martes, 6 de octubre de 2020

Salyut, 7, los héroes en el espacio

 


El cine ruso ya no se amilana con nadie ni con nada. El efecto Putín llevado al cine ha permitido ver como los directores rusos se lanzan con osadía no sólo ya al cine histórico de corte nacionalista, refugio habitual del cine revisionista ruso, sino a gloriosas epopeyas y heroicidades del pasado y del presente. Pero además en ocasiones apuestan por historias en las que muestran una enorme capacitación tecnológica y acierto con el uso, por ejemplo de la tecnológica 3D aplicada al cine a través de RealD 3D. Y Salyut 7 , los héroes del espacio es un buen ejemplo de ello. 

Se trata de una película rusa del año 2017 rodada por el director de cine, aunque también guionista, actor y productor ruso Klim Shypenko y basada en el guion de Natalia Merkulova, Aleksey Samolyotov o Chupov y el mismo Klim Shipenko que narra una historia real que se basa en la misión Soyuz T-13 que tuvo lugar en 1985 y que formaba parte del programa soviético Salyut ; fue la primera vez en la historia en la que una estación espacial "muerta" fue acoplada y puesta nuevamente en servicio. 

La película es una producción de Anton Zlatopolskii o Zlatopolsky, Sergej o Sergey Seljanov y Bakur Bakuradze y de la que fueron productores ejecutivos Julia Mishkinene y Natalia Smirnova, quedando Sergey Dolgoshein como productor de postproducción todos vinculados con las productoras Kinokompaniya CTB, Lemon Films Studio, Telekanal Rossiya. 

La música fue labor de Anton Belyaev, Dmitry Noskov, Svyatoslav Kurashov, Vlad Zhukov y Ivan Burlyayev, siendo fotografía de Sergey Astakhov siendo el montaje de Mariya Sergeenkova y Sergey Beiseu. 

Responsables del maquillaje fueron Tamara Frid con la participación de Lyubov Egorova, mientras que del vestuario fue Tatyana Patrakhaltseva, Nadezhda Vasilyeva con la participación de Elena Lukyanova. En cuanto al sonido destaca el trabajo de Boris Voit siendo el diseño de sonido de Alexander Kopeikin. 

Como operador de escenas en el espacio aparece Sergey Astakhov siendo responsable de las escenas en Tierra Ivan Burlakov con la participación de Kirill Bobrov. En ese sentido jugaron una papel importante los operadores Steadicam con Valery Petrov y Anatoly Simchenko quedando como supervisores de VFX, Alexey Gusev, y el productor VFX como Pavel Semerjian. 

Los responsables de casting fueron Yulia Milovidova, Natalia Fedorenko, Tatyana Komarova y Ekaterina Dyukova que seleccionaron a Vladimir Vdovichenkov como Vladimir Fedorov, comandante de equipo de la Soyuz T-13 (basado en el piloto Vladimir Dzhanibekov), Pavel Derevyanko como Viktor Alyokhin, ingeniero de vuelo de la Soyuz T-13 (basado en Viktor Savinykh) y Alexander Samoilenko como Valery Shubin, director de vuelo (basado en Valery Ryumin). Junto a ellos aparecen Alexander Ratnikov como asistente de vuelo, Vitaly Khaev como Yuri Mikhailovich Shumakov, Igor Ugolnikov como Boldyrev, Maria Mironova como Nina Fedorov, esposa de Vladimir, Lyubov Aksenova como Liliya Alekhina, esposa de Viktor, Oksana Fandera como Svetlana Lazareva, cosmonauta (basado en Svetlana Savítskaya).Igualmente aparecen Nikita Panfilov como Igor Zaitsev, cosmonauta (basado en Ígor Volk), Polina Rudenko como Olya Fedorov, hija de Vladimir, Alexandra Serebryakova como empleado del Centro de Control de Misión, Natalya Kudryashova como la Médico, Arthur Waha como psicoterapeuta, Sergey Chonishvili como la voz en off en la versión rusa que yo  no he visto, durante la emisión de noticias en canales de televisión extranjeros y el director Klim Shipenko como Patrick de Bonel, astronauta francés (basado en Jean-Loup Chrétien). 

