miércoles, 8 de abril de 2020

Yoyes


Fue en el verano de 1985. Tras ir al pueblo de mi abuela, buscar a mis tíos que por allí andaban, conocer a la mitad de mis primos que todavía no conocía, conocer el cementerio, visita obligada para rendir homenaje y una oración a los que estuvieron entre nosotros y eran de los míos, ir al "baserri" familiar, Baindi, en el que aún vivían una prima de mi madre y su marido y tras eso seguir conociendo a familiares de mi madre por la comarca, el Goierri,  

Tras el paso por Ataun, tocaba visitar Beasáin y Villafranca. Para nosotros se llamaba así, Villafranca, como había sido para mi abuela. Era entonces Villafranca de Ordizia, hoy, simplemente, Ordizia. ¡Cómo no iban a visitar mis padres Ordizia o Villafranca, si allí habían estado 25 años antes disfrutando de la familia y de su luna de miel! Mi madre , de hecho, siempre hacía referencia al recuerdo que tenía de la Feria (Azoka) de las verduras que siempre le había recomendado su madre, mi abuela, y que reunía allí todos los miércoles a vendedores y compradores que intercambiaban, vendían y compraban los productos agrícolas y ganaderos de la comarca. Era , según ella, todo un espectáculo por la cantidad de puestos y colores con los productos de la tierra. 

Esa noche tras la cena tuvimos una velada estupenda. Salimos de copas por Beasáin con el primo Iosu. Hablar de lo divino y de la humano. También de política. No había problema alguno entre personas sensatas y respetuosas. ¡Qué cojones! ¡Qué poco se parece ese mundo al que hoy vivimos! Pero reconozco que no todo en aquel Beasáin era Jauja. Después lo diré.

Al día siguiente tocaba estar en San Sebastián / Donostia aunque antes había que visitar a la familia de Ikaztegieta y por la tarde , una vez disfrutado y comido en la Vieja - el Casco Viejo- en su primer día de la "Aste Nagusia", pasar para ver a más familiares, ahora en Hernani. 

Pero me remito al día y a la noche anterior por la charla entre hermanos y primos, por las risas, el buenrollismo. Ese temor cero dentro y fuera del pub. Pero todo hay que decirlo: en la calle las paredes estaban llenas de pintadas a favor de ETA o en contra de los que traficaban droga con sus mensajes. El más repetido "Drogadiktoak txakurra" . Nosotros, es cierto, Ez dago arazorik!!! 

Pero está claro que no siempre fue así. Poco más de un año después, no en Beasáin, aunque si en esa otra ciudad de la que le separa una acera, precisamente el lugar que mis padres recordaban como lleno de color y autenticidad, posiblemente el lugar en el que vendieron muchos de mis antepasados, se producía un asesinato que culminaba con un tiro de gracia en la cabeza incluido. Fue el de María Dolores González Catarain, alias "Yoyes, en presencia de su hijo Akaitz. No era un atentado cualquiera. Era el atentado como la mujer que se había convirtió en "mito" por ser dirigente de la organización, intelectual entre los pistoleros que de la banda ETA, al sustituir esa labor tras la muerte de José María Beñaran Ordeñana, 'Argala', asesinado en 1978 con un bombazo colocado por la guerra sucia del Batallón Vasco Español, pero que ahora era una "apestada".

Fue la mujer que dijo: "No quiero actuar en apoyo de una lucha que ha degenerado en algo terrible, dictatorial y mítico, contrario a mis valores y sentires más profundos y constantes en mi trayectoria".


La historia de esta mujer es la que se nos narra cinematográficamente en "Yoyes" la directora de Alsasua, ¡vamos, del otro lado del Etxegarate! Helena Taberna Ayerra en lo que se convirtió la película de su debut cinematográfico.

