miércoles, 7 de octubre de 2020

Utoya, 22 de julio



« (...) lo que sucedió en Utoya no surgió de la nada. Los foros en los que se sembró el odio siguen activos; la extrema derecha está en los parlamentos y, sí, las palabras no son inocuas; pueden ser muy peligrosas» 

El que dice esto es un noruego, de 60 años, nacido en Oslo y que es director de cine , productor y guionista noruego. Su nombre es Erik Poppe. Poppe está considerado como uno de los directores de cine más experimentados y convincentes de Escandinavia, muy valorado por su trabajo con actores que se integran en actuaciones corales, que presenta guiones bien escritos. con un buen manejo de la cámara dada su solvencia pues fue en sus inicios fotógrafo de prensa - fue galardonado con el premio Kodak en el Festival Internacional de Cine de Moscú y ganó el premio al director de fotografía del año en Noruega - y con cierta habilidad para el ritmo y la música en la edición siendo además partidario de lo que el llama "The Subjective Objective" es decir, una exploración sobre cómo lograr un mayor resultado emocional mediante el uso de un punto de vista altamente personalizado y estrictamente subjetivo en una película narrativa consciente algo muy evidente en esta película Utoya, 22 de julio y , especialmente en I die , la película que rodó sobre el doctor Per Fugelli que habla sobre la vida y cómo vivirla hasta el final de una persona antes de morir. Esta fue la última pero como las anteriores aclamadas por la crítica como Hawaii, Oslo (2004), A Thousand Times Good Night (2013) y The King's Choice (2016). 

En junio de 2017 Erik Poppe anunciaba que había trabajado durante un año en el desarrollo de un largometraje sobre el ataque terrorista de 2011 en Utøya en las afueras de Oslo. La película, titulada U, comienza 12 minutos antes de la primera toma de Utøya cuando conocemos a Kaja. 

La película sigue el guion escrito por Anna Bache-Wiig y Siv Rajendramy está amparada por las productoras Paradox Film 7, Programme MEDIA de la Communauté Européenne, Nordisk Film, Norsk Filminstitutt y el respaldo de los productores Finn Gjerdrum y Stein B. Kvae.

La película cuenta con la música de Wolfgang Plagge, la edición de Einar Egeland y la fotografía de Martin Otterbeck. 


El reparto lo conforman Andrea Berntzen como Kaja, Aleksander Holmen como Magnus, Brede Fristad como Petter, Elli Rhiannon Müller Osbourne como Emilie, Solveig Koløen Birkeland como una chica herida, Magnus Moen como Tobias, Jenny Svennevig como Oda, Ingeborg Enes Kjevik como Kristine, Sorosh Sadat como Issa, Ada Eide como Caroline, Mariann Gjerdsbakk como Silje, Daniel Sang Tran como Even, Torkel Dommersnes Soldal como Herman, Karoline Schau como Sigrid y Tamanna Agnihotri como Halima. 

La película comienza con imágenes reales del atentado matutino que tuvo lugar en Oslo ante unas dependencias gubernamentales que supuso la muerte de ocho personas . 

Poco después cambiamos de espacio y aparecemos en la isla de Utøya, una isla en el lago Tyrifjorden en el municipio de Hole, en el condado de Viken, de unas 10,6 hectáreas, situada a unos 20 km de distancia en automóvil al sur de Hønefoss y a 38 km al noroeste del centro de la ciudad de Oslo. 

Allí conocemos a Kaja (Andrea Berntzen ), una joven de 18 años que asiste a un campamento de verano del Partido Laborista en Utøya con su hermana menor Emilie (Elli Rhiannon Müller Osbourne). Tras discutir con su hermana Kaja habla con otros participantes en el encuentra sobre la noticia de que ha estallado una bomba en el barrio gubernamental de Oslo, algo inusual en la capital noruega, pues se trata de un país que no conoce el terrorismo. 

Mientras hablan , comen y discuten transcurren apenas 12 minutos antes de que en un momento dado comience la matanza en este campamento de verano de la isla noruega de Utøya, en lo que va a quedar como una fecha infame, el 22 de julio del 2011, en la historia de Noruega. 


