jueves, 29 de octubre de 2020

Aquiles y la tortuga

 


Esta semana parace que estoy tras Takeshi Kitano, tras haber visto Dolls hace un par de días. A esteste Aquiles y la tortuga he llegado como suelo llegar desde mi ignorancia, por casualidad. No ha sido por el título sino por quien lo firmaba. Ni tan siquiera el título que me remitía a alguna discusión en clase de filosofía de hace varias décadas. No recordaba el nombre de Zenón de Elea, pero sí de que iba su aporías, una palabra de origen griego que significa “dificultad para el paso”

Zenón de Elea fue un filósofo griego perteneciente a la llamada “escuela eleatica” nacidp en la Magna Grecia, vamos, en el sur de Italia, paisano de Parménides, su maestro. Zenón destacara por su se hizo célebre por una de sus “aporías” , la de Aquiles y la tortuga.

En la aporía o paradoja de Zenón, éste hablaba de una carrera en la que compiten uno de los héroes caídos en Troya con una tortuga. El planteamiento era el siguiente: si a una tortuga le damos una ventaja,  Aquiles nunca podrá alcanzarla, porque aunque corra muy rápido y avance, la tortuga habrá avanzado también. Por lo tanto, Aquiles tiene una infinita cantidad de espacios que recorrer antes de alcanzar al animal. Esto se debe a que en el momento en que Aquiles empiece a correr, la tortuga estará ya a cierta distancia, en el punto A. 

Cuando Aquiles llegue al punto A, la tortuga habrá avanzado hasta el punto B. Cuando Aquiles llegue a B, la tortuga estará ya en C. Aquiles tardará en alcanzar a la tortuga la suma de los tiempos que necesite para alcanzar los puntos A, B, C… Y así sucesivamente, hasta el infinito. El tiempo total será, por lo tanto, la suma de una serie infinita de números. El problema es que Zenón piensa que la suma de una serie infinita de números tiene que ser infinita, por lo que Aquiles jamás conseguirá alcanzar a la tortuga

Pues así comienza como una tiras animada la película que en el año 2008 fue escrita, dirigida y editada por Takeshi Kitano. La película era la tercera y última parte de la trilogía autobiográfica surrealista de Kitano, que comenzó con Takeshi’s y continuando con Glory to the Filmmaker! 

En este caso Achilles to Kame o Achilles and the Tortoise es una producción de Kitano junto a Masayuki Mori caras visibles de las productoras  Bandai Visual , Tokyo FM , TV Asahi , WOWOW distribuida por Media3 Estudios.


La película cuenta con la música de Yuki Kajiura y la fotografía de Katsumi Yanagishima, además de la posición onmipresente de Kitano.

El elenco lo encabeza Takeshi Kitano como Machisu,  Kanako Higuchi como Sachiko,  Yurei Yanagi como el joven Machisu,  Kumiko Asō como el niño Sachiko , Akira Nakao como el padre de Machisu , Mariko Tsutsui como la madrastra de Machisu , Ren Osugi como el tío de Machisu , Susumu Terajima como un Yakuza proxeneta,  Eri Tokunaga como la hija de Machisu , Nao Omori como un comerciante de arte, Masato Ibu como distribuidor de arte . 

Tras el relato de Ulises y la tortuga, conocemos en una noche de farras al padre de Machisu (Akira Nakao) industrial de la seda y banquero de una familia acomodada, que se divierte junto a unas geishas y unos amigos, un marchante de arte y un pintor que acab de triunfar en Paris. 

El padre es un enamorado del arte así que celebra los encuentros con los supuestos entendidos con sake y diversión. Tras llegar a casa el dueño de la misma presenta a sus amigos a su hijo Machisu y les comenta que su sueño será ser pintor, una actividad que le obsesiona incluso en el colegio. Allí vemos que no atiende las explicaciones de matemáticas ni otras indicaciones que marque el profesor. A veces, aparece delante de un autobus y un tranvía al que parar para reflejar con sus lápices la realidad.

