Uno esperaba ver una película sobre la decadencia de la que fue la quinta ciudad de los Estados Unidos, Detroit, ciudad en parte fantasma sumida en un proceso de autodestrucción y extinción galopante. Pero no. Me he encontrado una gran película sobre los "riots" de origen racial que hubo en el año 1967 en muchas ciudades de los Estados Unidos como Newark, Harleem o la misma Detroit, la ciudad de los motores y del sonido Motown.
Medio siglo después de lo ocurrido una de esas historias nos vino de la mano de Kathryn Bigelow que, con su guionista de cabecera, Mark Boal, en lo que fue su tercera colaboración después de The Hurt Locker y Zero Dark Thirty, nos narra un acontecimiento brutal.
Todo comenzó cuando la policía disparó a tres hombres desarmados durante una redada nocturna. La respuesta ciudadana derivó en uno de los episodios de disturbios civiles más violentos de la historia de los Estados Unidos. Una película tremenda que mezcla imágenes reales como otras magníficamente rodadas sobre el racismo, la injusticia y la violencia policial.
*EC: En construcción
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