La película comienza en el espacio cuando el comandante Vladimir Fedorov (Vladimir Vdovichenkov ) está trabajando en el exterior de la estación orbital soviética Salyut 7 junto con su compañera Svetlana Lazareva (Oksana Fandera). Se trata de la más avanzada estación orbital soviética, orgullo del estado, construida con una aleación especial de aluminio y acero, con escotillas de atraque en ambos extremos, un sistema de abastecimiento de combustible mejorado y alojamientos más cómodos. Los tripulantes accedían a ellas con naves Soyuz, y eran abastecidas por naves no tripuladas Progress. 

Tras ayudarse mutuamente en la reparación por medio de una soldadura de una avería en una estación espacial, bromean con un compatriota dentro de la estación, teorizando sobre cuándo el gobierno de la URSS querrá experimentar con el sexo en el espacio, y cuánto tiempo necesitarán (o llegarán a) gastar en simuladores de entrenamiento para el proyecto. Luego, un accidente de soldadura perfora el guante de la cosmonauta. 

A medida la presión de su traje desciende rápidamente, la hipoxia amenaza, su compañero le habla suavemente durante el proceso de rescate para tranquilizarla. Poco antes de entrar en la estación Vladimir ve una extraña luz cegadora que el no sabe muy bien lo que es. Lo cierto es que cuando llega a tierra y es entrevistado por director de vuelo el laureado dos veces Valery Shubin (Alexander Samoilenko), éste lo saca de los proyectos al no verle capacitado. 

Vladimir en ese momento se siente confundido y desubicado porque su mundo es el espacio. A pesar de su buena relación con su mujer Nina Fedorov (Maria Mironova) e hija se siente incómodo al verse fuera de cualquier proyecto. 


Sin embargo, el 11 de febrero de 1985, la estación orbital soviética Salyut 7, que ha estado en órbita sin tripulación durante los últimos seis meses, pierde el control inesperadamente y deja de responder a las señales enviadas desde el Centro de Control de Misión. 

 Ante la perdida de toda comunicación con la nave y la probable caída a la Tierra de una estación que es el orgullo de la ciencia y la cosmonáutica soviéticas, puede provocar no solo la pérdida de la reputación del país, sino también una tragedia con víctimas humanas. 

La estación averiada puede caer en cualquier parte del planeta, destruir cualquier cosa, incluso una ciudad, y todo esto sucede en el contexto de la Guerra Fría, lo que complica aún más la situación. El 6 de junio de 1985, después de tres meses de entrenamiento y tras comprobar que nadie está más capacitado para su recuperación que Vladimir Fedorov, el Centro de Control de Misión decide enviar la nave espacial tripulada Soyuz T-13, con una tripulación de dos de los más experimentados cosmonautas soviéticos: el comandante Vladimir Fedorov y el ingeniero de vuelo Viktor Alekhin. 


Ambos se enfrentan a una tarea difícil y arriesgada y de importancia estatal: dar con la estación «muerta»; acercarse sin colisionar y realizar un acoplamiento manual muy complicado con una estación espacial incontrolada y en movimiento, lo que nadie había hecho antes en la historia de la cosmonáutica; verificar el estado de los sistemas de a bordo y el equipo de la estación; identificar las causas de los problemas y prevenir la catástrofe. 

Tras el despegue desde Roscosmos se produce el acercamiento que inicialmente falla dada la velocidad y la dificultad, pero al segundo intento a pesar de parecer una locura ante los ojos de todos, pero no del camarada cosmonauta Fedorov, lo consiguen. 


El segundo paso una vez acooplada la nave es verificar el estado de los sistemas de a bordo y el equipo de la estación. Cuando entra el ingeniero Viktor Alekhin en su interior descubre que la estación está cubierta de hielo, aunue desconoce el origen del mismo. 

Tras pensar como eliminar el hielo, para eso han de cambiar de posición los paneles solares, y que aumente así la temperatura de la nave orbital, consiguen su objetivo. El problema es deshacerse del agua acumulada, cosa que hacen con un soplador y todo el tejido existente. 

Sin embargo, la clave para entender el por qué está en el exterior obliga a salir a Vladimir y mientras éste estudia el exterior y ve que unos pequeños meteoritos han roto parte de la carcasa externa y han averiado la pieza de los motores, descubre con horror como en el interior de la nave orbital hay fuego y luego una enorme llamarada. 

Con todo Viktor ha logrado despresurar la nave , salir de ella, aunque su cuerpo se queda con graves quemaduras. A pesar de ello lo peor es el consumo de oxígeno. Tanto han consumido que únicamente hay para el retorno de uno de ellos. 

