Habrá que reconocer que los franceses vienen a ser los europeos que mejor recrean su historia, haciendo con ellas un cine histórico creíble, bien estructurado y perfectamente diseñado. Si ya el Germinal de Claude Berri fue un prodigio en la recreación del mundo obrero surgido a través de la obra homónima de Zola, Capitán Conan no llega a tanto, pero deja muy alto el listón del cine histórico francés para sacar a la luz pedazos de su compleja historia. El sacarnos aquí la casi desonocida para el gran público la Expedición del Oriente, una historia tan alejada como la Expedición Checoeslavaca interviniente en la Guerra civil rusa es de un enorme mérito.
Años llevaba esperando ver Capitaine Conan en su título original en francés es una película dirigida por el director, guionista, actor, y productor francés Bertrand Tavernier quien reconoce influencias cinematográficas que van de John Ford, William Wellman, Jean Renoir, Jean Vigo y Jacques Becker. Su primer trabajo en el mundo de cine fue junto a Jean-Pierre Melville.
Posteriormente, llegó su primera película (L'Horloger de Saint-Paul, 1974) que ganó el Premio Louis Delluc y el Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 1974. Después llegaron otros títulos como El juez y el asesino (Le Juge et l'Assassin, 1976) , Dos inquilinos (Des enfants gâtés, 1977) , La mort en direct (Deathwatch, 1980) Une semaine de vacances (1980), Coup de torchon (1981), Mississippi Blues (1983), Un dimanche à la campagne (1984) , Autour de minuit (1986), La Passion Béatrice (1987). Poco después llegó un BAFTA a la mejor película en un idioma que no sea inglés en 1990 por La vida y nada más (La vie et rien d'autre, 1989), que , a su vez, le aportó un total de cuatro Premios Cesar. Le siguieron a este fértil director otros títulos como Daddy nostalgie (1990) Contre l'oubli (1991) La guerre sans nom (1992) o La hija de D’Artagnan (La fille de d'Artagnan) (1994)
En 1995, su película L'Appât ganó el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 1995. Al año siguiente llegó la que aquí nos ha traido Capitaine Conan y cuatro años después, su película Hoy empieza todo (Ça commence aujourd'hui, 1999) que una ganó la mención en el Berlinale de 1999.
Después llegaron Laissez-passer (2002)
Holy Lola (2004)
Dans la brume électrique (In the Electric Mist, 2009) , La princesse de Montpensier (2010), Quai d'Orsay (2014) o Las películas de mi vida (2016)
Con respecto a Capitán Conan destacar que se trata de un drama bélico y se basa en la novela ganadora del Premio Goncourt de 1934, Capitaine Conan de Roger Vercel (cuya edición en español publicó Inédita, 2008), en la que junto a la narración bélica se mezclan con los rasgos autobiográficos de un relato que subraya el lado íntimo y desasosegador de la experiencia bélica.
La película es una producción de Yvon Crenn en la que participan la productora Les films Alain Sarde , Canal +, Little Bear y TF1 Production y que contó con un presupuesto de $10 millones.
La película sigue el guion de Bertrand Tavernier y Jean Cosmos basada en la novela de Roger Vercel. En el apartado de la música destaca la banda sonora de Oswald d'Andréa , la fotografía de Alain Cloquart , el montaje de Luce Grünenwaldt, Laure Blancherie y Khadicha Bariha-Simsolo y el vestuario de época de Jacqueline Moreau.
El elenco lo integran Philippe Torreton como el Capitán Conan, Samuel Le Bihan como Norbert, Bernard Le Coq como el Teniente de Scève , Catherine Rich como Madeleine Erlane , François Berléand como el Comandante Bouvier , Claude Rich como el General Pitard de Lauzier, Cécile Vassort como Georgette. Junto a ellos aparecen André Falcon como el Coronel Voirin, Claude Brosset como el Padre Dubreuil, Crina Muresan como Ilyana, François Levantal como Forgeol, Pierre Val como el cobarde desertor Jean Erlane, Roger Knobelspiess como el Mayor Cuypene, Frédéric Pierrot como conductor , Jean-Claude Calon como el oficial secretario judicial Loisy, Laurent Schilling como Beuillard , Jean-Yves Roan como el soldado Rouzic , Philippe Héliès como Grenais , Tonio Descanvelle como Caboulet , Éric Savin el armero , Olivier Loustau como Mahut , Jean-Marie Juan como Lethore, Jean-Christophe Chavanon como el centinela de Scève , Christophe Calmel: como otro centinela de Scève, J.P. Monaghan como el Mayor inglés, Laurent Bateau como Perrin.
