Son muchas las películas que nos presentan la vida de Wiston Churchill. Un hombre poliédrico en el mejor sentido del término, que estuvo presente en la mayor parte de los acontecimientos históricos que hubo desde el siglo XIX- estuvo como corresponal para The Daily Graphic durante la guerra de Cuba entre España y los Estados Unidos o durante la Segunda Guerra Anglo-Bóer, del influyente diario conservador The Morning Post- y además en múltiples facetas desde el periodismo, hasta en el ejército, pasando por la política donde brillará con luz propia tanto en la Primera Guerra Mundial, en este caso por su gran fracaso - el desembarco en la Peninsula otomana de Gallipoli- como en su gran éxito en la política su resistencia política y militar ante la ofensiva nazi durante la Segunda Guerra Mundial sobre todo desde Dunkerke y la Blitz sobre Gran Bretaña hasta el Desembarco de Normandía.
Esta película pone sobre el tapete las enormes dudas que le generó el exitoso a la postre Desembarco de Normandía, un plan diseñado por Eisenhower, junto con Montgomery, y que será el momento determinante, el principio del fin de la Alemania nazi.
La película nos muestra a un Churchill, casi agotado, que tras cuatro años de conflicto, no puede asumir más muertes en los días previos al deserbarco. Las dudas lo asaltan temiendo repetir el desastre de Gallipoli, en los Dardanelos durante la Primera Guerra Mundial, lo que le valió el sobrenombre de «El carnicero de Galípoli» que , es sin duda, la gran mancha en la impecable trayectoria del político.
En 2017 se hicieron dos películs sobre el mandatario, 'El instante más oscuro', con Gary Oldman en el papel del estadista, y Churchill en estos días previos al desembarco y tras el mismo es el gran protagonista de esta película del año 2017 dirigida por Jonathan Teplitzky, un escritor y director de cine australiano que ha dirigido las películas Better Than Sex (2000), Gettin 'Square (2003), Burning Man (2011), The Railway Man (2013) y dirigió los episodios siete y ocho de la segunda temporada de Broadchurch . Obtuvo un BaFTA TV en 1993 por su trabajo en el documental de la BBC A Vampire's Life sobre la escritora Anne Rice.
En 2017 se lanzó a contarnos los difíciles momentos en los que vivió Churchill que cuenta con un impresionante Brian Cox en el papel del Primer Ministro británico, acompado de ya una veterana Miranda Richardson como Clementine Churchill.
La película fue producida por Nick Taussig, Claudia Bluemhuber y Paul Van Carter - y un enorme listado más- con el respaldo de las productoras Salon Pictures, Tempo Productions Limited, Head Gear Films, Metrol Technology y que manejaron un presupuesto de unos $ 10 millones.
La película parte de un guion de la historiadora Alex von Tunzelmann, responsable por ejemplo de La loca, loca, loca historia del mundo según el cine, y cuenta con la música de Lorne Balfe y la fotografía de David Higgs. La edición fue de Chris Gill.
El reparto elegido por el responsable de casting, Daniel Hubbard, lo encabeza Brian Cox como Winston Churchill y Miranda Richardson como Clementine Churchill.
Junto a ellos aparecen John Slattery como el general Dwight D. Eisenhower, Julian Wadham como el general Bernard Montgomery, Richard Durden como el general Jan Smuts. Junto a ellos aparecen Ella Purnell como la administrativa Helen Garrett, Danny Webb como el general Alan Brooke, primer vizconde de Alanbrooke, Jonathan Aris como el mariscal jefe del aire Trafford Leigh-Mallory, George Anton como el almirante Bertram Ramsay, Steven Cree como el capitán James Stagg, James Purefoy como el rey Jorge VI, Peter Ormond como Asa Briggs, Angela Costello como Kay Summersby, Kevin Findlay como Fanshawe y Miro Teplitzky como ayudante Howard.