Pronto, se escuchan disparos y los campistas se refugian en el único edificio que aparentemente hay en la isla, una nave. Pero al seguir los disparos se dispersan rápidamente. Al principio incluso uno de los chiicos que se refugia junta a Kaja cree que pudiera ser un simulacro pero el reguero de muertos y sangre hacen pensar lo contrario. 

Al principio, la mayoría lloran y gritan en voz alta, pero luego huyen al bosque cercano. Mientras se esconden detrás de los árboles, Kaja y sus amigos llaman al 112 , y la policía dice estar de camino. 


Tras algunas dudas la mayoría sale en busca de la costa para poder nadar hasta un lugar seguro, pero Kaja corre hacia el campamento para buscar a su hermana Emilie de la que no tiene noticias. mientras Kaja se despliega por el campamento encuentra a un niño llamado Tobias, a quien convence de correr hacia el bosque, aunque no de que se quita el chubasquero amarillo y vistoso. 


Cuando Kaja no puede encontrar a Emilie en su tienda, corre hacia el bosque para encontrarla. Mientras corre en dirección a la costa Kaja se encuentra con una joven a la que han disparado en la espalda y trata de atenderla y consolarla. Mientras los disparos suenan cerca. de hecho ve el humo rojo de una granada que llena el bosque. 

A pesar de que Kaja ha atendido lo mejor que puede la chica mientras recibe la llamada perdida de su madre. Por momentos vemos al que dispara, pero Kaja no es vista. 

Posteriormente Kaja se lanza a bajar la cuesta que la lleva a la costa. Allí hay jóvenes refugiados, pero le oiden que se busque otro sitio para no ser vistos. Ella se traslada por la costa y en un momento se encuentra con Magnus, un chico que había conocido al inicio de la jornada. Este se enuntra con otros dos campistas refugiados. 

Magnus intenta calmar la situación y contar chistes para alegrar el ánimo, pero los otros dos se mosquean. Tras un rato refugiados aparecen na gran cantidad de campistas recorriendo en el lago, y los otros dos campistas abandonan a Kaja y Magnus. Kaja y Magnus hablan de lo que quieren ser cuando sean mayores; Kaja quiere ser el primer ministro de Noruega y Magnus un actor. 


De cualquier manera Magnus le pregunta qué habilidad oculta tiene y Kaja reconoce que canta en un coro. Al cantar la escucha su hermana que está escondida en la zona alta. Pero al salir vemos que el tirador dispara cerca y sin parar. 

Kaja sale a buscar a su hermana nuevamente. Una vez en la playa, descubre cuerpos esparcidos por la costa, incluido el del joven Tobias. Cuando Magnus la alcanza, Kaja se derrumba. Un pequeño bote se ve en la distancia, y Magnus intenta convencer a Kaja de ir con él, pero en ese momento el tirador dispara y Kaja cae al suelo. Ella grita por Magnus y recibe un disparo de nuevo, esta vez mortal. 

La perspectiva luego cambia a la de Magnus, mientras corre vemos que se aproxima una lancha a la que se sube Magnis juntos con otros supervivientes. Mientras el barco se aleja de la isla, Magnus se derrumba entre lágrimas. Se revela que Emilie también está en el barco y está tratando de ayudar a una persona gravemente herida. La pantalla torna en un fundido en negro. 

Un epílogo basado en texto a continuación muestra el número de víctimas, un total de 77 personas, 69 en la isla, y describe las motivaciones de los terroristas. Termina con una advertencia «El extremismo de derechas crece en Europa y el mundo. La idea del terrorista de quién es el enemigo perdura y esa visión cada vez está más extendida». 


La película se basa en la masacre del campamento de verano de Utøya que tuvo lugar el 22 de julio de 2011, pero los personajes son ficticios. El propósito de Utøya: 22 de julio era , según el director, promover la comprensión de las víctimas mostrando la masacre desde su perspectiva. La película fue creada tras entrevistarse con más de 40 supervivientes, para acercar la acción lo más posible a la realidad. Se deja claro que Kaja no existió, pero intenta ser la referencia de las personas que estaban allí aquel fatídico día. 