Sin embargo, una noche, de golpe, el padre se arruina al pedre toda la producción de capullos de seda y los fondos de us entidad bancaria. Ante el desastre y la ruina, el padre se suicida junto a una de las geishas, dejando al niño en manos de su madrastra (Mariko Tsutsui) que, tras la pérdida de su marido, lo envía a vivir con una tía y un tío que viven en el campo.

Ni la madrastra ni el chico son bien recibidos ya que el heramano de su padre (Ren Osugi ), nunca se consideró atendido cuando el hermano nadaba en dinero. Así que muy a su pesar tanto él como su mujer admiten su presencia, aunque les molesta la misma. 

Además degolpearlo y zarandearlo, al muchacho de ordenan limpiar y barrer el patio así como dar de comer a las gallinas. Pero como su obsesión está en la pintura, deja sus "obligaciones" para ponerse a dibujar unas gallinas. Cuando lo descubre su tira destroza los colores.


Tras decirdir no enviarle a la escuela dejan al niño encargado de la casa. El tras encontrarse un "vecino" con el que jugar, vuelve a dejar de lado sus quehaceres para pintar grandes gallinas.

Aunque esto molesta al tío y a la tía, finalmente acceden a que el niño vaya esos dos meses al colegio. Pero a Machisu no te intersa ni el chino ni las matemáticas. Ünicamente la pintura, al igual que a otro señor, un retrasado, con el que sale a pintar.


Mientras esto ocurre, la madrastra de tira por un acantilado, durante el entierro Machisu ve la cara ensangrentada de su madrastra y la dibuja. Al ser descubierta la pintura por sus tíos todo ello desemboca en el decisión de abandonarlo en un orfanato - uno que financiaba su padre- al chico. 

Una vez tomada la decisión y despedido de su familia, el chico se desplaza en autobus al centro de atención el autobus mata al anciano con el que pintaba ya que su propuesta de parra trenes , tranvias y autobuses para reflejar en una pintura todo lo que está en moviento éste la lleva a la práctica costándole la vida. 

Ha pasado el tiempo y un joven Machisu (Yurei Yanagi) además de trabajar en una imprenta, asiste a la escuela de arte y mientras trabaja para pagar la escuela de arte donde entabla amistad con una compañera de trabajo, Sachiko (Kumiko Asō), que inicialmente estaba celosa de la chica que le servía de modelo al pintor. Es ella la que parece comprender su visión y su vocación desenfrenada por el arte. 


En la escula de arte descubre que el pintor del que su padre compraba obras pensando que eran cuadros para inversión es su desencantado profesor de dibulo, la persona que le regaló la gorra de la que es inseparable. 

Por otro lado, con sus compañeros experimenta en la creación. Parecen divertirse, especualan, teorizan y experimentan especialmente cuando deciden abandonar la pintura académica para apostar por la pintura expresionista y la "painting actions" de moda. 

Ahora se lanza a una loca  carrera experimental con lienzos de grandes formatos, globos cargados de pinturas diversas, bicicletas con cubetas de pinturas de varios colores y por último con un coche cargado de pintura. La actuación con el coche acaba en tragedia puesto que el compañero muere en la experimento artístico.

La consecucuencias no se hacen esperar, mientras alguno como el "mohicano" deserta, otro no soportan su fracaso y acaba en su suicidio. 

Con todo Machisu persiste en su idea de creación artística. Con el tiempo Machisu y Sachiko se casan y tienen una hija. 


A medida que envejece, la obsesión de Mashisu con el arte contemporáneo controla toda su vida, dejándolo insensible ante todo lo que lo rodea. De hecho tiene una hija (Eri Tokunaga), y como la pareja vive por y para el arte, permiten que los únicos ingresos de la casa sean los que consigue su hija mientras se prostituye.


Un día mientras ellos viven con su obcecación artística su hija, a la que él le pide dinero, pues una y otra vez fracasa a la hora de vender sus pinturas, muere. 

Cuando la están velando en la morgue, Machisu intenta experimentar con el limpialabios para conseguir una obra de arte, pero Mashisu no puede con la situación y lo abandona. 

Intenta complacer a los distintos críticos de arte con los que se entrevista, pero el resultado siempre es el mismo. Sin dinero, sin futuro, sin expectativas, siempre experimentando con la muerte un día lo hace además con el fuego, un fuego que se extiende y se transforma en un incendio. Del mismo casi muere.

