público. 


Con la esperanza de impresionar a una chica que trabaja en el bar al que él va de forma recurrente, Rupert invita a una cita, Rita Keane (Diahnne Abbott). Es más, tras cenar una noche con ella y enseñarle las múltiples firmas de famosos que tiene, desde Marilym hasta la suya, le pide que un día lo acompañe a la casa de campo de su ídolo, Jerry.

Cuando llegan sin previo aviso y dicen al mayordomo que están invitados por el mismo Langford, el mayordomo asiático llama a Jerry, que , evidentemente, no sabe nada. 

Cuando Langford regresa a casa y encuentra a Rupert y Rita instalándose en la casa, les dice enojado que se vayan. Rupert continúa ignorando la conversación con Langford y ante la insistencia de éste y el cariz que va tomando la conversación hace que Rita le pida que se vayan. Pero Rupert está empecinado en hablar del programa, hasta que Langford finalmente responde que solo le había dicho a Rupert que podía llamarlo para que Langford se deshiciera de él. Rupert, en ese momento promete amargamente trabajar "50 veces más duro" hasta conseguirlo y, finalmente, se marcha. 

Enojado por el rechazo, Rupert trama un plan de secuestro, con la ayuda de Masha, su compañera acosadora, igualmente obsesionada con Langford; plan que ejecutan a la salida de Jerry del trabajo, a plena luz del día con una pistola, que descubriremos más tarde que es falsa. 



Tras instalarse en la mansión de Masha, Rupert llama al productor del programa, informando del secuestro del presentador estrella. Como rescate, Rupert exige que se le dé el primer lugar en el programa de esa noche d de Langford (que será presentado como invitado por el mismo Tony Randall) y que el programa se transmita de manera normal. 

Los jefes de la cadena, los abogados y el FBI acceden a sus demandas con la idea de que Langford será liberado una vez que se transmita el programa a todo el país a su hora, las 11 de la noche. Así que tras concretar mediante llamadas telefónicas el plan sigue su curso, dejando a Jerry maniatado por cinta de papel, inmovilizándolo



Entre la grabación del programa y la transmisión, Masha tiene la "cita de su sueño" con Langford, quien está pegado a una silla en la casa de sus padres en Manhattan. Langford la convence de que lo desate con el pretexto de seducirlo, momento en el que agarra el arma, solo para descubrir que es una pistola de juguete cargada con perdigones defectuosos. 

Tras quitarle la cinta, Jerry abofetea a una Masha que está en bragas y sujetador para someterla y huye al centro, donde en un televisor en la calle ve enojado la rutina completa de Rupert en una serie de televisores. 

Mientras tanto, el acto de Rupert es bien recibido por el público del estudio. En su actuación, describe su problemática educación y al mismo tiempo se ríe de sus circunstancias. 

Luego, Rupert cierra la misma confesando a la audiencia que secuestró a Langford para entrar en el mundo del espectáculo. Mientras el público todavía se ríe (pensando que todavía es parte de su acto), Rupert responde diciendo: "Mañana sabrán que no estaba bromeando y todos pensarán que estoy loco. Pero acaba afirmando que "es mejor ser rey por una noche que un idiota toda la vida". 

Después de salir de la grabación, Rupert junto a la policía, va a bar de Rita. A pesar de que al verlo, Rita lo rechaza le pide que vea la transmisión a Rita en su bar. Una vez terminado su monólogo, - siendo la primera vez que lo escuchamos al completo- se somete con orgullo a su arresto, mientras los agentes del FBI profesan disgusto por sus bromas. 

La película termina con un reportaje sobre el crimen de Rupert, su sentencia de seis años de prisión y su libertad condicional después de dos años, ambientado en un montaje de escaparates que exhiben su "tan esperada" autobiografía, Rey por una noche, que afirma que Rupert todavía considera a Langford su amigo y mentor y que actualmente está sopesando varias "ofertas atractivas", incluidas giras de comedia y una adaptación cinematográfica de sus memorias. 

