Del edificio a la boda y de la boda al barco. Esa ha sido el movimiento natural de esta serie de Terror de la que hemos ido disfrutando de forma dosificada. De lo religioso a lo vírico, de lo extraño y sorprendente, a los festivalero para terminar en un barco cuyo puerto no existe. Ese ha sido el periplo de esta obra de Balagueró que quedará en los anales del cine de terror patrio.
*En construcción
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