Estamos en el epigono de la Primera Guerra Mundial. La infantería francesa se encuentra en el frente macedonio y en primera linea conocemos a Conan (Philippe Torreton), un oficial de un grupo considerado de la élite del Ejército francés , los Chasseurs alpins (Cazadores alpinos), unidad fantasma que lucha en el frente oriental desde Bulgaria a Rumanía con una unidad formada por franceses, serbios e italianos en el llamado Ejército de Salónica. Se trata de un carismático líder de un pelotón especial, integrado por muchos soldados que proceden de prisiones militares y que atacan sin miedo las líneas enemigas por la noche sin tomar prisioneros.
Conan desprecia a los soldados de carrera, y su único amigo es un joven con estudios que aspira a ser maestro Norbert (Samuel Le Bihan).
Cuando termina el conflicto y se firma el armisticio con Bulgaria en septiembre de 1918, la unidad no es desmovilizada, y es envíada a Bucarest, capital de Rumanía, aliada de Francia, pero no devuelven la tropa al país galo recibiendo una suerte de unas órdenes confusas, ya que las tropas francesas del frente Oriental van a ser utilizadas como aliados y frente a los bolcheviques en la Guerra Civil Rusa.
Sin luchar y sin ser tampoco desmovilizado, la moral de unos soldados que llevan años luchando se hunden y comienzan los desmanes , pero también las deserciones y con ellos los consejos de guerra. En las calles de Budapest, permanecen un año retenidos . Los soldados galos siembran el desorden, roban y asesinan. Mientras Conan vive , bebe y se divierte. Se siente inmensamente vivo.
El teniente Norbert amigo íntimo de Conan tiene la delicada misión de ejercer de fiscal militar con el objeto de condenar a los culpables. Así que , en ocasiones, pide ayuda al Capitán Conan, que es visto como un héroe de guerra desde que su actuación fue determinante en la toma del monte Sokol.
A Norbert y Conan les separan grandes diferencias culturales, pero son buenos amigos. El cumplimiento de su deber pone en peligro su amistad, ya que Conan defiende apasionadamente a sus hombres, mientras que Norbert tiene que castigarlos.
Después de una exitosa defensa, Norbert se ve obligado a convertirse en acusación por la amenaza de que, si no lo hace, se imputará a Conan ya que se sospecha que algunos de sus hombres han participado en el brutal ataque a un club nocturno lleno de gente, robando la recaudación, lesionando a una cantante y matando a la cajera.
Con la ayuda de la policía rumana y una prostituta francesa, Norbert encuentra a los hombres pero logra sentencias livianas para ellos.
Mientras todo esto ocurre una viuda de alta alcurnia Madeleine Erlane (Catherine Rich ) llega desde Francia buscando a su hijo, Jean (Pierre Val ) quien encuentra esperando un juicio por deserción. Después de escuchar su historia, Norbert cree que el chico puede ser inocente y que su oficial, un despreciable militar de carrera, lo que busca es que le peguen un tiro para ocultar su propia incompetencia durante un combate.
Conan, que odia al oficial, está de acuerdo, y se lleva a Norbert a la antigua línea del frente donde el muchacho se perdió en acción. Ambos, conjuntamente con el abogado defensor, un sacerdote castrense, el Padre Dubreuil (Claude Brosset) se convencen de su inocencia. A pesar de la defensa bien planteada el chico será condenado a morir fusilado.
Pero la Guerra civil rusa prosigue y el ejército francés de Oriente es nuevamente movilizado para ser trasladado al Danubio para luchar de manera no reconocida oficialmente, e impedir un ataque del Ejército Rojo.
Inesperadamente los soviéticos atacan y durante la acción, Conan vacía la prisión y lidera a sus hombres hasta una última victoria. Consigue con su valentía cercana a la brutalidad vencer a los soviéticos aunque a costa de la muerte de un valeroso Jean, que demuestra que lucha con valor como le trasmite Norbert a su madre por carta.
En una sombría coda, años más tarde, ya de vuelta a Francia, Norbert visita a Conan. Al llegar a la localidad natal de Conan en Bretaña, descubre que ya no es un gallardo héroe, sino un tendero enfermo de muerte. le quedan seis meses de vida y durante la breve conversación un amargado excapitán Conan le dice «Son los hombres como yo los que ganan las guerras» y añade «¿Te acuerdas de lo que te decía en Gorna? ¿Eso de que éramos como mucho tres mil los que habíamos ganado la guerra? De esos tres mil, puede que encuentres alguna vez uno o dos, aquí o allá, en algún pueblucho… Míralos bien, Norbert: estarán como yo…» acabando casi de inmediato con suma tristeza.