Ella de todas manera era una mujer con experiencia. Helena Taberna, directora y guionista, que inició su carrera audiovisual como coordinadora de nuevas tecnologías en el Gobierno de Navarra y a partir del 1994 se dedicó exclusivamente al cine. En 1999 hace su debut con Yoyes, precisamente. Aquel año el Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aseguraba en la cadena SER que "haría todo lo posible" para que los exdirigentes fallecidos de ETA Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur, y María Dolores González Catarain, Yoyes, fuesen consideradas víctimas del terrorismo.

En 2002 creó su propia productora, Lamia Producciones, una productora que va mucho más allá de la producción cinematográfica pues apuesta igualmente por una línea editorial que diseña materiales didácticos para acercar el análisis del cine y género a los espacios educativos, culturales y sociales. 

En 2003 dirigió la película documental Extranjeras que narra la experiencia de varias mujeres inmigrantes que viven en Madrid y que fue seleccionada a concurso en la Seminci de Valladolid en 2003 y recibió varios premios. 

En 2006 fue cofundadora de la Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales (CIMA) que cuenta con 300 socias y ha conseguido importantes objetivos. La cineasta forma parte de la Junta directiva de CIMA. 

Además de Yoyes, estrenada en el 2000,  años después estrenó La buena nueva (2009) una película que recoge con fidelidad histórica el apoyo de la Iglesia Católica al levantamiento contra la República en la Guerra Civil, a través de la mirada de un párroco, inspirado en la historia del sacerdote Marino Ayerra, tío de Helena destinado a un pueblo de la retaguardia y que recibió 15 galardones en festivales internacionales. 

En 2010 estrenó el largometraje documental Nagore, que narra la muerte violenta de una joven estudiante de enfermería a manos de un residente en Psiquiatría en los Sanfermines de 2008. La película se presentó en la Seminci de Valladolid 2010. 

En 2016 Taberna dirigió una adaptación libre de El contenido del silencio, de Lucía Etxebarria inspirada en la desaparición real de una joven en las Islas Canarias. El pasado año, 2019, estrenaba su ultima película, Varados. 

Pero volvamos al principio. A finales del año 1999, catorce años después del asesinato de Yoyes, la directora Helena Taberna compuso una valiente película rodaba de la mano en la producción de Enrique Cerezo, Antoine de Clermont-Tonnerre y Yousaf Bokhari y, contando con el apoyo de la , C.I.P.I Cinematográfica, S.L, de MACT Productions y Marvel Movies está película sobre Yoyes. También obtuvo una subvención del fondo Eurimages del Consejo de Europa de 40 millones de pesetas. Fue producida con dinero español (70% del total), francés (20%) e italiano (10%). La misma nacía de un guion escrito por Helena Taberna y Andrés Martorell. 

En lo técnico tiraba de la música de Ángel Illarramendi, de la fotografía de Federico Ribes, el sonido de Adrien Nataff, el maquillaje de Gregorio Ros, el montaje de Rori Sainz de Rozas y el vestuario de Josune Lasa. 

En el elenco destaca con luz propia Ana Torrent en el papel de Yoyes, así como Ernesto Alterio como Joxean, el marido de Yoyes. Junto a ellos aparece Florence Pernel como Helene, Ramón Langa como Koldo , Iñaki Aierra como Argi, Isabel Ordaz como Ana, Juan Jesús Valverde como el Ministro del Interior, Laura Ballesta como Zuriñe, hija de Yoyes, Ruth Núñez como Bego, Martxelo Rubio como Kizkur, Gonzalo Gonzalo como Zaldu y Asier Hernández como Kaska. Igualmente en papeles menores aparecen Kike Díaz de Rada, Manuel Morón como Pedro, Mikel Albisu, Arantxa Iglesias, Isabel Ordaz.

La historia comienza con Yoyes (Ana Torrent) al regreso de su exilio voluntario en México marcha a París e intenta rehacer su vida fuera de ETA y dedicarse al cuidado de su pequeña hija Zuriñe (Laura Ballesta), siempre acompañada del temor a las represalias contra su persona. 

