martes, 8 de enero de 2019

Los ojos sin rostro


Lo se desde hace tiempo pero hoy he vuelto a confirmar unas cuantas cosas. La primera: reconocer que el cine francés tiene un fondo de armario enorme, mastodóntico, incomparable .

Lo segundo que el conocido como "cinema  fantastique" ese que apostó por lo extraño, lo sobrenatural , por el horror , por lo inusual o monstruoso por lo irracional evolucionó de forma particular en el hemisferio oriental y el occidental Y mientras que Whale y Tod Browning fueron por un lado; los europeos, particulares y raritos , como pocos, fuimos por otro como he visto hoy en la película de Franju o en otros autores como los Mario Bava o Dario Argento, los principales representantes del "Giallo" , con películas centradas en la angustia y la muerte. Y es que , y esto hay que decirlo alto y claro, el terror y el suspense para unos y otros es distinto.

Según Éric Dufour en su libro Le cinema d'horreur et ses figures , lo que distingue fantasía y horror es la estructura narrativa de las películas. Lo fantástico como género de cine tradicional, avanza la acción para que la situación inicial de la historia sea modificada por la acción de los personajes . Mientras que en la película de terror la situación de la historia no cambia a pesar de la intervención de los protagonistas. Los eventos permanecen bloqueados y dan una impresión de repetición de que la situación no conoce una progresión narrativa entre el principio y el final. El horror es "como la pesadilla, es decir, la repetición de lo mismo" .

Así, Dufour excluye las películas expresionistas y las películas de terror de Hollywood del género del horror, ya que encajan claramente en una estructura narrativa clásica del cine tradicional. El otro criterio que distingue a los dos géneros proviene de la forma en que se concluyen las películas.

Dufour, basado en Gérard Lenne y sus obras Le Cinéma « fantastique » et ses mythologies (Paris, Henri Veyrier, 1985) y Histoires du cinéma fantastique, (Paris, Seghers, 1989) define lo fantástico como una lucha de la orden contra un desorden, en el fantástico el final solo puede llevar a una victoria del primero contra el segundo y termina bien, no así en una película de terror que no termina en si misma.  

El conjunto de los temas del cine fantástico está tomado de la literatura porque vuelve a tomar el mismo marco imaginario .

Sobre la base de la tipología del libro Introducción a la literatura fantástica de Tzvetan Todorov define el género de la siguiente manera: "El fantástico es la vacilación probado por un ser que sólo conoce las leyes naturales a un evento aparentemente sobrenatural " .

Alain Pelosato en so obra Le Cinéma fantastique (Pantin, éditions Naturellement, 1998) divide el tema en dos grupos opuestos y asimétricos, el grupo de" Yo "y el de" tú ", que se refieren a la confrontación del sujeto con el objeto . El "yo" está relacionado con el aislamiento del hombre frente a un mundo del cual no se define ningún intermediario, mientras que el "tu o usted" se refiere a un intermediario y su oposición al "yo" . De estos dos grupos, Pelosato define un fantástico "psicológico" relacionado con las historias de posesión e inconsciencia que caracterizan las películas alrededor del diablo o fantasmas, y agrega un fantástico "social" en relación con las historias de criaturas y ambientes. desconocido .

Gérard Lenne propone un enfoque taxonómico, dividiendo lo fantástico en dos pistas: A y B, que corresponden a una combinación de temas que constituyen los principales mitos como son el bien y maldad, con posesión de por medio; el doble y dividido, la duplicación, la monstruosidad, el gigantismo, la bestialidad, la locura y el delirio, la metamorfosis y la mutación, la invasión. Todo ello en la forma viene condicionado por la presencia de elementos ambientales como la noche, la oscuridad, el grito , el aullido, la inestabilidad atmosférica, así como arquetipos humanos o de seres fantásticos que van desde el vampiro , al hombre lobo, el diablo, el niño, los autómatas, el fantasma, los no muertos , la momia y el científico loco.