Fue filmada para parecer una sola toma, un único plano secuencia, en tiempo real durante los 72 minutos del ataque. El criminal terrorista es una figura en la periferia a lo largo de la película, y solo se lo ve brevemente dos veces. No se le nombra . 

Pope , tras su estreno en Berlín , fue atacado por algunos críticos que lo acusaron de inmoralidad, pornografía y de provocación. «Mi única intención era mostrar el punto de vista de las víctimas. Me entrevisté con infinidad de ellas y el argumento común es que nadie sabía lo que estaba pasando. Era el terror en casi una pureza absoluta. No quería ni podía componer una pieza de entretenimiento donde hubiera héroes y narraciones consoladoras. Tampoco quería, ni debía, servir al narcisismo del asesino. Él fue una sombra y como tal tenía que aparecer en la película».

La película en sentido estricto empieza antes y acaba justo después del último tiro. Se escuchan los mismos disparos y la cámara simplemente levanta acta de una sensación mucho más profunda, hiriente y hasta inexplicable que la desesperación, el vacío o la angustia". 

Igualmente el director señala que «Lo relevante es la relación con la verdad que pueda establecer el relato. No es verdad que un documental sea más verdad. El proyecto llevó más de dos años y realicé más de 20 entrevistas a jóvenes supervivientes. Reproducir lo que ellos vivieron es imposible, cualquier forma de representación es sólo eso, una imagen. Mi esfuerzo consistió en reconstruir su relato de la forma más fiel. Nada más. Es una película que recoge el testimonio de los que sobrevivieron y que, por su vocación de verdad, homenajea a los fallecidos" 


Por último, el director noruego afirma que «En mi país se ha discutido muchísimo sobre todo. Sobre el tipo y el lugar del monumento, sobre la forma en la que reconstruir los daños causados por las bombas. Pero lo importante, creo, era devolver la propiedad de lo que ocurrió a las víctimas. Hay quien ha dicho que es demasiado pronto. Pero, ¿cuándo es el momento correcto? Si esperamos a estar todos de acuerdo, corremos el riesgo de olvidarlo. Y eso es lo más cruel que se puede hacer». 

La película fue seleccionada para competir por el Oso de Oro en la sección principal la oficial de largometrajes en competencia en el 68 ° Festival Internacional de Cine de Berlín . Utøya: el 22 de julio recibió ocho nominaciones para los Premios Amanda 2018 durante el Festival Internacional de Cine de Noruega en Haugesund , ganando a Mejor Actriz (Andrea Berntzen) y Mejor Actriz de Reparto (Solveig Koløen Birkeland). 

En los Premios del Cine Europeo en Sevilla , Martin Otterbeck ganó el premio al Mejor Director de Fotografía por su trabajo. En el Festival de Valladolid - Seminci se presentó a la Sección oficial 

En cuanto a la crítica Guy Lodge en Variety comenta que "'U – July 22' está diseñada para ser inmersiva y extenuante, y en gran medida lo consigue (...) ¿Ofrece algo a la audiencia? ¿Cómo podría, dada la falta de sentido de lo que representa?" 

Boyd van Hoeij en The Hollywood Reporter defiende que la película es "Desgarradora (...) Formalmente impresionante (...) El final que han creado los cineastas parece un truco sacado del manual de ficción." 

David Ehrlich en IndieWire comenta que es "El artificio suele recompensar (...) 'U-July 22' ayuda a cerrar el hueco que hay entre lo inimaginable y las víctimas" 

En el Reino Unido Demetrios Matheou en Screendaily comenta que "Un testimonio conmovedor del heroísmo humano que estos sucesos sacan a la superficie (...) La audiencia tendrá que prepararse para tener el corazón en la boca durante lo que parece una eternidad" 

Peter Bradshaw en The Guardian escribe que es "Una película visceral y brutal que no por ello deja de ser sincera y honesta (...) Un tributo absorbente y conmovedor (...) " 

Tim Robey en Telegraph defiende que "A nivel técnico e interpretativo, la película es rigurosa e impresionante (...) Berntzen en ningún momento da signos de flaqueza (...)" 