Más tarde, Rupert sube al escenario para un especial de televisión con una audiencia en vivo, donde un locutor lo presenta con entusiasmo como el Rey de la Comedia, mientras el propio Rupert se prepara para dirigirse a su audiencia. 

El locutor repite "Damas y caballeros, Rupert Pupkin", o variaciones similares siete veces mientras el público aplaude continuamente y Rupert les sonríe, saluda y hace una reverencia. 




Después de que se completó Toro Salvaje (Raging Bull), Scorsese había pensado en retirarse del cine para hacer documentales porque se sentía "insatisfecho" y aún no había encontrado su "paz interior". 

Sin embargo, estaba interesado en hacer uno de sus proyectos favoritos, La última tentación de Cristo, y quería que De Niro interpretara a Jesucristo. De Niro no estaba interesado y prefirió que su próxima colaboración fuera una comedia. 

Había comprado los derechos de un guion del crítico de cine Paul D. Zimmerman. Michael Cimino fue anunciado como director de El rey de la comedia el 7 de marzo de 1979, pero fue reemplazado por Martin Scorsese el 10 de noviembre, debido a que la producción se detuvo debido al enfoque de Cimino en el proceso de edición de Heaven's Gate. 

Bob Fosse consideró brevemente dirigir la película y sugirió a Andy Kaufman como Rupert Pupkin, Sandra Bernhard como Masha y Sammy Davis Jr. como Jerry Langford. En el borrador original que leyó Fosse, el personaje de Langford iba a ser un presentador hipócrita y ensimismado de telemaratones de televisión de 24 horas con fines benéficos, muy parecidos a los teletones anuales del propio Jerry Lewis. Al final, Fosse rechazó la película y prefirió dirigir Star 80, y el personaje de Langford pasó de ser presentador de teletón a presentador de un programa de entrevistas nocturno. 

Scorsese se preguntó si podría afrontar el rodaje de otra película, particularmente ante la inminente huelga del Sindicato de Escritores de Estados Unidos. 

El productor Arnon Milchan pretendía mantener el proyecto alejado de la interferencia de Hollywood filmando íntegramente en locaciones de Nueva York y sintió que podría entregarlo a tiempo con la participación de una compañía cinematográfica más pequeña. 

Después de una fuerte apreciación crítica por la forma en que había filmado Toro salvaje, Scorsese sintió que El rey de la comedia necesitaba un estilo cinematográfico más crudo que tomara las señales del cine mudo temprano, utilizando más tomas de cámara estáticas y menos primeros planos dramáticos. Scorsese ha señalado que la película de Edwin S. Porter de 1903 La vida de un bombero americano influyó mucho en el estilo visual de El rey de la comedia. Scorsese filmó escenas varias veces y pasó quince días refilmando para perfeccionar una escena, lo que resultó en una gran cantidad de metraje que tuvo que ser editado. 

De Niro se preparó para el papel de Rupert Pupkin desarrollando una técnica de "inversión de roles", que consiste en perseguir a sus propios cazadores de autógrafos, acecharlos y hacerles muchas preguntas. 

Como recordó Scorsese, incluso aceptó reunirse y hablar con uno de sus acosadores de toda la vida:El chico lo estaba esperando con su esposa, una tímida mujer de suburbio que estaba bastante avergonzada por la situación. Quería llevarlo a cenar a su casa, a dos horas en coche desde Nueva York. Después de convencerlo de que se quedara en Manhattan, [De Niro] le preguntó: '¿Por qué me acosas? ¿Qué deseas?' Él respondió: 'Para cenar contigo, tomar una copa, charlar'. Mi mamá me pidió que la saludara. 

De Niro también pasó meses observando a los comediantes trabajar para lograr el ritmo y la sincronización adecuados de sus actuaciones. Completamente en sintonía con su personaje, llegó incluso a rechazar una invitación a cenar de Lewis porque "se suponía que estaba en su garganta y listo para matarlo por [su] oportunidad". 

En la biografía/resumen de su trabajo, Scorsese sobre Scorsese, el director elogió mucho a Jerry Lewis, afirmando que durante su primera conversación antes del rodaje, Lewis fue extremadamente profesional y le aseguró antes de rodar que no habría conflictos de ego ni dificultades. Scorsese dijo que sentía que la actuación de Lewis en la película estaba muy subestimada y merecía más elogios. 