En este sentido estamos ante un clásico francés del cine fantastique con un científico loco como protagonista. es un buen ejemplo de ello como pude comprobar en Los Ojos sin rostro (Les Yeux sans visage o Occhi senza volto de Georges Franju) una sorprendente película del año 1960.

Georges Franju retornó a la idea tradicional del científico loco, contando la historia de un cirujano que, por amor a su hija desfigurada por un accidente de tráfico, trata de robarle una cara nueva de otras chicas que , previamente, junto con su colaboradora ha secuestrado y ha asesinado.  

Para ello Georges Franju montó lo que ha sido un film de culto y obra extraña con elementos de terror y suspense en blanco y negro ,y adaptada de la novela de Jean Redon , publicada en 1959 en la colección " Angoisse " por Fleuve Noir .

Georges Franju contó con el apoyo o asistencia de Claude Sautet en esta producción que tuvo como productor a Jules Borkon que actuó entre las productoras Champs-Élysées-Productions ( con sede en París ) y Lux Films ( Roma ) quedando la distribución en Gaumont.

El guión fue escrito por Claude Sautet , Pierre Boileau , Thomas Narcejac y Pierre Gascar que se centró en los diálogos basándose en la novela de Jean Redon.

El encargado de la magnífica fotografía en blanco y negro fue  Eugen Schüfftan, siendo el responsable del montaje Gilbert Natot asistida por Denise Natot y Maurice Jarre de la fotografía

El sonido fue responsabilidad de Antoine Archimbaud, Henri Assoula para los . Efectos especiales. Para el maquillaje se contrató a  Georges Klein y para la peluquería a Marcelle Testard . En otros apartados más técnicos Franju contó Auguste Capelier para los conjuntos y   Margot Capelier , ambos como directores artísticos y  Marie Martine como la encargada del vestuario.

En cuanto el elenco lo encabeza Pierre Brasseur como el Doctor Génessier, profesor universitario, médico y padre de Christiane. Junto a él aparece Edith Scob como Christiane Génessier y Alida Valli como Louise, la ayudante de Génessier.

Igualmente aparecen François Guérin como Jacques Vernon, un médico en formación con el Doctor Génessier y prometido de Christiane. Juliette Mayniel como Edna Grüber, una mujer joven que se convierte en víctima de los experimentos del Doctor Génessier después de haber hecho amistad con Louise en París. Alexandre Rignault como el Inspector Parot, un inspector de policía que investiga las desapariciones de las víctimas de Génessier.  y Béatrice Altariba como Paulette Mérodon, una mujer joven que es puesta bajo custodia policial después de haber sido atrapada robando en tiendas.

Igualmente aparecen en papeles menores Charles Bayard , Charles Blavette , Charles Lavialle , Corrado Guarducci , France Asselin,  Gabrielle Doulcet , Jimmy Perrys , Marcel Pérès,  Max Montavon,  Michel Etcheverry ,  Yvette Etiévant y René Génin.

La película se inicia cuando un Citroën 2 HP conduce por la noche en un pequeño camino rural. Al volante, una mujer preocupada que más tarde sabremos que es Lousie (Alida Valli  ) conduce por la carretera sin rumbo fijo , parece que da vueltas, mirando a su alrededor. Las calles de los pueblos que atraviesa todavía están desiertas.

Al ajustar su espejo, podemos ver que comprueba que, por un lado, nadie la sigue, pero, por otro lado, observa un cuerpo sentado en el asiento trasero del automóvil. Este cuerpo, aparentemente inerte, está envuelto en un grueso abrigo y la cabeza cubierta con un sombrero, ocultando la cara.

En un  momento dado decide parar cerca de la presa de un río. Tras eso baja de la parte de atrás un cuerpo que saca con dificultad del vehículo. Se trata de otra mujer que  transporta a la orilla y luego la tira al río (la Marne ).

