lunes, 19 de octubre de 2020

El verano de Kikujiro



Lo primero un detalle para no perdernos, Kikujiro es el adulto, y el verano, el de los dos protagonistas , Kikujiro (Takeshi Kitano ) y Masao (Yusuke Sekiguchi) de esta película, Kikujiro no natsu, una de las obras más conocidas de Takeshi Kitano que aquí es director , productor, montador y guionista de esta obra. 

No hace mucho, en julio, revisitando una película, me sorprendió ver a Takeshi Kitano. En la misma, Furyō, aquí conocida como Feliz Navidad, Mr. Lawrence de Nagisa Ōshima aparece Kitano como el brutal Sargento Gengō Hara. Asume un rol de hombre brutal y visceral que cambia una vez que la guerra ha terminado. Ese perfil de hombre duro, intransigente es el que casi siempre ha asumido Kitano, salvo en su producto más popular, humos amarillo. Sin embargo, aquí nos lleva a mostrarnos su faceta más naïf, más amable, más transformadora. Este es el valor de El verano de Kikujiro.

La película es una producción de Masayuki Mori y el mismo director en la que están implicadas Bandai Visual, Tokio FM , Nippon Herald y Office Kitano Guion Takeshi Kitano. La banda sonora de este film está realizada íntegramente por Joe Hisaishi, mientras que la fotografía es de Katsumi Yanagishima.  


El elenco está representado por Takeshi Kitano como Kikujiro Takeda , Kayoko Kishimoto como la esposa de Kikujiro, Yusuke Sekiguchi como Masao Sugiyama , Yūko Daike como la madre de Masao Satoko Sugiyama. Igualmente aparecen Kazuko Yoshiyuki , la abuela de Masao , Batir Kiyoshi como el hombre de la parada de autobús , Rakkyo Ide como uno de los motoristas , Nezumi Imamura como el viajero, Fumie Hosokawa como la chica malabarista, Akaji Maro como el hombre aterrador y Daigaku Sekine como el jefe Yakuza.



Masao (Yusuke Sekiguchi) es un niño de nueve años de naturaleza triste,  que vive  en el barrio de Shitamachi en Tokio , con su abuela, trabajadora en un kiosko de comida, pero que come solo a diario, y al que le roban los "bully" abusones del barrio, y que ve como acaban de terminar el curso escolar. Ahora le toca pasar las vacaciones de verano con su abuela. Las vacaciones de verano no son precisamente satisfactorias para el pequeño pues supone pasar de un rutina colegial a la nada. En el verano se acabaron los partidos de fútbol, y se acabó todo lo demás, ya que todos sus amigos se están marchado a la playa. 

El aburrimiento de Masao tras recibir un paquete y buscar una cosa en una caja, encuentra una foto de su madre perdida hace mucho tiempo. Ante esto se le ocurre la peregrina idea de buscar a su madre, que lo abandonó alegando que iría a encontrar trabajo y a la que nunca ha visto. Con muy poco dinero y con una fotografía y una dirección como únicas referencias, el plan parece condenado al fracaso, especialmente cuando la mujer de Kikujiro y éste encuentran que los abuisones lo han parado en la calle y le están quitando el dinero. 

Una amiga de su abuela (Kayoko Kishimoto), que considera a Masao, como el niño con la cara más triste del mundo, propone que su marido acompañe a Masao. El problema es que su marido es Kikujiro (Takeshi Kitano), un antiguo yakuza, no parece la compañía más recomendable para un niño. Es jugador, mal hablado, bronco, nada amistoso y un bruto en toda regla. 

La vecina hablan con ella y le dicen que se ocuparán ellos del niño durante unas semanas. Casi de inmediato comienza el  Masao junto Kikujiro y su forma de ser propio de un yakuza. Amabos toman la última dirección conocida de la madre en Toyohashi , varios cientos de millas al oeste, aunque  dicen a la abuela de Masao que van a la playa. 