La película recorre su vida desde su ingreso en la organización en su localidad natal, Ordizia, tras años de años de militancia dedicándose a la "propaganda subversiva" - en términos de la época- y el cambio de sus ideas durante su estancia en Francia, se incide en su desacuerdo con el ataque a objetivos civiles hasta que decide abandonar ETA.

Vemos como escapa milagrosamente antes de una redada y es llevada en barco pesquero, en un arrantzale, hasta un puerto no identificado del Paías Vasco francés, posiblemente Biarritz. Allí es recibida con un Kaixo/ Egun on por Argi (Iñaki Aierra), el intelectual de la organización que le dice que ha oído hablar muy bien de ella y de su formación intelectual. Ella reconoce que no habla euskera, pero que está dispuesta a todo.

Posteriormente la vemos ya en un piso franco de la organización donde vive con otra chica y con un chico. Sin embargo, de vez en cuando reciben visitas de otros "liberados" algunos de ellos piensan que podrían estar allí las mujeres para servir a los hombres. Ella demuestra que eso no es así , parando los pies a un machista Kizkur (Martxelo Rubio).

Luego vemos a Yoyes trabajando en un librería junto a un chica francesa, Helène (Florence Pernel). Ella se muestra seria y formal en su formación intelectual y convencida que actúa en defensa de la libertad de su pueblo y contra la dictadura. Ella le dice a la vasca francesa que “Yo soy lo que quiero ser y estoy aquí porque lo he elegido y esa es la libertad, elegir. “

Tras eso vemos como Argi explica que el fin de la organización es doble: conseguir ser reconocido el País Vasco como un Estado y, por otro, llevar a cabo en el mismo una revolución "sozialista". Pero, por ahora, el tope es Franco. Sin embargo, el dictador muere siendo celebrada con alegría por los "refugiados" vascos de Iparralde.

Ese mismo día, mientras cantan un "txori-txori" llega al bar un donostiarra, ajeno a la organización, se trata de Joxean (Ernesto Alterio) y prácticamente, al instante, se produce un flechazo entre una y otro. Con él inicia una historia de amor y encuentros. Pero él, con formación en Filosofía (Salamanca y la Sorbonne), tiene que volver a España a ejercer su profesión.

Mientras ella sigue ganando peso en la organización. Dispara bien , pero piensa mejor. Es militante en el feminismo y no consiente ser discriminada por su género. Precisamente, cuando Argi le va a proponer un puesto junto a él en la organización, muere delante de sus ojos cuando es asesinado mediante un coche bomba por el Batallón Vasco Español, que actúa al otro lado de la frontera con bastante impunidad.

Tras eso entra de lleno junto con Koldo (Ramón Langa) en la dirección del organigrama de ETA. Se apuesta por la acción armada iniciándose en la ola de asesinatos que se trasladan del País Vasco a Madrid. Se produce la extensión del horror. Caen altos militares, pero en algunos de ellos mueren civiles. Cuando estas víctimas civiles se producen Yoyes pide que se haga un escrito público pidiendo perdón por el atentado y sus compañeros no quieren. “Ocho víctimas inocentes y ni un objetivo cumplido; una chapuza” a lo que sus compañeros contestan “en todas las guerras hay daños colaterales”

Esto lleva a la crítica que es asumida por ella como un fracaso ante tanto chapuza y a pensar que los objetivos del terror por el terror no son los suyos. Además su relación intermitente con Joxean le permiten evolucionar y le van alejando de la "causa", una que le obligó a dejar su hogar para poder ser libre, ser feliz, pero que se da cuenta que el único lugar donde puede ser completamente feliz es en su tierra.

En 1979, es el momento en el que Yoyes, tras hablar encapuchada para la BBC y exponer la necesidad de ETA de seguir con la lucha tras la muerte de Franco, decide abandonar la organización y exiliarse a México.

Mientras viven su idilio en París, su nido de amor, ella queda embarazada. Tras esto decide marcharse y exiliarse en México. Allí da a luz a Zuriñe, consigue una licenciatura en Sociología y entra a trabajar para la ONU.

