sábado, 3 de octubre de 2020

Furtivos


Un Borau, José Luis, asume su papel de Gobernador y de director de una de las películas que son una referencia del cine de la transición política española. Una película que nos muestra el maravilloso quehacer de dos actrices y un actor, como son Lola Gaos, Alicia Sánchez y Ovidi Montllor. 

Una película marcada por la brutalidad y la violencia la explícita y la implícita en la que está presente el odio, el resentimiento y hasta el incesto. De todo lo que en ella descubrimos sobresale una tremenda y brutal Lola Gaos en su papel de Marina , una mujer que rezuma odio y violencia porlos cuatro costados. 


Furtivos fue producida por José Luis Borau, un zaragozano que nacido en 1929 y fallecido en 2012, que era también profesor de guion en La Escuela de Cine. Esto no le impidió transformarse en productor estando detrás desde 1967 de la productora El Imán Cine y Televisión S.A., y decidir dirigir, pero igualmente escribir en colaboración con Manuel Gutiérrez Aragón y dar como resultados Furtivos, una película que fue Concha de Oro a la mejor película en el Festival de Cine de San Sebastián. Era su tercera película tras debutar con un western (Brandy, 1963) y seguir con una película policíaca (Crimen de doble filo, 1965). 

Durante diez años filmó sobre todo anuncios y produjo películas de otros con su productora. Además, trabajó como profesor de guion de la Escuela Oficial de Cinematografía.Su primera película bajo control propio es el thriller político Hay que matar a B. (1974). 


José Luis Garci dijo de él que era un director que adoraba a Hitchcock y que llevaba dentro toda la tradición del cine americano además de ser un gran guionista, lo fue de Mi querida señorita. Como guionista gusta de las elipsis que transforma en momentos y miradas. 

La película cuenta con la música compuesta por Carmen Santonja , Gloria Van Aerssen, es decir, Vainica Doble y la fotografía de Luis Cuadrado El elenco contó con Ovidi Montllor como Ángel , el Alimañero, Alicia Sánchez como Milagros, Lola Gaos como Marina, la madre de Ángel, Ismael Merlo como el Cura, José Luis Borau como el Gobernador, Felipe Solano el Cuqui. 


La historia tiene como protagonista a Ángel (Ovidi Montllor), un cazador furtivo pero un hombre tímido, apocado, que vive en un bosque con su madre Martina (Lola Gaos), una mujer de carácter tiránico y violento. 


En uno de sus viajes a la ciudad, conoce a Milagros (Alicia Sánchez), una chica joven atractiva y descarada escapada del internado de las monjas del Divino Consejo, un reformatorio y amante de un conocido delincuente, el Cuqui. 

Ángel la protege y tras pasar con ella una noche en una pensión decide llevarla a su casa. Nada más llegar descubrimos la animosidad de Marina, la madre, hacia Milagros, así como la atracción que Ángel siente hacia ella, unido al aspecto claustrofóbico de las relaciones entre los personajes, desembocan en un drama casi saturniano. 

En ese drama vemos la ruptura de un mundo afectivo que le oprime y que no sabe romper por sí mismo. Los dos, madre e hijo, no dejan de ser sino alimañas poseídas por sus instintos más primarios mantendran una relación que no gustara nada a su madre, celosa de la mujer que puede arrebatarle a Ángel, conformándose un triángulo emocional y sexual dirigido hacia la tragedia. 


Milagros en su esplendorosa juventud es portadora de un deseo de vivir que no entiende de cortapisas morales, ni inhibiciones sexuales. Su llegada es un golpe en la relación que mantiene Marin con su hijo. 


Lo cierto es que madre e hijo han devenido en bestias, producto de un aislamiento prolongado que ha degradado hasta tal punto su relación materno-filial que parece abocada irreversiblemente al drama, una vez que en este ambiente opresivo se cuele Milagros como un soplo de aire fresco. 

Desde la llegada el choque frontal acaba con un enfrentamento entre hijo y madre que ultrajada por su propio hijo, que la arranca con violencia de la cama matrimonial, tendrá como objetivo poner fin a Martina. Como inicialmente no puede con ella, no dudará en ensañarse a golpes con una loba encadenada matando al pobre animal por no poder matar a Milagros. 


A esto se suma la presencia en la casa del Gobernador de la provincia (José Luis Borau) que aparece por la zona en busca de la caza tras un largo periodo de veda y en busca de su ama, pues descubrimos que tanto él como Ángel son hermanos de leche. Son los contrastes del país, uno amparado por el régimen, en la cúpula del poder y el otro, que mantiene su instinto primitivo, viviendo como un depredador de lo que la naturaleza le ofrece. 

