Harald Zwart es un director de cine holandés de mi quinta nacionalizado noruego. Su nombre empezó a ser importante cuando en 2003 estrenó Agente Cody Banks: Súper espía. Tras esto tuvo una carrera nacional y en 2009 volvió al circuito internacional con la segunda entrega de un remake, La pantera rosa, la 2, y especialmente, por el soporífero remake de The Karate Kid. Más interesante para mí es verlo tras una importante producción noruega que tuvo éxito internacional y que tuve la ocasión de disfrutar, Kom-Tiki (2012) y en 2015 con cazadores de sombras.
En 2017 se lanzó a una película basada en hechos reales sobre la historia de su país, Den 12. mann, en calidad de director y productor. La película, se basa en eventos históricos, fue adaptada del libro Jan Baalsrud and Those Who Saved Him (2001), escrito por Tore Haug y Astrid Karlsen Scott.
El productor Veslemoey Ruud Zwart aseguró los derechos cinematográficos de este libro en 2004. A éste se unieron en la producción Espen Horn y Aage Aaberge para las productoras Nordisk AS y Zwart Arbeid.
La película cuenta la dramática historia de la fuga de Jan Baalsrud de la Noruega ocupada por nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Comienza en Shetland, cuando es condecorado, pero de inmediato se pasa a la historia que nos va narrando en flashbacks de los 12 combatientes de la resistencia noruega que suben a un barco de pesca con ocho toneladas de TNT y cruzan el Mar del Norte para la «Operación Martin», un plan para sabotear instalaciones militares alemanas.
La misión fracasa poco después de llegar a Noruega, donde su contacto local está muerto desde hace mucho tiempo y su identidad se ve comprometida por un joven noruego colaboracionista con los alemanes que inmediatamente informa a los nazis sobre su llegada.
Un buque de guerra alemán localiza el barco de pesca y abre fuego. Los integrantes de la resistencia encienden el TNT y saltan al agua cerca del fiordo.
Vemos como once de los combatientes son detenidos por los alemanes en la playa. Uno recibe un disparo en el acto y 10 son capturados. Dos mueren a causa de la tortura mientras los interrogaban, los otros combatientes cautivos son ejecutados en Tromsøya, luego de que los oficiales alemanes los interrogaran y torturaran sobre su misión. Pero el duodécimo hombre, Jan Baalsrud, logra escapar escondiéndose tras una roca y después nadando a través del fiordo, en temperaturas bajo cero, hasta la isla más cercana. Allí recibe asistencia de los lugareños que arriesgan sus vidas para ayudar a Baalsrud, que tras varios intentos abortados logra cruzar de Rebbenesøya a Suecia, neutral durante el conflicto, a través de Lyngenhalvøya y Manndalen.
El rodaje comenzó en abril de 2016.Thomas Gullestad se puso a dieta para desempeñar el papel principal.
A diferencia del libro en el que se basa, la película enfatiza los esfuerzos de aquellos que ayudaron a Baalsrud a escapar, lo que está en línea con las propias declaraciones de Baalsrud sobre el coraje de la población local.
La trama también detalla la búsqueda de Baalsrud desde la perspectiva de un jefe de la Gestapo, obsesionado con su detención , que describe el escape como un juego de gato y ratón entre el alemán Sturmbannführer Kurt Stage, interpretado por Jonathan Rhys-Meyers y el noruego Baalsrud asumido brillantemente por Thomas Gullestad , que duró casi dos meses de agonía y sufrimiento para el noruego.
Según documentos alemanes, los nazis creían que el grupo de resistencia había perecido en una explosión. No hay informes que indiquen que los alemanes supieran cazar a Baalsrud, quien afirma que mató a dos soldados alemanes en la lucha.
En cuanto a la crítica el diario Aftenposten enfatiza el papel de los ayudantes de Baalsrud y la lucha de la Resistencia de una manera completamente diferente que en la película Nine Lives (1957) de Arne Skouen; Den 12. mann ofrece un matiz a la leyenda de Baalsrud.
Morten Ståle Nilsen, en Verdens Gang , se refiere a The 12th Man como "una película sólida pero predecible". Mientras elogiaba el increíble paisaje de Noruega, VS dijo que su naturaleza magnífica no podía evitar que la película fuera monótona, demasiado larga y demasiado centrada en el sufrimiento.
Nicolai Berg Hansson, de Film Magasinet , dijo que la película tuvo éxito como película de acción , pero si uno va a criticarla por algo, "puede parecer un poco ... hueco. Podría haber dicho mucho más sobre la psicología humana, el instinto de supervivencia y trauma".
Sigurd Vik, de P3 's Film Police , creía que la película jugaba con clichés, especialmente en la representación del oficial de las SS Kurt Stage. La reseña elogiaba la influencia del director Zwart en Nils Gaup , "al combinar magníficos paisajes costeros y montañosos, y la insolencia de la naturaleza salvaje con densas y duras secuencias de acción". La revisión también dijo que convertir una seria lucha de la Resistencia noruega en una película de acción funciona bien.
Para Álvaro Gonda en El espectador imaginario nos dice "Harald Zwart, junto al guionista Petter Skavian, se las ingenia para mantener el interés ante una historia cuyo final es parcialmente conocido de antemano: sabemos el qué aunque no el cómo. Las vicisitudes que nos llevan al conocido desenlace deben capturar al espectador, y es allí donde está puesto el acento.
Un buen manejo de los tiempos y los sucesos trabaja para que el producto sobreviva en la atención del público. El guion, en una tarea titánica, no decae: logra mantener el dramatismo de principio a fin, a pesar de que ya sabemos el desenlace desde el inicio. Nos faltan detalles del trayecto, y es allí donde se juega la película, es la tarea más difícil: mantener la tensión dramática en un in-crescendo sin que decaiga en momento alguno, es la esencia del filme, su razón de ser. "
A destacar, además de los paisajes nevados, las auroras, y las condiciones extremas, magníficamente rodados por Geir Hartly Andreassen y el buen montaje en flashbacks de Jens Christian Fodstad, así como el papel de los que se juegan la vida con la ayuda, subrayo en esta película tan historicista como física el papel del protagonista Thomas Gullestad que aguante todo tipo de situaciones extremas, de privaciones, de límites físicos.
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