Nos encontramos al final de la primavera del año 1944. Tras cuatro años de guerra, las fuerzas aliadas ya han desplazado un millón de soldados sobre el suelo británico y se encuentran a la espera para lanzar el ataque sobre la costa frances. Esos miles de hombres que está en la costa sur inglesa están preparadas para el desembarco que ha sido diseñado por parte de los generales Dwight D. Eisenhower (John Slattery) y Bernard Montgomery, Monty (Julian Wadham) junto con el jefe del Estado Mayor Imperial el general Alan Brooke (Danny Webb). Sin embargo, el león británico que hasta el momento ha sido la persona que ha encabezado la resistencia, Winston Churchill (Brian Cox ) tiene sus dudas.
Estas dudas las hace públicas en una reunión que los integrantes del alto mando tienen conjuntamente con el rey Jorge VI ( James Purefoy), sí, aquel protagonista del discurso del rey, que está presente en la película, no el discurso, sí la dicción. Igualmente las trasmite a sus más estrechos colaboradores —como Brooke— piensan que el político sigue anclado en la forma de combatir en la Primera Guerra Mundial y que no entiende los vericuetos de la guerra moderna. "Llegada la hora, hasta el mejor de los dirigentes se topa con su propio límite".
La irritación que siente el político británico la lleva a su matrimonio, algo que sufre en silencia su mujer Clementine (Miranda Richardson). Su matrimonio con Clemmie (Miranda Richardson) tampoco se encuentra en su mejor momento: su mujer tiene que aguantar sus cambios de humor, su despotismo, su indiferencia y su melancolía. E igualmente estos arrebatos son sufridos por sus colaboradores más directos como el general Jan Smuts (Richard Durden ) asi como el personal que está a su servicio como la mecanógrafa Helen Garrett (Ella Purnell) que son las tres personas que ven la inestabilidad del estadista. 48 horas antes de la operación, Winston Churchill se enfrenta con sus generales y aliados norteamericanos para decidir cómo afrontar lo que se convirtió en el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial.
Si la campaña del Día D fallara, teme ser recordado como el arquitecto de una carnicería. Así que descubrimos a un Churchill inédito. Se muestra ante los demás , colaboradores y familia especialmente como un hombre impulsivo, colérico, intimidatorio, temeroso del fracaso y de cómo pasará a la historia, obsesivo en el desembarco y su deseo de integrarse en él e hiriente. Este fumador de puros compulsivo y bebedor excesivo se opone a lo que él considera un fracaso. Se irrita con su mujer, con sus conjereros, pide a dios de rodillas que haga más tiempo para salir, pide al rey que lo acompañe en una fragata como hacían los reyes y gobernantes en el pasado. Se muestra caprichoso.
Únicamente la reacción de su mujer , de Smuts y de la mecanógrafa cuando le interpela a Churchill y le cuenta que su novio es un guardamarimas que participa en el desembarco lo hace reaccionar.
A las sexta hora , del sexto día, del sexto mes de es ese año 44, Churchill da un brilante discurso que anuncia el éxito de la operación y de cómo la misma salvarán muchas vidas. Poco después marcha a la playa, donde comienza al inicio la película. El lugar que lo relaja y luego vuela su sombrero acabando así la película.
La película comenzara como proyecto en noviembre de 2015 cuando se informó que Brian Cox interpretaría a Winston Churchill una vez que Gary Oldman lo rechazara. Brian Cox dijo que habló con expertos militares de la academia militar de Sandhurst sobre el propio plan de Churchill para invadir Europa, y que "... dijeron que probablemente habría acortado la guerra en seis meses". Para el rodaje tuvo que emplear puros electrónicos dada la estricta legislación escocesa.
La idea inicial es que Brian Welsh dirigiría a película a partir de un guión de Alex von Tunzelmann . Sin embargo en febrero de 2016 se informó que Jonathan Teplitzky reemplazaría a Welsh como director. Se incorporarían al elenco Miranda Richardson y Stanley Tucci como Clementine Churchill y Dwight D. Eisenhower , respectivamente. Pero en abril de 2016, John Slattery reemplazó a Tucci.