En la siguiente secuencia, un teléfono suena en un edificio grande, el conserje responde que el Dr. Genessier (Pierre Brasseur), un destacado cirujano, y que está dando  una conferencia sobre los injertos de piel. Génessier habla de sus experiencia en un campo nuevo que el llama el heteroinjerto en mujeres para tratar de restaurar el rostro  de personas afectadas.

El público que asiste a su presentación parece satisfecho con su presentación y la aplaude con entusiasmo.

Recién salido de la sala de conferencias, el encargado explica que acaban de llamar de la morgue de París  alguien de este servicio y le pide que vaya allí sin demora.

Antes de abandonar el edificio de la conferencia, los miembros del público quieren felicitar al profesor, pero él responde de manera muy fría y nada afectuosa. Una señora le explica a su amiga, que está cerca de ella: "Cómo ha cambiado desde la desaparición de su hija ..."

Al llegar en su "tiburón" a la morgue es recibido por  la policía , aunque algunos agentes hablan entre sí sobre un cadáver encontrado en un río, el que fue arrojado previamente por la mujer. Son escépticos y se preguntan si este es el cuerpo de Christiane Généssier, la hija del médico que ha estado desaparecida durante unos días, o la de otra mujer.

Llegado a la sala del cuerpo, el Doctor no tiene dudas e identifica el cadáver como su hija, Christiane Genessier. Sin embargo, a la vez llega otro señor que se queda fuera y que resulta ser el padre de la víctima real.

En la siguiente escena nos muestra una calle de París. En concreto la rue de Saint-Jacques en París. Tras despedirse de una pareja de amigos,  una joven estudiante abandona la Sorbona. Esta estudiante es una chica suiza de nombre Edna Grüber (Juliette Mayniel )  es seguida de cerca por Louise , la mujer que tiró el cuerpo cerca de la presa al comienzo de la película.

Luego vamos al funeral de la hija del padre Genessier en un pequeño pueblo. Descubrimos que la mujer del 2 CV no es otra que Louise (Alida Valli), la asistente y su secretaria del Doctor.

También descubrimos al Dr. Jacques Vernon (François Guérin ), el novio de la persona fallecida que es el asistente del maestro.

Después del funeral, mientras están solos, Louise le dice a su jefe  que ya no puede más y parece estar afectada notablemente. Él le pide que se quede callada, que se recupere, luego se van a la clínica de Genessier, una gran casa aislada rodeada por un gran parque arbolado.

El profesor mete su coche en su cochera junto a la casa. Luego se va a casa mientras escuchamos los ladridos de una gran cantidad de perros. Sube lentamente una escalera grande, luego otra, y encuentra, en una habitación pequeña, a su hija, acostada boca abajo sobre su cama y que, de hecho, no está muerta. Ella sabe que ha sido falsamente enterrada y que otra persona ha ocupado su lugar en la bóveda de la familia.

El padre le explica que esto lo hace para protegerla. La joven esconde su rostro porque se desfiguró horriblemente en un accidente en el auto que conducía su padre. Este, gran cirujano, está afectado y se siente culpable de esta situación y quiere encontrar una solución y encontrarle una "cara nueva".

Louise, mientras tanto, su ayuda llega y trata de tranquilizarla atestiguando la gran competencia de su padre en la cirugía facial, porque ella pudo beneficiarse.

Louise, a quien salvó en el pasado y que se ha convertido en su alma condenada, le sirve con absoluta fidelidad y el cariño que tiene a Christiane. Louise le da su máscara, una simple máscara blanca e inexpresiva que cubre completamente la cara.

Una vez en su habitación, Christiane que vive sola y desesperada, y que únicamente tiene sus ojos intactos sale y baja las escaleras. En la casa, los espejos están pintados de negro. Ella encuentra el teléfono, llama a su prometido, escucha su voz, pero no dice una palabra.