Al comienzo de su viaje, Kikujiro no se toma en serio llegar a Toyohashi. Lo primero que hacen es parar en las carreras de ciclismo en pista, el mítico Keirin, y se juega su dinero. Kikujiro va perdiendo todas y cada una de las apuestas, pero tras una derrota y otra, le pide opinión a Masao quién dos números que resultan ser los ganadores. Al día siguiente Kikujiro vuelve a la pista de Keirin a apostar buscando más ganancias. Las derrotas se suman unas tras otras y a pear de pedir opinión a Masao pierde una y otra vez. Arruinado decide ir a un restaurante yakitori. Kikujiro entra y se pide un pinchito , mientras Masao se queda en la puerta. Allí es asaltado por un hombre que quiere abusar de él. Sin embargo, al salir Kikujiro va en su busca y logra encontrarlo antes de que ocurra algo. 

Después de agredir al abusador, Kikujiro promete continuar el viaje y llevar a Masao con su madre. Antes de nada toman un  taxi , pero viendo lo rápido que va el taxímetro, Kikujiro, aprovechando que el taxista baja del coche para orinar, decide robar el taxi, aunque sin saber conducir. Al ir siempre en primera acaba por romperlo. Tras eso hacen parad en un hotel con piscina. Allí Kikujiro no cumple con ninguna de las normas. Descubrimos que no sab nadar y que trata a los trabajadores del hotel de forma penosa.



Tras parar una noche deciden retomar el camino, pero el ex yakuza obliga al de recepción a llevarlo en su propio coche, cosa que hace hasta llegar a un cruce de caminos. Desde ese momento Masuo y Kikijiro se ven obligados a hacer autostop hasta Toyohashi, donde se encuentran con varias personas en el camino, desde una malabarista y su novio, hasta un camionero con el que pelea Kikujiro al romperle el cristal delantero del coche ante su negativa a llevarlos. Encuentra igualmente a un banquero que se tira un "peo" en la parada de autobuses, se hace passar por ciego, es atropellado por un coche , provocan algún accidente de tráfico, y finalmente es llevado por un poeta viajero que los lleva a Toyohashi.

Cuando finalmente llegan a la dirección de la madre de Masao, Kikujiro la encuentra viviendo como ama de casa con otro hombre y su hija. La madre de Masao vive una vida completamente diferente a la que esperaba. Es casi como si lo hubiera olvidado. Kikujiro, para no hacer daño al niño, le dice a Masao que se acaba de mudar, fingiendo no haberla visto. 



Intenta consolar a Masao con una pequeña campana azul con forma de ángel que consigue extorsionando a dos motoristas, una gordo y otro calvo , que se encuentra. Masao está tan decepcionado que Kikujiro no puede evitar intentar alegrar su viaje de regreso a Tokio. Le dice que un ángel vendrá al sonido de la campana. 



Visitan un matsuri o feria de verano celebrado en las cercanías de un santuario sintoísta. Mientras Kikujiro se mete en problemas con un yakuza local por un caseta de tiro al blanco. Mientras se lo llevan para darle la paliza Masao sueña con bailar Tengu junto a dos bailarines. Una vez sacudido, y aunque Kikujiro, dice que se ha caído, Msao va a una farmacia con el fin de curarlo.



De vuelta en la carretera, se encuentran de nuevo con el poeta en un maizal y tras hacer noche en el campo con los dos motorista. Deciden acampar todos juntos unos días. Masao disfruta jugando algunos juegos tradicionales con ellos desde la pesca a lo que nosostros llamamos "1, 2, 3 gallito inglés", pasando por las lianas, etc. 

Un día Kikujiro recuerda a su propia madre (se da a entender que ella, como la madre de Masao, también lo dejó cuando era niño) y éste consigue que uno de los motociclistas lo lleve a la residencia de ancianos de su madre en Daito-cho , una pequeña ciudad rural, pero cuando llega, se entera de lo más que está, no es capaz de reconocerlo,  y finalmente decide no verla y regresa al campamento. 