Tras este periplo decide reencontrarse con su marido en París. Pero, aparte de entrar y estar de incógnito, al margen de la organización, desea formarse como persona y profesional. En la Sorbonne le reconocen el título obtenido en México, pero necesita una Beca y al ser ciudadana española, tiene que solicitarla en España. Ese quiero y no puedo le angustia.

Joxean le propone volver a España e instalarse en Donosti. Pero ella lo mismo que anhela volver a casa, también teme por la reacción de la organización. Mientras tanto, en España la violencia sigue siendo la principal noticia de las portadas de los periódicos.

Yoyes intenta olvidar y ser olvidada, pero sus años de exilio la han convertido en un mito. Tras separarse de su hija que va a España con Joxean con el fin de instalarse allí y conocer a su familia y aprender el euskera de su "ama" - algo que ella no pudo aprender, como diría mi abuela, "eran otros tiempos"- ella se siente sola en Francia.

Un día tras hablar con su marido que le dice que hablará con su amigo Pedro (Manuel Morón) sobre en qué situación jurídica se encuentra Yoyes. Tras entrevistarse con el Ministro de Interior (Juan Jesús Valverde) - o un alto cargo de interior- éste le dice que se puede acoger, como todos los que tenían causas abiertas de ETA durante el franquismo a la amnistía de 1977. Por lo tanto, puede volver sin problema, y sin tener que acogerse a las medidas de reinserción con disculpas públicas.

La idea, no le parece mal, pero ahora queda por pasar por el segundo filtro: la organización. Por medio de Helène y de su hermana se entera como Kizkur ha decidido entregarse a la policía francesa y al no tener causas abiertas ha regresado y recibido a su casa , siendo recibido con un aurresku. Tras gestionar Helène, Yoyes consigue una entrevista con Koldo.

La entrevista tiene lugar en la playa , al margen de la dirección más preocupada ahora por la presión de los GAL que atenta por todo el País Vasco Francés, y en ella le dice a Koldo " Mi militancia es un periodo zanjado, fueron siete años, los mejores de mi juventud y los entregué a la organización, se acabó, caput". Éste la entiende y le pone una condición: que no haga un anuncio público de su salida. Ante esa opción Yoyes decide volver.

Cruza la frontera con Joxean en noviembre de 1985, y de inmediato, se reencuentra con sus padres y hermanos. Durante la comida se percibe que el regreso no será fácil. Incluso uno de sus hermanos considera que ha traicionado a la organización. Yoyes, de cualquier manera se instala en Madrid. Allí cree pasar desapercibida.

Pero el gobierno español intenta aprovechar el efecto propagandístico de su reinserción facilitando a un periodista un dossier sobre ella y se vuelva a España; y, por otro lado, tras difundirse en prensa su retorno la de sus antiguos compañeros de ETA que no quieren que cunda el ejemplo de su abandono de la lucha armada.

Casi de inmediato recibe una llamada telefónica anónima: " A partir de ahora eres objetivo prioritario. -¿Quién eres? -¡Gora ETA militarra!". Además de vivir un desagradable incidente en la escalera de su casa cuando la mujer de una víctima la espera y le echa en cara lo que hizo con su marido.

Finalmente, la presión del GAL, la detención de su protector Koldo, y la llegada a la cima de la organización de los más violentos, lleva a la organización ha decidir que Yoyes ha de morir. Aprovechando la Feria de la localidad el 10 de septiembre de 1986, en uno de los crímenes más crueles de ETA, María Dolores González Catarain, es seguida hasta ese espacio festivo donde le pegan un tiro delante de su hija durante las fiestas de su pueblo.

Así muere Yoyes, la primera mujer que ocupó puestos de responsabilidad dentro de ETA. La película acaba con una reflexión de ella sobre el otoño, los colores y las hojas muertas.

La película se rodó en diferentes localizaciones del País Vasco durante una parte de los 15 meses de tregua de la banda terrorista ETA, entre 1998 y 1999, eso sí, se evitó rodar en Ordizia, el pueblo de Yoyes. Se rodó, rodeada de un gran secretismo, en París, San Sebastián, Madrid y en localizaciones del País Vasco y el sur de Francia.