En una entrevista con la revista People, Lewis afirmó que Scorsese y De Niro emplearon trucos de actuación durante el rodaje, como el uso de epítetos antisemitas para "inflar la ira de Lewis". Lewis describió hacer la película como una experiencia placentera y señaló que se llevaba bien tanto con Scorsese como con De Niro. 

Lewis dijo que lo invitaron a colaborar en ciertos aspectos del guion que tratan sobre la vida de las celebridades. Sugirió un final en el que Rupert Pupkin mata a Jerry, pero fue rechazado. Como resultado, Lewis pensó que la película, aunque buena, no tenía un "final". 



En una entrevista para el DVD, Scorsese declaró que Lewis propuso la breve escena en la que Langford rechaza cortésmente la petición de un autógrafo de una anciana, lo que la llevó a gritarle: "¡Sólo deberías tener cáncer!". La escena se basó en un incidente real de la vida de Lewis, y él dirigió a la actriz que interpretaba a la anciana para que acertara en el momento adecuado. 

En el momento en que escribió su guion, Paul D. Zimmerman se inspiró en un programa de David Susskind sobre cazadores de autógrafos y un artículo de Esquire sobre un seguidor fanático de Johnny Carson. 

Scorsese se enteró por primera vez del guion de Zimmerman después de que Robert De Niro se lo presentara en 1974, pero rechazó el proyecto alegando que no sentía ninguna conexión personal con él. 

Impulsado por la alienación que sentía por su creciente estatus de celebridad, y la insistencia de De Niro en que la película podría hacerse "muy rápido" y que sería una "película de Nueva York" , el interés de Scorsese en el proyecto fue reavivado. 

La primera elección de Scorsese para el presentador del programa de entrevistas Jerry Langford fue Johnny Carson. Carson rechazó el papel y dijo: "sabes que una toma es suficiente para mí". También se consideraron a Joey Bishop, Orson Welles y Dick Cavett. También se consideró todo el Rat Pack, específicamente Frank Sinatra y Dean Martin, antes de tomar la decisión de seleccionar al antiguo socio de Martin, Jerry Lewis. 

La producción comenzó en Nueva York el 1 de junio de 1981, para evitar chocar con la citada  huelga de escritores, y se estrenó en el Festival de Cine de Cannes en 1983. 

Arnon Milchan sugirió que el rodaje comenzara un mes antes de lo previsto para evitar un posible paro laboral debido a la huelga de la DGA. Además, Scorsese no gozaba de buena salud, ya que fue hospitalizado debido al agotamiento y la neumonía. No se había recuperado cuando comenzó el rodaje a partir del 1 de junio de 1981 y duró más de veinte semanas, con Scorsese rodando de 4 p. m. a 7 p. m. todos los días. El propio Scorsese, así como varios integrantes de su familia, aparecen en la película, el como director del programa de Jerry. 




La película tras su estreno en 1983 en los Estados Unidos, aunque se estrenó en Islandia en primer lugar, recibió críticas en su mayoría positivas de los críticos, pero fue un fracaso de taquilla, recaudando sólo 2,5 millones de dólares frente a su presupuesto de 19 millones de dólares. Era la primera producción de Embassy International Pictures, más tarde Regency Enterprises.

La reputación de la película ha crecido con el tiempo, y algunos la clasifican entre las mejores películas de Scorsese. 

El director Todd Phillips cita con frecuencia el guion de la película Joker, de 2019, escrito por él mismo y el coguionista Scott Silver, como inspirado tanto en El rey de la comedia como en la película Taxi Driver, también de Scorsese, de 1976. 

Robbie Robertson produjo la música para la banda sonora de la película y contribuyó con su primer trabajo original después de dejar The Band titulado "Between Trains". Esta canción, un homenaje a un miembro del personal de producción que murió repentinamente, está en el álbum de la banda sonora pero no en la película en sí. 