Después, al día siguiente vemos que Louise, la asistente contactó con la joven estudiante suiza, llamada Edna Gruberg, y le ofreció una entrada de cine mientras hace espera en la cola. Tras ir juntas al cine la chica habla de que busca de una habitación para quedarse, y Louise le ofrece a la estudiante una en la Casa de los Genessier.

Esa misma tarde , tras tomar un café, las dos mujeres se desplazan por carreteras secundarias hasta llegar a la casa grande. Edna está un poco preocupada, pues le parece lejísimos , pero Louise hace todo lo posible para tranquilizarla y le presenta al profesor, quien pronto le aplica un pañuelo empapado en cloroformo en la cara.

Inerte, la joven se deja llevar por los dos cómplices en una especie de laboratorio. Christiane, que ha escuchado algo de ruido en su habitación, decide seguirlos. Escondida detrás del auto de Louise, escucha a su padre hablar con su asistente en el garaje. Ella entiende que él llevará a cabo el corte de la cara de una chica que no conoce.

Christiane luego cruza un largo pasillo antes de descubrir lo que es similar a una sala de cirugía. La  chica está ahí, inanimada sobre una camilla. Luego va a una habitación grande similar a una perrera en la  que hay una gran cantidad de perros, retenidos allí, como conejillos de indias.

Después de acariciar algunos animales que parece conocer bien, vuelve a la sala de intervención y descubre un espejo. Se quita la máscara para mirarse a sí misma. La cara aún descubierta, ella se acerca a la niña dormida para tocar su cara, pero de repente se despierta y grita de terror al descubrir la cara de Christiane.

La siguiente escena muestra al padre Genessier vestido con la ropa del cirujano. Luego, con la ayuda de Louise, comienza su intervención. Los cuerpos de las dos mujeres jóvenes (la "donante" y la receptora) se extienden, uno al lado del otro. Este proceso , filmado en su totalidad, es largo y doloroso. Vemos como le dibujan en la cara la parte de la piel que se le va a extraer. Se le enmarcar los ojos y después se procede a sacar la piel usando multitud de pinzas. Louise ayuda a su jefe secándole el sudor y con el bisturí. Formalmente termina el proceso.

Algún tiempo después, Christiane regresa a su habitación esperando el resultado, esperando que no se rechazara el trasplante .

Edna, prisionera, sigue viva. Louise le lleva comida al lugar donde la secuestraron, pero la estudiante logra noquearla y luego escapar. Louise advierte al profesor de lo ocurrido y la persigue, pero la estudiante se pierde en la casa y finalmente la encuentra muerta después de una caída desde el segundo piso. El cuerpo de la joven es depositado en la bóveda familiar por el cirujano, siempre con la ayuda de Louise.

En la estación de policía, la amiga de Edna viene a declarar la desaparición de la joven y le da al investigador, el inspector Parot (Alexandre Rignault  ), una descripción de Louise, aunque la misma sea vaga, como el collar de perlas).

La policía se da cuenta de que la serie de jóvenes desaparecidas siempre responde a un mismo esquema de ojos azules y siempre se ha producido en la misma zona de París, pero sin tener ninguna pista.

En la mansión de los  Genessier, Christiane parece haber encontrado su rostro, un rostro que se ajusta magníficamente a su cara, un rostro que muestra su belleza, la perdida y la ganada, pero sigue molesta por no poder contactar con el Dr. Jacques Vernon, su prometido.

El profesor está esperanzado , aunque todavía existe la posibilidad de rechazo en el implante de piel. Pero ha de ir a su clínica. Antes de irse, parece detectar pequeños problemas en la cara de su hija.

Esa misma noche, le confiesa a su asistente que la intervención se perderá irremediablemente. Vemos  que , en efecto, lo que parece una piel perfecta se va transformando en una masa amorfa y descompuesta. El tiempo ha confirmado su pronóstico, el trasplante no cuajó y Christiane vuelve a su máscara.