Helena Taberna declaró en el momento del estreno "Yo cuando pienso en contar en cine la vida de Yoyes me parece que tiene todos los elementos narrativos clásicos de tragedia y además tiene los elementos contemporáneos de que la protagonista es mujer, que es una luchadora por la libertad y que paga un precio terrible por ella". Y en una entrevista en El País en el momento de su estreno " "Yoyes reivindica esas historias que quedan por descubrir y que muchas veces por autocensura no se atreven los productores españoles a hacer", aclaraba su directora y guionista. "Mi película tiene cine dentro, y sé que envejecerá bien; pero soy una mujer comprometida con mi tiempo y creo que la única forma de que sanen las heridas es sacando el dolor a la luz para que cicatrice".

La directora declaró en  Historia de nuestro cine, veinte años después que "Quise unir de alguna forma mis pasiones, sobre el personaje femenino fuerte, el tener una historia muy poderosa a la hora de ser contada, el buen cine es el que cuentas en una línea, y sabes que hay una historia detrás. La historia de Yoyes es una historia trágica, que tenía fuerza desde ese punto de vista y tuvo una repercusión que me llenó de gozo, que se ha mantenido en el tiempo bien y que me llena de satisfacción de que la película tenga una permanencia en el espacio y el tiempo porque al ser cine histórico la verdad es que la obligación es mayor".

En ese mismo programa, Helena Taberna entendía que la función en Yoyes es "reflexionar sobre nuestro pasado reciente para poder extraer lecciones contemporáneas. No tanto legitimar, intervenir, sino intentar no repetir los errores del pasado. Por eso es tan interesante una propuesta como la de Yoyes porque no puedes juzgar a Yoyes y lo que haces es juzgarte a tí mismo, y juzgar los tópicos que arrastra".

Añadió igualmente que " cuando estás construyendo el guión en la historia, la preocupación por la verdad que no tiene que ser con exactitud de datos. Yo recuerdo que incluso utilicé un hecho un poco transgresor, que puse que la hija de Yoyes era niña, en lugar de niño, para evitar esa mirada rigurosa, porque el cineasta tiene que tener rigor histórico, tiene que tener una buena base documental, cuidado en todos los aspectos, que determinan una época, pero tiene que tener libertad para dar su mirada sobre ese hecho y no tener la responsabilidad de contar la historia que eso les viene a otros ... "

La directora comentó que ella aposto en Yoyes por mostrar su lado más humano y menos en su militancia. dado que le "interesan los personajes sobre todo y me preocupa el hecho de libertad individual y la pertenencia al grupo, como concitar esos dos hechos que me parecen esenciales, por lo menos en mi manera de entender el mundo. En esta película estaban estos dos elementos y desde luego para contarlos la mejor manera una dramaturgia cinematográfica que elegir un personaje de entidad, hacerle un seguimiento para poder entender qué le movió primero a entrar en eta, qué le movió a salir y qué pasa con sus compañeros y cómo termina en esa muerte trágica.

Sobre el estreno de la película, entre otras localidades en Málaga, en el Teatro Cervantes merced a una invitación del Festival de Cine de Málaga , hace 20 años, declaró la directora que "Tengo un recuerdo vago, recuerdo que hubo muchas colas, para ver la película, es un personaje que está en la psique del País Vasco, fue líder de ETA y luego termina siendo víctima es complejo y la película transmite después de haberla visto cuando ha pasado mucho tiempo, trasmite honestidad. La persona que está detrás está intentando profundizar en el personaje, en sus contradicciones, en sus coherencias, porque no se trata tanto de de una historia de un arrepentimiento sino de un desencanto y yo creo que eso es muy interesante. Universaliza la historia, porque muchos humanos están en esa tesitura, estamos en muchos momentos de nuestra vida".