La banda sonora de King of Comedy es una mezcla de música popular y música orquestal temática del compositor Bob James. La banda sonora incluye canciones de artistas como B.B. King, Van Morrison y Ray Charles. Este tipo de hibridación entre pop y música musical se utilizaría más tarde en Gangs of New York, The Aviator y The Departed. 

La película fue presentada en el Cannes Film Festival. En los BAFTA de fue nominada a la mejor dirección, al mejor actor Robert De Niro, al mejor actor de apoyo Jerry Lewis y mejor edición para Thelma Schoonmaker, aunque su único premio fue al mejor guion original para Paul D. Zimmerman. 

Para el Círculo de críticos de cine de Londres la consideró el mejor filme del año, y la National Society of Film Critics premio el trabajo de la actriz Sandra Bernhard como mejor actriz de apoyo. Aunque la película fue bien recibida por la crítica, fracasó en taquilla. 

De Niro dijo que la película "tal vez no fue tan bien recibida porque desprendía un aura de algo que la gente no quería ver ni saber". 


Time Out la llamó "la película más espeluznante del año en todos los sentidos y una de las mejores". 

Roger Ebert, del Chicago Sun-Times, escribió: "El rey de la comedia es una de las películas más áridas, dolorosas y heridas que he visto en mi vida. Es difícil creer que Scorsese la haya hecho". También escribió: "Scorsese no quiere risas en esta película y tampoco quiere la liberación. Toda la película trata sobre la incapacidad de los personajes para obtener algún tipo de respuesta positiva a sus intentos de reconocimiento". Concluyó que la película "no es, como ya habrás adivinado, una película divertida. Tampoco es una mala película. Es frustrante de ver, desagradable de recordar y, a su manera, bastante efectiva". 

El crítico Gene Siskel lo recomendó en su lista como parte de "Buried Treasures" en un episodio de 1986 de At the Movies. 

Dave Kehr, del Chicago Reader, le dio a la película una crítica favorable, calificándola de "claramente una extensión de Taxi Driver" y "el descentramiento de la película es irritante, aunque lo es de una manera ambiciosa y arriesgada". 

Joyce Millman de Salon la llamó "la segunda película menos popular de Martin Scorsese, después de La última tentación de Cristo. Lo cual es una pena, porque es la segunda mejor película de Scorsese, después de Taxi Driver". Sin embargo, no todos los críticos dieron críticas positivas a la película. 

David Ehrenstein, autor de The Scorsese Picture, notó la respuesta mixta de la película en su reseña de 1983. Afirmó que El rey de la comedia "llega demasiado al hueso para la aprobación masiva de la audiencia a gran escala o para la aclamación unánime de la crítica generalizada". Creía que la película presentaba un retrato muy crítico de la administración Reagan en contraste con otras películas realizadas durante los primeros años de la administración (aunque el guion fue escrito mucho antes de la elección de Reagan y el rodaje comenzó menos de cinco meses después de que Reagan asumiera el cargo). "En un momento en el que el mundo del cine acumula sentimientos ingenuos en espesas y pegajosas gotas, una película como El rey de la comedia parece un asalto frontal. El triunfo del 'pequeño' se revela como nada más que un lumpen neofascista. sed de sangre." 




Pauline Kael de The New Yorker fue una de las críticas a las que no les gustó la película y describió el personaje de Rupert Pupkin como "Jake LaMotta sin puños". Continuó escribiendo que "De Niro disfrazado niega un alma a sus personajes. La 'bravura' de De Niro actuando en Mean Streets, Taxi Driver y New York, New York colapsó en 'anti-actuación' después de que comenzó a convertirse en carne repugnante. efigies de personajes sin alma... Pupkin no es nada." Scorsese dice que "la gente se confundía con el Rey de la Comedia y veían a Bob como una especie de maniquí". Scorsese ha calificado el papel de De Niro como Rupert Pupkin como su favorito de todas sus colaboraciones. Gary Arnold en The Washington Post dijo de ella que era "Un estudio desagradable y mal concebido sobre el comportamiento delusivo" 

Vincent Canby del The New York Times comentó que era "muy divertida y termina por todo lo alto, algo que me ha sorprendido tanto como agradado. Pero también es aguda, algunas veces maníaca hasta el punto de la locura, además de ser siempre aterradora." 