Cuenta Tavernier que cuando Vercel publicó su novela, inspirado el personaje en un teniente de zapadores con el que el autor había coincidido en las trincheras, fueron muchos los que le escribieron diciendo: «Conan soy yo». Nunca logró reencontrarlo.
La
La película obtuvo una recaudación de $4.4 millones y con ella Bertrand Tavernier ganó el premio César al mejor director y Phillippe Torreton el César al mejor actor de un total de nueve nominaciones.
La película fue también nominada a otros seis premios César incluyendo el de mejor película, mejor guion y actor revelación.
La película fue elegida para Film Presentado en el Festival de Cine de Telluride . En el Festival de San Sebastián obtuvo una mención especial.
En 2019 en un homenaje a Tavernier el director contó que "Debido al frio; un día los extras bebieron vodka y acabaron todos borrachos ". La película se rodó entre Rumanía y Francia. En la capital Bucarest se rodó en Carul cu Bere, en la región de Tulcea, en las llamadas Macin Mountains y en Enisala y en Francia en Cap Fréhel en Côtes-d'Armor y en Saint-Suliac, en Ille-et-Vilaine.
. Y en los Premios del Cine Europeo fue nominada a mejor película y actor (Torreton)
En cuanto a la crítica Janet Maslin, de The New York Times, dijo de ella que "Monsieur Torreton personifica poderosamente las cuestiones centrales de la película de en qué se convierte un luchador sin el combate y a dónde llevan los valores inherentes en una batalla salvaje".
Ken Fox, de TV Guide, consideró que era " tan bella como brutal y que era uno de los mejores films bélicos de los últimos años".
Por su parte Alex Albanese, de Box Office, dijo que la película era dura, precisa y desoladora como el personaje que da título a la película.
Ya en España Javier Ocaña dice de ellaen Cinemanía que es un "Espectacular alegato antibelicista" , mientras que Fernando Morales en El País dice que es un "Intenso drama (...) espléndidas interpretaciones".
Fernando Rodríguez Lafuente señala en ABC que "De los méritos de esta cinta uno se alza por su carácter absolutamente cinematográfico. El manejo de la cámara en los escasos pero brillantes episodios de batallas, escaramuzas y enfrentamientos. Tavernier logra que los ojos de los combatientes sean la visión en la pantalla, que cada plano asuma «la expresión y la emoción de un soldado que no ve al enemigo, y no sabe dónde está» (así contestó el director a Esteve Riambau, en la revista citada, allá por abril de 1997). Logra también relatar, a través de poderosas imágenes, la trastienda de la guerra, la vida cotidiana, los sabores y colores, el desánimo y la cobardía, la heroicidad y el crimen, la venganza y la deserción, el miedo y la arrogancia, el humor y la tristeza y las diarreas de la tropa, y a los fatuos generales en sus cámaras distinguidas con sus fastos anacrónicos. Y recuerda al espectador que, en medio del infierno, la salvación es a cualquier precio. Sobrevivir, como sea. No hay ya reglas ni normas. " Concluye su artñiculo diciendo que "Destrozados por la guerra, anónimos e invisibles para sus compatriotas, cada uno se convertiría en un héroe y un monstruo, también para sí mismo. Los que ganaron, aún más".
En ABC Play "El reputado Bertrand Tavernier ("Hoy empieza todo", "El salvoconducto") se atrevió a llevar a las pantallas esta revisión histórica de la primera gran guerra del siglo XX. "Capitán Conan" nos presenta al ejército francés no como vencedor del conflicto, sino como víctima de su propia sed de sangre tras cuatro años de cruel enfrentamiento bélico. El comprometido director contó con Philippe Torreton -con el que ya había trabajado en "Ley 627"- y Samuel Le Bihan ("El pacto de los lobos") para los papeles principales. "
Un gran film bélico - más bien antibélico- con un final tremendo, grandes escenas de acción, una gran puesta en escena y que muestra la cara oculta y más triste de la Primera Guerra Mundial y el absurdo de la misma generando resentimientos y amarguras sin fin. Una de las mejores muestras del cine bélico relacionado con la Gran Guerra.
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