Sobre el hecho de no estar rodada en euskera la directora señaló que no se lo he planteado, de hecho hay una mención del personaje, le preguntan: ¿sabes euskera? No. No tienes de qué avergonzarte. Además "no hubiera sido fiel a la verdad tampoco. Porque ella no sabía euskera. Fue arriesgado apostar por esta historia, fue complicado sacarla adelante pero además es que se atreve a hablar con mucha libertad de muchos temas, eso es muy interesante. A mí me parece muy interesante hablar de ETA porque ETA en el cine español siempre ha servido para criminalizar o para poetizar la figura del terrorista. Y aquí, ni lo uno, ni lo otro".

La película se estrenó en marzo de 2000 - aunque ETA había vuelto atentar en enero de ese año-  consiguiendo una importante recaudación en taquilla. Columbia Pictures se encargó de la distribución en España con 100 copias e Intrafilms, de Italia, de las ventas internacionales. La película obtuvo una excelente acogida de crítica y público. Llegó a recaudar 127'8 millones de pesetas.

Fue la película española del año 2000 más premiada internacionalmente junto con El Bola y una de las más taquilleras del año. Consiguió muchos premios.

En España consiguió un par de premios. En la XVII Semana del cine vasco se llevó el Premio del público a la mejor película vasca del 2000 y en la XIII Muestra internacional de Cine y Mujer de Pamplona se llevó el Premio a la mejor película.

En Europa destaca el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary fue nominada al Globo de Cristal. En el VI Festival de Cinespaña de Toulouse se llevó el Premio del público a la mejor película y una mención especial del jurado de estudiantes.

Pero fue en América Latina donde la película fue más premiada y valorada. En el Festival internacional de cine de Mazatlán (México) se llevó en Gran Premio del jurado a la mejor película. Pero sobre todo fue en América Latina donde cosechó más premios.

En el XII Festival de Viña del Mar (Chile) se llevó tres premios: el Premio del jurado a la mejor dirección, el Premio del público a la mejor película y el Premio OCIC a los derechos humanos.

En el XXIX Festival del Gramado (Brasil) llevó un premio y una nominación . El Premio fue a la mejor película latina (jurado popular) , mientras que la nominación se centro en el Kikito de oro.

En el XLI Festival Internacional Cartagena de Indias (Colombia) ganó el Premio a la Mejor ópera prima , siendo nominada a la Mejor película.

En el Festival de cine de Santo Domingo (República Dominicana) ganó el Premio del público a la mejor película.

En el XII Festival internacional de San Juan de Puerto Rico (Cinemafest) se llevó dos: el Premio del público y el Premio del Círculo de Críticos de Cine de Puerto Rico.

En cuanto a la crítica señalar que, en general, fue bien valorada. Hay que hablar de un tono general elogioso, algo que dice mucho de un trabajo tan arriesgado en su temática y más teniendo en cuenta el momento político tan desafortunado en que Yoyes llega al público, pues coincidiendo con el estreno en salas ETA volvía a matar.

Javier Ocaña en Historia de nuestro cine de televisión española señaló que "Yo creo que "Yoyes" es una película que contiene varias películas y eso es muy bueno, a la medida de una historia complejísima en lo moral y en lo político y apasionante en lo dramático. En primer lugar, hay una película sobre una terrorista sobre una mujer que tuvo puestos de mando. En segundo lugar hay una película sobre una mujer de una gran dignidad y con unas ideas muy claras a lo largo de las distintas etapas de su vida y con unas convicciones feministas muy fuertes dentro de una banda fundamentalmente machista. Y luego, en tercer lugar, es una película sobre la historia de una banda terrorista que es ETA que comenzó matando en dictadura y que continuó matando en democracia que no tenía piedad de ejecutar incluso a los suyos, que no admitía reinserciones y que por ejemplo, en el año 2000, que es el año en que se estrena "Yoyes" asesinó a 23 personas entre ellas Ernest Lluch. La protagonista de la historia es Yoyes, una mujer, y también la directora de la película es una mujer, Helena Taberna, y se da la circunstancia de que era una debutante, es su primer largometraje. Lo que es aún más meritorio... Película arriesgada. Debutar con esa valentía y con un personaje y una historia tan compleja, además en un tiempo aún muy sangriento. Y además en la película se introducen sucesos relevantes en aquella época, dentro del mundo de la política en nuestro país. Eso es, está, por ejemplo, el atentado en la cafetería Rolando de Madrid un atentado fundamental en el seno de la banda porque creó mucha polémica, en el que murieron 11 personas y que llevó a la separación, a la división entre los milis y los polimilis, entre ETA político-militar y ETA militar.