Los hombres continúan haciendo todo lo posible para entretener a Masao bromeando durante unos días más. Antes de que regresen a Tokio , Masao sueña con que aparezcan sobre la Vía Láctea . 

Una mañana, los motoristas se despiden de ellos y abandonan el campamento. Masao y Kikujiro marchan a Tokio en el coche del poeta. Después de dejarlos en un puente, el poeta continúa su camino hacia Osaka y Kyūshū . 

Antes de que Masao y Kikujiro se separen y que el niño cruce el puente, Kikujiro le dice "Hagámoslo de nuevo en algún momento" y Masao le agradece. Kikujiro le dice a Masao que cuide de su abuela. Masao le pregunta su nombre, pues toda la película le ha ido llamando Señor y el ex yakuza le responde "¡Kikujiro! ¡Ahora lárgate!". Masao pasa un pequeño puente con la campana del ángel sonando acabando así la película. 

La película rompe con la idea que hasta ese momento Kitano había mostrado de su cine. Un cine de mafiosos japoneses, policias duros o de venganza, para hacer una historia tierna y distinta a todo lo que hasta ese momento había realizado la filmografía de Kitano. Ahora apuesta en cada uno de los capítulos en los que se divede la película y que nos son narrados en boca de Masao (el hombre calvo, el extraño baño,...) ya que a diferencia de obras anteriores esta película nos muestra un mundo mágico donde los protagonistas son el niño y el antiguo yakuza. 

La película, una road movie, alternativa, explora la alienación y la inclusión en la sociedad japonesa. Los personajes principales, y aquellos que los ayudan en el camino, son considerados marginados de las normas sociales aceptadas, y no forman parte de una estructura familiar o de grupo tradicional. 

Al principio de la película, los protagonistas reaccionan con violencia e ira (Kikujiro) o tristeza (Masao), pero a lo argo de este viaje estival  descubren lo que los une, lo que tienen en común, la fragilidad de su vida, el papel de la madre ausente. El no encuentro en Toyohashi lo condiciona todo. 

La película fue   producida y distribuida por Office Kitano y se proyectó en el Festival de Cine de Rotterdam y fue presentada en la Seminci de Valladolid y obtuvo el Premio de la Crítica y el de mejor actor . También se presentó en el Festival de Cannes siendo nominada a la Palma de Oro  a la mejor película.  



En cuanto a la crítica, estas fueron mixtas. Para Roger Ebert, columnista habitual hasta su fallecimiento, en el Chicago Sun Times , pero en el atículo inserto en la web rogerebert.com escribe que "Me gusta el director y su estilo, pero el material es superior a él. Es difícil reir cuando sientes pena constantemente por el niño. Después de todo, parece que él no forma parte del chiste (…)"

Para David Rooney de Variety la película "Ofrece muchos de los originales toques visuales que distinguen a Kitano (...) pero su empalagosa mezcla entre la manipulación sentimental y la comedia más torpe será difícil de digerir para muchos espectadores." 

Owen Gleiberman Entertainment Weekly "No es que sea una mala película, sino que también es incoherente, un desastre inerte. Un rompecorazones para tontos." 



En la costa oeste de los Estados Unidos Bob Graham del San Francisco Chronicle defiende que "Este drama cómico es tan original como antisentimental, pero te romperá el corazón igualmente." Cerca en un diario californiano, Los Angeles Times, Kevin Thomas defiende que "El resultado es enternecedor y totalmente irresistible, principalmente gracias a la combinación entre la inteligencia de Kitano, su peculiar sentido del humor y su particular desinterés hacia lo que sucede." 