Desesperada, Christiane decide llamar a su prometida sin el conocimiento de su padre y de Louise, pero esta vez pronuncia su nombre antes de colgar .

Desde ese momento Jacques queda sorprendido y aturdido al descubrir que su novia parece no está muerta.

Tras todo esto informa al inspector Parot, un inspector que tiene dudas acerca de todo el caso sumado a las desapariciones, A esto se añade la descripción de las desaparecidas así como de la coincidencia en los ojos de las mismas y del gran collar de perlas de la sospechosa. Al comentar el policía este detalle Jacques inmediatamente piensa en Louise.

La policía decide articular un plan. Por medio de una chica joven que acaba de ser detenida que responde a los rasgos de las desaparecidas , pretende colocarla como cebo para Louise.

La chica es cuestión se llama Paulette Mérodon (Béatrice Altariba) y cometió un delito menor al robo en una tienda, pero como prefiere que sus padres no se enteren de que es una ladrona, no puede negarse a ofrecer su ayuda para que los sospechosos caigan en una trampa.

Así que el Doctor Genessier y su asistente  Jacques, que es médico y trabaja en el departamento del profesor, reciben la visita de Paulette en su clínica. Tras verla el Doctor decide que Paulette fuera hospitalizada para que su jefe la analizara y se fije en ella, algo que no pasa desapercibido.

Sin embargo, todo no sale según lo planeado: a petición de la Doctor, Paulette, como falsa paciente abandona la clínica esa misma noche.

Tras marcharse caminando para tomar el transporte público es recogida por la calle por un 2CV lo lleva a bordo. Como era de esperar se trata de Louise.

Mientras los dos policías (Alexandre Rignault y Claude Brasseur) decide visitar a Genessier en su clínica para encontrar a la niña desaparecida. Las explicaciones dadas por el cirujano todavía parecen satisfactorias y Jacques, su asistente, no sabe nada del alta. La policía se marcha sin insistir.

Al momento vemos a Paulette prisionera en el laboratorio de la Casa de Genessier y ya conectada a una mesa de operaciones.

Sin embargo, Paulette será liberada por Christiane, que parece estar cansada de operaciones y de asesinatos en su nombre y en el de la ciencia. Alertada por los gritos, Louise intenta intervenir, pero Christiane la mata con el bisturí.

La joven Paulette huye y la hija del profesor aprovechó la oportunidad para liberar a los perros de sus jaulas.

Al llegar a la clínica desde su clínica, el Doctor es atacado por los animales que lo lastiman gravemente en la cara y lo desfiguran.

Por su parte, Christiane también libera a sus palomas de la jaula y se sumerge en el bosque oscuro cercano y misterioso en la noche, rodeada por sus queridas aves que vuelan a su alrededor, acabando así la película.

La película se rodó en los Studios de Boulogne, en la Avenue Jean-Baptiste Clément, en Boulogne-Billancourt, también se rodó en la ribera del río Marne, en Noisiel, en el Departamento de Seine-et-Marne. De hecho todas las escenas rodadas al aire libre se hicieron en París y en los suburbios de París.

Igualmente en el Instituto Médico-Légal, sito en el número 2 de la parisina Place Mazas, así como en Rue des Noyers, en Crisenoy, en el Departamento de Seine-et-Marne, en la Rue de Versailles, en Marnes-la-Coquette en la Ile de France, . Tambéen se rodó en el  Theatre des Champs Elysées, 15 avenue Montaigne, en Paris ; asi como en la Rue Saint-Jacques , escena rodada frente a la Sorbona, durante la cual la estudiante suiza Edna es vista por Louise.

El Château de Marnes en la casa de los Genessier está en Marnes-la-Coquette donde se rodaron las escenas finales que presentan el ataque de los perros contra el cirujano.