El 24 de mayo de 2016 se anunció que había comenzado la fotografía principal . Algunas escenas rodadas en mayo de 2016 se hicieron en Edimburgo y sobre todo en Glasgow. en las calles de George Street, y John Street. También Arniston House Gorebridge, también en Escocia se usó como locación de filmación para muchas de las escenas entre el general Eisenhower y Churchill, específicamente la Oak Room como la sala de guerra del general Eisenhower y el exterior norte. Se rodó igualmente en Livingston en West Lothian.
La historia de la película irritó a muchas personas porque , según ellas desvirtuaba el papel de Churchill. El historiador Andrew Roberts, le atribuye una serie de errores históricos que hacen que él vea a un Churchill irreconocible. Después de elogiar su actuación, fotografía y música, escribió que la película fracasó debido a un guión lleno de errores flagrantes, sobe todo en la caracterización de Churchill. Escribió: " El único problema con la película, escrita por la historiadora Alex von Tunzelmann , es que se equivoca absolutamente en todo. Nunca en el transcurso de la película se han cometido tantos errores engañosos en una película ". Entre esos errores estaba, según Roberts, la falsa descripción de Churchill como antiamericano, o las afirmaciones de que vacilaba sobre la Operación Overlord (el desembarco de Normandía) o la disputa matrimonial con su esposa, Clementine.
La película se estrenó el 2 de junio de 2017 y consiguió en taquillas unos ganancia de $ 5.4 millones, muy por debajo de lo invertido.
En la prensa británica Robbie Collin, del The Telegraph, dijo que "Brian Cox deslumbra con una lección puntual y afilada sobre liderazgo político".
Wendy Ide de Screendaily sostiene que "Brian Cox hace una interpretación sólida (...) La película tiene un ritmo demasiado pesado y es demasiado convencional para causar algo de impacto."
Por su parte, Peter Bradshaw , en The Guardian , señaló que "Miranda Richardson interpreta astutamente a la esposa del mandario Clemmie de forma imperiosa, exasperada, de ojos penetrantes ".
En The Independent se señaló que "Hay elementos tanto del Rey Lear como del Coronel Blimp en el Churchill de Cox. Como Blimp, es un hombre fuera de tiempo, acusado de intentar librar una guerra moderna con una mentalidad estancada años en el pasado. Como Lear, es un anciano, furioso contra los elementos.
En la revista Time Out , Tom Huddleston destacó de la película que "Cox está groseramente magnífico, capturando no solo la obstinación del hombre, sino también la persistente duda de sí mismo en su núcleo interno".
En los Estados Unidos Peter Travers Rolling Stone ,elogia la actuación de Brian Cox "no puede ser criticada. Es una clase magistral de actuación".
Gary Goldstein de Los Angeles Times escribió: "La destacada actuación de Brian Cox en Churchill es digna del gran hombre que fue " (...) en una actuación imponente, al nivel de los Oscar (...) Una excelente mirada a los días tortuosos del icónico hombre de estado Winston Churchill"
Ignatiy Vishnevetsky, de The AV Club, describió la película como "inerte, decorosa y casi absurdamente repetitiva" y escribió: "Con demasiada frecuencia, sigue la línea que separa las películas legítimamente estúpidas de las que simplemente presumen que el espectador es estúpido".
Owen Gleiberman en las páginas de Variety elogia la actuación del protagonista al decir que "Brian Cox interpreta a Winston Churchill con mucha convicción en un drama decente y prosaico (...) " Pero aclara que 'Churchill' es una película animada pero algo repetitiva"
Stephen Dalton en The Hollywood Reporter destaca luces y sombras señalando que "Un vehículo sólido para Brian Cox, pero por otro lado decepcionante (...) Con un guion funcional y un presupuesto modesto que no están a la par con la importancia de su historia."
Robert Abele en The Wrap ponen a parir la película al decir de ella que es "Más simplista que reveladora (...) Parece más una película sobre un viejo arrogante listo para que se le ponga a pastar que un análisis de un hombre complejo bajo tremenda presión."