En el Reino Unido Tony Rayns de  Time Out nos dice que está "Filmada y editada siguiendo el distintivo estilo de Kitano, la película es muy espontánea. Los elementos de comedia nos ofrecen las dos personalidad del director (...) más cerca que nunca (…)" 

Y Kim Newman de Empire nos dice de ella que "Parece que por fin Kitano comienza a suavizarse, y en esta ocasión toma un nuevo rumbo. Puede que sea un poco extravagante, pero tiene un notable tono agridulce (…) " 



Ya en España Daniel Andreas en FilmAffinity escribe que "Si usted es de los que aprecian el cine de Takeshi Kitano por sus recreaciones neo-noir del mundo de la yakuza (es decir, porque sus películas le recuerdan a "El padrino" remakeado por el equipo de "Humor Amarillo", su verdadera obra maestra), por esos personajes en los que el nihilismo inherente al género se combina con un cierto grado cero del pensamiento zen (porque se parte el eje con la cara de "empanaos" de los actores), y por su tratamiento estilizado de la violencia, de estirpe netamente posmoderna (porque le gusta ver cómo les bailan los mofletes en las escenas de tiros y sangraza a cámara lenta), ésta, definitivamente, NO es su película. Mientras muchos elevaban a su director a los altares tras comprobar con cuánta ternura y originalidad abandonaba la violencia y dejaba que los niños se acercasen a él en esta conmovedora parábola, con ecos de Vigo, Ozu y Kurosawa, sobre el poder redentor de la amistad, otros pasaban, todavía en la sala de cine, por las fases sucesivas de negación, ira, negociación, depresión, rem y sueño profundo; entre ellos, el montador. Visualicen la historia de "Marco"como una 'road movie' en autostop protagonizada por el Piraña japonés y por un tipo con cara de pizza congelada y los modales de La Masa; súmenle unos planos eternos, un humor de cine mudo (magistral la secuencia de la piscina) y una músiquilla escrita por el becario de Michael Nyman, y tendrán esta película. Tan extraña como entrañable, aunque no sepamos por qué. Qué raro es el cine. La película se inscribió en el Festival de Cine de Cannes de 1999 . Similar a sus trabajos anteriores Getting Any? y A Scene at the Sea , Kitano hace referencia a la yakuza solo tangencialmente en Kikujiro , una desviación de su trabajo en famosos dramas criminales como Sonatine y Hana-bi .  Y añade "Dirigida a toda la familia, la película supuestamente se inspiró en El mago de Oz con la premisa básica de un viaje por carretera. Los elementos y lugares familiares de Kitano están presentes: dibujos, viñetas, la orilla del mar y ángeles . Aunque la trama se compone principalmente de eventos tristes, la película a menudo tiene una atmósfera alegre, lograda principalmente a través del personaje de Kitano y sus encuentros un tanto extraños". 

Carlos Boyero en ese momento articulista en El Mundo sostiene que "De inmensa ternura y comicidad. Poética, graciosa (...) muy buena"

Oti Rodríguez Marchante, aunque en la actualidad en ABC, desde Cinemanía señalaba qie "Kitano nos muestra su cine al trasluz de sí mismo, de su cámara escueta y elocuente y de su sentido del humor filtrado de irónica amargura y rara poesía. Muy buena"

Ángel Fernández Santos en  El País dijo de ella que era "Otra pequeña maravilla, nueva hermosura; Kitano vuelve a ofrecer otra filme sorprendente; nos vuelve a abrir su imaginación y lo que vemos vuelve a carecer de precedentes"

En  En Argentina Gustavo Noriega de Infobae  señala que es "Una película rebosante de gracia, humor e ingenio y a la vez una reflexión de notable seriedad." 

De esta road movie tan distinta a otras "road movies" de Kitano , como Hana Bi o Zatoichi, destacar su banda sonora de Joe Ishaisi y la extraña combinación que tanto gusta a Kitano de humor en ocasiones absurdo , comedia y drama.

Para acabar comentaré que el director de cine Makoto Shinozaki hizo un documental sobre la realización de Kikujiro titulado Jam Session (Jamu sesshon Kikujirō no natsu kōshiki kaizokuban). 



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