Se rodó igualmente en el Viaduc de Meudon durante el secuestro de Edna por Louise, quien lo lleva a la casa del profesor.

El centro de salud es el de Yvelines Bel Air Park en Chesnay que alberga la clínica de Genessier con una breve escena.

El productor de cine Jules Borkon compró los derechos de la novela de Jean Redon , escrita hacía poco tiempo, y se comprometió a proponerla a Georges Franju. Lo cierto es que a finales de la década de 1950, películas de terror británicas de la Hammer como La maldición de Frankenstein (1957) y Drácula (1958) o el cine de  Mario Bava en Italia daba empaque al género de Serie B , y que tendrán su éxito de crítica y público entre los cinéfilos franceses.

En ese momento, las películas de terror modernas similares no habían sido intentadas por los cineastas franceses hasta que el productor Jules Borkon decidió entrar en el mercado de terror. Borkon compró los derechos de la novela de Redon .

Para ello Borkon contactó con la Champs-Élysées Producciones y la Lux Film para que apostaran  por llevar este género al cine francés, confiando la dirección de la película a Georges Franju, uno de los fundadores de Cinémathèque Française , junto con Henri Langlois y con el apoyo de Paul-Auguste Harlé .

Franju, nacido en 1912 y que fallecerá en París en 1987, que ya había dirigido su primer largometraje no documental La tête contre les murs (1958) y que había sido destacado por la crítica por alguno de sus cortos documentales, sobre todo  La sangre de las bestias.

Franju creció durante la era del cine mudo francés cuando cineastas como Georges Méliès o Louis Feuillade estaba haciendo películas de temática fantástica , y disfrutó de la oportunidad de contribuir al género. Franju sintió que la historia no era una película de terror; más bien, describió su visión de la película como una de "angustia ... es un estado de ánimo más tranquilo que el horror ... más interno, más penetrante. Es horror en dosis homeopáticas".

Durante la producción de la película, en ese año 1960, se tuvieron en cuenta los estándares de los censores europeos al establecer el tono correcto, minimizando el gore y eliminando el personaje de científico loco . Aunque la película pasó por los censores europeos, el lanzamiento de la película en Europa causó controversia, sin embargo, la reacción crítica varió de alabanza a disgusto.

La película se distribuyó en Francia e Italia, donde se ubican las dos productoras: la Champs-Élysées Productions , para Francia y Lux Film , para Italia. Después se distribuyó en  los Estados Unidos bajo el título en inglés " Eyes Without a Face ".

Maurice Jarre que trabajó en su país natal entre  1951 y 1962 antes de su partida para Hollywood  realizó la estruendosa por momentos banda sonora.

La máscara usada por la actriz Edith Scob fue diseñada por Henri Assola , mientras que Georges Klein fue el responsable de los efectos especiales. Estos dos hombres ya habían creado la máscara del personaje Quasimodo que usaba Anthony Quinn en la película Notre-Dame de Paris , en 1956. Se trata de una máscara de látex, una novedad real en una película y le da a la máscara una apariencia más realista.

Según la biógrafa Marie-Ève ​​Lacasse dedicado a la estilista Peggy Roche y Françoise Sagan , los vestidos a lo largo de la película de la actriz Edith Scob que interpreta el personaje de Christiane son los obra del modisto Hubert de Givenchy

La actriz Édith Scob, que ya había filmado bajo la dirección del cineasta en La tête contre les murs (1958) regresará más tarde al cine con Thérèse Desqueyroux (1962) de François Mauriac, Judex (1963) - obra homenaje al serial de Louis Feuillade y sus Fantomas o Les Vampires, La Faute de l'abbé Mouret d'Émile Zola (1970) y Nuits rouges (1974). Incluso Edith Scob guiñará hará un homenaje a los Ojos sin rostro usando la misma máscara más de cincuenta años después en Holy Motors , una película que tengo pendiente por ver.