Al descubrir el Gobernador la presencia de la chica en la casa huída del internado de las monjas del Divino Consejo la historia no puede acabar de otra manera sino en matrimonio, una vez rapada la chica. El oficio lo celebra el cura del pueblo (Ismael Merlo) y lo hace ante una madre dolida.

Tras eso la relación entre Ángel y Milagros se mantiene viva en el bosque hasta que el Cuqui retorna a escena. Tras robar una moto se persona en la casa de Marina, para alegría de esta y desolación de Ángel. Milagros duda entre ir con él o quedarse en esa casa castrante. Pero la presencia del Gobernador y de la Guardia Civil que busca al Cuqui, supone la huída de éste por el monte. 

Ángel y Milagros acuerdan dejar huir al Cuqui pero dejarlo con vida, aunque sea a costa de que milagros se quede en la casa. 

Viendo que la chica no se va, Marina manda a Milagros a recoger unas patatas junto al arroyo. Tras eso milagros desaparece. Ángel al regresar queda desolado y será antedido por su madre casi como antaño. Vemos que el muchacho asume la pérdida hasta que vuelve a encontrarse con el Cuqui y encuentre la caja personal de Milagros.  Esta situación determina que acabe con un ciervo de muchos puntas y que para evitar la condena pase a transforarse de furtivo a guardia forestal. 

Pero ya sabe la verdad. Tras eso le pide a su madre que le confiese ante el sacerdote. Tras participar activamente en la misa, de regreso a casa acaba con su madre y con ella la película.  

El rodaje que se desarrolló en el invierno de 1974/75 entre las localidades de Montejo en Madrid y El Rebollo en Segovia, fue muy duro debido al frío como alguna vez afirmó Alicia Sánchez. 

Se cuenta la anécdota de que el director aragonés le dijo a Gutiérrez Aragón "quiero hacer una película con un bosque y Lola Gaos". Lo cierto es que el director tenía dos cosas claras antes de enfrentarse con el primer borrador: Lola Gaos sería la protagonista y la historia se desarrollaría en un bosque, escenario que define como “ese ‘país’ que perdimos los españoles a costa de tantas guerras”. 


Las prisas de Borau hicieron que el guión se escribiera en apenas un mes. La exhibición de Furtivos estuvo tan condicionada por las autoridades franquistas que fue desestimada para los festivales de Cannes y Berlín. Fue mejor recibida en San Sebastián, punto de partida de su rotundo éxito de crítica y de público. 

Con esta película, Ovidi Montllor, conocido primero como actor de teatro en las compañías de Núria Espert y Adrià Gual, y también como cantautor, inició una paralela y notable carrera como actor de cine. 

Señalar que se barajó el nombre del motociclista Ángel Nieto para el papel de Cuqui (el novio de Milagros) y la actriz Ángela Molina declinó su participación por exigencias de la productora que la tenía contratada ya que sus compromisos siguientes le impedían cortarse tanto el pelo, algo que exigía el guión en determinadas secuencias.


Borau señaló que el papel de gobernador en un principio estaba destinado a José Luis López Vázquez. El objetivo del guión era representar a unos personajes aplastados por el bosque. Las historias que escribía por aquel entonces Gutiérrez Aragón tenían siempre un trasfondo de cuento infantil. "En la cocina del guión de ‘Furtivos’, eso que pertenece a lo que podría describirse como 'el secreto del sumario', estaba latente el cuento de 'Hansel y Gretel', en el que una pareja de niños se pierde en un bosque y acaba en la casa de una bruja", explicó alguna vez Gutiérrez Aragón . 


Borau tenía desde el principio una determinación: la película no sufriría ningún corte, ya había padecido en su anterior proyecto ‘Hay que matar a B.’ (1974). Aunque la censura vivía ya tiempos de agonía, si 'Furtivos' no padeció ningún tijeretazo fue gracias al coraje de Borau, que prefería no estrenarla a mutilarla. Así que finalmente la película estuvo virgen de cortes, salvo por una excepción que contó con el beneplácito del realizador, se eliminaría el plano en el que aparecía la sede del Gobierno civil de Segovia para no relacionarlo con el gobernador de la ficción. 

El Festival de San Sebastián amenazó con no aceptar ninguna cinta española si no iba la del aragonés. Además de ganar en San Sebastián y el  Premio Perla del Cantábrico a la mejor película de habla hispana . La película es un éxito en taquilla. 