Richard Brody del The New Yorker consideró que "Scorsese dota a su obra de la entusiasta energía callejera de Nueva York y de la mirada asombrada de un extranjero al conocer el poder de la industria del espectáculo." 

Para Philip Horne del británico Telegraph escribió que era "Una película perturbadora en la que el mundo de la televisión es visto como si de una 'realidad' superior se tratase" 


En otro lugar de la prensa británica, Adam Smith de Empire lo llamó "Ni lo suficientemente divertido como para ser una comedia negra eficaz ni lo suficientemente aterrador como para sacar provecho de sus elementos de suspenso y terror". 

Ya en España, en El País Miguel Ángel palomo la calificó como una "Demoledora crítica a las ambiciones humanas. Con desvergonzada crueldad, 'El rey de la comedia' propone una sátira del arribismo y del ansia de fama" 

El cineasta japonés Akira Kurosawa citó El rey de la comedia como una de sus películas favoritas. n una retrospectiva de 2010, Mark Kermode clasificó la película entre las mejores de Scorsese. 

Sandra Bernhard, quien interpreta a Masha en la película, indicó en una entrevista de 2013 que Jack Black estaba interesado en una nueva versión. Sin embargo, descartó la idea y dijo que era "demasiado tarde" para hacerlo. 

El actor Steve Carell y el director Bennett Miller, ambos fanáticos de la comedia negra, citaron El rey de la comedia como un favorito personal e inspiración para dar forma al personaje sociópata de John E. du Pont en Foxcatcher. 

Phillips cita con frecuencia el guión de la película Joker de 2019, que también contó con De Niro y escrito por el director Todd Phillips y el coguionista Scott Silver, como inspirado tanto en El rey de la comedia como en la película Taxi Driver de Scorsese de 1976. 

El estudioso del cine David Bordwell, escribiendo en Film Viewer's Guide, mencionó la (ir)realidad del final como tema de debate, ya que no hay una respuesta definitiva sobre si el final es realidad o fantasía. Al final de la película, la línea entre la fantasía y la realidad se vuelve borrosa tanto para el público como para el personaje. Scorsese no ofrece una respuesta clara pero obliga a cada espectador a tomar su propia decisión sobre cómo interpretar la película. 

En su comentario sobre el DVD The Criterion Collection de Black Narcissus, Scorsese afirmó que las películas de Michael Powell influyeron en El rey de la comedia en su concepción de la fantasía. Scorsese dijo que Powell siempre trató la fantasía como si no fuera diferente de la realidad, por lo que hizo que las secuencias de fantasía fueran lo más realistas posible. Scorsese sugiere que el personaje de Rupert Pupkin no logra diferenciar entre sus fantasías y la realidad de la misma manera. Scorsese buscó conseguir lo mismo con la película para que, según sus palabras, "la fantasía sea más real que la realidad". Rupert Pupkin ha sido comparado con Travis Bickle en Taxi Driver: ambos personajes tienen serios problemas con las pruebas de realidad que trazan la línea entre la realidad objetiva externa y la realidad subjetiva interna. 

En su reseña, la columnista de entretenimiento Marilyn Beck aprobó la negativa de Johnny Carson a participar en El rey de la comedia, supuestamente porque temía que la película pudiera inspirar a psicópatas como John Hinckley. Beck consideraba que El rey de la comedia era incluso más peligroso que Taxi Driver debido a su falta de sangre y sangre, así como al hecho de que los espectadores podían identificarse fácilmente con De Niro.

Objetivo conseguido, y con ella ver el tratamiento que Scorsese le da a esta comedia, desde una óptica oscura y satírica al mundo del espectáculo y la obsesión por la fama, rozando por momentos yuna atmósfera surrealista, la del sueño de Rupert Pupkin, que es más cercano a la pesadilla con el fin de alcanzar la notoriedad. 





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