En el apartado masculino destaca la presencia de Pierre Brasseur, siendo la segunda de las tres colaboraciones del actor Pierre Brasseur con el director Georges Franju , después de su primer filme.

El actor Claude Brasseur, hijo del actor Pierre Brasseur, interpreta igualmente el papel de un joven inspector que asiste al Inspector Parot. Los dos actores, padre e hijo, se encuentran por un corto tiempo en la misma toma.

Esta película hizo su debut en París el 2 de marzo de 1960. La película tuvo cierto  éxito público, pero recibe críticas bastante favorables de los especialistas en películas fantásticas.

Durante el lanzamiento original de la película, un crítico de cine en inglés de The Spectator fue casi despedido por escribir una crítica positiva, mientras que la reacción crítica general había sido negativa.

Un crítico francés declaró que la película era "en un género menor y bastante indigna de sus habilidades [del director Georges Franju]". Franju respondió diciendo que la película era su intento de conseguir que el género menor fuera tomado en serio. Estos destacan su particularidad.

Pero no impedirá que algunos operadores de cine detengan su proyección por temor a las reacciones de algunos espectadores demasiado "sensibles" y eso que fue aprobada por censores europeos en su lanzamiento original en 1960. Sin embargo, la escena perturbadora de la cirugía facial todavía causó controversia.

Casi cincuenta años después de su estreno, la película aún goza de críticas favorables.  Olivier Père , director de la sección "cine" en Arte, desde 2012, destaca que: " Los ojos sin rostro están entre las pocas incursiones brillantes, al menos significativas, del cine francés en el registro de lo fantástico, y más precisamente del terror . "

El crítico de El País, Carlos Boyero,  dijo de la película que respondía a un  "Lirismo tenebroso (...) enfermiza y subyugante atmósfera (...) inclasificable obra maestra"

Para el director Georges Franju, es claramente una película de terror con pasajes de una naturaleza fantástica, como la escena del cementerio donde se esconde el cuerpo de la joven Edna. También lo considera una escena típica relacionada con este tipo de películas. La violencia del "espectáculo operístico" filmado en su casi totalidad es un espectáculo meticuloso para el espectador, las otras escenas, excepto el ataque de los perros, aunque sea menos largo y se encuentra al final de la película, no siendo tan difícil.

Cuando la película fue presentada en el Festival de Cine de Edimburgo en 1960, se informó que siete miembros de la audiencia se desmayaron durante la escena de la cirugía. El director Georges Franju respondió: "Ahora sé por qué los escoceses usan faldas".

Originalmente lanzado en los Estados Unidos en una versión editada titulada "La Cámara de Horror del Dr. Fausto", un título extraño considerando que no hay nadie llamado Dr. Fausto en la película. Lo cierto es que la película editada y doblada en 1962 bajo el título de The Horror Chamber of Dr. Faustus, fue lanzado como una doble función junto a The Manster (1959), una película de terror japonesa llamada en España El monstruo de dos cabezas (1959). 

La recepción crítica inicial de la película no fue abiertamente positiva, pero los posteriores reestrenos de vídeos teatrales y domésticos aumentaron su reputación.

Mientras que algunos críticos de la época habían deplorado un "exhibicionismo sangrienta" (Gilbert Salachas) o la aparición de gore de imágenes de escenas de horror (una eliminación de la piel en la cara de Juliette Mayniel o la muerto del Doctor por un grupo de perros ), algo que hoy pudiera ser inocuo lo cierto es que mantiene su impacto aterrador.

Porque lo que interesa a Franju es precisamente la brecha entre el universo de lo real y la fantasía peculiar de lo fantástico.

Los críticos modernos elogian la película de hoy por su naturaleza poética, además de ser una influencia notable en otros cineastas.

Renuente al género, lo cierto es que Franju  le da una dimensión poética y surrealista, más cercana al enfoque de Cocteau en La bella y la bestia, que por momentos me ha recordado  que a las atmósferas de Dario Argento.