No fue el único premio. En la 31.ª edición de las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos se llevó el premio a la Mejor película , Mejor director , Mejor actriz protagonista para Lola Gaos y Mejor guion para J.L. Borau y Manuel Gutiérrez Aragón.


En los Premios San Jorge ganó el Premio a la Mejor película española, Mejor interpretación en película española en Lola Gaos siendo igualmente Fotogramas de Plata a la Mejor intérprete de cine español (Lola Gaos) 

En el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias le fue concedida el Premio a la Mejor película.

En cuanto a la crítica Fausto Fernández en un par de tweets recientes comenta que la película se caracteriza por reflejar lo que son "Madres castradoras en un ecosistema decadente, violento y endogámico como el franquismo terminal... FURTIVOS , visceral Borau...". Y en otro señala que la película refleja "el fin del franquismo, su agonía y su taxidermia animal halló en la brutal FURTIVOS de José Luis Borau su violento y árido reflejo. ". 

Jordi Batlle Caminal en El País escribe que se trata de "Un drama rural tempestuoso y febril, expuesto sin simbolismos de ningún tipo, a cara descubierta mediante un cine de primer grado, directo, funcional (...) Un título de oro del cine español." 

Juan Antonio Porto, guionista, que estuvo en el Festival de San Sebastián den el 1975, defiende que la película es "muy española, pues está enraizada en nuestra cultura popular". Destaca en el misma la figura del furtivo. Dice que es extraordinaria, inteligente, bien escrita, con un juego subterráneo, con personajes que se vengan por delegación. Destaca el mérito de estranarse en el 75 , un año difícil especialmente una película tan dura y tan crítica. Destaca las elipsis como atractivo narrativo de la película y leyendo el subtexto de la película. 

Fernando Méndez Leite aclara que no era el primer desnudo del cine español pero tuvo problemas de censura en todo el año 1975 ya que terminada a inicios de ese año y se le propuso algunos cortes (gobernador, desnudos, se te ve el pajarito,...), pero Borau se negó e intentó estrenar en festivales. No lo logró en Cannes ni Berlín, sí en San Sebastián. 

Juan Miguel Lamet destaca que era un producto propio de 1975 inconcecible que apareciese un Gobernador , destaca la fotografía , la interpretación de Lola Gaos y destaca las miradas que son tan importantes como lo que está sucediendo , con muchas elipsis. Del director destaca su carácter perfeccionista que ha provocado que tenga una filmografía de únicamente siete películas. Aunque da siempre una visión desagradable del amor físico, lógico entre unos seres que se comportan casi como animales como igualmente destaca Méndez Leite y el uso de elipsis y el montaje a corte limpio (sin fundidos ni transiciones) pero con una continuidad magnífica. 



En ABC Play "José Luis Borau disecciona con vigor y atrevimiento la España franquista en este filme, considerado uno de los títulos mayúsculos de la historia del cine español. La cinta, premiada con la Concha de Oro en el festival de San Sebastián, cuenta una historia de amor loco en un ambiente rural magníficamente retratado. " 

En la web cine divergente destacan que " la verosimilitud que trasmiten los momentos de asueto del señor gobernador; sea en torno a unos chatos de vino, sea tratando de abatir a la ansiada presa: toda una radiografía del ejercicio del poder, y de las jerarquías a las que da lugar de manera natural, resuelta desde la observación rigurosa de miradas, gestos y comportamientos. Si bien en el plano formal esta obra no supone una ruptura con los recursos estilísticos propios del cine de su tiempo —tampoco lo pretende—, la impronta documental que atraviesa todo su metraje refuerza poderosamente este acercamiento, rayano en lo etnológico, hacia los tipos humanos que pueblan el entorno rural circundante: cuando la cámara se vuelve hacia los lugareños se diría que estos crecen, como las malas hierbas, en el propio bosque. "

El propio Borau declaró en alguna ocasión que la película muestra "El bosque como símbolo de nuestro país y de nuestra manera de vivir"

Lo cierto es que la película además mantiene la leyenda negra, aunque parece ser cierta de que apalearon a un perro que estaba muy enfermo hasta morir para rodarla. 

Como curiosidad señalar que casi ninguno de los actores y actrices muestra su voz. Alicia Sánchez tiene la voz de Maripé Castro, al mismo Borau le dobla Rafael de Penagos y a Ovidi Montllor, Jesús Nieto. Montllor sin su voz era menos Montllor. Para acabar diré que la película, una de las grandes referencias del cine español, y la principal del que con el tiempo será Académico de la Lengua, contará con un carte realizado igualmente por el escritor, cineasta e ilustrador, Iván Zulueta.



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