Mientras en tierra , el director de vuelo Valery Shubin se mueve entre las presiones políticas de las autoridades que prefieren destruir las naves antes que caígan en manos americanas y el intento de salvar la vida a sus dos pilotos. Además, los americanos han lanzado en paralelo su nave, la Challenger.

Con todo ordena a Vladimir que el que se ha de salvar es Viktor. Éste lo admite , aunque tiene una idea quitar lo que impide que la nave recargue su energía y a pesar de ir contrarreloj en el último momento consigue que la nave se reactive salvando el prestigio de la carrera espacial soviética y la más avanzada que las cinco estaciones lanzadas. 

El complejo formado por la Salyut 7 y el módulo Cosmos 1686 (TKS-4) culminó su vida operativa y entró en la atmósfera terrestre convertido en una bola de fuego y cayendo sobre Argentina el 7 de febrero de 1991. Al final una cartela nos señala que 'Salyut-7' está dedicada a "todos los héroes de la cosmonáutica espacial".. 

La idea de la película, basada en los hechos reales del rescate de la estación orbital Saliut 7 fue del periodista de televisión Alexei Samolet, especializado en temas espaciales. 

Según el productor Bakur Bakuradze, los guionistas se basaron en los diarios de Viktor Savinykh, que explican en detalle toda la expedición, pero «es difícil para una persona que no conoce las sutilezas del tema del espacio entender todos los detalles. Por lo tanto, algunas cosas tuvieron que simplificarse, mientras que otras, por el contrario, se reforzaron y se adaptaron para nuestro entendimiento». Por esta razón los nombres de los personajes principales han sido cambiados. 

Los autores de la película eligieron material que les permitió permanecer fieles a los hechos. Los consultores fueron los cosmonautas Serguéi Krikaliov, Aleksandr Lazutkin, el jefe de Roscosmos, Igor Komarov, y los especialistas del RKK Energiya. El estudio de rodaje se ubicó en el suburbio de San Petersburgo, fue construido específicamente para la película ya que las instalaciones de Lenfilm no pudieron acoger todo lo necesario. Se creó una copia del Centro de Control de Misión y del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas con las maquetas de la Saliut 7 y la Soyuz T-13. 

Varias empresas de la corporación estatal de Roscosmos proporcionaron equipamiento que ya había estado previamente en el espacio. Sergei Astakhov, no solo conocido en Rusia por ser operador de cámara, sino también como un maestro en técnicas de rodaje complejas, fue invitado a diseñar y controlar los complejos dispositivos de imagen. En el proyecto, fue el operador de las escenas del espacio y el ingeniero de toda la parte tecnológica del rodaje. «Para cada cuadro, se desarrollaron nuestros propios sistemas de disparo, se utilizaron diferentes suspensiones y métodos de sujeción para mostrar de manera realista la interacción con los objetos en ingravidez y para asegurar una transición suave de la animación por computadora». 

Con el fin de soportar una carga parecida a la de los astronautas reales, los actores se sometieron a un serio entrenamiento físico. El entrenamiento duró varios meses con un tremendo esfuerzo físico. La jornada laboral fue de doce horas, y el 90 % del período de filmación fue ocupado en «pasar el rato» en ingravidez. En el estudio, los actores se movían utilizando cables especiales. Para comprender cómo moverse en un estado de ingravidez, cómo se comporta el cuerpo, era necesario sentir la ingravidez que se realizó en una sesión de entrenamiento especial, en un avión Il-76 que se elevó diez veces a una altura de varios miles de metros y descendiendo abruptamente para realizar un vuelo parabólico, mientras aparecía la ingravidez durante 26 segundos. 

Inicialmente, Svyatoslav Kurashov y Vlad Zhukov trabajaron en la música original, pero el resultado no agradó a los productores, e Ivan Burlyaev y Dmitry Noskov se sintieron atraídos por el proyecto y fueron quienes reescribieron casi por completo la banda sonora. La música de Burlyaev y Noskov fue grabada por una orquesta sinfónica con sintetizadores analógicos y digitales. Entre los temas musicales de la película se encuentran la entonación del himno nacional de la Unión Soviética y la suite «¡Tiempo, adelante!» (en ruso Время, вперёд!) de Gueorgui Svirídov. La banda sonora oficial de la película fue publicada el 13 de octubre de 2017 e incluye la música de todos los compositores que trabajaron en la película y las composiciones de otros artistas incluidos en la película.  

El 15 de septiembre, la película fue presentada en Yalta durante la inauguración del Festival de Cine de Eurasia. 


El 4 de octubre de 2017, en la sala de cine del Palacio Estatal del Kremlin, tuvo lugar la proyección de la película, que se convirtió en el evento principal de la noche de gala dedicada al 60 aniversario del lanzamiento por la URSS del primer satélite artificial de la Tierra. Después de ver la película, el presidente ruso Vladímir Putin se reunió con el equipo de rodaje, que había visto la película la noche anterior. Los pilotos y cosmonautas Vladimir Dzhanibekov, Viktor Savinykh y Oleg Skripochka, el jefe de Roscosmos, Igor Komarov, y la hija del primer cosmonauta Yuri Gagarin, Elena Gagarin, también asistieron a la cita. 

La película se estrenó el 21 de septiembre de 2017 en Estados Unidos, el 11 de octubre de 2017 en el festival de Sitges y el 12 de octubre de 2017 en Rusia. 

La crítica de cine Susanna Alperina (Rossíiskaya Gazeta) destacó que «el trabajo de los cineastas en Saliut 7 es más relajado, emocionalmente equilibrado, no siguieron el camino de la exacerbación y el empeoramiento de las relaciones de trabajo en el CCM, aclarando los problemas importantes con el Ministerio de Defensa soviético y el Politburó. Para ellos, era importante mostrar la hazaña de los astronautas que, [...] en circunstancias difíciles, estaban a punto de reparar una estación espacial congelada. Le devolvieron la vida no solo a ella, sino también a la reputación del país». Susanna Alperina consideró que el trabajo de Vladimir Vdovichenkov y Pavel Derevyanko es lo más valioso de la película. Lo que menos gustó a esta crítica fue la presentación de las relaciones entre los cosmonautas y sus familias. Señala que «están representadas por una línea de puntos clásica basada en los estereotipos de la comprensión de una familia buena y correcta». 

El cosmonauta Viktor Savinykh dijo que «Ni los guionistas ni el director, mientras trabajaban en la película, me hicieron preguntas o solicitudes de consulta. Al parecer, simplemente no necesitan saber la verdad sobre ese vuelo. Su objetivo era diferente: ganar dinero en la taquilla. Creo que tomaron la información de mi libro Notas de la estación muerta y descubrieron que ya tenían suficiente. Bueno, esa es su decisión». 

Más tarde, después de verla, Viktor Savinykh admitió que le gustaba la película en su conjunto: «La película es buena, entretenida, a la gente definitivamente le gustará. Especialmente quiero señalar la extraordinaria calidad de la imagen del cosmos, la ingravidez: los gráficos por computadora recrean el alcance y la belleza del cielo. En cuanto a inexactitudes, sí, las hay. La cuestión de si derribar la estación no existía en absoluto. En lugar de un martillo, solo teníamos una montura, intentamos eliminar un fallo completamente diferente. No fumamos, no nos quemamos. Aunque realmente en el espacio hubo varios incendios. Pero esencialmente no hay mentiras. Por eso, en general, la película me gustó. Y si no hubiera trabajado en el espacio, me hubiera gustado aún más. Es difícil ver lo que se inventó en la pantalla cuando sabes cómo era en realidad». 

Al cosmonauta Vladimir Dzhanibekov no le gustó la película: «Tengo una opinión contradictoria con la película. Desde el punto de vista de la imagen artística, se realizó un trabajo maravilloso: tomas increíbles, efectos, los actores interpretados de manera excelente, incluso la ingravidez podría transmitirse de manera muy fría. Pero hay algún tipo de versión estadounidense del impacto en los cerebros de la audiencia. Mostraron unos generales rusos terribles, listos para dispararse en el espacio. En la película también existen amenazas del máximo liderazgo del país. Aunque todo era exactamente lo contrario: todos esperaban el éxito, preguntaron qué faltaba para que esto sucediera. Nunca nos amenazaron. Los trabajadores del Comité Central del PCUS y el Ministerio de Defensa solo nos apoyaron, desearon la victoria y recibieron condolencias si algo salió mal. Nuestro ejército tiene una función diferente: rescatar, salvar, proteger y nunca matar. La gente en el extranjero estará más atenta a ver la situación en el Centro de Control de la Misión, ¿crees que esto pasará? No, en general, cómo era puedes leerlo en el libro de Viktor Savinykh Notas de la estación muerta. Sí, y en el libro de registro no hubo alusiones a una amenaza». 