Aquí lo dominante como quería el director es la angustia de la  joven aislada y perturbada  que únicamente cuenta con la compañía de animales y especialmente de perros y aves. La chica es presentada como una víctima del padre en su doble condición de causante del accidente y en su condición de paciente ante un médico dominado por la obsesión, una especie de nuevo Doctor Frankestein.

Al final se restaura la situación de castigo cuando ella libera a los perros que la librarán de su verdugo común, a través de un impulso poético (con la presencia de palomas) y su entrada en el bosque sombrío y misterioso.

A destacar las miradas de Edith Scob, de la gracia inigualable que aparece como pájaro herido, de mirada melancólica bajo su máscara protectora y su sonambulismo,  que contrasta con si compañero que hace de Pierre Brasseur, sobrio e inquietante, en una interpretación  soberbia. A ellos se una  una Alida Valli cuya presencia con su mirada lo llena todo.

Ahora estamos ante una película de culto para los amantes del cine mundial. Hoy la película está incluido entre las "1001 películas que debes ver antes de morir", editadas por Steven Schneider.

Muchos cineastas le rindieron homenaje, desde John Carpenter - que mencionó que la máscara blanca de Christiane fue una inspiración para crear la máscara sin rostro de Michael Myers en la película La noche de Halloween o Halloween del año 1978 y que ha reconocido que estuvo influenciada por la máscara de Edith Scob en esta película- hasta Leos Carax,  , incluso del cine "gore" que aparecerá tres años más tarde con Orgie sanglante de Herschell Gordon Lewis , alguna obra de John Woo en su "Face to face" o el mismo Pedro Almodóvar que citó la película como una gran influencia para La piel que habito .

El director manchego llegó a decir en una entrevista que : "Tenía en mente los ojos sin rostro de Georges Franju mientras escribía la película y también cuando comencé a pensar en filmar. Creo que, probablemente, si queremos hablar de una referencia a otra película, la única referencia clara y concreta fue precisamente esta película, Los ojos sin rostro , que sé de memoria " .

En 1962, el español Jesús Franco hará un primer remake de The Faceless Eyes con el título The Horrible Doctor Orlof , al que seguirá lo que se puede considerar como una especie de secuela en 1988, con The Predators of the Night.

La película , como he dicho al principio ha sido para mi todo un descubrimiento. Un ejemplo de las muchas aportaciones del cine europeo a la historia del cine incluso a uno de los géneros "menores". Ha sido toda una referencia y un icono que se concreta en la máscara que no sólo dota a la película de un halo de misterio sino una apuesta por crear un film que parece ser heredero por momentos del surrealismo y del expresionismo, incluso del neorromanticismo, alejado de lo gótico y precursor en muchos sentidos de los "slasher" pero que apuesta desde la estético por lo hermoso, de lo irreal  y  misterioso.

Técnicamente es una película brillante. Franju decide emplear en muchos momentos el plano subjetivo de la víctima , ya sea Christiane, ya sea las estudiantes. A veces, apuesta por la brutalidad más absoluta como hace mientras saca la piel de Edna, pero siempre el director consigue lo que quiere a través de la angustia pero lo hace desde una perfecta armonia entre la realidad brutal y el lirismo de Christiane , visible en la mirada melancólica , los paseos por la casa hasta llegar a la mesa de operaciones y acariciar el rostro de la víctima  o en el bosque rodeada de los pájaros que ha liberado, una imagen extrañamente poética y evocadora que remite al gusto de Franju por el surrealismo y lo fantástico.

A destacar la magnífica fotografía en un espléndido blanco y negro de Eugen Schüfftan  que ayuda a crear el clima de misterio desde la secuencia inicial en el coche hasta la final ante el bosque. Una película que transita desde el misterio de la secuencia de apertura hasta el horror, pero siempre en la angustia. 



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