Al perder todos sus trabajos anteriores, se queda con una sola lata de refresco medio quemada, que evalúa en 200,000 yenes e intenta vender. Lógicamente no lo consigue y acaba deambulando por la ciudad cuando su esposa lo recoge de la calle. Se alejan juntos aunque no sabemos si sigue con su obsesión artística. 


El título Aquiles y la tortuga se refiere a la paradoja del movimiento que como señalé al inicio fue planteada por el filósofo griego Zenón de Elea.

La película se estrenó en el 65 ° Festival de Cine de Venecia el 28 de agosto de 2008 donde fue nominada al León de Oro  a la mejor película.

En cuanto a las críticas uns son positivas y otras nada. Para Dan Fainaru de Screendaily lo mejor es "La buena escenificación, el sentido irónico del humor de Kitano y la sutil ironía no pueden enmendar el tedio que implica el hecho de que todo esto ya se ha contado antes." 

Ray Bennett en The Hollywood Reporter sostiene que es "Un retrato entretenido, aunque algo sentimental en su recta final, de un hombre que se ha vuelto loco por su pasión por el arte." 


Ya en España Oti Rodríguez Marchante en las páginas del ABC destaca que "Cuenta con el estilo y con la gracia de Kitano (...) mezclando búsqueda, extravagancia, extremo, lo que sea con tal de ligar esos dos conceptos tan fructíferos y también mortíferos como la originalidad y el arte." 

Carlos Boyero en El País reconoce que "No me sirve para reconciliarme con Kitano pero es más digerible. (...) logra que sientas comprensión y ternura por este alienígena, por alguien suicida que siempre tuvo pavorosamente claro lo que quería hacer." 

Yo, por mi parte, reconozco aspectos que se señalan en las críticas profesionales. La película que nos narra los tres momentos de toda una vida obsesionada con la creación pictórica que representa Mashisu es entretenida, nos lo muestra con lo que es, un hombre que intenta alcanzar un imposible, el éxito artístico que tanto gustaba a padre e hijo. Pero eso hombre alienado por el arte es y ha sido un esclavo de una pasión que en su etapa de joven y de persona madura es realmente ya una condena. 


Presagios de este fin lo había desde el principio, la inversión en el arte que acaba en suicidio, la falsedad del valor de lo creativo, la muerte con la que acaba los sueños nos conseguidos o ese camino por atrapar la tortuga y un éxito que ni está ni se le espera. Vemos que de la inicial ternura de Mashisu por conseguir la verdad artistica en su infancia se pasa a una desorientación, que culmina con la pérdida del sentido de la realidad en la madurez. Todo queda arruinado por una obsesión que le lleva a despreciar lo de los demás y a su propio fracaso como artista, pero lo que es peor como hijo, como padre o como esposo.


Sin embargo, a pesar de que la aporía de Zenón se nos presenta como un dilema irresoluble, ciertamente como un falso dilema, pues la verdad es  que lo que la intuición y el sentido común nos dicen:  la tortuga no  gana nunca pues a pesar de su ventaja, no hace otra cosa sino retroceder en la vida. Todos sabemos que Aquiles realmente alcanzará a la tortuga, porque como demostró el matemático escocés James Gregory (1638-1675) una suma de infinitos, puede tener un resultado finito. Los tiempos en los que Aquiles recorre la distancia que lo separa del punto anterior en el que se encontraba la tortuga son cada vez más y más pequeños (hasta el infinito más pequeños), y su suma da un resultado finito, que es el momento en que alcanzará a la tortuga. Eso sí, el pintor no alcanzará el éxito, pues no depende de un número sino de otra circunstancias.

Es triste pero un número, el que corresponde al año 2020 parece ser la paradoja de Aquiles y la tortuga de Zenón de Elea. Cada vez que nos acercamos a la solución de la pandemia, algo nos dice que nos alejamos más de la solución. ¿Quién y cuándo la encontraremos? Aquiles, Ulises, ¡qué más da! Lo importante es atrapar a esta tortuga vírica. 




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