Alex Godfrey de Empire afirma que "La naturalidad del reparto y su química dan humanidad a la película (...) Poppe quiere que sintamos (...) y lo consigue; la película te deja destrozado (...) ".

En Bélgica Bénédicte Prot en Cineuropa señala que "Una sale de la experiencia sintiendo vergüenza por el autor y algo irritada en general." 

Ya en España Miguel Ángel Palomo en FilmAffinity defiende que "El único plano que da forma a "Utoya, 22 de julio", un plano secuencia de 77 minutos, va mucho más allá de un descomunal alarde técnico. Muestra, de la única manera posible, la esencia del espanto (…) Una película que va más allá de sí misma y que se atreve a reflexionar sobre la responsabilidad moral de cualquier producto audiovisual (…)" 

Carlos Boyero en El País asevera que "El director le ha puesto nombres ficticios a aquella gente trágicamente real, pero se ha servido del testimonio de los supervivientes para reconstruir lo que ocurrió allí. Y consigue transmitirte lo que sentían." 

Luis Martínez en El Mundo defiende que "Poppe sorprende, aterroriza y angustia, todo a la vez, con un viaje en tiempo real y en un único plano a lo sucedido el 22 de julio de 2011 (...) Lo que se ve es todo ello tan imprevisible como magnético, al límite exacto de lo soportable. Tan brutal como irresistible. Pero, sobre todo, se ofrece como una experiencia única en su capacidad para abrir interrogantes en el centro mismo del absurdo. En un momento dado, la película se detiene en la piel erizada de la protagonista. Un mosquito se para delante de la cámara como señal y testigo de que todo lo que ocurre es tan real que parece fabulación, tan inaudito y extremo que sólo puede ser cierto. Y añade es una película tan imprevisible como absorbente. Tan brutal como irresistible." 

Oti Rodríguez Marchante en las páginas de ABC escribe que "[Poppe] utiliza una narrativa sorprendente para situar la cámara y los ojos del espectador en el lugar de los hechos (...) no reconstruye la tragedia, sino que construye la tensión, el terror, la confusión (…)" 

En la versión catalana de El Periódico Quim Casas señala que la película "Deviene un notabilísimo ejercicio de terror en tiempo real (...) " 

Eulàlia Iglesias en El Confidencial defiende que "Pope nos sumerge en la terrorífica experiencia del ataque (...) no busca representar lo sucedido aquella jornada. Sino aproximar a la audiencia al horror que vivieron las víctimas en el islote (…) " 

Andrea G. Bermejo en Cinemanía postula que "La aproximación de Erik Poppe a la catástrofe no puede ser más respetuosa (...) es inevitable plantearse cuánto hay de denuncia y concienciación y cuánto de disfrute al verla (…) " y en la misma revista en forma de tweet se señala que "Nos conduce en una sola toma por el infierno de aquella isla". 

Juan Pando en Fotogramas sostiene que "El cine consiste en dotar de magia a la realidad. No hay más misterio, y eso es lo que logra Erik Popp (...) recurre al efecto especial más económico y eficaz que existe: la imaginación del espectador. (…) " 

Personalmente me ha encantado, en parte por recordar el suceso, en parte por cómo lo presenta Poppe. Lo hace con total brutalidad, pero sin exhibicionaismo. El nombre del criminal ni se nombra. Es la representación de la animalidad, de la falta de inteligencia, de la brutalidad. 

Vemos la historia siempre desde la perspectiva de Kaja y únicamente cuando no está le cede el testigo a Magnus que encuentra al sujeto de la búsqueda de Kaja. 

En cuanto la técnica empleada grandiosa, presentada como falso documental de lo  ocurrido pero documenta lo ocurrido en tiempo real y además visualiza sin obscenidad los hechos usando en ocasiones un fuera de campo espectacular que nos muestra la angustía ante la posibilidad de la muerte, la propia, la de los demás, la de su hermana. Una heroína entregada, la merecida Primer Ministro del futuro. Fenomenal película de una pesadilla real ocurrida un 22 de julio hace 9 años. Para no olvidarla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario