sábado, 20 de febrero de 2021

El gran incendio



Me quiero situar mentalmente ante la columna de 61 metros. Una columna conocida con el término "The Monument" o "El Monumento" que conmemora el gran incendio de Londres y que está en una plaza elevada de la City. En ese pedestal monumental diseñado por Christopher Wren se señala que «...de los 26 barrios [afectados], finalmente quedaron destruidos 15, y otros 8 quedaron destrozados y medio quemados». 



La columna de estilo neoclásico construida entre 1671 y 1677 marca el punto original del incendio de Londres del año 1666. Sita en Pudding Lane conmemora aquel trágico domingo 2 de septiembre de 1666, después de un largo y caluroso verano, en el que un panadero de Londres llamado Thomas Farriner olvidó apagar correctamente uno de sus hornos. 


Aquel incendio "purificador" conllevará uno de los más importante cambios urbanos como ocurría en gran parte de las ciudades del Antiguo Régimen. El fuego era el mayor elemento urbanizador en determinados momentos de la historia al estar las casas construidas muy juntas, unas de otras, formadas por un laberinto abarrotado de viviendas abarrotadas configuradas en callejones estrechos, sinuosos y empedrados y ser en su mayor parte con madera y paja, con casas con entramado de madera de seis o siete pisos y que tenían balcones (jetties).

Estos como incendios "purificadores" se dan en otras mucgas ciudades de la época, anteriores y posteriores y en la misma San Francisco a inicios del siglo XX ocurrió algo similar. 

El arquitecto Sir Christopher Wren se encargó de la reconstrucción manteniendo la distribución original de las calles, puesto que los propietarios que habían perdido sus casas así lo exigieron, pero usó ladrillos y piedra en vez de madera. La nueva ciudad tendrá que ser más amplia y con mejores accesos, lista para convertirse en la gran urbe que sería. Las casas techadas con paja o brezo fueron prohibidas y aún continúan siéndolo en la actualidad. 

Las llamas nacidas en aquel fuego del horno de Farrimer se extenderá por todo el local, y dará pie a esta miniserie en cuatro capítulos que acabo de ver, producida por Ecosse Films en la que se implican Michael Robins, Gina Cronk, Lucy Bedford y Douglas Rae y que se titula The Great Fire o El Gran Incendio. 

La miniserie del año 2014 está dirigida por el galés Jon Jones , un veterano director responsable de un buen número de series tano británicas como estadounidenses, como El diario de Anna Frank (2009) , Zen (2011), Titanic ( 2012) , entre otroas, y cuenta con el guion de Tom Bradby , Tom Butterworth y Chris Hurford, la música de Dan Jones, Elizabeth Purnell y la fotografía de Kieran McGuigan. 


En su reparto se encuentran caras conocidas de series británicas como son Andrew Buchan como Thomas Farriner y Rose Leslie como Rose - protagonistas en Broadchurch  y en Juego de Tronos- aparecen junto a Polly Dartford como Hannah Farriner, Trixiebell Harrowell como la otra hija del panadero de nombre Mary, Joey Price como el hijo de Rose y sobrino de Thomas el pequeño David. Igualmente aparecen  Jack Huston como Carlos II , Oliver Jackson-Cohen como James el duque de York, Charles Dance como el malvado Lord Denton, William Beck como Richard Smith, Geoff Bell como Richard Smith, Daniel Mays como Samuel Pepys, Perdita Weeks como Elizabeth Pepys, Sonya Cassidy como la Reina Catherine de Braganza y Uriel Emil como el Señor Romero. 



Este gran incendio acabará con el trazado medieval de la ciudad y cambiará la faz de la capital. La miniserie se instalá en esta tesis , colocar en el centro de la misma a la familia de Farriner , que finalmente se salvó saltando a una de las casas colindantes, no así una criada, que no aparece en la serie y que fue la primera víctima de las pocas oficialmente que generó el incendio. 



La historia de la familia Farrimer se enlaza con otras que colocan en el centro de atención en un varios personajes reales como la figura del funcionario Samuel Pepys ( Daniel Mays)  al igual que el papel jugado en el mismo de un rey inicialmente timorato e ignorado como Carlos II (Jack Huston ) y su hermano Jacobo o James (Oliver Jackson-Cohen  ) , católico, y que participa según la tesis y parte de la opinión de una época en la que hay que buscar chivos expiatorios, en una conspiración católica, en la que además del Duque de York estaría Mister Romero (Uriel Emir )  y que debe ser abortada por el maquiavélico personajde de Lord Denton (Charles Dance) al que reconoceremos como integrantes de Juego de Tronos como Tywin Lannister. Es precisamente el que éste el que pone en contacto a Rose (Rose Leslie), otra cara conocida de Juego de Tronos , Ygritte, la salvaje pelirroja que enamorará a Jon Nieve. En papeles menores aparecen igualmente Ben Crompton en la serie un "cornudo", otrora "jugador" Ellison Tollet y Nicholas Blane, aquí el inútil alcalde Mayor Bludworth o Bloodworth, antiguo Lord Varyss. 

Entre medidas la actuación administrativamente inteligente ante el rey Carlos II de Samuel Pepys (Daniel Mays) que pone en peligro su matrimonio , aunque el rey igualmente salta de cama en cama hasta que descubre la validez de su señora portuguesa y católica. En fin, en ese caótico escenarios se mueve esta serie que fue rodada en Penshurst Place en el condado de Kent netiendo que en 2013. 



Lo cierto es que vemos que los vecinos trataron de ayudar a apagar el fuego; después de una hora, los condestables parroquiales llegaron y juzgaron que era mejor demoler las casas contiguas para evitar una mayor propagación. Los propietarios protestaron y se convocó al alcalde mayor Thomas Bloodworth , pero éste, indeciso, no optó por eso. 

El incendió y la tormenta de fuego que le acompañaba que se desplazaba al norte, el oeste y al sur del Támesis, aunque esta en menor medida, desde Penny Pudding movilizó a una masa humana que intentaba cruzar el Támesis en barca a un precio cada vez más caro, colapsó las calles y los que pudieron huyeron hacia las iglesias y refugios mientras eran arrasadas con 13.200 casas, 87 iglesias parroquiales, el ayuntamiento de Londres incluso con su enorme Catedral , la de de San Pablo el fuego destruyó las casas de 70 000 de los 80 000 habitantes de la ciudad y no tuvo consideración con los distritos pobres a partir del segundo día tampoco lo tuvo con los distritos ricos, tales como la «Royal Exchange» , es decir , la bolsa, centro comercial y las casas y tiendas de Cheapside, o las casas de los banqueros en Lombard Street . 

Llegó a amenazar la Corte Real de Carlos II en Whitehall y a la ciudad de Westminster. El Monarca inglés temió una rebelión en la ciudad tras navegar desde Whitehall en la barcaza real para inspeccionar la escena descubriendo que las casas aún no estaban siendo demolidas, anulando la autoridad del alcalde mayor para ordenar demoliciones masivas al oeste de la zona de fuego. 

A su vez el hermano de Carlos II, Jacobo, duque de York,- con el tiempo Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia,el último monarca católico de Inglaterra- ofreció el uso de los Royal Life Guards («Reales Socorristas») para ayudar a combatir el incendio. 

Desde la Panadería el fuego fue creciendo durante toda la noche («si es que puedo llamarla noche porque estaba tan iluminada como un día, de un modo terrible, a diez millas a la redonda») y se extendió a través de los suburbios más pobres, y con su avance se desataron los desórdenes al correr el rumor de que agentes holandeses o franceses, en ese momento enemistados con Inglaterra, habían provocado la catástrofe. 

Las autoridades se vieron desbordadas en sus intentos de controlar el fuego, a la vez que frenaban los saqueos y los estallidos de violencia contra católicos y extranjeros. 

Tras la imposibilidad de ser frenado por el agua se buscan otras opciones, como la de realizar cortafuegos demoliendo algunos barrios. La tardanza del incompetente alcalde mayor, Sir Thomas Bloodworth, a la hora de autorizar las demoliciones más drásticas hizo que la situación se alargara durante tres días y cada vez más barrios se vieran implicados. 

El martes, los fuertes vientos del Este dieron una tregua a los bomberos, mientras que el uso de pólvora por parte de la Guarnición de Londres creó cortafuegos realmente efectivos. Era el 5 de septiembre de 1666. 



La City, el corazón comercial de la capital, el centro mercantil más grande y el puerto más activo de Inglaterra, dominada por las clases comerciales y manufactureras estaba arrasada. Se salvaba el anillo de barrios residenciales donde vivía la mayoría de los londinenses. 

La reconstrucción no apostó por nada revolucionario salvo en la construcción. Se mantuvo gran parte del antiguo plan de calles se recreó en la nueva ciudad, con mejoras en la higiene y la seguridad contra incendios: calles más anchas, muelles abiertos y accesibles a lo largo del Támesis, sin casas que obstruyesen el acceso al río y, lo más importante, edificios construidos de ladrillo y piedra, no de madera. 

Se crearon nuevos edificios públicos en los sitios de sus predecesores; quizás la más famosa es la reconstrucción de la catedral de San Pablo  y cincuenta nuevas iglesias diseñadas por Christopher Wren. 

Después del incendio, las vías de Queen Street y King Street fueron recién distribuidas, atravesando vías antiguas de la City y creando una nueva ruta desde el Támesis hasta el Guildhall, el edificio de la City de Londres, cerca de Cheapside, que fue el Ayuntamiento londinese durante varios siglos y hoy es el palacio ceremonial y administrativo de la City de Londres y de su Corporación. Fueron las únicas calles nuevas importantes después de la destrucción por el fuego de gran parte de la City.



Pero la miniserie tirá igualmente de otra de las tesis que durante años se presentó como origen del mismo: los católicos ingleses. Tanto es así que un relojero francés llamado Robert «Lucky» Hubert confesó ser un enviado del Papa de Roma con la misión de incendiar Westminster. Su testimonio fue sacado a la fuerza, bajo tortura, como en el caso de Rose, y estaba cebado de contradicciones, lo que no evitó que fuera ahorcado a finales de ese mismo mes de septiembre en Tyburn. 

Las sospechas también se centraron en los inmigrantes franceses y holandeses, enemigos de Inglaterra de la segunda guerra angloneerlandesa en curso; grupos fueron víctimas de linchamientos y violencia callejera.



Como no hay que por bien no venga, el incendio salvó vidas al quemar tantas viviendas insalubres con ratas y sus pulgas que transmitieron la peste, ya que las epidemias no se repitieron en Londres después del incendio. 

En cuanto a la serie, pasable, gracias. Son muy regulares los efectos especiales, las historias amorosas se admiten, en ellas vemos que ninguno de los protagonistas encuentran la felicidad plena en su matrimonio, aunque al final todo cuadra desde el punto de vista afectivo y es añadido "necesario" para dar interés a la historia del incendio que, en sí, es bastante acorde con lo que pasó. Echo en falta elementos del pasado y del presente como planos de la época, el reflejo del avance del fuego, la zona afectada y los efectos del fuego en la ciudad en el pasado y en el presente. Las actuaciones , normalitas, aunque brilla, lo hace siempre como malo malísimo Charles Dance. La miniserie no da mucho más de sí, aunque bueno se deja ver ... siempre que te interese el urbanismo.   



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