Los westerns con Fred MacMurray son especiales. En los mismos el representa la honestidad, pero también lo muestran como un hombre asaeteado por dudas y dilemas que , finalmente, le hacen obrar bien. Este es el caso de este westernmenor en las formas, pero llevo de cargas de profundidad de corte moral. Buena película con buenas actuaciones no sólo del protagonista, sino también de la parte femenina, ese bellezón y gran actriz que era Dorothy Malone, pletórica en plenos 50 y de ese secundario de lujo absoluto que es Walter Brennan.
*EC: En construcción
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