Javier Ocaña igualmente destaca en la película el trabajo de "Ana Torrent, auténtica protagonista de esta historia y ella dijo en su momento que había sido el personaje más complejo de interpretar, está fantástica. Está fenomenal. Está con una fuerza dramática y con una variedad de registros importantísima y una histórica de nuestro cine desde niña, desde sus papeles en "El espíritu de la colmena" y en "Cría cuervos", y cuatro años después solo de otro papel fundamental en su carrera que es el de "Tesis" de Alejandro Amenábar y junto a ella, como su marido, Ernesto Alterio que además él es hijo de exiliados argentinos y cuando se desarrolló la película él dijo que era un papel que le había tocado por dentro, evidentemente, por ese pasado".

Por su parte,  Miguel Ángel Palomo en El País escribió sobre ella que era un "Acercamiento biográfico al personaje de la banda terrorista ETA, narrada con pulso firme (...) excelente interpretación de Ana Torrent". También en este diario Héctor Márquez escribía "un valiente ejercicio fílmico sobre un pasado reciente lleno de heridas ".

En El Mundo se señala que es "El primer filme de la directora navarra Helena Taberna (''La buena nueva'') fue considerado por la crítica como arriesgado y valiente. En lugar de poner el acento en su antigua militancia política, Taberna subraya el aspecto humano de esta mujer, interpretada en la película por Ana Torrent (''El espíritu de la colmena''). Sin embargo, no la mitifica, simplemente pretende mostrar con su historia, las consecuencias de este tipo de conflictos, que no favorecen a nadie.Taberna filmó la película con toda discreción y aprovechando una tregua de ETA, por eso pudo desplazar el equipo de rodaje a los lugares reales donde sucedieron lo hechos."

Inma Garrido en Cinemanía califica la película de "Sincero y creíble thriller político cuyo desarrollo se sigue con expectación". En esta revista Taberna afirmó:“La película está centrada en el territorio emocional del personaje y si muestro a ETA , a la prensa; y a los GAL es porque son como el ruido de fondo de ese periodo histórico que afecta a mi protagonistas.”

Y en Fotogramas se hace una amplia valoración de la misma. Allí se escribe que es " La mirada desconfiada y dolorida de Ana Torrent, su actitud, sus movimientos, la sequedad con que aborda su personaje, presiden y dominan esta primera película de Helena Taberna sobre la vida y la muerte de María Dolores González Catarain, responsable política de ETA en los 70, asesinada por la organización cuando ella había optado por la privacidad y el silencio. Ana Torrent, definitivamente convertida en una gran actriz, se desquita así del olvido de la Academia de Cine cuando hace unos años premió todas las nominaciones de Tesis, otro título cargado sobre sus espaldas, salvo la de ella, y se coloca en lista de espera con muy alta puntuación para los Goya del próximo año. Helena Taberna ha buscado la forma de contar esta historia y ha optado con sabiduría por la interiorización. Yoyes se desarrolla en la cabeza y el corazón de una mujer que busca su lugar en el mundo, primero comprometiéndose en la lucha contra el franquismo, más tarde implicándose en una lucha armada cada vez menos comprensible y finalmente buscando en su propia individualidad, su marido, su hija (hijo en la realidad), sus estudios, su trabajo- un camino para despejar sus dudas, ya patentes en su etapa terrorista.La película se sigue sin pestañear, mantiene el interés y consigue la difícil identificación con tan singular personaje. Y ello se debe, una vez más, a Ana Torrent, pero también a la compleja estructura de un guión construido en flashbacks y elipsis dominados con acierto por la directora, y al muy brillante trabajo de puesta en escena en la que muestra un absoluto control sobre los distintos materiales narrativos y técnicos. Yoyes, que se beneficia igualmente de una música espléndida de Ángel Illarramendi, es una película desapacible como no podía ser menos, un film adulto que habla de cosas cercanas sin hacer aspavientos, con serenidad, sentido común y fuerza interior. Un ejemplo de cine bien anclado en la realidad y una muestra de la capacidad de ficcionar nuestro pasado todavía presente.Lo mejor: que es una película seria y adulta. Y Ana Torrent. Lo peor: las escenas con los jerarcas del Ministerio del Interior."