Además, Viktor Dmitrievich Blagov, director adjunto de vuelo de la estación Saliut 7, criticó la distorsión de los sucesos reales y señaló que considera que la película es útil para los jóvenes, a pesar de la artificialidad de algunas situaciones. 

El crítico de cine Konstantin Bakanov (sobesednik) señaló la habilidad del equipo de producción y dirección, que casi logró conseguir un éxito de taquilla por poco dinero, «no se parece a una orden del gobierno: Sobrevivir en ruso podría ser el eslogan de la película. La técnica es más o menos, no escuchamos órdenes, rompemos el régimen, mantenemos el equilibrio, esperamos un milagro, y esto es un milagro (bueno, ¡debe serlo!) Sucede siempre. Esto definitivamente no es sobre los estadounidenses. Se trata de nosotros» 

En España Oti Rodríguez Marchante en ABC destacó que "Lo que suele ser convencional en el cine de Hollywood se convierte aquí en otro modo de producir tensión y épica (...) es visualmente excepcional, y le encuentra planos, ritmos e intrigas nuevas a lo de siempre. (…) " 

Nando Salvá en El Periódico defiende que la "Intriga visualmente imponente y que recurre a una serie de amenazas para provocar con eficacia la tensión (...) Su punto flaco es el factor humano, porque todos los personajes son unidimensionales (…) " 

Marta Medina de El Confidencial escribe que "Shipenko centra más su mirada en la capacidad de sacrificio y el código moral de dos hombres que están dispuestos a cumplir el cometido que se les ha encomendado hasta sus últimas consecuencias. Como herramienta dramática, el director presenta a los protagonistas como carácteres antagónicos: por un lado, Dzhanibekov es un tipo indisciplinado, enérgico y heterodoxo y, a la vez, el mejor en su campo de experiencia; por otro, Savinikh es cerebral, un hombre de ciencia —diseñó gran parte de la Salyut-7— al que Dzhanibekov considera un "simple ingeniero con traje espacial". "Ni siquiera eres un cosmonauta de verdad; nunca has paseado por el espacio". Y añade que "Con una puesta en escena discreta —más allá de los efectos especiales— y una narración clara y lineal —salvo los 'flashbacks' que intercala de vez en cuando—, Shipenko mantiene el ritmo y el suspense hasta el mismo final de la película, en lo que es su mayor virtud, interpretaciones aparte. Consigue además un clímax emocional que exalta la dignidad de un hombre que enfrenta el mayor de los contratiempos sin aspavientos, con entereza. Y el director lo cuenta con una sencillez, además, conmovedora. ". 

Janire Zurbano en Cinemanía comenta que "El mayor logro de Shipenko, además de la espectacularidad de sus planos, es convertir un suceso épico en una película igual de épica (...) y sorprendente, pese a estar basada en hechos reales. (…) " 

Nuria Vidal en Fotogramas opina que "No existe en el film ni la épica ni el suspense propio del cine de aventuras. En cambio Shipenko apuesta por el espectáculo visual con unos efectos especiales no muy espectaculares, pero si muy creíbles (…) "

Comentar que lo que ha parecido más interesante es presentar la guerra fría desde la óptica de la carrera espacial, una de sus vertientes más llamativas y más complejas técnicamente y no sólo por lo que implicaba para el mundo de la ciencia y la tecnología sino como el enorme peso de la prograganda que suponía. Muy interesante la recreación de espacios, los efectos especiales y , como todas las espaciales, ideales para verla en 3D. En ese sentido nada tiene que enviadiarle a Gravity, por ejemplo. 

Espectacular las elipsis que emplea para pasar de un espacio a otro para narrarnos una historia real y la más compleja desde el punto de vista técnico de la historia espacial como espectaculares son las imágenes del espacio y de la Tierra siempre al fondo, abajo, hermosa pero amenazante y lejana. su suma las pequeñas dosis de humor con el vodka clandestino o con la compañera inesperada , una cucaracha, el osito de peluche Mishka o el espectáculo de las gotas de agua. Por último, tirar de mi memoria y recordar como en aquel año 1991 hubo interés  temor ante la caída de la nave. Como ya he señalado cayó en Argentina, pero lo cierto miramos al cielo en aquellos días muy intensamente a sabiendo que de una guerra, la más fría,  hacía un par de años que había terminado. Pero esa era otra historia. 



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