Colin Covert desde la fría Minnesota y a través del Minneapolis Star Tribune sostuvo que "[Este] retrato muestra las diferentes caras de Winston (...) Cox tiene un aspecto muy similar al de Churchill (...) Él crea un personaje consistente y profundamente complejo (…) "
En Illinois Richard Roeper en la columna míica que fue de Roger Ebert , la del Chicago Sun-Times comenta que "En el escenario, puede que sea una obra poderosa y conmovedora. Como película, es a veces efectiva, pero es más una tediosa lección de historia (…) "
Desde la capital federal, Alan Zilberman en The Washington Post comenta con dureza que "'Churchill' se arrastra como obra histórica y como entretenimiento (...) Frustrante (…)
Ya en España Jordi Costa en El País dice que la "Película que, de hecho, parece más movida por las turbinas de un mecanismo infalible (el del biopic para masajear el orgullo nacional) que por algo realmente vivo y falible (...) prefiere la simpática funcionalidad del arquetipo."
En el Mundo Alberto Bermejo nos dice que "El director plantea como un relato íntimo una película con maneras de telefilme de inspiración teatral (…)"
En las páginas de ABC Federico Marín Bellón escribió que "Película engañosamente corta. Sus 105 minutos parecen más largos (...) El riesgo de aburrir al espectador menos paciente permanece agazapado en cada plano. Al retrato, académico e impecable, le falta sangre. O chispa. (…) "
Desde Barcelona y uno de los más importantes diarios de la ciudad , El Periódico, Nando Salvá afirma que en su columna que "Teplitzky presenta [a Chuchill] como un líder petulante, patético, achacoso e iluso (...) narración excesivamente estática y decorosa (…) "
Marta Medina en El Confidencial resume de esta manera su crónica " Brian Cox y Miranda Richardson protagonizan un 'biopic' sobre el estadista británico aburrido y carente de emoción, aunque con un esforzado trabajo visual" Y añade "Dentro de una película fría y en la que la intención dramática se intuye pero no se siente, los mejores momentos son aquellos en los que al menos el humor hace acto de presencia: Churchill, whisky en mano, se encomienda al 'Altísimo' para que mande la madre de todas las tormentas sobre la costa francesa y así obligar a los destacados aliados a volverse a Inglaterra y salirse con la suya. También se agradece que el director, Jonathan Teplitzky, haya optado por romper la convencionalidad del relato con, de vez en cuando, una composición de cuadro original y expresiva, lo que demuestra una intención estética más allá del plano contraplano y los 'travellings' laterales. "
Javier Cortijo en Cinemanía dice de ella que es "Ambiciosa y con vetas de madera noble, pero aburrida y decepcionante. (…) "
Beatriz Martínez en Fotogramas escribe que "Cumple perfectamente varios de los requisitos (documentación, (...) puro entretenimiento cultural...) que pueden satisfacer a quienes acuden hacia un producto así (...) Dignísima en su academicismo (…) "
Por mi parte señalar que , a pesar de reconocer esa lentitud de la que hablan algunos de los críticos, debo elogiar - y elogio- la interpretación de Brian Cox, magistral, así como de Miranda Richardson - todavía la recuerdo de "Crying games" de Neil Jordan. Me gusta no sólo la nítica fotografía, especialmente en los espacios abiertos, la recreación de la vivienda del Premier , así como de su Anexo y refugio con escaleras de caracol, el juego de vestuarios, su V de victoria - algo que le eleva la moral- y sobre todo el planteamiento de presentar una historia que puede que no haya sido así, pero ¿cómo es que no caben dudas por parte de algunos de los dirigentes del desembarco sobre la solvencia del mismo y sobre la posible masacre que podían realizar los alemanes. Me gusta ver las historias alejadas de la historia real para mostrar otra historia, para eso está el cine. Así que me parece muy bien esta representación de un fumador empedernido y bebedor de calidad como el primer ministro que salvo a la humanidad de la barbarie nazi. Claro que sí, ¿y por qué no?
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