En el diario Gara " la crítica de Gara describía a un público que abandonaba la sala "silencioso y cabizbajo, a la vez que sin signos de haber tenido que sacar el pañuelo para secar alguna emocionada lágrima".Acto seguido hablaba de "fría acogida".

Por último, destacar en la película el elemento humano por encima del político. Lo más destacable en ella es su intento por reconducir su vida en el plano familiar y profesional, por lo tanto las dudas que siente estando en París o a su vuelta a España.

Esas dudas salen en muchos de sus escritos como destaca Iciar Cerezo Sagarduy en una entrada de blog recogida del reportaje de Baltasar Magro sobre Yoyes “No deje la organización solo por cansancio, sino porque había cosas en ella, posiciones de diverso tipo que no me gustaban, y el tiempo me ha dado la razón porque tengo la sensación que muchas de ellas se han exacerbado y en definitiva la han debilitado, llegando a la situación actual que a mí no solo me parece terrible, sino también desastrosa”

En un segundo - o incluso tercer plano - queda la idea de la simplificación de la historia de ETA, la transformación de los nombres para no identificarlos a sus correspondientes en la vida real -¿puede ser Koldo, Txomin Iturbe? ¿Fue Francisco Mujika “Pakito” el que ordenó la muerte de Yoyes y Antonio López “Kubati” quién la asesinó?- o en la idea de no ocultar lo que fue, el terrorismo de estado primero del Batallón Vasco Español, pero el más evidente de los GAL que, al fin y al cabo, acabaron con la vida de, al menos, 27 personas.

También hay una velada crítica al que fuese Gobierno de González y a la conexión entre intereses gubernamentales y periodísticos con conexión continuas e interesadas.

En lo técnico el uso adecuado del flashback para desarrollar una historia que abarca 13 años, desde su salida de Ordizia hasta su asesinato en la misma localidad- Y en cuanto a actores el buen trabajo de Ana Torrent que aquí asume el papel de la madre, la hija, la hermana y la mujer, bien respondido por Héctor Alterio, incluso por el encanto de Florence Pernel.

La actriz principal declaró a El País en una entrevista que "Es el personaje más difícil que he hecho nunca. No sólo porque era una mujer real, y eso implica menos libertad y más condicionantes, sino también porque era una mujer con muchos matices, militante, enamorada, madre" Y ñadió ""He descubierto a una persona muy comprometida, muy trabajadora y muy pensativa, que quería llegar a sus propias conclusiones sin ayuda de nadie, muy severa a veces" ".

La película destaca igualmente por el uso de textos reales de escritos de Yoyes y ETA. Un día después del crimen, ETA reivindicó el atentado para prevenir futuras deserciones. Habían matado a Yoyes por “abrir fisuras en los sectores más vulnerables del movimiento de liberación nacional”; por haberse traicionado a sí misma y al pueblo vasco; por colaborar “con los planes genocidas de las fuerzas de ocupación del Estado opresor español”.

Una película y una historia dedicado a la víctima más inocente de todas a Arkaitz, el hijo de Yoyes en la vida real, que puede resultar dolorosa, pero que hay que conocer.


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